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EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN COMO TRASCENDER LOS ROLES DE PERSEGUIDOR, SALVADOR O VICTIMA Establece relaciones personales saludables Gill Edwards 1. El drama comienza... + El Perseguidor + El Salvador . + La Vietima .. 2. ELtriéngulo dramédtico en la prictica .. 3. Las reglas familiares y su dindmica ..... Reproduccién de emociones del pasado ... 4, La respuesta de estrés y el triéngulo dramitico ... 5. sCémo puedes evadirte del eriingulo dramético? * Sanacién del Perseguidor que llevamos u 7 26 39 45 51 37 61 o7 70 75 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPHAN + Sanacién de la Victima que llevamos dencro 6. El iéngulo del amor + Masculinidad fuerte y asertiva (M) sn + Feminidad célida y protectora (F) + EI Nifio Magico (N) .. 7. Bl fancionamiento del tridngulo del amor ..... 8, Laentrada en el tridngulo del amor ... 10 80 87 89 92 95 99 105 El drama comtienza... OR QUE ALGUNAS RELACIONES SON FELICES y armo- Pires por doin sas y portadoras de conflictos? Por qué algunas per- sonas tienen relaciones cflidas, afectuosas y entrafiables, y sin embargo otras s6lo pueden mantener relaciones distan- tes y superficiales que las hacen sentirse vactas, solitatias € insatisfechas? ;Por qué incluso la mis dichosa de las rela- ciones a veces deviene en confusién y caos, 0 te deja eno- jado, furioso 0 con la sensacién de no ser comprendido? Por qué alguna gente saca lo mejor que hay en nosotros y otra, por el contrario, lo peor? Las respuestas las encontra- mos en el triéngulo dramético*. “Tanto en clésicos dramas shakesperianos, de los que son cjemplos Hamlety Macbeth, como en peliculas y libros mo- * Hanglodramiico fa espns copier lag por Stephen Kernan, ps _uittr 7 prof de ands eanszconal orl que aces tambign sel connce come tcngulo de Karpman DL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN dernos de los que son representantes Harry Potter y Shrek —asi como también en dramas de la vida real como el del principe Carlos, Diana y Camila, los protagonizados por politicos opositores, los originados por los vertidos de pe- tr6leo 0 los que se dirimen en los tribunales de justicia—, el mundo esté lleno de triéngulos dramticos. Y aunque a ve- ‘ces pueden ser apasionados, no son sitios ageadables para es- tar. Un tridngulo dramatico es siempre un campo de una batalla de la que nadie resulta verdaderamente vencedor; y aunque al final tenga una resoluciém —Carlos termina ca- sindose con Camila 0 Harry Potter sobrevive una vez -més—, todos los implicados salen de esta batalla seriamente perjudicados y dafiados. Lanorma es que toda interaccién disfencional tiene agar en torno al tridngulo dramatice. Dicho de otro modo: si te suce- de algo con otra persona que hace que te sientas dolorido, enfadado, culpable, ansioso, temeraso, rescntido, exaspera- do, avergonzado, celoso, inerte, helado, atrapado, compro- metido, confuso, desesperado 0 inadecuado, o con la sensi- cién de haber sido utilizado, traicionado, controlado 0 incomprendido, entonces, no hay dudas, puedes estar seguro de que estés atrapado en un tridngulo dramdtico. De todos ‘modos, reconocer esto es un primer paso para desenganchar- tey evitar, por tanto, el dolor que dicho proceso conlleva. Cualquier cosa que te haga sentirte mal lleva anexio- rnados elementos daftinos de tu personalidad que repien 12 EL DRAMA COMIENZA, -viejos patrones familiares y ereencias negativas de tu infan- cia; de ahf que toda interaccién ingrata te oftezca una po- sibilidad de desarrollo y cambio, Sin embargo, mientras petmanercas en un tridngulo dramdtico, tu desarrollo que- da bloqueado, ya que adoptas una acticud defensiva, ala par que las heridas cel pasado se hacen incluso més profundas, El triéngulo dramético contribuye a reforzar las creencias negativas del pasados algo que limita tu vida y te mantiene atrapado, Algo también que erosiona lentamente tu pro- pia estima, Asimismo, el hecho de estar inmerso en un Uiéngulo dramético constituye una amenaza a largo plazo tanto para cu salud mental como para tu salud fisica Y puesto que el drama llega a convertirse en un cfrculo ‘én por tu parte sélo conse- vicioso, en el que cualquier 2 guiria empeorar las cosas, podrias muy bien estar ensefian- do a otras personas a seguir repitiendo contigo los mismos dolorosos y autodestructivos patrones de antafio. La gente normalmente piensa que se requieren tres per sonas para formar un triéngulo draméticos pero, en realidad, todo lo que se necesita es una relacidn como la existente entre madre e hija, jefe y empleado, doctor y paciente o marido y mujer. Asimismo, podrfa ser la relaci6n existente entre ti y una enfermedad, o entre al y una familia 0 una organizacién, El triéngulo también puede formarse invernamente, es decit, entre ls diferentes partes del yo. De hecho, a no ser que ten- gas un tiéngulo dramético interno en plena actividad, no puedcs ser senganchador por otras personas. EL TRIANGUIO DRAMATICO DE KARPNAN ‘Tener conciencia de cémo uno representa estos roles y de cémo los demas intentan engancharte al tridngulo es el primer paso para evadirte de un tridngulo dramatico; y esto lo consigues observando tus propios pensamientos ¢ inter- acciones, no juzgéndote a ti mismo y apercibiéndote de tus paucas de conducta. El segundo paso es ser honesto y sin- cero contigo mismo y con los demés, asi como despren- derte de los sentimientos de vergiienza, culpabilidad y vic- timismo, que son los que manticnen activo el triéngulo. Asi que echémosle una mirada a los tres roles que pode- mos asumir dentro de un triéngulo dramético. PERSEGUIDOR, SALVADOR ¥ VICTIMA Las tres situaciones que se dan dentro de un triéngulo dramatico entrafian diferentes estados del yo o subpersona- Tidacles, Estas situaciones se corresponden con los tres roles que podemos representar conocidos como Perseguidor, Sal yador y Vietima. Dos de estos roles tienen un cardcter pa- rental —el de Perseguidor y el de Salvador—, mientras que él tercero —el de Victima— es de naturaleza filial. En otras palabras, en un triéngulo dramético no hay adultos. No exis- te una relacién madura, sana y adulta que emane de un sen- timiento de sinceridad, de fortaleza interna, de valentla, de feanqueza, de amor incondicional, de confianza y de respe- to mutuo. ‘Todos los implicados se dedican a «patticipar en juegos» aprendidos en la nifiez, aunque lo hagan de una ma- EL DRAMA COMIENZA nera inconsciente y a menudo se sientan muy enganchados yatrapados. cl triéngulo dramatico todo el mundo se considera tuna Vietima, lo cual crea una siuacién de constante estrés y tensién que imposibilita la més minima intimidad y carifio sincero. Hay familias desestructuradas que casi él nico me- dio de interacci6n que conocen es giar alrededor del tedingulo dramatico, Es extrafio que una persona no tenga un rol preferi- do —una posicién de partida familiar 0 un rol prede- terminado— en el que se refugia cuando se siente casti- gada por el esteds. Una vex que estés «enganchado» en el tridngulo dramatico, pasarés de un rol a otro con suma facilidad, a veces en cuestién de minutos, lo cual te brin- da la posibilidad de identificar aspectos de ti mismo en todos y cada uno de los tres roles. No obstante esto, tu posicién natural o predeterminada sera para ti el rol mas familiar y en el que te sentiris mas cémodo; esto hard que probablemente te reconozcas con més fidelidad en las descripciones de este rol que en las de los otros. (Los tres roles del tridngulo dramético puedes contemplarlos cn la figura de la pagina siguiente.) FFjate en que tanto el Perseguidor como cl Salvador apa- recen en lo alto del tridngulo dramitico, Esto se debe a que se encuentran en una situacién privilegiada (parental) y, 15 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN P s Persegudor Salvador (€lpadre sombre) (anade soma) ELTRIANGULO DRAMATICO v Vietna (Eitij sora) por consiguiente, se crcen poscedores de la verdad y tan fuerte y més protector e imprescindible el uno como el otro, La Victima, por su parte, se encuentra en una situa- cién inferior y més debil (filial). En el triéngulo deaméi- co no existe una relacién equitativa ni tampoco adulta. El hecho de estar inmersos en un estado de drama da rienda suelta alo peor que hay en nosotros, obstaculiza nuestra intimidad individual y destruye nuestras relaciones. Ade- més, por desgracia, también tiene consecuencias pernicio- sas de un marcado matiz. neurético, como, por ejemplo, sentirse necesitado por los demés o creerse superior a ellos, asi como buscar la seguridad a toda costa o buscar con afin cualquier tipo de proteccién; por consiguiente, puede decirse que el drama crea una situacién peculiarmente en- gatiosa. EL DRAMA COMIENZA, EL PERseGuipoR (También conocido como el «padre sombra», el «padre critica», el guez» o el «critico interno»,) Tanto si eres hom- bre o mujer, se trata del lado oscuro de tu energia masculi- na Es esa parte que se afirma a si misma arremetiendo con mma el projimo, ya sea criticando, protestando, juzgando, culpando, apodando, humillando, amenazando, insultan- dlo, hostigando, sermoneando, interrogando, tachando de enfermo, paralizando o ejerciendo poder («Si no lo ha- ces como yo quiero, verds lo que te exe encima», «Eres un nifio malcriadols, «Por qué no puedes hacer nada como es debido?s). Un Perseguidor (o Perseguidora) esté siempre pendien- te de los demés, pero con talante negativo; esto es, sefialan- do su culpabilidad con un dedo acusados, avergonzindoles © desaprobandoles y queriendo que los demas cambien 0 se comporten segiin sus descos. Un Perseguidor te hace ver con toda naturalidad que él estd en posesién de la verdad y que el equivocado eres ti. De ahi que se atribuya el derecho a cambiar alos demés y de obligatlos a que adapten su con- ducta a sus pretensiones; a veces incluso se cree que tiene la potestad de imponer castigos (qMe debes muchos, «Eres mi maridol», «Soy tu madre, asf que haz lo que yo te digo). En ocasiones, el Perseguidor recurre a terceras personas para reforzar més su postura («jVerés cuando llegue a casa tu pa dre. . «(Todos mis amigos son de mi misma opinién'») "7 FL TRIANGULO DRAMATICO DB KARPMAN En el fondo, los Perseguidores se sienten incranq los, inseguros, frigiles ¢ infantiles, si bien desde nifio aprenden a no exteriorizar estos sentimientos. Cuando atin son jévenes creen que la vulnerabilidad es peligrosa para ellos. No es raro que los Perseguidores hayan sufrido abusos (de tipo emocional,fisico o sexual) en su infancias y que, en consecuencia, hayan aprendido a sobrevivir identificindose con la figura (0 figuras) de un pace crf tico propenso a mangonear, avergonzar o controlar a los demés, Este mecanismo de defensa se conoce como siden- tificacién con el agresor» y les proporciona un resistente caparazén externo. Como secuela de estos abusos, el Perseguidor suele te- ner acumulada una buena cantidad de rabia, que puede ex- plotar en la cara de aquel que esaque los pies del tiesto> 0 que simplemente esté presente en el momento de produ- se el arrebaro de célera. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que debajo de esta rabia, fifo desdén o farisaica in- dlignacién, existe una bien asentada capa de sentimientos de vergiienza y falta de méritos, Puesto que temen ser aban- donados, los Perseguidores pueden ser también celosos y posesivos. Con el fin de esconder su dolor, ansiedad y ver~ gtienza detris de una pantalla, intentan controlar o castigat alos dems y hacer que la gente se sienta mal. Si encuentran a alguien que se doblegue a sus exigencias e imposicio- nes, procuran por todos los medios que se sienta ansioso, culpable o insignificantes esto les da a los Perseguidores 18 EL DRAMA COMIBNZA. una sensacién de poder y control. A pesar de esto, la cues- tién subyacente de vergtienza ¢ inseguridad no queda re- suelea, por lo que el ciclo sigue repitiéndose con caricter indefinido. Los Perseguidores suelen ser intimidadores, aunque ra- ras veces lo reconocen. Al contrario, se consideran victimas del mal comportamiento de los demés y nicgan sus précti- «as de acoso y detribo. Creen que tienen derecho a que los clemds satisfagan sus necesidades, si bien no dudan en acu- sar al préjimo de egoista cuando éste se empefia en com- portarse a su manera; ahora, eso sf, en muy contadas oca- siones perciben cl egoismo que supone sus ticticas dirigidas a controlar la actividad de los demés, Muchos «Perseguidores» son maestros en verter acusa- ciones veladas y comentarios descalificadores, como tam- bién en lanzar indirectas, dar informacién sesgada y emitir amenazas sutiles. Un ejemplo de esto lo tenemos cuando tuna persona te dice ¢Har. lo que quieras», pero dicho en un tono que indica muy a las claras que si lo haces Jo lamen- tards; esto da por zanjada la cuestién ¢ impide cualquier discusién posterior, puesto que te ha dado verbalmence «permiso» para hacer lo que tt quieras. Una situacién pa- re mna da un manotazo so la se produce cuando esa per bre una mesa o se encoge friamente de hombros a modo de respuesta a una cuestidn dificil que se le haya planteado. Los Perseguidores son proclives a darse ellos mismos la razén y 19 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN defienden y justifican su comportamiento con la mayor rotundidad, haciendo ver que son los otros los que han he- cho el desaguisado y que ellos estén ahi para arreglar las cosas; siempre y cuando, claro esta, que todo esté bajo su control. Muchas personas que son Perseguidores declarados en Ja intimidad del hogar, son puiblicamente considerados como «pilares de la comunidad. Estas personas reciben una buena dosis de adrenalina por el simple hecho de tener tun enemigo contra quien barallar; y no faltan Perseguido- res que van de un lado para otro buscando causas que de- fender y por las que hichar. Aunque, en principio, esto pue- da parecer loable e incluso provechoso, lo cierto es que la actitud dc los Perseguidores siempre seré la de que alguien (que no son ellos) es quien ha metido la pata, Esta actitud no deja de herit a los demés, siendo incluso indignante cuando sc comprueba que los Perseguidores raramente lo- gran los resultados que prometen. Y, desce luego, no son vi sionarios que abriguen bonitos suefios para el futuro. De hecho, es gente que esté a la caza de las faltas y los fllos aje- nos y; por consiguiente, ningtin conflicto puede en realidad resolverse en medio de un ambiente de ganadores y per- dedores, Pata los Perseguidores, ef mundo es dicotdmico, o sca, que esté dividido en dos partes de las que una es blanca y Ja otra negra, o bien una buena y otra mala, una correcta 20 EL DRAMA COMIENZA, y otra errénea o una amiga y otra enemiga, Por lo visto, en Ja mente de un Perseguidor no caben los tonos grises. Toda vex.que tienen la fuerte necesidad de ser considerados seres perfectos y de estar por encima de cualquier tipo de repro- che, son dados a verse a sf mismos como portadores «de lo que es correcto», lo cual significa que la otra parte no tiene mis remedio que ser la portadora ede lo que es erréneon; esto Jes da pie para atribuirse la catitativa misidn de sacar de su error la otra parte, ya sea persona u organizacién. Para los Perseguidores, el mundo es un lugar lleno de peligros, por lo que siempre estén @ la defensiva. Estn convencidos de que son victimas inocentes y exentas de toda culpa, que lo tinico que hacen es «defenderses. Para un Perseguidor por naturaleza, el ataque es la mejor forma de defensa Cuando hablas con un Perseguidor tienes la sensa- cidn de estar en un campo de batalla, bien porque eres considerado como un enemigo, bien porque te ves com- pelido a defenderte o justificarte, 0 bien porque el ene -migo es una tercera persona y se espera que tienes que ponerte de parte del Perseguidor, ya que, si no lo haces, hay muchas posibilidades de que te