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(Bi momesia iustiado.1 Quienes soto quisieran aprender a leer, debian abonar un peso fuerte por mes, y dos para leer, escribir y contar. El maestro José también aceptaba pupilos “corriendo de su cuenta toda mantencién y asistencia, excepto el lavado” por una onza al mes. Fervor de Mayo En 1810 se inauguré en el Rio de la Plata un nuevo estilo politico, destinado a satisfacer exigencias ideolégicas también nuevas. Para Oscar Teran, el esfuerzo por significar ja Revolu- cién de Mayo tenia entre sus desafios pensar una revolucién “que nacié sin teoria”. Halperin Donghi refuerza esta imagen afirmando que la gesta de Mayo es una “revolucion que se hace de simisma”. Si adscribimos a esas posiciones, {cual fue el peso que las ideas ilustradas tuvieron en el proceso independentista? Como mencionamos al comienzo de esta leccién, es importante matizar la idea de cambio que trae aparejado el discurso ilustrado. Agreguemos aqui que las transformaciones sociales no tienen una tinica explicacién, sino que estan determinadas por muiltiples factores. En las ditimas décadas del siglo XVIll, la independencia norteamericana primero y ta revoluciGn francesa des: pués, contribuyeron a conmover los cimientos del antiguo régimen europeo y trasatlantico. Sin dudas, e! hecho desencadenante fue ia invasién napoleénica a la peninsula ibérica, en 1808, ue culminé con ta sustitucién de Fernando Vil por José Bonaparte. Pero el destino de las colonias americanas no sdlo se jugaba allende el océano. Las ten: siones entre criollos y espafoles iban en aumento, principalmente, por las enormes dificuttades que tenian los primeros para acceder a los cargos de la administracién colonial. Para José Luis Romero, esas tensiones condujeron a que, hacia finales del siglo XVIll, se sobreimprimieran en América dos proyectos de ciudad antagénicos: la ciudad hidalga, organizada en torno a un efi terio juridico que establecia desigualdades entre los blancos y el resto de los sectores sociales inegros, mestizos. extranjeros, indios) y la ciudad criolla, que postulaba la igualacién juridica entre crioltos o hijos de espafoles nacidos en América y espafioles europeos. En ese contexto, la recepcién de! movimiento de la ilustracién encontré en los criollos un publico interesado en conocer, debatir y difundir sus ideas. El sujeto criollo desempené un papel central en los acontecimientos que se desencade- naron a partir de 1810. Seguin Dardo Scavino, el criollo presentaba una ambivelencia afectiva Es el aliado de ios conquistados en la recuperacién de sus tierras y el descendiente del con: quistador en su linaje”; cuando se las escucha, incluso en los discursos educativos, “hay que constatar quien estd hablando: si el americano 0 el hijo de espafioles, si el nacido en América © el oriundo de Europa, si quien defiende su tierra 0 quien venera a sus ancestros”. Cuando los criollos hicieron suyos los intereses de los americanos, priorizaron la “hermandad de suelo” y contribuyeron a interpretar y elaborar un relato que Scavino denomina “la epopeya popular americana”: en cambio, cuando se auto-percibian como “espafioles americanos”, sus reflexio- nes tematizaban la “novela familiar del criollo”. Esta es, para Scavino, la contrariedad irresoluble presente en el discurse criollo. éPor qué traemos a colacién esto? Pues porque en los siguientes apartados abordaremos jas ideas de dos criolios que se colocaron al frente del proceso revolucionario, promoviendo la 65 BRE HALT Arata - Mario 2 2:t Ft Se Wey creacion de instituciones culturales y educativas. Junto al obispo José Antonio de San Alberto, Mariano Moreno y Manuel Belgrano desarroliaron sendos idearios educativos para desandar una época de transformaciones, polémicas y fuertes contrastes. Se trata de posiciones que presentan puntos de convergencia, como el fortalecimiento de los vinculos entre educacién y trabajo, y puntos de divergencia, como los que se pueden verificar en los nuevos usos politicos de la educacién y la transmisién de la cultura. Educacion, religion y retorica ilustrada Hacia el final del siglo XVIII, hubo quienes proponian una renovacién educativa de signo conservador. Las Cartas Pastorales redactadas por el obispo de Cérdoba del