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El nifio y la ventana con barrotes Elescenario era una casa y sus alrededores més préximos. Un enorme y profundo cielo gris y triste. El pasto estaba bastante descuidado y pilido, seco, muerto, se asemejaba a un largo y uniforme tapete descolorido y sinuoso que se extendia hasta donde la vista llegaba al horizonte, los drboles secos amenazaban con estar a punto de caer sielaire fuese mds intenso. Esto no sucedfa porque no habia aire, la brisa que se sentia en el cuerpo eran solo escalofrios, y el sonido de la corriente parecian ser susurros, no se entendia que decian, pero no era aire lo que sonaba, Detras de los érboles se encontraba los vestigios de un rio, este se veia antiguo, pero un destruido puente de madera lo negaba, ya que ese puente habia sido recientemente construido, aunque no precisamente en ese rio, en otro lugar, pero no recuerdo dénde. El ambiente se tornaba mas ligubre y enigmético conforme te acercabas a la Unica casa que brotaba de la tierra pareciendo serla Unica que se encontrabaen ese lugar, una estatua en medio de un uniforme y escalofriante escenario. La casa estaba rodeada por un aura de falsa normalidad, algo sucedfa ahi, no se notaba a simple vista, pero algo la hacia diferente, sin tomar en cuenta el paisaje en la que la he pintado. El interior de la casa no era diferente al exterior, una casa sin muebles, con las paredes agrietadas, algunos cuadros de gente que no reconocia, no habia nada que proporcionara algin tipo de iluminacién ya queno teniaventanas, puertas ni imparas, a pesarde eso, se veia todo con claridad. Lo Unico que rompia con esa monotonia de casa abandonada era una ventana que se encontraba cerca de la nica puerta que habia. Aunque estuviera abierta, una cortina no dejabaver el interior al otro lado de la ventana y unos barrotes que la cubrian y daban hacia el recibidor no permitian mover la cortina, la habitacién detrés de esa ventana estaba totalmente obscura y solo se escuchaba algo parecidoa un vacio inestable que se llenaria tarde o temprano. Parecia una pequefia taquilla de la que no recibirias ningun boleto. Estando parado en la puerta, habiendo dado algunos pasos dentro de la casa observé la ventana, - 20s barrotes son para que no se entre al cuarto, 0 para que algo no salga?-, la duda, asi como esponténeamente aparecid, asise diluyé en el torrente que pasaba por mi mente, me senté y disocié durante unas horas, 0 tal vez dias, no estoy seguro, no tuve nocién del tiempo por la falta de elementos que me lo pudieran indicar. Durante ese largo 0 corto tiempo, solo llegé a mi cabeza algo, que no sési fue un suefio o una remembranza, pero era sobre mly dos chicas, de las que no recuerdo niu cara, ni su nombre, tampoco que hacia con ellas, solo que un caminabamos dentro de un lugar, que tenia entrada, pero no salida, débamos vueltas y vue itas buscando esa salida, pero nunca aparecia, Nosé en que terminé ese episodio, ya que fui interrumpido por una sutil voz, infantil, suave, pero que intentaba burlarse de mi inocentemente ‘Sigues ahi sentado? - Escuché, volteé a mi alrededor para verificar de donde proveniaesa voz, que, a pesar de ser tan sutil, por la naturaleza de mi estado mental, parecié un gran estruendo que destrufa todo a su paso. Para mi sorpresa, la voz venia de la ventana, de un nifio. pequefio con una enorme y escalofriante sonrisa, pero que no era maligna, sino de emocién. El pequefio no tenia ojos y vestia un pijama azul turquesa, contrastaba con su palido rostro y lo que sea que tenia en la espalda, no sé cémo describirlo, pero parecia una carga, una muy pesada. Mientras yo lo observaba, él hacia lo mismo, pero manteniendo su sonrisa tan particular que me recordabaa una pelicula que en algtin momento vi, perono recuerdo su nombre ode que trataba, solo sé que era un gato muy sonriente. - éCuanto tiempo ha pasado? - El nifio rompis el silencio de nuevo con esa pregunta que no sé sime sorprendié porque no la entendi o porque no sabia la respuesta, - No sé, no tengo idea- Le respondi entre murmullos. Estuve a punto de olvidar como sonaba mi vor, como hablar, de tanto tiempo que tenia sin hacerlo, aparentemente ~ Da igual, lo importante es que ya ests aqui, aunque yo no sé cémo salir — Dijo el