conviertas tt también cen enemigo («jPor qué no me das la razén2, yo crefa que me tenias aprecion). Asimismo, Ilegas a tener la sensacién, de que estis atravesando un campo minado, ya que tienes que andarte con pies de plomo para no decir «algo im- procedente» que podsfa poner al Perseguidor en tu contra. ‘Los Perseguidores nunca admitirén que estén equivocados, 21 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN puesto que una cosa ast les haria vulnerables, algo que in- tentan evitar a toca costa. Si el asunto en que estuviesen metidos tomara el cariz. de que podrfan perder la batalla dialéctica, 0 pusiera de relieve que habian contribuido de alguna manera a la agravacién del problema, entonces Jo més seguro es que se encolerizaran todavia mis, se ba- tiesen en retirada bruscamente, o se negaran a seguir ha- blando. Veamos cual es el proceso psicolégico que todo esto conlleva. El Perseguidor proyecta su propia ansiedad sobre el mundo exterior y busca un «enemigor con objero de echatle la culpa de lo que él siente. Este enemigo puede ser su pareja, el perro, un empleado del ayuntamiento, un diag- néstico médico, 0 alguna noticia que haya escuchado en el tclediario. Mientras pueda externalizar a su enemigo, se evita mirar dentro de si. En efecto, no tendria entonces ne- cesidad de mirar detrés de su c6lera para determinar la cau- sa por la que se siente avergonzado, vulnerable, preocupa- do o inseguro, ni tampoco el asumir la responsabilidad de haber originado 4 mi no la sit Por naturaleza, el carifio de los Perseguidores esté Fuer- temente condicionado, Estar enojado y adoptar un talante critico son postutas confortables (0 al menos més confor- tables que plantarles cara a sus propios temores, bochor- nos o inseguridades y poner ast de manifiesto su vulnera- bilidad). Sin duda alguna se han percatado de que 2 BL-DRAMA COMIENZA. representando este rol pueden controlar a los demés y no sienten el menor reparo en obligarlos a que se dobleguen a sus exigencias 0 a que comulguen con sus ideas. Los «Perseguidores» proyectan su lado oscuro —los as- pectos inconfesables de su ser— sobre los dems; y asf cuan- do tachan a alguien de «egofsta c irresponsible», estin arro- jando sobre d su propio egoismo ¢ irresponsabilidad, Cuando acusan a su pareja de infidelidad, la mayoria de las veces se es- tain negando a admitir su intimo deseo de dar por finalizada la relacién, o bien estén pasando por alto su personal con- cribucién que ha movido a su pareja a traicionarle, Cuando reprochan a una persona que trabaja poco, no es de extrafiar que sean ellos los que tengan un intenso deseo de trabajar menos, es decir, de llevar una vida mis regalada y compla- ciente; lo que pasa es que sus propias voces rfticas internas no le permiten hacerlo. Vemos, pues, que su falta de ganas de trabajar, su manfa, 0 lo que sea, permanece oculta en su intimidad, si bien esto no obsta para que sea proyectada sobre los demés. Cuando la voz perseguidora se dirige hacia dentro de tuno mismo, se convierte en el xertico interno». (Y asf euan- do alguien utiliza su voz perseguidora en su contra, es més que probable que sc active su critico interno y le haga sen- tir que de alguna manera vestés equivocedo».) Los Perse~ guidores son estrictos consigo mismos y también con los de- més, Estén equipados con esa mentalidad perfeccionista BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN que les hace pensar que nunca alcanzan los niveles de eali- dad exigidos. Puesto que habitualmente adolecen de an- siedad, siempre estin en estado de alerta—aunque con fre- cuencia parezcan confiados ¢ incluso arrogantes— con el fin de detectat posibles amenazas y evitar la critica o el aban- dono. En su fuero interno, el abandono les produce wn au- téntico terror, si bien esto no es dbice para que traten ast cényuge y a sus hijos como pertenencias més que como petsonas, ya que estén convencidos de que tienen el dere- cho de controlarlos. Es muy raro que los Perseguidores reconozcan que son opresivos, criticos, condenatorios y abusives, Procuran jus- tificar su conducta, bien dando —tanto para sf como para los demés— una imagen de victimas que sélo pretenden de- fenderse o de personas que tratan de arreglar el mundo, o bien siendo convenientemente exigentes consigo mismos, A veces, también se reservan el papel de wingeles vengadores» y acttian —sin el mds m{nimo escrépulo— contra aquellos que les han hecho dafio o les han defraudado («jMerece que se le condene al ostracismola, «(Esa mujer abusé de mi confianzal», «(Ya le advert de las consecuencias!»), El buen Petseguidor puede convencerte de que lo negro es blanco, o viceversa, y hacer que te sientas mal, egofsta, disparatado, inadecuado y sobre todo irremisiblemente equivocado. Ser honesto consigo mismo y asumir la responsabili- dad de sus propios sentimientos son actitudes muy ame- 24 EL DRAMA COMIENZA, nazadoras para el Perseguidor, toda vez. que podrian acer- carle peligrosamente a sus vergiienzas més intimas. Hay ocasiones en que el Perseguidor siente de golpe la vergtien- zay la inseguridad propias del papel de Victima, algo que, segiin sus palabras, es tremendamente doloroso para él (Por ejemplo: un hombre le pega a su esposa y, a renglén se- guido, rompe a llorar avergonzado y le suplica que no lo deje.) Sin embargo, al Perseguidor por naturaleza le es mu- cho més cémodo manifestar en todo instante un talante iracundo ¢ irritable, as{ como sefialar con el dedo a los de- mis, Cuando surge un problema, su reaccién instintiva es encolerizarse y adoptar una actitud acusadora, abochorna- dora y controladora; ahora bien, si esto fallase, no tendria reparo alguno en erigirse en Victima y presentar una ima- gen débil, enojada y llorosa. En resumen, los rasgos distintivos del Perseguidor son: * Actitud condenatoria, critica, abochornadora y acu- sadora. + Justa indignacién, + Ver en blanco y negro. + Proclive al control. + Atrogancia o complejo de superioridad. + Atribuirse el derecho de hacer que los demés actien, segtin sus deseos. + Interés por ser visto como un ser perfecto y libre de cualquier tipo de reproche. + Rechazo de su propia vergiienza y vulnerabilidad. 28 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN EL SALVADOR (También conocido como la «madre sombra», el «mér- tir-héroe», el ecomplacedor de la gente» o ef «progenitor responsable»,) El Salvador denota una preocupacién exce- siva por los sentimientos y las necesidades de los demés, incluso en detrimento propio. En nuestra sociedad, se le daa esto la falsa consideracién de afecto o espiritu caritati- vo, cuando en realidad estamos ante un mecanismo de de- fensa. El Salvador cree a pie juntillas que si se compadece de los demés y se sactifica lo suficiente por ellos, ser una per- sona alabada y querida, No obstante, dado que raras veces hace puiblicas sus propias necesidades y sentimientos, y me- nos atin los hace prevalecer, lo normal es que termine s tiéndose agobiado e inapreciado, Sin embargo, al creer que sus acciones hacen de él (o de ella) una «buena persona» de ideas altruistas, en el fondo se siente orgulloso de su sa- crtificio y de su desvelo por el préjimo. Los Salvadores se sienten responsables de la felicidad y del bicnestar de sus semejantes; por consiguiente, si alguien esti furioso, dolido o harto, el Salvador se pondrs al ins- tante en accién para reconfortarlo y calmarlo, haciendo suya la tarea de hacer que la persona se sienta bien de nue~ vo. Los Salvadores tienen un nivel de tolerancia bajo con respecto a las agitaciones emocionales o conflictos y harin cualquier cosa en pro de la paz. Si para conseguirla es ne- cesario fingie que las cosas marchan bien, estar de acuerdo 26 EL DRAMA COMIENZA. con lo que otros dicen, transigir con lo que otros desean 0 incluso convencerse de que ellos desean lo mismo, no tie- nen inconveniente alguno en hacerlo, Prefieren sacrificarse antes que enfrentarse al conflicto. Para un Salvador es casi imposible tomar una decisién que satisfaga sus propias necesidades pero que moleste a los demds, por lo que la demorard sine die o simplemente se avendri a hacer lo que de él se espera, esto es, complacer alos demés, Con harta frecuencia manifiestan un compor- tamiento camalednico, puesto que dicen y hacen lo que en un momento determinado se espera de ellos. De aqui que a veces este rol reciba el nombre de «complacedor de la gentes. Los Salvadores se andan con pies de plomo en sus rela- ciones personales, especialmente cuando interactian con personas que puedan dar un giro hacia el rol de Perseguidor; para ello, suclen evitar temas escabrosos, procuran adap- tatse a los demés, y sélo hablan de aquello que estiman ceptable e incontrovertido. En un decidido afin por no al- terar el orden de las cosas o por evitar cualquier posible crf- tica o rechazo, son personas dispuestas a transigit, a ocultar la verdad y-a ahogar cualquier sentimiento o necesidad que pudicra dar lugar a polémica. Para evitar situaciones de indole emocional, son dadas a hacer cosas y a estar ocupa- das la mayor parte del tiempo. Este comportamiento hace que sus relaciones sean a menudo distantes y superficiales, ” BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN ya que no les permite llegar al fondo de los asuntos ni tam- poco resolver los conflictos. ‘Huir de la confli ividad y no exteriorizar el enfado cons- ticuyen para los Salvadores un comportamiento tan normal y natural que no se dan cuenta siquiera de que «no pinchan ni cortan» Jo més minimo en sus relaciones personales; a esta situacién contribuye también la circunstancia de que en muy contadas ocasiones dan a conocer sus necesidades y sent mientos; no es de extrafiar, pues, que terminen con la sensa- cién de ser un don nadie. Muchas veces su sentido de la lealtad les hace seguir vinculados a relaciones anémalas y co- dependientes que no les hacen ningtin bien y en las que no se sienten verdaderamente apreciados. Con frecuencia tra- tan de convencerse de que las cosas irin mejor en el futuro y dad. no reconocen su propia inf Muchos Salvadores se comunican de un modo vago, confuso ¢ inditecto; y ello, porque temen mucho decir algo inoportuno e improcedente que moleste a sus inter- locutores. Por su parte, estos interlocutores suclen que- jarse de que nunca saben a qué atenerse con este tipo de personas. Esta comunicacién indirecta también perju- dica a los propios Salvadores, toda vez que perjudica la labor de «adivinacién» que éstos acometen con el fin de enteratse, a través de indicios y pistas sutiles —y no me- diante preguntas clarificadoras y directas—, los que los otros desean 28 EL DRAMA COMIENZA Puesto que los Salvadores gustan de desentenderse de los problemas personales, © cuando menos quitarles impor- tancia, corren el riesgo de convertirse en «encubridores pa- sivos» al soportar en silencio pautas de conducta inadecua- das (alcoholismo, laboradiccién, ludopatia, y otras) por parte de su pareja o de cualquier otra persona. Idéntica ac- ticud adoptarian si su pareja, o un familias, incurriese en un comportamiento infantil y caprichoso, se negara a valerse por s{ mismo, evidenciara sintomas depresivos o agorafs- bicos, 0 incluso fuese abusivo violento. Los Salvadores son remisos a enfrentarse con las dificultades en la con- fianza de que los problemas desaparezcan o se resuelvan de alguna manera por s{ mismos; esta postura la mantienen aunque la situacién dure algunos afios. Es corriente que los Salvadores saquen de apuros, pro- tejan, justifiquen 0 encubran a las personas de su entor- no en vez de impulsarles a que se enfrenten de manera abicrta con sus problemas; no se dan cuenta, pucs, de que esta forma de actuar fomenta la adopeién por parte de estas personas de estrategias defensivas y de depen- dencia encaminadas a favorecer sus particulares intere~ ses, Puesto que tienden a responsabilizarse de los demés, pueden llegar incluso a echarse ellos mismos la culpa del ‘mal comportamiento de éstos. (X, como no podria ser de otro modo, fos Perseguidores se complacerin en estar de acuerdo con ellos en esto.) Asimisme, los Salvadores suelen declararse culpables de las dificultades que surjan BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN en cualquiera de sus relaciones, algo que permite desen- tenderse a la otra parte; y dado que culparse a si mismo es tan inefectivo como echarle la culpa al otro, el con- tencioso queda en el aire, esto es, no llega a resolverse por completo. Por qué se conoce también al Salvador como la «madre sombrav? Pues porque representa una forma desvircuada de «querer». El yo superior que todos tenemos respeta siem- pre nuestro yo y el de los demas, mientras que el Salvador hace dejacién de sus propias necesidades y pone en primer lugar a las de los otros, Nuestra cultura es proclive a enco- miar al mértir y a Ja persona que se sactifica por sus seme- jantes —ces maravillosa, nunca piensa en ella mismar pero sactificarse por el projimo no ¢s quererlo, Cuando re- ‘nunciamos a nuestros propios sentimientos y necesidades y hacemos concesiones a los demds, no hay duda de que se debe a nuestra baja autoestima. En este caso, lo que pers gue el Salvador es ser merecedor del carifio ajeno por ser ebueno» y «afectuoso», en detrimento propio, con los que le rodean. Otra razbn por la que el carifio que dispensa el Salvador ‘no puede considerarse sano, sino desvirtuado y distorsio- nado, cs su naturaleza epaternalista», Podria decirse que ese afin por avolcarse» sobre los demés tiene mucho de com- pulsivo. El Salvador es un espécimen puro de la codepen- dencia, Puesto que st «catifioy esta basado en el hecho de ser necesitado, precisa que los demas mantengan su condi- cidn de personas menesterosas o dependientes. Incluso si el otro es un adulto o un nifio mayor, el Salvador tiene ven- dencia a protegerlo en exceso, haciendo suya la responsa- bilidad de chacerlo feliz». Se cree més listo, més fuerte con més recursos que la otra persona, dando por sentado que ésta, al ser en cierto modo débil o incompetente, no puede salir adelante por s{ misma o necesita ayuda para abritse paso en la vida. Una conducta asf incapacita al otro en ver de fortalecerlo. El Salvador no considera a los demas como seres iguales —provistos de facultades y recursos que les son propios—, sino mas bien como seres pucriles y de- pendientes, Lo malo es que esta apreciacidn corre el peligro de convertrse en lo que en psicologia se lama una profecfa de autocumplimiento. Los Salvadores creen que sélo son valorados por lo que puedan hacer por los demés, por lo que les conviene que é&- tos sientan necesidad de algo. Cuando sus hijos crecen, el Salvador recalcitrante buscaré a un sustituro a quien cuidas, ya sean unos padres ancianos o un gato extraviado. Dado que no concibe que pueda ser apreciado y considerado por s{ mismo, procura hacerse indispensable a los demés en la ereencia de que, si no lo es, ser4 rechazado y no querido. ‘Los Salvadores se mueven bajo la influencia del miedo y la ansiedad y ereen, ademés, que los que les rodean son in- capaces de enfrentarse con el infortunio 0 de asimilar la 31 HL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN, verdad cruda de las cosas, de ahi que quieran protegerlos de posibles peligros y de situaciones penosas, como asimismo cvitatles cualquier revés, disgusto o enfermedad. No con- ciben que los demés tengan la entereza necesaria para su- perar las dificultades de la vida, por lo que intentan impe- dir a transicién de étos a la adultez, Esta cs la razén por la que los Salvadores scan también denominados «ptogenito- res responsables». Desean que todo transcurra sin sobresal- tos y parezca perfecto y, para conseguirlo, no tienen repa- +08 en ocultar Ia verdad a los demas o en evitar cambios que pudieran soliviantarlos. Puesto que una accién como &ta, aparte de ser ittespetuosa o artificiosa, despoja de autoridad