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a. el jurado. a anmuncio © parodia de fa revista Hitler no podia wendida en el sentido de deseri tivos al sefior Fahwell o acontecimientos veridicos en los cuale anuncio «no era razonablemente crei- ne a muestra costumbre, aceptamos esce 108, por habér- mediante la ale- gacién de ui anterioridad de acuerdo con la 1.* enmi condena por dafios cuando Ja conducta da, de fundamentar 0 a caricatura, como lo es la parodia a do et n ello revocames la sentencia del Tribunal de Apelacién. 34, Texas v. Johnson (1989) 491 US 397 Votada el 21 de junio de 1989: por cinco a enatro, Ponente: juez William J. Bre! Votaron a favor Marsh: Scalia y Kennedy (éte con voto iron votos particulares discrepantes e] Chief Justice io 1984 se del Partido Republ macién al enton- ces Presidente Ronald Reagan como candidato a la reelecci Como sucle ser habitual, en los alrededores de! auditorio en el que protesta nacional de pacifistas, alernativos, etc. En una de le In manifesta or insults 1 a otros manifestantes, profer: hubo incidentes serios, alga i is personas fue acusado y or ultraje a jonumento piilico, de objeto sagrado, ra, 0 de Ja bandera est nacionals) n ser testigos, 0 lo descul 1 condena pero en apelaci ‘Tribunal de Apelacién del 5.° Circuito en Dall accién de Johnson estaba protegida por el derecho a la libre exp sion de la 1.* enmienda, El Estado de’Texas apel6 ante el Tribunal Supremo. No era la primera vez que Jacionados con la bandera nacional, en el marco de su pradencia sobre el discurso simbélico 0 expresion simbélica (simbolc speech). Recuéntese gue con el nfimero 15 de esta recopilacién hemos Education » Barnette (1943), la sancién a los Testigos de Jehows que se negaban a I criterio aplicable al comportamiento expresivo stado verbalmente era United States w O’Brien (1968), rl tar en seftal de protesta asuntos saludar a la bandera el Estado puede regular y eastigar este comporta nto, siem~ dijo q pre que les que en Street » New York (1969), pide el ejercicio del derecho a ka libre expresi6n (1974) y lo penalmente por hacer un uso del derecho a la libre bandera. Pero no se ha expresién considerado of atte vido a afirmar categorican situcionalidad inequivoca de la sma nacional, Lo hizo en 1989, en Tiss» J ., Scalia, Marshall, Kennedy y Bl it, O'Connor, Whi quema de la ban mparar por cinco votes (Brean, jan) contra c quel a La ultraje 9 la ban (0 para expresar samente lo que la bandera simbs sistem americane. Por Jo det centee la expresiin (speech) y Ia 6 de g in de Johnson et jusrien dsns)a chaver {)ELTRIBUNAL REHNQUIST 533 informe a la mensaje 0 idea, La cuestién era importante, porque la United States v. O’Brien (1968), las au regular las conductas (no asi la expresion), si erés determinado y atendible son caus® un impacto tremendo en los Estados Uni- dos. Los ciudadanos estaban casi tan divididos como los nueve jueces. Hubo una reaccién patriética sin precedentes (el voto particular dis- ‘crepante del Chief Justice Rehnquist era un canto poético e histérico ala bandera), que puso a los partidos en situacién dificil: los republi- canos promovieron una enmienda constitucional que excepcionaba los derechos de la 1.