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Capitulo 4 La jurisprudencia precldsica 0 republicana* (Siglos VI al a.C.) : SUMARIO 1. Exordio: 100. 3.2. La jurisprudencia pontifico-laical 2. Elantecedente monarquico de la jurispru- (siglos Mila ita. C: 105-109. dencia: 101-102. 3.3. La jurisprudencia lai 3. Las tres 6pocus de la jurisprudencia (Gigio 1a. C.): 110-112. preclasica: 109-112 4. Conelusiones sobre la jurisprudencia 3.1. La jurisprudencia pontifical preclasica 0 republicana’ 113-114 (sigios Via Va. C.): 103-104 § 1. Exorpio 100. Conspecto general. El capitulo se desenvolvera,en tres ordinales: el antecedente monarquico de la jurisprudencia (2.); las trés épocas de la jurisprudencia preclasica (3.), y conclusiones (4.). . En el 2. se analizar4n la funcién, organizacién y composicion del colegio sacerdotal de los pontifices, antecedente mondrquico de la jurisprudencia entendida como un todo. En el 3. se trataran las tres €pocas de la jurisprudencia preclasica: la de la jurisprudencia pontifical (siglos V1 al TV a. C.), la de la jurisprudencia pontffico-laical (siglo TIT al TI a. C.) y la de la jurisprudencia laica (siglo I a. C.). Se ha adoptado como criterio divisorio la calidad 0 estado civil de los jurisprudentes: en la primera época son tales solamente los pontifices, en la segunda.se entremezclan éstos con los laicos y en la tercera no hay mas que los uiltimos. 2 1. Paral estudio de la jurisprudencia, fuente’ singularis enchiridli, en D. 1.2.2. forzosa 0 insustituible es Pomponio con su Uber ¢ LA JURISPRUDENCIA PRECLASICA O REPUBLICANA 139 En el 4. se haran patentes las conclusiones sobre toda la jurisprudencia republicana y una evaluacién de la misma. 2, EL ANTECEDENTE MONARQUICO DE LA SURISPRUDENCIA2 101. El colegio sacerdotal de los pontifices. En el régimen mon4rquico tres son los colegios sacerdotales que tienen peso capital en la vida ciudadana: el de los pontifices, el de los ‘feciales y el de los augures. El primero ~—el de mayor prestigio en la Reptiblica— esta presente en todas las manifestaciones de cierta monta para la comunidad citadina. Y lo esté porque los pontifices son los inicos conocedores de las normas para comunicarse tanto la ciudad con sus dioses (el ius sacrum) como los ciudadanos entre sf (el ius)3. Por el primer conocimiento, el colegio de los pontifices presta su asistencia técnica en el ‘fast emitiendo opiniones sobre las distintas -ceremonias religiosas que se deben celebrar en la Urbe y asesorando al rey en la presidencia de ellas. Por el.conocimiento de las normas para comunicarse los _ ciudadanos entre si, los pontifices prestan su asistencia técnica en el ius interpretando y aplicando las primitivas costumbres (mores) de‘ la ciudad, como. también confeccionando el calendario. Por consiguiente, es atribucién exclusiva del colegio pontifical, sea el conocimiento de la manera para computar el tiempo y dividir el afio, sea la memoria de las antiguas tradiciones juridicas y de su sucesiva elaboracion por obra de los distintos reyes. En iltima instancia, la corporacién mencionada se convierte en depositaria de un saber técnico y. en meécanismo adecuado para garantizar la memoria colectiva de la Urbe. 102. Organizacién y composicién del colegio. Los miembros del ‘colegio eran s6lo cinco, todos patricios, elegidos por cooptacién y en.el cargo duraban toda la vida. Lo presidia el pontifice maximo (pontifex maximus). Hacia fines de la Repiblica se aument6 a quince el nimero de los sacerdotes, entre pontifices mayores o pontffices § Propiamente dichos y pontifices menores. 2.-Vid. supra, nun. 31. 4. Vid. supra, num. 37. 3 Véase el num. 37. 5 Vid. supra, num. 37. 140 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO “Todos los afos se designaba a un pontifice para evacuar las consultas de los particulares (qui quoquo anno praeesset privatis), aun cuando, al parecer, s6lo actuaba en aquellos casos en que el consultante no hubiese requerido la opinién de un determinado miembro del colegio”6. § 3. LAS TRES EPOCAS DE LA JURISPRUDENCIA PRECLASICA 3.1. La jurisprudencia pontifical (Siglos VI al IV a. C.) 103. Labor de la jurisprudencia, Un texto ciceroniano7 com- penidia estupendamente la labor de la jurisprudencia republicana en tres verbos: respondere, agere, cavere. El respondere consiste en que los pontifices dan consejos a los magistrados y a los particulares — dentro de los cuales se hallan los jueces— por medio de respuestas (responsa in iure) a sus consultas, Responsum es un término genérico que designa cualquier opinién jurfdica. Por ejemplo, sobre la interpretacién de un testamento 0 contrato, el alcance y contenido de los derechos u obligaciones establecidos por las costumbres, posibilidad de entablar una acci6n y cual fuese ésta, etc. A lo que més se dedican los fone es al respondere. Este constituye alma y centro de toda ja actividad jurisprudencial por un lapso de quinientos aos, hasta la €poca clasica. El agere indica la confeccién de férmulas procesales. O sea, asistir a magistrados y particulares en la tarea de elegir y adaptar los modelos procesales adecuados. El jurisprudente guia a los particulares y aconseja a los magistrados en la fase in iure o turisdictio del procedimiento8. Agere es, por tanto, la asesoria para la escogencia exacta de las formas solemnes en el proceso de las acciones de la ley? y para la redaccién del documento Hamado técnicamente ‘formula’, en el cual se fijan por el pretor, con base en un acuerdo de las partes, los términos de la controversia en el proceso formulario u ordinario10, © Vicente Arangio-Ruiz, op. elt, pag. 149. _cesales (ad agendum) como negociales (ad caven 7 CicerGn, De Oratore, 1.212: "Si se me pre- “#tm); n tal categoria de juristasincluiria a Sexto guntara quién puede llamarsejurista responderia_ lio. Manio Manlio y Publio Mucio que aquél que es experto en las leyes y en la 8 Vid. infra, nism, 590, lit. A. costumbte observada por los ciudadanos y se sirve 9 Vid. ibidem, num. 593. de.sus conocimientos para. dar respuestas (ad respondendum) y sugerir las {rmulas tanto pro- 10 Vid. tbldem, num. 604, lt. C. (LA JURISPRUDENCIA PRECLASICA O REPUBLICANA = 141 El cavere apunta a la elaboracién de los esquemas, bocetos 0 minutas de los negocios juridicos aptos para alcanzar los diferentes resultados practicos queridos. El verbo significa literalmente cuidar, proteger un interés; cuidado y protecci6n que exigen determinados comportamientos y observancia de ritualidades preestablecidas, por lo cual es imprescindible consultar a los jurisperitos. En suma, el respondere y el cavere miran de preferencia al derecho sustantivo; el agere, al derecho procesal11, 104. La jurisprudencia, ciencia esotérica. La técnica del respon- dere, agere, cavere —e] caudal de formulas y preceptos de la ciencia juridica— se hallaba explicada desde tiempos antiquisimos en unos libros denominados pontificales, libri pontificales, celosamente custodiados por los pontifices. < A ellos tenian acceso s6lo los miembros del colegio y los novicios que ingresaban a la restringida comunidad pontificia, dentro de la cual se transmitian con el maximo sigilo, de generacién en generacién, los métodos de aplicacién e interpretacién del derecho. Por el monopolio que proporcionaba tal saber secreto a los pontifices, la ciencia del derecho se torn6 esotérica, esto es, ciencia poseida por unos pocos iniciados!2. 3 3.2. La jurisprudencia pontifico-laical (Siglos Illa lia.C) 105. La jurisprudencia, ciencia exotérica. Elinflujo del tradicional monopolio juridico del colegio sacerdotal de los pontifices fue tanto mas profundo cuanto todo el derecho existente era consue- “ tudinario y por ello precisaba en gran medida ser interpretado. Monopolio seméjante, sin embargo, vino a menos por varias causas, cuales la promulgacién de la ley de las XII Tablas, la divulgacién de las formulas procesales y él ejercicio pablico —no mds secreto u oculto— de la jurisprudencia. Antes de pasar a explanar separadamente cada una de ellas, se hace hincapié en que frente al valor real, histérico de la primera, las otras dos tienen un valor mds emblematico o simbélico que histérico, real. A) Promulgaci6n de la Ley de las XII Tablas. Ella resquebraj6 un tanto el esoterismo monopolistico de los pontifices, por cuanto 41 vidi infra, nur, $86. 12 Vid. infra, num. 192. 142 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO se hicieron ptiblicos mediante un escrito algunos rincipios de la ciencia jurfdica. No obstante, todavia por mucho tiempo el colegio sacerdotal continu6 conservando como patrimonio suyc el conocimiento de las f6rmulas procesales y de los negocios jurfdicos. B) Divulgaci6n. de las formulas procesales. El hecho marca la segunda etapa en el proceso de laicizacién o secularizacién de la jurisprudencia. Segin la tradicién!3, en 304 a. C. Cneo Flavio, secretario del prudente Apio Claudio el Ciego, da a la publicidad el'calendario pontifical y un libro sobre las acciones civiles, conocido como el ius Flavianum. ©) Ejercicio ptiblico de la jurisprudencia pontifical. Esta circunstancia priva definitivamente a la actividad juridica del colegio de su pristino carécter de ciencia secreta y la transubstancia en ciencia exotérica, Con ceiimiento también ala tradici6n, Tiberio Coruncanio, cénsul en el 280 y primer pontifice maximo de origen plebeyo, introduce la costumbre de dar respuestas en pablico - (primus. publice profiteri coepit) —abre por primera vez un consultorio juridico 0 bufete de abogado — y ensefa los métodos de interpretacién y aplicacién del derecho elaborados por los pontifices. “Después de estas innovaciones, la autoridad de los pontifices no se basaba ya sobre el monopolio del conocimiento y de la aplicaci6n del derecho, sino sobre la efectiva capacidad y suficiencia del Colegio. Este tiltimo hubo de sufrir la competencia de aquellos individuos de la nobilitas que, sintiéndose atraidos por los estudios juridicos quisieron ganar fama y popularidad aconsejando a los particulares, apoyados, exclusivamente, en su Prestigio personal. Y fue, sobre todo, a esta doctrina juridica, no sacerdotal, sino laica, a la que los romanos denominaron iurisprudentia” 14, A partir, pues, de la tercera causa, ser4 atributo de cualquier jurisprudencia —y no sélo de la republicana— la publicidad, ser ciencia exotérica. 