ANGEL MIQUEL
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, 25 altos de libros de cine en México
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ALEJANDRO OCHOA
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NUMERO 141 . AGOSTO-SEPTIEMBRE 2006 . $40.00 . ISSN 0185-0938
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JORGE MOEDANO
Y PARLEY RASGADO
COLABORACIONES DE
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PrenatSOBRE PABLO RASGADO
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80.
EL PLACER DEL
CINEASTA
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81.
APAGADAS ESTAN
LAS LUCES
(Una apologt al placer
de veréne de hore)
| Roberto Gaia Menta
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UNA CARTA,
LOINVISIBL
UN CINEAST!
PRESENTACION
‘CANASTA DE.
DOCUMENTALES: RE-PENSAR EL CINE.
FICCIONES QU Rodolo Plier
‘TAMBIEN DANPLACER - 93
eva Paniagua
HIPERCRITICO
EINSOLIDARIO
Entrevista con 57. EL PLACER
Jorge Ayala Blanco ELCINEYLACULTURA |" ei * DELEER CINE
esa Tracer DE HOY COMO ANALIZAR 25 afos de libros sobre cine
4 ‘Aleksandra ablonska CINE SIN DEJAR DE, ‘en México (1980-2005)
37 SONREIR, REIR O ‘Ange Ml tai Zavala
CARCAJEARSE 26,
EL PLACER DE YER pe ete
| CINE EN LOS GENEROS
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UN POCO M.
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EL. PLACER DE VER LA GRAMATICA DE,
CINE MEXICANO: ‘ ana Gorell Mateos LA CONTEMPLACION
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1 EN EL CINE Ai GILBERTO.
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SEMscOncmweats AROEDANO:
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‘Aejandro Ochoa Vegay Francisco = DE LA MIRADA CINE ORIENTAL
Harodo Alfaro Salazar ‘Marcos Davison beeing Povtad: Credo
30 H : Nason de Fototecas waPresentaci6n
I placer de la mirada, el gusto de ver peliculas, de gozar del llamado séptimo arte, €5
cl tema de este niimero, que desde muchos puntos de vista nos invita a celebrar los
momentos donde confluyen imagen, técnica, accién, pesadillas, suefios. El cine que
se daa querer; el que entra porlos ofdos, el realizado por mujeres; el de ficciones y
‘documentales, que también dan placer; el que produce sontisas,rsas 0 carcajadas;
yel placer de filma, el que provoca el cine oriental oe! cine de horor; las revists, ls libros y el
Cine; el cine como manifestacién cultural; el cine fantéstico y, en cada pagina, un poco més alls,
el cine nuestro y entre nosotros.
Ha sido un verdadero manjar para los sentidos elaborar esta pelfcula impresa bajo la con-
dueccién de nuestro director huésped, el investigador Lauro Zavala, apoyado por un nut
do grupo de actores de la pluma, la critica, la investigaci6n y €! muy recomendable vicio de
mirar.
Para abrir pantalla, Rosario Taracena contribuye con una alegre, desenfadada y puntual
‘conversacién con Jorge Ayala Blanco, realizada hace doce afios pero tan fresca que nos parece
de hoy, en la que el gran critico echa una mirada a su trayectoria, ena de dardos y pasiones,
justificando su propio dicho de “hipereritico ¢ insolidario
Vienen a continuacién las otras miradas cinefilas, igualmente cereanas, puntuales y fes-
tivas de Vicente Castellanos, José Antonio Valdés Pefia, Catherine Bloch, Alexandra Jablonska,
Radil Miranda, Gabriela Landeros, Karla Paniagua, Rubén Olachea, Adriana Gonzilez Mateos,
Alberto Chimal, Andrés de Luna, José Luis Ortega, Noé Santos y Roberto Coria Monter; un
poema de Lizbeth Padilla y una entrevista-carta de Marta Romo con el cineasta Juan Mora
Catlett. En cuanto alas historias de revistas, tenemos Estudios Cinematagréfice, para repensar el
cine, su historia, sus cemas, su presente desde la cxénica de su editor fundador Rodolfo Pelicz.
Y como obsequioa nuestros lectores, una seleccién de antologia: “El placer de leercine: 25
afios de libros sobre cine en México”, bibliografia reunida por Angel Miquel y Lauro Zavala.
En “Eraguas” tenemos la gramética poética de nuestro contemplativo Gilberto Castellanos
‘yuna colaboracion de Luis Jorge Boone.