* enmienda si se trataba de la bandera. La trami~ 6n de la enmienda incomodaba a los demécratas, y no prosperé porque en la Cimara de Representantes, en votacién celebrada cl 21 de junio de 1990, no recogid mis que 236 votos contra 179. Ferreres ional... p.236) se plantea si, en caso de haber prospe- rado, la enmienda hubiese sido inconstitucional. Mientras tanto, con los votos demécratas, | Congreso aprobs inmediatame seis meses después de la sentencia Texas» Jol ion de la Bandera (Flag Protection Act) idades pueden npre que les legitime para wos de cot, una Ley de Protec- terior en Texas w Johnson discrepante ificado fue el juez Stevens, que no se privé de er tica de su pais por «contribu indo de ella contra 4 que el aiio partidistas que en realidad t Pese a k objetivos poco 0 Ley de Proteccién de 1h pasada déc do les faltaron tres votes para a mayorfa de dos texcios, Los volvieron a iniciar wos Congresos (los , pero sin éxito. ‘Comunidades Auténomas 0 a su publicidad, se castgarin con la pena ibolos o emblemas, efectuados con tha de siete a doce meses). ja Palou-Fernando Iga Josep Santdiumenge Farre, EI dee pp. 12y ss; Ronald Dworkin, Vitud jqualted, Paids, Barcelona, 2003 ay dimensiones de sentencia Texas Jol ¥ del imperio de La ley en la pp. 69.4 71;Victor Ferreres C CEP, Madrid, 1997, p.236; Luis Ma _fidamentales, Civitas, Madrid, 2003, i Miquel Martin Casals— 1a libertad, CEC, Madrid, 1993, yherana. Lat teoria la prictica de ta ftulado sLibertad de expre- ia constitutional y demoeraca, tema de devechos SENTENCIA TEXAS V. JOHNSON (1989) Ja primera en pero desde hace Ja proteccién no se cifie alo que se tido bri oa lo que se es como pars poder ser (Onited States », O°Bri de saber $ un: 1 fuerte posi inv (Sp En este asunto adquierei f jeter expresivo de compor 1943), portar 193 1) son conductas protegidas por el voto particular discrepante del juez White en S (1974) decka que tratar son desprecios 1 pequefia a un pantalon, debe tiene nada de sorprendente qu finalidad expresiva en comporta hh finalidad misma de la bandera de un p. nacional. C el juez Rehnquist que se yecho de coser a Ia b ia de Kent State, pad tamiemo venia provocado por estas circ nos que el Estado de Washington habia adi ma de comunic fe sso que ahora nos ocupa 6 asses razones que | movieron a quemar la bandera: «Quemé la bande: lo consideramos que quemando la bandera el Seftor Jol ne suficientes ele eterminada puede exi ara permitir al Go: aparecen mezclados en erés piiblico lo bastante sélo se proyecta sobre los as no implique ls privacién del derecho a la libre expresién» en los gue «el interés del Gobierno dems de saber si podemos ap! cidir si el Estado de Texas, al con é I derecho ala cerio. E] Estado ha afirmado gue ex ban de algunas perso por la quema de ka ba s que squst 537 \berse visto seriamente ofendidas a postura de Texas equivale pues a decir que hay muchas probabi- gue personas que se n el orden pil lov. Chicago, 19.49) {...].En real © chocante, entonces proteccién constitucional® ca Foundation, 1978) y que el Gobier cidn de ideas desayradables sobre Ia bas caricter desygradable © provocador generari violen no hemos autorizado al Gobierno a presumir que En reak coda m trario: hemos exigide qu. atento, las circunstancias 4 {que se pregunte si ea expré ico, y que por tanto la expresin. Nuestros precedentes no avalar esta presuncion. Al contrario reconoce |-eusndo crea insatis- les, 0 incluso evanda provoca jsmo tiempo que ¢si la opinién del orador resulta provocadors es una raz6n para que se (juez Stevens, diserepando ifestacién de ideas provocadoras incita n realmente esti destin ilegal inminente, 0 a incitar a ella,y si tiene fuertes posibilida- 1969, en relacién c ue euna de tir y favo- esta fancién manifesta 10 demostrada, de gue ese lesorden, al con= llo des6rdenes piblicos» (Chaplinsky ». New hire, 1942). Ninguna persona raz01 2 el Gobierno S388 uassmeTEveiAsuisicas oat Os ESTADOS Ln R fmt) A CHAVER 009, FLTRIBUNAL REHNQUIST 539 federal que Mev a cabo Johnson la hubiese © insukto personal directo 0 co! 05 [...]