pequefio. - &Salir?, ¢a dénde irfas sisales de aqui? - pregunté sin esperar alguna respuesta que yo pudiera comprender. = Nolo sé, solo me dijeron que podria salir de aqui cuando ti llegaras, por esote he estado esperando con tantas ansias- Dijo el chiquillo abriendo ain més su sonrisa. - Pues yo tampoco tengo idea de cémo puedes salir de ahf - Le contesté intentando terminar la conversacién. Voltee a la pared de los cuadros a ver si encontraba algo que me pudiera ayudar digerirla efimera charla con aquél pequefionnifio raro. Vi los cuadros y observé los rostros, no tenia la menoridea de quien pudieran ser, o silos habia visto anteriormente. - éLos extrafias mucho? - pregunté de nuevo, pero esa pregunta, en ese momento, me hizo pensar si de verdad yo conocia a esa gente. No sabia que responderle, mi mente estaba en blanco, pero al mismo tiempo se llenaba de estética, un caos que provocaba ese silencio tan sofocante, El nifio no dijo mas, solo me observaba con su sonrisa de orejaa oreja, mientras yo regresaba a sentarme y esperar que mi mente se volviera a perder dentro del silencio, que, aunque me sofocaba, me abrigaba de tal manera que, sillegaba a perderme y no regresar, no me importaba. Volvia perder la nocién del tiempo no sé cuanto més, ahora lo Unico nuevo en la habitacién era esaescalofriante sonrisa en la ventana con barrotes que me observaba fijamente sin hacer un solo movimiento o ruido, solo estaba ahi. - Sabes por cuanto mas estaremos aqui? - me animé a preguntar - Ya que estas aqui, yo ya estoy por itme, pero no sé cudnto mas te quedards t- fue la respuesta que obtuve del nifio raro de la ventana. - Bien, y que hards cuando salgas de aqui? - pregunté - No lo sé, solo ya no quiero estar aqui- me respondié, pero esta vez, un vago sefio de cansancio le recorrié la cara - Aunque tu llegada me podria hacer cambiar de opinién, te esperé con muchas ganas- me dijo, volviendo a poner su gran e impetuosa sonrisa Nunca comprendinada, no sé cémo llegué aqui, mi corazén solo me pidié ser paciente y esperar, mimente nunca desperté después de ver el puente por tiltima vez, el nifio del pljama azul turquesa era mi Unica compaiiia y ya no me quedaba mucho tiempo con él. ~ Como te llamas? - le pregunté - tu recuerdas tu nombre?, yo no ~ me contesté, yo no tenfa respuesta, entonces, volvia guardar silencio y regresé a ver la pared de los cuadras. - Sabes, la verdad si me gustaria quedarme, pero la regla siempre es la misma, solo dos personas por ventana- me replicé el nifio manteniendo la sonrisa — te quiero mucho, pero nome puedo quedar- El sonido de la estatica volvié y me perdien el silencio. Volvia mi mismo un tiempo después, después de la bisqueda de un libro sin nombre que no encontré, Pero que en mi bolsilo dejé un boleto en blanco que solo tenia la leyenda de “abordaje”. En la ventana ya no estaba aquel personaje, entonces me levanté del suelo caminé ala ventana, € intenté levantar la cortina. Antes de poder lograrlo, el nifio recorrié la cortina y me miro emocionado, no dije nada y le diel boleto, - Listo, ahora puedo irme, muchas gracias, te extrafiaré- el nifio me quito el boleto de las manos y bajé la cortina. Estaba seguro de que no lo volveria a ver, pero esperaba haber quitado eso que tenia en su espalda, ese peso que pareci lastimarlo. Mire la ventana, parado, durante mucho tiempo, no sé si fueron afios o segundos, pero cuando giré la mirada a un lado, vi una nueva puerta junto a la ventana, blanca, sucia. La curiosidad nunca jugo un papel en la historia, simplemente sabfa que debfa hacerlo. Abrila puerta, esta conectaba con el cuarto al otro lado de los barrotes. Muy blanca, y apacible, mas bien parecia un enorme vacio blanco sin final. Entré, miré la ventana como el nifio la vio siempre. Cerré la puerta y esperé. Mientras esperaba, escuché un grito a lo lejos, no entendi que decia, pero via aquel pequefio caminando en la lejania de esa inmensa blancura, él solo se despedia y seguia caminando, hasta que lo perdi de vista. Yo solo me recosté junto ala ventana y esperé, tal vez si alguien llegaba, yo ‘también me iba a poderir en algin momento, dejaria elluto que ahoralllevo en la espalday podria recordar algo de cémo fue que llegué aqui.

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