You are on page 1of 10
JUAN JOSE BARRENECHEA * Las causas de la delincuencia juvenil La consecvencia de In falta de udecuaeléy entre lo esteblecide por fe comu- nnidad en |i reolidad y Jo predicade por ella ee Is pérdida por Ia juventod do te seguridad, os el declive a lo delietivo. La delincuencia juvenil es uno de los temas més tratados, no sdio por los criminalistas sino por los socidlogos, ¢ incluso por los economistas, ya que interesa a sus respectivas especialidades. Es un problema que preocupa a la sociedad entera porque, en los momentos actuales, supone un factor en la descomposicién del medio social. Por eso vamos a estudiario, con el fin de desentrafiar las causas que determinan el aumento de esta clase de delincuencia. Si Hlegamos a conocer [a ultima causa de la delincuencia juvenil, podremos dedicer nuestros esfuerzos a prevenirla y evitar que la esperanza de la socie- dad en su solucién sea negativa ) que reine el desaliento en cuanto a su remedio. No pretendemos hacer un estudio de cardcter doctrinal, ni estadistico, sino recapacitar sobre las causas de la delincuencia juvenil. Los niimeros y tos porcentajes no afiaden nada nuevo: ef problema se halla entre nosotros y lo tenemos que resolver nosotros. Saber cugntas personas fallecen por causa del cancer, no alivia nada; descubrir las causas del céncer es la labor que pide el ser humano. Las cifras nada dicen sobre el fondo dei problema, sino Gnica- mente que el problema existe y las dimensiones del mismo. Es necesario advertir que tenemos que despojarnos de la idea de que la delincuencia juvenil es algo ajeno a nosotros; los delincuentes juveniles viven entre nosotros; no son personajes remotos, son de nuestro tiempo y de nuestra comunidad e incluso de nuestre familia. La comunidad en que vivimos es la comunidad en la que vive el delincuente juvenil. Hay que sentir la responsabl- % Profesor cle Berache Penal en la Universidad de Madrid. Fiscal de tz Audiencia de Medrid, 275 JJ. BARRENECHEA lidad de nuestra participacion en la sociedad como causa de fa delincuencia juvenil y, sin rasgarnos las vestiduras, examinar hasta qué punto la response- bilidad de la juventud delincuente no es Ia nuestra, Para buscar estas causas, se reguiere un primer estudio: el examen de ia posible culpa de la comunidad como tal, bien sea por accién © por omisin én ja produccién de esta delincuencia. El concepto de delincuencia juvenil es amplio: para nosotros, es !a realizada por aquellos que no han cumplido los 21 afios, término que comprende, no sdlo la menor edad penal de los 16 afos, sino también aquella en que, con arreglo al Derecho penal, el joven es plenamente responsable. El concepto de causa no es necesario dario desde un punto de vista estricto. Entendemos que es la circunstancia, o circunstancias, que determinan un efecto: en este caso, la delincuencia juvenil, es decir, no sdlo en sentido restringido, la infraccién por parte del Joven de un precepto penai, sino también aquella predelincuencia en fa que, sin estar dentro del Codigo, fa conducta del joven es contraria a los valores propios del hombre. Las causas pueden ser personales, cuando se refieren a la persona como taf individuo; sociales, que surgen por el hecho de vivir ef individuo dentro de un grupo social, y comunttarias, nacidas de ia patticipacién de los individuos en un mismo ideal de realizacién de la personalidad humana. Algunos conside- ran sociedad y comunidad términos sinénimos; no creemos que '0 sean; no distinguimos por afan de orlginalidad, sino porque {a distincién es plenamente vélida: Comunidad es la participactén de los individuos en un mismo tdeal de vida, para la consecucién de una identidad en la realizacién de las personas que la forman. Las causas comunitarias seran pues, fas que impiden la no integracién del individuo en la comunidad y producen la rotura de éste con el ideal de vida propio de aquélla, UNA SOGIEDAD ENFERMA La importancia