You are on page 1of 59
ANTOLOGIA CUENTOS DE FUTBOL PARA LOS MAS CHICOS azulejitos Ilustraciones de NaHUEL Ruiz ‘Coordinadora de Literatura: Karina Echevarria ‘Corrector: Mariano Sanz ‘Coordinadora de Arte: Natalia Otranto Diagramacién: Griselda Ponce Mustrador: Nahuel Ruiz Cuentos de fiitbol para los més chicos / Patricia Sudrez .. [et al.]; compilado por Karina Echevarria; ilustrado por Nahuel Ruiz. - 1a ed. - Boulogne : Estrada, 2018. Libro digital, POF - (Azulejtos ; 38) Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-950-01-2221-4 1. Narrativa Infantil Argentina. 2. Cuentos de Fuitbol. |. Suarez, Patricia Il Echevarria, Karina, comp. Ill. Ruiz, Nahuel, ilus. CDD AB63.9282 & CovecciOn AZULEJITOS El © Exitorial Estrada $. A, 2018 Editorial Estrada S. A. forma parte del Grupo Macmillan. ‘Auda. Blanco Encalada 104, San Isidro, provincia de Buenos Aires, Argentina, Internet: www editorialestrada,com.ar Queda hecho el depésito que marca la Ley 11.723. Impreso en Argentina. / Printed in Argentina ISBN 978-950-01-2221-4 No se permite la reproduccién parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisién o la transformacién de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrénico o mecéni mediante fotocopias, digitalizacién y otros métodos, sin el permiso previo y eserito del editor Su infraccién esta penada por las leyes 11.723 y 25446. Patricia Suarez La pulga La pulga El papa de Gael Albertin era cientifico y tenia su laboratorio en un cuartito de la casa. Era fanatico de Einstein y leia todo sobre los agujeros negros. Ahora estaba investigando sobre los agujeros de gusano: un fendmeno del universo que se llama asi porque se parece a como actiia un gusano adentro de una manzana. El gusano la roe por dentro y entonces hace un ttinel, y quien atraviese ese tunel, en el universo, viajaria a través del tiempo. Era una teoria, explicé el papa de Gael, ya que después de todo, el universo no es una manzana. Las investigaciones tenian tan absorbido al papa, que en mas de una ocasi6n habia Cuentos de futbol para los més chicos | 5 olvidado llevar a Gael al club de futbol. Ese sabado, la infantil del club jugaria en provincia y para Gael era muy importante. Hacia dos afios que iba a futbol y con todo su corazon queria convertirse en un jugador profesional cuando fuera mayor. Su fdolo era Lionel Messi. Ya se acercaba la hora de ir a la cancha y el papa seguia encerrado en el laboratorio. Gael entré a buscarlo, a pesar de que el papa le habia prohibido que se metiera ahi dentro. Gael suspiré y se quedé parado mientras esperaba que el cientifico se desocupara. Al cabo de unos instantes noté que en el zécalo del laboratorio habia un agujero que habia hecho una familia de ratones. Gael se agaché y mird, apoyando un ojo. Vio cristalitos flotando en el espacio, como figuras de un caleidoscopio. No oyé 6 | Patricia Sudrez el grito de su papa, cuando metié el dedo dentro y... Habia un pasacalle donde se leia: “Club Abanderado Grandoli”. Los del Grandoli eran los locales y los otros, los que estaban enfrente, el Alice. Unos chicos ya estaban jugando a la pelota y el DT que los dirigia tenia una camiseta con su nombre pintado: Aparicio. Gael estaba en las gradas, junto a un chico pequenito y su abuela. —cVos no jugas? —le preguntd Gael. —No; yo estoy en la baby. El que esta jugando es mi hermano Matias. Esta muy cansado; lo tienen que sacar y poner otro. —dPuedo entrar yo? —pregunté Gael, emocionado. Aun no sabia como habia llegado tan rapido a esa cancha, ni cual era ese club, pero en la cabeza de Gael estas cosas no eran importantes: lo importante era jugar. Cuentos de futbol para