a la persona en cuestién, pucde ser causa del eno- jo de ésta; si éste es el caso, el Salvador se sentirla entonces totalmente desconcertado, ya que esté convencido de que ha hecho todo lo posible por ser «servicial» y por «hacer las cosas bien». Cuando la relacién primaria de un Salvador se hace dis- ‘ante, superficial o controladora —cosa que normalmente ccurte al no estar dispuesto a abordar los astntos, a expo- her sus propias necesidades 0 a dar a conocer sus senti- micntos—, recurre con frecuencia a un paternalismo exa- cetbado a modo de situacién compensadora, Se centra, ues, en la relacién «desigual» que impone el paternalis- mo, ya que se siente mas cémodo asf que aftontar una re- Jaci6n igualitaria ¢ intima; y también porque necesita ser ne- cesitado y porque cree que no puede despettar carifio como 32 EL DRAMA COMIENZA persona en si, Los Salvadores saben cémo cuidar al pr6jimo, pero raramente saben cémo establecer una verdadera rela- in intima; esto hace que prefieran «desaparecer> o darse por vencidos en vez de ser francos y honestos. Puesto que poseen un gran interés para que se les con- sidere intachables, tanto los Salvadores como los Persegui- dores suclen desear tener chijos perfectos» a base de pro- porcionarles una preparacién esmerada que, en la mayoria de los casos, les supone una presién por parte de los pa dees para que destaquen en todos los aspectos de la vida. ‘Muchas veces estos nifios renuncian a muchas cosas con tal de que sus progenitores estén «orgullosos» de ellos. Hay. que sefialar que los patrones de ostentacién, renuncia y per- feccionismo se transmiten de una generacién a otra. Asi- mismo, los Salvadores se sienten responsable de las clec- ciones que hacen sus hijos, interfriendo y dificultando con ello la creciente autonomia que éstos requieren. Una con- ducta de este tipo puede distanciar a los padres de sus vis- tagos, al sentirse estos titimos atosigados y controlados en exceso. Al igual que el Perseguidor, el Salvador suele dedicarse a buenas causas, si bien lo més probable es que lo hiciese para servir al préjimo y no para luchar contra el statu quo, que serfa la finalidad preferida del Perseguidor. Haré cual- quicr cosa que sca necesatia sin proferit queja alguna, aun- que esté cansado o haya algiin inconveniente, Es el rol del 33 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN «mirtit-héroe», Para el Salvador, las necesidades de los otros siempre tienen preferencia, Se desvive por arreglar sus pro- bblemas o sacarlos de apuros y, a menudo, evidencia un fer- viente deseo de cambiar el mundo y hacerlo mejor. El Salva- dor sucle ser adicto al erabajos y puede llegar incluso hasta la extenuacidn si su labor implica sobre todo servir a los demés. Muchos de los trabajadores sociales y cuidadores pro fesionales son Salvadores por naturaleza que proporcionan a los demés el cuidado, el apoyo y la atencién que secreta- mente quersian para si. A estas personas les cuesta trabajo decit uno» o fijar un limite que acote claramente el alcan- ce de su labor profesional. Al rol del Salvador se le ha lla- mado también el del «anador herido», por ser persona di puesta a sanar a los demds pero no a sf misma; su decision de convertirse en sanador, cuidador o consejero esté casi siempre movida por esta dinémica infantil En el plano del subconsciente, el Salvador ha aprendi- do desde nifio a hacerse responsable de la felicidad y del i comete bienestar de sus congéneres y a sentirse culpable el desliz.de tener en cuenta sus propias necesidades. Al no set satisfechas sus necesidades de dependencia, empieza a verse menos importante que los demis. Esto podtrfa deber- se a que uno 0 ambos padres no quisieran 0 no pudieran asumir el rol parental, que Llegara un nuevo hijo cuando él era todavia un nifio de muy corta edad, o que le asignasen la tarea de cuidar a sus hermanos ms pequefios. A esto 34 EL ORAMA COMIENZA, también contribuiria que sus padres le hicieran responsable de imbuir (0 herit) ciertos sentimientos en el énimo de los que le rodean («Mira lo que has hecho, has enfadado a ca mamil>, «No hagas que me enfadels, «Haz. que nos sinta- mos orgullosos de ti», «Partirias mi corazén si tu...) Es corriente que los padres de un Salvador clogien abiertamente cualquier conducta cooperadora o solidaria de su hijo y, por el contrario, desaprueben cualquier pos- tura de éste que denotara un sentimiento negativo o fir- meza de cardcter, No es raro, pues, que esta forma de ac- tuar por parte de los padres fuese la causa de que el hijo (0 la hija) se acostumbrara a conseguir Ia aprobacién aje- na siendo bueno y servicial, ahogando sus propios senti- mientos, y haciendo lo que otros desean. El Salvador sue- le ser también producto de una cultura familiar en la que se concede una gran imporcancia a la accién de ayudar y cuidar a los demas; y més atin, si esta accién supone un sa- ctificio considerable para quien la realiza, Estas situaciones se dan en familias en las que uno de los padres (0 ambos) €s un consejero profesional, un alma piadosa de arraigadas creencias religiosas, 0 una persona dedicada en cuerpo y alma a las buenas obras. Fueren por las razones que fuesen, las necesidades personales del hijo se desecharon por sistema 0 no se tu- vieron en cuenta, por lo que crecié en un ambiente pe~ renne de estoicismo y falta de consideracién hacia si mis- 35 PL TRIANGULO DRAMATICO DL KARPMAN ‘Mo; Fasgos estos caracterfsticos del rol de Salvador. Todos tenemos la tendencia subconsciente de tratarnos de una forma idénsica a como fuimos tratados de nifio; y, de igual modo, buscamos en nuestra pareja a la persona ¢2- paz de reproducir nuestros antiguos patrones familiares, de aqui que los Salvadores se sientan con frecuencia atrat- dos por parejas necesitadas de algo 0 por aquellas otras de cardcter perseguidor que les hacen poco caso o los hu- milan. Los Salvadores se han aclimatado a interesarse por asuntos que estén fucra del ambito de su ego y a guiarse por lo que quieren los que estén a su alrededor. Piensan obsesivamente en los otros y en sus problemas, y aunque su proceder tenga de bueno su gran empatia, su vida est supeditada a la agenda de los demés. Cualquier persona Jes importa mas que ellos mismos. Ayudar y cuidar al préjimo se convierte en una adiccién; para el Salvador es como si la vida pasase por su lado sin rozarle. Sus sen- timientos y sus necesidades se han convertido en algo tan secundario, que incluso tiene dificultades para apreciar lo que realmente siente © quiere; y mas atin para expresar- lo, sobre todo si puede chocar con lo que otros sienten 0 desean, Los Salvadores son incapaces de expresar enojo, lo cual significa que por regla general se sienten atraidos por Per- seguidores que pueden manifestar su célera (por esta razén BL DRAMA COMIENZA. el Salvador puede proyectar y renegar de su propio enojo). Suelen ser también muy abandonados en cuanto a cuidar- se y protegerse a s{ mismos, Piensan que «no tienen dere- cho» a darse gustos que podrian perjudicar a los demés. Por consiguiente, convertirse en egocénttico y satisfecho de si mismo, as{ como aprender a hacer valer sus propios sentimientos y necesidades —incluso en circunstancias de fuerte oposicién—, son las principales tareas que el Salva- dor tiene que abordar para llevar una vida més normal, Hasta que no consiga lo anterior sin titubeos y sin sentirse culpable, no es probable que pueda tener unas relaciones sa- nas, afectuosas ¢ {ntimas, como tampoco encontrar paz. in- terior y una felicidad verdadera. Aungue la mayorfa de la gente prefiere representar uno solo de los roles del tridngulo, una vez metidos en el drama, somos propensos a representar los tres. Habré veces en que tn Salvador tipico se convierta de buenas a primeras en Victima y se sienta martir («Después de todo lo que he he- cho por ti..», Por mucho que uno haga, nunca es suli- cientes). En estos casos, el Salvador tipico se sentir ago- biado, incomprendido ¢ inapreciado, una dindmica que lo eve a la depresién. Orras veces, el uudiendo entrar en Salvador tipico se colocaré en el lugar del Perseguidor («Muy bien, que conste que ésta es la iltima vex que te ayudo!), antes de reprocharse a sf mismo su salida de tono y de regresar al rol de Salvador. 37 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN En resumen, los rasgos caracteristicos del Salvador son: * Volearse en los demés, aunque sea en detrimento propio, + Responsabilizarse de la felicidad y el bienestar de sus congéneres. + Bvitar cualquier tipo de conflicto tratando de cal- mat o apaciguar a la otra parte. * Ser merecedor de carifio o gandrselo a base de ser bueno, amable y servicial. * Despojar a los demds de autoridad al practicar con ellos un paternalismo protector. * Ocular o evitar las situaciones escabrosas y preten- der que todo va como la seda. * Sentirse mediatizado por la culpa, fa obligacidn y la responsabilidad. * Ser incapaz de expresar —o incluso estar al tanto de ellos — sus propios sentimientos y necesidades. La VicriMa (También recibe el nombre de «nifio sombray 0 de «nifio heridos,) El rol de Victima es una postura infantil que hace que te sientas indefenso y vulnerable. Si estés metido cn este rol, no cesards de quejarte y Hloriquear. ‘Te ves a ti mismo Victima de las circunstancias y de los manejos de los demés, asi como Victima de eu pasado, de unos genes de- fectuosos o de unas decisiones malas, lo cual, como es na- 38 poe EL DRAMA COMIENZA tural, hace que te sientas maniatado ¢ indefenso. Cuando estés en plan de Victima, te consideras de algiin modo dé- bil, fil o imperfecto y, por consiguiente, necesitas cual- quicr tipo de ayuda o apoyo ajeno. Incluso podrias tam- bign manipular a otros para que te prestasen cuidados o Pproteccién. Siempre que te sientas dolido, traicionado, utilizado, manipulado, abandonado, incomprendido, controlado, 0 tengas pena de ti mismo, estas en el papel de Victima («El/ella/ellos me hicieron la faenax). De los tres roles del ttidngulo dramatico, el de Victima es el peor. Es la posicién en Ia que te encuentras més indefenso, més desamparado, més vacio y peor tratado. Aunque los tres roles estén in- fluidos por el temors, en el de Victima la persona en cuestién soporta la sobrecarga de su propio miedo y de su propia ansiedad, con lo cual se siente intranquila y aterrorizada la mayor parte del tiempo. Mientras representes el rol de Victima, estarés muy susceptible, es decis, que te mostrards herido u ofendido por motivos a veces baladies, lo cual dard lugar a que la gente te evite o te oculte la verdad. En los casos més gra- ves, la Victima podria evidenciar signos de desesperacion ¢ incluso inclinaciones suicidas, Asimismo, podria reve~ lar sintomas de aletargamiento, bloqueo y paralizacién —Ia reaccién normal al estrés— y ser incapaz, por tanto, de tomar decisiones o incluso de pensar con lucider so- 39 [BL TRIANGULO DRANATICO DE KARPMAN bre el futuro. Puesto que el rol de Victima tiene mucho de penoso y angustioso, mucha gente se «escabulle» de él refuugidndose en el rol de Salvador, esto es, dedicandose a atender las necesidades de los demés o tratando de calmar y aplacar a.un Perseguidor que, sin ningsin escripulo, intenta sumirla en Ja voragine del temor y la humilla- cién, Otras veces, el rol escogido por la gente es el de Perseguidor, ef cual le da la oportunidad de dirigir un dedo acusador hacia aquellos que la defraudan, que les hace dafio o que hacen que se sienta tan infeliz, Otra via de «escape» es vivir en un mundo fantéstico —leyendo novelas de evasién, navegando por internet, dando tien- da suelta a Ia imaginacién, o iniciando una relacién a distancia— con el fin de cludir la realidad y no verse en la tesieura de tener que tomar decisiones, En estos casos, la gente recurre también a las adicciones —comer en exceso, darse a la bebida, practicar juegos de azar, con- sumir drogas, alquilar favores sexuales, gastat sin control © trabajar en demasfa— con la intencidn de llenar el va- efo que tienen en su interior. Fsté claro que optar por esta ultima via supone enerar en una dindmica de auto- destruccién, Las Victimas son personas que mantienen una alta de- pendencia con aquellos que estén a su alrededor y que, ade- ‘més, suelen tener relaciones perniciosas de codependencia en vireud de las cuales reciben cuidados y proteccién (antinica, fisica y financiera). Sin embargo, a pesar de ello, sienten un 40 i ; , EL DRAMA COMIENZA, secreto resentimiento hacia sus cuidadores, toda ver que no les gusta ser tenidas por incapaces o necesitadas. Puede dar- se el caso de que alguien ayude econdmicamente a su ex cényuge o siga haciendo trabajos en Ia casa de ésta —o éte— (rol de Victima); y la persona beneficiada todavia le ctitique y le culpe de «portarse mal» y de no estar haciendo lo suficiente por ella (rol de Perseguidor). ;Hagas lo que ha- asa favor de una Vierima natural, nunca seré lo suficiente! La Victima puede mostrarse pasiva 0 agresiva. Hay Victimas que impiden cualquier intento de ayuda por parte de los demas jugando al «sf, pero...r; 0 bien, estan- do en principio de acuerdo con un plan de accién y hue- go no llevandolo a cabo; esta forma de actuar hace que los que estén a su alrededor se sientan impotentes y frustra- dos. A veces, el proceder de las Vietimas —ya sean hom- bres o mujeres— consume el tiempo y la energia de sus benefactores, por lo que a veces se les llama «wvampiros chupadores de energiav. En muchas ocasiones, las Vietimas naturales recurren a la ayuda profesional, y aunque no pueda decirse que la ayt- da bien intencionada funcione a la perfeccibn con este tipo de personas, por lo menos sirve para que se identifiquen con su condicién de Victima. Esto da lugar a que numero- sas Victimas vayan de un profesional a otro en. busca de tuna solucién mégica para sus problemas de origen externo, ala par que son reacias a hacerse cargo de sus propios asun- 41 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN tos y a responsabilizarse de ellas mismas. Es entonces cuan- lo pueden transformarse en Perseguidores y tachar de win- competentes» a estas profesionales por no haber sabido sa- narlos 0 resolver sus problemas. (El mismo reproche pueden. hhacerles a su propia familia.) Las Victimas estén ancladas en el pasado, siguen sin despojarse de su espititu infantil, y codavia se ven como se- res indefensos e inexpertos incapaces de cuidar de s{ mismos ode hacer algo «a derechas». A menudo, los Salvadores re- fuerzan esta pauta de conducta de las Victimas intervi- niendo y haciendo las cosas por ellas; mientras que, en es- tos casos, los «Perseguidoress no dudan ni un dpice en denunciar su incompetencia y falta de habilidad. Ambas actuaciones, como es natural, incensifican la humillacién y el sentido de ineptitud de la Victimas y lo que realmente ne- cesita ésta es darse cuenta de que posee energias, talentos y recursos internos para ejercer su propio poder y recobrar su autoestima. He aqui algunos de los rasgos que caracterizan a las Vic- timas: * Sentirse indefensas, débiles, frigiles y defectuosas. * Verse a si mismas como productos de las circuns- tancias sobre las que no tienen control alguno. + Sentirse incapaces de tomar decisiones y de cuidar de sf mismas * Buscar ayuda, cuidado y apoyo en otras personas, 2 EL DRAMA COMIENZA. Decir asf, pero... Vivir a veces en un mundo fantéstico. Sentirse aterrorizadas, aletargadas, bloqueadas 0 pa- ralizadas. Scntirse insignificantes, ansiosas ¢ infantiles, Poseet un profiundo sentido de la vergiienza y de la inadecuacién o de lo inoportuno. 