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michel foucault , el poder, una bestia magnifica nolo pi Niotzsc rca “lleraes", Fouct s saberes y dl pola, as inter sigovotino ML en itor eorolvertel michel foucault el poder, una bestia magnifica michel foucault michel foucault el poder, una bestia magnifica sobre el poder, la prisién y la vida edicién al cuidado de edgardo castro Miseue PRA sigio vointiuno ae sigio 19 editores, méxioo ‘Siglo 19 editores, argentina salto de pagina biblioteca nueva, ‘anthropos aor bens | 2013 Foucault, Michel El por, una baste magnifies befor apis yt ‘ide /Micel Foucault; ei al eidado de Eaigarlo Castro: tuadhceiin de Horacio Pons. — México: Siglo XXI Editor, I 285 p.— (Biblioteca clisiea de Siglo Veintino} “Traduction de: Dis et fried It ISBNS: OTS 607030471-2 1. Filosofia francesa ~ Siglo XX. 2. Poder (Ciencias sociales) Gastro, Edgardo, editor HL Pons, Horacio, raductor LT Ni Ser Esa obra hasido beneficiada con el apoyo ce los progratnas de ajuda ab ‘Puicacién del Institut Francais, Buenos Aes, Argentina "Hl presentevolumen es una selecion de textos de la obra its ete Ly 1 Aisetio de coleceidn: hola Kunst Alseio de portada peter eben fotografia de porta © magn /ttnstock ©2012, sgl xx etitores, sa primera edicion mexicana, 2013 Sisglo xa ecitores sa. de primera eicin en francés, 1904 © édiions glia, paris isin O78 6070804712 “Terechos reservados conforme key ianpresoen editors mppreores fora. de ev los reyes tim. 26, ol Jardines de ehirubusco, el itapalapa, 09410 meen, Indice Fragmentos foucauttianos Edgardo Castro “Anestesia y parilisis: sobre la analitica foucaultiana del poder Eugardo Casto Nota del editor 1 eL poner Tl poder, una bestia magnifica Michel Foucault: la seguridad y el Estado La tortura es la razon Poder y saber Metodologia para el conocimiento del mundo: como deshacerse del marxismo Precisiones sobre el poder: respuestas algunas criticas M. Foucault. Conversacion sin complejos con el filésofo que analiza las “estructuras del poder” 9 25 29 a7 67 87 ng. 195, 8 EL PODER, UNA RESTIA MAGNIFICA. Espacio, saber y poder Elintelectual y los poderes ML LA PRISION “Manifiesto del GIP [Grupo de Informacion sobre las Prisiones} GIP: folleo de presentacién Percibo to intolerable Acerca de a ircel de Atica La prision vista por un filésofo frances La estrategia de amedrentar TL LA VIDA Y LA CIENCIA La politica de la salud en el siglo XVIII Introduccion [a Le Normal ele pathologique, de Georges Canguilhem] La vida: la experiencia y Ia ciencia ‘Las grandes funciones de la medicina cen nuestra sociedad Fuente de los textos {indice de nombres yterminos escogidos 139 159 273 279 Fragmentos foucaultianos Edgardo Castro’ EL25 de junio de 1984 moria, en Paris, Michel Foucault. Dejaba tras de si una voluminosa y, excepto por sus libros, disper- sa obra: articulos, entrevistas, conferencias, cursos, manuscrites, ‘etc. Una clausula testamentaria expresaba, sin embargo, la volun lad de que no hubiese escritos péstumos. Diez afios mas tarde, en 1994, aparecieron los euatros voliime- nes titulados Dits ¢ dats, que reunian gran parte de ese material No se trataba, estrictamente hablando, de escritos péstumos, sino de una amplia recopilacién de textos dispersos pero ya publica- dos. Asi se ponia a disposicién del lector, ficilmente accesible y vrdenado cronolégicamente, un material que, en cuanto al ni mero de paginas, era equivalente a la suma de todas las que com- ponen los libros de Foucault publicados en vida. Poco tiempo después, en 1997, comenzaron a editarse los cur- 80s dictados en cl Collége de France. A diferencia de los textos reunidos en Dits ef éerits, este material no habia aparecido antes en forma impresa. Los cursos, para expresatlo de algtin modo, hax bian sido publicados s6lo oralmente en las clases, donde Foucault solfa leer sus apuntes. De hecho, excepto las Legons sur la uolonté de sasoir, los textos provienen de las desgrabaciones de las clases. Asi, una cantidad de paginas también equivalente a la totalidad de las que componen sus libros se sumé a la biblioteca foucaultiana. Junto a los libros, el material reunido en Dits et rity la desgra- bacién de sus cursos, un cuarto grupo de textos ha comenzado a ver la luz en estos tiltimos aftos: su tesis complementaria de doctor * Doctor en Filosofia, imestigador del Conicet. 