los més chicos | 7 —Si Aparicio te elige, si. A Matias, que jugaba de delantero, el DT le hizo sefias de salir. El réferi miré su reloj, se hacia tarde; gritd al DT: —Maestro, ya no puedo esperar mas. Aparicio miré la grada; de pronto, vio al hermanito de Matias. —Qué sabés hacer? —le pregunto. La abuela respondié por él: —Sabe hacer de todo, pero es una pulguita todavia. —También puedo ir yo —se metié Gael. —¢Y sos del club? —No, es la primera vez que vengo. —Tenés que ser del club. EI réferi hizo sonar el silbato. —iQue jueguen con uno menos! Aparicio volvié a dirigirse a la abuela: —Celia, téngame confianza. Si esta pulguita Cuentos de futbol para los més chicos | 9 saca algo de los hermanos, capaz que aprende alguna cosa. Lo pongo al lado de la puerta, cosa que si se larga a llorar, esta usted cerca y lo puede sacar. La abuela acepté de mala gana; el chiquito salt6 de la grada, su hermano le paso la remera y él se la puso. Le quedaba grandisima, hasta las rodillas. El chico entré en la cancha y empezé a correr como un loco llevando la pelota hacia el arco contrario. Un defensor que era casi el doble de alto de él, lo quiso pasar, pero la pulga salté sobre la pierna cruzada del defensor y recuperd la pelota. El chiquito corriéd mas rapido: la platea se levanto en pleno y el DT Aparicio gritd: —iDale! iLargala! Y entonces fue GOL. La abuela saltaba de alegria y abraz6 a Gael. 10 | Patricia Suarez Cuentos de futbol para los més chicos | 11 —iMi nieto Lionel es un genio! Gael se la quedé mirando: —Disculpe, senora. —Decime abuela Celia. —Abuela Celia, den qué afio estamos? —Qué? En 1991. En ese instante, Gael sintid que una mano tiraba de su tobillo. Al ratito, estaba en el laboratorio de su papa. —tNo te tengo prohibido tocar las cosas del laboratorio, Gael? Vamos al club, que ya se hizo muy tarde. —Papa —dijo Gael con una sonrisa mas grande que la cara-, viajé en el tiempo. iVi el primer gol de Lionel Messi, en Rosario! iPapa, hoy seguro que hago un gol y ganamos! iQué alegria, papa, si hago un gol y ganamos! 12 | Patricia Sudrez Maria Laura Dedé Cuatrocientos goles y ningun baldn Cuatrocientos goles y ningun balon Todo empez6 cuando Melka masticé el control de la tele como si fuera un huesito. Yo estaba en el living con mis ocho primos, que habian venido de otra ciudad a pasar las fiestas con nosotros. Eran mas grandes; el mayor me llevaba seis afios y tres cabezas. Estaban viendo no sé qué partido de no sé qué campeonato, cuando Melka agarré el control y isdcate!: la pantalla se puso en blanco y no pudieron ver mas. —cAhora qué hacemos? —preguntaron ellos, de mal humor, porque les encanta el fatbol. De mis ocho primos, cada uno tiene su especialidad. Tincho, por ejemplo, se sabe los Cuentos de futbol para los més chicos | 15 nombres de todos los equipos del mundo. Pancho, los colores de las camisetas. Moncho, el ranking de goleadores y Juancho se sabe todos los resultados del ultimo Mundial. —CY si jugamos un picadito? —dijo otro primo que no me acuerdo cémo se llama porque lo veo una vez por ajo. —Seguro que no hay pelota —resoplaron los demas. Era verdad: en mi casa no hay pelotas porque yo hago patin, pero si tengo muchas enciclopedias de mi abuelo por parte de mi mama. Por eso, de repente, me acordé de algo que habia leido. —Les voy a contar una historia —me animé a decirles. —iAburrido! —se quejaron siete de los ocho. —Pero es de futbol... 