4a 2 El tridngulo dramdtico en la prdctica + UN ADOLESCENTE DE QUINCE ANOS se nicga a reali- zar en casa cualquier trabajo escolar, pasa la mayor parte de su tiempo en la calle, y regresa a cualquier hora de la noche, Esta conducta es, a todas luces, una reaccién al he- cho de sentirse controlado por sus padres (Perseguidor y Salvador) y de tener miedo de hacerse mayor. Su padre se pone en plan Perseguidor y se empefia en hacerle entrar por su vereda («Mientras estés bajo este techo, tendrés que acatar mis notmas»); el problema estd en que el hijo tam- bién asume el rol de Perseguidor y ve a su padre como un cenemigo. Cualquier cosa que diga su padre es «descabella- da» y warente de sentido», por lo que no existe una com- prensién mutua. Su madre interviene asumiendo el rol de Salvadora con respecto a su hijo, y trata de calmar las aguas revueleas, si bien esto crea una situacién tirante en su ma- trimonio, ya que su esposo dirige entonces sus diatribas de Perseguidor también hacia ella, por lo que Ia esposa trata 45 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN asimismo de aplacarlo, fuegos. ndose atrapada entre dos + A lo largo de veinte afios, una mujer (Salvadora y Victima) estuvo soportando ua régimen matrimonial con- trolador y abusivo, hasta que un dia retine la fuerza inter nna necesaria para decirle a su esposo (Perseguidor) que quie- re separarse de él. El marido entra en célera y la amenaza a stitos de que si lo deja, pondrs a sus hijos en contra de ella. Cuando se da cuenta de que su antigua téctica de meter miedo ya no funciona, recurre entonces a fa tictica de to- car las fibras sensibles del corazén de su pareja («No te acuerdas del juramento que hiciste en la iglesi puedes hacerle esto a tus hijos?s) y sugiere que ella es la culpable de sus problemas maritales («{Después de todo, quien estd tomando antidepresivos cres wis). Esta reaccién de su esposo hace que se sienta confusa ¢ indecisa una vez mis y, después de varias semanas, Ilcga a la conclusién de que no tiene derecho a desordenar la wvida de sus hijos> porque ella quiera encontrar su propia paz y felicidad, Se dice a st misma que, al fin y al cabo, las cosas no estén tan mal y que quizé deberia poner mis de su partes al final, acaba otra ver, integrandose en su penoso y forzado matti- monio, », «gCémo * Durante muchos afios, un hombre habia estado ayu- dando econdmicamente a su hermana enferma. Por esto, fue maydscula su sorpresa cuando de repente su hermana se 46 BL TRIANGULO DRAMATICO EN LA PRACTICA enfada con él y deja de hablarle («Después de todo lo que yo he hecho por ella..»), La realidad era que, aunque de for- ma bondadosa y con buenas intenciones, todos esos afios habfa representado con ella el rol de Salvador con el pre~ texto de que ésta presentaba un sindrome de fatiga cré- nica (SFC), obligindola de este modo a asumitr el papel de Victima. Sin embargo, llega un momento en que la her- ‘mana se siente capaz de gobernarse por sf sola, citcunstan- cia que él no reconace putesto que sigue tratindola como si fuese una nifia, Esta falta de comprensidn por parte de st hermano la pone furiosa y le hace adoptar frente a él el rol de Perseguidora. Una vex que logra deshacerse de la in- fluencia de su hermano, nota una apreciable mejoria en su estado de salud. * Una trabajadora social recibe una llamada telefnica de su anciano padre —persona exigente—, quien le anun- cia que no puede valerse por sf mistno y que se va a vivir con ella. Siempre habia temico que llegara este momento. Durante muchos afios, su padze la habfa sometido a una es- pecie de chantaje moral basado en el remordimiento de conciencia y en las obligaciones de los hijos para con los pa- des («Si un dia no tengo noticias tuyas, me embargaré el te- mor de que te has muerto», «No es mucho lo que pido!) Siempre que dedicaba algin tiempo para su propio solaz, cesta actitud paterna le amargaba la fiesta y hacia que se sin- mal, Como Salvadora natural que era, vela que no te- nia otto remedio que acceder a la exigencia de su padre; "7 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN asi que, con gran dolor de su corazén, se resigné a destinarle el cuarto de huéspedes. * Un joven es invitado por unos amigos a pasar unos dias esquiando, aunque a su novia, con la que vive, no le entusiasma nada [a idea, Entre lagrimas y reproches, le dice que puesto que a la mas mfnima ocasién no duda en dejarla sola, lo mejor seria que diesen por terminada la relacién, Bl se siente culpable de la desagradable situa- cidn que se ha originado y reconoce que ha sido egofsta ¢ irrazonable, por lo que desiste de hacer esa excursién a la nieve. Su novia queda encantada con su decisién, hacen el amor y él se siente aliviado unos dfas. Sin embargo, este Proceso se repite cada vex que él quiere hacer algo por su cuenta y a su novia (Perseguidora) no le hace gracia y, como era previsible, el joven cmpezé a sentirse atrapado y limitado. Queria dejarla, pero no se atrevia a darle ese dis- gusto, puesto que ya sabfa cémo actuaba ella en tales oca- siones; lo mds seguro cs que se las arreglara para que ter- minara leno de ansiedad y sintiéndose culpable y avergonzado. Mientras él la complaciera, las cosas iban como la seda; pero, en cuanto la contratiaba, se declara- ba en chuelga de silencio» o se quejaba sin parar hasta que el joven daba su brazo a torcer. Ast que él, como buen Salvador, se acostumbrs a dar marcha atris, por lo que sus propias necesidades quedaron relegadas a un segundo término. El se decfa a sf mismo que «estaba haciendo todo lo posible para que Ia relacién funcionara», aunque, bien EL TRIANGULO DRAMATICO EN LA PRACTICA mirado, lo que hacia era entrenar a su novia en la tarea de controlarlo y manipulaslo; algo muy parecido a lo que su madre hacfa con su padre. Cuando su prometida comen- 26 a presionarlo para que contrajesen matrimonio, él se re- sistié durante una temporada, pero al final acepté pata no romper la paz. Empezé a tener ligeros impulsos suici- das, pero, a pesar de ello, sigue adelante con los planes de boda. + Una sefiora mayor, cuyo espaso cada vex est mas dé- bil, no cesa de arremeter contra los doctores y las enferme- ras que lo atienden. Para ella, no hacen las cosas lo bastan- te bien, se equivocan continuamente, no atienden a las necesidades de su marido, le dan muchas (0 pocas) medi cinas, o se presentan tarde a su trabajo. (La sefiora ve a su esposo como una Vietima de unos Salvadores inadecua- dos.) El verdadero problema esti en que ella teme que su matido muera pronto y tenga que gobernarse por si misma. {Cémo se las arreglaré un ver que esté sola? ;Seré capaz de dispensarse los cuidados apropiados? ;Habré alguien que la cuide? El talante mordaz con el que se manifiesta exter- namente (Perseguidora) no tiene otra finalidad que encubrir la ansiedad y la vulnerabilidad de las que no se atreve a ha- blar a los demas —quiz4 incluso a ella misma—, como también marginar o aparcar de si a aquellas personas que de algiin modo podrian mostrarse setviciales y compasivas con ella, 49 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPWAN *+ Las cuestiones médicas dan lugar con frecuencia a la formacién de tridngulos draméticos, La persona enferma «s la que normalmente merece la consideracién de Vietima , la enfermedad es la que en este caso suele asumir l1ol de Perseguidora, mientras que el doctor, otros profe- sionales de la medicina, o la familia, se convierten en Sal- vadores. Cuando una Victima natural se pone enferma 0 sufte un episodio de incapacitacién, se le presenta una opor- cunidad de oro para mostrar Listima hacia si misma o para 4ustificar» la necesidad de ayuda 0 apoyo ajenos; algo que refuerza la dinémica que inicialmente podria haber creado la enfermedad 0 la lesién, Cuando anda de por medio una Victima natural, los Salvadores, si prodigan demasiadas atenciones, pueden inadvertidamence consolidar la enfer- medad. Si un Salvador se pone enfermo procura ocultar, restarles importancia o negar sus sintomas; como una doc- tora que conoci, quien preferta trabajar con fuertes migra- fias a «dejar plantados» a sus pacientes. Haciendo esto, ig- noraba la dindmica que desencadenaba las migrafias. Es, pues, de gran importancia que la persona enferma se res- ponsabilice de su dolencia y deje a un lado las estrategias de- fensivas usuales del tridngulo dramético, De este modo, su enfermedad podria convertitse en una oportunidad para aprender y crecer. (Si quieres ampliar tus conocimientos sobre la salud, el estado de drama y el estrés, consulta mi i- bro Conscious Medicine, Piatkus, 2010.) 50 3 Las reglas familiares y su dindmica LUCHOS DE NOSOTROS CRECIMOS en el seno de una familia que de un modo u otro fancionaba mal. Sin embargo, existen algunas reglas familiares no eseritas— que pueden producir relaciones malsanas y pgulo dra- mético hasta que nos sintamos trastornados y enfermos. hacer que estemos dando vueltas alrededor del tr Las reglas més comunes de las familias en las que exis- tealgin grado de desestructuracién son étas: + Finge que todo va bien. + No causes molestias + Dale preferencia a los demis. + Sélleal. + Desconfia. + No des a conocer abiercamente tus sentimientos (0 mejor atin: no sientas nada), + No cuestiones estas reglas 51 BL TRIANG © DRAMATICO DE KARPMAN Estas reglas pueden estar vigentes en familias cuyos miembros aparentemente mantienen buenas relaciones en- tre sl, pero que si uno se fija con mas detenimiento, se da cuenta enseguida de que detrés de esta apariencia amable se esconde un gran depésito de enemistad y animadversion. En estas familias siempre subyace en el ambiente una in- tensa ter én, ya que sus miembros entran y salen de ciclos de ansiedad, culpabilidad y resentimiento; aunque la ma- yorfa de las veces nadie sepa qué es lo que pasa o qué es lo (que cada cual siente, Hay desesperados intentos para evitar cualquier cambio y mantener la estabilidad, lo cual propi- ia que haya perfodos de caos emocional seguidos de otros de relativa calma, Se nicga la existencia de problemas, todo cel mundo finge que reina la armonta, y los nifios aprenden pronto que deben aparentar que son felices y que no deben. exteriorizar sus sentimientos y ansiedades; esto da lugar a que de vez en cuando un nifio, para descargar su tensidn, actiie de manera extremadamente molesta o tenga rabietas temperamentales. En algunas familias, la mayorfa de las interacciones, incluso las originadas por asuntos muy triviales, tienen lu- gar en tomno al tridngulo dramético, lo cual es causa de un estrés colectivo perenne («{Qué horas son éstas de llegar a casa?», «Haz los deberes que te han puesto en la escuela, porque si no los haces, te vas a enterar...», «No te preocu- pes, lo haré yo (suspiro de resignacién)», «Por supuesto, quetida, todo va bien», «Eres tan egoista ¢ irresponsa- 52 ee LAS REGLAS FAMILIARES ¥ SU DINAMICA blest», «Mi hermana me ha dado una patada sin motivo alguno», «jEs que ni siquiera puedes hacerme este peque- fio favor?»). En las familias de este tipo, sus miembros pue- den ir dando tumbos alrededor del tridngulo dramatico de un caricter que siempre es estresante; si no ¢s asf, en- tonces pasan unos al lado de los otros de puntillas y con el mayor sigilo, en guardia en todo instante y sin poderse re- lajar juntos. Con objeto de evitar conflictos, procuran guardar las distancias y mantener relaciones superficialess aunque, a veces, por temor, inseguridad, obligacién, o por sentirse culpables, se acercan unos a ottos. Ambivalence manera de comportarse en la que cualquier atisbo de idi- lio y pasién muere enseguida. Para evitar el choque frontal, muchas parejas desaveni- das se centran en actividades einofensivas», entre ellas la educacién de los hijos, el trabajo o las manualidades; 0, en cualquier caso, procuran estar siempre ocupados o no estar solos los dos. Con el fin de «proteger Ja relacién 0 para no despertar al Perseguidor que hay en e! otro, los dos miembros de la pareja suelen adoptar una actitud transi- gente, Orro artilugio al que se recurre con frecuencia es la llamada triangulacién, en la que ef disgusto o la preocupa- cidn se traslada a un problema en particular o a una perso- na —por ejemplo, a una cuestién jurfdica peliaguda, aun hijo enfermo 0 en dificultades, a las vicisitudes del negocio, ‘o.a.un triéngulo del amor—; con esto, lo que se pretende es desviar la atencién —o echar tierra encima— de ciertos 3 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN asuntos que podrian desestabilizar definitivamente a la pareja. En estas familias, la comunicacién suele estar sesgada y distorsionada, siendo raras veces franca w honesta. Los sen- timientos y las actiudes se dan por sobreentendidas y no se hhabla directamente de ellas («Veo que los platos se estén muriendo de risa en el fregadero»). Se evita la comunicacién sincera y siempre hay una carta escondida en la manga. Buena parte de lo que no se debate se debe al miedo, a la vergiienza, 0 a intereses inconfesables. En estos casos, a la gente no le queda otro remedio que tratar de adivinar el verdadero significado de los gestos ambiguos, los suspiros, Jas encogidas de hombros o los mensajes cripticos. Se vive en un limbo defensivo en el que no se hacen preguntas di- rectas por si acaso alguien revela alguna dolorosa verdad. ‘Aunque no se diga, a razén subyacente es que enfrentarse ala verdad podria ser demasiado descarnado, peligroso 0 inaceptables asf que la familia vive en medio de un clima de fingimiento, distancia y desautorizacién velada. Se trata de un potente semillero de situaciones estresantes, aunque, hacia fuera, la familia dé la sensacién de perfecta nor malidad. Las familias que estan acostumbradas al estado de farsa, raras veces abordan y solucionan totalmente una contro- versia, Se encuentran falsas soluciones, 30 sf en las que una parte gana y la otra pierde; una queda en situacién desaho- 54 LAS REGLAS FAMILIARES ¥ SU DINAMICA gada y la otra en situacién precaria. Sin embargo, cualquie- ra que sea dl resultado, lo mis grave es que nunca se llega a tocar la cuestién fundamental que es motivo del conflict, por lo que en realidad nadie se siente contento ni seguros esto, como es natural, da lugar a que aquellas pautas del pensamiento, sentimentales y relacionales basadas en el te- ‘mor, scan transmitidas a la siguiente generacién, Por regla general, dentro de un triéngulo dramético no se resuelve ningdn contencioso, se opta por lo més sencillo dejar la solucién para més tarde. Entonces lo normal es que ocurran cosas como éstas: que un Perseguidor insista en que la razén esté de su parte; que un «Salvador» dé su bra- 20 a torcer por miedo, cansancio o impotencia; que un Per- seguidor amedrente a una Victima y haga que ésta se do- blegue a sus deseos, 0 que un Salvador logre convencer de que «su postura es la mejom y la Victima se adhiera a su causa. También se pueden dar las siguientes sicuaciones: que una Victima manipule a un Salvador para que la pro- teja, se ponga de su parte o la saque de un apuro; que dos Perseguidores tengan un encontronazo, ambos convenci- dos de estar en posesién de la verdad, hasta que uno de ellos asume otro rol en el triéngulo dramético y se da por vencido, o que los dos cedan a la vez; 0 que un eényuge, in- feliz en su matrimonio, decida (a instancias de un Salvador) no romper con su pareja por el bien de los hijos, mientras que &ta (en su papel de Perseguidora) le recuerda que ha jue ado estar con él (0 con ella) «hasta que la muerte los sepa- 55 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN re», le hace chantaje sentimental, o la amenaza con el cla- ro propésito de que no la deje. Y si te crias en medio de un ambiente en el que se dan con frecuencia estas pautas te- lacionales basadas en el temos; no es raro que las encuentres enormales. Una de las caracteristicas de la accién de infringir las reglas de la familia es que normalmente hace al infractor sentizse culpable. La culpabilidad y la Iealtad son conceptos a los que generalmente se apela para controlar a la gente dentro de un sistema disfuncional y obligarla a que acate sus normas, aun cuando dicho sistema no le produzca felicidad alguna, En una familia desetructurada, la