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-polémico libro, Lee Edelman propone una nueva ética radical e in- ‘ite desde la teorla queer. Su objetivo principal es analizar la figura -sente det Nifio, que es el eje de las politicas universales del «futuris- “iductivoy. Para Edelman las personas queer, con sexualidades raras ‘arias, podrian enfrentarse a esta idea y ser la encamacién de una antisocial y nareisista que niega el futuro, | futuro, Edelman insta a las personas queer a abandonar las posi -4modas o integradas, y asumir la fuerza de una negatividad que él con Ia ironia, el goce y, en titima instancia, con la pulsién de muerte. Para ilustrar su tesis, Edelman analiza algunos textos clésioos de la literatura, y especialmente dos famosas pelicu- las de Atfred Hitchcock: Con la muerte ‘en os talones, donde el sédico Leonard pisa la mano que sostiene a la pareja (hetero) que esta colgando al borde del abismo, y Los pajaros, con su terror desconcertante y su predileccion por los nifios. © amplia el alcance de la teoria psicoanalitica contemporénea no solo Ye la literatura y el cine, sino también a debates politicos actuales, sematrimonio iguaiitari, la paternidad/maternidad de las personas LGBT mmofobia de los grupos religiosos integristas. - ha abierto un interesante debate en el activismo queer sobre Ia posi- ‘de una politica negativa y las paradojas de una teorla queer antisocial {raordinatio texto de Edelman muestra que la dignidad paradéjica de la aad seria su negativa a creer en un futuro redentor, su apuesta por lo, ‘ale, y por la crueldad inherente a la sexualidad.» Leo Bersani IBIC/ JFSK A coién de Javier Séez y Adriana Baschuk ¢ Edelman Lee NO AL FUTURO vonage Ee D na id AL FUTURO LA TEORIA QUEER Y LA PULSION DE MUERTE No al futuro La teoria queer y la pulsién de muerte Lee Edelman amg ‘BARCELONA - MADRID © Lee Edelman, 2004 © Editorial BGALES, SL. 2014 Cervantes, 2, 08002 Barcelona. Tel: 93 412 52 61 Hortaleza, 62. 28004 Madd, Tel. 91 522 55 99 ‘wwwweditorialegales.com ISBN: 978-84-15899-51-8 Depésito legal: M-7054-2014 © Taaducido por: Javier Siex y Adsiana Basehuke ‘Maquetacién: Cristhaa Gonzalez Disefto de cubierta: Nieves Guerra ‘Imprime: Safekat. Laguna del Marquesado, 32 - Naves Ky L. ‘Complejo Neua. 28021 - Malic Ging torea ce reproccon datebseoncomonicacion public tansformacion de ‘cin gba abo purce er resin con gsutracin dey Ue ao epi previa por I ley. Disjae & CEDRO (Centso espanol de derechos reprogeicn, ‘Sfoecadloorg) deceit fococopa o scanae gia fagmeato Oe ea ob A David Mile, aga amistad, como 1 talento par bo noveleso, porta al mundo, J aquellos con quienes lo compart, sm estle que es lo sig. INDICE Agradeciemientos... 1. El futuro es cosa de nifios 2. Sinthamosexuslidad.. 63 3. La compulsién de la compasién, edie 4, No al futuro 181 NOTA DE L@S TRADUCTOR@S: El/Ia lector/a encontrar en el texto algunos neologismos inventados por el autor de este libro, como socialidad, Fgueal, familial, familiarismo, sinthomosexval, queeridad, destealizaci6n, literalizacién, etc. En aras de la fidelidad a la traduceién, los hemos traducido como tales, como neologismos, en castellano. Otros conceptos como fantasmatico, lo Real, lo Imaginatio, lo Simbélico, jouircanc, siuthome, etc. pertenecen a la terminologia psicoanalitica lacaniana, ‘También hay en el texto numerosos juegos de palabras, muchos con connotaciones sexuales. Hemos traducido los que tienen equivalente en castellano, y Jos que son inttaducie bles los hemos sefialado en notas a pie de pagina, Asimismo encontrar a menudo una sintaxis compleja y extrema que forma parte del estilo de escritura del autor en el original inglés, que imita en cierto modo el estilo barroco y complejo de Jacques Lacan. Javier Stez y ADRIANA Bascttuxe [11] AGRADECIMIENTOS Las siguientes personas han tenido un