Tucumédn, José Antonio de San Alberto, entre 1778 y 1790, resumen esa posicién. A través de esas misivas, San Alberto elaboré una imagen de la situacion en el Virreinato del Rio de la Plata bajo el signo de un fuerte deterioro cultural y moral. gCudles eran esos males y cémo remediarlos? Seguin el obispo, los tres mayores males que aquejaban algunas regiones de la colonia eran “ia falta de una verdadera religion, de una educacién cristiana y de una ocupacién honest". El obispo atriouia a la extensién territorial la principal dificultad para desplegar acciones educativas. Las enormes distancias entre los parajes poblados impedian que sus habitantes incorporasen habitos de trabajo o se preocupasen por la educaci6n de sus hijos: “Acabamos de visitar y ver nuestra numerosa feligresia, esparcida en seiscientas Gi ochocientas leguas, y dividida en cincuenta y ocho Curatos. [..] Toda esta extensi6n la ocupan de trecho a trecho los feligreses, viviendo en casas pobres, reducidas y separadas unas de otras” Al problema de la distancia, San Alberto agregaba tres dificultades mds: en primer lugar, “la de hallar preceptor con aquella ciencia, conducta y calidades, que son tan precisas para ensefiar a nifios”, ya que "En el campo no abundan estas gentes, o bien no querrian abandonar sus ocupaciones para desenvolverse como preceptores”. El segundo impedimento tampoco resultaba menor: “si se hallase un Preceptor. faltarian los arbitrios y un salario correspondiente Su trabajo”. Si fuesen vencidas estas dos dificultades, el tercer problema consistia en definir “el lugar 0 paraje donde haya de establecerse esta escuela con alguna comodidad, para que puedan concurrir diariamente los nifios". Una vez superados estos problemas, la obra educativa debia apuntar a reafirmar las bases morales y espirituales sobre las que descansaba la autoridad det Rey. San Alberto enten- dia mejor que nadie que, mientras los vasallos viviesen en un estado de aislamiento, no pod esperarse de ellos amor y respeto hacia la figura del monarca. A través de sus Cartas Pastora- les propuso una renovacién del contrato pedagégico colonial, sobre la base de una aceptacion voluntaria y consciente a la autoridad de! monarca por parte de los vasallos. La via elegida para coneretarla contuvo elementos que expresaban una cierta renovacién de corte ilustrado (por ejemplo, el empleo del castellano en sus escritos en lugar del latin, o el fomento de la ensefianza de los oficios mecdnicos), articulados a una ortodoxia sin quiebres; condensando elementos de dos universos discursivos: la concepcién de la educacién ligada a la formacién del vasalllo y el repertorio de ideas educativas de cufo ilustrado. 66 (Ef vomiemte musteado..1 En efecto, San Alberto no sélo se preooupaba por el lugar que debie caberle a la ense- fianza de los preceptos cristianos, sino por el lugar asignado a la formacién en oficios mecani- cos. El mismo preguntaba qué opulencia 0 felicidad no pueden esperarse en una ciudad, en una provincia, en un reino. donde estan florecientes las artes, la agricultura, el comercio y el tréfico de gentes que lo habitan? Pues todo ello se halla donde los jévenes, desde sus primeros afios, se aplican a la honesta ocupacién de un oficio. El obispo sefialaba en sintonia con otros hombres ilustrados de la peninsula ibérica, como Jovellanos y Campomanes~ que la ociosidad era la fuente de ias desgracias sociales y que urgia disponer de todos los recursos para erradicarla. Para combatirla, no dudaba en apelar a un lenguaje cargado de metaforas biblicas: "La mano débil y ociosa, dice el Espiritu Santo. causa pobreza y necesidad, asi como la fuerte y laboriosa produce abundancia y felicidad”. El eje puesto en el trabajo productive y el combate contra la aciosidad: he allf el factor ilustrado més saliente de su discurso. Ademés, en las Cartas Pastorales, San Alberto incluyé las constituciones para la creacion de los Colegios de Nifios y Nias huérfanos y la redaccién de un Catecismo Civico para ser ensefiado en las escuelas de primeras letras. A través de estas instituciones, buscaba cifundir un nuevo modelo de ensefianza de la fe iluminada por ia razdn. La fundacién de dos Casas de nifias huérianas (1782-1783) en las ciudades de Cordoba y de Catemarca fue su obra educativa