106. La jurisprudencia cautelar. La tarea de los jurisconsultos —tanto la de los pontifices como la de los primeros seglares — sigue desplegdndose en aquellas tres mismas direcciones que se 13 Cir. Pomp, D. 1.2.2.7 y 35-37, Fe 14 Vicente Arangio-Ruiz, op.-. Mas a'la saz6n el énfasis se hace en el cavere, en la redaccién de esquemas, minutas, bocetos y formularios para los diversos negocios juridicos (testamentos, mancipationes, estipulaciones, contratos. consensuales, pactos pretorios...). Tal actividad est4 a la orden del dia. Por esta situaci6n, a este primer estadio de la ciencia juridica pontifico-laical se le tipifica de cuerpo entero con la locucién ‘jurisprudencia cautelar’!6, ya que ésta tiene como objeto el cavere, vale decir, el cuidar y proteger Jos intereses de los particulares. 107. Sexto Elio Peto Cato o el. nacimiento de la literatura juridical7. Desde los albores del siglo Il a. C., la jurisprudencia adquiere una relativa autonomfa frente a tos casos concretos, a la practica, autonomia que se materializa en obras literarias que no se limitan ya a colecciones de normas o formularios. Esa literatura busca tornar accesible y transmitir a todos el conocimiento del derecho. Quiere ir mds all4 de la singularidad e insularidad de los casos tratando de encontrar algunas reglas generales, con las que pueda resolverlos. De ahi la mentada autononiia. La verdadera y propia historia de los jurisprudentes y de sus obras sélo puede iniciarse cuando sé trazan esquemas literarios para ja-transmisi6n de la ciencia jurfdica. Eiprimer jurista en presentar asus contempordneos un esquema o prontuario con las cualidades senaladas es Sexto Elio Peto Cato con su obra Comentarios tripartitos (Commentaria tripertita). Es un trabajo sistematico en el cual la interpretaci6n de la tradicién jurisprudencial ocupa un sitial de preeminencia. De tres partes constaba el libro!8, como lo manifiesta su titulo: “el texto de la Ley de las XII Tablas, ja interpretaci6n de ésta y laférmula o formulas de accién derivadas de cada norma decenviral“. Con Sexto Elio Peto Cato tiene ocurrencia ¢l natalicio de la literatura juridica y la génesis de una ensefianza del derecho no ligada exclusivamenté.a casos. En €l-se encuentra el punto de ~-partida: -dé la jurisprudencia propiamente dicha. 15 Vid. supra, num, 103. 17 Tenge por iterators juridical conju 16 Etimoldgicamiente el adjetivo“cautelar vie- 46 Obras eseritas por los jurisprudeates. : nedelsupinodel verbocavere. Vid.supra,ibidem. 18 Clr. Pomp.. 12.238 144 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO. Por Cicer6n19 sabemos que el gran jurisconsulto republicano cimenta la jurisprudencia-en la praxis y no en el conocimiento puro. Con esta actitud comienza a convertirse la prdctica en el principio metodolégico de aceptaci6n universal en todo el discurrir ist6rico del ordenamiento y la ciencia jurfdica de Roma. Con efecto, Sexto’ Elio es el primero que afronta la cuestién de las relaciones entre la actividad interpretativa, la cultura romana y la cultura griega. Sostiene la inutilidad de la pura especulacién filos6fica pero, al propio tiempo, la validez de una jurisprudencia que se hace reflexién y estudio, capaces de regular la vida cotidiana. 108. Otros pioneros de la literatura juridica, Manio Manilio, Junio Bruto y Publio Mucio son, segin Pomponio, los tres jurisprudentes que reformulan el derecho civil elaborado por la interpretacién o que tratan por vez primera de ordenarlo20, Manio Manilio desarrolla una inmensa actividad cautelar. Fe de ello nos la da la confeccién de formularios para negocios de compraventa?1, Junio Bruto es autor de una coleccién de respuestas, en tres voltimenés, redactada —caso tnico en la literatura jurfdica roma- na— en forma de didlogo. Transcurre éste entre el jurista y su hijo, a quien se ofrecen las respuestas con valor de ejemplos o paradigmas (exempla), extraidos de la practica diaria y con el 4nimo de proponer reglas. generales. Publio Mucio escribe también varias obras. Los juristas precitados sefalan el momento —mitad del siglo Ila. C.— en que la interpretaci6n comienza a ser menos formalista y a independizarse del pasado. 109. Extincidn de la jurisprudencia pontifico-laical. Con Quinto Mucio Escévola se cierra el ciclo dela jurisprudencia pontifico-laical. Es el tiltimo gran jurista que, de manera brillante, une su actividad jurisprudencial —quehacer ya completamente Jaico — a la funcién sacerdotal de pontffice m4ximo, cargo que desempefia hacia el afio 94 a. C. j Contribuye grandemente a la consolidacién de-la literatura jurfdica con dos obras: una monumental, de dieciocho libros, sobre 19 Cfr. Cicerén, De Re Publica, 1.30. runt ius clvile, 20 Pomp., D. 1.22.39: Post hos fucrunt Pu- 21 Manilianae venallum vendendorum le- Dbilus Muclus et Brutus et Manilius, quifundave- ges. LA JURISPRUDENCIA PRECLASICA O REPUBLICANA 145 el derecho civil y otra, mds breve, el liber singularis ‘héron’ sive definitionum— (libro: de las definiciones). La primera es un auténtico manual cldsico, muy lefdo hasta el siglo III d. C. como lo atestiguan los innumerables comentarios gee a ella hacen (son los libros ad Quintum Mucium) Lelio Félix, exto Pomponio, Gayo y otros. Es Quinto Mucio el primero en aplicar al derecho civil clasificaciones sistematicas u ordenarlo en categorias o géneros?2. Esto ha de comprenderse en el sentido de que la obra muciana emplea frecuentemente la técnica divisoria 0 diaerética?3, y no en el de que haya creado un sistema cerrado, pretension que nunca tuvieron los Jurisconsultos romanos, quienes, ante las cuestiones de pura teoria, se sentfan inseguros y sobrecogidos. El liber singularis ‘héron’ sive definitionum es una coleccién de reglas, utilizada directamente por los compiladores justinianeos. - Ellas responden a la exigencia, tan sentida y difundida en las” postrimerfas de la Repiblica, dé dominar % casuistica y las complejas formas juridicas derivadas del incesante aumento del comercio y de la actividad creativa de los pretores. La tendencia a clasificar y definir hace de Quinto Mucio el representante del nuevo método, el dialéctico, al cual nos referi- remos adelante?4. Cicerén tiene a Mucio por el verdadero y propio teérico de la buena fe. En efecto, es quien formula el importantisimo principio de la buena fe en sus dos modalidades: buena fe activa o buena fe-lealtad (comportarse uno con lealtad, honestidad u honorabilidad - en el cumplimiento de todos sus compromisos juridicos) y buena fe pasiva o buena fe-creencia (creer, esperar o estar convencido uno.de que los demas han de obrar en el cumplimiento de sus ~ compromisos jurfdico. con lealtad para con uno). * 3.3. La jurisprudencia laica (Siglo la. C.) 110. Jurisprudencia y transformaciones del derecho en Ia tiltima €poca de la Republica. De finales del siglo Il a. C. a los inicios 22 Pomp., D. 12241: Post hos Quintus Mu- 23 La mania civilista de clasificarlo todo en- ‘lus Publii filius pontifex maximus ius clvile _cuentra en Quinto. Mucio su primer precedente. pricaus constituit generatim in lbros decem et a ‘cto redigendo. Véanse las cinco clases de tutcla- 4 V4 supra, num. 111. ‘en Gayo, 1.188 y las clases de posesién en Paul., D. 41.23.23, 146 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO. del principado, se suceden en el derecho transformaciones radicales, de las cuales la jurisprudencia participa en calidad de protagonista. De ellas débense destacar dos: la introduccién de un nuevo proceso civil -—el formulario u ordinario?5— con la lex Aebutia2®, proceso que habia nacido en a jurisdiccién del pretor peregrine, y ja adimisién de los contratos consensuales (venta- arrendamier io-sociedad-mandato) en el derecho civil, figuras que se habfan originado en el derecho de gentes (ius gentium). Los jurisprudentes colaboran eficazmente en la recepcién de jas nuevas categorias jurfdicas, Es asi como sus opiniones guian la prdctica. El tecnicismo de las f6rmulas, propio del procedimiento ordinario, y el alcance de los contratos consensuales requieren un ahondade conocimiento del derecho que sélo poseen los juristas. Los modos como ellos intervienen en las aludidas transform: ciones son sustancialmente los mismos de las jurispredencia: anteriores, pontifical y pontifico-laical: con el respondere, el agers, el caver i6n entre juristas vy magistrados se toma mids 2 y continua, bien porque aquellos fueran pretores, bien porque fueran consejeros de Estos, En tal atmésfera la jurisprudencia forja nuevas concepeionss de equidad, ignotas en ia era del formalismo, y entre forma- voluntad (verba-voluntas), que permite ana int tacién juridica mas libre y ajustada a las realidades soci 111. Ei método dialéctico. En el curso de la segunda centuria a. C., la influencia griega sobre la jurisprudencia se acentta, coadyuvada en buena parte por la reduccién.de la Hélade, en ei] afio 146 a. C., a provincia romana28, La retérica de Grecia se pone de moda. Pero el influjo m&ximo se hace sentir con el método dialéctico que, a principios del siglo I a. C., se convierte.en patrimonio comtin de los juristas. El método dialéctico, base de la investigacién en la ciencia helénica, tiene sus precedentes y modelos en las teorfas de Plat6n, Arist6teles y los estoicos, quienes habfan alcanzado un altfsimo nivel de abstracci6n y rigor légico. 