CourccioN Dincona Jacques Rancitre
EL DESACUERDO
Politica y filosofia
nes Nueva Vision
‘Buenos Airesla filosfia: ilo tebrieo de wna determinacién filoséfica
del bien que seria tarea dela comunidad politica realizar,
idilio politico de la reali2acion del bien comin por el
[gobierno iustrado delas lites apoyado en In confianza de
las mans, Bl relorno “lost” de la politica y su "in"
sociologico son una Unica y misma cosa.
120
DEMOCRACIA
O CONSENSO
Este estado ditieo de lo politico se atribuye porto general
‘el nombre de democracia consensual. Trataremos de
‘mostrar aquf que este concepto es, en rigor de verdad, la
‘conjancin de tdrminos contradictorios. En consecuencia,
para pensar este objeto ms singular de lo ave parece,
ut el sua de posdetnoceacie, La justice:
én del mismo pasa Unicamente por la explictacion do
‘algunas paradejas inherentes al discurso actualmente
‘dominante sobre la democracia,
Por un lado, escuchamos que en todas partesse procla-
‘ma ol triunfo de ésta, correlative del hundimiento de los,
sistemasllamados totalitarios,Presuntamente,ese triunfo,
fs doble, Seria en primer lugar una vietoria de la demo-
sracia, entendida como régimen politico, sistema de las
fan la soberania popular, 20-
bbreu adversario, la prueba de que aquel regimen es Ia
vor el més justay el més eficaz. La quicbra delos estados
Iamados totalitarios es, en efecto, una quiebra con res-
pecto alo queera su legidimacién ultima: el argumento de
rala eficacia, Ia capacidad del sistema para procurar las.
‘condiciones materiales de una nueva comunidad. De allf
seextrae una legitimacin reforzada del gimen llamado
ddemoeratico: In idea de que gerantiza en un mismo movi-
miento las formas poltieas de la justicia y las formas
fecondmicas de produceidn dela riqueza, de armonizacidn,
‘de los intereses y de optimizacién de las ganancias para
todos. Pero tambin es, parece, una victoria de la demo-
cracia, asus propios ajos, como practica de lo politica. La
historia del movimiento democratic occidental abla
tstada obsesianada por una duda persistente dela demo-
teracia con respecto a sf misma, Esta se resamié en la
‘pasicion marxista de a democracia formal yla democra-
clareal, opasicién metapoliticaa menudoinieriorizadaen,
Ja condueta misma dal litigr politi. La democracia no
dej6 de ser sospechada por los mismos demécratas. Quie-
‘nes combatfan con més vigor por las derechos democrat
‘os erancon frecuencialos primerosen sospechar que esos
derechos no eran mas que formales, mas wn, Ia sombra
ela verdadera democracia. Ahora bien, la quiebra del
sistema totalitario parece leyantar por fla la hipoteca do
luna demoeracia “real” que alimentaba la sespecha acerca
dela democracia, A partir de alli parece posible valorar
Sin reservas mentales las formas de ésta, entendidas
‘os aay
pueblo, identificar simplemente democracia y Bstado de
Serecho, Estado de derecho y liberalism, yFeconover en
Ja demecracia Ia figura ideal de una realizacién de la
physis del hombre emprendedor y deseante como nomos,
comunitario,
Este éxito dela democracia se alribuye de buena gana
al levantamiento de una segunda hipoteca, la que plan-
teabala idea de pueblo, Hoy en dis, a democracia renan.
ciariaa postularse comoel poder del pueblo. Abandonaria
Ja doble figura del pueblo que pesé sobre la politica en la
paca de las revohuciones modernas: Ta ilenticacién
rousseauiniana de aquel con el sujeto dela soberania y Ia
age
identificaciOn marxista ~y més en general socialista~con,
‘ltrabajador como figura social empirica y con el proleta-
tio o productor como figura de una superacién de la
politica en su verdad. Se dice, en efecto, que ese pueblo
Sobredeterminado eonstitufa un abstdeulo al verdadero,
tontrato politico, aquel par el eval los individuos y los,
supos se ponen de acuerdo sobre las formas juridico-
politicas aptas para asegurar ia eoexistencia de todos ya
participacién dptima de cada uno en les bienes do
Incolectividad.
en lineas generales, el esquema de legitimacién,
a que funciona como balance de la catés-
trofe fotalitaria. Ahora bien, este esquema choca con una,
paradoja. Normalmente, el derrumbe de los “mitos” del
pueblo y do la democracia “reat” deberia conducir s la
Tehabilitacion de la democracia “formal”, al fortalec
tmiento del apego a Jos dispositivos institucionales de la
soberania del pueblo y principalmente a las formas de
‘control parlamentario, Sin embargo, o que ocurrié no es
‘en modo alguo esto, Ex el sistoma politic francés, por
ejemplo, se observa una degradacion constante de 1a
representaciin parlamentaria, la ampliacién delos pode-
es politicos de instancias no responsables (expertos,
jucces,comisiones..) el eecimienta del dominio reserva.