mas importante. La instruccién estaba dirigida @ que “las nifias 6 nifios criados en esas casas, después de saber las obligaciones, que por Christianos deben a Dios, aprendan también las que por vasallos deben a su Rey”. Los nifios que formasen parte de estas Casas y que. a juicio del rector y maestro de la Casa sobresaliesen, serian enviados a estudiar al Seminario. A los que “no fueren de tanto talento”, se los retendria en la Casa hasta que aprendieran perfectamente la Gramatica. Finalmente, a los que no demostraran aptitudes para las letras, se los destinaria al comercio, ubicandolos en la tienda de un mereader 0 de un comerciante. En las constitucio: nes se reglamentaba la aplicacién de los castigos corporates: “No dudamos que el castigo se hace preciso muchas veces para la crianza y educacién de los Nifios, pero al mismo tiempo queremos y exhortamos al rector y Maestros que quando usen de él, sea atemperdndolo con mucha misericordia”. Las constituciones le sugerian al director que explorase otras alternativas “como es la reclusién, el cepo, la privacién de pitanza o la separacién del trato de los demas” Si con ello el nifo no escarmentaba, debia darsele noticia al obispo, quien tomaria las medidas correspondientes, “pues no es raz6n permitir en este pequefio rebario del Sefior ovejas rofiosas, capaces de inficionar y perder a las demas" La fuerza de la industria La figura de Manuel Belgrano convoca la atencién por razones que convergen en un punto central de nuestra tradicién pedagégica: la importancia que otorgaron sus escritos a la educacién de los distintos sectores que integraban la sociedad colonial. En un ambito que habia estado fuertemente subordinado a los debates de la cultura catélica. Belgrano introdujo 67 Arata - Mano | una serie de propuestas inéditas relacionadas con el desarrollo de la agricultura, ta industria y el comercio, el mejoramiento de las escuelas de primeras letras y la ampliacién del derecho al acceso a sectores marginados de ellas. eDénde radicabe el interés que demostré Belgrano por la educacion? Es posible atribuirlo a la renovacién de las ideas que produjo la corriente de pensamiento ilustrada? Y si no fuera asi, gd6nde se forj6é aquella sensibilidad? Un rasgo central del ideario educativo belgraniano fue el de ubicarse entre dos tradiciones culturales y educativas. Por un lado, Manuel Belgrano efectué en sus escritos duras criticas a la educacién escoldstica por “estar vendiendo doctrinas falsas por verdaderas. y palabras por conocimientos”; por el otro, sugirié que no existia —para los maestros— objeto mas digno de ensefianza que “los fundamentos de nuestra Santa y Sagrada Religion en una sociedad como la nuestra, donde todos profesamos la misma Religion”. gSe trata acaso de una contradiccién entre ideas ilustradas y preceptos religiosos? Su formacién intelectual estuve marcada por la importancia cada vez mayor que tuvo la economia politica en la ensefanza superior hispanoamericana. La primera experiencia en este sentido data de 1784, cuando se inauguré la cétedra de Economia Civil en ia Sociedad Econd: mica Aragonesa. que a partir de 1787 se implementé en la Academia de Leyes de la Universidad de Salamanca. El periodo en que se dicté esta Ultima coincide con la estancia de Belgrano en aquella ciudad. Alli, Belgrano tomé contacto con las ideas de economia politica que ensefaba uno de sus principales promotores, Ramén de Salas y Cortés. Segtin Pastore y Calvo. a lo largo de cinco cursos, el catedratico se propuso incorporar en Ia ensefanza “una dimensién histérica del derecho explicando y ensefiando en ella la Economia Politica y la Practica Forense. con el propésito de instruir y formar politicos Al retornar a Buenos Aires, Belgrano se desempeno como secretario del Consulado du rante 16 afios, entre 1794 y 1810. Su funci6n consistia en velar por el desarrollo econémico del Virreinato, lo que le permitié poner de manifiesto un programa de gobierno ilustrado tenida por las premisas de la economia politica. Esas ideas, difundidas través del Correo de Comer cio —diario del que fue cofundador— y de las Memorias Anuales. aportaron a ta configuracion de una nueva concepcién del desarrollo productivo y moral de la patria. Pero la materiatizacién de esas ideas no