dei problema de la delincuencia juvenil destaca por si mismo; basta leer ios periédicos para darse cuenta que el nimero de delincuentes menores de 21 afios, aumenta de dia en dia. Este tipo de delincuente no sdlo produciré un aumento de la delincuencia adulta en su momento, sino que is transgresién de las normas sociales no debe ser considerada como un hecho individual, independiente, propio de un ser aislado, sino como creador o indice de un estado de conciencia favorable a dicha transgresi6n y pérdida de fa sensibilidad a [a misma, con [a consiguiente desvalorizacién de los pre- ceptos sociales que rigen la comunidad. La delincuencia juveni! es la manifes- tacion tangible de que ia sociedad se encuentra enferma, sin que pueda ser tratada la enfermedad de una manera externa, sino que tiene que ser extirpada en toda su dimension, erradicando la causa: buscar cudl es ésta es la tarea que ‘tratamos de realizar. La delincuencia de los menores es consecuencia de una serie de causas mijitiples en su apariencia, nica en su realidad, que necesitan ser estudiadas para llegar a {a tiltima causa. Los criminalistas han tratado tnicamente dos, las personales y as sociales, pero este tratamiento es de afuera a dentro, y un tray tamiento correcto debe realizarse de dentro a afuera; ai examinaer las causas, 276 DELINGUENCIA JUVENIL siempre nos detenemos, como si fuera tabi, al encontrar a la sociedad; tenemos que ir més alld, queremos legar al fondo de la sociedad, para demostrar que la delincuencia juveni! es debida a esta sociedad, porque su estructura no res- ponde a los valores de] hombre como tal hombre. En fa sociedad no encontramos un orden natural que resulte de su adecuacién ai concepto de hombre; sino un «desorden establecido», y es la delincuencta juveni! e| sintoma mas preciso de este desorden. Comencemos a indagar en las causas de esta delincuoncla, para ver st po- demos probar nuestra postura. A) Gausas personales Superade el concepte de delito como entidad abstracta y estudiado el de- lincuente en su realidad personal, podemos afirmar que muchas de las causas Hlamadas por alguinos autores personales afectan al hombre no en cuanto tal, sino como set que vive en sociedad, por lo que limitaremos lae causas perso- nates dnicamente a aquellas que hacen referencia al hombre como tal, en su ser personal. No negamos el libre albedrio, pero si io limitamos a una dimensién natu- val, En la formacién de la decisién concurren causas que predeterminan dicha decisién, haciendo que la voluntad sea un reeultado de dichas causas, mas bien que causa de la decision. Entre las causas personales distinguiremos aquellas que afectan a fa cons- titucién biolégica y mental de la persona y aquellas que afectan a la natura jeza humana con posterioridad al nacimiento. No cabe duda que la constitucién biolégica y mental del individuo tiene una importancia capital en 1a conducta de la persona, Lombroso llegé @ equiparar al loco moral con el delincuente nato y sefialé que los gérmenes de uno y otro se encuentran en el nific, de la misma forma que en el feto se encuentran anormatidades que en e! adulto constitulran monstruosidades. En el nifio halla- remos, dice Lombroso, los caracteres criminales en estado embrionario, y si no se manifiestan en todos es debide al efecto que produce una educacién apropiada, surgiendo s6lo en fos locos morales y delincuentes natos, en los que estas tendencias no se ven afectadas por la educacién. Efectivamente, fa constitucién biolégica del individuo produce mumerosos. casos de delincuentes juveniies {neurdticos, hijos de neurdticos, etc.). Se ha considerado como causa personal fa transmisién de las tendenclas criminales de padres a hijos, factor de la delincuencia juveni!; pero creemos que las tendencias no se transmiten, sino que se forman con posterloridad al nacimiento, ya que la tendencia criminal no es més que un desprecio o desconocimiento de los valores