papel importante en la elaboracién de este libro, Algunas de ellas me invitaron a dar confetencias que mis tarde se convirtieron en capitulos; otras, me planteazon preguntas que afinaron 0 ayudaron a clatificar sus contenidos. Algunas de estas personas me ayudaron a pre- pparar el rexto y las imagenes utilizadas pata ilustratlo, y otras fueron de gran utilidad en la edicién y el disefio de este libro que ahora se publica. Y otras, lo sepan o no, me dieson el valor de llevar estas ideas tan lejos como fuera necesario, Todas ellas, cada una a su manera, me dieron esa compaiia intelectual sin Ja cual un proyecto como este no se habria mantenido. Es tun placer citar aqué sus nombres y reconocer su importancia cen esta obra: Richard Allen, Nancy Armstrong, Matthew Bell, Courtney Berger, Lauren Betlant, Leo Bersani, John Brenk- ‘man, Judith Brown, Amy Ruth Buchanan, Oliver Buckton, Bonnie Burns, William Cain, Robert Caserio, Jane Chance, Rey Chow, Douglas Crimp, And:ew Cunningham, Sheila Emerson, Diana Fuss, Jane Gallop, Marjorie Garber, Jonathan Goldberg, Sam Ishii Gonzales, Ellis Hanson, Jonathan Gil Haris, Sonia Hofkosh, Judith Hoover, Barbara Johnson, Elizabeth Langland, ‘Kate Lothman, Robctt K. Martin, Pamcla Matthews, Madhavi Menon, David McWhirter, Helena Michie, D. A. Miller, Leland [13] ‘Monk, Michael Moon, Paul Morrison, Mary Ann O'Farrell, Joe Parenteau, Donald Pease, Frances Restuccia, Valerie Roby, Eve Kosofalcy Sedgwick, Ashicy Shelden, Catharine Spencer, Henty Turner, Rebeca Walkowitz y Ken Wissoker. Una menci6n especial de agradecimiento para Alan, Etica, Larry, Joni, Leah, Avi, Sam, Greg, Doug, Brian y Ben, Lo quic- ran o no, también son parte de este libro, ‘Mi denda con Joseph Litvalc entra en una categorfa especial, y sigue aumentando mis alli de mi capacidad para pagala. Su generosidad, tanto emocional como intelectual, mejora cada ‘cosa que toca, y me consideto especialmente afortunado de poder disfrutarla tanto. ‘También me gustaria agradecer al consejo de administracién del Tufts College por pattocinar el afio sabiitico durante el cual me dediqué a terminar este libro. También quiero agradecer a ‘Susan Ernst, la decana de Arte y Ciencias, por aportar los fon- dos necesarios para pagat las imigenes que aparecen en el texto. Los capitulos siguientes, en diferentes formatos, y en todos los casos mas breves, han sido ya publicados. Agtadezco a los editores el darme su permiso para incluirlos aqui. El capitulo 1 fue publicado, en una versién anterior, como «The Future is Kid Stuff: Queer Theory, Disidentification, and the Death Drives, en Narrative (enero 1998). Una gean parte de lo que aparece ahora como capitulo 2 fue publicado originalmente como «Sinthom-osexualityy en Austhetes Subjects, editado por Pamela R. Matthews y David MeWhister; derechos de autor de 2005 son de Regents of the University of Minnesota. Reeditado con el petmiso de Uni- versity of Minnesota Press. La mayor parte del capitulo 4 fue publicada originalmente en Alfred Hitchoock: Centenary Essays, editado pot Richard Allen y S. Ishii Gonzales (BFT, 1999). (14) eAcaso no hay algo en el discusso del psicoanilisis que nos sugiece que toda substancia, toda persistencia del mundo como tal debe ser abandonada? Jacques Lacan Seminario 20. Ain Si, yo estaba pensando: vivimos sia un fanuro, Esto sf que es raro [queer Viner Wooie Diario de sma eseritora [15] 1. EL FUTURO ES COSA DE NINOS Durante la primavera de 1997, antes de que el ataque de la ), esa retérica estaba reconociendo que en este tema, como en una banda de Moebius ideol6gica, solo estaba permaitide un lado, Este «auto- evidente» unilateralismo —Ia afirmacién de un valor no cues- tionado porque es obviamente incuestionable, como el de la inocencia de El Nifio, que necesita de nuestea defensa— es precisamente lo que distingue los