25 Vid: supra, num. 600 y ss. 27 Véase el num. 464 26 Vid. supra, num. 71 28 Vid. sapra, num, 19. UX JURISPRUDENCIA PRECLASICA O REPUBLICANA 147 Segtin ellos, todo conocimiento debe fundamentarse en la determinacién o definici6n de los conceptos (éros, definitio), en la division de los mismos (diafresis, divisto) y en su clasificacién en género (guéne, genera) y especies (eide, species)?9. Sin embargo, “debemos advertir que los juristas romanos nunca se. propusieron, como los sabios griegos, el ideal del conocimiento puro. El .cardcter romano nunca se dirigié a la contemplacién y a la teorfa, y por ese motivo todas las fuerzas de los juristas se encaminaron a desarrollar y a facilitar la practica juridica. El método dialéctico hace del jurista romano un artista en la resolucion de casos practicos y de problemas de detalle, nunca lo transforma en un filésofo que tenga una visi6n integral de su ciencia. Ante jas cuestiones de pura teoria, el jurista romano se siente inseguro y sobrecogido”30, 112. Juristas mds representativos. Segiin testimonios contempo- réneos, el mds famoso de todos por sus respuestas y actividad docente es el jurista Servio Sulpicio Rufo, quien, junto con Quinto Mucio Escévola, decididamente contribuye a la asimilacién de la influencia griega y, con ello, a la creacién de la jurisprudencia cientifica. Escribe un comentario muy critico a los 18 libros sobre el derecho civil de Q. Mucio, y dos sucintas obras, libri ad Brutum, en que por primera vez31 sé interpreta el edicto del pretor. Con €sto da inicio a la literatura sobre el derecho honorario. A partir de entonces el derecho pretorio deviene para los juristas un campo de trabajo tan importante como el derecho civil. : Dignos de mencién son Alfeno Varo, autor de una obra intitulada Digesta (digestos), en que aparece ordenado sistemati- camente un niimero muy apreciable de respuestas, y Aquilio Galo. Este legasu nombre ala posteridad porque, siendo pretor peregrino, incluy6 en su edicto una accién y una excepcién (actio de dolo y exceptio doli)a favor de quien hubiese sido victima de dolo 0 engafios en la celebracién de negocios juridicos32. 29 Véase a Cicerén, Brutus, 41.152-153. 31 Ctr. Pomp., D. 1.2.2.43-44. 30 Lucrecio Jaramillo Vélez, Derecho Roma- 32 Ea cuanto ala actio de dole y ala excepto. 1, ¢.1, Medeilin, Universidad de Antioquia, pags. doll, véase el num. 469. 2Ty 2 seo 148 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO Ademas, fue de los primeros jurisconsultos en romper la arraigada tradicién del intimo ligamen entre politica y jurispru- dencia: El y otros se dedican tinicamente a la tarea jurisprudencial renunciando a la carrera politica (al cursus honorum)33 0 inte- rrumpiéndola. Juristas no politicos son Aulo Ofilio, Quinto Helio Tuberén, Aulo Cascelio y. Trebacio Testa. § 4. CONCLUSIONES SOBRE LA JURISPRUDENCIA PRECLASICA O REPUBLICANA 113. Caracteristicas de la jurisprudencia y literatura jurtdica Preclasicas. Sintetizando lo que se ha consignado anteriormente de una manera un tanto desperdigada, caracterizan la jurisprudencia republicana tres notas: una lucha contra el formulismo del derecho arcaico (el ius strictum) y una superaci6n del mismo, el nacimiento y la formulacién del principio de la buena fe y, en tercer luger, la creacién de un método cienttfico: el dialéctico. La literatura jurfdica, cuyos cimientos se encuentran en las obras de Sexto Elio Peto Cato, Quinto Mucio Escévola y Servio Sulpicio Rufo, se peculiariza por sus dos géneros 0 métodos de trabajo: en.un principio, las formulas (formulae) para los negocios jurfdicos y los actos procesales, y posteriormente 1as reglas (regulae), gérmenes de los principios generales del derecho; formulas y reglas enmarcadas dentro del género mayor: el de las respuestas, el respondere, la labor preferida de los juristas. A las primeras pertenecen el ius. Flavianum34 y el ius Aelianum (atribuido a Q. Mucio); a las segundas, la regla catoniana. 114. Evaluacion. “Entre los romanos mismos no hay duda de que la jurisprudencia alcanz6, en los.primeros siglos del Imperio, una mayor perfeccién técnica; pero quiz4s en ningin otro perfodo como el republicano fue tan apegada a la vida y tan fuertemente Progresista y jams, como entonces, el jurista, que era a un mismo. tiempo hombre politico y hombre culto, supo entender mejor la profunda conexién entre ios aspectos juridicos y sociales de cuantas telaciones se ofrecfan a su examen ni sefialar mds exactamente a laciencia juridica su puesto en el sistema general del conocimiento”35. 33 Vid. supra, num. 75. 85 Vicente Arangio-Ruiz, op. elt, pag. 157. 34 Vid. supra, num. 105. Capitulo 5 La jurisprudencia clisica o del principado (Siglos | a lil d. C) SUMARIO 1. Introito: jurisprudencia, burocratizacién los demas Antoninos: siglo itd. C.): y apogeo del imperio: 115-117. 120-121, 2. Lastres épocas de la jurisprudencia 2.3, La tercera época clasica (principado olasioa: 118-123. de los Severos: finales del siglo I! 2.1. La primera época clasica y prinoipios del tit. C.): 122-123, (principado de Augusto y Tiberio:, i siglo 1d. C.): 118-119. clasica: 124-125, ~ 2.2, La segunda época clasi (principado de Trajano, Adriano y § 1. INTROITO: JURISPRUDENCIA, BUROCRATIZACION Y APOGEO DEL IMPERIO 11S. Criterio divisorio: la burocratizacion de la jurisprudencia y el apogeo del Imperio. La divisién de la jurisprudencia clésiea en tres €pocas, correspondientes al principado de Augusto y Tiberio (siglo I d. C.), al de Trajano, Adriano y los demas Antoninos (siglo II) y al de los Severos (finales del siglo IT y principios del II), obedece a un doble criterio: ala burocratizaci6n de la jurisprudeneia y al apogeo del Imperio. Pasamos a considerar cada uno de esos dos criterios por separado. : : _ 150 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO, 116. Jurisprudencia y burocratizacién. Por burocratizacién de lajurisprudencia compréndase el paulatino proceso de participaeién de la jurisprudencia en la administracién imperial, que marca el retorno de los juristas a la actividad politica, tradicién interrumpida 0, al menos, descuidada con Aquilio Galo y otros, a fines del régimen republicano!. El primer eslab6én de la cadena, que comienza a estrechar el vinculo de la jurisprudencia con la politica, es el instituto del ius respondendi, 0 respuestas de los prudentes?. + Augusto quiere mantener buenas relaciones con los juristas mas connotados de su tiempo. Es asi como ofrece el consulado a Labe6n y a Capitén, entre otros. Mas el instrumento clave de que se vale para vincular la actividad jurisprudencial al poder imperial és la creaci6én de una prerrogativa particular que una la interpre- tacién con la praxis jurisdiccional. En efecto, concede a algunos jurisconsultos la facultad de dar respuestas que no se podian poner en pie de igualdad con las de otros porque las de aquellos se daban en nombre y por autoridad del principe. La antigua concepcién, por la que la actividad jurisprudencial se reputaba completamente libre, privada, no sometida a fiscali- zaci6n oficial alguna y carente de cardcter obligatorio para pretores y jueces (de cardcter obligatorio desde un punto de vista consti- tucional, formal o autoritario, no consuetudinario o social), comienza a perder fuerza. La jurisprudencia, a virtud del ius respondendi, llega a ser fuente formal autoritaria. Rasgo tipico de la primera €época clasica es la relaciOn, atin poco estrecha, entre jurisprudencia y principado. Pese al vinculo que supone el ius respondendi, no era usual que los juristas fungieran de funcionarios del imperio. Si algunos llegaron a serlo, se debié mas a una prosapia ilustre © a unas excelentes relaciones personales con el principe que a una iniciativa de éste para promover alos juristas como colectividad. Al-igual que en los dias republicanos, el jurista continéa siendo todavia un particular. “Mientras al principio (del principado) los puestos de la administraci6n central estaban ocupados por libertos imperiales y la carrera del sefor romano era predominantemente la militar, 1 Vid. supra, num, 112. 