que son propios de la comunidad o sociedad, y esto no nace con el individuo, sino que se incorpora a él por el influjo del medio en que se desatrolia. Las causas personales mencionadas dan un elevado indice de menores delincuentes, pero esto es normal, y podfamos estar contentos si fos menores delincuentes fueren s6lo los anormales psiquicos y corporales. Nos tendriamos 277. J. J. BARRENECHEA que asustor si los menores delincuentes fuesen todos nermales; en este caso habria que pensar que todos los valores que mantenemos careclan de eficacia y realidad en la comunidad. Si todos ios menores delincuentes fueran anormales psicosomaticamente, estariamos en presencia de un problema clinico y no de un problema étleo y social: pero, por desgracia, no es asi: Hay que dejar en sus justos términos el influjo de estos factores perso- nales en la delincuencia juvenil, influencla muy débil en comparacién con otras causas, CAUSAS SOCIALES La tinica causa es ia social, para algtin sector de ta criminologia. No creemos que tenga la entidad que se pretende. Para nosotros, son causas inmediatas de fa delincuencia; siendo la cause ultima la comunitaria. Las causas sociales han tenido mucha literatura en todos fos sentidus, desde la lacrimégena y folletinesca, hasta la demagégica. Es necesario mantener en sus justas términos la influencia de las causas sociales en la delincuencia juvenil, advirtiendo que, superadas algunas de ellas, la delincuencia continua @ incluso aumenta y se diversifica con nuevas formas de comisién. Tanto en jos ambientes sdrdidos, con en Jos de aquellos paises en los que el desarrollo es considerable, la delincuencla juvenil mantiene los mismos indices, e incluso en estos dltimos adquiere un mayor refinamiento y deshumanizacién. Es, quiz, en jas sociedades menos desarrolladas donde la delincuencia es més humana, mas conforme con Ja naturaleze del hombre; més vital, en cuanto representa la manifestacién de las profundicades del alma humana y de los Impulsos prima- rios del hombre, capaz de los mayores sacrificios y de las mayores aberra- ciones. Lo que vamos a decir quizé es véiido en algunos paises, en otros 10 Io e8, pero sélo en fo que se refiere a las causas sociales. Los menores delincuentes son en su mayoria muchachos normales, tanto figica como moral y mentalmente; de idénticas condiciones a los no delincuen- tes. {Cuél es la causa de que delincan? Para algunos autores, las Unicas causas eficientes son las sociales; no negamos que puedan influir en un momento sobre la persona, decidiéndola 2 actuar de una determinada forma. Las causas sociales favorecen, no cabe duda, la delincuencia, en cuanto son ellas 1a mani- festacién de «una estructura social injusta», ya que si no existiera esta estruc- jura injusta, no existirian estas causas sociales causantes de la delincuencia javenil, Son, pues, las causas sociales consecuencia de! condicionamiento co- munitario. Vamos a recorrer brevemente algunas de estas causas de la delin- cuencia juvenil. 1-AMBIENTE NACIONAL ECONOMICO E} desarrollo econémico supone, en cualquier pata, una revulsion, deseable en cuanto eleva el nivel de vida de sus habitentes. pero que supone, como contrapartida, un factor de enorme tmportancia referido a ta delincuencla. Este 278 DELINGUENCIA JUVENH. desarrollo, para los que viven en las zonas menos desarrolladas, entraiia cam- bios, modificaciones, nuevos hébitos de ahorro, de consumo, de trabajo, de empleo, de medios técnicos, movilidad de las personas, ote., que si producen beneficios: nutricién més elevada, sanidad, ensefianza, estabilidad social, tarn- bién producen modificactones en las estructuras mentales, familiares, sociales y econdmicas, requiriendo una fase de adaptacion y ajuste. Este cambio de- termina una dislocecién social, que trastorna ias formas de vida tradictonales y destruye los valores que le servian de base. “para poder ver la influencia en ¢l ambiente soctal no hay