resulté una tarea sencilla y la aceptacin que elas tuvieron debe ser ligera mente matizada. El mismo Belgrano advertia que buena parte de sus propuestas encontraron obstaculos insalvables que impidieron su implemenitacidn. En fo que concierne a sus iniciativas educativas, vale mencionar que la escuela de Matematicas propuesta por él fue clausurada por la Corte, pues los espafioles se oponian a su erecciGn. La escuela de Dibujo. en cambio, fue desmantelada ya que la Corte consideraba —segin expreso Belgrano en sus memorias— que ‘todos estos establecimientos eran de lujo y que Buenos Aires todavia no se hallaba en estado de sostenerlos”. Belgrano también elaboré un diagnéstico sobre la situaci6n que atravesaban las escuelas del Virreinato, presentando algunos puntos de contacto con el de San Alberto. Llamaba a tomar conciencia sobre el estado de precariedad de la educacién, afirmando que las “escuelas de pri meras letras, sin unas constituciones formales, sin una inspeccién del Gobierno, y entregades acaso a la ignorancia misma, y quién sabe, si a los vicios” tenian que despertar la conciencia de las autoridades, quienes debian “reunirse a poner remedio a tamajio mal, y prevenir las conse- cuencias funestas que deben resultar de estado tan lamentable”, llegando a sostener que. en aquella sitvacién “Casi se podra asegurar que los [indios] Pampas viven mejor” 68 LE! momento Hustrada, 1 En particular, le preocupaba la situacién que atravesaba la educacién de las mujeres. El 21 de julio de 1810 planteaba, en el Correo de Comercio, que las nifias de Buenos Aires solo contaban con una escuela publica, el colegio de huérfanas de San Miguel, fundado en 1755, mientras que las demés recurrian a maestras particulares “sin que nadie averigtie quiénes son y Qué es lo que saben”, Para Belgrano. darle un impulso a la educacién del “bello sexo” era més perentorio que edificar una Universidad. donde habrian “aprendido algo de verdad nuestra juventud en medio de la jerga escoléstica. y se habria aumentado el ntimero de nuestros docto- para afirmar preguntando: “Zpero equivale esto a lo que importa la enseflanza de las que mafiana han de ser madres?” El probleme en torno a cémo generalizar las buenas costumbres y la moralidad encontraba una respuesta en la educacién de las mujeres. Entre sus lecturas, el joven secretario ponderaba especialmente las ideas del Conde Pedro Rodriguez de Campomanes. No era el nico: de hecho, existia un significative numero de los escritos del asturiano —como el Discurso sobre ia educacién popular de los artesanos, y su fomento (1775) disponibles en las librerias de Buenos Aires y en las bibliotecas de algunos portenos. La atraccién que ejercian las ideas de Campomanes residia en su capacidad de tender puentes entre las ideas elaboradas por el sabio en su gabinete y la resoluciOn de las necesida- des concretas de labradores, comerciantes y artesanos. En efecto, un rasgo saliente que presenté el ideario educativo de Manuel Belgrano fue el peso otorgado a la formacién de hombres industriosos —un arco temético que incluye desde la formacién del artesano, hasta fa del labrador, la hilandera y el comerciante-. En sus escritos, sostuvo una decidida valorizacién de la formacién manual. En su condicién de secretario del Consulado de Buenos Aires dispuso la creacién de las escuelas de dibujo, de ndutica, de agricul tura, de hilanzas de iana y de comercio. En Ja Memoria de! Consulado det 15 de julio de 1796, Belgrano expuso los fundamentos que justificaban su creacién. Sostenia que, para resguardar las artes y fabricas estabiecidas en el pais, era preciso suministrar los adelantos que permitieran “animarlas y ponerlas en estado mas floreciente”. El secretario de! Consulado se preguntaba: “gCOmo pues. la pondremos en este estado? Con unos buenos principios [...] Los buenos princi- pios los adquiriré el artista en una escuela de dibujo..." El peso otorgado a la formacién profe- sional en sus escritos es tan significative que, Seguin Rafael Gagliano, si tomaramos ei conjunto de su obra. esta podria ser considerada “el inicio moderno del pensamiento y la accién politica tendiente a la articulacion entre formaci6n, trabajo y mundo productive". Pero sus ideas renovadoras se entremezclaron con las practicas