anuncios de servicio pablico del discutso pattidista de la argumentacién politica. Peto yo sugieto, ademis, que es eso lo que hace que este anuncio sea tan optesivamente politico. Politico no en los términos parti- distas del experto en medios de comunicacién, sino politico en un sentido mucho mis retorcido:|politico en la medida en que Ia fantasia subyacente a la imagen del Nifio moldea inva- tiablemente la légiea con la que lo politico mismo debe ser pensado, Esta légica nos empuja, en la medida en que nos consideramos politicamente responsables, a someternos a un marco de debate politico —y, en realidad, de terreno polt- tico— definido en los términos de lo que este libro denomina _fituriswo reproductive: términos que imponen un limite ideolé- {ico al discurso politico como tal, preservando en este pro- [18] El futuro es cosa de nifios ceso el privilegio absoluto de In heteronormatividad al hacer impensable la posibilidad de una resistencia queer! ante este rineapio organizador de Ins telaciones colectivas, dado que la deja faera del terreno politico. De este modo, la politica, por muy radicales que sean los medios con que determinados electores intenten producir un orden social mas deseable, permanece conservadora en el centro porque esti operando pata afirmar una estructura, para autentifcar vo. orden social que intenta después transmitir al futuro en la forma de su Nifio interior. Ese Nifio se mantiene como un hotizonte perpemo de cada politica reconocible, como el beneficiario fantasmético de cada intervencién pole tica, Incluso quienes defienden el derecho al aborto, cuando promueven la libertad de las mujeres a controlar sus propios cuerpos pot medio de la elecciéa reproductiva, a menudo enmarcan su lucha politica en una copia de la de sus enemigos Aantiabortistas como una «lucha por nuestros nifios, por nues- tras hijas y nuestros hijos» y, por tanto, como una Incha por el futuro. En este caso, zqué significaria uo estat aluchando por Jos nifios»? es ‘ronindamente descartado: es decir, legibles como solo «unas defensas prtéticas y frégiles para sostener nuestras ruinas» gCémo poddamos earactetizat mejor el proyecto nartativo de ‘Hijas de los hombres, que termina, como cualquiera que no haya nacido ayer seguramente se imagina desde el principio, con la renovacién de nuestra mosibunda y estécl raza mediante el ‘ilagro del nacimiento? Tal como sefiala Walter Wangesin Jr. fen su resefia del libro para The New York Times, cuando da su aprobacidn en una frase delicadamente colocada entre la des- cripcién y la puesta en acto de la ideologin proprocreativista de Ia novela, después de todo, «si hay un bebé, hay un futuro, hay jedenciém." Sin embargo si no hay minyin iebé, y por tanto 0 ‘hay fitury, entonces la condena debe caee sobre el fatal engaiio [32] El futuro es cosa de nifios de los disfeutes estériles y narcisistas, entendidos como intiin secamente destructores del significado, y por lo tanto como resporisables del fin de In oxganizaci6n social, de la realidad colectiva e, inevitablemente, de la vida misma, ‘Dado que la autora de Hijas de as hombres, como los padres de los hijos de la humanidad, sucumbe totalmente a e3e narci- sismo —omnipresente, autocomplaciente y estratégicamente no teconocido— que anima al pronatalismo, no nos sot- ptende lo mas minimo que el nartador, cuando se enfienta f su fatuco sin faruro, lamente, com lo que podriamos llamar una actitud hetero, que «el sexo totalmente sepatado de Ia procreacién se ha convettido en algo acrobitico y sin sen- tido»."