ca organvacion det sstenia ectacato.. 1
Mitre (1862-1868) se sancioné la Ley 366 que premiaba a las provincias que tuviesen inscripto
‘al 10% de la poblacion en edad escolar, con la suma de 10.000 pesos fuertes. En el marco de
la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874), se definié un mecanismo de re
gulacién un tanto mas complejo, mediante el cual se subvencionaba a todas las provincias que
construyeran edificios escolares. adquirieran mobiliarios. libros y ttiles o pagasen el sueldo a los
maestros seginn el indice de pobreza que presentara cada jurisdiccion. La Ley 463 de Subven:
cion Nacional, sancionada en 1871, establecia que para poder hacerse acreedores del subsidio,
los funcionarios provinciales debian elevar los planos de las construcciones escolares y contar
con la suma de dinero para edificarlas; la compra de los materiales escolares se haria a través
de una Comisién designada por el Poder Ejecutivo. De este modo, el Estado nacional tendria un
grado mayor de injerencia en la planificacion educativa de las provincias,
La ley Lainez
La tendencia hacia una mayor centralizacién del sistema educativo cobré nuevos brios
con el cambio de siglo. Los datos que arrojaba el censo escolar ofrecieron mas argumentos a
favor de intensificar —por la accion directa— la intervencién del Estado nacional en las jurisdic-
ciones provinciales. El senador por Buenos Aires Manuel Lainez present6 un proyecto de ley
que. tras su aprobacién, oficiaria de bisagra entre el periodo de organizacién legal del sistema
(que qued6 definitivamente establecido) y los procesos que comenzarian a tener lugar desde
‘entonces, signados por una fuerte expansién del sistema y por los numerosos intentos de refor
ma del sistema educativo.
El proyecto de ley presentado por Manuel Léinez autorizaba al Consejo Nacional de Edu-
cacién a fundar escuelas en cada rincén de la Reptblica donde “el anaifabetismo continda
produciendo sus estragos”. Léinez fundamentaba su posicién en favor de esta intervencién
en dos antecedentes: las subvenciones que la Nacién giraba a las provincias desde 1871 y la
potestad que tenia el gobierno nacional para establecer escuelas de apiicacién en las escuelas
normales provinciales. En ambos casos, afirmaba, la accién del Estado nacional no solo resul
taba legitima. sino benéfica para las provincias. Su proyecto le otorgaba al Consejo Nacional
de Educacién la facultad de crear escuelas primarias en las provincias, incluyéndolas dentro
del articulo 11 de ia ley 1420, que hacia referencia a las escuelas ambulantes y de adultos. Ya
que estas escuelas carecian de asiento fijo 0 trataban con adultos, se les reducian los aiios de
obligatoriedad y los contenidos a impartir. Las escuelas de la Icy Ldinez tuvieron originalmente
cuatro afios de extension.
{Cual era el eje de la controversia? Como ya mencionamos en esta leccion, la creacién
de escuelas primarias por parte de la Nacién estaba limitada por el articulo 5 de la Constitu-
cidn; sdlo las provincias podian establecer escuelas dentro de su territorio. Para sortear esta
dificultad, Lainez incorporé una cldusula en su proyecto de ley procurando no atentar contra
el espiritu de la Constitucién Nacional. Asi, el Estado nacional podria erigir esouelas primarias
elementales, infantiles, mixtas y rurales, en las que se impartiese el minimo de ensefanza, en
aquellas provincias "que lo soliciten”.
161Aeata- Miho
La injerencia de la ley Lainez en el sistema educative argentino fue notable. Tan sélo en
el primer ato de implementacidn, la creacién de escuelas Lainez en las provincias aicanz6 un
11% del total de escuelas primarias fiscales (438 escuelas), ascendiendo luego al 39% (3.602
escuelas) en 1936. En apenas 30 afios, las escuelas Lainez superaban la cantidad de escuelas
provinciales en nueve provincias.
Cuadro N° 2: cantidad y tipo de escuelas primarias hasta el aiio 1936
ae Tipo de escuela
Provinciales | Lainez
Buenos Aires. 2.166 198
Catamarca 42 242
Cordoba 741 370
Corrientes 118 401
Ente Rios 622 160.
Jujuy. 85 121
La Rioja 33 206
Mendoza 246 145
Salta 16 211
‘San Juan 86. 156
San Luis, 128 283
Santa Fe 930 289
Santiago del Estero 187 502
Tuouman 195 318
Fuente: Elaboracién prapie a pani de Barcos, J, (1987), Régimen federal de la ensefanza
hacia una nueva legisiacién escolar, Catedra Lisandro de la Torre, Buenos Ares
La sancién de la ley 4874 desperté mas de una controversia. El visitador de escuelas
del Consejo Nacional de Educacién y reconocido militante anarquista. Julio Barcos. afirmaba
que Ia ley Lainez habia avasallado el cardcter federal del sistema educativo, ejecutande una
“nacionalizacin silenciosa” de la educacién provincial. Ademés, las escuelas “Léine2” original:
mente debian complementarse con la accién de las provincias —creando escuelas alli donde los
gobiernos locales no lograban intervenir por falta de recursos—. lo que no se habia respetado.