do al precidonte y 8c wna concepeién cariamdtice de ta
persona presidencial. La paradoja es la siguiente: en la
Spoea on que las instituciones de la representacion pal
mentaria eran puestasen tela dejuiin,
laidea de que eran "slo formas,
sin embargo el objeto de una vigilaneia militante muy
superior. Y hemos visto a generaciones de militantes
sotialistas y comunistas combatir ferozmente por una
Constitueién, unos derechos, unas instituciones y unos
funeionamientos institucional de los que, por otra par-
te, decian que expresaban ol poder de la burguesta y el
capital. Ena actualidad, la situacién esté invertida y la
vietoria de la democracia lamada formal se acompania
129por una sensible desafeceion can respectoasus formas, Bs
Certo; el espiritu del tiempo propone su respuesta a la
paradoja. Sise ie cre, la sabiduria domoerdtiea no soria
tanto la atencion eserupulosa a unas institeeiones garan.
tes del poder del pueblo por las insituelones represent
tivas como la adecvacion de las formas de eercicio de lo
politico al mado de ser de una sociedad, alas fuerzas que
fa mueven, @ las necesidades, los interesos y los deseos
entreerazados que la tejen. Seria la adecuacién a los
taleulos de optimizacisn que se efectian y entrecruzan en
‘leuerpo socal, alos procesos de individualizacion ¥ alas
Solidaridades que estos mismos imponen.
sta respuesta plantea dos problemas. BI primero
obedace a su extraro parentesco con el argumento de la
democracia “real”. En el momento misma en que se
pprociama Ia caducidad del marxismo y Ia quiehra del
Sometimiento de lo politico a lo econémico, vemos que
algunos regimenes Hlsmados de democracia liberal hacen
ssuya tna eapecie de marsismo rampante en euyos térmi-
‘os la poltiea es la expresién de cierto estado de lo social,
‘mientras que el desarrollo de lag fuerzas productivas
constituye el contenido sustancial de sus formas. El éxito
proclamadode lademocracia esacompafiadoentonces por
‘una reduecion de ést
Perola paradoja asume entoncesotra forma. En efecto,
cestaidentificacién dela democracia con su ser sensible se
‘manifestaria en a forma privilegiada de la “desafeccion”,
de le insensibilidad a la forma de representacién de ese
‘ser sensible. La democracia remitiria a cierta vivencia,
‘una forma de experiencia sensible, paro una forma dela
experiencia sensible que nos sentida: comosi nohubiera
pasion sino en la auseneia; como sila democracia ~como
eLamor en el discurso de Lisias~ no surtiera efecto mas
‘gue al precio de vaciarse de su sentimiento propio. El
as
problems es que ia ausencia siempre esté ocupada y que
8 la paradaja de la forma desafectada corresponde en
‘nuestrassociedadles un retorno,en una formaimprevista,
{el pueblo al que sehaba enterrado, El pueblo, en efecto,
jempre eabra cuerpo en el mismo lugar en que se Io
leclava perimide. Y, on lugar delos pucblos rousseaunia-
no y marxista despedidos, aparece casi en todos lados un
‘pueblo étnico fjaco comoidentidad en si,comoeuerpo una
onstituido contra el otro,
En el nticlen de estas paradejas, por lo tanto, vuelve a
plantearse con insitencia la euestion de las “formas”
Ta democracia y de lo que en ésta quiere decir “forma’
‘Todo ocurre como si el liberalismo al que se proclama
roinante compartiera la visign del marxismo al que se
‘reputa difunto: Ta que piensa las formas de la politiea en
‘lpar conceptual dela forma yl contenido, dela aparien-
‘ia politica ya realidad socal; Ia que dofinael juego deo
politico y To social como relacign entre wn sistema de
Institueiones y un movimiento de las energias de indivi
duos ¥ grupos que en ella se encontraria mas 0 menos
adecuadamente expresado, La metapolitiea marxista os
tilada entre una teoria de la forma-expreaién y otra de
laapariencia-méscara. Ba cuanto al diseurso oficial dela
democracia triunfante, no rehabilita la “forma sino como,
forma desafectada correspondiente a ua soutenide evar
nneseente, con el riesgo de suscitar un platonismo con
eseuento que vuelva a oponer el espirita republicans de
la comunidad al batiburrillo de los pequetos placeres
democraticas.
