You are on page 1of 22
LAT CBE at. Dinan im Corbrreve, Piade Joitime Hare ramoncen de Tate = Slpres Tladma: Céteden, 6 | | Cariru.o I La 6poca arcaica Ei mops1o) a) La consigna del silencio: Angerona y el nombre i seoreto de Roma, in los primeros sigos de It ciudad, 1a educacién femenina giraba en tomo al aprendizaje de ac- fividades como el lanificium y de virtudes que comple- hia, Rein oom, pul una mer enmegade ane +, Tn actividad, Las vigeadsh qran la castidad, Ia reserva, 18, 4 'e-2 modestia, a piedad, Lanifica, caste, pla, frugi, domiseda.” 2 , como efectivamente se denomina la sucesi6n que ene Iogar a fata de testamento). ‘En consecuencia las mujeres, como ya dijimos, hese daban en primer lugar como suae heredes; es decir, como hijas y como descendientes diectas del difunto'. A falta Gesu 0 de suze heredes, horedaban como adgnatae, es de- i, como parientes del difunto por lines mascalina. Por fina falta de adgnati, 0 en cas9,de que los agnados pré- ximos renunciasen a la herencia”, compartian el patrimo- ‘io con los otros miembros de la'gens Por tanto, en materia de sucesién intestada, el sistema ecenviral s610 diseriminaba a las mujeres en la medida fen que tenia relevancia Ia parentela por linea paterna. Es Gecir, si una mujer pertenecia a una familia que dejabe flgo es herencia, se encontesba con que en un determina do momento de su vida ella era titular de un patrimonio. Y ésta es una sitaci6n, hay que decirlo, en la que no se cencontraban todas las mujeres del mundo antiguo. En Ate- ‘nas, por ejemplo, el patrimonio familiar —en el momen- to de la muerte del padre--.s6lo se repartia entre los va- ‘Pero el reconocimieato de le capacidad sucssoria ad les plas, gu con ete ears uct pd a oso putea a el pees a pees) al io respeso al gor et Eat sel muro ot ptrfomla (cnet ns estaba lc {ae go eens. “oy Cy cnszucain,beedaban de lo hrmnoey de fs herman y —hen leer Socom al 16) Cy de que ablrenns md ae 4s ir tes pre oe pe habe premar, De oto lao, euzan She’ adgese tarda saben cadae cum mona cn off ‘ella lop ete ar, tletnsoceeioy estan sen eau de i (ioe ils) eget poterfandar dl maid y wea calla Ge Beri Sectdes tron) esp tia (en ome ta vei de os aga 2 wp, Ian. 3.310), Wwe Gay, te, 3.17, Imestto de las mujeres, sunque con el tempo produ efectos muy relevanes para su vida, no sigifiaba quo ia relaciéa que ellas mantenien con el patrimonio del que tran titulaes fuese equiparebe & la de los hombres, Las rujeres no podfan disponer por testamento de los bienes fe heredaben,y la razén era muy simple. Ningune de ls {hs antiguas formar Ge testamento era accesible al sexo femenino Ta primera de éstas era uaa forma de testamento- acopeidn, llamada adragatio, gue tenia lugar ante los co Iniclos curiados, y las mujeres no podtan realzerla por- {qe como etcribe Ulpiano, ellas erin ala ver cabeza y fin de au fami (caput et fins ferilicesuae)". En ous Palabras, «no tenfan ninga poder, ni siguera sobre sus hijos naturales» (ne quidem naturales liber in potstate haben, esrige Cayo)” Por tanto, como e8 obVi0,n0 DO dian adoptae™ "Adem, en Ie formas del tstamento-adopei6n, spar te de no poder adopt, ay mujeres ni siquiera podian ser ftdopadas, En razdn de su Sexo, uo podian participar en Tos comivios, al igual gue no podfan participar en otras asambless soiemnes en las que Se estabecta la posblided dy hacer testamento; es dec en la asumbleas de etei- to dispueni y armaco pare In balla. En efecto, el test. tpenlo-adopedén pod ser hecho s6lo dos veces al ao, os dis en que los comieios sc convocaban precisamente con fstafnaidad; Jos soldados en caso de guerra les estaba permite hacer tetamento ante sus compafiros de ams. Pero las mujeres no eran soldados. ‘Durante algunos siglos y, més exactamente, hasta el momento en que se consoidé un nuevo tipo de tstamen- toy accesible alas mujeres, llamado per aes et libram —qve fe introdujo entre la segunda mitad el siglo 1 y la pri- thera mited del siglo Mi— el patrimonio, o la cvota del paltimonio que la mujer heredaba, volvie & su muerte a la TB £016 195, 4 (Uplaa 2 Gaby ft, 2 Boe ie apn y I dog, aye Pt, 9740 co familia do origen, y alt continuab sustancialmente inate ado, porgue efecivamente & las mujeres no se les perm ‘a, nb siguiera en vida, disponer de su patrimonio. Extrefia norma, se podria pensar, al menos extrafa den- tro de un sistema en que las mujeres eran admitidas a la ‘sucesin intestads, Pero a poco que se reflexione, se verd ‘que se tala de una norma perfectamente coherente con Ie organizacion social y juridica romana, ‘Los romanos, al iguel que otros pueblos (los atenien- ses alos que antes nos referfamos), querian que los bienes familiares permaneciesen en It farailis. La tnica diferes- cia estaba én que romanos y atenicnses eligieron dos ees- iratcgias hereditarie» distintas, para obtener el mismo Te Sulla, La de los grisgos consistia en exclu s las mujeres fe Ta sucesion hereditaria, imitando sus expectaivas @ 1a simple entrega de una dote (que ademés, mientras duraba fl matsimonio, era propiedad del marido)". Le estrategia 4 los romanos, en cambio —a la cual, como se ha pues- to de manifesto, sc ha recurido y se recurre cuando se teme no tener hetederos varones—", consstfa on utilizar a Jas mujeres como detentadoras provisionales del patrimo- nio familiar, admitiéndolas & la sucesién hereditaria, pero jmpidigndoles disponer de los bienes beredados, no s6lo durante el periodo posterior « su muerte, sino también du- ‘ante el tiempo de su vida, Coa esta finalidad utilizaron un Sistema tan simple como eficaz. Las mujeres fueron so: tmetidas durante toda ou vide al control de un tutor”. ind ct mrt r,t Dy ies sige te uur dcr abe oon a parents meee one ‘uaa gs gu a ptm pou a hoody de ets nin. tds dis cn frm tam abe la matey ob la covdieln ‘bts mr stanaueote ea Alege dann er, i. ‘e'Lanbipue lan. La donan al mondo grec «roman, Me, Be aol seels 190 ple, 4 yo, *F Gie Goody 9 That P. Tompson (os), Family and fae ritgnce: ral Soeey x Wester: Europe, 12001900; Cambie, Ca ‘Sj ater Pe, 188 pope yo. Segue ln Xt Taba, i lan eres enema de wile ean a vest Gago dt 1 8, ot 4) Una opcién estratégica: bajo ttela de por vida, Hoy la tatela es una institueisn de guardaduri, estableci- da con el fin de proteger a personas que, por carecer de le tapacidad de entender y de querer, podrian ser victimas de tengafios,o realizar por experiencia actos que lesionen sus interoses ‘En Roma sin embargo, al menos en la época arcaice, no se tratsba de una institueién protectora sino de poder; decir, no servia para proteger # las personas considera- das incapsces, sno pera impedir que éstas pesjudieasen el petrimonio familiar”, La potesras del tutor correspond a faquellos que, a la mueste de la persona sometida a tuela, finn rose, len eit moos suesto que ellas no podian tener heredes sui) corespon- dia al adgnatus proxinus la tutelalegitia (0 adgnatiia)” Pero yeémo setuaban los tutores?, de qué modo con- trolaban It actividad de la mujer? Muy fécil,ejerciendo su derecho de acompanarla en la realizacién de todos los tos importantes y de prestare su autorizaci6n (auctortas), sin la eval el acto era invélio. De esta forma, una mujer sola no podi, por ejemplo, var a término contratos que comporiasen ia asuncién de obligaciones, no podia ser parte en un proceso privado, no podia realizar actos de enajenacisn sobre las cosas de ma- algunos sotienen que orginsamente ns meres gua go los ‘acon pany Tos oes) a0 fonron concer capes ee {ryutinatio or fo, el pasimanio que les coresponderh on beet hte convo oto popegne cau tte capo myo [Patni se obupee penance sa sdnininaton (gen) de fee tines coals olgnli,deirata ela fer de bor en ites {Sin aaj. Peg aun uponondo gus et psi ane lat ‘joc