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Medio ~ Imagen - Cuerpo
Introduccién al tema
1. PLANTEAMIENTO DE INTERROGANTES
En os éltimos afos se han puesto de moda ls discusiones sobre la ima-
gen. Sin embargo, en lasformas de referirse ala imagen se ponen de mani-
fiesto discrepancias que permanecen inadvertidas s6lo debido a que una
‘otra vez apatece el tér:ino imagen como un narcético,ocultando e hecho
{de que no se esté hablardo de las mismas imagenes, aun cuando se aroje
«ste término como un ancla en las oscuras profundidades de la compren-
si6n En los discursos sabre a imagen constantemente se llega a indefini-
ciones. Algunos dan la impresién de circular sin cuerpo, como ni siquiera
Jo hacen las imagenes de las ideas y del recuerdo, que en efecto ocupan
nuestro propio cuerpo. Algunos igualan las imégenes en general con el
‘campo de lo visual, con que es imagen todo lo que vemos, y nada queda
‘como imagen en tanto significado simbélico. Otros identifican las image-
nes de manera global con signos icbnicos,igados por tuna relacién de seme
jjanza a una realidad que no es imagen, y que permanece por encima de la
Jmagen. Por iltimo, est el discurso del arte, que ignora las imagenes pro-
fanas,o ea ls que existen en la actualidad en el exterior de los museos (los
nuevos templos),o que pretende proteger al arte de todos los interrogan-
tes sobre las imagenes que leroban el monopolio de la atencién. Con esto
surge una nueva pugna por ls imagenes, en la que se hicha por los mono-
polios dela definicin, No solamente hablamos ce muy distintas imége~
nesde a misma forma. También aplicamos a imgenes del mismo tipo dis-
cursos muy disimiles”
+ En una perspective flsiica, Scholz (1391; Bare (190); Miller (1997); Hoffmann
(6997); Reckly Wiesing 997); Wising (1997); Brandk (1999) y Steinbrenner-
‘Winko (999)-En una perspectiva més histrica, Barasch (1992) y Marin 1993)1a | ANTROPOLOGIA DE LA NAGE
Sise elige vna aproximacion antropologica, como se sigue en esta obra,
se encuentra uno con un nuevo problema en la objecién de que el estu-
dio de Ia antropologia se refiere al ser humano, y no a las imagenes. Esta
“objecién demuestra precisamente la necesidad de lo que cuestiona. Los
hombres y las mujeres alan dentro de su actividad visual, que esta-
blece los lineamientos de la vida, aquella unidad simbélica a la que lla-
‘mamos imagen. La duplicidad del significado de las imagenes internas y
externas no puede separarse del concepto de imagen, y justamente por
ello trastornasu fundamentacién antropoldgica. Una imager es més que
tun producto de la percepcién. Se manifiesta como resultado de una
simbolizacién personal o colectiva. Todo lo que pasa por la mirada 0
frente al ojo interior puede entenderse asi como una imagen, o trans-
formarse en una imagen. Debido aesto si se considera seriamente el con-
‘cepto de imagen, tinicamente puede tratarse de un concepto antropol6-
‘gio. Vivimos con imagenes y entendlemos el mundo en imagenes. Esta
relacién viva con la imagen se extiende de igual forma a la produccién
fisica de imagenes que desarrollamos en el espacio social, que, podria-
‘mos decir, se vincula con las imégenes mentales como una pregunta
con una respuesta.
El discurso de la antropologie no se restringe a un tema determinado,
sino que expresa el anhelo de una comprensién abierta, interdisciplinaria
de la imagen. Lo mismo puede decirse en lo que respecta a una tempora-
lidad distinta la que estipulan los modelos histéricos evolucionistas. El
‘cuerpo entrenta siempre las mismas experiencias, como tiempo, espacio
yy muerte, queya hemos captado a priori en imagen. Desde la perspectiva
antropolégica, el ser humano no aparece como amo de sus imagenes, sino
algo compleamente distinto— como “lugar de las imagenes? que toman
posesién de sa cuerpo: esté a merced de las imagenes autoengendradas,
Bn una perarectiva dela historia de la tenicaylos medios, Aumont (1990)
Deleuze (1999 72991); Flusser (1992); Durand (1995) y Sachs Hombach (1998). Ea
tuna perspectvaieonoldgica de la historia del arte, Panofaky (939); Kaemmerling,
(0979): Mitchell (1994) pero también Oexle (1997); Gombrich (1960 1999).
CCE también Belting (1990) y Stoichita (1998). referencia a andlsis generals
yyeuestionesnterdisciplinaras, véanseDidi-Huberman (1990); Destins de image
(ago); Gauthier (1053), y especialmente los ensayosreunidos en Boehm (1994)
(donde se induyen sus propios ensays). Cf también Debray (1992).
En referencia la“ysual culture’ véanse Mitchell (1994) y Bryson (1994). Sobre
|aimagen enlas ciencias naturales, véase la nota 28. En una perspectiva dela
historia de los medios,véanse Crary (1996) y Stafford (1996), asi como el libro
de Breidbach-Clausberg (1999).NEDIO - INRGEN - CUERPO 135
aun cuando siempre intente dominarlas. Sin embargo, sus testimontos en
imagen demuestran queel cambio esla nica continuidad de la que puede
dlisponer, Las imagenes ao dejan ninguna duda de euén voluble es su ser
De abi que deseche muy pronto las imagenes que ha inventado, cuando
da una nueva orientaci6a alas preguntas acerca del mundo y de si mismo.