Para salir de ostos debates queen cierto modo coden a
toreeros los restos de la “filosofia politica", mas vale
relornar a sus apuestas primordiales. La demoeracia dio
‘rigen inicialente a Ta filosoffa politica porque no es un
fonjunto de inslituciones oun tipode régimen entre otros
sino una manerade ser deo politico, Lademocracia noes
cl régimen pariamentario oel Estado de derecho. Tampo-
0 es un estado de lo social, el reino del individualismo 0
125sony teres rma
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Se Gh ratinamene
Paonia
En segundo lugar, el pucbloocupante de esta eafera de
gaiscureuni minnie
sea eae cane
Surende enna mmmncs
Ginter nite deunrareaee
Geir Gee tree eeeere
Eehimeeh emer nieet
Seer eeneanniarea
si hodieiaegaecangs
126
Left." Pero nohay ninguna razin para identifier esta,
indeterminacin con una especie de eatastote de lo sim
bilicolignda ta desincorporacién revalocionara del
“ble cuerpo" del rey. Hay que desvincuar la iterrap:
clon a deiaenubcacin drains de esta drama
targa secrificial queoriginariamente anu la emergen-
cia democrtica con las grandes espctros dala reincorpo-
Tatlin tororistay totaltaria de tn coerpo desgarrato
Para empezar, quien tiene un duble cuerpo no esl Te¥
sinoel pueblo. Vesta dushidad noes ia dualad eratane
del cuerpo celestial y el cuerpo terresire. Ep la de un
‘uerpo social yun cuerpo que viene 8 desplazar toda
{dentincacidn gil,
‘En terer trmino,el gar de a apariencia del pusblo
escllogar dela eonduecin de un ligt. El itigi politica
Se diferencia de todo confit de incereses entre partes
onstiidasdelapoblaién dado ques unconfctosobre
Tncuenta iam dela partx Noes una disasin entre
Interloutores sino wna nteroeuctn qe pone en juego a
situacin misma d interoeueén La Gemocrasa insti.
Yyepor lo tanto comunidades dein tipo espetio,comu
‘idadespolemizasqueponen en juegoin
lugares y la lgica polities del trata igualitari.
‘ina formas de Ie damocracie ne von otra cova gue lan
formas de manifestacién de ese dispsitiv temario, Hay
dlemocracia si hay una esfera espetfiea de apariencia dal
pueblo, Hay democracia si hay actores expeciicn de la
pulitiea que no son i agentes del dspositivo estatal at
Partes de a sociedad, si hay colectvos que desplazan las
‘entifieaciones en términos de partes dl Estado ode la
Sociedad. Hay democracia, por tltimo, si hay un hitigio
dirigdoen olesconario demanifestacion dal pucblopor un
‘sujetonoidentitario. Las formas dela demaeracia son las
formas de manifestacion de esta apariencia, de esta
subjetivacion nidentitariay de esta direcién del Iitigio.
* Gf en especial Esse srt politic, Pri, Le Soi, 1988,
atsas formas de manifestacin tienen efectos sobro los
Aispositivasinstitucionales deo politioy sesirven deta
G cual de esos dispositivos,Prodiveeninscripefones de la
Sgualdad y panon en discusin las inseripconesexisten-
ts, Porconsiguionte,nosonen medoalguno indiferentos
enciade asambleas electas, garentias institucio™
Tas libertades de ejerccio de [a palabra y det
stgidn dispostivos decontroldelestada, Eneuen-
tran en elas las condiciones de su ejercicioy a su ver Ios
‘odifican, Pero no se identifican con ellos: Menos aa
podriaidentfiarselas con modos de see detos individuoa
Ta democracia no esl era de ls Sndividuos o lade las
mases. La corespondeneia entrv un tipo de institucion y
Un tipo de indvidualidad no es un descubrimiento de la
‘Sovologia moderna. Su inventor, ya se sabe, fue Plan. Y
evidentemente es la presripcion arquipolitiea de concor-
dancia entre e.alma y Ia cladad bien gobernada la que
‘igela descripeidn de la concordancia entreel eardeterdel
individuo democratico y el de su ciudad. Dicho de otra
‘manera, la idea misma de que la demoeracia es un re
iimen de vida colectiva que expresa un carder, un
eégimen de vida de ls individuos demoeréticos, corres
pondo a la represidn platinica de a singularidad demo-
{ritica, ala represion dela politica misma, Puestoquelas
{armas dela democracia no son otra cosa que as fore
de constitueién de a politica eomo modo espesfico de un