conformidad y Ja estabilidad som mds importantes que la felicidad y la li- bertad. La culpabilidad puede ser, por tanto, una sefial de avi- so de que te estés amoldando a un sistema disfuncional, y que una parte més sana de ti pugna por salir de él y conse- guir la libertad. Sentirse culpable no implica que estés ha- ciendo algo mal. La culpabilidad puede simplemente sig- nificar que estés quebrantando una perjudicial y silenciada regla familiar, como podria ser una de éstas: «dale prefe- rencia a los otros», «sé leal a los tuyos, 0 «finge que todo marcha bien», Siempre que te sientas culpable, pregdintate cual es la creencia subyacente; y si crees que estas aten- digndote a ti mismo y a tus propias necesidades, decide en- tonces por ti solo qué es lo que vas a hacer. La lealtad es un 56 LAS REGLAS BAMILIARES Y SUI DINAMICA viejo aliado de la culpabilidad, por lo que la gente se ve a menudo evinculada por lealtad» a relaciones perjudiciales, Io cual no es otra cosa que repetir pautas familiares del tsidngulo dramético, El renombrado terapeuta familiar Bert Hellinger dice Si que «in culpabilidad no puede haber transformacién» permites que la culpabilidad te controle, estaris encarcela- do para sicmpre, Cuanto mis decisiones tomes que afir- men tu independencia como individuo, mas creceré eu autoestima, ya que entonces la culpabilidad no tendré ms remedio que dejar de tenerte agarrado. Para mejorar y de- satrollarnos como persona, tenemos que quebrantar las re- glas de la familia que nos han tenido constretiidos y limi- tados. Para poder resolver de verdad nuestras controversias satisfactoriamente y de un modo que fomente nuestro cre- cimiento personal, tenemos que it mas allé de las luchas por el poder del ridngulo dramético —es decir, mds alli de la culpabilidad, de la acusacién, del temor, de la defensién y del victimismo— y adentrarnos en un mundo nuevo ¢ ilusionante. REPRODUCCION DE EMOCIONES DEL PASADO Debido a un estado limitado de la consciencia de nuestro: ego —que la sociedad considera enormal—, tendemos a considerarnos aislados y vulnerables. Tenemos la sensacién 7 1, TRIANGULO DRAMATICO DU KARPNAN de estar desconectados del Amor, Nuestra reaccién es enton- «es buscar ttes cosas con objeto de sentirnos seguros y quer dos: control, aprobacién y seguridad, Y estas tres cosas las buscamos fuera del yo, precisamente donde nunca podremos llegar a encontrarlas. Sin embargo, una ver que desde el inte- rior nos conectamos con el Origen, estas necesidades desapa- recen de nuestto énimo, toda vez que sabemas que estaremos segutos y seremos queridos suceda lo que suceda e indepen- dientemente de lo que los demas quieran decir 0 hacer. Las tres necesidades del ego se corresponden con los tres roles del eridngulo dramatico: *+ Ante todo, los Perseguidores buscan control. * Ante todo, los Salvadores buscan aprobacién. + Ante todo, las Vietimas buscan seguridad, Puesto que estas necesidades del ego no pueden ser sa- tisfechas fuera del yo, el triéngulo dramético crea una ten- sién perenne que hace que cuando cada uno de los roles se sienta amenazado, recurra a un comportamiento emocional propio de la familia: * Los Perseguidores recurren a la célera y a la critica. * Los Salvadores recurren a la culpabilidad y al sacti- ficio, + Las Victimas recurren al temor y a la vergiienza. Las emociones siempre estén originadas por nuestras ‘reencias y pensamientos; por tanto, si tienes emociones ne- 58 LAS REGLAS FAMILIARES ¥ SU DINAMICA gativas, ello significa que estés aferrado a creencias y pensa- mientos negativos. Estas creencias y pensamientos tienden a reproducir lo que has aprendido de nifio (por ejemplo: «Soy un incompetente», «.as relaciones son peligrosas», «Mis necesidades no son importantes», «Estoy solo y sin nadie que me apoyes, «Los hombres son imperfectos», «Las rela- iones nos dan dolores de cabeza, pero tenemos que acep- tarlas tal cual», «Las mujeres estan supeditadas a alguien», «La vida es lucha continua, por lo que debemos ocupar la mejor posicién», «Nadie me quieres, «Me han abandona- do»...). Una ver.que analizas estas convicciones negativas, en lugar de dares la consideracién de verdaderas, lo que tienes ‘que hacer es, ademiés de intentar colocarte més alla del trién- gulo dramético, levantar la cabeza y cambiar Determinar cul es la emocién que sientes cuando ests estresado puede ayudarte a identificar tu rol predilecto de los que componen el triingulo dramético. Seré un rol que aprendiste en tu primera infancia, probablemente imitan- do a tu padre o a tu madre. Una investigacién reciente en el campo de la biologfa y de la neurologia ha puesto de re- lieve que durante la nifiez, construimos senderos neurales que reproducen los que poseen nuestros padres; ademas de esto, heredamos, por via genética, muchos de sus senderos neurales, por lo que tendemos a repetir sus pensamientos, cercencias y pautas de conducta. Podrfa decirse que nues- tras pautas familiares estin literalmente incorporadas en nuestra fisiologia. 59 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN Asimismo, construimos extrarreceptores para las mate- rias neuroquimicas asociadas a nuestras emaciones de fa- milia. Esto nos hace proclives a reproducir el pasado y a agarrarnos a todo lo que sea familiar. Si, por ejemplo, eres un «Salvador» propenso a considerarte culpable, te sentins més eoémodo» al lado de un Perseguidor que te haga sen- tirte culpable, ya que éste alimenta cus hambrientos new- rorreceptores que esperan la materia neuroquimica de cul- pabilidad. Por consiguiente, estamos inclinados a aferrarnos a relaciones que reproducen nuestras experiencias infanti- les, aunque estas experiencias no sean agradables. También procuramos rodearnos de amigos que rellejan esas pautas fi- miliares; y podemos incluso Hegar a imaginarnos que asi es «como son las relaciones». Se requiere un esfuerzo cons- ciente y deliberado para romper estas pautas afiejas y pre- téritas y comenzar a adoptar unos nuevos modos de pensar, de sentir y de comunicarnos. i i : i 4 La respuesta de estrés y el tridngulo dramdtico ica frente a una determinada amenaza. Esta clase I ‘A RESPUESTA DE ESTRES es una reaccién psicofisiolé- ide respuesta puede ser provocada por cualquier si- tuacién o incluso por un pensamicnto negativo que haga ido, Si creces en el seno de que te sientas inseguro 0 na qui una familia desesteucturada, en medio de un tetritorio en giicrra, o sufres un trauma fisico 0 animico en tu nifiez, es normal que dispongas de un nivel bajo de autocontrol si te ves amenazado, lo cual significa que tu respuesta de estrés se disparari con suma ficilidad, Esto te devuelve atu rol fa- miliar de partida dentro del triéngulo dramético. La respuesta de estrés pone en marcha toda una serie de cambios neuroquimicos concebidos por la naturaleza para hacer frente a cualquier peligro; entre estos cambios estin emo cardiaco y la presién arterial, el aumento del nivel de cortisona y adrenalina, la menor crea~ el incremento del a FL-TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN cidn de anticuerpos, y la pérdida de un pensamiento cons- ciente superior, En una situacién de estrés, las partes més primitivas e infanciles de nuestro cerebro nos hacen retor- nara la conducta subconsciente, caracterizada por cl uso de ticticas defensivas que aprendimos de nuestros padres 0 que nosotros mismos desarrollamos como una forma de hhacerles frente al estrés o a los traumas de la nificz. La automitica ¢ inmediata reaccién al estrés ¢3 la lla- ‘mada respuesta de dluchar o huir», Desde un punto de vista psicolégico, la reaccién a luchar hace que busques enemi- gos en cl exterior y te conviertas en una persona rectimi- nadora, acusadora, critica y agresiva; o intentes protegerte a ti mismo mediante métodos autopunitivos como esfor- varte excesivamente o estar ocupado en demasta. Bs la res- puesta tipica del Perseguidor. La reaccién a luchar también puede hacer de ti un fiero protector —a modo de como la leona protege a sus cachorros— de aquellos a quienes amas; con este tipo de respuesta el «Salvador» pone de relieve su lado luchador. La reaccién a huit, por otro lado, es cuando decidi- mos desistir 0 batirnos en retirada, (En los animales, esto corresponde a salir corriendo para librarse de un depre- dador, Si se rata de personas, la huida puede ser de dos formas: aquella que implica la necesidad inmediata e im- periosa de escaparte —de darte a la fuga— saliendo de la habitacién, colgando el telefono o incluso dando por ter- a | i + i i LA RESPUESTA DE BSTRES ¥ EL TRIANGULO DRAMATICO minada definitivamente la relacién; o aquella otra que consiste en «evadirte interiormentes, esto es, en reprimir tus propias emociones y necesidades e intencar mantener la paz. contemporizando, transigiendo y apaciguando atu catacante», La reaccién a huir puede ser la de un «defen- som (que se sienta inclinado a buscar la paz, transigiry ob- tener aprobacién) o la de una Victima (que se doblegue por temor o vergiienza, se harte de una determinada si tuacién, o se valga de las lagrimas para hacer que el «ata- canto» sc sienta culpable), La reaccién a huit puede pro- venir incluso de un Perseguidor airado («Me voy; que te parta un rayo!). Una respuesta de estrés mas radical es a que se conoce como reaccién congelada y ocurre cuando parece que nuestra supervivencia estd en peligro (es, pongamos por caso, la reaccién del conejo silo deslumbran unos faros o la de un animal que finge estar muerto si lo atrapa un depre- dador). En los humanos; la reaccién congelada puede dar- se pot parte de un bebé que se deja solo en una incubado- ra, de un recién nacido que se separa de su madre, 0 de tuna persona que haya tenido un trauma fisico debido a un accidente 0 a cualquier otra causa, Incluso un astnto livia- no como una anestesia dental o una estancia breve en un hospital puede dar lugar a una reaccién congelada. Si al- guien ciene un trauma no resuelto, siempre existe la posi- bilidad —hasta que dicho trauma no sea curado 0 apacta- do de su Animo— de que tenga una reaccién congelada si 63 EL TRIANGU1O DRAMATICO DE KARPMAN sucede algo que vagamente le recuerde al agente causante del mismo. Cuando una reaceién congelada est motivada por las la que la experimenca relaciones entre dos o mis person: siente primero un pdnico cerval y luego se queda insensible, bloqueada y paralizada. Se ve indefensa ¢ incapaz de ar- ticular una sola palabra. Mientras estd en este trance, la per- sona tiende a disociarse de su cuerpo y sentirse irteal, des- ntada, Esto puede crear personalizada, confusa y deso sentimientos crénicos de vergiienza ¢ inadecuacién, lo cual hace mayotes las dificultadcs relacionales. Es casi imposible comar decisiones cuando se est en un estado de reaccién congeladas en estos casos, la persona tiende a arrimarse alo que le es familiar, incluso aunque sea doloroso. (Sélo si no estamos bajo Ia influencia de una respuesta de estrés, es cuando es seguro —incluso emocionante— abordar un cambio.) Aunque parezca paradéjico, dado que el cuerpo, al prepararse para la muerte, se inunda de endorfinas, la reaccidn congelada puede considerarse hasta adccuada, aun- que suele estar desprovista de emociones. Lo normal es que al Perseguidor se muestre desdefioso c incomprensivo con alguien que tenga una reaccién congelada, ya que la consi- dera inadecuada y una salida de tonos el Salvador es més probable que trate de ayudarlo y colmarlo de atenciones, mientras que la Vietima puede que no le haga caso 0 abo- gue por él. A RESPUESTA DE ESTRES ¥ EL TRIANGULO DRAMATICO Si formas parte de un tridngulo dramético, siempre es- tds en un estado de respuesta de estrés. Esto significa que te encuentras en medio de un campo de batalla y que ti mis- mo te consideras un depredador o una presa. Vives con miedo. Desde muy pequeiio te ves obligado a practicar ac- ciones defensivas, entre las que se encuentran la protec- cién, la ps icaci6n, la retirada o la congelacién. La cosa se pone bastante fea para ti cuando los acontecimientos ac- tuales reproducen hechos dolorosos de tu infancia; por ejemplo, si tuviste un padre critico y ahora tienes un jefe eri- tico que te lo recuerda, o si cuando nifio (o nia) eras el en cargado de cuidar de tus hermanos pequefios y ahora tienes que hacerlo con tu pareja adulta por estar enferma o inca- pacitada. Cualquier cosa que te traumatizara cn tu nifiez hard ‘que en tu vida adulta sientas una cierta atraccién hacia pau- tas similares, lo cual te ofrece la oportunidad de revisar tus antiguas directrices y encontrar unos modos mas maduros y saludables de enfrentarte con la vida; unas formas de ac- tuar que arrojen luz y amor sobre las partes mas temerosas ¢ inseguras de tu ser; y que te ayuden, ademés, a tomar decisiones que no sélo no sean defensivas, sino que tam- bin apuesten por la vida. (Si deseas saber mis acerca de la respuesta de estrés, consulta mi libro Conscious Medicine, Piatkus, 2010.) | FL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN cativo, si bien el conflicto seguiré sin resolverse y el tridn- gulo dramético quedaré reforzado, Cada vez que un Salva- dor se doblega ante un Perseguidor, lo que hace es darle a este iltimo un acicate para no dejar en el futuro su talante persecutorio, (Los sentimientos de culpabilidad e insegu dad nos convierten en elementos ficiles de manipula.) No €8 rato que, con el tiempo, un Perseguidor se percate que con sélo arquear una ceja, suspirar ruidosamente 0 enco- sgetse de hombros con ftialdad, es suficiente para hacer clau- dicar a un Salvador. Lo mismo pasa cuando un Salvador» dispensa repetidamente sus cuidados a una Victima natu- rao toma con frecuencia decisiones por ella, puesto que lo que hace es convencerla atin més de lo cémodo y rentable que resulta el victimismo, Ademés, con su celo patesnalis- ta, el Salvador malogra cualquier oportunidad de la Vieti- ma para abrirse paso en la vida por sus propios medios. Por consiguiente, el primer paso para cambiar tu conducta en este aspecto, es — ademés de percatarte de las interacciones que se producen en el triéngulo dramatico— observar cémo reaccionas habitualmente en tus relaciones interper- sonales. Responsabilizarte de ti mismo es el segundo paso. Los Perseguidores culpan al préjimo de su infortunio. Los Sal- vadores se responsabilizan de los dems, pero no de ellos mismos; mientras que las Victimas intentan que alguien retire de sus hombros la carga que supone cualquier clase de responsabilidad. En un triéngulo dramatico nadie asume la 68 {COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATICO? responsabilidad de su propia felicidad y bienestar. Por con- siguiente, es crucial que te des cuenta de que tus senti- mientos son asunto tuyo y sélo tuyo. Nadie més puede controlar tus pensamientos, por lo que nadie esté en dis- posicién de herirte, enfadarte u ordenarte. Ni tampoco na- die puede hacerte feliz. Sélo tii puedes hacerlo. Habré gen- te que no cesard de incordiarte hasta que finalmente decidas idad de tus sentimientos y de- jes, pues, de preocuparte de los pertenecientes a los demas. asumir la total responsabi Un punto importante a tener en cuenta es que sélo se requiere un persona para evadirse del triéngulo dramético y de la totalidad de sus cambios dindmicos. Se necesitan dlos para llevar a cabo estas jucgos de poder, si bien uno de vosotros puede optar por «sairse del tiesto» y hacer las co- sas de una manera distinta. De este modo, no tendrfas que esperar a que e] otro cambiase —algo que nunca podrla llegar a suceder— para dejar de suftir, Sélo tendrfas que cambiar ei. Visto asf el asunto, cualquier relacién escabro- sa supondria un verdadero regalo para ti, ya que tedaria la oportunidad de perfeccionar tu carécter. Ir més allé del tridngulo dramético no es algo que su- coda de la noche a la mafiana, ya que se requiere tiempo y un esfuerzo consciente para