2 Vid. infra, num. 118, LA JURISPRUDENCIA CLASICA O DEL PRINCIPADO 151 los emperadores del siglo If entregaron.las funciones del gobierno central a la clase nobiliaria y crearon frente a la carrera de las armas otra civil, para seguir la cual era un mérito preferente el ser perito en derecho. Asi se explica que desde Adriano, a quien probablemente corresponde la innovacién, veamos ocupando mnumerosos cargos de’ la administracién del Estado a los mas eminentes juristas, cargos cuyo desempeno les daba estimulos ensefianzas para sus labores profesionales como jurisconsultos”3. Con Adriano, justamente, el sistema del ius respondendi entra en crisis y cae en obsolescencia. El problema que debe afrontar este emperador es el mismo de Augusto: concertar una alianza con los juristas 0, al menos, con una porcién de ellos. "Adriano no lo resuelve con la promoci6n individual de algunos de aquellés, como se habfa levado a efecto con el otorgamiento del ius respondendi, sino reforzando un organismo estable: -el consejo del principe (consilium principis). Institucién ya conocida antes pero que él reorganiza sobre bases mas sélidas#. Compuesto por funcionarios remunerados y no por prudentes que, eventualmente, debido ala confianza que el principe depositaba en ellos, lo asesoraban en diversos asuntos, el consejo es colocado én el vértice de la piramide 0 aparato burocratico imperia los proyectos de constituciones, las sentencias de los pleitos cuyo conocimiento compete al emperador, en fin, dicta la politica juridica del Imperio. La alianza se concierta, pues, creando un grupo de juristas que simultaneamente son funcionarios imperiales. Como todas las fuentes del derecho han sido absorbidas por los 6rganos estatales y tanto el aparato imperial como el ordenamiento giran alrededor » del principe, la sola via para adaptar e integrar a la practica el patrimonio de las ideas y métodos jurisprudenciales es entrar a hacer parte de la burocracia imperial Por lo que Ja mayor parte de los juristas. de los siglos II y IL ostentan la comin calidad de funcionarios del emperador, condicién profesional que permite participar en la elaboracién del derecho y asegurar con ello la supervivencia de la labor jurisprudencial. Entonces, el segundo eslabon de la cadena que une jurispru- dencia con politica, es la participacién colectiva y masiva de los jurisperitos en la administracién del Imperio. Por consiguiente, la 3. J6rs Paul, Derecho privado romano. Bar- 4 Véanse los nums. 94y 83 celona, Edit: Labor, 1937, pag. 36. : 152 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO segunda €poca clasica se peculiariza por la vinculaci6n cada vez mas estrecha entre la jurisprudencia y el poder’ imperial. La posibilidad de entrar a la burocracia del imperio universal ‘va adquiriendo en la mente de los juristas una importancia practica cada vez mayor con el transcurso del tiempo. Es asi como en el principado severiano —tercera época clasica— la vinculacién de ellos con los emperadores y con su administracién es todavia mas estrecha y m4s intima que en la segunda; mejor expresado, la ‘vinculacién es total. He aqui el tercer eslab6n de la cadena. 117. Jurisprudencia y apogeo del Imperio. El momento de maximo esplendor del Imperio ocurre en tiempos de Trajano, Adriano y los demas Antoninos, lo cual coincide con la segunda €poca clésica, en que la jurisprudencia alcanza su mayor brillantez. De-suerte que si nos atenemos a una divisién tripartita de la jurisprudencia clasica apoyados en el apogeo del Imperio, podemos imaginar una parabola, en la cual el ascenso esté representado por el principado de Augusto y Tiberio, cuando se sientan los fundamentos del futuro esplendor y que corresponde a la primera €poca clasica; el apogeo se sitta en el principado de Trajano, Adriano y los demas Antoninos —segunda época cldsica— y el descenso se ubica en el principado de los Severos, cuando se insinia 0 inicia la decadencia y con ella la tercera.época clasica. § 2. LAS.TRES EPOCAS DE LA JURISPRUDENCIA CLASICA 2.1. Primera época clasica (Principado de Augusto y Tiberio: siglo | d. C.) 118. El ‘ius respondendi’. Como se explicé hace poco, el ius respondendi representa el primer vinculo que une la jurisprudencia con el principado. Augusto es el primero que confiere a los mas sobresalientes jurisperitos la atribucién de emitir dictamenes en nombre y por autoridad del emperador®. : El peso de tales juristas no tarda en hacerse sentir. Aunque ninguna disposicién augistea lo consagra, ellos orientan los fallos de los jueces7. 5 Vid. supra, num. 116, 7- Bldictamen so entregaba a la parte consul 6 Pomp. D., 1.2.2.49: Primus divus Augustus, t#nte por escrito y sellado para que, a su vez, 10 ‘ut malor auctoritas juris haberetur, constitalt, ut ©MtTeg4"s aljuezdel proceso. Ctr. Pomp. D.-12.248, ‘ex auctoritate elus responderent: ef ex tllo tem- aan pore peti hoc pro beneficlo coepit. LA JURISPRUDENCIA CLASICA O DEL PRINCIPADO 153 Asi se introduce un cierto automatismo en los juicios al dts subordinados los falladores a las respuestas de los prudentes®. La situaci6n se institucionaliza con un rescripto.de Adriano, que atribuye fuerza legal a las respuestas y trata de poner orden. en ellas al sefialar que el juez podia -escoger la que quisiera si eran diferentes?. También. en el principado adrianeo comienza a desaparecer Ja costumbré de. los emperadores de conferir 4 uno u otro jurista el ius respondendi. 119. Las escuelas juridicas. De Augusto a Adriano, la historia de la jurisprudencia puede condensarse en un hecho: las escuelas (scholae 0 sectae). » Sonunasagrupaciones de juristasya formados y de principiantes, aglutinados alrededor de-un-jefe-por: la -enseftanza, la practica y la profésién de ciertas opiniones en materia de dérecho. El factor déterminante del nacimiento de tales escuelas no se ha podido. encontrar en un ideario ni en su metodologtia. Parece que se originaron en la rivalidad de los jefes y en el espinite de proselitismo, tan arraigado entre los romanos. Su fin no. era constituirse en establecimientos de ensefianaza sino que, inspirandose en las escuelas filos6ficas griegas y en las romanas de ret6rica y gramatica, tan florecientes en la Urbe hacia ‘hediados del siglo I d. C, se distingufan la una de la otra por profesar soluciones contrarias para algunos problemas practicos10- Mas no habfa discrepancia en cuanto.a los principios, como &{ acaecié en las primeras, donde éstos eran la.causa y la justificacién de las diferencias y diversificacién entre ellas. Pomponio atribuye su’ fundacién a los dos. més eminentes jurisperitos ‘del principado augtisteo: Labeon y.Capiton. Son, empero;: los. discipulos de ambos quienes dan una autonomia organizativa a las escuelas; Proculo a la de Labeon, o proculeyana; Masurio Sabino y C. Casio Longino a la de Capiton, de donde sabiniana 0 casiana. : B Gayo(1.7) describe con expresién muy félia viéem optines st vero dissentiunt, iudicl Hicet a los juristas dotados del fas respondendi como | quam velit sententiam sequis que rescripio divi aquellos aquicnesse les permitiG erearel derecho Hadriani significatur. Vid. supra, num. 95. (Quibus permissum est iura condere) 40 Por ejemplo, en lo que respecta al tiempo 9 Ib{dem: Quorum omniumsiin unum sen-. de la pubertad, a la-prueba de la vida, a la tentlae concurrunt, id quo ita sentiant, legis especificacion. 154 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO. De la proculeyana son corifeos los dos Nervas, Proculo, Pegaso, - Celso padre, Celso hijo y Neracio Prisco. De la sabiniana, Masurio Sabino!1, Casio Longino, Celio Sabino, Javoleno Prisco, Aburnio Valente, Tusciano y Salvio Juliano. Es tanto el predicamento de éste Ultimo, que se lo considera como el punto de encuentro de las.escuelas: es el jurista que resuelve acertadamente los problemas por tanto tiempo en ellas debatidos. Con esto, la polémica pierde fuerza y las escuelas desaparecen después de Adriano. Los juristas mas Tepresentativos de la primera época clasica son Labeén y Capitén. Pomponio los perfila como personalidades antinémicas. Al paso que el primero era innovador en materia jurfdica y en politica conservador (republicano a ultranza), el otro permanecia apegado a la tradicién jurisprudencial y partidario ferviente dei principado. Rasgos que perdurardn en las respectivas escuelas, a tal grado, que a la proculeyana se le dara el epiteto de ‘libre’ y el de ‘oficial’ a la sabiniana. Labeén es escritor fecundfsimo. iLa tradicién afirma que compuso cuatrocientos voliimenes!12, De ellos hay not en torne auna obra sobre las XII Tablas, sendos comentarios 2 los edictos urbano, peregrino y de los ediles curules; unos libros de. respuestas Uibriresponsorum Pithan6n, libri posteriores) y otras sobre el derecho pontificio (libri de iure pontificio). Tonica de toda su produccién es su estilo fundamentalmente casuista. De Capitén solo han llegado hasta nosotros tres fragmenios que tratan de derecho privado. Pero sus escritos mas apreciad ‘por los coevos son los que versan sobre’ ei derecho publico, Tales son los libri coniectaneorum. Clausuramos el aparte sobre las escuelas invitando a colacio- narlas con las que vendrdn: las postclasicas, ya occidentales, ya orientales, las medievales, las modernas y la contempordneal3. 2.2. Segunda época clasica (Principado de Trajano, Adriano y los dems Antoninos: siglo Il d. C.) 120. Las dimensiones politicojuridicas de la jurisprudencia. Durante el siglo II la dimensi6n politica de la jurisprudencia se ensancha al estrécharse més el vinculo entre los juristas y el 11 Vid. infra, nums. 125, it. Cy 153. Vega, representa en 1g literatura universal, 10 12 Loqueél"Fénix de los Ingenios",el*Mons- _TPresenta Labeén en el derecho romano; troo de Naturaleza 6 "EI Ecuménico", Lope de 18 Cfr. infra,en svorden: nums. 140, 141, 142, I7Ty$5., 182 y 58.. 