10 BL PODER, UNA BESTIA MAGNIFICA rado, acerca de la Antropologia de Kant, y conferencias y articulos que no habian sido incluidos en Dis et érits: Resulta dificil decir con precision cuanto queda todavia por pu- blicar y cuanto puede efectivamente ser publicado respetando la cliusula testamentaria de Foucault, pero ¢1 material en archivo es ciertamente voluminoso. En cada una de estas etapas editoriales no se trata s6lo de una cuestién cuantitativa, del miimero de paginas publicadas 0 por cditar, sino fundamentalmente de laimagen conceptual de la obra de Foucault. En efecto, basta seguir las publicaciones acerca de su pensamiento para darse cuenta del impacto que ha tenido la aparicin de Dits et éerits a de sus cursos en el Collége de France. En Dits et és, por ejemplo, no nos encontramos con esas largas interrupciones en el ritmo de publicacién que jalonan, en cambio, laedicion de sus libros: de 1954 a 1961, de 1969 a 1975, y de 1976a 1984. 1. textos ali reunidos nos muestran a un Foucault en conti- rua claboracién de susideasy, de este meaty, ay solo ns pesiniten, colmar esas pausas sino, lo que resulta mucho mas relevante, seguir con considerable detalle el recortido por el que Foucault transita «en esos aiios de aparentes cortes. En lo que concierne a los cursos, respecto de algunos temas significativos ~como el eoncepto debi politica y ef andlisis del liberalismo-, aportan un material que se puede sin duda vislambrar a partir de Dits éots, pero del que no ‘mucho podemos encontrar en sus bros. Si, a partir de 1984, la edicidn francesa de los trabajos de Fou- cault ha marcado el ritmo a las interpretaciones de su pensa- miento y, también, a las direcciones en las que estas han podido despiegarse, una apreciacién inversa, al menos en cierto senti- do, ptiede hacerse acerca de los criterios con los que sus escritos hhan sido traducidos. La critica o las interpretaciones condicio- naron los criterios de traduccién. Asi, la importancia creciente : FRACMENTOS FOUCAULT! Nos 1 de sus cursos ha favorecido que fuesen répidamente voleados en diferentes lenguas. En cuanto al material reunido en Dis e érts, una parte cirew- Jaba ya en espaol de manera dispersa en compilaciones de dife- rentes alcances, como Microfsica del poder, otra parte comenzé a circular bajo el titulo de Obras senciales. Pevo, a diferencia de la cedicién francesa, que buscaba reunir todo el material disponible y ordenarto cronolégicamente, estas compilaciones ofrecen una seleccidn de textos clasificados tematicamente. Los criterios de selecci6n y clasificacién de las compilaciones res- ponden, como no podla ser de otro modo, al interés 0 ala impor- tancia que se podia reconocer a un determinado trabajo 0 grupo de ellos; y ese interés y esa importancia, por st parte, a las interpre- taciones del pensamiento de Foucault en el momento de scleccio- nar y lasfcar sus textos. Por ello, sobre todo a la luz de los nuevos hhorizontes de lectura y de los miiiples desarrollos conceptuales a Jos que ha dado lugar el pensamiento de Foucault, seria crrdneo conciuir que ¢! material dejado de lado en las waducciones a lat diferentes lenguas carece de importancia. Basta recordar que, de Jos 864 textos reunidos en Lis et ents, aproximadamente solo un tercio circula en las compilaciones existentes en lengua espatiola A nuestro modo de ver, la difusién de estos textos redundaré, sin duda, en una mejor comprensi6n de los libros y de Tos cursos de Foucault, en nuevas perspectivas de andlisis yen horizontes mis abarcadores de lectura, En efecto, estos textos breves no sélo nos permiten situar sus libros y cursos en el contexto desu elaboracién teérica y politica sino, sobre todo, adentrarnos en ese momento ‘en el que la claboracion teérica del tema de un libro o de un cur 0 se entrelaza con sus circunstancias y sus motivaciones politcas, En este sentido, basta pensar en las entrevista, conferencias