Ssrjuntos humano. La emocracie noes un régimen on
‘modo devida social. Bsla insitucion deta politica misma,
sistema de las formas de suljelivacion por las cuales
resulta cvestionade, devuelta a su contingencia, todo
forden de Ia distribucion de los cuerpos en funciones
‘orrespondionies a st “naturaleza”y en lugares corres:
Pondientes asus fanciones.¥ noes ya lo hemos dicho—
uethos, su manera de sor, clque preparaa losindividuos
para la'democracia, sino la ruptura de este ethos, la
{istanciaexperimentada dela capacidad del er parlante
con respeeto a tndaarmonia “tia” del hacer, el ser ye
128
‘decir. Toda politica es demoeréticaen este sentido preciso:
noel deun conjunto de institueiones, sino el de formas de
‘manifostacién que confrontan la lgiea de laigualdad ala
el orden policial. Bsa partirde all que seentender4 aqut
la nocién de posdemocracia. No entenderemos con este
‘érmino el estado de una demoeracia tristemente de
vuelta de sus esperanzas o felizmente aligerada de sus
ilusiones. No se buscar en 61 un eoncepta dela democra-
‘ia en la época posmoderna. El término nos servira sim
plemente para designar la paradoja que con el nombre de
‘democracia pone de relieve la préctica consensual de
borradura de las formas del abrar demoerstieo. La posde-
mocracia es a practica gubernemental y la legitimacion
onceptual de na demoeracia posterior al demos, de una,
democracia queliquidé Ia aparfencia, Ia eventa errénea y
itigio del pueblo, reductible por lo tanto l mero juogo
‘de los dispositivos estatales y las armonizaciones de
vie dentiicacinentrelosdispositvosinstitacions-
ies y la
parte
propio de la democracin. Es la practica y el pensamiento
4e una adecuacion total entre las formas del Estado y el
estado de las relaciones sociales.
‘Tales, en efecto, el sentido de lo que se Ilama democra-
sia consensual El ii mperanto ve cn ala el acuerdo
razonable de los individues y los grupos sociales, que
comprendieron que el conacimiento de lo posible y la
diseusion entre interloeutores son, para cada parte, una
‘manera, proferibleal conflieto,de obtener Ia parte optim
que la objetividad de los datos de la situacion le permite
esperar. Pero para que las partes diseulan en ver de
combatirse, hace falta en primer hugar que existan como
partes, con la posbilidad de clegir entre dos maneras de
‘legir su parte. Antes de ser Ia preferencia dada
129sobre la guerra, el consenso es un régimen determinado
de lo sensible. Bs el regimen en que se presupone que las
partes ya estén dadas, su comunidad constituida y la
Euenta desu palabras idéntioa au cjecuciénlinghistin,
De modo que lo que presupone el consensoes la desapari-
cin de toda diferencia entre parte de un litigioy partede
la sociedad, Es la desapariciOn del dispositivo de la apa
rioncia, dela euenta errénea y del litigio abiertos por el
hhambre de pueblo y el vacio de su libertad. Es, en suma,
adesaparicion dela politica. Al dispositivo ternariodela,
‘democracia, es decir de a politica, se opone estrictamente
fa proposicion de un mundo donde todo se ve, donde las
partes se cuentan enteramente y donde todo puede arre-
Elarse por la vin de la objetivacién de los problemas. El
Sistema lamado consensual es la conjuncin de un régi-
mon determinado dela opinion con un régimen determi
halo del derecho, postulados uno ¥ otro como regimenes
de identidad completa de la comunided consigo misma.
‘Como régimen de Ia opinidn, la posdemecracia tiene por
principio hacer desaparecer la apariencia perturbada
porturbadora del puebloysucuenta siempre false, detrés,
Ge procedimientos de presentificacionexhaustivadel pae-
blo sus partes y de armonizacién de Ia cuenta do las
partes yla imagen del todo, Su utopia eo a de una cuenta
ninterrompida que presentifiea el total de la “opinion
publica” como idéntica al eucrpo del pucblo. {Qué es, en
Efecto, le identifeacion de la opinién democrdtica coa el
sistema de las encuestas y las simulaciones? Indudable
‘mente, la revocacion dela esfera de aparioncia dl pueblo,
Enella, la comunidad es presentada sin cesar asf misma.