La incertidumbre acerca desi mismo genera en el ser humano la propen-
sign a verse como otros.y en imagen.
‘La creaci6n de imagenes en el espacio social, algo que todas las cultu-
ras han concebido, es otro tema, referido a la actividad de percepcién
sensorial de cualquier pzrsona o a la produccién de imagenes interiores.
Por mucho que en lo siguiente aparezcan los tes temas relacionados, el
primero de ello esel centro de a investigacion, La pregunta “;Qué es una
imagen?” apunta en nuestro caso a los artefactos, a las obras en imagen, a
Ia trangposici6n de imagenes ya los procedimientos con los que se obtie-
nen imagenes, por nombrar algunos ejemplos. El qué que se busca en imé-
genes de este tipo no puede ser comprendido sin el cimo por elque se coloca
como imagen o se convierte en imagen. En el caso de la imagen es dudoso
‘que pueda legara determinarse el quéen el sentido del contenido o el era;
cescomo si se leyera un enunciado tomado de un texto, en cuyo lengusje y
forma stin contenidos méltiples enunciados posibles, El cémo esa comu-
nicacién genuina, la verdadera forma del lenguaje de la imagen.
Sin embargo, el cimose almacena a través de medios en los que perci-
bimos las imagenes quenos llegan del exterior, y que solo pueden enten-
derse como imagenes o rlacionarse con imégenes en su medio, Por certo,
Jas propias imsgenes pueden considerarse como medios del conocimiento,
que de otra forma se manifiestan como textos. Pero se hacen visibles
‘mediante téenicas o programas, que en retrospectiva histérica pueden Ila~
‘marse medios portadores, lo mismo si aparecen en una piezatinica 0 en
pintura o en serie, como en una pgina impresa 0 en tomas fotogréficas
Desde esta perspectiva, el concepto de medios, por muy grande que sea
tambign su importancit en otz0 contexto, en le actualidad no puede ser
adscrito aina un discurso establecido definitivamente. Las teorias acerca
4 CE miensayo en este bo: "Fl lugar de lasimigenes” En referencia a una
perspectiva antropol6gicacercana a mi planteamiento véanse sobre todo
Treedberg (1989); Did Huberman (1996 y 1998); Macho (1996 y 1998); Reck
(1996); en el campo més estrecho de a antropologla como dscplin,
especialmente Turner (3987); Gruzinski (1990) y con varios trabajos, Augé (1994
1729974), asl como Plesser (1982). CE. tambien Miller-Punky Reck (996).
|5 CE Bochm (4904) con una seeccion de autores que se ocupan dels artefactos
dle la imagen al igual que Mitchell (19942) y Marin (193).116 | ANIROPCLDGIA DE LA IMAGER
{dela imagen aperecen en otras tradiciones de pensamiento como teorias
sobre los medios, por lo que se hace necesario concederles un valor pro-
pio en la fsica de la imagen de la medialidad de todas las imagenes. Con
esto surge la pregunta de si es posible clasficar también la imagen digi-
tal dentro deuna historia de los medios dela imagen, obien, como se pro-
pone actualmente, si requiere de un discurso completamente distinto.
Pero sla imagen digital genera una correspondiente imagen mental, enton-
ces continiacl didlogo con un espectador muy adiestrado, La imagen sin-
tética nos invitaa una sintesis distinta a la que efectuaban los medios ana-
logicos de la imagen. No obstante, Bernard Stiegler plantea la cuestién
de si precisamente por eso no deberia establecerse tuna nueva “historia
de la representacién’, que “seria sobre todo una historia de los portado-
res de imagen’
El concepio de imagen sélo puede enriqueverse si se habla de imagen y
cde medio como de las dos caras de una moneda, alas que no se puede sepa~
rar, aunque estén separadas para la mirada y signifiquen cosas dstinta.
‘No basta con hablar del material para evitar el concepto de medios que
cesté de mode, El medio se caracteriza precisamente por comprender como
forma (transmisin) dela imagen las dos cosas que se distinguen como obras
dearte objetosestéticos, El apreciado discurso acerca de forma y materia,
‘ene que se continta la antigua discusion respecto de espititu y materia, no
puede ser aplicado al medio portador de la imagen.¢ No se puede reducir
tuna imagen a la forma en que la recibe un medio cuando porta una ima~
gen: la dstincin entre idea y desarrollo es igualmente poco valida para la
relacién entre imagen y medio. En esta proporcién subyace tna dindmica
‘que no se explica con los argumentos convencionales de la cuestién acerca
de la imagen. En el marco de la discusién acerca de los medios, la imagen
reclama un nuevo contenido conceptual. Animamos a las imagenes, como
sivivieran o como si nos hablaran, cuando las encontramos en sus cuerpos
‘mediales. La percepcién de imagenes, un acto de a animacion, es una accién
simbélica que se practica de manera muy distinta en las diferentes culturas
‘en las técnias de la imagen contemporéieas.
