You are on page 1of 19
La charla de Tinbergen me recordé sus grandes contsibuciones, que inclufan la cognicién animal, aunque é1 nunca emple6 el tér- mino, Haba investigado cémo se orientan las avispas excavadoras, para volver a su nido ras una salida, También conocidas como avispas lobo, estas depredadoras capturan y paralizan una abeja, la arrastran a su nido en fa arena (un largo tunel) y la dejan allf como alimento para sus larvas. Antes de salir a cazar una abeja, hacen un breve vuelo de orientacién para memorizar Ia localizacién de su esconidido agujero. Pues bien, Tinbergen puso objetos alrededor del nido, como un cfrculo de pifias, para ver de qué informacién se va- lian para encontrar el camino de vuelta, y fue capaz de engaiiar a las avispas cambiando las pifias de sitio" Su estudio plies un mé- todo de resolucién de problemas ligado a la historia natural de la ‘especie, precisamente el tema de la evolucién cognitiva, Las a pas se demostraron muy competentes en esta tarea conereta. ‘Los animales de cerebro més grande tienen una cognicién menos restfingida, y a menudo encuentran soluciones a problemas nuevos 0 inusuales. El final de mi historia de los chimpancés con las uvas pro- porciona una bonita ilustracién. Después de soltar a los animales en la isla, unos cuantos pasaron pot el sitio donde habfamos escon- dido las uvas bajo la arena, Solo se vefan unos pocos puntos amari- los. Dandy, un macho adulto joven, apenas se detuvo cuando pasé corriendo por el lugar. Pero por la tarde, cuando el resto del grupo estaba sesteando al sol, se fue derecho al sitio y, sin dudarlo, desente- sé las uvas y las devoré a placer, cosa que nunca habria podido hacer si se hubiera parado cuando las vio en primera instancia, porque tas habria perdido a manos de los machos dominantes. ‘Vemos agus todo el espectto de la cognicién animal, desde fa navegaci6n especializada de una avispa predadora hasta la cogni- cin generalizada de los antropoides, que les permite manejar una gran variedad de problemas, incluso imprevistos. Lo que més me impacté es que la primera vez que localiz6 las uvas, Dandy no se paré a pensar ni por un segundo. Debié de calcular en un instante que su mejor opcicn era el engatio. 8 3 Ondas cognitivas jBureka! Las, el mun donde empe76 todog94 el psicélogo alernin outa se traslad = ‘ala costa africana, para hacerse cargo n la direccié fe Ta estacion |. donde permaneci6 hasta después de ees: se rumoreaba que su isin aaa la mayor arte de su atenciGn a una peque! . Kahler, que habia eludido el n tas HABA (GFEAAFORAIRAERY>n su Epoca, tena un (GERMEMTEAT adierta en lo que respecta a a de querer controlar a sus animales para jespecifi- cos, tenia una actitud de . Les proponia pequefios retos parg(GBSBE¥ar cémo Ios A su GhiinipanceD ms talentoso, Sze Ponta enel que eran demasiado cortas para alcan- Same os csi 8 xen grandes, ninguna de las cuales era lo bastante alta para que el ani- mal 1 principi So a Se prestara a servir de bangueta. Si esto no funcionaba, SEHE5— eM er nc EEA USE tonces en, otra: +0 n- » (G©Ela|H) Kohler describis este momento como la @ERPSnene Aa ‘como si de pronto se encendiera una bombilla, algo no muy dife- rente de la reaccién de Arquimedes al saltar de la bafiera donde se encontraba, que le inspiré un procedimiento para medir el volumen de objetos sumergidos, y salir corriendo desnudo por las calles de Siracusa gritando «jEureka!». Segiin Kohler, s6lo una €NERCOM NUN Ode RpeECOOD queda- ban descartados, porque(SHM&p no ten previa con estas soluciones ni se le habia reforzado con premios por en- convares Erado oi aa donde el animal seguia intentando alcanzar su meta a ‘pesar de encadenar errores que se traducfan en el hundimiento de su torre. , era una arquitecta atin més perseverante y paciente, que legé a construir cuatro pisos. (GBB seiialé que una vez se descubria(GH@SOMEBIn, a los anima- ies Tes resulta ms cL ESAEESRODEMSSTES, pore ha ‘ian GEEHTEIAD algo sobre lus conexiones causales. Describid sus