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bia anochecido por completo cuando el Jinete detuvo su caballo, A continuacion gird Su cuerpo y volvi6 la vista atras para comprobar si, tal y como se emia, sus perseguidores habian sido fapaces de seguir su rasiro, Pero no fue capaz de ivisar nada, lo que le tranquilize momenténea mente. Luego llevo su mano hasta sw hombro fzquierdo, advirtiendo que una de las flechas habia cconseguido hacerle un pequeno corte que no deja ba de sangrar. Pero ni aquella herida ni nada de lo que puiera sucedere le asustaba Jo mas minimo desde que formara parte de algo mucho mas importante que su propia vida Aunque la luz de la na era lo dnico eon lo que contaba para guiarse en Ia oscuridad de la roche, é sabia que no podia permitrse perder mas Ulempo, ya que debia seguir cabalgando hasta lle- ga a Atenas. Pero las horas que llevaba a lomos de su caballo, junto con lo que habia sucedido el dia anterior y que le habia obligado a huir para mante- nnerse con vida, constituian una carga demasiado pesada, algo que le hacia cuestionarse si realmente seria capaz de cumplir su misién con éxito. Aunque su corazén comenzaba a encore ante las dudas, el llanto del bebe que llevaba con- sigo le hizo reaccionar recordéndole que na era su vida lo tinico que estaba en juego. Luego aceres ‘aun mais el cuerpo del bebé a su pecho para pro sgerle del gélido viento que soplaba, lo que debis reconfortarle porque, finalmente, dej6 de llora. Mientras recortaba la distancia que les separa- ba de la capital griega, su cabeza no dejaba de pen- sar en que se habia convertido en el portador del mayor secreto que nadie hubiera imaginadlo jamés, mostrabael objeto que levabs oculto bajo y cayo poder habia percibido desde el mismo momento en que lo tuo por primers ve entre sus manos. Y esa hacia que aquel bebé fue persona que mas habia admirado a lo largo de toda st vida, lo que le llevs a espolear con mas fuerza ast faballo mientras vecordaba cada una de las pala bras que habia escuchado de labios del hombre mas valeroso que el mundo habia conocido, del hombre que habia conquistado el mayor imperio sonado,llegando a las tertas banadas por el Indo ¥y-dominando la mayor parte del continente asi 0 pero, sobre todo, del hombre al que habla jura- do fidelidad everna Alejandro, pensaba en cada una de las veces que habia com: Doatido a su lado, Pero abora esos dias parecian muy Irjanos, Aunque todo habia sucedido demasiado ripido, los acontecimsientos le habian hecho parts ‘lpe de un terible seereto por lo que dedicaria su vida no solo a evitar que todo en lo que creta Pudiera desmoronarse, sino a cuidar de aguella ‘riatura que sujetaba junto su pecho y sobre todo, 4 cumplir una promesa, aun cuando tuviers que arviesgar su propia vida para conseguirlo [gas tn ventana de shaban © su mirada en Ia imponente vista del Partenén, Aunque sabia que en su dia fue uno de los edifcios mis bellos y majestuosos de toda Grecia, era incapaz de comprender el interés que actualmente despertaba en los cientos de turistas que acudian cada dia a ta capital griega con la Por st mismos los restos de aquel templo. Noen vano, hacia mas de cuatro siglas que los venecianes habian hombardeado aquella parte de la ciudad, destruyendo parte de aquel eificio y de los que le rodeaban, ego, ¢qué era lo que la gente podia considerar tan fascinante como. para recorrer miles de kilémectos para llegar hasta all? Después de unos minutos, se ale de la venta na y comenz6 a eaminar de un lado a otro de la Ihabitacion mientras acarciaba con stu mano el col- gate que Tevaba alrededor de su cuello, tal y feomo hacia cada vez que tamaba algo. Aunque su padre habia insistido en que no debia abanionar e1 hotel sola, no estaba dispuesta a permanccer todo fl dia en aquel lugar nt mucho menos lamar a la persona que su padre habia previsto para acomapa parla, por lo que se dirigio ala puersa de la habia ‘ion con la intencion de salir lo mas rapido posible de al. Una ver estuvo en la calle, comprobs que cl Alempo era mas caluraso de To que estaba acostum Dada, anadiendo aquel hecho a la lista de cose ppor las que se arrepentia de haber viajado hasta Alli, sin poder olvidar que la idea de visitar Atenas habia sido suya Aunque su madre habia watado de convencer Ja para que se quedara el resto del verano en Macirid, ella habia insisido en