El concepto de medios, por su pare, solamente adquiere su significado
verdadero cuando toma la palabra en el contexto de la imagen y el cuerpo.
4 Dabo este concepto, con sa polémica en contra de una metafsca de a imagen,
alas conversaiones con P, Weibel, Cf. también Slter (1997).
5 Stigler (109: 12),
6 Véase Schlosser (1993: 19 ys) respecto de A. Schopenhauer, arerga
und Paralgomena (85 § 309). E idealism aleman leg6 una fuerte tradicion
nel concesto de imagen.Neo1o IMAGEN - CUERPO 47
“Agu se constituye también como el missing link, pues el medio, en primer
término, nos coloce ante a posibilidad de percibir las imgenes de tal modo
«que no las confundiznos si con los cuerpos reales ni con Tas meras cosas. La
distineion entre imagen y medio nos aproxima ala conciencia del cuerpo.
Las imagenes del recuerdo de a fantasia surgen en el propio cuerpo como
si fuera un medio portador viviente. Como es sabido, esta experiencia sus-
ila distincién entre memoria [Gedichtnis], como archivo de imégenes
propio del cuerpo, y recuerdo [Erinnerungl, como produccién de image-
nes propia del cuerpo? Er. lostextos antiguos, los mediosde a imagen siem-
pre dejaron sus huelas enaquellos cass en fos que las imagenes fueron suje-
tasa prohibicién materiel, con el fin de proteger de las flsas imagenes las
imAgenes intenas del espectador. En concepciones magica, por el contra-
rio, encontramos la reveladora praxis de consagrar a los medios de la ima-
gen para su uso en un lugar aisado, transformando, en primer lugar, una
sustancia en un medio através de un ritual (P.197).
En el medio de las imsgenes reside una doble relacin corporal. La ana-
logfa con el cuerpo surge con un primer sentido a partir de que concebi-
‘mos los medios portador:s como cuerpos simbyicos o virtuaes dels imé-
genes. En un segundo enfoque surge partir de que los medios circunseriben
y transforman nuestra percepci6n corporal. Ellos dirigen nuestra expe-
riencia del cuerpo mediante el acto dela observacin [Betrachtung] en la
‘medida en que ejecitames segtin su modelo la propia percepcién del cuerpo
yy su enajenacién [Entdusserung]. Con mucha mejor disposicién recono-
ccemos entonces aqui tna analogfa para las imégenes que hemos recibido.
Esto es vilido incluso para los medios de imagen electrinicos, que se pre~
cian de la descorporizacién de las imagenes. La negacién telematica del
‘espacio, que en cierto modo proporciona alas a nuestro cuerpo, responde
ala misme tendencia. Pues le descorporizacién no es otra cosa que una
experiencia corporal de an nuevo tipo, que ya cuenta con paralelos histo-
ricos (p.119). Con todo, 2 cuerpo virtualizado o globalizado proporciona
esta extension de su pereepcién s6lo mediante sus érganos corporales.
Blenfoque medial des imagenes trae de regreso a nuestro cuerpo —que
cn numerosas variantes de la semistica fue intencionalmente sacado del
juego como sujeto mecial dela discusi6n.* La teorfa de los signos forma
1 Fleckner (1995) com na seleccin de textos acerca de a toria dela memoria
C,tambi los trabajos de Ay J. Assmann (993) sobre este tema yen relacion
«om la teorfa de Pltén, Darmann (393519 ys.)
8 La discusion sobre los medios se encuentra ain muy fragmentada, Cf. al respecto
los trabajos de Rotae (195); MeLuhan (1996); Reck (1996); Faustich (1997 y
1998); Bredekamp (1997);Boeh (1999), y Spelmann-Winte (1999) Bn elacion18 | awTaaroLoctn DE LA InAce
parte de las contribuciones en el campo de la abstraccién debidas a la
‘Modernidad, pues separé el mundo de los signos del mundo del cuerpo,
en el sentido de que los signos se encuentran en casa en el sistema social
y estén basados en una convencién. Se dirigen a una percepcién cogni-
tiva,en vezde a una percepcién sensorial, relacionada con el cuerpo: incluso
las imagenes se educen en este caso a signos icbnicos. La simetria entre los
signos lingiistcos y visuales (también la primacta del lenguaje como sis-
tema de transmisién) es elemental para la semistica. Si bien Ernst Gom-
brich admitié en su ensayo estructuralista que las imégenes “proporcio-
nan infornaciones que rio pueden ser decodificadas de ninguna otra
‘manera’ esta formulacién muestra de modo extremadamente claro la
restricciér funcionalista a la que se somete el concepto de imagen. Algo
similar sucede con la diferencia entre imagen y medio, que en la semis
tica se queda demasiado corta del lado de la imagen. Solamente un enfo-
que antropol6gico puede devolver su lugar al ser humano, que se experi-
‘menta como medial e igualmente actia de manera medial. En esto se
distingue también de las eorias delosmedios y de los anslisistécnicos que
‘no conciben al ser humano como usuario, sino s6lo como inventor de nue-
vas técnices
2. 10S CAMINOS INTERRUMPIDOS
HACIA UNA CIENCIA DE LA IMAGEN
Ena actuclidad, numerosas teorfas de los medios adjudican a las imége-
nes un papel secundario, 0, on miopta, se dedican a un solo medio téc-
‘nico, como la fotografia o el cine. Una teorfa general de los medios de la
imagen queda atin pendiente. Es posible encontrar motivos hist6ricos para
explicar por qué este discurso merecié poca atencién, La antigua tecnolo-
fa, que habia acumulado una rica experiencia con imégenes y sus medios,
fac heredada en el Renacimiento por una teorfa del arte ala que ya no le
interesaba una genuina teoria de la imagen, y ala que s6lo le merecia
atencion una imagen sise transformabe en arte si satisfacia alguna curio-
«on el cuerpo como una parte determinate del yo, cf. Meleau-Ponty (965: 178
YS 98413 ys).