- Por tanto considerames qu interés del Estado en el manc para mantener y Porg tuna aceién tan fuerte jer ese papel simbélico, sea cual sea dicho. papel del Estado, no se entenderia eémo ;¢ simbélica como la del Sefior Johnson de la bandera. En realidad lo. mienco di 1 alega debe preocuparse, porque nuestra sentencia no Je ‘Texas es que puede y debe proteger la bandera como simbolo de orden pablico. No estamos sugiriendo que la 1. e1 jonal y de la wnidad indole Estado prohibir 0 evitar una vaccién ilega nados contenidos. De modo que, confor jen maltrata la bandera de 1 se pueda dudar de que es dicha unidad exista en realidad, entonces el mensaje que se pret de transmitir es peligroso y puede ser prohibido, ncipio fandamental que proteccion de la b: Gobierno no puede vilidamente prohibir Ja ncia como nacién y ofensiva 0 desagradabl estaba en jaque J].Ni siquiera cuando la bandera nacional ido excepciones a este prin indefa, siguiente: rechazamos que se pueda ndena basindose en que el Seflor Street no pudo que ahora nos oc accién d n que la bandera yi y ln unidad nacional, si representa que represe bandera no existen en x I, incluyendo ass. Tabi justifica nterés th ichos preced istérico y simbélico de Ia ba acion. El argumento del Est +s en los que se dera en nuestra no es sélo que esté legi ratiiendae por loe Aldecir, en Barnete, que la C autoridades, el jez Jackson se referia a uno de los principios fanda- jentales de nuestra sociedad en unos términos que justifican so cita tan frecuente: «Si hay alguna estrella inamovibl autoridad pa cidn constitucional es que ningu quia que tengs, puede preseribir Jo q mo ut otros posibles ambitos de Ja opinién de los arles a manifestar su fe o creencia en dicha orto- ‘doxia, ya sea de palabra 0 con gestoss [...] La interpretacién que ef Estado de Texas da a la conducta del Seiior Johnson no tiene en cuenta lo esencial de nuestra jurispraden- cia: el Gobierno no puede vilidamente prohibit @ una persona ejer cer su derecho a la libre expresién tinicamente porque no esti de acuerdo con su contenido, pero ello no depende de la manera ¢: creta con la que se ha elegido manifestar o transmitir e] mensaje. Si decimos que un Estado esté habilitado para prohibir quemar una bandera cada vez que ello atente contra sx fincién simbélica pero en cambio puede permitir esta misma acci6n cuando se preser- ve dicho valor (por ejemplo, si alguien quema solemnemente una -ntonces estariamos diciendo que en caso de tegridad fisica de Ia bandera ésta s6lo se puede sentido, De este modo permitiria- bandera sucia 0 rota) atentado contra la utilizar como simbolo en un sé mos al Estado establecer un dogma, a saber: que se podria legitima- mente quemat la bandera para manife hacia lo que representa, pero s6lo con Ia co! contra la bandera en tanto que simbolo de Ia unidad di lay nde no atentar 35. United States 1, Lopez 514. US 549 (1995) Votada cl 26 de abril de 1995: por cinco a cuatro. e: Chief Justice William H. Reb Votaron a favor los jueces Scalia, O'Connor, Kennedy (este con voto particular concurrente, al que se adhirié el juez O'Conner) y Tho- mas, también con voto concurrente. Votaron en contra los jueces nsburg, Souter y Stevens, cada uno con wn voto pa al al que se adhirieron otro w otros jueces, Breyer, Presentacién de la sentencia Lépez (1995) esa di snta aos en rela S42 LASSENTENCIAS MASICAS OF HRN SLINEN pero en apelaci6n el Tribunal del Quinto Ila Ley federal de 1994 mparaba que el Congreso regu- ‘dena por considerar inconstitucios su juicio la cléusula de comezeio no lase la posesién de armas en Desde Ia década de 1930, el Tribunal Supremo habia ve siendo extremadamente flexible en la interpretacin de la cliusula de asi todos los aspectos de la sociedad a recta con el comer- 10 dijo que no existe fundan comercio, admitiendo que “tuviesen no relaci6n real @ cio~ podian ser regulados por la Federacién. Incluso Ia lucha contra cia, fe