viajar hasta Atenas antes de que comenzaran de nuevo las cases pues: fo que aun faltaba un mes para que su padre regre Ademas, aunque le costara recono- de que aquel sara a Espar ‘erlo, tambien allergaba la esperan: Viale pudiera ayudarla a comprender el interés que su padre mostraba por aquel pats ya, que era inca- paz de entender emo un grupo de piedras podia mantener alejado tanto tiempo de Madrid y, por lo tanto, de su familia. Pero, hasta el momento, nada estaba saliendo como ella habia planeado no solo porque habian perdido su equipaje durante el ino porque su padre habia tenido que via jar hasta el norte de Grecia, por lo que debia espe rar dos dias para verte de nuevo, vwuelo, —iGenial! —exclamé al darse cuenta de que habia olvidado coger su mochila, mientras retroce dia sobre sus pasos hasta Negar de nuevo al hotel donde se asegurb de coger un mapa que seialarael amino que debia segulr para llegar hasta. la Acropolis Mientras iniciaba el ascenso ala zona mis vs: tada de aquella ciudad penso en lo que dirfa su padre si descubria que habia decidido recorrer aquellas calles sn la compania de Fidel, cuyo nuime- lefono estaba sobre la mesa de su habita cin del hotel. Pero Iuego pensé que su padre no tenia por qué enterarse, por lo que dej6 aris el jar din Nacional llegando basta la puerta de Adriano rode que marcaba, desde el siglo u, el limite entre la Wieja ciudad griega y la nueva ciudad romana. En In cara de la Acropolis se lela: «Esta es la ciudad de Tesco, la ciudad vieja» mientras queen la otra apa Feca: «Esta es la ciudad de Adriano, no la de Teseor Quien serd ese Tesea? —penso paras Inisma mientias acababa de leer la traduecion de faquellas dos inscripciones en su guia de Atenas, ddejando atras 9 momusmento edifieado en honor a Zeus en cuyo Imargen derecho se encontraba el Estadio Olimpico, que fue construido con motivo de ka felebracion de los primeros Juegos Olimpi Imodernos, realzados en Atenas dos sigs atras. spaz de ser mas rapido que mis arco para llegar hasta tn gigantes- Quien es. ‘manos y adivinar donde est la moneda? —pre {unto una vor cerca suyo que le hizo girarsu cabe 24 para ver quién habia pronunciado esas palabras, ¥y comprobar que procedian de tun muchacho que se apresur6 a colocar un viejo dbolo de plata debe Jo de uno de los tres cubiletes que tenia delante suyo, Luego empez6 a mo nos, primero ‘on staves maniobras que se valvieron més répidas segtin pasaba el tiempo hasta que, finalmente parts su mano de los cubiltes ‘Una pareja que, al igual que Lara, habian seguido los movimientos, se acer al muchacho y coloco un billete junto @ uno de ls cubiletes Levanta ese de ahi —dijo el hombre, seta Jando el cubilete central. Et muchacho, con ina sonrisa en los labs, hizo lo que le pedtan, mos- ttando que no habia nada. —Otra vez seré —dijo el muchacho después de guardar el dinero en el bolso. Lara, que no habia pestaneado durante toelo el tiempo que duro el movimiento de los cubiletes, se aceres al muchacho. }4 moneda ests aqui el cubilew de la derecha —Si estis tan segura, gpor qué no apuestas? € Sug él—, Las postbiidades de acertar han ‘tumentada, Solo quedan dos cubiletes jo quizas no estas tan segura de poder acertar? lara, incapaz de ageantar su pr $0c6 un billete de su mochila y lo puso junto al taubilete. El muchacho sonrié de nuevo y levants el mismo, —iNo puede see! —exclamo Lara— He segut fo todos los movimientos. La moneda deberia festa ahi —anadio mientras una idea comenzaba a tomar forma en su cabeea—. (Eres un tramposo! No hay ninguna moneda, verdad? Pues claro que si —se apresuro a decit él mientras, con un rapide movimiento de manos, L viejo obolo de plata aparecia debajo del cubilete ela izquierda—. No se puede ganar sempre —aa io mientas recogia sus cosas, desapareciendo ins tates despucs entee la gente Lara, que estaba segura de que no se habia quivocado, vio que el muchacho habia dejado junto & ella su dinero, por lo que se apresuro a togerlo de nuevo mientras se preguntaba si lo hnabria olvidado o realmente habia querido devol- Verselo, lo que confimmaria su teoria de que no estaba equivocada ‘Aungue se sintio tentada de perseguir a aquel tmuchacho para averiguarlo,siguié st camino hacia la Acropolis, palabra que significaba wciudad alas, Ya que se alzaba sobre un z2dcalo de roca de eiento

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