e ine tervenciones que preceden y acompaiian la escritura de Vigilar » castigar. Ellas nos revelan cémo y por qué el tema del poder pasa 4 ocupar un lugar central en el pensamiento de Foucault y de qué ‘manera sus investigaciones han sida animadas por fa experiencia del GIP (Grupo de Informacién sobre la Prisiones) 12 FL PODER, UNA BESTIA MAGNIFICA Pero, mis alla de las circunstancias que determinaron la edicién dle tos trabajos de Foucault y sus raducciones en diferentes len- gas, como pensar la relacin de todos estos textos, disperson 0 Fecopilados,y sus libros, entre la obra y sus obras? Hay en Foucault un concepto cuyo estaruto metodolégico, al menos a nuestro modo de ver, no ha llamado todavia suficente- mente laatenci6n de especialista y ectores l de fragmento Este concepto aparece de manera particularmente signficatva, en un ‘momento clave de su pensamiento, en ka primera leccin del cut s0 de los aiios 1975-1976, Defender ta sociedad, Aqui Foucault lo aplica, en primer higar, al wahajo que viene desarrollando en et Callege de France, Sus investigaciones, segin sostiene, revisten lun cardcter fragmentario, repetitvo y discontinuo. En exe con testo, habla también de sa tatea como intelectual en términos de sgenealogia, definiéndola como la articulacion de Ios saberes con Jas luchas. Y es en relacion precisaimente con las huchas donde apatece por segunda ver la nocién de fragmentariedad. Las Ie chs alas que pueele acoplarse el saber fragmentario de su inves- tigaciones son, ambien elas, fragmentaria, es decir, especificas En estas consideraciones, la fragmentariedad no aparece como tuna deficencia que deba ser compensada o subsanada, sino como. uuna consecuencia de la renuncia a las explicaciones en términos dlc totaidad y, sobre todo, como tuna opcidn en vista de ls hichas eficaces. Resulta apropiado, por ello, pensar los trabajos de Foucault y Jas relaciones entre ellos, precisamente, en términos de fragmen- ‘0s £1 mismo, refiriéndose a sus libros, se sirve de esta categoria “siempre quise ~sostiene= que, en algiin aspecto, mislibros fneran fiagmentos de una autobiografia. Mis libros siempre fueron mis problemas personales con la locura a prisin, la sexualidad”. Sus ‘bas, 10s libros, pueden ser pensadas como tos fragmentos de su autobiografia; pero esta, a su vez, sélo se vuelve accesible a través de tos otros fragmentos:articulos, conferenciss, intervenciones, entrevistas, ete Desde esta perspectiva, la serie Pagmentosfocauttianas se pro- pone oftecer al lector de lengua espaiiola aquellos textos toda iano traducides, los que forman parte de fa compilacion Dit t FRAGMENTOS FOUCAULTIANOS 13 Gonts y otros que in sin duda apareciendo. La serie se inaugurd, cn 2009 con la publicacién del primer volumen de la tesis plementaria de doctorado de Michel Foucault, publicada con el titulo de Una lectura de Kant. Ademas del presente vohumen, de- dicado a la anatftica foucaultiana del poder, se prevén otros dos: La ingitetud por la verdad. Escrito sobre ta sesualidad y el sujeto, que sirarii en tomo a la concepcién ética de Foucault, es decir, las Prdcticas por las cuales el sujeto se constituye como tal, y gQué 6 usted, profesor Foucault? Sobre la anpueologia y st métode, centiado en el método de trabajo de Foucault y las relaciones entre ta ar- queotogia y la genealogia, por wn lado, y las ciencias humanas (la historia sobre todo), por otro, Anestesia y pardlisis: sobre la analitica foucaultiana del poder Edgardo Castro 1, De un extremo al otro, el de los intelectuales de van- guardia, los maitresa-pensr,y el de la divulgacién de su pensamien- to, la dimensién politica de los trabajos de Foucault o sus posibles consecuencias practicas, como se prefiera, han sido objeto de cri- ticas que, al menos en cuanto a su sentido, parecen coincidir. Del lado de los intelectuales, ellas se remontan a la conocida reacci6n de Jean-Paul Sartre luego de la aparicién de Las palatnas 1y las cosas (1966). Por ese entonces, para Sartre, Foucault equivale al “iltimo baluarte que la burguesfa ha erigido contra Marx",! es decir, a una filosofia que busca desactivar la