las metrépolis norte- pal en la claus is que Thornton (1995), d fuente de la au pueblos de c: indiferenciado de excepciones en Nacién entendida como wi nent en Ia 10." en de hecho la senten- ity, 1985, rntencia que ahora ps que encuentra su reservados, respecti conservadora y con cuatro jueces con puesto, se quiso desmarcar posicio- te su anterior doetri- nes anteriores nya). El Chief, dar un golpe de ‘presam ahora la oportunid 1976 (as fdico, sino prictic doctrina se apart En efecto, cerior jurispry después de de forma expres Trib te porgue en ante Congreso a hacer cosas paree 1n blanco al Congreso para re} de sentido el listado de poderes p el pleito se pez (1995) no es y localista del poder, que descontia de las a los burécratas de Was gislacio versity of Ala xy Newada Dept. of Human Resources v. Hibbs (2003) 2003, pp. 61 a 76 SENTENCIA UNITED STATES V, LOPEZ Hemos de partir de los principio bisicos. En su articulo Ila Constitu- clén cred us leral con poderes asados, Como manifests James Madiso deleya en el Constituyentes para aseyurar a proteceién de ness less [Gregan Asher 301 US 452, 458 (1990) que la separaci entre los Estados y el Gobierno Federal reduci el riesgo de abuso por parte de cada uno de ellos (em). La Constitucién atribuye al Congreso competencia para «regular el Comercio con naciones extranjeras y entre los Estados, ¥ con las 82). En Gibbons 1: Ogden, 22 US 1, 9 Wheat 1 tribus indias» (ar a de comercio: 4El comere! gar a dudas, entrafia trifico,p lgo mis: son interrelaciones, Se refiere a la rela ci6n comercial entre naciones, y entre las partes de Jas 1 todas sus vertientes, y se regula por medio de permitir esta interrelacién.» también nezeio supone [a atribueidn del spoder para ra deverminar las reglas por las evales se rige el ler, como todos los demas de que dispone regular, esto comercio, Este pi su plenitud y ne conoce mis Constitueiény (ier 10 se extiende ni afecta a otras Estados, Ti inconveniente y ciertamente se limitarse al comercio dos. Toda enu n cien aftos posteriores a Gibbon we ha dictado sei Ny DEMUSTLER cw wave on INQUIST 547 En 1887, el Congreso prot estat (Iiterstare Cor Competencia 0 Ley She no la distineidn interestatal. Entonces dijimos que sla cu problema de grado» que «tienen una re erestatal que su control es esene re efectos wdirectose e sinditectos» en el comercio © apropiado pa comercio de trabas y obstrucciones» ente impedia que el Congreso regulars poder del Congreso y, por tanto, p © la mine ed States v Darby, 312 US 100 (1941) 12 (1895), federal sobre condiciones de trabajo Veease United States » EC. Ki me ala eual « por tanto, no forma parte de 298 US 238, 304 (1936). 1 nego ser confor del Congreso Simultaneamen ‘casos en los que algin tatal requiriera una regulac npre del poder expre- so del Congreso de regular el comercio ‘Vease tambi 119 (1942), extiende a aqui lades inteaestatales «que de forma st interfieren uw obstruyen el ejercicio del poder gara n el caso Wi se sefalé que la directos ¢ hs que le afect La justifieaci existiria limite gobierno totalme izadoo Dos afios mis tarde, en el caso Steel Comp, 301 US 1 (1937), ¢ dispo: de esta d yide hecho, est puede ser consi a trarse dk 1 sobre S48 LASSENTENCIAS BASICAS DELTRIUNAL SUPREMO DE 108 FSTADOS UNIDOS FI Tribunal se preocupé ci6n personal del Seftor Fi mbito de la regu tomada junto con la de otros productores que se situacién similar, e que sv contribuei Jurisprudencia sobre Ia mucho los poderes del Congreso en relacién con constitucional. En parte, elo implicé reconocer los grandes cambios que se habjan producido en el desarroll ico y comercial en este pai mpresas qui n sido s6lo locales © como mucho ree: ado en empre~ sas de ambito nacional. El cambio docts