El pueblo nunes més es impar, incontable oirrepresenta-
ble. Siempre esta, al mismo tiompo, totalmente presente
y totalmente ausente. Esta completamente atrapado en
‘una estructura de lo visible que es aquella donde todo se
‘ye y donde ya no hay, por Ip tanto, lugar para la aps-
‘Es importante precisar este aspecto, mareando una
190
diferencia con respecto a los andlisis dea simulacin yel
fimulacro efeetuades, en particular, por Jean Baudri
lard. Estos nos mostraron un gigantesco proceso de
simuiaeion bajo el signo dela exhibicin integral y perma-
nente delo real: odose ve, nada aparece, puesto que todo
‘ya esté al, idéntico a su representacién, idéntico a le
produccion simulada de su reprosentacion, Lo real y su
imulaciOn son en lo sucesiva indiscernibles, lo que equi
vale a una lieoncia otorgada alo real, que ya no necesita
presentarse por ser siempre nticipadoensusimulacro.A
partir de all pueden compartirse dos tipos deinterpreta-
Elon de esta “pérdidadelereal” La primera ponecl acento
nla manipulacién integral que es el principio de equiva:
Tencia de lo real y Ia simulacion.* La sogunda saluda
slegremente esta pérdida deloreal como principiode una
nueva politica.° De ereerle, Ia daminacion de la técnica
Imedidtica, al reducir al mundo a la sucesién de sus
imigenes, iberadas de la Granfa de lo verdadero, es un
punto de inversién de la dominacin tgenica quo erradiea
fs mundo de los objetos reconoeides, medidos, manipula.
dos de la metafisica y abre camino’a una emancipacion
fnuténtica de lo milliple. La emancipacién, en la época
Imarxista,sebabsa pensado bajo la ensefa del trabajo y la
Ihstoria,én los coneeptos dela melanie y su universode
shjelos manipalados, La nueva emancipaciin seria a
Imagendela inversién dea técnica y su destruccién de la
Iietafisiea. Liberaria a la nueva comunidad como multi-
plicidad de racionalidades locales y de minorias étnicas,
Sexuales, religiosas, culturales oestéticas, alirmando su
identidad contra el fandode lacontingencia reconocida de
toda identidad,
‘Hstas maneras de conceptualizar Ia relacin entre un
estatuto de lo visible, una imagen del mundo y una forma
2 Of los bras de Jean Beullar, yon expec
‘tn, Pars Gales 1890 Ua sain del fin Beso
{ss
"Gf Gianni Vatimo, La Sait tranparente, Pars, Desle de
lasion dela
a1del obra poltscoparecen itr apt deine Be
fonsisto on que Ia logica de la simalacign no se opone
tnoalg rey afaferastacon aly apace un
res El regimen del todo visible, el de Ia presentacion
Incesante a todos ya eada uno de un real indisociable de
Su imagen, no es la liberaciOn de la apariencia, Es, al
Contrario, su pérdida. Bl mundo de lavisibilidad integral
Aispone vn real donde la apariencia no tiene ecasion de
sucedery producir sus efectos de duplicacion y division
Ta apariencia, en efecto, yen particular la aparieneia
politica, no es To que oculta la realidad sino fo que la
upiea, fo que intraduce en ella unes objetos litigiosos,
‘unos objets euyo modo de presentacian no es homegénes
onel modo de existencia eorriente de los objetos que allt
Se identiican, La dentidad de loreal de ou eproducsion
jsvsimolastines no lugar praia hearogenedad de
roneia,elno lugar, porlotante, paralaconsticucion
pullcade sujet dcnivariosqusperturban Ihr
eneidad deo sensible al hacer ver juntos mundes sepa
Fados, al organiaar mundos de comunidad litigiosa. La
‘Sperdida de loreal ex dehechowna pérdidade la sparen”
cla. Lo que libera®,entoncos, no os una ouovs pli
Tomluiple contingente, es la figura plisial de una pobl:
Cidn exactamente iéntion a la enumeracion de sus partes.
‘Sin dada ey alls donde se opera la conjumeién de la
prolferacion mediitica de lo visible indiferente y del
Balance ininterrampido de las opiniones encuestades ¥
Jos vtas simblados. Al apariencia en general, opone un
régimen homogéneo de lovisible. ¥ ala aparieneia demo
{rltica del pusblo pone estrictamente su realidad si
Jada. Pero la realidad simulada no es en modo alguno el
poder del simalacro como destruccion del "mondo verda:
Sera” y sus avatares politicos. La realidad simelad
dita de la verdad propia
dela metapolitica, bs Ta organizacién de una relacion
‘specular de Ta opinion consigo misma, idéatica a [a
‘fecividad del pueblo soberano yal conecimiento cient
az
feo de los comportamientos de una pobacin reduida a
‘su muestra estadistica. Ese pueblo presente en la forma,
esureduccidn estadistica,esun pueblo transformadoen,
objeto de conocimienta y de prevision, que licencia a la
apariencia y sus polémicas. Apartir deal! pueden instau-
"arse procedimientos de cuenta exhaustivos, El puebloes
jdénticoalasumadesus partes. Lasuma desus opiniones
cs igual ala suma de las partes que lo constituyen, Su
cuenta es siempre pareja y sin resto. Y este pueblo
‘absolutamente igual a si mismo también puede descom-
ponerse siempre en su real: sus eatogorias socioprofesiox
pales y sus clases de edad. Desde ese momento, n
puede suceder con el nombre de pueblo, como no sea el
balance de las opiniones y los intereses de sus partes
‘exactamente exumerables.