posibilidad de toda lucha. Del lado de la versi6n mas bien vulgarizada de sus obras, la misma conclusién parece inevitable: tanto si, como Sartre, se parte de la premisa de la muerte del hombre como si, focalizando en sus obras posteriores, se les atribuye la idea de un poder omnipresente del que, por mas que se lo intente, nunca serd posible escapar. Por ello, respecto de la politica, de la accién y del compromiso, pareceria haber un “efecto anestesiante” en los anilisis de Fou- cault, Para expresarlo en palabras llanas, en sus trabajos no sélo. no nos dice qué hacer, sino que el hacer en si mismo parece, finalmente, carecer de sentido. A nuestro modo de ver, se trata de eriticas desacertadas, pero. no inmotivadas. Comprender las razones de este motivado desa- cierto constituye, quizé, una de las mejores puertas de acceso alo que Foucault denominé su filosofia analitica del poder 1 JeanPaul Sate, Jean-Paul Sarwe répond”, Lv, 30, 1967, pp. S788 16 PODER, UNA BESTIA MAGNtEICA Para abordar el problema, el curso Defender la sora, ast como 1 mareo de situacién de ese curso, pueden servirnos de guia. Se trata ciertamente de una serie de lecciones en el sentido mis lite nal y clisico del término. Foueaulk, en efeeto, lee lo que ha prepa- rado para sus clases de ese afio. Pero se trata también, retomando ‘un concepto que el propio Foucault ha utilizado metodolégica- mente, de ecenas que resulta provechoso imaginar en su contexto para comprender las ideas en juego en el curso. Estamos en enero de 1976. La llamada guerra de guerrillas, vin- culada a los movimientos de liberaci6n nacional, dominaba gran parte del horizonte politico internacional. En Vietnam, los en- frentamientos apenas acababan de concluir. En América Latina, en cambio, cobraban mas fuerza diferentes movimientos armaclos de liberaci6n, inspirados con frecuencia en los revolucionarios cenbanos. En varios paises, ademas, la vida democritica eta inte- mumpida por golpes efvico-militares, en mayor o menor medida vinculados con los Estaclos Unidos. Europa, por st parte, también fa los efectos de la lucha armada con fines politicos (basta pensar en las Brigate rosseitalianas o en la Rote Armee Fraktion, fen Alemania) Asi, mientras la Guerra Fria dominaba las relaciones entre los paises 0, al menos, entre las grandes potencias,fromteras aden, en cambio, las diferentes formas de violencia ejercida contra y a partir de las instituciones tradicionales del Estado desdibujaban ‘asi por completo los limites elisicos entre politica y guerra. El profesor Foucault, eit una de las més prestigiosas y tadicio- nales instituciones académicas francesas, el College de France, propone ese afio un curso cuyo tiulo taducido al pie de la letra dice "Hay que defender la sociedad” (entre comillas, pues se trata die una cita), A través de una genealogia del discurso de quienes enunciaron esa frase, Foucault se propone, a manera de hipste- sis, ver silos conceptos de guerra y de lucha son apropiados para 2 CE Michel Foucault, Le Powis prychiatigus Galmar-Ses, Psi, 2008, pp. 1-12, 21,2627. [EL per pig, Buenos tes, Fondo ‘de Gulia Econsmica, 205.) analizar las relaciones de poder, y, en términos mas generales, si la politica, invittiendo la célebre afirmacién de Clausewitz, puede ser pensada como la continuacién de la guerra por otros medios. El tema estaba sin duda en el aire. Pocas semanas despues de iniciado el curso, aparece publicado el trabajo de Raymond Aron Penser la guere, Clausewitz. Pero, curiosamente, mis alli de la ac- tualidad del tema propuesto y del contexto politico, Foucault no hhace ninguna menci6n a ellos en el cutso. Litego de una primera lecei6n introductoria y de algunas consideraciones generales sobre el fancionamiento del poder de normalizacién en las sociedades modemnas, centra su andlisis en tna revisién de Ia formacion de la historiografia clasiea francesa (desde el siglo XVII hasta la Re- volucién, desde Henri de Boulainvilliers hasta Emmanuel-foseph Sieyés), tomando como guia la idea de guerra de razas. El curso termina, como sabemos, con la confluencia entre este tema y el del poder normalizador