smo, que la ado jusula de comercio hal ‘mera jurispradeneia sobre la artifcialmente la autoridad del Congreso para reg interesttal Pero incluso estos precedentes que han ampliado los poderes d Songreso derivados de la cliusula de comercio subrayan que esta competencia est cs. En Jones & Sieel (1937), ‘Tribunal advirt nbito del poder derivado del comercio interestatal «debe ser analizado a Ja luz de ni de era que produzca efectos edad compleja 'y no puede expa indireetos y re Congreso puede regula mico sustancial idades que vejerzan un efecto ec el comercio iremente el comercio inte De forma similar, I reafirmé q) bastante amplio, tiene limicesy e «el pod: cuya observancia FY De MUSTLER (98 A CHAVEZ Go. IMAL REHNQUIST 549 tiene amplios poderes: (planteamiento modificado en Nationa Lea- y 426 US 833 (1976), a su vex modificado por Metopottan Tansit Authority, 469 US 528 (1985) jnez Doughs disereps de Witz, porque a su j ibunal care- sner imitaciones al Congreso a Ja hora de regu- al que afect ser reguladas y sentencia Witz Ja mayoria a ernénea, ni ahora ni tampoco en Ia sentencia Wickard ha congreso puede utilizar un impacto relati~ vamente insignificante en el comereio como excusa para aprobar una regulaci6n general de actividades estatales 0 privadass, Por el contrario, sel Tribunal cha general guarda con el comercio, entonces no es aplicable la excepcién que en principio cabria alegar 8 se individoal afectada por la icho que si una regu ara de una sitaaci s hemos ficado tres grandes utilizando de comercio. En .greso puede regular la w mn de Jos canal (Darby, 1941) |...) En segundo lugar, el primer haga de comercio Congreso. mentos de cosas pertene- esgos provier sélo de actividades producidas en el 342 (1914)] [...]. Final con el comercio los poderes del lh capacidad sustancial con el 1, 1937) 0, como se afirms n sustancialmente al en Wirtz (1968), a terestat actividad debe eafectar» o si, por el con para poder pte» al comerc 1, de acuerdo con Ia autoridad criterio adecuad requi liza si la c vafecta sustancialmente» al comercio interes hora hemos de afirr Ala huz de ello va ompetencia del Congreso para aprobar la norma controvertida, 0 sea, el § 922 (@) de la Ley de Escuelas Sin Armas. Las primeras dos categorias de actividades antes ncién: el § 922 (q) no es una ni se puede just jeta proceger un instr reso Qh que se encuentre en dicho c cio. Por ello, si el § 922 (q) debe \cionalmente, de co debe serlo conform: interes trigo de una explot (1942)]. Estos ejes 4 sea el caso. donde mis competencias federales se ptorgado co: 1 actividades intraestatales a cliusula de comercio para regul afecta a una actividad econémica que no es comparable a la pose ciior Roscoe 0) A CHAVE? cu) EL TRIDUNAL REHNQUIST S# el otoho y después de coseeh: ‘ no, otra parte Ia uj consumo interno y la i Secretario de Agei- cultura Je impuso una sancidn prevista en la Ley de Ajustes en juras siembras, disposicidn. La ley tenia por objeto regu nsportaba en los cire 2 fin de evitar los excedentes y las pent como las fluctuaciones del precio que se habfan observado con jue la Ley era aplicable al Senor Filburn, «Uno de los objetivos principales de la Ley e \eremento de los precios de mercado de! para conseguirlo ducto lograr subir, con lo g nis trigo, de no entra laa del precio. mercado para satis= acido a nivel 190 pro culo 922 (q) es propios términos se interpretan en su sent parte de una regulacion de S52 LASSHRCTENCIAS MASICAS DEL-TRARUMA SL intra Por ello no le es aplicable ble 4 la regulacién de tales actividades das con 1 jurisprudencia favor ten o estén relaciona~ 4 transaceién comercial, que, vista en su Conjunto, t ‘obre el comercio interestatal. ndo lugar, el § 922 (q) iene criterios juridicos