9 Al respect, Heo (1972); Scholz (go), y Shafer- Wimmer (1999) CE Kaemmering
{1979}; Iversen (1986); Mayo (1990), y Schapiro, en Boehm (19942535)
10 Gombrich (19:50 78).NEDO = MAGEN - CUERPO | 39
sidad cientifica en torno de fendmenos 6pticos La renovada teologizacin
de a imagen en la Reforma simplemente promovié este desarrollo. Se adiu-
dicd, entonces la ret6rica de la imagen a la historia del arte. La historia
el arte, a su ver, historis6 con pasion el concepto de imagen. La estética
filosofica desvié la atencién del artefacto para concentrarse en la abstrac-
cién del concepto de imagen, mientras que la psicologia investigé la ima-
‘gen como construccién del espectador en la teoria de la Gestalt. Las téc-
nicas modernas de la imagen proporcionaron el material para la historia
de su desarrollo, de la cual surgieron impulsos importantes para la teo-
1a de los medios. De esta forma, la competencia quedaba dividida en dis-
tintas disciplinas.
Qué aspecto podria tener entonces en la actualidad un discurso acerca
de la imagen y de lo que constituye la cualidad de la imagen? El a
concepto de iconologia ain aguarda que se le otorgue un sentido con-
‘temporéneo, Cuando Enwin Panofsky lo volvié fructifero para la historia
el arte, lo restringié nuzvamente @ las alegorias de imagenes del Renaci-
riento, que se pueden interpretar por medio de textos hist6ricos, con Jo
cual se desvia su sentido. Es distinto hablar de significados en imagenes
que pueden hacerse legiles de manera similara un texto, que tomar como
tema el significado que ls imégenes recibian y tenfan en esa sociedad en
particular.” W. J.T Mitchell ha puesto nuevamente en uso el témino ico-
nologfa en su libro que leva el mismo titulo, Por iconologia entiende un
‘método para dejar de explicar ls imagenes mediante textos, distinguir-
las de os textos. Su iconolegia critcn, como hallamado, no distingue entre
{imagenes y la visual culture como concepto.rector. Quiz4 pretendié intro-
ducir esta distincién en un segundo libro, al que tituls Picture theory. Bn él
cestablece las diferencias entre pictures c images algo que es imposible para
nosotros, pues en aleman llamamos de igual manera al cuadro [Bild] col-
gado en la pared y a la imagen [Bild] que contiene. Desde la perspectiva
de Mitchell, pictures sonimagenes fisica,“objetos (concretos] del repre-
sentacin que hacen que las imégenes se manifiesten”: Yo prefertfa hablar
de medios para encontrar un término para la corporizacién de las imége-
nes. Mitchell menciona los “visual and verbal media” sobre todo en refe-
renciaalasbellas artes alaliteratura.” Aste interrogante elemental acerca
de la imagen ain debe ser esclarecido.
Ena ciencia del art, laimagen estaba sumamente restringida a su caréc-
ter artistico, por lo que fue claificada dentro de la historia de las formas
11 Panofsy 153), yen Kacmmeling(1979:207y 8).
1a Mitchel (1986 y 994: 4y 88).20 | aNROROLOGIA DE LA NAGE
artisticas Precisamente en este sentido cabe a conferencia que dio Theo-
dor Hetzer en 1931 con el titulo “Aportes a la historia de la imagen’, sin
advertir la contradiccién de buscar la imagen tinicamente en la pintura,
cayos principios formales pretendia investigar. En la fotografi, el medio
‘moderno dela imagen sin ms, vefa inconmovible a legada del “fin de la
imagen’, pues entonces ya no podria hablarse més del “carécter de ima-
gen” de una determinada forma artistica.® La disciplina de le historia del
arte se viode pronto analizando la forma artistca. La protesta en contra
deestesobrentendido provino del circulo de Aby Warbargen Hamburgo,
aduciendo que de la ciencia del arte deberfa surgir una ciencia de la cul
tura de un tipo distinto. El propio Warburg se encontré durante la Pi
‘mera Guerra Mundial en camino de convertirse en “historiador de la ima-
gen’, yse dio a la tarea, como lo muestra Michael Diers, de estudiar las
imégenes de propaganda de los partidos que conducan la guerra. Pocos
atios después siguié su investigacion sobre la palabra y la imagen en los
rmedios impresos de la época de Lutero. Sin embargo, esta extensién del
cconcepto de imagen fue reducida ripidamente por sus colegas yestudian-
tes con el fin de obtener un material de comparacién ampliado para la
interpretacién sensorial de obras de arte antiguas.