16 | Marfa Laura Dedé —iDivertido! —dijeron cinco de los ocho, y se acomodaron en el sillén. Sin perder tiempo, empecé. —Era el afio 1930 y se jugaba la Final del primer Mundial de la Historia: jugaban Argentina contra Uruguay, en Uruguay. El partido empezaba a las cuatro, pero al mediodia ya no cabia un alfiler en el estadio. Ni siquiera cabfa un vendedor de panchos, aunque no sé si hay panchos en Uruguay. El publico, mientras esperaba, se lanzaba cantitos de tribuna a tribuna, cada vez mas picantes. Estaban todos euféricos, impacientes. Ya eran casi las cuatro, cuando de repente... —dDe repente qué? —preguntaron ocho de mis ocho primos. Eso me gustd, porque queria decir que no conocian la historia. Segui contando. 18 | Marfa Laura Dedé —De repente se dieron cuenta de que no tenian pelota. Argentina pensd que la llevaba Uruguay y Uruguay penso que la Ilevaba Argentina, por eso nadie la tenia. El publico se coma los dedos, no podia esperar un segundo mas. Saltaba, se sacudia. Saltaba, se sacudia. Hasta que uno perdid el sombrero. El sombrero cayé en medio de la cancha y el ndmero tres lo pated. Era un bombin, que es un sombrero redondo. iPor fin empezd el partido! Los jugadores pateaban con pasion y el ptblico saltaba y se sacudia, saltaba y se sacudia. Hasta que otro también perdié el sombrero que también cay adentro de la cancha y lo patearon: ya habia dos pelotas. Cuentos de futbol para Después tres, después cuatro, después cinco. Es que muchos saltaban con sus sombreros. EI partido termino doscientos veintiocho a ciento setenta y dos. —cEn serio? —pregunté Tincho. —ilncrefble! -exclamé Pancho. —Rarisimo... —murmuré Moncho. —Lo voy a googlear —dijo Juancho. Me salvé mi mama, que justo llegaba con una pelota prestada para que pudiéramos jugar. Fuimos a la plaza. Eramos dieciocho. Nueve contra nueve, incluida la abuela. De publico estaba Melka, que ladraba pero no mordié nunca la pelota. Lastima, pensé, porque tengo otras historias, como la del arquero manco, el arbitro a caballo o el muerto que mete goles. No te preocupes: después te las cuento a vos. 20 | Maria Laura Dedé Horacio Clemente Por amor a la camiseta Por amor a la camiseta La historia trata de un chico a quien lo que mas le gustaba en la vida era jugar al futbol. Pasaba el tiempo jugando a la pelota en la calle, en su casa, con los amigos 0 solo. Se entrenaba permanentemente gambeteando arboles, postes de luz y de teléfono, transeuntes, 0 pateando contra la pared; se entrenaba igualmente frente al espejo imitando la pose y la actitud de los grandes jugadores. Era hincha del Club Defensores del Barrio. Un dia, el Director Técnico del Club Exeter Juniors lo vio jugar en la plaza y lo llamo: —Pibe —le dijo—, te espero mafana a las ocho en la cancha de Exeter. Tenés pasta de campeon y ando buscando un diez como vos. Cuentos de futbol para los més chicos | 23 Se lo contd a los padres. —Anda —le dijo la mama—, pero no me descuides el colegio por ese maldito futbol. —Anda —le dijo el papaé—, pero no me firmes ningun contrato sin consultarme antes. —No voy a ir nada —dijo el chico. —iCOMO QUE NO VAS A IR NADA? —dijeron la mama y el papa. —Yo soy hincha de Defensores del Barrio. No quiero jugar para el Exeter. La mama y el papa se miraron atdnitos. —tQué te pasa? —dijo el papa—, éno querés progresar? —tNo sabés lo bien que pagan en ese club? —dijo la mama. —Yo soy hincha de Defensores del Barrio —dijo el chico. —Y bueno —dijeron la mama y el papa—; él es hincha de Defensores del Barrio. Que no vaya. 24 | Horacio Clemente Al dia siguiente, a las nueve de la majiana, aparecié en la casa del chico el Director Técnico del Exeter Juniors. —Decime, nene —le grité el Director Técnico—, dqué clase de profesional sos? Te dije a las ocho y todavia estas en tu casa. Tenés que cumplir si querés llegar a campeon. éNunca viste esas peliculas norteamericanas