189 y 5s. [A JURISPRUDENCIA CLASICA O DEL PRINCIPADO 155 prncipado. En el aparato burocratico ellos desempefan las mas altas funciones del gobierno; tanto central como provincial, al frente de las magistraturas republicanas 'o de los cargos de la administraci6n imperial. En el ciclo del imperio universal, Roma atraviesa su perfodo de maximo esplendor que coincide con el cenit de la jurisprudencia. Esta, ni antes ni después de la segunda centuria cristiana habia sido, o sera mas brillante. e > Desde la Reptiblica hasta el siglo Id. C., la dimensi6n estrictamente juridica de la jurisprudencia habia tenido dos orientaciones: una de explicitacién o creacién de normas; otra de construccién de esquemas concéptuales capaces = asir la realidad del derecho. Con el advenimiento del siglo Il, las normas son creadas casi exclusivamente por el principe por medio de constituciones. Por tanto, la dimensi6n juridica de la jurisprudencia se concentra en lasegunda orientaci6n, en el empejio de disefar nociones abstractas.. . ‘Con todo, la ciencia juridica se torna més critica y escéptica frente alos modelos abstractos construidos por los juristas de la primera época ‘cldsica para los casos concretos. Por boca del sabiniano Javoleno y del proculeyano Neracio afirma categérica- mente la primacfa de los aspectos dinamicos y practicos del derecho sobre la teorfa que los analiza, universaliza y representa. El discipulo de Capitén advierte que toda definicién o conceptualizacién es inadecuada, como quiera que ‘puede ser invalidada, controvertida 0 superada!4. El seguidor de Labedén considera innecesario inquirir los motivos de las instituciones porque, a través de esta via, tendrian que cambiarse muchas estimadas bondadosas. Teme, pues, que Jas racionalizaciones. de los juristas arruinen la firmeza de las normas}5, Se propone una vision no ‘intelectualista del binomio dato conceptual-praxis juridica. Con ello se quiere que la reflexion adhiera a los casos y se patentiza la dificultad para encontrar esquemas validos “abstractamente en un cimulo indefinido de 14 Iavol. D.50.17.202: Omnis definition lure 15 Nerat, D. 1.3.21: Kt deo Fatlones eorum civill periculosa est: parum est enim, uf non quae constituuntur Inquirl non oportet: alloquin subverti posset. Vid. supra, nums. 47 124. malta ex his quae certa sunt subvertuntur. Cir. : Nerat, D. 25.115 lul. D: 1.3.20. 156 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO situaciones!6.-La jurisprudencia debe rechazar las abstracciones universales (en expresién del.acotado Neracio “..non tam facile in universum definiri”). De esta manera, la dimensién casuista es predominante aun en la época de mayor brillantez. La jurisprudencia no se aparta de su tradici6n y sigue siendo fundamentalmente prdctica17. 121. Juristas representativos. Se inicia la segunda época clasica con C. Octavio Javoleno Prisco, maestro de Salvio Juliano. Compone resimenes de obras de juristas anteriores como Labeén, Casio y Plaucio. L. Neracio Prisco hace parte del consejo de Trajano y Adriano. Escribe quince: libros de reglas (regulae) y tres de respuestas (responsa), ordenados segiin el esquema del edicto. Pero las figuras cimeras son P. Juvencio Celso y L. Salvio Juliano. Con ellos, la jurisprudeneia alcanza su climax. Celso es un jurisconsulto de grande independencia intelectual, muy propenso a la polémica. Redacta treinta y nueve libros de digestos en los que recoge soluciones a problemas de orden técnico, formulados imaginando casos controvertidos (quaestiones) y dando Tespuestas a casos concretos. Salvio Juliano es miembro del consejo de Adriano —que le confia la redacci6n de un texto definitive y tnico del edicto perpetuo!8— y de sus sucesores hasta Marco Aurelio. “Su obra principal, a la cual dedic6 algunos aftos,. lleva ‘al nombre de ‘Digestos’ (Digesta) y constaba de noventa libros. Era un tratado completo, sistematico y casuistico a la par, escrito siguiendo el orden del edicto, aun cuando con amplias referencias a las instituciones paralelas del ius. civile y extensos apéndices sobre las leyes mas recientes, en particular sobre la legislaeién matrimonial de Augusto. En él las fuentes eran minuciosamente consultadas; pero bajo cada tftulo se recogfa, al mismo tiempo, la experiencia de su larga vida de consultor. 16 Para que sobre el tema haya més elementos de juicio, vid. Infra, num. 199, a propésito del Coramon Law. 17 Vid. supra, nums. 47, 48, 49, 50 y 51; pero especialmente el 48, donde’ se han escrito ideas como éstas: Ia ciencia del derecho no se considera separada de la vida practica o real; la jurispruden- cia, en su evolucién plurisecular, nunca pierde de vista el fin esenciaimente préctico del derecho; en ese continuo proceso de abstraccién en ningén momento se abandona la orientaci6n practica de la ciencia juridica; no's empirismo sino pragma- tismo: coneiencia de los limites de la abstraccién en el campo del derecho, que es una ciencia de 10 concreto; la jurisrpudencia desconfia de abstrac- cionesy generalizaciones porque rechaza una apli- cacién mecénica del derecho, etc 18 Vid. supra, num. 85. {A JURISPRUDENCIA CLASICA O DEL PRINCIPADO. “157 “Esta obra, de la cual el Digesto de Justiniano ha conservado muchos y muy extensos fragmentos (sin contar las numerosisimas citas que de ella se hacen en la literatura posterior) sefialé el punto culminante de la evolucién de la jurisprudeneia romana y es, atin hoy, la fuente mas autorizada. En efecto, la contribucién de este famoso jurista a la aclaracién de los conceptos juridicos ~ y ala fijacién de la funci6n practica de las instituciones, fue, bajo su apariencia modesta y prudente, la mds extensa y la de mayor autoridad. Esta es la raz6n de que la ciencia moderna le considere el m4s eminente de los jurisconsultos de Roma”!9. Debe destacarse qué en tiempos de Adriano y Salvio Juliano ocurren tres hechos de enorme resonancia y de los cuales ambos fueron los protagonistas: la codificacién del edicto, con lo que este se seca como fuente formal; la crisis del ius respondendi, a causa de la burocratizaci6n de los juristas y la désaparicién de las escuelas juridicas, a cuyas polémicas pone punto final el extraor- dinario jurisprudente de Hadrumeto con su indiscutible autoridad20. No deja de ser muy significativo para la vivencia del derecho romano 0 su estadio euro-afro-asiatico que el mas’ grande jurista de todos los tiempos de Roma sea originario de Hadrumeto (la’ actual Susa) en el norte de Africa. Cierran la €poca en comento Sexto Pomponio y Gayo, de luienes es caracterfstico el método.enciclopédico de sus trabajos literarios, verdadero anticipo 0 premonicién de lo que seré lugar comin-en los juristas de la tercera época de la jurisprudencia clasica y que se: acentuaré grandemente en los postclasicos. Sexto Pomponio sobrepasa a todos sus colegas por la amplitud de sus escritos, a pesar de carecer de excelentes dotes. En cincuenta afios de actividad, resume los resultados de la jurisprudencia hasta sus dias en tres extensisimos. comentarios: al edicto, a las obras de Quitito Mucio y a las de Sabino. Compone. un opisculo del todo particular e insélito en el panoraina de la literatura jurfdica romana: un compendio de historia.del derecho (liber singularis enchiridii), fuente de obligada consulta sobre el desenvolvimiento de la jurisprudencia21. A la exigencia de una instrucci6n juridica clara y asequible, que contribuya a la formacién de los nuevos juristas-funcionarios dotandolos de un conocimiento sumario pero sélido de las formas 19 Vicente Arangio-Ruiz. op. elt. pag. 345. 21 Vid. supra, cap. 4 20 Vid. supra, aum 119; ; 158 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO juridicas tradicionales y de las principales doctrinas, responde la obra mas importante de Gayo: Las Instituciones22, Poco es lo que de 61 se sabe. Nacido problablemente en el imperio de Trajano, -muerto hacia el 178, no desempefia ningin cargo importante y su vida la dedica a la docencia del derecho. Su obrita esta dividida en cuatro libros: en el primero trata el derecho de las personas (ius quod ad personas pertinet); en el segundo y el tercero, el de las cosas (ad res); y en el cuarto el de las acciones (ad actiones). + El trabajo. gayano es el tinico escrito de la jurisprudencia clasica que ha Hegado hasta nosotros por tradicion directa y no solo a través de la compilacién justinianea. Aunque goza de poca acogida en los siglos If y II, és tan divulgada en los siguientes —IV, V y VI— que se la incorpora a la legislacién visigética23 y Justiniano la toma como paradigma de sus Instituciones24. 2.3. Tercera época clasica (Principado de los Severos: finales del siglo Il y principios del Ill. C.) 122. Maxima burocratizacion de la jurisprudencia y decadencia del imperio. En el principado severiano la vinculacién de los juristas con emperadores y administracién es mas estrecha e intima que en la segunda época clasica. Entrafia prueba inconcusa de ello la nota comin a los grandes jurisconsultos de escribir manuales de procedimientos para los funcionarios del imperio. Papiniano redacta una obra en griego (astunomikos monobiblos), en la que expone las obligaciones de los magistrados y funcionarios adscritos a la policia urbana. Numerosos trabajos menores dedica Paulo a resolver los problemas de la administracién del principado. Ulpiano escribe un cimulo de monografias?S acerca de los deberes 0 funciones (officia) de los magistrados, en que recoge normas aisladas y define las competencias de la frondosa y compleja burocracia del bajo principado; asi contribuye a crear certidumbre en el ejercicio del poder y a disefar un estatuto profesional destinado a la clase dirigenie. 22 Institutionum Commentarii Quattur. ber singularis de officio consularium, de officio 28 Vid. ita, num, 139, lit C) curatorls rel publicae, de officio practecti Urbt, de officio pracfecti vigilum, de officio quaestoris. 