‘La conjuncién de lo cientifico y lo medistico no es, por
lo tanto, el advenimienta de la contingencia igualitaria
‘Mas, es exactamente lo inverso. Es la inclusién de la
igualdad de cualquiera con cualquiera en una serie de
‘equivalencias y cireularidades que eonstituye Ta forma
‘mis radical de su olvido. La jgualdad de cualquiera con
cualquiera seconvierte en Ia inmediata efectividad de un
‘pueblo soberano, en af misma idéntica ala modelizacién
¥ 4 la provisin cientificas que se efectiian sobre una
‘ablacion empirica recortada exactamente en sus partes.
Ta igualdad de cualquiera con cualquiera sehace idéntien
‘la distribucion integral de la poblacin en sus partes y
‘subpartes, La efectividad del pueblo saberano se ejerse
‘como estrictamente idéntica a fos ealeulos de una ciencia
{de las opiniones do la poblacién, es decir también como
‘unidad inmediata dela ciencia ya opinién, Laeienciade
In opinién’, en efecto, no es unicamente la ciencia que
toma como objeto a la “opinién”. Es la ciencia que se
realiza inmediatamente como opinion, laciencia que slo
tiene sentido on ese proceso de especularizacién en que
tuna opinidn se mira en el espejo de Ia identidad consigo
‘misma que le tiende Ta ciencia. La unidad sin resto del
13pueblo soberano, dela poblacién empirica y de In pobla-
ign clentficamente conceida, es también la identidad do
Ja opinién con su vieja enemiga platéniea, a ciencia. El
reino delasimalacion” en conseeuencia, noeslaruina de
Ja metafisieay la arquipolitiea platéniens. Bs In realize-
cin paraddjica desu programa: la comunidad gobernada
por la ciencia que pone a cada uno en su lugar, eon la
pinion que convene a ese lugar. La ciencia de las simu-
Tnciones de la opinion es la realizaciin perfecta de la
virtud vacia que Platén denominabasophrosyne:el hecho
‘de que cada no esté en su lugar, de queen dl se acupe de
‘us propios asuntos y tenga una opinidn que corresponda
texactamente al hecho de estar en ese lugar y no hacer en
fste sino lo que corresponde quo haga. Para Platén, esta
virtud de identidad suponia que los simulacros de los
tspejosy los titriteres fueran expulsadas de la ciudad.
Pero en el espejo que la ciencia de la opinién tiende ala
‘opinin, parece que pinidn puode convertirse en el nom-
bbre mismo de estar en el lugar correspandiante, que la
especularidad puedo transformarse on el régimen de
{nterioridad que nutre a cada ciudadano y cada parte
de Ia comunidad con la imagen verdadera de lo que son.
a sophrosyne era la virtud paradéjiea que realizaba
como exterioridad, en términos de pura distribucion de
[Grewenpon loa tlompoa y los capasion, I lay do intariort
dad de la comunidad. Fl eapejacienttico de la opinion da
ft lasophrogyne su interioridad como relacién incosante.
yrelacién verdadera~ de Ja comunidad consigo misma.
‘Medianteesta especularizacion, el régimen delo pleno, ei
rrégimen de interioridad de la comunidad, es identico al
‘ol vacio, del espaciamiento del pueblo. Bl"cada unoen st
lugar” puede entonoes hacerse ver como estrictamente
‘dentico a la igualdad de cualquiera con cualquiera, al
roalizarse eomo al hecho de no pensar, como parte de la
poblacién, nada mds que lo que pierisa esta parte de
In poblacién al expresar au parte de opinion. La “opinion”
posdemecraticae® a identidad del pueblo y la poblacion,
1s
experimentada como régimen do interioridad de una
comunidad que se conoce como Ia dentidad de la cencia
del todo y la opinidn de eada uno. A esta supresion do la
apariencia del pueblo y de su diferencia consigo mismo
eben correeponder entonees unos procedimientos de a.
presién del litigio por la puesta en forma de probleme de
todo objeto de litigio que pudiera reanimar el nombre del
pueblo y las apariencias de su divisign. Tales, en efecto,
Iagran transformacion que sufre el litigio del pueblo con.