Y en nuestros encartes contamos con una bella imagen, “Gines con encanto”, una mues-
‘ta fotogrifiea de nuestros cines llenos de estilo y encanto, muchos ya desaparecidos bajo la
pica del incesante progreso urbano. Y asimismo, contamos con las muestras pictéricas de
Jorge Moedano y Pablo Rasgado, dos j6venes maestros de nuestra plistica
Lector: encienda las luces y arme su pelicula. Al fin de cuentas, ya lo afirmé nuestro 79
clisico particular, “el cine es mejor que la vida”, wiRosario Taracena*
HIPERCRITICO E INSOLIDARIO
|
I
el critico de cine mas polémico en la historia del cine nacional’*
Nunca antes escuckt.a nadie hablar coma él. No sabia que se podia verbalixar de forma
tan cruda nuestra pobreza cultural, que uno podta disentir de forma tan abierta con
Jos grandes gurds dela literatura ni queelofico de critien de cine era algo tan infame en
México. Pero ademas de dejar en claro sus fobias contra ciertas prétcticas del mundillo
cultural, en esta entrevista Jorge Ayala Blanco habla también de como empexé a escribir
su ya clésico ABC del cine mexicano, de cémo gant su famosa demanda contra Arturo
Ripstein y de por qué se dedicé a hacer eritica de cine en lugar de hacer peliculas. La en-
‘revista comienza hablando de sus inicios como crtico a la edad de 20 aos
4zCémo pasé de ser estudiante de ingenieria quimica en el Politécnico a becario del Centro
‘Mexicano de Escritores?
Cuando estudié ingenieria quimica no existia escuela de cine en México, Lo que a mi me
intetesaba desde la prehistoria, desde que estaba en el vientre materno era ver cine y después
hablar sobre cine y escribir sobre cine. Pero no exist nada, Era una industria cerrada y aparte
muy en crisis, malisima, Fue asi que tomé como actividad suplementaria la ingenieria quimi-
a, pero en realidad lo que me interesaba era la otra actividad.
Y toda mi vida ha sido eso, ganar el pan de una cosa y financiarme la actividad que seal-
mente me interesa, que no produce gran cosa. Actualmente sucede lo mismo, vivo de lo
que gino en el CUEC, de investigador nacional, de periodista, pero lo que en realidad me inte-
resaes ver cine y escribir libros sobre cine, por eso tengo que buscar otras actividades. Entonces
el trinsito no fue tal, de hecho ya desarrollaba las dos actividades.
Mi primera critica salié antes de que cuviera 21 aflos, mas la saqué en el peor suplemento
Titerario del mundo que era México en la Cultura, de donde habia salido la gente de Benitez.
Porque todo estaba acaparado por los criticos de esa época. Habia cuates que escribian hasta
cen dos o tres lugares diferentes. Era algo asf como un monopolio. ‘Todos eran hijos de espa-
fioles y nosotros ya no podiamos escribir critica de cine, salvo los cronistas de estrellas. Porque
estaba muy diferenciado: el cronista de estrellas, el reportero de la fuente de especticulos, el
crtico de cine y el ertico de cine serio. La critica de cine serio se hacia en los suplementos
cculturales y en las revistas literarias, Revista de la Universidad, excétera.
Yo clegi el suplemento mas malo del mundo. Era tan malo, que no le decfan México en la
Cultura, sino “México en la costura”. Como no tenfan criticos y yo tenia que escribir, pues
ime dirigfahf. Lo curioso es que puedo decir que ahi me formé, con la ventaja de que, como
nadie sabia nada, no les interesaba lo que yo hacfa; sabfan mas 0 menos que tenta cierta co-
herencia y ya.
En el 65 me dieron la beca, pa
literatura mexicana, trabajaba para el peor suplemento literario del mundo y mi contacto era
‘con la pantalla. Pedi la beca para escribir La aventura del cine mexicano que en ese tiempo no
se llamaba asi sino “Escarnio y pasidn del cine mexicano” y estaba concebido como un ensa
yo histérico que fue lo que finalmente fue. Le cambié el nombre, obviamente, porque era un
titulo pomposo y bergaminesco. Estaba basado en un titulo de Bergamin que se llamaba Barta
ypasitn del hombre invisible.
mi sorpresa, porque yo no tenfa ningén contacto con la
* Bl exto que aqui se present spate de uma serie de entevstas indies ealizadas alos mis destacadoserteos de cine
el pls.
** xp Esa entevista tvo lugar hace doce afos come parte de una investigacin para und tsi deicenciaar a pesar de
cello, nucho de su contenido sige teniendo una enorme vigeneia. Pero esto no necesarameante es bueno, pus puede vee
‘como signo de que cl pas no a tendo mucho desarrollo cultural en los kimos afos. La entevses orginal es mds exten
‘39 fc editada para justarsalas dimensiones de la presente publcaion
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éCémo terminé la experiencia en el Centro Mexicano de Escritores?
Pues abt reali una parte de La aventura del ine medcono, porque el problema esque tenfa
Yyomuchos maestros sow, o sea Arreola y Rulfo, que eran maravillosos, pero eran un perfor:
‘mance para verse. Realmente no me ayudaban porque mi tema no lo dominaban y el ini
coque meayudaba, pues, me planchaba. Bra este viejto, Monterde, Francisco Monterde,
que me regresaba los documentos con garabatos.
e¥ el trabajo en el curc?
Mi experiencia abt fue muy chistosa. Fui con un amigo a preguntar, 6 era maestro ya mf
me interesaba estudiarcine, ya escribia critica, te estoy hablando del ao 64, anes de quepidiera la beca, todavia ni era ingeniero, Entonces querfa estudiar cine, me fui a enterar de
qué onda con el cURC y cuil serfa mi sorpresa que yo queria entrar como alumno y me la
dieron como maestro, Desde entonces empecé a dar clases. Soy el maestro decano del
uC, de los que comenzaron.