asegurar, a través de un & cso por caso, que la terestatal, Por ¢} 336 (1971),el analizé el antiga 18 USC, § 1202 srecibir, poseer 0 transportar con fines ndo comercio cualquier arma de fuego». El Tr eerpret6 el com Ponente de la posesién del § 1202 (a) en el sentido de que requ no ente6 en Ja cuestién dee si el Congreso pos lar sla mera posesién» de armas de fuego. Véase asimnismo Un States Five Gambling Deviees 346 US 441, 448 (1953): «Contos n principio antiguo y sélidamente anelado en ».A diferencia de lo que Ja sentenecia Bass, cl § 922 ( inverprec cia ocasional nte pueda cener una relacion afecte. las leyes que el Congre izamos las ¢ is de Ja Cama Jas Comisiones del Congreso (Preseault 1 ICC, ¥¢ caso, ¢1 Gobierno ha reconocido 2 89 A CHAVEZ mas de fuego que al Congreso la p. 304); asimismo, Pérez 402 US en la p. 156, (vel Congreso no. necesita realizar conclusiones detalladas para poder legislar») estatal sobre todo de forma clara.) jerno federal pretende esenck § 922 (g) resulta vido, ya qu fuego en una zona escolar afecta realmente al ci enta que la posesidn de una zona escolar puede conducir a co no resulta visi El Gobierno arg nacional de dos formas:en pr los costes de Jos crimenes violentos son con- sider: sy a través del mecanismo del seguro acaban repercutiendo lad de la poblacion, tal como se afirma en United States 5, 928 F 2d 858, 862 (CA9, 1991). nte de viajar a of Adria Mi ta, ademas, que la presencia Jos colegios representa n riesgo supl ceducac er actividad que considerase relacionada © a de cada uno de los cindadanos: por ce actividad de los ciudadanos. A pesar de gue el juez Br tos del Gobierno no spond vo supoi imitrokes, Juez Breyer se contra wereso de s #o, tales coma n el riesgo que para posesion de armas de fi \cia derivada ¢ Este problema, su vez, ti un plan de estudios 0 local y para la educaci educacién local tienen Jos institutos qu 1 Juez Breyer rechaza rior y seftala que wel ss escuelas cae juez Breyer sostiene argu dependi actividad puede co) J puesto de trabajo que pefien. No dudamos de jes que sustancial 0 afectan al pr ido del grado de generalidad con que se m smplemente, establ vsuls de comercio, regular numerosas activ Congreso pod federal para la enseh secundaria, ya que lo q efecto significativo sobre la e ta sustancialment establecer waestra interpretacién de Congreso pod: ado comercial de la ‘ya que, Je, cualquier cial. Confos w el Congreso puede fectan al comercio foceso educacional, Pero por , 316), (1819): admitido, n embargo, la cuestidn respecto a la extensién de los poderes actu: jente garantizados esti siempre abierta y probablemente seguir estand nuestro sistema de gobierno» (id. en la p. 405). pientras exista Ogden 9 Wheat, en la pagina 95, en :meracién presupone algo no dov. La Constitucién im 2 incertidumbre por al Congreso plenos y generales poderes jan para aprobar cualquier tipo de legisla~ 1, § 8, de la Constitucidn. EI Congreso ha \certidumbre legal, una vez que hecho de gue se abstiene de atri pudiera licas se aia rumerados. lin Stel, 301 US, em \cia del Congreso bajo a ina 37, ala de n problema de grado». De la misma 16n es el voto particular « semtencia Schechter Poultry (1935): local. Todo lo, ma lo detectan, emas centrales de re 8) A CHAVEZ CO stu haya participado recientemente en una actividad de comercio interes a posesin de esta na obligacién de probar 9 vinculada al comer pretens necesario hacer deduccién sobre otras deducciones hasta transformar obierno ser guaje ui : bilidad de una expansi no vamos a hacerlo. Ci cluir que hae stencia de algo no Ouden (1824), supra ‘cuando algo es rea Si crado, tal como se afirmé en tiria determinar Imente local

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