Dosatios después de a muerte de Warburg, Edgar Wind dirigié un con-
sgreso de estética en 1931 con el fin de revisar “El concepto de Warburg de
Ja ciencia dela cultura” y limitarlo a cuestiones estéticas. Las imagenes
tenfan ya s6lo el propésito de promover el “conocimiento conceptual de
aspectos del arte” donde el Renacimiento consttufa un paradigma del arte
supuestamente intemporal. Con esto, las tareas de una verdadera ciencia
dela imagen retrocedieron nuevamente. Asse entiende también que Edgar
Wind recurriera a una desesperanzada transcripcién cuando equiparé el
‘medio portador de la imagenes con “cualquier forma asible para el hom-
bre laborioso” a través de la cual “son transmitidas las obras de arte™® Si
bien Ernst Cassirer utilizaba el concepto de medios, le daba una orienta-
cin competamente distnta, En su Filosofia de las formas simbelicas, que
desarroll6 en la cercania de Warburg, distingue la palabra hablada de la
“imagen sensorial de una idea” en tanto “no esté contaminada [sie] por
ninguna materia sensorial propia” (2.3.2). En esta formulacién se expres
demanera sumamente clara la jerarquia en el mundo de os sfmbolos, Tam-
1 Hleter (198: 27 8)
14 Diers (1957: 30)-CF.Schoell- Glas (1999: 6t ys). CE ademas Warburg (1s), con
bibliogeatasuplementaria
15 Vease a eva eicin del texto en Waring (1979: 40185 especialmente p. 41).epio = amaGen -cuERPO | 21
bin las imdgenes podrian transmitir
‘conocimiento;sin embargo, Cassirer ls
reprocha desviarse muy fécilmente de
1a “mirada del espirtu’ en ver de que
‘sta las utilizase snicamente como
"del onocimiento, En este dis-
curso, las propias imagenes eran un
medio, como tal quedavan supedita-
dias al lenge."
‘Yaen gn el historiador del arte Julius:
‘yon Schlosser, en su trabajo sobre las
imagenes en figuras de sera, se habia
topado por primera ver on el signifi
‘ado antropoligicodelos medios dels pygura 33, Monjo, gua de
imagen. Sin embargo, en cl uso de uncer de Federico dePetsin
cuerpo aparente o de ar: muieco que
simula estar viv detect inicamente a atencia de formas de pensamiento
gico (figura). En contra de sus intenciones su concepto de a “magia
de la imagen” limits por eso mismo la discusin, en ver de lograr que sa
‘material fructficara en wna revisin de las cuestiones relativas ala ima-
gen. Continuamente Schlosser se refiere a la pervivencia de la “vida pri-
mitiva de las almas’ lo que le impidi diferenciar el sentido de una repre
sentacién de una animacién magica. En el mismo contexto, Schlosser se
enfrent6 con la expresién simbolica del medio, que identificé con el mate-
rial de ls imagenes. En as figuras de cera el problema radicaba “en el
empleo de materiales naturales, como cabello ytejidos, con lo que pare-
«fa lesionarse la idea del arte. En este caso se le habfa robado al arte la
forma auténoma, lo que lo distingue de la vida. Schlosser se apoya en
Schopenhauer, quien habse rechazado el engaio de la imagen de cera
porno separar la forma dela materia, Schopenhauer equipar6 la imagen
con la obra de arte, con lo cual podia afirmar que “se encuentra mas
cerca de la idea que de la realidad”, Sobre este fundamento se basa en
primer término una verdadera experiencia esttica.”
eto no sdlo en el arte es vélido pretender diferenciar entre una copia
en algiin material de trabajo y la imagen original de la que ésta parti: de
Jo contrario nunca hubieran podido existr imagenes convincentes del
16 Cassirer (1925-1925) Véae también Caster (192311. react con Cassirer,
-weanse Schl (4966) y el vlumen Science in conter 12.4 (1999) dedicado a Cassie:
7 CElanota6.22 | ANTROPOLOGIA OF UA IHAGER
cuerpo humano, cuya sustancia orge-
nica no puede ser transferida a image-
nes artifciales. Por eso nos espantan los
-muthecos que aparentan estar vives, que
se apartan de la indudable diferencia
entre cuerpo eimagen, como podria set
Ja de esculturas de piedra 0 de bronce
(igura 12). Lo que en el mundo de los
ccuerpos y de las cosas es su material, en
el mundo de las imagenes es su medio.
uesto que una imagen carece de cuerpo,
ésta requiere de un medio en el cual
pueda corporizarse. Si rastreamos las
imagenes hasta el mas antiguo culto a
Jos muertos, encontraremos la praxis
social de otorgarles en piedra en barto
tun medio duradero, que era intercam-
biado porel cuerpo en descomposicién
del difunto.* La antitesis de forma y
materia, que fue elevada aleyen el arte,
tiene sus rafces en la diferencia entre
medio e imagen.