experimentos con admirable detalle en EEE) 11200 « tun libro que al principio fue ignorado, luego menospreciado, pero ahora es un clé- sco ele GAG Las ingeniosas soluciones d y otros antropoides apun- taban ala que llamamos CES aunque su naturaleza precisa apenas se comprendia (y sigue sin ‘comprenderse). Unos cuantos afios més tarde, el experto en prima- tes norteamericano Robert Yerkes describié logros similares: Con frecuencia he visto a un chimpancé joven, tras intentar en vano ‘obtener su recompensa por un método, sentarse y reexaminar Ia situa- cin como si hiciera balance de sus esfuerzos anteriores ¢ intentara ces é Grande, una chimpancé,apila cuatro cajas para sleanzar un plano. Hace un siglo, Wolfgang Kahler abris cl camino para el estudio de la cognicign animal al demos- ‘ar que los antropoides pueden resolver problemas mentalmente mediante un deste- lode ingenio, antes de poner en préctca la solucién. decidir qué hacer a continuacién... Lo més sorprendente de lejos, mas que el paso répido de un método a ot —Gaymabanarea caeaaaeansadesieomte 1 Con frecuencia, aunque no en todos los individuos ni en todos los problemas, se consigue una solucién correcta y adecuada de manera inesperada y casi al instante? 81 continuaba seffalando que de quienes s6lo conocen ani «dificilmente puede espe- anticipando 1a inevitable res- yComo era de esperar, Heg6 en la forma de palomas adiestradas empujando cajitas dentro de una ‘casa de muflecas para luego subirse a ellas y alcanzar un platano de pléstico en miniatura asociado con recompensas en forma de grano? Qué buen niimero! Volviendo a Kohler, sus interpretaciones tam- bién fueron QTD Pero he ofdo un anti- doto divertido contra estas acusaciones, ofrecido por un primat6- Jogo norteamericano lo bastante valiente para meterse en la guarida del le6n skinneriano en los afios setenta, donde debatié el uso de herramientas por los antropoides. (@BAUBMERAD) 2bia sido invitado por un eminente profesor de la Costa Este que menospreciaba lat y era abiertamente hostil a las Puede que hubiera invitado al joven Menzel para burlarse de él, sin prever que el tiro podria salirle por la culata. Menzel obsequié a su audiencia con espectacu- ares imagenes de sus chimpancés apoyando un largo poste en el elevado muro de su recinto. Mientras algunos individuos sujetaban el poste, otros lo escalaban para alcanzar una libertad temporal. Era una operacién compleja, porque los animales tenfan que sortear alambradas electrificadas mientras se asist{an unos a otros en mo- ‘mentos criticos mediante gestos de las manos @UGHEEIDque habia filmado todo esto personalmente, decidi6 proyectar sus imagenes sin mencionar ni una vez la palabra @iitGGEHEHBD Su narracién fue (CGRREMEWEREAPEVE Ahora pueden ver afRBEkpearrando el poste mientras lanza una mirada a los otros», o «Aqui, un chimpancé se balancea sobre el muro».* ‘Tras la presentacién, el profesor de marras se levanté para acu- sar a Menzel de ser anticientifico y antropomérfico, de atribuir pla- nes ¢ intenciones a unos animales que obviamente carecian de am- bas cosas. Al clamor de aprobacién de la audiencia, Menzel replicé que él no habia atribuido nada. Si el profesor habia querido ver pla- 82 nes € intenciones, lo habia visto con sus propios ojos, porque él se habfa cuidado mucho de no dar a entender nada de eso. En una entrevista con Menzel en mi casa (él vivia cerca) unos affos antes de su muerte, tuve la oportunidad de preguntarle por Kéhler.Sindo € mismo reconosido como una QD (GRRRROPTA, MEA me dijo que habia necesitado afios de tra- bajo con los chimpancés(GflipREeiaipleniiiente la ranezAGED iopionero, Como Kohler, Menzel crefa en observar una y RPI pose sgutcan des orc nes, aunque se tratara de comportamientos vistos una sola vez. Tras manifestar su oposicin a etiquetar una observacién tinica como « que lleva un grupo de ellos: No sabemos cémo nos distinguen entre las cuarenta mil almas que corretean como hormigas de dos patas sobre caminos trillados. Pero lo hacen, y los cuervos de las cercanias huyen emitiendo una llamada {que nos suena como un improperio. En cambio, pasean calmosa- mente entre nuestros estudiantes y colegas que nunca han capturado, medido, anillado © humillado de otra manera a ninguno de ellos.