modificar y mejorar anti- ‘guas pautas de conducta; sin embargo, una ver que sa- borees el amor incondicional, la confianza, la honesti- dad y el respeto mutuo propios de las relaciones que se 6 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN producen més alld del triéngulo dramitico, no querrds volver nunca a los viejos dias. Habré momentos en los que todavia te veas wenganchado», pero te dards cuenta de allo cada ver con mas rapidex y sabrés enseguida cémo desengancharte. SANACION DEL PERSEGUIDOR QUE LLEVAMOS DENTRO- Este puede ser el rasgo mas dificil de reconocer en nosotros mismos; sobre todo porque los Perseguidores, por regla general, son reacios a solicitar ayuda o someterse a te- rapia. A veces tienen que ser protagonistas de serios reveses —abandono de su pareja, pérdida de una batalla legal, © que su célera se transforme en violencia—, para que ad- mitan abiertamente que tienen problemas, Segtin ellos, su infelicidad esté causada por la conducta de otras personas, por lo que ellos no tienen por qué cambiar. Por consiguiente, qué tienen los Perseguidores que ha- cer para dar al traste con esta pauta de conducta tan noci va que obstaculiza st desarrollo personal y otigina el di tanciamiento de los que estin a su alrededor? He aqu{ algunas de las acciones que podemos emprender para dejar de ser un Perseguidor. En primer lugat, tienes que responsabilizarte de tus rap- tos de célera, Muy a menudo, la ira de un Perseguidor no {COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATICO? est4 relacionada con lo que sucede en un momento deter- minado, sino que tiene su origen en cuestiones del pasado no resueltas. El enojo es la reaccidn espontinea de un nifio pequefio que se siente desasistido, Deja de pensar que son Jos otros los que deben cambiar para que ti te sientas me- jor. En lugar de esto, eres té quien te tienes que poner bajo ‘A qué se debe realmente mi célera? :Estoy imponiendo a los demas unas los focos y hacerte una serie de preguntas: exigencias que no son en absoluto razonables? ;Qué es lo que pienso de esta persona o de esta situacién que me eno- ja tanto? zEstoy tratando de controlar a la gente? Qué es lo que en realidad siento cuando Hlego a conocer fa auténtica razén de mi enojo? Respira muy hondo y cuenta hasta diez —o hasta cien si es necesario— antes de hacer @ alguien objeto de tu ira, Si el Perseguidor que llevas dentro mani- fiesta su ira, dafiara y estropearé tus relaciones, algo que es muy probable que lamentes; asf que lo mejor que puedes hacer es calmarte antes de hablar. Los Perseguidores también tienen que acostumbrarse a no tener siempre la razén de su parte, Si te empefias en es- tar siempre en lo cierto, entonces el oto es el que para ti std forzosamente equivocados; y esta postura radicalizada de blanco o negro» nunca ¢s buena para resolver como es de- bido cualquier tipo de conflicto. Ponte en el lugar de la otra persona, aunque sélo sea por un momento. ;Qué pa- saria si desde vuestros respectivos puntos de vista los dos te- néis raz6n? {Qué te impide actuar con espiritu conciliador, n ae BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN ver l otro como un amigo y un igual, y buscar juntos una solucién que sea de mutuo provecho? Otra forma de desembarazarte del Perseguidor que lle- vas dentro es reconocer tus propias carencias, las caracteristicas de la otra persona o situacién que te re- uudles son sultan més molestas o inaceptables? Lo més seguro es que aquello que en otra petsona te produce irritacién sea algo que careces 0 te ha sido negado. Quizé este algo tenga algdn atractivo para ti. Quizé lo ocultaste en tu més tiera in- fancia y ahora quieres recuperarlo para que forme parte de tuser ‘Los Perseguidores también tienen necesidad de recuperar su energia femenina, Aunque hagan un uso inadecuado de ella, suelen estar en contacto con su asertiva energia mas- culina, si bien son propensos a suprimir su energia feme- nina de cargcter suave, maternal y empético. Si sienten an- siedad o estin estresados, esperan que los demés tengan en consideracién sus sentimientos, aunque, a decir verdad, de~ muestran muy poca sensibilidad cuando se trata de los sen- timientos y de las necesidades que les son ajenas. Por tanto, seria conveniente preguntarse con frecuencia lo siguiente: «cEsamable y acogedora la observacién que esti a punto de salir de mi boca?», «Es justo y desapasionado el concepto que tengo de esta persona?», o «:Cémo me sentir(a yo si oyera lo que estoy a punto de decie?», 2 :COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATICO? ‘También es una buena solucién darle al Perseguidor (0 «ctitico interno») un nombre. Si le das un nombre a la voz cri- tica que hay dentro de ti, es menos probable que te identi- fiques con ella, Si bien se mira, esta vor no es todo lo que tii eres, sino slo un aspecto de ti. Situs seres queridos es- tin al tanto de esto y les consta que estés tratando de cam- biar, pucden muy bien advertirtelo en plan humoristico y con dnimo de ayuda cuando te conviertes en Cedric El Do- minante_o en El Tirano, Ast, en lugar de contemporizat contigo o de tratar de calmarte, pueden muy bien decirte que el «energrimeno» es sélo tuyo y que jeres tii quien tie- nes que lidiar con él! Por iiltimo, el Perseguidor necesita enfrentarse con stt propia vulnerabilidad, ya que, por regla general, no le im- portarfa hacer un gran sacrificio con tal de no plantarle cara asu miedo y a su vergiienzas y es capaz, ademés, de fin- gir que todo va bien y de fegat con la mayor contundencia sus propias debilidades incluso a sus més (ntimos amigos. Aprender a convi ir con sentimientos incémodos como son la vergitenza y la incertidumbre, asi como a sujetar a tu propio Nifio interno —mejor con la ayuda de una persona afectuosa y que acepte tales sentimientos—; es un requisi- to previo fundamental para dejar de practicar el compor- tamiento inherente a la figura del Perseguidor. En resumen, si tu rol predeterminado en una situa- cién de estrés es el de Perseguidor, y si, ademés, quieres B EERE eee eee eee FL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN desprenderte de él, seria muy gratificante que hicieses lo siguiente: + Responsabilizarte de tus raptos de célera. + Respirar profundamente y calmarte antes de hablar * Acostumbrarte a no tener siempre la razén y ano controlar. + Reconocer tus propias carencias, + Valerte de tu energia femenina. + Asignarle un nombre a tu Perseguidor. + Enfrentarte a tu propia vulnerabilidad. Osea, y dicho mds brevemente todavia, el Perseguidor, para dejar de serlo, necesita responsabilizarse de su célera, reconocer sus carencias, y enfientarse a su propia vergiien- vay vulnerabilidad. Plantarle cara a un Perseguidor en plena representa cién de su papel es una empresa ardua, por no decir algo peor; ahora bien, si por cualquier circunstancia te vieses in- ‘merso en esta situacién, lo mejor que puedes hacer es no perder los estribos para no convertirte a tu vez. en Perse- guidor. Procura no tomarte el asunto como algo personal y ten siempre en cuenta que la edlera o la turbacién del Perseguidor es cosa del pasado. Su forma de comportarse contigo no es de «aqui y ahora». No discutas con él ni ram- poco le des abicrtamente la razén, ya que ambas posturas le darfan a entender que en el concencioso habré un gana- dor y un perdedor y, por supuesto, él querré alzarse con la 74 :COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATICO? victoria. Si te defiendes o te justficas, si tratas de expli- carte o de transigir, lo tinico que conseguiris es mds de lo mismo. Frases como «Siento que te hayas molestado», «No dudo de que lo veas de este modo», o «Podsia ser que ten- gas razno, suelen ser titiles para este menester. Tambien es bueno desentenderse de la situacién hasta que el Persegui- dor se haya calmado. SANACION DEL SALVADOR QUE LLEVAMOS DENTRO. El Salvador tiene que dejar de basar su autoestima en la ayuda, el cuidado y la proteccién que dispensa a los deméss tiene, pues, que encontrar en su interior su propio valor. En arse exclusivamente a los dems («zQué es lo que sienten?», «Qué es lo que quieren 0 necesitan?», «gQué es lo que les esté pasando?s, «Cémo puedo ayudarles y apo- yarles?s), tendrla que prestarse mucha més atencién a sf mismo («gCémo me siento en estos momentos?», «{Qué es lo que quiero?», «Qué es lo que necesito expresatle a los de- ‘mds?»). Bl Salvador tiene que colocarse de nuevo cn el cen- 110 de su propia vida. vez de di EL Salvador tiene también que interesarse por sus asun- tos particulares. Mientras que el Perseguidor demuestra ‘muy poca o ninguna empatia, el Salvador sucle pecar de o contrario, Con la mayor facilidad del mundo, coloca su centro de gravedad fuera de su yo y se mete en la piel de los 8 Stee este ete ihe me gt le eta eet ent BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN demés. Considera asunto suyo solucionar los problemas del préjimo, arreglarles sus cosas, ¢ inmiscuitse en su vida (incluso en la de sus hijos) aunque no se lo pida. Es dado a sentirse responsable si los demas no son felices o estén en- fermos, hambrientos dolidos. Su «afecton es casi siempre asfixiante y protector en demasla. La realidad es, sin em- bargo, que los sentimientos y los comportamientos de los demas son de la incumbencia de étos, mientras que los sentimientos y los comportamientos del Salvador es de la sola inecumbencia de éste. Por esto, el Salvador tiene que establecer limites claros alrededor de lo que es de su in- cumbencia. Byron Katie, conferenciante y esctitora, reco- mienda que frecucntemente nos hagamos esta pregunta: «cA quién le incumbe esto?». Y si alguien esta molesto por algo —aunque tt seas el autor de ese algo—, es asunto suyo. Como mucho, podrfas ayudarle a determinar por gué esté molesto, pero ti no eres en absoluto responsable de su felicidad o bienestar, Sé realista y sincero contigo mismo. No finjas que las cosas van bicn si no es verdad. No evites enfientamientos deja ya de transigir por miedo a romper la pazs en vex de esto, lo que tienes que hacer es ver los enfientamientos como oportunidades para aprender y perfeccionarte. No trates por todos los medias que los dems no se sientan he- ridos 0 molestos; sobre todo, si ello te supone no exponer tu verdad o la desatencién de tus propias necesidades. Pien- sa que los demés son capaces de sobrellevar cuestiones y 76 (COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATIC? sentimientos dolorosos, de tomar sus propias decisiones 0 de aclimatarse a cualquier cambio. Y confia en que podrés ‘manejar sus reacciones. Deja de contemporizar y de dar cu brazo a torcer. Ten la suficiente presencia de énimo para ser sincero. Deshacerte de tu mentalidad de «Salvador» es sobre todo una cuestién de sinceridad. Sé consciente de la facilidad con que tu prdjimo ve puc- de manipular y controlar por medio de la culpabilidad y la vergiienza o de la pulsacién de las fibras sensibles de wu co- razdn («Si realmente me quieres, lo hatfas», «Me prometis- te que...», «Nadie mas podrfa hacer esto por mis); y sa- biendo esto, disponte a combatir —apelando a tu propia estima ¢ intereses—a los Perseguidores o Victimas que tra- ten de aprovecharse de ti. A menos que te sea gratificante decir «si, aprende a decir «no» a las exigencias de los demés, Piensa que no haces nada malo si eliges las alternativas que més te convengan, aunque haya alguien que prefiera que tu leccién hubiese sido otra. El hecho de que claudiques por sistema ante los ottos erosiona tt autoestima, Convéncete de que a la gente no le importa que optes por lo que te apetezca y que te respetaré por ello. Abandona la idea de set bucno y perfecto, procura sélo ser feliz. Esfuxérzate en vivir tt propia vidas si asi lo haces, te verds libre del triéngulo dra mitico. Aprende a afirmar tu personalidad o a expresar enojo de forma oportuna y constructiva. Cesa de doblegarte a BL TRIANGUIO DRAMATICO DE KARPMAN los descos de Perseguidores o Victimas que te hacen chan- taje sentimental y te manipulan, asf como de identificar- te con ottos Salvadores que hacen caso omiso de sus pro- pias necesidades. Establécete unos claros limites personales («No, no voy a terminar este informe esta noche, lo ter minaré mafiana; por hoy, ya he trabajado bastante y me voy a casa a descansar»). Deja de decirte a ti mismo que tus sentimientos no imporcan o de pasarlos por alto, pro- cura que los demds se enteren de tus criterias y puntos de vista Por regla general, los Salvadores se sienten culpables cuando dejan de ejercer como tales; y, sobre todo, cuando haya gente que les acuse de haberse vuelto egoistas, insen- sibles e irresponsables, Esto forma parte de su proceso de desarrollo y liberacidn. La mayorta de los rescatadores ne- cesitan desprenderse de la carga que les supone responsa- bilizarse de los demés y divertirse algo més en esca vid ademas, deben tomarse a si mismos con menos severidad. Habré gente que en principio no le guste que cambies, es- pecialmente si esté acoscumbrada a controlarte y a chanta- jearte sentimentalmente; pero, si a esta gente le contraria una versién més auténtica y menos desinteresada de ti, es se- fial de que la relacién que sostenia contigo no era precisa- mente muy sana. A veces, cuando las personas abandonan su rol de Sal- vador lo reemplazan con el de Perseguidor. «Me siento mu- 8 {COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATICO? cho mejor si puedo expresar mi enojor, suelen decir. Lo que pasa es que ahora estén culpando, criticando y contro- Jando a los demés; es decis, que siguen metidas en el trién- gulo dramdtico, Pero zpuede expresarse enojo sin estar me- tido en el tridngulo dramético? Seguro que si, pero en este caso dicha expresin debe acercarte més ala otra persona 0 ayudarte a resolver la cuestién de forma que te sientas sa- tisfecho y suponga para ti una mejora de tu cardcter. El enojo sano se expresa de un modo que no culpabiliza al otro ni le hace adoptar una postura defensiva. Después de todo, tii sélo eres responsable de tus sentimientos y no tienes derecho a exigir que los dems se comporten scgiin tus deseos; aunque, 650 si, tenes derecho a ser tratado con respeto y a no ser intimidado, coaccionado ni tampoco ig- norado. Si fueses un Salvador natural, quiz tendrlas necesidad de desfogarte soltando parte de la rabia durante tanto tiem- po reprimida; en realidad nadie te lo impide, aunque lo mejor es que, en ver.dirigirla en contra de los demés, la li- bores dandole puftetazos a una almohada o vertiéndola en. cartas que luego quemarfas. Por otto lado, ten mucho cui- dado en no adoptar los modos propios de un Perseguidor. En resumen, si eres un Salvador natural necesitas: + Hacerte cargo de tu propia vida. + Abandonar la prictica de buscar la aprobacién ajena 9 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN + Aprender a decir «no» y a fijarte limites claros. + Meterte sélo en los asuntos que son de tu incum- bencia. * Dejar de proteger y de apoyar en demasta a los dems. + Ser sincero y auténtico, expresando cu verdad. Acostumbrarte a mancjar controvetsias y a mostrar tu enojo de una manera saludable y constructiva. + Desprenderte dela carga que te supone responsabi- lizarte de los demas y divertirte mds en la vida. * Procurar ser feliz, en vez de tratar de ser bueno y perfecto, ft Resumiendo atin més: los «Salvadores» tienen que cui- darse de sf mismos antes que de su préjimo y, ademas, de- jar ese afin compulsivo por ayudar y amparar. ‘SANACION DE LA VICTIMA QUE LLEVAMOS DENTRO Cuando la Victima lo es por naturaleza, necesita recu- perar su propio poder. La Victima (él 0 ella) suele sentitse inclinada a entregar su poder al préjimo y a ver a éste como tuna «figura paternal» capaz de «sacacles las castafias del fue- go» y de prestarle apoyo como si dispusiese de una varita magica; pero, aun suponiendo que alguien pudiese (de una ‘manera temporal) hacer esto por ella, cl problema de fon- do no quedarfa resuelto, mis bien lo reforzarfa, ya que se 80 {COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATIC? sentiria todavia més indtil, més inadecuada y mds incapaz de hacer las cosas por su cuenta. Las personas de esta indole son propensas a creer que son victimas de las manipulaciones de los demés, de la mala suerte, de un destino cruel o de un karma poco propicio. No es rato que esperen sin hacer absolutamente nada a que les cambie la suerte o el destino. Por consiguiente, de una parte, no asumen la responsabilidad de sus propias vidas y, de otta, no se dan cuenta de que cada cosa que les sucede 8 un reflejo no tinicamente de sus propias creencias nega- tivas, temores y expectativas, sino también del comporta- miento que tengan con los demis y de cémo interpreten las palabras y la conducta de éstos. Las Victimas tienen que ser conscientes de sus propias fiuerzas y de sus recursos internos y sacar el mayor partido de ellos, Algo que les ayudaria seria aprender nuevas técni- cas y adquirir conocimientos tiles. A menudo, las Victimas naturales no ven con buenos ojos el hecho de ganar una cantidad suficiente de dinero que les permita vivir por si ismas, ya que esto, ademas de restarles tiempo para hacer Jo que les apetezca, les harfa perder la posibilidad de vivir a costa del estado 0 de otras personas; asi que éste es otto as- pecto que hay que tener en cuenta, Pones algiin reparo ala posibilidad de ganarte la vida por ti mismo? ;Cudles son las creencias intimas que tienes sobre ti? De qué modo puedes recuperar tu poder? al EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN Como Victima que eres, quied necesites reflexionar so- bre cules son, a tu juicio, las causas por las que tu vida es tan dolorosa o dificil. “Te ves como victima de las malas artes de los demas, de unas circunstancias que no has po- dido evitar, de unas vivencias de tu nifiez, 0 de unas deci siones tuyas tomadas en el pasado? :Cul es la historia que ‘ui mismo te cuentas que te mantiene indefenso y despro- visto de poder? De qué forma has contribuido a que los ottos te traten como lo hacen? Por qué no te cuentas una snueva historia cn la que aparezcas como un héroe o una he- ro{na que deja atrés el pasado y traza nuevos cauccs en su vida? ;Cudles son las fuerzas y las aptitudes que ests ad- quiriendo de tus experiencias y cusles son las lecciones iti- les que de ellas estas aprendiendo? Si notas que tienes tendencia a «evadirter, es decin, a sentirte animicamente insensible, congelado o paralizado, a perder a memoria de lo acontecido, o a disociarte de eu ‘cuerpo ante una situacién de estrés, entonces es que has sido en el pasado gravemente traumatizado y que el trauma esté incrustado en tu sistema de energia. Esto podria ser debido a un episodio traumitico espectfico o 2 una situa- cién perdurable como, por ejemplo, una relacién abusiva pasada o presente. Para resolver esto, lo mejor es acudir a un profesional especializado en psicologta de la energia, quien ccon toda seguridad te liberara de esta tendencia y hard que no caigas con tanta facilidad en un estado de respuesta de estrés, Esto también es aplicable a los Salvadores y Perse- 82 {COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATICO? guidores naturales. (Las terapias de conversacién pueden retraumatizarte a menos que sean administradas con toda clase de precauciones; sin embargo, los métodos con fun- damentos energéticos como TLE [téenicas de liberacién emocional], TAT [técnica de acupuntura de Tapas*} y Paych-K, pueden «extirpar» de tu cerebro el trauma.) En lugar de identificarte con tu victimizado Nifio in- temo, que suele tener miedo y sencirse herido, avergon- zado ¢ imitil —lo cual significa que te encuentras perdi do entte estas dolorosas emociones—, debes procurar que tu yo adulco cuide de ese Niso interno. Rodea todos los dias con tus brazos a dicho nifio. Préstale atencién. Con- vigreete en un padre (0 una madre) cuidadoso y protector que escucha a tu Nifio interno y le das carifio y tranqui- iad. ‘Aprende a quererte y ayudarte a ti mismo y no mires fuera de ti para encontrar carifio. Las Victimas suelen bus- car el carfio en los lugares menos adecuadoss y lo hacen, re- pitiendo las mismas viejas pauras de su nifiez. Si la cosa sale mal, entonces culpan a la otta persona de su revés. En caranto te quieras a ti mismo, los demés empezarén a no- tarlo y a comportarse contigo de acuerdo con esta impre- sidn pero esto debe traerte sin cuidado, ya que por enton- * Téenica inventada en 1993 por Tapas Fleming, acupunturista tulada de California, Estados Unidos. (N. del T) 33 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPACAN ces no necesitarts» el carifio de ellos, Tus relaciones, por tanto, serén mucho mas sanas y sdlidas. Asi como los Perseguidores tienden a proyectar su «mala sombra» sobre los demis, las Victimas proyectan su ebue- nna sombras —sus confiscados poderes y cualidades positi- vas— sobre aquellos que las rodean, y tienden, ademés, a idealizar a la gente. Sabemos que no puedes apreciar una de- rerminada cualidad en otra persona, a no ser que esa cual dad tenga una cierta resonancia en tu interior; de esto se de- duce que ser consciente de los atributos ajenos es algo que te hace recobrar los poderes confiscados. Finalmente, tienes que crearte una visién positiva de en futuro. Las Victimas son dadas a pensar en ritornelo, esto es, 4 preocuparse y 2 analizar obsesivamente sus problemas con Ja esperanza de que alguien venga a salvatlas, y si ese al- guien llega y las salva, caen de nuevo en la desesperacién y Ja desesperanza. Con frecuencia abandonan planes y pro- yectos porque, sogtin elas, «nunca les salen las cosas bien». Raramente se centran en la tarea de crear algo para el futu- 10. Bs bueno, pues, que cada dia dediques un tiempo a vi- sualizar cl futuro que deseas para ty, paralelamente a esto, toma las detrminaciones que creas pertinentes para que en su dia legue a cumplitse ese sofiado futuro. has estado siempre metido en el papel de Victim, ie- res que tener plena confianza en que —sea el que sea tu 34 {COMO PUEDES EVADIRTE DEL TRIANGULO DRAMATICO? punto de partida— puedes Hegar hasta donde ti te pro- pongas. Ahora bien, para esto tienes que estar dispuesto a tomar decisiones y a cometer errores, ya que, como todos sabemos, sélo se hace camino al andar. En resumen, si eres una Victima natural necesitas: + Recobrar tu poder y tu responsabilidad. + Aprender a cuidar de ti mismo. * Ser conscicnte de tus puntos fuertes y de tus dotes personales y adquirir, ademas, nuevas aptitudes y co- nocimientos. + Analizar las creencias 0 convicciones que te perju- dican y te que mantienen sumido en el papel de «Victimay. + Liberarte de los traumas del pasado. * Ser un padre (0 una madre) carifioso para tu Nifio interno. + Tener una visidn positiva de futuro. En pocas palabras, las Victimas tienen que recuperar su propio poder y aprender a cuidarse, protegerse y sustentar- sea sf mismas. 85 6 El tridngulo del amor N CUANTO LOGRAS SALIR DEL TRIANGULO DRAMATI- CO, ¢s como si entraras en un mundo nuevos un ‘mundo en el que puedes relajarte y respirar con en- tera libertad, un mundo en el que te sientes quetido y se- guro; un mundo, en suma, en el que las relaciones son afec- tuosas ¢ intimas y en el que puedes llegar a ser la persona que siempre quisiste ser y tener la vida que siempre sofias- dad de que en ocasiones te en- te tener, Existe la posibil cuentres de nuevo metido en el tridngulo dramético, pero cada ver te resultard més extrafio el mundo que este tridn- guilo representa; y, por otro lado, cuentas ademds con la ventaja de saber perfectamente c6mo retornar al buen ca- ‘mino, En este mundo en el que impera el amor, y en abso- uto dualista, puedes ocupar tres estados positivos del ego que son aspectos de tu yo superior. Estos tres yoes internos forman lo que yo llamo «el tridngulo del amor. 87 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPNAN M F Muscat forte Fominidad eld yar Y protectors ELTRIANGULO. DELAMOR N Nie igi Estos tres yoes son las octavas superiores de los tres roles del tri4ngulo dramatico; los equivalentes mas ama~ bles de Ia «mala sombray, Los tres forman el «tt verdade- ror, gue es en quien de una forma natural te convicrtes cuando elevas tu frecuencia vibratoria, completas tu de- sarrollo personal y espiritual, y vives con unos estados de conscicncia mds altos. Si las relaciones van bien, respon- demos a cualquier interaccién mediante una combina- cién de estos tres saludables yoes, ya que no hay que ol- vidar que las relaciones afectuosas sacan al exterior a estos tres yoes que llevamos dentro. ¥ asi, si alguien hace un comentario cdustico 0 se comporta de manera imperti- nente, podemos hacer, en vez. de tomérnoslo a la tremen- da, que responda el adulto maduzo que también llevamos dentro. 88 EBL TRIANGULO DEL AMOR Mientras que los tres roles que intervienen en el rid gulo dramatico estén en un campo de batalla luchando por su supremacia, los tres del tridngulo del amor se apo- yan entre sf. Todos y cada uno de ellos es feliz y esté rela- jado. Puesto que la comunicacién es franca y sincera, las relaciones son mucho més cordiales y divertidas. Las con- troversias se resuelven de forma que todo el mundo que- da satisfechos y, en general, se respeta el desarrollo y la in- dividualidad de cada uno. Cuando estés en el triéngulo del amor te sientes libre. No hay nada que esconder, nada que defender, ninguna accién que justificar. Nada se exi- ge ni se espera de los demés. Das y recibes carifio con en- tera libertad. ‘Te cuidas de ti mismo y tu vida esti bien equilibrada. Los problemas se resuelven con rapider. 0 pa- recen que dejan cosas buenas a su paso. Estar cn el tridn- gulo del amor es como si se estuvieras en el Cielo sin de- jar la Tierra. ‘Veamos cules son las caracteristicas de los tres estados existentes en el tridngulo del amor. MASCULINIDAD FUERTE ¥ ASERTIVA (M) Se trata del aspecto saludable de tu energia masculina, ya seas hombte o mujer. Puede considerarse como el Pa- dre Saludable o el Varén Saludable que levamos dentro. ‘Nuestra energla masculina esté preparada para la indivi- 89 EEE EEE Ee Eo ee ete eee eam ee eee eee er eee eee eee BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN dualidad, esto cs, para la voluntad, la accién y la asertivi- dad; la energia femenina, en cambio, se centta més en la conectividad y Ia relacién, Nuestra encrgia masculina em- plaza su preferencia en haces, mientras que nuestra ener- sla femenina la emplaza a ser. En un estado equilibrado, nuestro Varén Saludable establece limites y priotidades y hace planes para alcanzar los objetivos con la mayor cfi- cacia, La Masculinidad Saludable conoce la diferencia que existe entre asertividad y agresividad; de aqué que exprese sus sentimientos 0 preocupaciones de un modo que no pong a la otra persona a la defensiva, En vez de decir un «Eres muy egoista y desconsiderada conmigo, ;cémo crees que me siento cuando apareces tres horas més tarde de lo es- perado?» (propio de un Perseguidor), 0 un delicado «Te ha pasado algo, querida? ;Fstis bien?» (propio de un «Sal- vador»), la Masculinidad Saludable dirfa: «No est en mi 4nimo controlarte y si me alarmo es cosa mia, pero quiero que sepas que ha habido momentos en los que me he sen- tido verdadcramente preocupado y enojado, ya que dijiste que llegarfas a casa a las diez. Quiero saber qué es lo que te ha pasado y por qué no me llamaste pata decitmelo; de to- dos modos, queria que supieras cémo me he sentido todo este tiempo de espera», Alo largo del proceso de acomodarte a expresar tu eno- jo de una manera sana, cs natural que haya momentos en EL TRIANGULO DEL AMOR que lo expreses de malos modos —bien haciéndole violen- tas rectiminaciones a alguien motivadas por una furia lar- gamente reprimida, o bien estableciendo de repente limites de caracter represivo © manipulador—; por ello, es impor- ‘ante que seas amable y comprensivo contigo mismo y que te des cuenta de que estis en una situacién de aprendizaje. Si puedes, explicales a las personas més cercanas y queridas que ests aprendiendo a expresar tu enojo de buenos mo- dss y pfdeles que te ayuden a encontrar las formas de aten- der a tus propias necesidades y de ser leal contigo mismo, sin que ello signifique, claro est, que tengas que controlar a los dems, “Ta saludable cnergfa masculina te ayuda a set auténti- ncluso a pesar de la oposi- co y sincero contigo mismo, i6n de los demés; esto hace que tambien te sitva para de- jar el papel de Salvador. Ademas, hace que seas consciente de tus puntos fuertes, que seas integro en tu forma de vivir, y que acometas acciones decisivas, lo cual te viene muy bien para no seguir representando el papel de Victima. Asi- mismo, contribuye a que no culpes o avergtiences a los de- mas cuando estés enfadado, a que asumas una responsabi- lidad de adulto en relacién con tus propias emociones, ya que, a la par que estableces limites l6gicos y apropiados, te des cuenta de qué modo participas petsonalmente en la apaticién de dificultades; algo que no es aplicable a un Per- seguidor on EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARFMAN Por ejemplo, en Varén Saludable, si legara el caso, di- ria con toda claridad que a nadie se le puede aceptar que utilice el lenguaje y los modales de un Perseguidor (por ejemplo: culpar, acusas, ofender, insultas, gritas, amenazar © exigir), mientras que, en situaciones parecidas, un Salva- dor guardaria silencio, trataria de calmar a la persona, estarfa de acuerdo con ella o la justificarfa; un Perseguidos, por su parte, presencaria batalla y armarfa una bronca y, por tilti- ‘mo, una Victima tendria un shocky se quedaria bloqueada y paralizada, Por regla general, tu Varén Saludable se man- tendré centrado en si mismo y no tratard de controlar 0 salvar a los demés, De igual modo, tu Varén Saludable no le brindard su apoyo a alguien que se comporte como una Victima indefensa y estableceré unos limites claros en torno a lo que él est dispuesto a hacer para ayudar; y ello, con la esperanza de que la otra persona sea cap: tenga sus propios recursos, y pueda encontrar soluciones por sf misma. FEMINIDAD CALIDA ¥ PROTECTORA (F) ‘Tu sana energ{a femenina es el lado iluminado de tu Madre interna. Podria considerarse como la Diosa que lle- yamos dentro 0 la Madre Saludable. Oftece un amor incondicional tanto a ella misma como a los demds. Se atie- ne a la Regla de Oro de «ama a tu prdjimo como a ti mis- may y esté plenamente convencida de que sélo podemos 2 EL TRIANGULO DEL AMOR querer a los demés en la medida en que nos queremos, nos cuidamos y nos aceptamos a nosotros mismos. Amarte a ti mismo es lo primero de todo, ya que, de no ser asi, caerla- mos cn la prictica poco recomendable de considerarnos mittires y de dispensar carifio con espfritu salvador y de ‘manera compulsiva. Para tu Madre interna, el amor y el euidado hacia uno mismo tienen una prioridad elevada. Debido a esto, tu Fémina Saludable esté en disposicién de dar con un sen tido de plenitud y totalidad. Sin embargo, no haré lo in- decible para satisfacer las necesidades del préjimo movida por un desco desesperado de contar con fa aprobacién ajena, ni tampoco daré lo que ella secretamente quiete para si; y, por supuesto, no se sacrificars por los demds, Esté sensiblemente apegada a sus particulares sentimien- tos y necesidades, aunque ama, protege y cuida de los de- mis porque esté saturada de amor. El amor rebosa y se derrama por los bordes de su «vaso de la abundanciay. Nuestra Fémina Saludable pone en libertad a las personas para que scan quienes son; y lo hace sin pedir ni esperar nada a cambio, sélo le mueve la confianza y el respeto mutuo, De manera incondicional y aceptando lo que sea apropiado cn ese momento, ama tanto al préjimo y a la vida como a s{ misma, lo cual, paradéjicamente, permite que los demés se desarrollen y prosperen y que las sicua- ciones cambien. 