de as Hil Taba, eta sta yu ab sia speedy Ts [fre —epmo se ha vito eel texto ian eine momar Sls oun ‘avon. TPSENra, V, 6 A fl de edge we comeaponte 2 os ger. fier (lgueada ol onen de oe assors ab Inara), na teferenla fos poties smo toe eneweatn nn en's Lanai Turie, 6 of dagisee (=Foner Lars Roman Antjiniand que terse, I GN Chandoo qe tein spout sabre In ut nobis desi Sg Sc met ad mtr tena 6 pone yor importaneia social (res mancipi/®. ¥, obviamente, no Dodia Hacer testamento, Ni siquiera cuando las mujeres ad Foicieron el derecho a hacer testamento, se permiti6 que 10, Ricieren con libertad y autonomfa". La capacidad de dis- poner mori causa de los propios bienes continu siendo, Gurante mucho tiempo, mis formal que real.* ‘En conclusién, en el ssteme decenviral, y todavia dv- rante algunos siglos después, los dnicos actos inter vivos Gispositivos de los bienes propios que podian realizar libre J auténomamente las mujeres eran los que recaian sobre has res hee mancipl (es decir sobre Ins cosas de menor im- porlancia social, cuya propiedad se transmitia mediante le Bimple enttega), Dieho de otro modo, podfan disponer de Jas Fontes de su patrimonio, pero no del patrimonio mis- imo. El paleimonio, que normalmente comprendfa res man- ip, en la épaca de las XII Tablas y en los siglos inme- iatamente posteriores, s6lo podia ser enajenado con la fatorizacién del tutor “7 Bea rer manly, coma ys Ba sto, os ecavs, log animale de tes eg, er undo sade eterna io as sagt Sevgumres predils. "DR par per foe eameato per act tram, te wee dais ia splint afcao proveinient Tama coer $e ecamanetendl are, que tegen ny foe abelido por Adriano {Gayatri 1155, qo comnts on fo iui ee canbe eer eto con ue pant deo eonfanan lamas senex coe os) tag bers a manu bre lt ca (cn eke ipo) toa peson, expect 2 cul Ia jer pbs + 2 Snes fe mona ae doi on saa de ercleviud Ge beso, Poe SGUTIE eee ota ei tom mamonisrio (lato on el ae #0 ‘ies ial sxlavon y= In eros causa mane 9360 weaned seve ey ou lr, poste ce stant, Peo ‘Risers pan dae cont eo fel qe er par ue mer ee mney qo ecerda que too ete opin stl so te ‘ido stu dau au sonfrmidad. a org foe mos robles {rene lsiuo, yd Pepe, Povione gardica« oto soil dell ‘Boon rane feed rpubbicna, Min, Ott, 198, pp. 52-82 + a icapasiad pasion de a mer bx sido algo preset has ‘nce goes emi juro expat; sis como ojo go bu trie efor evil de 1975 (ley [41973 de 2 de mays) le er cade este dee ssosznsign del mauo pre fair ais poses SESER lac Gow sum. Tor 3 ae yo oe 1985 de a7) ‘La levitas animi de las mujeres, 1a wligereza de su es- plitus, a la cual se acudia para jusficer la norma que las Sometfa a tutela de por vida, no era més que un pretexto. [La tutela perpotua se presentaba como una institucion per. feetamente coberente con las caracterstcas de un sistema politico y social, basado en el principio de que In gest, ho s6lo de In vida colectiva, sino también del patrimonio familias, era trea exclusivamente masculina. [REBELION FEMENINA Y PELIGRO SOCIAL {A pesar del éereo contol al. que las habian sometdo, Jos fmnanosforfan a as mujeres. Yo dif que Tas temtan tanto més cuanto mds Seatian la necesidad de su confor Iidad y de so rigurosa edhesin& las normas. Los rome- ‘ota diferencia de tos pueblos dela antighedad en pa tiolar los griegos,habfan confiado las mujeres ta ardua y delicada mistén de educa alos hijos en las virtudes ci~ dadanas", {Cémo podfan llevar a cabo digna y efieaz~ ‘pente esta area ai po estaban profundamente couvencidas = la Dondad ee las normas que debian tansmitr? Por eso 0 podta folerarse un eomportamiento Jesviado de dichas hori, Las mujeres tenfan que saber que si las respeta- ‘an trian premiadas, pero con el mismo rigor seian cas- tigadas sino lo hactan. sto lo prueban de modo ejempar algunos famosos procesos celebrados en los thtimos decenios del siglo y Arete el siglo! 