educativas heredadas. En los reglamentos elaborados por Belgrano para la academia de dibujo, donde se establec que las clases se dictaban desde el 1° de noviembre hasta fin de marzo —con excepcion de la canicula— y desde abril hasta finales de octubre, también se especificaba que el ingreso de aprendices negros y mulatos a sus aules estaba prohibido, estableciendo como requisito ser espaiiol o indio neto. Para ingresar a la escuela los aspirantes debian tener por lo menos 12 aiios, no asistir con sombrero ni fumar en la sala de ensefanza. Estas lineas de continuidad con las practicas educativas previas también pueden encontrarse en el reglamento de las escuelas del Norte, redactado por Belgrano, Las escuelas se crearian en las ciudades de Tarija, Jujuy, Tucumén y Santiago del Estero empleando para ello el premio de 40.000 pesos que la Asamblea General Constituyente le otor- garia por su desempefio al mando del Ejército del Norte. A pesar de que Belgrano no aleanz6 a ver las escuelas fundadas (una de ellas recién se edifico 191 aos después, en la provincia de 6 Arata - Manivit Jujuy), redacté su regiamento limitando el empleo de castigos corporales (los azotes se reducian al niimero de 12 para faltas graves y sin que fueran presenciados por los compaieros), esta- bleciendo que los maestros de primeras letras accederian al cargo a través de concurso y que durante “las funciones del Patrono de la ciudad, del aniversario de nuestra regeneracién politica y obras de celebracion”, al maestro se lo ubicaria en un sitio distinguido entre las autoridades locales, "reputéndolo como un padre de la patria’. Ademés, la puerta de la escuela estaria pre- cedida por el escudo con las armas de la soberang Asamblea General. En suma, su ideario educativo combin6 Ias concepeiones religiosas propias de la época con el reclamo de la ampliacién del acceso a los estudios formales para Sujets que hasta en- tonces no habian recibido instruccién alguna. En ese sentido, sus ideas sobre educacién fueron mas originales que disruptivas, imbuidas de un eclecticismo que navegaba entre las lecturas de Condiliac y Smith y un respeto explicito aunque por momentos ambivalente— por la ense- fanza escolastica. Los vientos de reforma que soplan en sus escritos también dejan traslucir una genuina preacupacién por un modeto educativo que incluyera a las mujeres y a los pardos y morenos en las escuelas de primeras letras. Pedagogia y revolucién Mariano Moreno fue el principal referente del pensamiento ilustrado de tinte revolucio- nario en el Rio de Ia Plata. Como secretario de Ia Primera Junta de Gobiemo, exallé la educa- cin como via privilegiada para la transformacién de la sociedad. Lo hizo a través de un doble exhorto: procurando extender los beneficios de la educacidn hacia los diferentes sectores de la sociedad y sustituyendo un modelo educative basado en la obediencia al Rey por otro que profesaba el amor a la patria. A los 12 afios, Moreno ingresé en el Real Colegio de San Carlos. Segiin Jorge Myers, cuando San Alberto visit6 Buenos Aires. los protectores eclesidsticos locales de Moreno lograron ue el obispo asistiera @ su examen final en el Colegio de San Carlos. Tras escuchar la defensa piblica y oral del joven Moreno, San Alberto ofrecié a la familia convertirse en su protector. y financiar el viaje a Chuquisaca La universidad de Chuquisaca, fundada por los jesuitas en 1552, era la institucion mas prestigiada para realizar estudios juridicos entre el Rio de la Plata y el Virreinato del Aito Peri En 1799 —cuando alcanz6 los 18 afios— el joven Moreno partié hacia alli, con el propdsito de continuar sus estudios. Primero obtuvo el titulo de doctor en teologia y luego se incorporé a la Academia para el estudio del derecho, donde obtuvo el grado de bachiller. Su objetivo consistia en incorporarse al circulo de dirigentes que conformaban la administracién colonial. Recordemos que. por ser criollo, Moreno no era un “candidato natural” a ocupar un cargo en la administracién colonial. cuyos puestos estaban reservados para ios hombres nacides en la peninsula ibérica. El viaje a Chuquisaca fue durisimo, demorandose dos meses y medio en cubrir el reco- rrido, Su estadia en la ciudad andina fue costeada por Felipe Iriarte, un eclesidstico del