9% BL TRIANGULO DRANATICO DE KARPMAN El principal objetivo de tu Fémina Saludable es el vincu- lo del amor, esté éste basado en el carifio a uno mismo, alos dems, a un animal, a un jardin propio, a la naturaleza 0 a una profunda unién espiritual. Tid Fémina Saludable te puede inducit a que te sientes bajo un drbol, sobre una gran roca, 0-2 que simplemente seas», Asimisino, te puede apre~ miar a que pases algiin ticmpo en compaiifa de tus mejores amigos ¢ intercambies con ellos impresiones sinceras sobre los temas que més os interesan; 0 que lleves un diatio inti- ‘mo para establecer asf una relacién més profunda con tu auténtico yo. ‘Nuestra energfa masculina se preocupa mis por la pro- ductividad, por ganar dinero y porque «las cosas se ha- gan», mientras que nuestra energla femenina est més in- teresada en ser y en relacionarse. Ambas energias crean una vida equilibrada. Dado que vivimos en una culeura patriarcal que tradicionalmente ha valorado més lo mas- culino, muchos de nosotros, ademés de ser adictos al tra- bajo, vivimos en constante agitacién y acupados en de- masta, por lo que necesitamos recuperar nuestra divina energia femenina, Cuando nos encontramos desequili- brados, normalmente oscilamos entre un estado masculino malsano (desbordado, adusto, controlador...) y un esta- do femenino malsano (sacrificado, asfixiado, hiperpro- tector). Por esto pasamos la mayor parte del tiempo en el tridngulo dramitico. 94 ae i TRIANGULO DEL AMOR Cuando tu Varén Saludable y tu Fémina Saludable con- siguen un estado de equilibrio, puedes crear relaciones cor- diales a lo largo de una fructifera y exitosa carrera, Escogerds el trabajo que de verdad te guste y huirs de las relaciones petniciosas que no te aportan beneficio alguno, Quizd sigas quetiendo arreglar el mundo, pero ya sin agitacion, deses- peracidn o urgencia, sin querer probarte nadaa ti mismo y sin ver a los demés necesitados de un cambio. ‘Te convier- tes en un visionario edificante, en un modelo a imitar; y el servicio que le prestas al mundo esté compensado por el goce diario de tu vida personal. EL N80 MAaico (N) (Igualmente conocido como el Nifio Libre 0 Nitto Divino.) Se trata de la consciencia de tu Nifio Saludable que esté por encima de todas las heridas, creencias negati- vas y mecanismos de defensa que se establecieron en la in- fancia o incluso antes (por patrones ancestrales 0 hérmi- cos). Imaginate un nifio pequefio feliz, libre, alegre, juguetén, amante de la diversién, espontineo, curioso y leno de deleite y ganas de saber; pues bien, éste es el Nifio ‘Migico que cada adulto lleva dentro de si. Al Nifio Mégi- co no le importa lo que otros puedan pensar. Adora la vida y siente regocijo en todo momento; es aquel que contem- pla maravillado las hojas otofiales o la primera nevada del invierno, 0 aquel que chapotea en un charco con risitas de 95 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN contento. El Nifio Migico aparece espontineamente cuan- do nos enamoramos y esta presente en una parte impor- tante de la relacién, si ésta es sana y carifiosa, Asimismo, es depositario de nuestra incuicién, creatividad e imagi- nacién. EL Nifio Mégico que llevamos dentro va diluyéndose a medida que atravesamos nuestra ctapa infantil. Es en esta ‘etapa cuando nos enteramos de que los adultos quieren que nos comportemos de unas determinadas maneras, que ar- mar ruido, coger rabietas 0 estar enojados «no es de recibor, que nos ganamos la complacencia general siendo «buenos», dciles y scrviciales, o que podemos ser castigados si ex- presamos llanamente nuestras necesidades y sentimientos. Lo que para nosotros es bueno, puede incomodar alos de- mis, por lo que nos quedamos confisos. As{ que no nos queda otro remedio que empezat a inhibir nuestros im- pulsos naturales y a comportarnos de la forma que desean aquellos que estén a nuestro alrededor. Lentamente nos acostumbramos a que nos guien desde el exterior del yo, con lo cual dejamos de recurrir a nuestra intuicién y de confiar en nuestros sentimientos. Esto da lugar a que perdamos nuestra libertad, espon- tancidad ¢ imaginacién; y lo que es peor, a que perdamos nuestro contacto con Jas maravillas de la vida. Y, por si esto fuera poco, también nos desvinculamos de nuestro yo in- terno, Nuestro Nifio Vulnerable —extremadamente sensi- 96 Bi TRIANGULO DEL AMOR ble, tierno de corazén, fleil de herir y parte frdgil del yo ces de esta forma escondido en un lugar apartado y seguro, ala par que adoptamos una actitud defensiva y cautelosa. ‘Acercarnos a los demds comienza a set para nosotros una cosa artiesgada y peligrosa, lo cual nos mueve a alzar ba- treras a nuestro alrededor y a «mantenernos a salvo cn nuestras relaciones, algo que conseguimos representando cL rol de Perseguidor, Salvador o Victima, cayendo en las adicciones, 0 manteniendo unas telaciones distantes y su- perficiales. Nos volvemos setios y duros de corazén. Y aun asf nos preguntamos por qué la vida es tan cruda, por qué no podemos conseguir que la relaciones funcionen y adén- de se ha ido la magia. 7 ; 7 El funcionamiento del tridngulo del amor OS ROLES EXISTENTES EN EL TRIANGULO DRAMATI- | CO, al provenir de la respuesta de estrés, son moles- fos y poco amables, toda ver que una respuesta de ‘este tipo presupone una situacién en la que nos vemos ame- nazados ¢ intentamos protegernos o defendernos. Nos sen- timos inseguros y faltos de carifio y, por ello, utilizamos es- trategias infantiles con la intencién de evitar el peligro, ser merecedores de carifio, o proteger a otras personas de cual- quier amenaza o incomodidad. En ef tridngulo del amor, por el contrario, sabemos que estamos a salvo y que somos queridoss y ello, con independencia de c6mo los demas eli- jan comportarse. Se cata, pues, de un lugar de seguridad in- terna y confianza en cuyo interior manejamos relaciones de muy diversas maneras. Los tres yoes del triéngulo del amor funcionan con talante cooperative y son esenciales entre st, Asegurando- 99 BL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN se de que mantenemos unos limites claros, de que aten- demos a nuestras propias necesidades y de que petmane- ‘cemos centrados en nuestras respectivas vidas, la Mascu- linidad Saludable mantiene ea equilibrio nuestra energia femenina. De igual modo, la Feminidad Saludable, al ase~ gurarsc de que scamos afables, empaticos y sensibles y de que el ser carifioso —tanto con nosotros mismos como ‘con nuestros semejantes— sea prioritario en nuestra vida, mantiene también en equilibrio nuestra energia masculi- na, Por otro lado, ve el tiempo invertido en cultivar rela- ciones intimas como un tiempo bien empleado, disin- tiendo asf de nuestro Varén Malsano que lo considera improductivo y una pérdida de tiempo. Pero ahi esté nues- iro Nifio Magico para decirnos que el juego, la creativi- dad y la imaginacién —o simplemente el disfrute de la vida— forman una parte muy importante de la vida dia- tia. Estos tres yoes unidos constituyen una personalidad plena y saludable. En el eriéngulo del amor solemos estar espiritualmen- te despiertos y ser conscientes de nuestras propios actos. Estamos dispuestos a revisar con honestidad nuestros an- tiguos patrones, as{ como a ver esta accién como parte de un viaje espiritual que tiene como finalidad dejar atris es- tos patrones y hacer las cosas de una manera distinca, Lle- gatemos a reconoccr que nuestro afin por tener un nifio adulto a nuestro cargo era para poder «sacarlo de apuros» una y otra veas y veremos que «nuestro consejo bien in- 100 EL FUNCIONAMIENTO DEL TRIANGULO DEL AMOR tencionado» era realmente un intento de controlar a al- guien o de quitarle ef poder. En esta misma linea, recono- ceremos también que tendemos a considerar a los dems menos competentes que nosotros, que nuestra justa in- dignacién era una tapadera para esconder unos senti- mientos vergonzosos ¢ it mprocedentes, que estamos repi- tiendo las pautas disfuncionales de nuescros padres al fingir que todo va bien y al empefiarnos en mantener la norma~ lidad a toda costa, o que claudicamos ante cualquier pre- sién, Sin que sintamos la menor vergiienza o culpabilidad, somos ahora capaces de mirarnos con nuevos ojos, asi de noso- como de adquirir nuevas ideas y tener concienci ‘ros mismos. ‘Una vex. que estés afianzado en el triéngulo del amor, puedes entrar en contacto con tu niffo vulnerable y expo- nerte sin miedo alguno a los sentimientos inosmodos del tridngulo dramatico. Si te das cuenta de las cosas y eres consciente de ti mismo, puedes dar la bienvenida a emo- ciones engorrosas como sefial de que te has visto obligado a dar una respuesta de estes, la cual te brinda la oportuni- dad de sanarte y crecer. En ver de utilizar antiguas técticas ¥ estrategias infantiles para escapar del dolor y alejarlo de t, puedes «retener» los sentimientos e investigar lo que esté pa- sando. Y es entonces cuando tu «yo nifior congelado pue- de comenzar a sanar y ano necesitar que lo defiendan y protejan. 10 7 ee EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN En una relacién saludable, analizarés juntas las dinmi cas del drama y, ademas, comenzarés a moverte més allé de las antiguas y estresantes formas de relacionarte; es deci, més alld del triéngulo dramético. Y es entonces cuando tus relaciones se desarrollan y proliferan. Una ver que estés en el eriéngulo del amor, no tendrés enemigos. No habri cam- po de batalla, Ya no tendrés necesidad de atacar, de defon- derte o de justificarte, Ya no tendrés nada que esconder. Te sentirés lo suficientemente seguro como para no set vulne- rable. Estés en estrecho contacto contigo mismo y eres ho- nesto y auténtico para con los dems, Asimismo, estés abier- toa escuchar de todo corazén a tus semejantes. Al colocarte siempre en el mismo lado que las otras personas, te puedes relajar plenamente, En el trifngulo dramético tus elecciones estin basadas, en el Miedo, en la Obligacidn y en la Culpa —el llamado MOC de la respuesta de estrés— que, en el mejor de los ca- 0s, mantienen las relaciones estancadas y congeladas y, en el peor, las destrozan y anulan por completo. En el triéngulo del amor realizas elecciones que hacen que tu corazén cance y que tu espiricu baile, Te cuidas de ti mismo y te amas; y ademés haces todo lo posible por al- canzar aqucllo que te estimula, te excita y te hace feliz. consecuencias a largo plazo de estas decisiones tomadas de corazén son mas positivas para todos los implicados. 102 EL FUNCIONAMIENTO DEL TRIANGULO DEL AMOR Cuando estamos fuera del estado de drama nos comu- nicamos de una forma directa, clara-y honesta, y nos cen- tramos en lo que sentimos y necesicamos sin esperar 0 pe- dir nada a cambio. No nos ponemos a la defensiva. No tratamos de adivinar lo que cl otro piensa. No nos andamos con rodeos. No esperamos que ef otro note que estamos molestos o enfadados, Ninguna evasiva ni rechazo, sélo una comunicacién directa y sincera Lo que en el tridngulo dramético parecta ser un pro blema peliagudo, en el triingulo del amor puede que se quede cen agua de borrajas» o que tenga una solucién ob- via. No existen «problemas» cuando uno mira desde una atalaya lo suficientemente alta, Siempre hay oportunida- des para perfeocionarse y cambiar, as{ como para aclarar lo que uno realmente necesita. Si mantienes una relacién ar- moniosa, pasards por lo menos un 80 0 un 90 por 100 de tu tiempo en el tridngulo del amor; y si, esporédicamente, haces unas incursiones al triéngulo dramético, éstas, a la par que estimulantes, contribuirdn a tu maduracién y desa- rrollo, (Si quieres saber més acerca de las pautas adecuadas para mantener unas rclaciones armoniosas, y también de cémo se puede amar incondicionalmente, consulta mi libro Wild Love, Piatkus, 2007.) 8 La entrada en el tridngulo del amor AMOS AHORA TA FORMA de entrar en el triéngulo \ / del amor. Lo primero a tener en cuenta es que las cualidades que se adquieren estando dentro de él son las que precisamente sirven para llegara ély entrar. De aqui que actuaz como si ya estuviésemos dentro sea el me- jor modo de penetrar en el triéngulo del amor. La expansion de la consciencia es una de estas cualidades; por tanto, tener conocimiento del triéngulo del amor y de la natura- leza de tus tres yoes saludables te servird para expandir tu consciencia més alld del limitado ego del triéngulo dra- miatico. ‘Cuando estamos en el triéngulo del amor tenemos una perspectiva més ampli, Esto nos permite, incluso en me~ dio de cualquier lance comprometido 0 arriesgado, perca- tamos de los dones que podriamos recibir o de las lecciones que podriamos extraer. Y asi, aunque la persona se en- 105 EL TRIANGULO DRAMATICO DE KARPMAN cuentte en el triingulo dramético, podremos hacerle ex- tensivo nuestro afecto sin correr el riesgo de quedamnos atra- pados en este tridngulo; o también establecer unos limites claros dictados por nuestro Varén Saludable («El asunto es tuyor, «No, no quiero hacer ahora eso»), 0 ser compasivos y protectores con los demas —sin tratar de resolver el pro- blema en su nombre— tal como nos aconseja nuestra Fé- mina Saludable, 0 quizd hacerle caso a nuestro Nifio Mé- ico y ser jovial y desenfadado con ellos, gastindoles bromas —no pesadas— hasta que adquiriesen de nuevo conciencia propia. Cualquier cosa que aumente tus vibraciones 0 dismi- nya la fuerza de una resistencia te ayudard a aproximarte al triéngulo del amor, (Para conocer més ideas y tener més informacién sobre este tema, véanse mis recientes libros Wild Love, Life Is A Gift y Conscious Medicine.) La clave para esto es desactivar tu respuesta de estrés, que es la que te catapulta al triéngulo dramatico, Siempre que nos senti- mos a salvo y quetidos, se desactiva la respuesta de estréss por tanto, sintiéndolas y simplemente repi indo para tus adenttos estas frases: vestoy a salvo», «soy querido» 0 «todo va bien», puede ser un modo de tranquilizar a ru «yo nifiow de forma que tu mente corporal pueda relajarse. Si estas totalmente relajado y a gusto es que te en cucnttas cn el tridngulo del amor; al menos hasta que apa- rea alguien que esté en el triéngulo dramético y trate 106 LA ENTRADA EN EL TRIANGULO DEL AMOR de introducirte en él. (Este alguien podrfa ser un locutor de televisién que te informara sobre las Victimas, los Per- seguidores y los Salvadores que actiian en este mundo, sobre los cuales, al parecer, Los medios televisivos gustan de cenfocar sus cdmaras. Si ves el telediario o una telenovela —algo que no siempre es aconsejable—, Aandate con ojo porque te encontraras con muchos triéngulos draméticos, Cuanto mayor sea la facilidad con la que los detectes en el mundo exterior, menos te costar reconocerlos en tu pro pia vida.) Cualquier cosa que ayude a relajarte restringira tu fun- cionamiento neuroquimico, lo cual hard que disminuya sensiblemente tu capacidad productora de elementos qui- micos del miedo, de la culpa, del agobio, de la vergitenza y de la ira; elementos estos que, como todos sabemos, te en- cierran y mantienen dentro del tridngulo dramético, Des- pués de esto, empezaris a acostumbrarte a un nuevo esta- do interno caracterizado por la felicidad, la satisfaccién, la alegria, el entusiasmo, la libertad y el amor incondicional, Son las emociones primarias del triéngulo del amor. Los receptores quimicos de cu cuerpo y de tu cerebro comen- zarin literalmente a ajustarse ellos mismos, y poco a poco les sera cada ver. més Ficil permanecer en el tridngulo del amor. Aunque de vez. en cuando te veas otra vex sumido temporalmente en cl tridngulo dramético —algo normal y humano—, nunca més sed para ti el lugar familiar que so- lia ser. En lugar de evitar a la gente porque te hacia sentir el 107

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