donde los deportistas hacen una cantidad de sacrificios enormes hasta que finalmente triunfan y reciben toneladas de copas, délares y medallas y se construyen palacios con parques, piscinas y sirvientes y se compran un auto de alta gama cada seis meses? Veni... vamos para el club. —El es hincha de Defensores del Barrio —le dijeron la mama y el papa. —Cuando conozca a sus compajieros —contest6 el Director Técnico—, cuando vea 26 | Horacio Clemente las instalaciones del club, cuando vea nuestra camiseta, y cuando vea lo que les pagamos a los jugadores si terminan primeros, se va a hacer hincha del Exeter. —¢Por qué no vas? Alo mejor te gusta... —propuso el papa, quien desde hacia meses andaba en busca de trabajo sin encontrarlo. Y el chico, por hacerle caso al papa, fue. —Esta camiseta es un asco —pensé el chico cuando, ya en el vestuario, vio la del Exeter Juniors. Pero igual se la puso. Alas nueve y media de la mafiana de ese dia hizo, asf, su primera prueba dirigida por un Director Técnico. Se jugé un picado entre titulares y suplentes. El chico jugé de 10, entre los titulares. —Es un desastre —pens6 el DT mientras lo miraba jugar—; con este pibe me equivoqué. Cuentos de futbol para los més chicos | 27 Efectivamente el chico, como se dice cuando se habla de futbol, no agarré una. —Pibe —le dijo el Director Técnico—, mejor anda a probarte en Defensores del Barrio... Aqui no tenés nada que hacer. —iQué suerte! —grité el chico. Cuando llegé a la casa contd todo a la mama y al papa. —iNo me tomaron! —dijo muy contento. La mama y el papa no contestaron nada, pero quedaron preocupados. Igual le dieron un beso y le sirvieron café con leche y facturas, ya que por haber ido al Exeter no habia tenido tiempo para desayunar. Después el chico, de tan alegre que estaba, hasta se puso a estudiar la leccién para el colegio y ese dia se sacd un diez. Cunt pt en | 29 La mama y el papa prefirieron contar el caso de este hijo y pedir consejo. Hablaron con la directora de la escuela, con la maestra, con la psicopedagoga, con el pediatra, con el pastor y con un periodista radial que daba consejos a los oyentes que lo Ilamaban por teléfono. Todos les contestaron mas 0 menos lo mismo: “Dejen que decida él. Pero mejor consulten a un especialista”. —CY si le hiciera caso al Director Técnico del Exeter y pidiera que me prueben en Defensores del Barrio? —se preguntd, a su vez, el chico. Y alla fue. En la sede del club pidié hablar con el Director Técnico. Lo hicieron esperar entre dos y cinco horas. Sentado, eso si. Lo atendié el ayudante del Director Técnico, porque este estaba en una reunién. 30 | Horacio Clemente —Yo —dijo el chico— quiero probarme en Defensores del Barrio porque soy muy bueno para la gambeta, los cabezazos, el pique, el toque y el quite, y quiero jugar en este club. —Desgraciadamente —le dijo el ayudante del Director Técnico— nuestro equipo ya esta formado. Ademas tenemos unos jugadores extraordinarios; te cuento: el hijo del presidente del club, por ejemplo, es un nueve que no hay quien lo reemplace; el diez, sobrino del entrenador, es otro que la mueve que es una barbaridad; el arquero, poniendo por caso, que es nada menos que el hijo de los patrones en donde la esposa de nuestro masajista hace la limpieza, es de seleccionado. Y asi todos; estamos completos. —CY si me pusieran aunque mas no fuera en el banco? Cuentos de futbol para los més chicos | 31 El ayudante del Director Técnico miré para otro lado. —Y si jugara gratis? —dPor qué no te probas en el Exeter Juniors, pibe? —le pregunto el ayudante del Director Técnico antes de darle la mano y retirarse. —iPorque soy hincha de