Alto Pert. Para ser admitido en los claustros universitarios, Moreno debié presentar ante las autoridades un documento donde constaba su “limpieza de sangre”, esto es, debid demostrar que entre sus ‘antepasados familiares no habia presencia de negros o mulatos. Ala Universidad que lo recibi6 concurrian 500 personas ~entre docentes y alumnos— que se mantenian gracias al aporte de las rentas eclesiasticas 70 1 Ei momento itustrado...1 En aquel ambito universitario, Moreno tuvo la posibilidad de leer a Rousseau, Montes. quieu, Filangieri y Jovellanos. Durante los cinco aiios que duré su estadia, la sensibilidad de Moreno respecto de la situacion a Ja que eran sometidos los indigenas se intensificaria; el lujo que caracterizaba la vida de un clérigo contrastaba con los infortunios que debian atravesar los aproximadamente 15.000 indigenas que eran explotados para extraer minerales de las minas e Potosi. Entre los habitantes de la ciuciad, todavia resonaban ios ecos de ia rebelidn de Tomas Katari, el lider insurreccional indigena que se habia levantado en contra de “corregidores y curas doctrineros”. y que concluyé con su asesinato. Con el proposito de arrojar luz sobre esta situacion de injusticia, en 1802 Moreno redacto su Disertacién juridica sobre el servicio personal de los indios. Segin Oscar Teran. en aque! escrito, el joven Moreno no hizo recaer sus criticas en la figura del Monarca —a quien denomina Padre clementisimo de los indios”—, sino en sus delegados y vicarios presentes en América Moreno elogiaba a la Corona, al tiempo que exigia la abolicién de los servicios forzados y lanzaba una acusaci6n contra los funcionarios coloniales que explotaban a los indigenas, recordando que en ninguna guerra europea se habian cometido crimenes tan aberrantes como los aue los espafoles infligieron en América Tras la abdicacién de Fernando Vil en favor de José Bonaparte en 1808, los acontecimien tos tomaron un giro que hubiera sido inimaginable en los meses previos. Moreno aproveché la ocasién para tensar atin mas las relaciones entre criollos y espafioles. En su Representacién de los labradores y hacendados (1809), exclamé “viva el Rey y muera e! mal gobierno!”. Bajo esa consiga, Moreno disociaba ia figura de los reyes de la explotacion avasallante que ejercian sus representantes en las colonias sintetizando su apoyo al Rey y, simulténeamente, su repudio a quienes tergiversaban las leyes de fa Corona Como el cautiverio de Fernando Vil se extendia, Moreno comenz6 a poner en duda la legitimidad de una Corona que estaba ausente de hecho. La necesidad de suplir al Rey hizo de la soberania un problema candente que desaté un intenso debate politico. La creacién de las Juntas de Gobierno en Espafia ~designadas como érganos de gobierno legitimos durante la ausencia dei Rey~ habilité la posibilidad de hacer lo propio en América. Moreno busce apoyarse en los argumentos de la teoria social clésica —fundamentaimente en Rousseau para otorgar sustento a las nuevas fuentes de legitimidad. eCudles son los argumentos generales sobre los que se fundamentata la legitimidad en ia teoria social cldsica? El pensamiento de Rousseau se ubica, en términos generales, en la matriz de| pensamiento moderno. Sus ideas estan indisolublemente ligadas a la forma capitalista de organizacién de la produccién y, por ende, a una progresiva desaparicién de los érdenes esta: mentales de la Sociedad. EI pensamiento rousseauniano busc6 establecer la igualdad juridica entre las personas. Para el “legislador de las naciones" el Unico elemento natural que componia una sociedad eran los individuos. ¢Cémo es posible la sociedad? A través de un contrato social entre quienes la componen. Muy sucintamente, mencionemos que el contrato social no es una hipétesis empirica, pues no postula que haya existido un momento hist6rico donde los hombres llegaron @ un acuerdo de convivencia. En cambio, llama ta atencién sobre los problemas que conlleva carecer de un consenso basico que resguarde la convivencia, Moreno comprendi6 que ese momento habia llegado con Ia ruptura del vinculo colonial y resumis su conviccién afirmando, en la Gazeta de Buenos Aires: “Estamos ciertos de que mandamos en nuestros corazones”. This

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