* CRD c.n wn bosque tropical donde los chimpancés deben haber estado eascando nueces desde hace al menos cuatro mil afios." Estos descubrimien- Conducta similar en un pariente més lejano como es el mono capu- chino (jque encima tiene una cola prensil de Ia que puede colgarse!) fue recibido inicialmente con sorpresa y recelo. Los monos no en- ccajaban, Peto cuanto més la estudiamos, més parecidos vemos en- tte la técnica de los capuchinos de Brasil y la de los chimpancés de 101 Africa occidental, El problema es que GSS Soo SSSD (GRGGPEAB, un grupo distante que se separd del resto del orden primate hace 30-40 millones de afios. aque tanto los chimpancés como los cap Sree ae aa yy ése podria ser el contexto en el qe evolucionaron respectivamente sus Por otto lado, puesto Scencene En este caso, la elecciGn entre SOROS (@BAHOHsulta tan obvia como nos gustaria. - AT eabo de F bas especies, me he formado una impresién distinta de cada una en ‘cuanto a su manera de resolver problemas, que expondré aquf en len- ‘guaje lano. (CEEETIBERREER: 0m todos los (GEER. FI més calculador quizd pero 108, . 2 pesar de su GREialiddERHOEIORB, tam- bign -Sopesando los efectos ae see Amend TENN EOE en AEE ‘tener que probarlas antes. \ veces observamos una combinacion ambas estrategias, como cuando ponen en préctica un esquema que se completa a base de ensayos (algo que, desde Iuego, tampoco es inusual en nuestra especie). En contraste, el mono capuchino es una frenética maquina de ensayo y error sayan una gran varieda ‘manipulaciones y posibilidades, y en cuanto descubren algo que fun- ciona se quedan con la solucién. ‘comportamiento renudo @ pres qe igs as ERNE EES 102 Tampa Ln mono capchin (abs) inser un bast largo en un tubo tansparete para ‘carn cacahuee. En un tubo regular el eacaote pede ser puja en aos sends para esolver el problema El tabo tampa (bao) en cambio reuire que «leacahete sea empujado en un slo sentido de lo contario caer ena amps y ‘uedard fuera del alcaee del animal, Estos monos pueden aprender a evi la tramps desuts de muchos erores, pro los antopodesexhiben una comprenion de cause-efeo, y ences a soldion de inmedato, apoyo experimental. ha dedicado toda una vida a estudiar _Capuchinos en su instalaciOn adjunta al 200 de Roma. En un expe ‘una variedad de objetos disponibles para sacar el cacahuete, cl mis adecuado de los cuales era uriBastOmlamgO) pero también habia pa- {os cortos y tiras/4 Boma flexible. Los capuehinos cometieron un niimero asombrosamente grande de ORs, 6omo Bolpearel tubo con el palo o agitate Vigorosamente, emplear objetos inadecuados (O/ikROARARPOS| Corts por AimbOS EXUEMIOE, con lo que el caca- hhuete no podia salir. Aun asi¢@Gh(GGGi SS nOHOS sprenGieron alescoger|con|preferenia|el bastén largo. Fin este punto ¢Visal> berghi introdujo un ingenioso giro: hizo un agujero en el tubo. Ahora ya no era irrelevante desde qué extremo se empujaba el ca- . Resulté que la jarra no estaba lo bastante lena de agua para que el cuervo llegara a ella con el pico, «Entonces se le ocurrié una idea», continuaba Esopo, «y tomé un guijarro que dejé caer en la jarra.» El cuervo siguid arrojando piedras hasta que el nivel del agua ascendid lo suficiente para echar un trago. Parece una proeza improbable para un ave, pero ahora se ha replicado en el laboratorio. El primer experimento se hizo con grajos, un cérvido que no usa herramientas en libertad. Aas aves se les presentaba una probeta con agua en la que flotaba tun gusano de la harina, El nivel del agua era lo bastante bajo para que 1a golosina quedara fuera del alcance del ave. Kl mismo experi- mento se hizo también con cuervos de Nueva Caledonia, expertos en el uso de herramientas. Haciend@]SUhaaiiniGrleja(@e7que"a -seseaias ce J