8, procesos en los cuales hubo un ni- tnero tan exorbitante de acusadas que despiertano pocas y mis que justifeada curiosidades @) Los procesos a las matronas impildicas. Entre los ruchos prosesos contra mujeres acusadas de falta de pu- diciti, hubo das que slcanzaron especial resonancia en Roma, Te ania, y mls concretmente on Aes, eta ess ecargaba ‘2. mine pe sin inci eet il pene seo ‘Sn hir Secnde patra, iy aspects pgs 35) H 6 EI primero tuvo lugar en el afo 295 a.C, En esa fecha algunas matronae (aliquot matronas, dice Livio) fueron facusadas por el edil Quinto Fabio Gurgie de stuprum, 0 Sea, como sabemos, de mantener relaciones senuales ici tas, y ae las condend « pagar una multa, eon la cual fue tlevado un templo a Venus Obsequens (Venus «obedien- few, respetuosa de las normas)™ *. Evidentemente, 0 el montante de las multas era desmesuradamente alto, 0 ert tlevadisimo el ndmera de las condenadas. El segundo pro- tes0 se celebr6 en el 213 a.C, cuando los ediles L. Vilio Tapulo’y M. Fundanio Fundalo ejercitaron una acciéa contra i determinado némero de matronas» (otra vez al- quot matronas), acusgndolas de probrum (bésicamente si- Aénimo de stuprum)®, Algunas de ellas fueron condens- as, esta vez al exilio™ ‘En consecuencia, aunque no pudiesen participar en los comicios y aunque fuesen regularmente castigadas por pa- fres y maridos, las mujeres podian ser sujeto pasivo de. procesos penales®, Pero no es ésta la cuestién que més nos Li ie, X, 34 8 1 ils la chs de oa acnneisn de prorum pueda ser deat cade otc on ln apr, Gat, oka comptes Sromuovee “ois youl aver dons, en Sala w Documenta His Tig tr 32 (ONG), par 451 a6 Copciniete pg 459. Be, 1V, 2,9. 5 Eno inl, ede es ton veo potas ace ¢ role tviae dala Goma romana ind epa Slicona es pig, aey is corstderciones Recs poe en fetlr si competnca pomasree TE ps ey soy Ge ma ator prea edit. Cone ‘Sete aet niin popu Pads, CEDANE, 1985 plge 1219 8 + Ate Vea eobedston 4 aie empl pra mpl i de tte yn ere calm lo eet ea ‘Bh inet hsdiove ino tmpocg Inde lou homes, como fo 6 Set uate halo ne ave Vics, to womb e de por Titsiietiente sige, Toe eomvopee texan derrenenlas ‘faa tp de fe ios Viglas om ol Plt. Expeoan aT xs [$1 sus deonenensat > ylvan a esa de acondon (Val Mx, Eph. hms 1,4 an lamas Neptamss), (defn T) 95 interes; Jo que més nos inteesa son las perpleidades que Jos relatos de estos procesos suscitan, ee 7 Eas mujeres ecasadas fueron procsadas en grupo y Lic vo en ete a ito nose mele on inden “u nombe niu nero ablando con cierto despresio, amo ‘hemos vist, de tn for e matonas. Surge la sospecha de que eras mujeres, evidentemnen- te carentes de femilasiternadas en vitar cl exefndalo dem proceso, no feses acusaéas de una paricclar acca fslictive sind de males costombres babioses, Ademés, para algunos te tataba de verdadere y autnices pros {utes hipstesis xa inaceptabe, La prostieicn femneni- 1 noe persegula penalty las prosttstas, por defi- cis, no cometian strum Ts basante més probable én cambio queso trate de tn tipo de mujeres “ouyo mero timentaria cada ver IRAE, gue He compose con devnhbiionexceiv, Uiéndose en rolaiones miso menos dumderas perm {igndose una vida més 0 menos ijose seytn In gencros- dad de sus amantes. : - Aut est tal ver In cans del proceso pblico, Quiz se sab de mares gue vivian so, eos del sonol de unos familiares que, mponiendo que existesen, as bubian ox eluido del grapo de meres que meecian se, Uamémoslo {8% proegids con el serciio de Tos poderes domestics. GH H,A Baunen, Women and Polite in Ancent Rome, Lone, Rode, 19, ps 16-1, sexe an aa eran ran po a Qos el post fe celsteno por les ees curls, tos mapetafor, cro feiponnble del metetoy tub eacancompetecn se le bade. 1G Reo ssc eit cp ee ler ae uss reivonae, son oul, se han Sad noms, ore enpliteoey, cope. invent, T. Guofl, sl cometena 4 promovete dia pop tvvgo does, ct, pape