Defensores del Barrio! Esta vez el chico no volvié tan contento a su casa. Sin embargo, igual fue al colegio, dio la leccidn, sacé un ocho, jugé un picado en el recreo y finalmente volvié al hogar. Contd todo al papa y ala mama. —dSera posible —dijo el papa— que en este pais siempre tenga que pasar lo mismo? iSarta de acomodados! —No digas eso —dijo la mama-; no lo desanimemos. Y enseguida le dijeron, la mama y el papa: 32 | Horacio Clemente —Vos segui jugando y entrenandote con tus amigos; no aflojes; el que busca encuentra. Paso el tiempo. Un dia —siempre hay un dia— el chico estaba jugando en la plaza y se cruzé otra vez con el Director Técnico del Exeter. —Pibe —le dijo el Director Técnico-, te estaba buscando porque voy a darte una nueva oportunidad: manana, a las ocho en punto, te espero en el club. —Ya le dije que no quiero jugar en el Exeter Juniors —respondié el chico. —tNo sabés que ahora estoy en Defensores del Barrio? Hubo elecciones y los nuevos directivos me contrataron a mi... iEste afio quieren salir campeones! A las seis de la mafiana del dia siguiente ya estaba el chico a las puertas del club. Tuvo, por lo tanto, que aguardar hasta las ocho. Pero no esperé sentado, sino pateando una pelotita de goma contra una pared. A las ocho y cinco ya tenia puesta la camiseta de Defensores del Barrio. El Director Técnico casi ni lo probo: estaba seguro de que esa vez iba a jugar muy bien. —Vas de titular —le dijo—; el domingo tenemos el primer partido. Y ahora viene una explicacion: esta historia que, como es evidente, tiene un final feliz, le sucedié a un famoso futbolista que todavia sigue jugando y metiendo goles. No voy a decir de quién se trata porque no lo consulté y no sé si le gusta que lo descubra. 34 | Horacio Clemente Didi Grau De canoén Roe Perel) De cafién —Lacaze decime qué se siente / ganamos y te vas a fa B -cantaban los hinchas de Villa Correa mientras a Manu sus compaiieros de equipo lo llevaban en andas a dar la vuelta olimpica. Si cerraba los ojos le parecia que flotaba sobre unas nubes hechas de pelotas de futbol muy livianas, como si en lugar de cuero fueran pelotas de algodén o de telgopor. Las nubes lo llevaban de aca para alla, lo subfan lentamente, lo bajaban despacito, como si lo acunaran. Qué lindo era flotar de esa manera... Manu era el arquero del equipo, pero su sueno dorado era ser delantero y goleador. Cuentos de futbol para los més chicos | 37 En los meses anteriores a este partido le habia insistido mucho a su entrenador: —Porfa, Ramon, pongame de nueve y me prueba, por esta vez, porfaaa. —Ya te lo dije, Manu, vos atajas bien y sos el mas grandote del equipo, justo lo que necesito para el arco. —Si, pero... —Ademas, ya te puse dos veces de delantero y no hubo caso. Le pegas con demasiada fuerza, la pelota sale por arriba del travesafio y la mandas a la China. —Le voy a pegar con menos fuerza y va a ver los goles que meto, porfa. —Vamos a ver mas adelante, por ahora seguis en el arco. Mientras, bajale un cambio a tu pierna y practica meterla adentro del arco. —Uhhh —protesté Manu, y se quedé Cuentos de futbol para los més chicos | 39 pensando-. Al final, la potencia de mi patada no sirve para nada. En los meses que siguieron a esta charla, cuando todos se iban del club, Manu se quedaba practicando patear al arco, a veces solo y otras con su mejor amigo que le hacia de arquero; pero no habia forma: su tiro de cafion se iba siempre por arriba del travesanio. Pasaba el tiempo y se acercaba el fin de temporada y el partido contra Lacaze, el rival mas dificil. Manu lo volvié a cargosear al entrenador, por las dudas, a ver si le daba la oportunidad