esbozado al inicio, es decir, con la trans- formacion biologicista y estatal de la guerra de razas, que aleanz6 su forma paroxistica en los campos de concentraci6n y exterminio. Pero, ceémo entender este silencio, esta ausencia acerea del contexto inmediato con el que esta relacionado el tema del curso? Sobre todo en alguien que siempre ha proclamado como esencial el nexo entre filosofia y actualidad y que ha definido la filosofia como una tarea de diagnéstico del presente, 2. EL20 de mayo de 1978, en una mesa redonda acerca de las pri= siones cuya transcripcidn fue revisada por Foucault, un grupo de historiadores revela ser perfectamente consciente del problema que estamos planteando. “El efecto anestesiante” es precisamente el subtitulo bajo el que se retinen las preguntas acerca de las po- sibles consecuencias, en el ambito de la accién politica, de obras como Historia de ta locura 0 Vigilar ycastigar? La amplia respuesta de Foucault se estructura en torno a una serie de distinciones. 5 Gf. Michel Foucault, Dis dvs, Gallina, Pass, 1994, vol IV, pp 308, 18 FL PODER, UNA BESTIA MAGNIFICA En primer lugar, sostiene, desde la cultura tanto de derecha como de iaquierda, hay que hablar de irritacion més que de anes tesia, Foucault cita, a moda de prueba y sin hacer nombres, la célebre frase de Sattee, a unos psicoanalistas que han equiparado ss trabajos a Mi lucha, las criticas que se apoyan en Ia personali- dad del autor, etc. En segundo lugar, admitiendo que sus trabajos hayan tenido un efecto paralizante, es necesario preguntarse so- bre quignes, En este sentido, Foucault considera que ese efecto ha existido, pero que resulta positivo en Ia medida en que afecte, por cjemplo, a los psiquiatras 0 al personal a cargo de las circeles. Se trata, segiin sus propias palabras, de un efecto querido. Sus trabajos buscan, precisamente, que estas personas queden como inmovilizadas, que no sepan qué hacer, que sus priicticas se vuel- van problematicas y dificiles. Por ello, hay que distinguir, como la psiquiauria del siglo XIX, insiste Foucault, entre anestesia y patilisis. Los efectos paralizantes no adormecen; al contrario, son, en realidad, consecuencias del despertar de una serie de problemas y cuestionamientos. Desde esta perspectiva, Foucault afirma: La critica [de las instituciones psiquistricas, de las prisio- nes] no puede ser la premist de un razonamiento que terminaria con: “esto es Io que queda por hacer". Debe ser un instrumento para quienes luchan, resisten y no quieren mis lo que es. Debe ser utilizada en procesos de conflicto, de enfrentamientos, de intentos de rechazo. No debe servir de ley para la ley. No es una etapa en una pro- sgramacién. Es un desafio respecto de lo que es. EI problema es el del sujeto de la accidn, de la accién ‘mediante la cual lo real es transformado, Si las prisio- nes, si los mecanismos punitivos son transformados, no ser porque se ha puesto un proyecto de reforma ‘en la cabeza de los trabajadores sociales, sino porque, cuando la critica haya sido puesta en juego en lo real y no cuando los reformadores hayan realizado sus ideas, quienes se ocupan de esta realidad, todos ellos, trope- zardn entre si y consigo mismos, encontrarén bloqueos, ANESTESIA Y PARALISIS: SOBRE LA ANALITICA FOUCAULTIANAn. 19 dificultades, imposibilidad, atravesardn conflictos y en frentamientos* En términos mais generales, al abordar la cuestién en el debate con Noam Chomsky (1971) sobre las nociones de naturaleza hu- mana y justicia, Foucault se habia expresado en el mismo sentido: ‘Me parece que, en una sociedad como la nuestra, la ver- dadera tarea politica es criticar el juego de las institucl nes en apariencia neutras e independientes, criticarlas'y atacarlas de manera tal que la violencia politica, que se ejerce oscuramente en ellas, sea desenmascarada y que se pueda luchar contra ellas, Esta critica y este combate me parecen esenciales por diferentes razones. Primero, porque el poder politico es mucho muis profundo de lo que se sospecha. Hay cen- tros y puntos de apoyo invisibles, poco conocidos. Su verdaclera resistencia, su verdladera