En un cuento usted habla de un personaje: Hipereritico e insolidario,
Es para referirme a mi mismo, yo siempre he sido hipercritico ¢ insolidario, condiciones
fundamentales para que no te absorba la realidad.
¥ gqué problemas le ha causado ser asi?
Todos, todos. Desde estar apestado en todos los medios cinematogrificos, bronquearte con
todos tus amigos en el momento en que hac is malas... Porque todo mundo cree
que “porque eres mi cuate, vas a hablar bien”. Esaes la tradicién bufiueliana: “mis cuates,
aunque sean delincuentes, son buenos porque son mis amigos”. Mentalidad de gingster.
“sires mi cuate ya tienes patente conmigo”. Pues no es cierto, situ pelicula es una porque-
ria te lo digo, ysi no aceptas mi critica no mereces ser mi amigo. Con ese crterio los pierdes
‘cada rato y te bronqueas con todo el medio cultural. Pero mejor estar bronqueado con el
medio que es tan pobre en México y que no sirve para nada, Es una carrera de obstéculos,
‘una gran farsa
Terminada ya la demanda con Arturo Ripstein gcomo percibe el suceso?
Gané yo y perdi6 Ripstein, No solamente hizo el peor oso que nadie haya hecho en la
historia del cine nacional, sino que finalmente me hizo promocién, Convirtié en dese se
toda mi vida
ha sic
ganar el pan de una
cosa y financiame
ta actividad que
realmente me
interesa, que n
produce gran cosa
Actualmente
sucede lo mismo,
> de lo que gano
enel cuec, de
investigador
rracional, de
periodista,
que en realidad me
interesa es ver cine
y escribir iers mis libros, que se editan como libros de arte, de sper lujo.
'¥se agotan, se venden como pan caliente, con exe lengua, sin
hacer una sola concesién y con ese precio se venden. Fue un mag
o ardid publicitario.
Qué han significado para usted los cambios de una publica-
cidn a otra, de Novedades a Excélsior, etcétera?
Son diferentes etapas de mi vida. He sido muchas personas, una
después de la otra. Casi dirfa que he sido cinco personas: una La
aventura, otra La bisqueda, ota La condicién, La disoleencia y aho~
raotra que va a salir, que ya entregué a Grijalbo —me apresura-
ron demasiado, me lo eché en dos meses en la computadora— y
se llama La eficacia del cine mexicano. Iba a ser “La eyaculacién
precoz del cine mexicano” pero era, digamos, un poquito agresi-
vo para ciertos lectores.
2Y los diarios?
Los diarios imponen; 0 sea, cuando yo entré a Novedades habia
uuna imposiciGn, podia yo hablar de cualquier cosa menos atacar
peliculas mexicanas, fue lo primero que me dijo el director que
cera Radil Noriega: “Nosotros vivimos de la publicidad, si usted
ataca a las peliculas mexicanas nos quitan la publicidad”, pun-
to. Entonces simplemente no hablaba de peliculas mexicanas.
Para hablar de ellas eseribi un libro que se Hama La aventura del
«ine mexicano, fue magnifico, me dio la pauta. Claro, después me
empecé a trepara las barbas y comencé.a hablar de peliculas me-
xicanas cuando me gustaban o razonaba de una manera muy ele-
gante por qué no me gustaban,
2¥ qué pasé en la revista Siempre!?
Ahi fue diferente, yo trabajé cinco afios en Novedades, puedo decir tema libre, s6lo entre
gaba dos cuartills, ran muy breves las notas y curiosamente me empezaron a leer y empe-
6a hacer amigos. Claro, yo era un chavito al que todo mundo queria patrocinar. Era muy
chistoso, me vefan como un chiquito inofensivo que trabajaba en el peor suplemento y
entonces no habfa problema. Cuando salga la séptima edicién de La aventura del cine me-
xicano mi publicidad van a ser ls frases de todos mis actuales enet
“El Gltimo grado a que puede llegar el lenguaje”, “lo tinico que puedo expresar por el mo-
‘mento es mi mas carfiosa envidia a Ayala Blanco”, Garcia Riera, *;Qué hubiera quedado
del cine mexicano si Ayala Blanco no escribe La aventura del cine mexicano?” Era la pompo-
sidad y la exageracién. Si me lo hubiera crefdo dejo de eseribir, me suicido. Fijate, si es el
tltimo grado al que puede llegar el lenguaje, pues ya la vida no tiene sentido, Me suicido.
igos, jque es una cosa!
Pero usted es un hombre sano.
Si. Pues oye, :qué es eso? Aunque efectivamente no habia nada. Haba catélogos, habfa otras
cosas pero no servian para nada, Y sigue sin haber nada, Incluso un gringo me dijo haceoriatve
Poco: “Oye, i tienes La aventura del cine mexicano pero a mi no solamente me gusta el cine,
‘quiero que me recomiendes libros, porque me interesa la danza, la poesfa, el teatro. 2Dénde
‘esti laaventura del teatro mexicano?