® Lo que por supuesto es como decir que In prictica sexual seguini-alegorizando las vicisitudes del significado, y que la coartada especificamente heterosexual de la necesidad reproductiva oscuzece la pulsién mas allé del significado, con- duciendo la maquinaria del sinsentido sexual: es decir, siempre que el hecho biolégico de ls procreacién heterosexual sea Jo que otorgue el marchamo de produccién de significado a las relaciones hetero-genitales. Porque el Nifio, cuya mera posibilidad basta para arrebatarle la cruda verdad al sexo hete- jrosexual —imptegnando Ia heterosexualidad con el firuro de a significacién al conferile Ia carga cultural de la foturidad Ssignificante—, figura nuestra identificacién con una iden- tidad que esti siempre a-punto-de-realizarse. Se niega asf la constante amenaza al orden social del significado inherente a la estructura del deseo Simbélico que nos empuja a perseguir la realizacién por medio de un significado incapaz, en tanto gue significado, de zealizarnok, o de set realizado, porque es inca- paz de cerrar ese hueco én la identidad, la divisidn hendida pot cl significante que «el significado», a pesar de si mismo, significa. (33] No al futuro Las consecuencias de esta identificaciéa del Nifio y con el Nifio como el emblema principal del fin motivante, aunque zea poapucsro indefinidamente, de toda visién politica come sina vision de la futuridad, debe wenesse en cuenta en la definicién de una politica oposicional queer. Porque la nica queeridad que Jas sexualidades queer podrfan aspirar a significa naceria de su oposicién decidida a esta estructura subyacente de lo politico, cs decir, su oposicién a esa fantasfa rectora segsin la cual se logrard una clausura Simbélica uniendo la identidad y la Fatu- tidad con el fin de realizar el sujeto social. Los conservadores reconocen este potencial radical (lo que también significa que seconocen esta amenaza sadical) de la queeridad mds clatamente / que los liberales porque los conservadores imaginan por ade-_ lantado Ia ruptura sistemética del tejido social, mientras que los| liberales se aferran de forma conservadora a una fe en sv il mitada elasticidad. El discurso de la detecha, por tanto, tiende a una mayor sensibilizacidn (y a una mayor insistencia) de la literalizacién de las légicas figutales que diversos sujetos socia- les estén prestos pata habitar y promulgar, légicas que desde un punto de vista «acionaly reducen la identidad individual a una generalidad estereatipada. Por otro lado, el discurso de la izquietda suele entender mejor la capacidad de lo Simbélico pata adaptarse al cambio, desplazando esas légicas en Ia histo- sia, como el despliegue inevitable de la secuencia natcativa, Es decir, la derecha entiende mejor los aspectos conflictivos inhe- rentes.a las identidades, el peligro constante que representa la alteridad, la angustia psiquica con que se viven las identidades; pero la izquierda reconoce mejor la persistente reescritura que hace la historia de estas identidades con la esperanza en que los limites de la identidad munca estén fjndos del tado. La izquierda en esto siempre acierta, desde el punto de vista privilegiado de la raz6n, peto lo que deja en la sombra su razo- [34] El futuro es cosa de nifios namiento es la oscuridad inseparable de su luz: la estructua defensiva del ego, la tigidez de la identidad tal y como la vive el sujeto, y la fyactén de la telacién imaginaria pot medio de la cual nos (re)producimos a nosotros mismos, Este conservadu- rismo del ego lleva al sujeto, ya sea politicamente conservador © liberal, a susctibir como el significado mismo de la politica el furutismo reproductivo, que perpettia como realidad un encuadre de fantasia que intenta asegurar la supervivencia de Jo social bajo la forma imaginaria del Nifio. Por ejemplo, veamos una situacién local de la guerra actual contra el aborto, No hace mucho, en un rincén de Cambridge muy visitado, en Massachusetts, los opositozes al derecho legal al aborto colocaton en un espacio de anuncios alquilado un cartel con la imagen de un feto al término de la gestacién, de la talla de un hombre