solidez se encuentra, quiaa, alli donde no lo esperamos. Puede ser que no sea suficiente con sostener que, detris del gobierno, detris del aparato del Estado, hay una clase dominante. Es ne~ cesario situar el punto de actividad, los lugares y las for- mas en que se ejerce esta dominacién. [...] Sino se logra reconocer estos puntos de apoyo del poder de clase, se corre el riesgo de permitirles continuar existiendo y ver cémo se reconstruye este poder de clase después de un proceso revohucionario aparente.? En una entrevista de 1979, Foucault describe estos multiples pun- tos de apoyo mediante el nexo entre racionalidad y violencia Hay una logica en las instituciones, en la conducta de los individuos y en las relaciones politicas. Hay una raciona- 4 bid, vol TV, pp. 3233. 5 Ibs vol IL, p 406, 20 EL PODEK, UNA BESTIA MAGNIFICA lidad aun en las formas mas violentas. En la violencia, Io ‘mais peligroso es su racionalidad. Cierto, la violencia en si misma es terrible. Pero la violencia encuentra su anche je mas profundo y su forma de permanencia en la forma de racionalidad que nosotros utilizamos, Se ha afirma- do que si vivigsemos en un mundo racional, podriamos deshacernos de la violencia. Es completamente falso. En- tue violencia y racionalidad no hay incompatibilidad. Mi problema no es condenar la raz6n, sino determinar la naturaleza de esta racionalidad que es compatible con la violencia. No es la razén en general lo que yo combato. No podria combatir la razén.! Ahora bien, retomando nuestro punto de interrogacién, la cu- riosidad que pueda provocar el silencio de Foucault, en su curso, acerca de las nociones de guerra y de lucha como categorias anal ticas del poder se entiende si se espera o se supone que el discurso politico debe tomar la forma del rechazo o de la aceptaci6n de las instituciones, del cuestionamiento o de la defensa de la dinamica social en su conjumto y como un todo, Por ello, sélo a qutenes es peraban que la critica del poder fuese la premisa de un programa de reformas institucionales o la denuncia contra una clase politica yeconémicamente dominante, la analitica foucaultiana del poder puede parecerles anestesiante. Para evitar este motivado desacierto, el concepto de eritica, que aparece de manera recurrente tanto en el debate de 1971 con Chomsky como en la mesa redonda de 1978, cobrar un sentido cada vez mis propio en el pensamiento de Foucault. Precisamente, el 27 de mayo de 1978, apenas una semana des- pués de la mesa redonda sobre las prisiones, Foucault dicté en la Sociedad Francesa de Filosofia una conferencia titulada *:Qué es la critica?", que inaugura una interrogacion que lo acompaniars hasta su muerte, La pregunta gira en torno a un texto que defi {6 Thi, vol, p. 803, ANESTESIA ¥ PARALISIS: SOBRE LA ANALITICA FOUCAULIIANA.. 21 ne como uno de sus fetiches:* "Qué es la Hustraci6n?” de Kant, al que dedicard no sélo dos articulos, sino también las primeras leeciones del antediltimo de sus cursos, Bl gobiemo de sty de los tvos (1983) En estos iiltimos textos, la nocién de critica adquiere un ses: go particularmente, aunque no de manera excluyente, ético; en "Qué es lac en cambio, se trata de una genealogia poli- tica. En esta conferencia, en efecto, Foucault sitia el surgimiento de la critica en relacién con el proceso de gubernamentalizacién ‘que tiene lugar en Occidente a partir del siglo XV, es decir, con la formacidn de las pricticas modernas de gobierno en los ambitos pedagégicos, politicos y econémicos, y donde, segiin sus propias palabras, se anudan las relaciones entre el poder, la verdad y et sujeto. Por ello, “la critica se atribuye el derecho de interrogar a la verdad acerca de sus efectos de poder y al poder acerca de sus discursos de verdad”? En resumen, la eritica con la que Foucault se define ademas a si mismo" es, primordialmente, critica de las pricticas de gobierno, de las formas de gubernamentalidad. De este modo, la analitica foucaultiana del poder escapa a esas dos grandes matsices conceptwales del pensamiento politico mo- demo, heredadas de los siglos XVIII y XIX, vigentes desde la épo- cade Kant hasta la Escuela de Frncfort: la del ideal emancipador de la raz6n y la de pensar la politica a partir de categorias histo- riogeaficas generales." No es este el Ingar para detenernos mas en detalle en esta con- ferencia de 1978-a nuestro juicio, muy significativa y desafortuna- 7 Michel Foucault, Le Gorormement dese des enn, Gallimard, Paris, 2008, p. 8 [Bl gabiemo des de lor tres, Buenos Aies, Fondo de Cura Eeonémica, 2009) 8 CE, Michel Foucault, "Qu'esice que la eiique2", Buln dela Scie Brancaitede Ploopi, LXXXIV, aitjunio de 1990, pp. 37 38. 