mire. tea javeoria, y, couticmando, ta fala de «Ea nuns ena led ‘ambos cérvidos resolvie- ron el problema del gusano flotante usando guijarros para elevar el nivel del agua en la probeta.” Pero este resultado debe tomarse con cautela, porque Ia inteli- zgencia de la solucién no esté del todo clara. Para empezar, todas las aves habfan sido adiestradas previamente con una tarea ligeramente distinta: habfan sido recompensadas sisteméticamente por introdu- cir piedras en una probeta. Ademés, en el experimento citado las piedras se colocaron convenientemente junto a la probeta con el ‘gusano, por lo que el propio disefio experimental sugeria sobrema- 109 nera la solucién. Si@Q@HIBt hubiera ensefiado a sus chimpancés a apilar cajas, nunca habrfamos ofdo hablar de él, porque este proce- der habrfa echado por tierra cualquier interpretaci6n de la conducta de sus animales como inteligente. En el curso de la prueba los cuer- ‘vos aprendieron que las piedras grandes eran preferibles a las pe- quefias, y que no tenfa sentido tirar piedras en una probeta llena de serrin, pero esto puede haber sido cuestién més de aprendizaje ré- pido que de comprensién inteligente. Puede que advirtieran que ccuantas més piedras afladfan més cerca quedaba el gusano de su pico, lo que les llevaba a persistir. De ser asf, estaban funcionando més al nivel de los capuchinos que de los chimpancés.” Recientemente hicimos un experimento parecido con nuestros chimpancés, cambjando el gusano por un cacahuete fltante. Una hembra Hamada lo vigorosamente y darle unas cuantas patadas, de pronto Liza se dio la vuelta, se diri- gié al bebedero para llenarse la boca de agua y volvi6 para echarla nel cilindro, Hizo unos cuantos viajes mds al bebedero hasta que el cacahuete estuvo al alcance de sus dedos. Otros chimpancés no tuvieron tanto éxito, pero una hembra intent6 orinar dentro del ci- lindro. La idea era buena, aunque la ejecucién fuera defectuosa. Yo conocfa la vida de Liza desde que nacié y puedo asegurar que este problema era nuevo para ella, Nuestro experimento se inspir6 en ‘uno similar con un gran niimero de orangutanes y chimpancés, una parte de los cuales resolvié el rompecabezas al primer vistazo.*t Esto es especialmente notable, ya que —a diferencia de los e6rvi- {os fs antropoides dl estudio no twvieronninginprediesta- NED oo . El agua ni siquiera parece una herramienta. La dificultad de esta tarea se evidencié en las pruebas con niffos, mu- chos de los cuales nunca resolvieron el problema. Sélo el 58% de los nifios de ocho afios dio con la solucién, por no hablar del es- aso 8% de los niffos de cuatro afios. La mayorfa de los niffos inten- 10 4 z er ee Inspirados por una fébula de Esopo, los investigadores han comprobado que los, ‘euervos arojan piedras en una probeta lle de agua para poner a sualcance recom- pensas flotantes, taban frenéticamente alcanzar el premio con los dedos, y luego abandonaban: Estos estudios han suscitado una amistosa rivalidad entre foro- fos de los primates y forofos de los eérvidos, A veces pico a estos ‘iltimos acuséndoles de «envidia del antropoide», porque en cada publicacién establecen una comparacién con los primates, diciendo que los cérvidos son tanto 0 més listos que ellos. Incluso Hlegan a m1 describirlos como » y dicen barbaridades S00 Gi sh ee coe cog fuera de la especie humana procede de los cuervos de Nueva Cale- donia».** Los primatélogos, por su parte, se preguntan cudn genera- lizables son las habilidades de los c6rvidos y si «capuchinos con plumas> no seria un apelativo més adecuado. ,Son los cuervos ‘como ponis de un truco (como las mutrias que parten almejas 0 los ‘quebrantahuesos que tiran piedras a los huevos de avestruz) o tie- nen la inteligencia requerida para resolver una variedad de proble- mas? Esta cuestiGn esta lejos de zanjarse, porque aunque la inte- ligencia primate se ha estudiado desde hace més de un siglo, los estudios de la inteligencia de los e6rvidos s6lo han em liltima década. Un interesante tema