Ja desaparicién de su apariencia y su cuenta errénea. En
este sistema, todo litgio se convierte en el nombre de un.
problema. Y'todo problema puede reducirse a la mera
falta -al mero retardo~ de los medios de su solucidn, La
manifestacidn de la distorsign debe ser sustituida entor
cea por Ia identifieacién y el tratamiento de Ta fall
abjetivacién de los problemas que la accion estatal tiene
{que conocer, del margen de eleccién ineluido en ellos, de
Jossaberes comprometidos, elas partes del euerpo soci
implicadae y de los interlocutores que deben constituirse
adligeutirlos, Elinterlocutor democrdtico era un perso-
gj inédilo,constituido para hacer vere itigioy eonsti-
thir sus partes, En cuanto al interlocutor de Ia poademo-
cracia, e identifica con la parte existente de la sociedad
{que la problematizacion implica en la solueién. Se supo-
‘leentido de a solueion que se impone por misma como
la més razonable, es decir, en definitiva, como la tnica
objetivamente posible
“Ast se afizma el deal de una adecuacién entre Bstado
srstionario y Estado de derecho por la ausencia deldemos
de las formas del Iitigio asociadas a su nombre y a sus
diversas figuras. Una vez despodidas los actores “areal
os" del conflito socal, el obstculo a esta concordaneia
esapareceria. Al querer armonizar los nombres y las
'modelo consensualvuelvea poner en vigenciacon
turalidad 1a antigua definicion cratiliana del
Dlaberon: lo que "detiene la enrriente”, Las viejas Giguras
135dela distorsi¢n y desu subjetivacién obstacelizan el libre
curso del.s»mpheron que, segin su etimologia, “transpor-
ta juntos” las mereaneiaa y las ideas, las personas ¥ 10s
krapos. La disolucion de las figuras areaicas del conflicto
enmitiria la exacta consecuencia del sympheron con el
ddvkaion,laibrecireulacin delderechoen eleuerpo socal,
la adecuacién ereciente entre la norma juridica y la libre
Inieiativa econémica y social por la ampliaeién de los
derechos y su adaptacién flexible alos movimientos ince-
santes dela economia yla sociedad, losmodos devida las
‘mentalidades.
‘Ast, el consenso, antes que ser la vireud razonable de
los individuos y los grupos que se ponen de acuerdo para
diseutir sus problemas y armonizar sus intereses, es un
régimen determinado de lo sensible, un modo particular
4e visibilidad del derecho como arkhe de Ia comunidad.
‘Antes de arreglar los problemas por mediode interlocuto
0s sociales juiciosos, es preciso arreglar el litigio en su
principio, como estructura eapeciica de comunidad. Es
preciso postular la identidad de la comunidad consigo
tisma, el reino del derecho como idéntioo a la supresion,
de la distorsién, Se habla mucho de la extension del
Estado de derecho y del dominio del derecho como carac-
toristica de nuestros regimenes. Pero, mas alla del acue
doen la idea de que la rezla es preferible a la arbitrarie
dad y la libertad a la servidumbre, queda por saber
texaciamente qué fenémenos se designan ean ello. Como
cada ona delas palabrasen juogo en la politica, la palabra,
“derecho” es el homénimode cosas muy diferentes: dispo-
sicionesjuridicas do los eédigos y maneras de ponerlas en
prdctica, ideas flosoficas de Ia comunidad y de lo que la
funda, estructuras politicas de la distarsiGn, modos de
festion polical de las relaciones entre el Estado y los
{grupos e interesos sociales, La mera celebracién del
Estado dederecho ingresa entonces en los emodos atajos
ue permiten, frente al no derecho de los estados arquipo
Iiciales, unir todos esos “derechos” heterogéneos en tn
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solo reino incuestionado del derecho, obra de Ia feliz
larmonia entre la actividad legislativa del poder pablico,
los derechos de los individuos y la inventiva procesal de
los studios de abogados, Pero el reino del derecho es
siempre el reino deun derecho, es decir de un régimen de
uunidad de todos los sentides del derecho, postulado como
rogimen de identidad de la comunidad. Actualmente, la
identidad entre demoeracia y Estado de derecho sirve
para prodacir un régimen de identidad de Ia comunidad
Cconsigo misma, para hacer que se deavanezea la politica
bajo un eoncepto del derecho que Ta identifica eon el
espiritu de la comunidad.