9 Wid. p39, 10 Tei, pA. 11 Foust en efecto, habla de chantajea propésito dels posciones {que planean la aeptacidn o el rechazo de larazén ode la Modern ‘da como i fese tn juego de todo o nada. CE. Michel Foucault, Dis fers ob WoL IV, pp. 38,571 22 ELPODER, UNA BESTIA MAGNIFICA, damente exctuida de la compilacion de Dits et éats-, No podemos, sin embargo, dejar de subrayar que en ella aparece, precisamente en relacidn con la actitud critica, la nocién de la que se serviré Foucault, poco después, para offecernos la vinica definicién de la filosofia que encontramos en sus escritos, es decir, la nocién de politica de la verdad. ¥ ella anticipa tambien la problematica en torno a la cual giran sus iltimos dos cursos en el College de France, el coraje de la verdad, que aqué aparece formulado en términos de coraje de saber." 3. Estas pocas referencias a algunas entrevistas y conferencias de Michel Foucault muestran claramente en qué medida resulta con- \eniente e incluso indispensable, para comprender su pensamien- to politico, recurrira este género de textos. El presente volumen retine diecinueve de ellos segiin un crite: rio que, mas que la estricta y siempre arbitratia clasificaci6n, ha buscado organizar los textos en tres secciones tematicas: el po- der, la prisién, la vida, En muchos aspectos, los temas abordados cen cada parte se entrelazan e incluso se superponen, La primera seccigu retine los escritos en Tos que la cuestién del poder se abor- da de manera mas general, y las siguientes sei es, en cambio, aquellos donde se lo considera en relacién con temas mas espect ficos, como la prisién, la gestion de la vida biolégica y la medicina, La mayoria de estos trabajos (para ser mas precisos, dieciséis sobre diecimueve) pertenecen a la década de 1970, es decir, al ‘momento en el que la interrogacién acerca del poder domina las preocupaciones y las investigaciones de Michel Foucault. Los tres restantes, ala década de 1980, E] sentido general, tedrico y politico, de todos estos trabajos puede resumirse en las siguientes consideraciones de Foucault en. a conferencia, incluida en este volumen, "Michel Foucault: la se- guridad y el Estado”: 12 CL Miche! Foucaul, "Qu'estee que ln critgue?" 0. cit, pp. 98,4 ANUSTESIA Y PARALISIS: SOBRE LA ANALITICA FOUGAUETIANA... 23, Hay que confiar ademas en la conciencia politica de la gente. Cuando les dices: “Viven en un Estado fascista, y no lo saben”, saben que les mientes. Cuando st les dice: ‘Las libertades nunca fieron tan limitadas ni estuvie- ron mas amenazadas que hoy”, saben que no es verdad. Cuando se les dice: “Estin naciendo los nuevos Hitler sin que ustedes se den cuenta”, saben que es falso. En. cambio, sise les habla de su experiencia real, de la rela cin inquieta, ansiosa, que tienen con los mecantismos de seguridad ~;qué acarrea consigo, por ejemplo, una sociedad completamente medicalizada?, 2qué se deriva, en cuanto efecto de poder, de los mecanismos de seguri dad social que van a vigilarlos dia tras dfa?~, en ese caso, entonces, lo aprecian muy bien, saben que no es fascis: ‘mo sino algo nuevo."* En resumen, nada més alejado de las intenciones de Foucault que elaborar una teoria politica para decirle a la gente lo que debe pensar o hacer, deduciendo estas prescripciones de una visi6n general acerca det Curso de la historia o de su destiny inevitable. Al contrario, sus investigaciones acerca del poder son anzalisis es- pecificos (sobre las prisiones o el sistema médico, por ejemplo) ‘que buscan establecer aquellos puntos de ruptura donde antiguas précticas cumplen nuevas fuanciones o donde surgen y se articulan nuevas practicas, y que son, al mismo tiempo, los lugares en los que la accidn politica puede resultar, por ello, eficaz. 