24 Vid. infra, num. 157. » bs eae 25 V. gr. 10 libros de officio proconsulis, 10 de omnibus tribunalibus, 3 de officio consulls, LA JURISPRUDENCIA CLASICA O DEL PRINCIPADO 159 Marciano concibe sus instituciones y otros libros. de menor importancia como obras de consulta para los funcionarios. Con los Severos comienza la decadencia polftica de Roma, circunstancia que influira poderosamente en la evolucién de la jurisprudencia de la tercera época. 123. Juristas representativos. Papiniano, Paulo, Ulpiano’ y Mo- destino representan la jurisprudencia cl4sica en su tercera edad. Su método de trabajo es enciclopédico: coléccionar, reelaborar y reordenar el-material de dictamenes y decisiones dé las dos épocas -Pfecedentes y: exponer de una:manera muy accesible a todo el mundo el ordenamtiento en su conj Esa metodologia tuvo en Pomponio y Gayo sus precursores26; con Paulo y Ulpiano empieza.a imponerse de modo tan definitivo que perduraré por toda la jurisprudencia postclasica. Esto denota que las energias creadoras originales de los jurisconsultos ya se habian agotado. S No obstante, esas energias se manifiestan por postrimera vez de una manera ain convincente en el primero y m4s eminenie jurista de la época: Emilio Papiniano. 2 Escribe treinta y siete libros de casos controvertidos (quaes- tiones), que son comentados més tarde por Paulo. Los redacta entre el 192 y el 198, El orden seguido es el tradicional de los digestos: los primeros veintiocho tratan el edicto; luego se pasa a las XI Tablas y a otras leyes. En esta tiltima parte es més frecuente el anélisis dé constituciones imperiales, equiparadas ya a las leyes republicanas. = Después del 198, compone diecinueve libros de respuestas. Junto a las opiniones del autor aparecen las de: otros juristas y citas de constituciones. s Redacta dos libros de definiciones y dos sobre el adulterio “(de adulteriis):—— ‘ Papiniano fue reputado siempre — hasta hace poco — el principe de la jurisprudencia romana y casi como el jurista por antonomasia. En efecto, “nadie lleg6 a alcanzar facultad semejante a la suyaen Ja résolucién de casos de derecho. Trabaja con verdadero arte. En su exposici6n retine la profundidad con la brevedad: no es Taro encontrar un frase suya lac6nica en la que encierra una cuesti6n complicada, su resolucién y los motivos de ella. En «26 Vid. supra, num. 121. 160 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO. profundidad de visién le igualan Ppocos, y jamds olvida en sus resoluciones el aspecto prdctico. No obstante, no se observan en sus: resoluciones el espfritu de creaci6n facil y fecundo que eran la caracterfstica de un Labe6n o de un Juliano. Este detalle muestra que Papiniano, aunque es una figura sobresaliente, no deja de ser el representante del dltimo Periodo de la época clasica: periodo que.no hace sino acabar y refinar lo que los antecesores habian planeado y creado”27, Sin embargo, “hoy, al profundizar en la historia de la juris- rudencia romana, ya no se pueden valorar los méritos de un ben, Juliano o Celso —dejando aparte los de los juristas republicanos— por debajo de la obra de Papiniano”28_ Julio Paulo escribe numerosos comentarios a obras de juristas anteriores. De tal género son los ocho libros ad Plautium; los dieciséis ad Sabinum; los cuatro ad Neratium; los libri octo pluresve epitomarum Alfeni;Aos Pithanén Labeonis ad Paulo epitomatorum libri; las notas a los digestos de Juliano; a los casos (quaestiones) de su maestro Cervidio Escevola y a los casos y respuestas de Papiniano. Comenta, ademas, el edicto en ochenta libros. Para la ensefianza concibe tres libros de manuales, dos dé instituciones y seis de reglas. Con materiales extractados de la practica y de la actividad del tribunal imperial, elabora veintitrés libros de res- puestas. Similar en la produccién literaria a Paulo y su émulo es Domicio Ulpiano. Al igual que Salvio Juliano, no es europeo, Pero ‘tampoco africano sino asidtico: de Tiro, en Fenicia. Esta circunstancia patentiza una vez m4s por qué la vivencia del derecho romano constituye su estadio euro-afro- asidtico. Escribe ochentaiin libros de comentarios al edicto del pretor y dos al edicto de los ediles curules; cincuentaién libros ad. Sabinum; cuatro de appella- tionibus; diez libri disputationum y dos de instituciones. Paulo y Ulpiano “se nutrieron de las grandes obras dejadas Por sus antecesores ilustres: al recopilar con sabiduria y gran esmero los resultados obtenidos en toda la etapa cldsica, fueron los iniciadores del movimiento cientffico Postclasico y abrieron también el camino para la obra legislativa justinianea, cuyo contenido doctrinal procede en su mayor parte de los dos juristas. 27 Jors Paul. op. elt, pag. 49. 28 Kunkel Wolfgang, Historia del derecho ro- : ~mano, Barcelona, Edic. Ariel, 1973, pag 131. LA. JURISPRUDENGIA CLASICA 0 DEL PRINCIPADO 161 También es una anticipacién del pensamiento postcldsico la inclinacion hacia el dogmatismo que se advierte algunas veces-en Paulo y que proporcioné importantes puntos de arranque para la evolucién posterior. De esta suerte empiezan a manifestarse los primeros sintomas del proceso de congelacién que en la época postclasica hace de la corriente de formaci6n jurfdica del derecho clasico una multitud de dogmas fijos y petrificados”29. “Ellos son los principales informadores de la ciencia moderna sobre el contenido de las normas clasicas y las disputas de la jurisprudencia”30, “Tuvo un estilo claro que si, en ocasiones, Ppeca de descuidado, convierte a Ulpiano, en los siglos siguientes, en el mas popular y grato de los expositores juridicos”31, Herenio Modestino es alumno de Ulpiano y ultimo jurista de la edad severiana. “Fue autor de libros de responsa, de monografias y de gran nimero de escritos menores, detalle este de la preponderancia de tal género literario, que muestra hasta qué punto habia descendido la capacidad para escribir obras de mayor contenido y con problemas nuevos”32. § 3. CONCLUSIONES SOBRE LA JURISPRUDENCIA CLASICA. 124. Caracteristicas de lajurisprudencia clasica. Lajurisprudencia clasica se diferencia radicalmente de su predecesora la republicana, y de su sucesora la postclasica, porque representa el periodo del sumo florecimiento de la actividad jurisprudencial. Efectivamente, esta alcanz6' un grado nunca rebasado de creatividad que. se manifiesta en los géneros literarios de las respuestas (responsa), casos (quaestiones) y digestos (digesta), cual se ver4 a continuaci6n. Otro rasgo diferenciador es el aparecimiento y el maximo esplendor del ius respondendi. Latercera y ultima caracteristica estriba en que lajurisprudencia clasica atribuye escasa importancia al estudio ‘teérico, sistematico, sintético, filos6fico e historico del derecho y, al contrario, se vuelca toda ella sobre una consideraci6n analitica, practica, asistematica y casuista del ordenamiento. 29 ors Paul, op. elt., pags. 50y 51: 31 Ibidem, pag. 355. 30 Vicente Arangio-Ruiz. op. cit,, pag. 353, ‘82 Paul Jérs, op. cit, pag. 51. 162 : ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO Expresiones inequivocas de tal atributo son el recelo de un Javoleno en torno a la validez de la teorfa y el temor de un Neracio a que la racionalizaci6n llegue a minar la solidez, seguridad y certidumbre de las normas33. Asomos apenas de un cierto estudio teérico ematico del derecho solo se perciben en el género de las instituciones, v. gr, en las de Gayo, mas ello se debe a que en tales obras, de cardcter puramente diddctico y, en consecuencia, dedicadas a la ensefanza, la necesidad de dar’ a los principiantes pautas tedricas para comprender el ordenamiento se-antepuso a la casufstica.. En el mismo orden de ideas, la obra de Pomponio sobre la historia del derecho y la jurisprudencia, a la par que la sentencia gayana referente a la nécesidad de estudiar los origenes de la ciudad, si se quiere interpretar correctamente la legislacién de las XII_ Tablas34, significan que para la cultura del siglo I el conocimiento histérico es complemento de la interpretacion y parte integrante de la formacién juridica suministrada por medio de la docencia, pero ese conocimiento esta rigurosamente separado de Ja practica jurisprudencial de las respuestas y de la solucién de los casos concretos 0 hipotéticos. De modo, pues, que en la jurisprudencia clasica: se acentiia mas que ‘nunca la tendencia hacia un estudio practico y casuista del derecho. 125. Caracteristicas de la literatura juridica cldsica. No hay solucién de continuidad entre los géneros literarios 0 métodos de trabajo de los juristas republicanos y los de sus colegas clasicos. En estos. desaparece, eso si, la confeccién de formularios propia de la jurisprudencia cautelar. Los géneros, que mas en boga estan y que caracterizan la jurisprudencia clasica, son cinco: las respuestas, los digestos, los comentarios, las obras diddcticas y las monografias. A) El género literario mas cultivado es el de las respuestas (responsa), en que se cdleccionan las opiniones o dictémenes emitidos sobre casos concretos por los juristas provistos del ius respondendi .o carentes de él, como también las soluciones a problemas o casos ficticios, hipotéticos (quaestiones, disputationes), seleccionados generalmente con fines diddcticos. 