La proteccién del concepto de arte
Figura 12. Picasso, escutara excluyé ya desde el Renacimiento cual-
(Goto: Mineaure 193). quier reconocimiento de imagenes que
tuvieran un cardcterartistico incierto,
Fstaexclusin era vélida para imégenes de cera, méscaras funerariasydiver-
sas figuras votivas hibridas, como lo demostr6 Georges Didi-Huberman
mediante l caso de la historografia del ate del artista del Renacimiento
Giorgio Vasari" El dominio de la imagen de muertos en la cultura occi-
dental cay$ completamente bajo a sombra del discurso del arte, porlocual
en todas partes en aliteratura de investigacién se encuentra uno con mate-
rial sepultedo, o con el obstaculo de barreras de pensamiento que justo
‘cuando selas quiere franquear pierden su conciencia de culpa. La dicoto-
imfa entre ia historia del arte y lade las imégenes se agudiz6 completamente
con la formacién de la historia académica del arte del siglo xix, que man-
tuvo su distancia especto de los nuevos medios de a imagen, como la foto-
18 CE. al repecto mi ensayo “Imagen y muerte" en este libro.
19 Di Huberman (1994:385 5).eDIO - INAGEN - CUERPO | 23
grafla, Pronto amplié su materia con conocimiento de causa hacia e I>
mado arte dela humanidad, pese a lo cual el concepto monocular del arte
dela nueva era continué determinando el discurso.
4.14 POLEMICA ACTUAL EN CONTRA DE LAS IMAGENES.
[A partir de Michel Foucault ubicamos las imagenes en un nuevo discurso
aque trata sobre la “crisis de la representaciOn’ En este discurso, los filbso-
fos esponsabilizan alas imagenes de quela representacién del mundo haya
entrado en crisis. Jean Beudrillad incluso lama a las imagenes “asesinas
de lo real” Loreal se transforma as en una certeza ontol6gica, ale que las
{imagenes tienen que, y deben, renunciar. Ya slo concedemos a los tiem-
‘pos histricos el haber tenido dominio sobre las imagenes. Con esto se
colvida que también entonces se controlaba su realidad social o religiosa
‘en imagenes ligadas a la época, con una autoridad emanada de la con-
ciencia colectiva, Slo que una ver. desaparecida la referencia temporal las
Jmdgenes antiguas ya no nos desconciertan, La crisis de la representacién
es en realidad una duda en cuanto a la referencia, que hemos dejado de
contfiar a las imégenes. Las imagenes fracasan tinicamente cuando ya no
cencontramos en ellas ninguna analogia con aquello que las precede y con
Jo que se las puede relacionar en el mundo, Pero también en culturas his-
téricas ls imagenes fungian como una evidencia (vaya hermosa palabra!)
{que s6lo era posible encontrar en imagenes, y para la cual seinventaron las
{imagenes Sin embargo, pra Baudrillard, toda imagen en la que no se pueda
leer alguna prueba de realidad equivale a un simulacro, as{ como sospe~
cha que existe una simulicin donde no se respeta la equivalencia por él
propuesta entre signo significado
‘Ala tsi dela analogi contribuyé también la imagen digital, cuya onto-
Jogia parece remplazada por la légica de su produccién. Desconfiamos de
Jas imagenes cuya manera de originarse ya no se inscribe bajo la ribrica
de la copia. ;Se trata en ls imagenes sintéticas de imégenes virtuales que
escapan de nuestro concepto de imagen, o establecen un nuevo concept
*
‘Los cuergos e hacen evidentes en la luz también por el hecho de que en
ellos mismos se forman sombras (figura 1.7). De acuerdo con su manera de
‘manifestarse, la luz y la sombra son incorpéreas (no me estoy refitiendo aqut
alas lees dela fisica)-¥ sin embargo, con sa ayuda percibimos cuerpos en
su extensid, Son en cierto modo medios naturales de la mirada. Leonardo
‘da Vinci se ocup6 en sus escrtos de las paradojas que existen entre el cuerpo
‘yu percepcin por parte nuestra. “La somibra es el medio a través del cual
Jos cuerpos manifiestan su forma.” Advirtié también la circunstancia de
‘que as sombrassiguen alos cuerpos a todos ados,y que sin embargo se sep-
ran del cuerpo en el contorno.® La pintura de sombrasgriega(esquiagrafia)
fue celebrada como una invencién que permitia traducir el ser del cuerpo
porla apariencia de la imagen. La fotografia moderna captura el cuerpo en
clrastro dela Juz-de manera similar a como en la Antigtiedad lo habia hecho
el dibujo de contornos en el rastro de las sombras (p. 228).