en este partido decisivo. Pero la respuesta que recibid fue que en esta importantisima fecha habia que poner delanteros que metieran goles. O sea que se tendria que conformar con estar en el arco muriéndose de las ganas de meter goles, aunque fuera uno solito. Hasta que llegé el dia del enfrentamiento: los dos equipos hicieron muy buenas jugadas, poniendo todo de si para obtener la victoria y no bajar de categoria. Asi y todo llegaba el final del partido y no habia goles, iban empatados 0 a 0. En el minuto final, el goleador de Lacaze pated al arco y Manu supo tirarse para el lado correcto en una atajada espectacular. Entonces se incorpor6, contd hasta tres y le paso la pelota al compariero que estaba en el mediocampo; pero con la patada marca “Manu” la pelota siguié de largo, y Cuentos de futbol para los més chicos | 41 ante la mirada desconcertada de todos pasé el mediocampo, paso el area grande, paso el area chica y entré derecho como bala en el arco contrario haciendo un glorioso gol del que nadie se olvidaria por mucho tiempo. Manu no solo se habia dado el gusto de hacer un golazo historico, sino de haber desempatado el partido y hacer que su equipo ganara. Y como si eso fuera poco logré que sus rivales, que eran bastante agrandados, descendieran de categoria. Desde ese dia, bajo la sombra de los tres palos, se convirtié en un arquero goleador. Se hacia gigante evitando que le metieran goles a su equipo y, cuando los rivales se distrafan, les disparaba cafionazos adentro del arco con su genial patada. —Lacaze decime qué se siente / ganamos y te vas a fa B —cantaban los hinchas de Villa Correa. 42 | Didi Grau Nicolas Schuff La garganta del volcan La garganta del volcan Para Juan Kohan Argentina estaba por jugar contra Islandia. Juan iba con su mama en el auto. Era tarde. Tenian que hacer un viaje largo para visitar a los abuelos. Asi que el primer tiempo del partido iban a escucharlo por la radio. Juan protestdé mucho. Le gustaba el futbol, y ademas era nada menos que el Mundial. —iEsta buenisimo escucharlo en vez de mirarlo por televisién! —le dijo la mama. —Qué tiene de buenisimo? —Que tenés que usar la imaginacién. Pero Juan seguia de malhumor. Ella le pregunto: —dSabés donde queda Islandia? Cuentos de futbol para los més chicos | 45 Juan no sabia. Es mas: habia escuchado el nombre de ese pais recién cuando supo que era el rival de Argentina. Mientras manejaba, su mama le contd que era una isla en el norte de Europa. Que vivia poca gente. Que hacia mucho frio, estaba llena de hielo y habia mas de treinta volcanes. —Antiguamente estaba poblada por unos navegantes llamados vikingos —explicé la mama-—. Eran guerreros y viajaban en barcos livianos a los que llamaban “drakkar”. O sea, “dragén” en su idioma. Juan ya sabia qué era un vikingo. Bostezé. Apoyé la cabeza contra la ventanilla. Miré el cielo y la luna. Su mama encendié la radio. El se imagind que la seleccién de futbol de Islandia estaba formada por guerreros sucios, musculosos, Cuentos de futbol para los més chicos | 47 de trenzas largas. Qué podia saber de futbol un vikingo? Se imagind que para ganar el partido, habian capturado al mejor jugador argentino. EI numero diez: Lionel Messi. Lo habian subido a un barco y lo mantenian atrapado y congelado en un gran bloque de hielo. Mientras tanto, los vikingos entrenaban en la cubierta. Usaban una pelota hermosa, con el dibujo de un dragén y toda bafiada en oro, para no pincharla con los cuernos de sus cascos. EI barco vikingo se balanceaba entre las olas y los marinos se pasaban la pelota cantando canciones en su extrafio idioma. Mientras tanto, a Messi se le habia ocurrido un plan para escapar. Iba a usar el calor que habia recibido tantas veces de su hinchada y de sus fanaticos, y que él conservaba en su interior. 