adulto, con la frase: «No es una eleccidn; es , un nifio». Barbara Johnson, en un brillante andlisis de este tipo de polémicas anti-abortistas, ha demostrado cémo se toman prestados y se generan tropos que estén animados por la perso- nificacién del feto,lo que determina anticipadamente la respuesta ala pregunta juridica de su cualidad de persona, ya que se usan para aludir al feto los mismos términos de la pregunta." Por lo tanto, en ver de intentar deconstruir esta instancia retérica particular (¢s deci, en vez de sefialar, por ejemplo, ln yuxtaposi- cién del pronombre «ello» (.” ‘Rhora amplio esta propuesta, y sugiero que las sexvalidades Gees, que son inseparables de la emergencia del syjeto en to /Gembalico, mazcan et lugar de ese hucco donde lo Simbélico |e enfienta 2 lo que sv iscurso es incapaz de saber, es deci, | Gue es también el logar de una joisane de In que nunca puede | AXCapat. Como figura de lo que no puede articular ni reconocer fotabnente, Io queer puede proveer al Simbélico de una espe- tse de guisnia necesati, que apazenta dat un nombre a es0 {que en tanto que Real, permanece innombrable. Pero el rep Ho's esta identidad figural, al mostrar wna fe liberal en la uni- crrcalidad abstracta del sujeto (aunque asi se logre una mejor Timplacign de derechos a quienes atin se les niegen), debe, e aon a cinilar, wanquilizas al avalac una cohezencia perfecta de {a Simbélico, cuya narrativa dominate puede asi reemplazar Ih Foerea cottosiva de la ironia queer. Sila diferencia abyec- fads de lo queer esegura la identidad de la normatividad, la ser atoracion que hace lo quect de esta diferencia afiema la edad cingular de la normatividad, Cada rechazo del estatus Fpgotl, al que son lamados claramente los quees, reproduce [50] El futuro es cosa de nifios cl triunfo de la nartativa como la algorizacién de Ia itonta, como Ja lagica de una temporalidad que sirve siempre pata «ponerlo todo otra vez en order 0 cenderezarlo» (heterosexualizarlo™), y proclamar asi la universalidad del futurismo reproductivo. ‘Tales rechazos performan o ponen en acto, a pesar de si mis- mos, un sometimiento a la ley que impone de forma efectiva a la politica como el tinico juego posible, pidiendo como pre- cio de admisiéa la (hetero)normalizacién del sujeto, que es conseguida, independientemente de Ia practica sexual o de la cotientacir» sexual, por medio de la abjuracién obligatotia de Jo queer que niega el futuro. Se ditia que desde dentro de esta estructura el Simbélico solo puede ganar; peto esto supondtia ignorar el hecho corre- lativo de que también solo puede perder. Porque la divisién cen la que se apoya el sujeto nunca puede ser apresada, y el otden significante siempre necesitaré de produccién de algiin depésito figural para el exceso que impide su realizacién final del Uno. En.un i itico-cuya limite y horjzonte es el futurismo reproductivo, la_queeridad encarna esta pulsién de TE, et on esta jnisranceintzansigente, al figurar una implicacion je-tr-sexunlictact en 16s empujes si de esta Al desidealizar To metafarico del significado « = ee | la hetero-reproducci6n, la gueridad muestra que la sexualidad estitinevitablemente coloreada por la pulsién: su insistencia en la repeticién, su obstinado rechazo de la teleologia, su sesisten- cia a las determinaciones del significado (excepto en la medida en que signifique este rechazo a admit tales determinaciones de significado), y, sobte todo, su rechazo de la espititualiza cién del fururismo reproductivo por medio del matrimonio. “ii. Joogo de palabeas con sinagit recto, ordenado, pero también heterosexval (51] No al futuro La queezness como nombre puede muy bien reforzar el orden Simbélico del nombras, pero a su vez nombra a lo que tesiste, ‘como significante, la absorcién en la identidad Imaginaria del nombre. Vacia, excesiva e