fey ‘Menor copible fna, sepre paren dela hpi 6 que se tas de uta seusacén de postnctn,i es de Pues. que Ba "un coniect sap, de gue lan aetna () conden) fuente ‘ee pe el ate onset y cat a pe Salts, ie, lla Shins of Female Carty ea the Case Sirgae t he Papacy of lanai non ua eer al toh, 4 (197), pags 122y ty RA. Daan, Women and Polis in Ancient Rom, i, pl 18 Peco queda ain otro problema, ;Por qué en el ao 295 lus matronas probosae fueron condenadas a una simple pena pecuniaria, mientras que en el 213 fueron obligadas fexiliase? Quizd podria pensarse que en el primer caso las ma- tronae fueron procesadas por tener un comportamiento €x- cesivamente desinkibido en una situacin que, si bien no {as justificaba, al menos les conferfa une atenuante, ya que acababan de pastcipar en la fieste Vinalia, celebrada en honor de Venus Obsequens (el 19 de agoste). Cirtamen- to, como ya vimos, ol edil que las acusd se, sirvi6 de las rultes para inaugurar un templo ala diosa. El compor- tamiento de las mijeres habfa sido indecoraso, pero habia ‘ma explicacién que permitfa comprenderio™. Enel segundo caso, en cambio, la severidad de la con dena podcia estar relacionade con la angustia que turbaba fla ciudad ante el peligro caraginés™. En efecto, los r0- ‘manos tenfan Ia costumbre de atribuir as desgracias pS- blieas «Ts itmoralidad femenina, y los dioses les ayuda. ‘an a evitar les consecuencias de és, advirtiéndoles del peligro con sefales al respecto que se menifestaban por Scontecimientos soxprendentes, teribles, o en cualquier ato, inexplicables (prodigia)". Conscientes del peligro, los hoasbres podfen determinar alas culpables y castgaz~ las, Eso es 10 que sucedi6 en el allo 295, antes del pro- ceso del que hemos hablado. En aquelle ocasiéa, en rau ‘hos lugares habfa lovido terre del cielo, yen el ejéeeito de Apio Claudio habian cafdo muchos, victimas de un rayo™. En el 231 habfan muerto muchos sacerdotes que ‘eupaben eargos plicos. Quien sabe, quid esto era tam= EE, me, x, 3,9 © Rat 7'F Garoer Women in Roman Law and Socey, ed t,o 3 Lie, XXV, 1, 6 2h ke ii Sete, st pu da Ros taco-epleninen, an a der elgg done lac edtgne (COL de YEtsis raaee de Rome, #8, Rows, Henle ransse de ome, 1981, leg 17 Le, X, 318 1 , bign una sefel divine”. ¥ en el alo 114 los dioses fol- sminaron a Elvis, una muchacha de In aristocracia, caida bajo un rayo que, en el momento de dersibarlg del caba- tio y causazle Ta muerte, la habia desnudado™. La sefal ‘ee evidente, Las mujeres qe perlenecfan & su clase social se comporteban con desenfreno. El Estado habia reac- tionado con firmeza y rigor, acusando a tes vestales (mila, Licinia y Marcia) de violar el voto de treintaafios de castidad que hicieron cuando asumieron el cargo™. Suagadas culpable, las vestales fueron enterradas vi- ‘Ala luz de todo esto, ,cémo no preguntarse si en el ‘fo 213, en un momento tan diffeil para Roma, la severi- dad de la pena no estaria determinada por el temor @ que fl reprobable comportamiento de las mujeres tuviese de- sastroses consecuencias para la guerra? Desde luego, ssio ts une hipotesis; Ia escasex de noticias no permits otra cor. Lo ue sf se puede decir con certeza es que cuando I jurisdiocidn ciudadana topaba con el problema de Ta in- mortlidad femenina eplicabe penas diferentes, segin la ravedad con que la opinién piblica valorase cada caso Goncreto. Y, al menos en los casos de que tenemos cono- Ciiniento, no condené a muerte a las culpables, a diferen- tia de Io que hacfa la jurisdiccién familiar en casos de comportamiento andlogés. TEl hecho de no pertenecer a Is categorta de mijeres de segura honestidad y, en consecuencia, de no estar protegi- ‘das por un grupo familiar (bien porque éste no existia 0 We, mat, 200, 2 Y ac, dusert om, 83 (284 B 5 [cde soa ate por aya se desomioaba en Roma ncest Ea torn fy so cereal TC

You might also like