"Ese derecho/espiritu de la comunidad se manifiesta
hoy enlacireulacidn entredos polos deidentifeacién: uno
donderepresente a csenciaestable del dikaion pore cual
Ja comunidad es ella misma; el otro donde esa esencia
viene a identificarse con lo juegos multiples del eymphe
ron que constituyen el dinamismo de la sociedad. Bn
facto, la extensién de Tojuridico asume en los regimenes
oocidentales dos formas principales, con anterioridad
posterioridad al poder gubernamental. Con anterioidad,
se desarrolla el sometimienta dela aceién legislativa aun
poder juridicosabio, a sabios/expertos que sefalan lo que
fest de acuerdo con el espiritu de la constitucion y la
esencia delacomunidad queéstadefine Ea ellosecelebra
debuen grado una refundacion dela democracia sobre los
principios fundadores del iberalismo,elsometimiento de
To politi, en la persona del Estado, a la rogla juridica
encarnada en el contrata que pone en comunidad las
Iibertades individualesy las energias sociales, Paro este
presuntosometimientodeloestatalalojuridieoes mucho
‘mds un sometimientodelopolitica aloestatal por el rodeo
elo juridico, el ejerciciode una capacidad de desposeer a
lo politico de su iniciativa, por la eval el Estado se hace
preceder ylogitimar. Tale,en efecto,elextrao modo de
logitimacisn que encubren las teorias de moda del Estado
“modesto”. El Estado moderno, se dice, es un Estado‘modesto, un Estado que devuelve a lo juridico, por un
lado, y alo social por el otro, tado lo que ies habia sacado,
Pero el Estado ejece esta modestia menos con respecto a
{mismo que con respecto a la politica. Lo que tiende
‘hacer desaparccer a través de esa evolucion hacia la
modestia es, sin duds, menas su aparato que el escenario
politico de exposicion y tratamiento del litigio, el seen
Fo de comunidad que unfa los mundos soparados. Asi, la
précticn del “control de Ia constitucionalidad” no es tanto
fl sometimiento dal legislative y el ejecutiva al "gobierno
de lor jueces" como la declaracién del no lugar de 1a
‘manifestacidn publica del litigio. Es verdaderamente una
mimesis estatal de la practica politica del litigio.
Esta mémesis transforma en problema de competencia de
tun saber de expertos ie argumentacisn tradicional queda
lugar a la manifestacién demoeratiea, la distancia de Ia
‘gualdad con respocto a si misma.
En efecto, os esta mimesis la que ordena la dramatur-
gia ritual de avocamiento de la instancia constitucional
Suproma. El saber que se exige al juez supremo, efectiva-
‘mente, no es en modo alguno la ciencia de los textos
onstitucionales y de sus interpretaciones. Es la mera
fenunciacién dela identidad del igualdad consigo misma
fen su diferencia. Ei arte juridieo de quien acade a los
Jucces constitucionales te reduce siempre a prosentar la
ley el articulodeley indeseables como contradictorios no
con tal o cual articulo de la Constitucién, sino con el
espiritu mismo de ésta, osea el principio do jgualdad tal
camo se expresa en el articulo primero de la Declaracién,
de los Derechos del Hombre. La argumentacién “juridi-
fa" de inconstitucionalidad constraye por Jo tanto una
parodia del litigio democrético que ponta al texto iguali-
{ario prucha de los casos de desigualdad. La argumen:
tacign del litigo, a construceién dela comunidad dividi-
da, ge carieataria en esas considerandos quedetectan en
cualquier articulo insignificante de una ley indeseable
tuna contradicein con el prineipiode igualdad, alma dela
constituciin, A esta transformacin del litgio politico en
problema jurfdico, eljuez constitueional puede responder
fentonces mediante una leccion de derecho que no es otra
cosa que el primer axioma de la “flotofia polities”, el de
la diferencia de las igualdades que, desde Platén, se
‘enunciaasizel principio deigualdad es dar eosassemejan-
tes a los seres semejantes, y cosas desemejantes a los
seves desemejantes. La igualdad, dice la sabiduria de los
Jueces constitucionales, dobe aplicarse en toda eireuns
tancia (Declaracién delos Derechos del Hombre, articulo
1%), pero en las condiciones diferentes que autoriza
siferoncia de las circunstancias (artieulo 6" de Ia misma
declaracidn). Gracias a lo cual la ley esta de acuerdo con
el equilibrio de las dos igualdades, al margen de los
articulos que no lo estan,
Esta sabiduria que sligers a Ia politica de ou tarea
tiene un doble beneficio. En primer lugar, incluye toda
dispute oscura 1a composicicn delas consejos niversita-
ios ola edad de jubilacidn de los profesures del Colegiode
Francia en el elemento de idealidad de la relaciin
dea Declaracién de los Derechos del Hombre consigo
‘misma, La demostracién "juridiea” de la identidad consi
go misma del alma de la comunidad completa entonces la
‘demostracién medidticafcientifien dela dentidad consigo
‘misma de la opinién, Pero, tambitn, dota al poder estatal
de una forma de legitimidad muy eepecfiea, El Estado
“modesto” es un Estado que pone a la politica como
ausencia, queen uma, sedeeprende deloquenoleatahe
~ellitigicdel pucblo-, para acrocentarsu propiedad, para