irreductible, designa la letra, el cle-| ‘mento formal, la maquinaria sin vida responsable de animar el «espitituy de la fusturidad. Y como tal, como un nombre para Ja pulsida de muerte que siempre informa al orden Simbélico, también nombra a la jouissance que impregna al orden Simbé. lico mismo, a pesar de estar prohibida por él. ‘Al negar nuestra identificacién con la negatividad de esta pulsidn, y por tanto nuestta desidentificacién con la promesa de fututidad, aquellos de nosotros que habitamos el lugar de lo queer podemos desptendernos de Ia queeridad y acceder a Ja esfeta politica propiamente dicha, pero solo desplazando la carga figural de la queeridad a otzo, Después de todo, la posicién estructural de la queeridad permanece, y también la necesidad de llenatla. Sin embargo, si elegimos aceptar esa posicién, asu- miendo la «verdad» de nuestra capacidad queer pata figuear la ruina de lo Simbélico, y también al sujeto Simbdlico, pode- mos emprender el proyecto imposible de imaginar una pos- tura politica oposicional exenta del imperativo de reproducit la politica de la significacién (la politica destinada a cerrar ese ‘hueco que abre el significante mismo), que solo puede devol- ‘vernos, por la via del Nifio, ala politica de la reproduccién, La vvisidn liberal de la sociedad, que parece conceder un lugar a Jo queer, tampoco aprueba mas que la derecha conservadora esa resistencia al futurismo que supone la qneeridad, es deci, la (qerridad de lo quect. Mientras que la derecha imagina la elimi- nacién de los queet (0 de la necesidad de asumir su existencia), Ja izquietda climinaria la queridad iluminindola con la serena luz de la raz6n, esperando asf mostrarla como un simple modo} de exptesién sexual libre de esa coloraci6n que todo lo invade, [52] El futuro es cosa de nifios que es la formacidn determinante de fantasfa, que parece pre- sagiat (¥ no solo para la detecha) la ruina del orden social y del blanco de todas las miradas, el Nifio. La queeridad por tanto’ llega a no significar nada para ambos: pata la detecha una nada siempre en guerra contra la positividad de la sociedad civil; pata la izquicrda, nada més que una prictica sexual que nece.. sita ser desmitificada, Pero esaquidonde laraz6n debe fracasar.Lasexualidad techaza Ja desmitificacién del mismo modo que lo Simbélico techaza lo queer; ¥ ello es asi porque la sexualidad y el Simbélico se con- vierten en lo que son en virtud de esos rechazos, Izbnicamente (y ya he comentada que la ironia ha caractetizado siempre a la teo- ria queer) Ia desmitificacién de la queeridad y, pot extensién, de Ja sexualidad mistna, la desmitificacién inherente a la posicién de Ia racionalidad liberal, solo podtia tealizarse atravesando la fantasia colectiva que inviste al orden social con significado, por medio del futurismo reproductive, Tomada al pie de la Tetra, la xazén absttacta del liberalismo, al rescatat a la queeridad para lo social, disuelve, al igual que la queridad, esos mismos fundamentos en los que se basa lo social, al deshacerse de esas fantasias libidinales subyacentes que lo mantienen. Después de todo, mas allé de Ia resonancia de la fantasia, no hay ni ley ai raz6n, En ese ms alld de la desmitificacién, en esa neutral, democxitica literalidad que marca el faturismo de la izquierd2, solo podemos encontrar un desmantelamiento queer del fatu. tismo mismo como fantasla y una destealizacién del orden del significado que el fututismo reproduce. Determinada en el fin (20 los finales) de lo social, la queenidad insiste en sefialar que la pulsién ditigida hacia ese fin, que el liberalismo rechaza imagi- nat, nunca puede ser excluida de la fantasfa esteucturante del orden social mismo, La sacralizacién ‘del Nitto necesita por tanto el sactificio de lo queer. [53]

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