Barcos denunciaba que, en reiteradas ocasiones, las escuelas Lainez no se construyeron en
zonas rurales, sino en aquellos lugares donde ya existian escuelas provinciales, generando una
competencia que perjudicaba mayormente a las Uitimas.
El inspector Juan P, Ramos, director del departamento de estadistica escolar del Consejo
Nacional de Educaci6n. por su parte, sefialé que la ley 4874 fue una “intervencién timida” que.
por no ser interpretada cabalmente. impidié la llegada y expansion de los beneficios de la ins-
truccién pibblica a las regiones mas recénditas del pais. El discurso de Ramos. imbuide del cen-
tralismo portefio, colocaba el énfasis en la desidia 2 la que estaba expuesta la escuela primaria
provincial: por un lado, como consecuencia de la burocratizacién de las provincias, atrapadas
por administraciones cuyo “oficinismo” era excesivo. volviendo ineficaz cualquier accién de go-
162[La organizaci aot sit
bierno: por el otro, a causa del modelo de intervencién estatal a traves de subsidios, “viciado por
un federalismo mal entendido”. que —segun los datos estadisticos que manejaba— era la razon
por la que el 40% de la poblacisn en edad escolar no asistia a la escuela hacia 1908,
La refundacion cultural del Centenario
En 1910. les sectores dirigentes efectuaron un balance del programa politico elaborado
por [as elites que habian vencido las batallas de la organizacién nacional. Las palabras emplea
das en el diagnéstico exaltaban el “futuro” y e! “porvenir” de la Republica Argentina. Sin em:
bargo, también se hacia mencién a un pais “incompleto” y “distorsionado”. producto del nuevo
mapa social generado por la inmigracién. El clima festivo que habian buscado imprimir a las
fiestas del Centenario contrastaba con el lima de protesta social que surcaba las calles de las
ciudades. El punto maximo de agregacion del conflicto social tuvo lugar ei 1"de mayo de 1909.
en la Plaza Lorea —ta misma en la que habia tenido iuger el Congreso Pedagogico~. donde ios
trabajadores reunicios para conmemorar a ios martires de Chicago y reciamar mejores condicio:
nes laboraies fueron brutalmente reprimidos por la policia al mando det coronel Ramén Faleén.
Le diversidad politica y cultural habia irrumpido en el seno de la sociedad argentina y. lejos
de estabiecer una coexistencia calma con las tradiciones sociales y practicas politicas previas,
puso en Guestidn los principios a partir de los cuales las elites detentaban posiciones hegemo
nieas. La via para reencauzar a la sociedad tuvo fuertes rasgos represivos: la sancién de la ley
de Defensa Social (1910) profundizé los alcances de la ley de Residencia (1902), otorgandole
amplios atributos @ la policia para deportar. encarcelar y proscribir al movimiento obrero. La
niarea” como designaba Migue! Cané al permanente flujo de inmigrantes que arribaba die:
riamente al puerto de Buenos Aires—no habia hecho mas que poner en jaque el orden social.
Desde los miradores de las clases dirigentes. la presencia del extranjero significaba un des-
plazamiento inevitable hacia una disgregacién de la nacionalidad. Como advirtié Lilia Bertoni, en
el seno de las clases dirigentes se habia generado un clima de sentimientos encontrados sobre
los inmigrantes y su presencia entre los ciudadanos argentinos invitaba a interrogarse: ¢Quién
era quié” en la sociedad argentina? Y aun mas: cqué era la sociedad argentina? El fantasma
Ge la disgregacién sobrevoiaba la sociedad infundiendo el miedo. Temian que se produjese una
fragmentacidn interna y que la soberan’a fuese cuestionada por ias potencias extranjeras. inte
sesadas en impulsar sus proyectos expansionistas entre las comunidades de inmigrantes preten-
ciendo fundar. por ejemplo, “otra Italia fuera de Hala”: Sarmiento, entre otros, se ocupo de agitar
esos temores recordando que “esto io han hecho otras veces los ingleses apoderandose sin titula
Ge las islas Falklands”, dejando instatada la inquietud: “por qué no Io haria Italia?”
Los problemas en torno ala construccién de la identidad nacional ocuparon un lugar des-
tacado en los debates de a epoca. La posicion de Estanisiao Zeballos. quien se desempenaba
como presidente del Consejo Escolar Xi de la ciudad de Buenos Aires, expresaba una posicién
ue luego se traduciria en politicas educativas concretas: “La nacionalidad no se forma cuando
la masa es extraiia", incicando —concluye Bertoni— “que el proceso social y cultural no podia
abandonarse a su movimiento espontaneo. y que aquellos aspectos culturales que tenian que
ver con la formacién de una identidad nacional requerian de una decidida, intensa y constante
accién del Estado nacional
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