48 | Nicolas Schuff Poco a poco, fue derritiendo el hielo sin que los vikingos se dieran cuenta. Cuando al fin estuvo libre, les arrebato la pelota, corrid esquivandolos, se tird al mar y nad6 hasta la orilla de un volcan. Los vikingos lo perseguian, gritando e insultando. El diez de Argentina empezdé a trepar al volcan pateando la pelota. Los otros le arrojaban hachas afiladas, lanzas, piedras. Dos cuervos intentaban picotearlo. Un lobo corria tras él, mostrando los colmillos, pero no lo alcanzaba. iNo habia manera de detener al mejor jugador del mundo! S) wr” Entonces Messi Ilegé a la cima y pated. El balén dorado se elevé hacia el cielo. El sol se reflejé en el oro, y por unos segundos parecié que el tiempo estaba detenido. Después, la pelota bajé y se hundié en la garganta del volcan. En ese momento, los vikingos se desvanecieron en el aire, como si hubieran sido un encantamiento. Al mismo tiempo, desde el fondo del volcan subiéd un rumor, que se transformé en rugido y al final en un grito de miles de voces: iGOOOOOOOL! —iJuan! —su mama lo sacudia por el hombro-. iDespertate, Juan! iGol de Argentina! iGol de Messi! En la radio, el relator gritaba, y de fondo podia escucharse el rugido de euforia y alegria de todo el estadio. 50 | Nicolas Schuff Para después de leer * los cuentos Para después de leer los cuentos | 51 Los autores na Ey (| Dn te 52 | Los autores Patricia Suarez Nacid en Rosario en 1969, es periodista y escritora. Estudié Psicologia y Antropologia. Escribe narrativa para chicos y grandes, poesia, teatro y ensayos. Maria Laura Dedé Nacié en Buenos Aires en 1970. Es disefiadora grafica, ilustradora y autora de cuentos y novelas para chicos y jovenes. Horacio Clemente Nacié en Buenos Aires en 1930. Es escritor, ensayista y fotografo. En el afio 2017 recibié el diploma de Personalidad Destacada de la cultura de la Ciudad Auténoma de Buenos Aires. Didi Grau Nacié en Buenos Aires en 1955. Es escritora e ilustradora de libros para ninos. Estudié la carrera de Bellas Artes y realiz6 talleres de dibujo, pintura e historieta. Nicolas Schuff Nacié en Buenos Aires en 1973. Ha publicado poemas, cuentos y versiones de clasicos de la literatura. También se ha desempefiado como periodista y corrector. Nahuel Ruiz Nacié en 1990. De chiquito garabateaba en toda hoja tratando de hacer alguin dibujo del cual sentirse orgulloso. Hoy es artista de desarrollo visual e ilustrador de cuentos infantiles. Para después de leer los cuentos | 53 wv gQuiénes son estos personajes? Escribi sus nom- bres y lo que te acuerdes de cada uno de ellos. 54 | Antologia Para después de leer los cuentos | 55 jNos metemos en la cancha! Indica las partes de la cancha copiando la letra que corresponde al nombre de cada una. 56 | Antologia CIRCULO CENTRAL LINEA LATERAL LINEA DE FONDO O LINEA DE META LINEA DE MEDIO CAMPO ARCO AREA CHICA AREA GRANDE O AREA PENAL PUNTO PENAL Para después de leer los cuentos | 57 »* Diccionario de fatbol. El fatbol tiene un vocabu- lario especifico. Para conocerlo mejor investiga y explica con tus palabras el significado futbolis- tico de las siguientes palabras. arquero: camiseta: cancha: delantero: DT: gambetear: 58 | Antologia hinchada: local: picadito:.. réferi: seleccion: travesafio: Para después de leer los cuentos | 59 »* Los nombres de los clubes. En estos cuentos se mencionan varios clubes (algunos que existen y otros inventados). Escriban el nombre de tres clubes que aparezcan en el libro. »*

You might also like