Las superficies de la proyeccién también pueden abogar en contra del
cuerpo. La pintura cristiana sefialé su contradiccién con la pléstica tridi-
138 Cla respeto el ensayo “Imagen y muerte" en est Ibro, nota 86
$39 Richter (170: 64 ys. ["ombra e lumi de'orpi), 165 194).Heoio = agen - CUERPO | 33,
Figura LS, Robert Frank, Interior ca. 1980), de: The Fines of my hand (9893 ed)
‘rv como ventana y espe
mensional del cuerpo dela cultura antigua. El rechazo ala imagen antro-
pocéntrica dl mundo se simboliz6 en los iconos trascendentales (trans
‘corporales),utilizando imagenes sin semejanza con los cuerpos para tras-
pasarlasfronteras del mundo corporal. La imagen corporal completamente
plistica no volvié a adquitir en el periodo final de a historia antigua la
Jmportancia cultural que habia tenido en la cultura griega. Hegel fue quien
vio esta historia de los medios con la mayor claridad, al distinguir a anti-
gua imagen del cuerpo, que vela plasmada en la época clésica, de a imagen
del alma de la pinturaromdéntica.*
Desde el momentoen que el ser humano formé una imagen en una obra
‘0 dibujé una figura, eligié para ello un medio adecuado, asf fuera un
trozo de barro 6 una pared lisa en rina cueva, Plasmar una imagen signifi-
caba al mismo tiempo crear tuna imagen fisicamente, Las imagenes no
aparecieron en el muado por partenogénesis. Mas bien nacieron en cuer~
pos concretos de la imagen, que desplegaban su efecto ya desde su mate-
rial su formato. No olvidemos que las imagenes tavieron la necesidad de
adquirie un cuerpo visible puesto que eran objeto de rituales en el espacio
40 Véase al respect Belting (1990)
“a Véase Hegel 0571: 18 8), Voresungen ber de Astheri, en relaciin con
forma artitca cist y romentica34 | ANTROPOLOGER DE LA IMAGEN
Figura 16. Astorretrato de Picasso en el espejo(Royan, 1940)
ptiblico ofrecidos por una comunidad. Ademés, debian serinstaladasen un
logar propico para tu apreciaciin, en el que se reunian cuerpor que asi for
‘maban un lugar publico.* Su hardware no s6lo ls hacta visibes, sino que
les otorgaba una presencia en un cuerpo dentro del émbito social. Esto sigue
‘41 Los monumentos continian en la Modernidad, de moda hibrd ¢ideoligico,
ntiguo mentae de las imgenes de eulto, en una sociedad que plantes preguntas
sabre la identidad, en un ambiguo doble sentido, ala deidad (el gobernante) ya
la obza en imagen quela encsena, Monte, consagracién, veneracién, procesén
‘el ritual ante Ia magen estén tnidos sla imagen en tanto actos del cereal
véanse Freedberg (989: 82 y ss.) y Belting (1990) En relacié con el ritual Ease
“Turner (1987)NeDIO = inAGEN - CUERPO | 35,
, como en las habitaciones de
siendo
hotel donde el monito: se exhibe como
sobre unaltar casero paa recibir ls imé-
genes inmateriales que son enviadas
desde el émbito pblico (figura .).
Los multimedia y Ins medios masi-
‘ys son tan dominantes en Ia discusién
actual, que para oponérseles es necesa~
rio plantear primero otro concepto de
‘medios. Marshall McLuhan consideré los
‘medios, ante todo, como una extensién
dde nuestros propios érganos corporaes,
por lo cual en el progreo de la tecnolo-
sa hallaba su verdaderajustificacion. Al
entender alos medios como prétesis del
‘cuerpo que mejoran nuestra aprehension
del tiempo y el espacio, podta hablar de
smedios del cuerpo.” En la historia del
arte, por el contratio, os medios son concebidos como géneros y materia
lesa través de los cuales los artistas se expresan,o ea como medios del art.
En oposicién aesto,entiendo los medios como medios portadores,0 medios
anfitriones, que necesitan de las imagenes para hacerse visible, es decir,
son medios de la imagen, Deben ser distinguibles de los cuerpos verdade-
+05, con lo cual han desatado las conocidas cuestiones sobre forma y mate-
via, La experiencia en el mundo se aplica a la experiencia en la imagen. Sin
‘embargo, la experiencia dela imagen estéligada, por otra parte, una expe-
riencia medial, Los medios conllevan wna forma temporal dinaémica deter-
‘minada por lo ciclos hst6ricos de la propia historia de los medios. Hasta
el momento, el debateen torno a estos ciclo solo se ha ocupado deo refe-
rente a los estilos artisicos (George Kubler). Cada medio acarrea su forma
temporal como sila levara grahada en relieve. Asi pues. las cuestiones de
Jos medios son desde su origen cuestiones de ia historia de los medios.
En la terminologia de los medios de la imagen hace falta una distincion
fundamental, la que existe entre escrtura y lenguaj. Imagen fotogrdfca 0
clectrénica son términos que se refieren a medios individuales para los que
no existe un término general. Bl lenguaje hablado esta ligado al cuerpo
que habla, mientras que el lenguaje escrito se libera del cuerpo. El acto
Figura1.7 La sombea de Picasso
(foto: Picasso, 1927).