nuevo es el uso iw Aun cuervo se le presenta un pedazo de carne que s6lo puede obtener con ayuda de un bastén, pero este bastén esti fuera de su alcance tras unos barrotes por los que el animal puede introducir el pico, pero no la cabeza, En una caja cercana hay un bast6n corto adecuado para acceder al bast6n largo. El orden correcto para resol- ver este problema es agarrar primero el bastén corto, usarlo para acercar el largo y luego usar este tiltimo para obtener la came. El cuervo debe entender que puede usar herramientas con objetos que no son comestibles, y que debe hacerlo en el orden correcto. Alex Taylor y colaboradores trabajaron con cuervos de Nueva Caledor alojados temporalmente en un aviario en la isla de Maré. Los siete cuervos del estudio hicieron uso de metaherramientas, y tres de cllos siguieron el orden correcto a la primera. En la actualidad ‘Taylor esté ensayando tareas de més pasos, y los cuervos estan res- pondiendo al desaffo. Esto es ciertamente impresionante, y aqui los ‘cuervos superan a los monos, que tienen problemas con las tareas or pasos. Dado el abismo evolutivo entre primates y cérvidos, y las mu- cchas especies ancestrales intermedias de mamiferos y aves que no usaban herramientas, se trata de un caso tipico de evolucién con- 112 vergente, De manera inden ben haber hecho frente a la necesidad de manipulaciones complejas. de objetos de su entomo, u ottos retos que estimularon el creci- miento cereby La entrada en escena de los cérvidos ilustra cémo los descubrimientos de la vida mental se propagan por el reino animal, un proceso que se resume en una regla que se cum- ple una y otra vez: cada capacidad cognitiva que descubrimos re- sultard ser mds antigua y mds extendida de lo que pensdbamos ini- cialmente, Esta regla se est convirtiendo en un principio central de la evolucién cognitiva, i ves. pero {que podemos decir de los cocodtilos y caimanes parcialmente sumergi- dos que sostienen ramas en equilibro sobre el hocico? Los cocodri- lianos hacen esto especialmente en charcas y pantanos cerca de las colonias de cria durante la estacién reproductora, cuando las garzas y otras aves acuiiticas estén desesperadas por encontrar ramas para sus nidos. Podemos imaginar la escena: una garza se posa en un tronco flotante donde ha visto una atractiva rama, pero stibitamente 1 tronco cobra vida y Ia atrapa. Puede que los cocodrilos aprendic~ ran inicialmente que las aves se posan sobre ellos cuando hay ra- ‘mas flotantes cerca, y luego extendieran esta asociacién para ase~ gurarse de estar cerca de ramas cuando las garzas estan anidando. De aqui a cubrirse con objetos que atraen a las aves s6lo habria un pequetio paso. Pero esta idea tiene un problema: hay muy pocas ra- ‘mas flotantes por ahf, y hay demasiada demanda de ellas. ;Podria ser que los cocodrilos (de los que los cientificos lamentan su fama de «letérgicos, estipidos y aburridos») lleven sus sefiuelos con ellos desde lejos? Esta podria ser otra espectacular onda cognitiva, que ampliaria el uso deliberado de herramientas a los reptiles.” El Giltimo ejemplo, 13 nn ems tata conn invert, un o> 10! Se ha visto a estos pulpos recoger céscaras de coco. Dé que son un plato favorito de muchos predadores, el camuflaje es uno de sus objetivos principales en la vida, No obstante, de entrada las céscaras no reportan beneficio alguno, porque tienen que trans- Portarse, lo cual llama la atenci6n. Estirando sus tentéculos hasta convertirlos en miembros rigidos, el pulpo anda de puntillas sobre el fondo marino mientras sujeta su premio con algiin brazo libre. Una vez se ha deslizado hasta una guarida segura, las céscaras pue- den usarse para esconderse debajo.* Por simple que parezca, el caso de un molusco recogiendo herramientas para una protecci6n fu- tura evidencia lo lejos que hemos legado desde los dias en que se pensaba que la tecnologfa era el rasgo distintivo de nuestras especie. 14 Hablame ‘. No buscarse problemas se convirtié en una pre~ 115

You might also like