15 Veanse las pp. 52753 en este volumen. NOTA DEL EDITOR Enla presente edicisn de textos de Michel Foucault, apa- recen consignadas como notas de edicién (N. del E.], eon mime- ros arabigos, las que corresponden a la edicion francesa, y como notas del traductor [N. del T.] 0 del editor a cargo del volumen [E. CG], con asteriseos, las que se ha considerado imprescindible agregar pensando en el lector de habla espaiiola Alcomienzo de cada texto, se incluye entre coxchetes una breve referencia contextual (para consignar sise trata de un entrevista, de una introduccion 0 de oo tipo de texto, asf como el a que se publics); al final del volumen figura la Fuente bibliograt completa de todos los textos. 1. EL PODER El poder, una bestia magnifica UEntrevista con Manuel Osorio, Madi, 1977.) Mi primer libro se titulé: Historia de (a focura, una obra esencialmente consagrada no tanto ala historia de la locura como a la del estatus que se daba a los locos en las sociedades europeas entre el siglo XVI y comienzos del siglo XIX: e6mo se habia ¢o- menzado a percibir a esos personajes extrafios que eran Tos locos cn la sociedad. Esti claro que el personaje del loco fue un perso- naje tradicional en la cultura ya literatura desde la época griega. Pero lo que cambi6 durante los siglos XVI y XVIL, en mi opinion, es que, de alguna manera, se empe2 a organizar la percepcién de Ia locura como una enfermedad mental. Yal mismo tiempo se comten26 a aislar a los locos ail margen del sistema general de la sociedad, a ponerlos aparte, a no toleratios ya en una suerte de familiaridad cotidiana, a no soportar ya verlos circular asi, mez- clarse en la vida de todos los dias y toda la gente... Entonces, se losaist, se tos encerr6 en una especie de gran encierro, que afce- 16 no sélo a los locos sino también a los vagabundos, los pobres, Jos mendigos. Un mecanismo de segregacién social en el cual los locos quedaron atrapados: y poco a poco, en ese régimen general de encierro, se definis para ellos un lugar especifica y de alli sa- Ui el hospital psiquidtrico moderno, el hospital que funcioné en {gran escalaa lo largo de toda Europa en el siglo XIX. Ese fue, sise ‘quiere, mi punto de partida AY la experiencia personal? —d1a experiencia personal? Resulta que yo habia hecho estudios de..., como suele decirse, letras, filosofia, un poquite de psicalo- ‘gia, esas cosas..., yademiss siempre habia estado muy tentado, fas- 30 BLPODER, UNA BESTIA MAGNIFICA cinado incluso, por los estudios médieos, pero, en fin... la pereza, también la necesidad de tener una profesién, de ganarme la vida, hicieron que no me dedicara a ellos Inego de estudiar flosofia, aunque de todos modos trabajé en un hospital psiquiatzico, en Sainte-Anne, y lo hice con un estatus particular; fue mis 0 menos hhacia 1955. En ese momento la profesin de psicdlogo casi no cexistia en los hospitales psiquidtricos, o apenas comenzaba a esbo- zarse, al menos en Francia. Me habian incorporado sin mayores precisiones como psicélogo, pero en realidad no tenia nada que hacer y nadie sabia qué hacer conmigo, de modo que permaneci durante dos afios como pasante, tolerado por los médicos pero sin ninguna funcién. De esa manera pude circular por la frontera entre el mundo de los médicos y el mundo de los enfermos, Sin tener, desde luego, los privilegios de los médicos y tampoco el tris te estatus del enfermo. Las relaciones entre médicos y enfermos, las formas de institucién, al menos en los hospitales psiquiaitricos, ‘me asombraron por completo, me sorprendieron, incluso hasta la angustia, En el fondo, la pregunta que me hice no fue tanto saber {qué pasaba por la cabeza de los enfermos sino qué pasaba entre estos y los médicos. ¢Qué pasa entre cza gente, a travCs de Tas pare des, los reglamentos, Ios habitos, las restrieciones, las coerciones, también las violencias que podemos encontrar en los hospitales psiquidericos?

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