45 MeLahan (1964 y 19745 78)
4 Kubler (1962),36 | aNTRoPOLOGtA DE LA ImAGEN
corporal en el que participan
la voz y el ofdo es remplazado
por una conduccién lineal del
ojo en el caso de la escritura,
que comunica através de un
‘medio técnico. Mientras tanto,
Ia afirmacion de que la escri-
‘ura impresa requiere del sen-
tido de distancia del ojo,y que
«lla, en tanto medio transmi-
sor de nuestra cultura, habsa
introducido ya unaabstraccién
de apercepcién desde antes de
Ja época de las computadoras,
se ha conve-tido en un topos de todas las teorias de los medios:®
En Jo que se refiere alas imagenes, se mantiene todavia una argumen-
taciin similar a la que se desarroll6 para el lenguaje. Las imégenes inte-
riotesyexteriores caen indistintamente en el concepto imngen. Esevidente,
sin embargo, que en el caso de las imégenes los medios son un equiva
Iente de lo que la escritura es en el caso del lenguaje. Sélo que para las
imagenes no existe la alternativa entre lenguaje yescritura, que en ambos
casos salen del cuerpo. Tenemos que trabajar con medios para hacer visi-
bles las imagenes y entonces comunicar através de ella, El enguaje de las
jmégenes, como lo llamamos, es una denominacién diferente para a media-
lidad de as imagenes. No permite su separacin delasimégenes de manera
tan limpia como en la distincién entre escritura ylenguaje (posiblemente
{a escritura,en tanto medio, haya modelado el lengua). Bs por ello que
lconceptode imagen resulta tan dificil de identifica en los artefacts para
Figura .8, Armario con televsor en un
hotel de Amberes (publicidad del hotel),
imégenes, Aqut radica una tareainterdisciplinaria para el futuro.
En las imagenes téenicas, el cardcter medial ha adquirido en la actua-
lidad aun o:0 significado, Nos comunicamos en imégenes con un mundo
que noes accesible a nuestros érganos sensoriales sin algsin tipo de inter~
rmediaci6n, La competencia de nuevos medios sobrepasa al mismo tiempo
Ja competencia de nuestros érganos corporales.* Esta, por su parte, es
transmitida nuevamente mediante imagenes, como en la investigaciones
biolégicas.A través de las imagenes representamos, parafraseando a Paul
45 Ketekhove (199545 ys.) también Denckr (1995) Kitler ea. (1994):
MeLahan (196), y Vatimo-Welsch (1997).
«46 McLuhan (19641995) respecto de esta mitada hacia los mecloscoro = IMAGER ~ CUERPO. | 37
lee, o que no es posible copiar sino que tiene que ser hecho visible por
sedi de un nuevo tipo de imagenes. En esta categoria entran los proce-
vimtientos para obtener imdgenes de las ciencias naturales. Sin embargo,
testa dependencia de los medis técnicos desata uns crisis tanto en la
‘onciencia del cuerpo como en el trato con imagenes. Nos armamos con
protess visuales para que sean aparatos os que dirijan nuestra percep-
‘Gn, En la experiencia con imégenes aparece una abstraccion semejante
aa de a experiencia de: cuerpo: se impone a través de Is experiencia de
‘una intermediaci6n técnica sobre la que no tenemos ya control corpo-
ral, Algo similares valid para la produiccién de imagenes de los medios
‘masivos Le adjudicamos mayor autoridad que ala experiencia propia con
el mando. Ahora el mundo s6lo es accesible através de los medios, como
Jo demostré Susan Sontag con la fotografia.” Con esto ocurre un des-
plazamiento de la experiencia tradicional de las imagenes. Su medial
‘dad atrae tanta atencién, que ya no es posible reconocerla como puente
entre imagen y cuerpo, sino que parece tratarse de una autoexpresion
del medio, Fsto tiene como consecuencia que la discusién en torno dela
percepcidn se ha vuelto més abstracta que la percepcién misma, que atin
continta ligada al cuerpo.
in la actual historia técnica de los medios, la produccién de imagenes
«se describe en cierto modo como automatism dela técnica de los medios.
De esta forma, la discusién en torno de las imagenes se transforma preci-
samente en lo opuesto en Ia filosofia o en la psicologfa, que han prestado
enor atencién a los medios de la imagen, como si no tuvieran que ver
con los seres humanos. 2ortitimo, las ciencias naturales, que s6lo se ocu-
pan del organismo vivo, ni siquiera han descubierto los aparatos de imé-
genes en los que sesimolizan las normas hist6ricas de la percepci6n. Ast,
casi siempre falta un aspecto importante en el triingulo imagen-cuerpo-
medio, Por motivos similares, atin no ha sido posible representar de manera
conjunta la produccién del imaginario colectivo (de los mitos y los sfm-
bolos de una época) yla prodnccién fsica Cy artstca) de imagenes, de modo
{que su mutua dependencia en el sentido cultural y en el técnico de los
‘medios se torne perceptible.” El cuerpo continta siendo el eslabon en una
historia medial de las imagenes en la que apatecen juntos técnica y con-
47 Véase Sontag (97315358)
{8 Alrespecto, cf Auge (9574125 y ss) y Caillois (1987: 17 8.) ast como
‘aturalmente ls trabajos de Lacan (po ejemplo, Lacan [ag94)). En el eampo de
In etnologta, véanse las investigaciones de Lévi-Strauss (1962y1978);en el dl
psicoandlisis, yéase el volumen Desins de image (191)38 | ANTROPOLOGIA DE LA AGEN
ciencia, medio e imagen. Las imagenes existen en la historia doble de la
producci¢n mental y material de imagenes, Pero dado que los temas ima-
_gen-medio-cuerpo estin atrapados por la moda y la ideologfa, resulta difi-