93 Vid. supra, nums. 48 y 120, * 94 Clr. Gayo D. 1.21 LAJURISPRUDENCIA CLASICA O DEL PRINCIPADO 163 B) Muy afin a las respuestas es el género de los digestos (digesta), los cuales no son otra cosa que las mismas pero sistematizadas segin el orden de la codificacién del edicto perpetuo de Adriano, y adicionadas en ocasiones con referencias a otras fuentes, como leyes y senadoconsultos. Son extensos tratados de profundizacién de todo el derecho: —especialmente el civil y el honorario—- con base en casos concretos. La ordenacién de las materias de acuerdo con el pian del edicto no obedece a ningin otro criterio sistematico o metodoldgico, fuera del de facilitar el manejo de esos tratados. z : ) Los comentarios son libros dedicados exclusivamente a exponer el cimulo ingente de la casufstica. Los temas m4s socorridos son el derecho civil, el derecho honorario y otras fuentes, cual leyes, senadoconsultos y constituciones imperiales. Los comentarios al derecho civil se limitan a glosar las primeras obras escritas sobre él, particularmente los dieciocho libros de Q. Mucio Escevola35 y los tres de Masurio. Sabino, uno de los fundadores de la escuela sabiniana>®, De ahf que los mds destacados juristas intitulen sus comentarios ad Q. Mucium y ad Sabinum. s.comentarios al derecho honorario se reducen a-explicar de manera preferente el edicto del pretor urbano (ad edictum), pero. también se extienden al de los ediles curules en forma de. apéndice, y al de los gobernadores © edicto provincial. Los comentarios a otras fuentes formales del derecho versan “sobre las XII Tablas; sobre leyes posteriores importantes, como la lulia de maritandis ordinibus, la Papa Poppaea nuptialis, la Cincia dé donis.et mumeribus y la Falcidia3’, Sobre senadoconsultos, principalmente el Tertullianum, el Orfitianum y el Silanianum, y sobre las primeras constituciones imperiales. Es preciso resaltar que, a fines del siglo II, aparece la primera compilacién de constituciones imperiales, precedente de una forma literaria muy empleada por la jurisprudencia postcldsica3s. Por tiltimo, rememérese que en la tercera época clasica los comentarios se resienten de un cierto enciclopedismo29. sj D) Las obras didacticas son libros elementales dedicados a la ensefanza del derecho y en ellos, por su afan sistematico-meto- 35 Vid. supra, num, 109. 38 Vid. itra, num. 132. 36 Vid. supra, nur 119.- _89 Vid. supra, num. 123. a7’ Véase el num. 581 164 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO. doldégico, se halla la que pudiéramos lamar mayor semejanza entre la jurisprudencia clasica y la dogmatica jurfdica moderna. El género se conoce con el nombre de instituciones 0 institutas. Mas también con los de reglas, sentencias, definiciones, manuales (regulae, sententiae, definitiones, manualia, enchiridia). E) Las monografias son obras menores en torno a institutos particulares, sin relacién con fuente formal alguna en especial. De indole tal son los escritos relativos a legados, dotes, apelaciones, delitos, penas, como asimismo a competencias 0 prerrogativas de magistrados y funcionarios‘, Los tres primeros géneros (respuestas, digestos, comentarios) deben ser llamados mayores. Todos ellos se basan en casos. Por ello, bien se puede aseverar que la jurisprudencia romana es casuistica jurfdica. Los dos wltimos géneros (instituciones y mo- nografias) constituyen los menores. 40 Vid. supra, 122 OO Capitulo 6 - La jurisprudencia postclasica 0 del dominado (Siglos Hl a V1) SUMARIO Metodolog{a del capitulo: 126. La jurisprudencia post-clasica 0 la decadencia jurisprudencial, Sus causas exégena y endégena: 127-129, La simplificacién de! derecho: 130-165 3.1, La simplificacién det derecho en la época prejustinianea: 132- 142. 3.1.1. La simplificacién de tas Jeges: 132-133. “3.1.2. La simplificacion de los ura: 134-136. 3.1.3. Lasimplificaci6n conjunta de leges y de lura: 137-139. 3.1.4. Las escuelas de'derecho: 140-142. 3.2. La simplificaci6n del derecho en la &poca justinianea: 143-165. 3.2.1, Introduccién: diferencias entre La simpliticacién de las leges el primer. Cédigo Justinianeo | 1 3.22. 323 324 325. 326. 327. (Codex tustinianus) det 529: 148-149. La simplificaci6n de los tura: 1 Digesto o Pandectas (533) 150-154. La simplificacién de las instituciones (lustiniant Institutlones sive Elementa) del 533: 155-158. La nueva simpliticacion de las leges 0 el segundo Cédigo Justinianeo (Codex tustinla- ‘nus repetitae praelectionis) del 534: 159-160. Las novelas justinianeas (novellae) del 535 al 565: 161-163. Evaluaci6n de la obra jUstinianea: 164-165. Apéndice a los capitulos 1, ord. 2.2., 4, 5y6. 1 “Peroracién sobre la jurisprudencia: 166-167. Tabla de juristas romanos, 166 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO § 1. METODOLOGIA DEL CAPITULO, 126. Secuencia sistemdtica. En el presente capitulo nos cehiremos a la sistematizacién que pasa a explicarse. Constard de dos partes: en la primera (2.) se tratard el por qué de la decadencia jurisprudencial; en la segunda (3.), la simplificacién del derecho, acaecimiento en el’ cual se puede sintetizar toda la jurisprudencia postclasica. La segunda parte, a su vez, comprenderé la simplificacién del derecho en la época prejustinianea (3.1.) y la simplificacion del dérecho en la época justinianea (3.2.). De la época prejustinianea se expondré la simplificacién del derecho legal (3.1.1.), la del jurisprudenciai @.1.2.), una simplifi- cacién de ambos (3.1.3.) y el surgimiento de las facultades de derecho (3.1.4.). De la época justinianea se explanardn las diferencias entre la simplificacion justinianea y la_simplificacién prejustinianea del derecho G21), el primer Cédigo Justinianeo (3.2.2.), el Digesto (3.2.3.), las Instituciones (3.2.4.), el segundo Cédigo Justinianeo G.2.5.), las Novelas Justinianeas (3.2.6.) y una evaluacién de ia obra del gran emperador codificador (3.2.7.). § 2. LA JURISPRUDENCIA POSTCLASICA O LA DECADENCIA JURISPRUDENCIAL. SUS CAUSAS EXOGENA Y ENDOGENA 127. La postclasica, una jurisprudencia' simplificadord, no crea- tiva. Hacia la mitad del siglo HI, la decadencia de la labor jurisprudencial es un hecho totalmente cumplido. Con efecto, desde tal centuria en adelante la postclésica se presenta con un rasgo que la diferencia netamente de sus predecesoras, la cldsica y la republicana: es una jurisprudencia carente de creatividad. No crea normas: deja de ser fuente formal; ni produce obras literarias originales: cesa de construit esquemas conceptuales capaces de asir las nuevas realidades juridicas y de reelaborar el dato normativo. Hasta mediados del siglo IIL, la dimensi6n estrictamente juridica de la actividad jurisprudencial habfa tenido dos orientaciones!: una de explicitacién 0 creacién de normas, en la cual hizo hincapié 1. Vid. supra, num. 120. LA JURISPRUDENCIA POSCLASICA © DEL DOMINADO 167 la jurisprudencia de los regimenes tanto mon4rquico como repu- blicano, y otra de creacién de nociones abstractas, en que se concentré 1a jurisprudencia del principado. Ahora bien, la jurisprudencia del dominado carece de ambas. orientaciones y se limita a simplificar, resumir o compilar el derecho, cual se: declarara en su lugar. Las causas de la postraci6n han de buscarse en el ambiente politico-cultural de la época, circunstancia independiente de la Jurisprudencia, y en la contextura interna de esta. La primera, causa exégena, es el declinar de la romanidad (romanitas) o el fin de la cultura antigua en el siglo III. La segunda, causa enddgena, es la ruptura de la jutisprudencia postcldsica con la jurisprudencia, > cldsica. f 128. Causa exogena: el ocaso de la romanidad. La jurisprudencia post-clésica vive en un mundo polfticamente muy convulsionado. Una ojeada a la cronologta? nos convencera de ello: en el 284 Diocleciano instaura la monarqufa absoluta; en el 313 se promulga el edicto de Milan; en el 375 se inician las invasiones barbaras; en. el 395 se fracciona el imperio y en el 476 se produce la caida de Roma. EI siglo III se presenta catastr6fico: el imperio se ve abocado a una ruina en todos los drdenes, ocasionada principalmente por la anarquia militar (235 al 268) y la. pésima conduccién de la politica exterior. 7 Los emperadores-soldados y los demas del dominado no asignan a los juristas —en quienes descansaba de manera preponderante la burocracia imperial— el papel que habfan jugado bajo Adriano, los demas Antoninos 0 los Severos. De consejeros apreciadisimos e independientes que habjan sido, se transmutan en servil artilugio de la voluntad de] emperador de turno. / En el campo de la cultura el panorama no es menos desolador. E infortunadamente la ciencia juridica no hace excepcién. Dentro del decaimiento general de las fuerzas del espiritu se entiende cOmo™la“jurisprudencia también haya dejado de ser creadora. Estaba exdnime. Z 129. Causa endégena: la ruptura con la jurisprudencia clasica. Desaparici6n del ius respondendi y aparicion del derecho vulgar. ruptura con la jurisprudencia clasica se cumple en virtud'de 2. Vid. supra. nums 21 22423 168. ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO dos fenémenos: la desaparicién del ius respondendi y la aparicién del: derecho vulgar. Examinémoslos. A) La base de la jurisprudencia clasica estuvo constituida por el ius respondendi, que comienza a desaparecer a medida que se va afirmando la practica imperial de los rescriptos3. Eran ellos Tespuestas jurfdicas que los emperadores emitian para resolver casos concretos planteados por los particulares. . Tal praxis, que se hizo corriente en el siglo IT y que en el curso del III adquirié extraordinaria amplitud, era esencialmenté el'mismo ius respondendi, con la diferencia de que ya no respondia Ja consulta un jurista sino el propio emperador. La préctica de dar rescriptos, sin embargo, se desarrolla en {intima colaboracién con la jurisprudencia, cuyos exponentes més conspicuos, en calidad de funcionarios (asesores del emperador, miembros de su gonsejo, por ejémplo), muchas veces — no siempre — son los verdaderos autores de las’ decisiones imperiales. Mas ahi ya se encuentra un primer rompimiento con la jurisprudencia clasica, que se habfa particularizado por ser inde- pendiente, responsable, y porque el jurista era un simple ciudadano aun en ejercicio de su actividad dictaminadora. En la primera mitad del siglo III, con la dinastia severiana, desaparece el ius respondendi, ahogado por el auge descomunal de los rescriptos. Los juristas, como tales, en cuanto simples particulares, no pueden, pues, seguir creando derecho y en esto solo pueden’ participar en calidad de funcionarios, como ha quedado dicho antes. Pero también participaci6n semejante desaparece, a comien- z0s del siglo IV, cuando Constantino suprime ex abrupto la tradici6n. clasicista de los rescriptos, tan floreciente todavia en el dominado dioclecianeo. B) El segundo fenémeno, que da al traste con la jurisprudencia clasica hacia la segunda mitad del siglo III, esta representado por la aparicién del derecho vulgar. Pese a que en el dominado o bajo imperio las constituciones impetiales se han erigido en la Gnica fuente formal del derecho, son ellas incapaces de desempefiar tal papel a cabalidad y muchas son las innovaciones que, a falta de una jurisprudencia creativa 3. Vid. supra, num. 95; 4 Con Adriano el tus responilendl habia en- trado en crisis y en obsolescencia. Vid. supra, hums. 116 y 121. LA JURISPRUDENCIA POSCLASICA © DEL DOMINADO 169 como:la clasica, se originan en la costumbre y en la praxis, una y otra forjadoras del derecho vulgar. Eledicto de Caracalla del 212, que habia concedidola ciudadanfa romana a casi todos los sibditos libres del imperio, no produce el efecto de derogar los derechos locales. Continiian estdés en vigor en las provincias, resistiendo con tenacidad a ser suplantados por el romano, particularmente en las regiones orientales del imperio, de lengua y cultura griegas. Los derechos locales, calificados expresamente en las constituciones como costumbres, estan, pues, muy vivos en la época postclasicaS. -Es un hecho ‘irrefragable que, no obstante. la decantada supremacfa de las constituciones imperiales con respecto a toda otra fuente, en el bajo imperio coexiste en la provincia, al lado del derecho oficial emadano de aquellas, un derecho definido en doctrina ‘popular’ o ‘vulgar’, originado en las costumbres locales, el cual no solo sobrevive a la legislaci6n romana sino que aun en ciertas circunstancias inspira notables modificaciones a la misma. Instituciones tipicamente griegas u orientales —como las ‘arras esponsalicias 0 la donacién por causa de matrimonio (propter nuptias)— penetran en el ordenamiento a través de las constitu- < ciones imperiales. La praxis, aplicaci6n del derecho en la vida cuotidiana, ejercié un papel parangonable al de la costumbre en las profundas transformaciones del dominado. En efecto, muchas fueron intro- ducidas por la praxis, ora en el campo de los negocios juridicos (por ejemplo, la importancia enorme que adquiere el documento como forma negocial), ora en-el del proceso (v. gr., el mos iudiciorum). Puesto que en la parte occidental del imperio la romanizacién en la provincia habia sido muy intensa, de manera tal que los derechos locales 0 costumbres no tuvieron mayor vigencia, y en la oriental los derechos helenisticos o costumbres tenfan una estructura similar a la del derecho vulgar nacido de la praxis, débese entender éste como el fruto de la costumbre y de la praxis®. oc numeronnneprofunde. 5° Algunos romanistas afirman que, a partir de Constantino, el_ derecho, ,romano™Teeibe infijo ‘derechos. provinciales, especial “mente griegos. Por consiguiente, la época posteld- ha'sido bautizada por ellos -periodo romano-helgnico’, Posicién fal es exagerada debi- doa que, al lado de la influencia de las costumbres ‘griegas, se dan otros factores que han contribuido en medida no inferior a la-de éstas a la evolucién del orden juridico romano en los sighs TV y V. ~Piénsese;-no- més, eel cristianismo y on tas ‘escuelas ofacultades de derecho del imperioorien- tal. 6 Tantoes.asique en ocasiones se hace dificil, ‘cuando no imposible, separar esos dos componen- tes del orden juridico oriental. La costumbre no es otra cosa que una praxis, préctica 0 uso réiterado ‘que genera convieciGn de obligatoriedad coereible. 2 170 ESTADIO EURO-AFRO-ASIATICO Luego, el derecho nacido de la costumbre y de la praxis.es denominado doctrinalmente derecho ‘vulgar’.y con relacién a 61 se habla de ‘vulgarizaci6n del derecho’ 0 de ‘vulgarismo juridico’. ~ El vulgar es un derecho nuevo que responde a las necesidades y exigencias de la vida. prdctica, pero que difiere del cldsico, el cualen parte no est4 a tono con los tiempos debido a multitud de cambios histéricos ocurridos en los siglos IV y V. De las diferencias entre los derechos vulgar y clasico, la determinante —que en cierto modo las abraza todas— radica en que la vulgarizacién del derecho significa que la adecuaci6n de ste a las nuevas realidades del momento es obra exclusiva de la costumbre y la praxis, sin la tradicional participaci6n de la jurisprudencia, mediante un Pree de reelaboracién simplifica- dora y adaptadora del derecho clasico, cuyos principios ya no se comprendfan a causa de la decadencia de la cultura juridica y de los estudios del derecho en los siglos IV y V. Esto segundo acaecié particularmente en Occidente durante la quinta centuria. Nace asf un derecho que bien puede Ilamarse ‘primitivo’ o precientffico, porque su adecuacién a los tiempos y las innovaciones en 1 introducidas se evan a término sin aquel proceso de reelaboraci6n cientifica del dato normativo, que habfa caracterizado Ja actividad de la jurisprudencia de todas las edades y especialmente de la del principado. En lugar del derecho técnico de los juristas, aparece, entonces, un derecho popular de prdcticos, profanos, empiricos o legos. A principios del siglo IV, las categorias juridicas vulgares penetran en la legislacién imperial bajo Constantino, quien, ademas, habfa abolido la tradici6n clasicista de los rescriptos’. Un tanto més tarde, en el siglo V, la literatura maneja igualmente conceptos vulgares puros. Asi se presentan obras occidentales como las Sentencias de Paulo, el Epftome de Gayo y las colecciones de constituciones, todas ellas recibidas en la interpretaci6n de la lex Romana Visigothorum8, jen la que ya no se perciben vestigios inmediatos del derecho clsico. Por ultimo, desde fines del siglo IV y durante todo el siglo V, la legislaci6n oriental esté penetrada por”el- mundo de Tos conceptos jurfdicos vulgares. 7. Vid. supra-num. 129 8 Vid. infra, num, 139.80 C LA JURISPRUDENCIA POSCLASICA O DEL DOMINADO 171 De consiguiente, el afirmarse, del vulgarismo én la época postclasica presupone la desaparicién de la jurisprudencia y el derecho. clasicos. De ello, he aqui algunas muestras palmarias: . 1°. Desaparecen las finas distinciones del sistema contractual elaboradas por la jurisprudencia del principado, como la clasica distincién entre la compraventa, negocio obligatorio o titulo, y el acto traslativo de la propiedad o modo; aquella se convierte en un simple modo de adquirir la propiedad, al igual que en la época primitiva o arcaica. Ya no se distingue entre propiedad, posesién. y derechos reales sobre cosa ajena. z 2°. Se funden en uno solo los diferentes sistemas —el ius civile, el ius honorarium y el ius novum o extraordinarium? — todavia formalmente distintos en la edad cldsica. 3°. Los antiguos negocios solemnes del ius civile caen en el mas completo desuso. Es el caso de la in iure cessiol0. 4°. Las instituciones basicas del derecho procesal clasico se. suprimen sustituidas por la unificaci6n del procedimiento: el extraordinario deviene ordinario!1, é g _ 5%. La edtilfstica del derecho vulgar se reviste de una retérica ampulosa, que choca a primera vista con la sobriedad, el laconismo y la precisién del orden juridico clasico. Y no menos ajenos a este son el fiscalismo excesivo y la carencia de mesura en la fijacién de la pena, peculiares de las concepciones vulgares. No se-pase por alto que al vulgarismo se contrapone, en plena era postclasica, la tendencia antag6nica del clasicismo, que informa Jas escuelas de derecho del Oriente, a partir del siglo V, manifestada en un renacimiento del estudio entusiasta de los juristas clasicos!2. A guisa de sintesis y epilogo, conchiyase el presente numeral con un aserto, que se ha tratado de demostrar: la ruptura con la . jurisprudencia clasica se -efectha por la desaparici6n del ius respondendi y \a aparicién del derecho vulgar, que configuran la causa endégena productora de la decadencia de la actividad jurisprudencial. - : En fin, la jurisprudencia postclasica deja de ser creadora porque no participa en la creacién de normas, pues est4 desprovista del ius respondendi, y porque no aporta esquemas conceptuales reelaboradores del dato normativo, toda vez que el derecho vulgar inne eiemordinarium es el derecho nuevo 11 Véanse fos num, $88 y 628. introducido por constituciones imperiales que re- solvian una cuestiGn litigiosa 22 NM Nene nen A 10 Vie. intra, num. 358.

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