que atender a jos cambios en si, sino al ritmo en que estos cambios se producen, y poder deducir y conocer ja patologia social. Este ritmo de transformacién produce necesariamente alteraciones en los presupuestos de la vida de la sociedad, lo que a su vez determina una ruptura o crisis en los valores que, ai antes eran admitidos, ahora no io son. Los vaiores de los padres como generacién no son validos para los hijos. Si este ritmo es rapido e incesante, la confusién mental entre fos que lo sufren es tal, que la creencia en los valores més tradiclonales $@ sustituye por un escepticismo respecto a fa perennidad de estos valores. No cabe duda que 1a diferencia de mentalidad entre la generacién de treinta y cinco afjes con la de veintiun afios actual es mucho menor que ta que existe entre ésta y la de los diecisiete afios. Ei ritmo de transformacién es més répido en tres afios que en diez. La parte de comunidad més afectada por este ritmo es la juventud, porque incide en las personas menos formadas de la soole- dad. Este cambio de ritmo supone modificaciones en las estructuras sociales. Vamos a examinar algunas de estas modificaciones: A) Movilidad de las personas El fenémeno de la emigracién influye extraordinariamente en la juventud y determina en alguna manera el aumento de te delincuencla juvenil éntre los hijos de familias emigrades. Miremos en especial a la emigracién dei campo a la ciudad. Se pasa de un ambiente regido por normas ancestrales e Inmu- tables a un amblente regido por una serie de necesidades que antes no se sentian. El ritmo de la gran ciudad, sin cuidados ni vigilancia, debldo al pluri- empleo, no sélo del padre, sino también de ja madre, necesario para sobrevivir; fa falta de adaptacién del emigrado y Ia falta de condiciones en la cludad para acoger y asimilar a los nuevos habitantes, junto con el déficit de escuelas, viviendas @ Incluso condiciones de salubridad, fenémeno comtin a todas las grandes ciudades, influye necesariamente en la Juventud. La favela, la chabola, son claras muestras y exponente de lo que decimos. 8} Inadaptacién @ la escucte Una de las caracteristicas de! desarrolio econémico es la creaeién de un ansia de saber en todos los hombres. La politica de escuslas es el medio de mantener fos valores tradicionales y perennes en el hombre, pero no basta con construir escuslas, sino que es necesario que las escuelas sean amables para los que a elias asisten. El Inadaptado a ella, primer sintoma de inadapta- cién social, la abandona y comienza, en fas horas de trabajo escolar, el vaga- bundaje, con su consecuencia de inadaptacién 2 la comunidad, de una mayor facilidad para la delincuencia, 279 Jd. BARRENECHEA C) tadaptacién al trabajo El trabajo tiene una importancia capital en la vida, no sdlo de fa comunidad sino también en ja de la persona que trabaja, a la que disciplina y forma. Es necesario buscar para cada hombre un trabajo, que sea su trabajo, que se adapte a su especial naturaleza y en el que el hombre se pueda realizar como tal. La inadaptacién al trabajo es factor de la delincuencia. A! inadaptarse el joven al trabajo, instrumento de su realizacién, se inadapta a la sociedad, que prescribe trabajar; romper con el trabajo para el nifio es romper con ta comu- nidad. Dedicarse a alguna tarea para la cual no se tiene vocacién ni aptitud engendra un resentimiento contra sf mismo, contra ef trabajo y contra la socie- dad, marginéndose de ésta y creando jévenes que merodean en busca del trabajo, cualquiera que sea, indiferentes a él, porque se necesita; de aqui romper con el trabajo sélo falta un paso, que, una vez dado, conducira a ganar dinero f4cilmente, y se desemboca fatalmente en la delincuencia. Hay que estudiar al joven para que tenga la oportunidad de trabajar en aquello para Jo que siente aficién, y asi cerraremos una puerta a la delincuencia. Cudntos hombres de carrera universitaria serfan més felices trabajando en ‘n oficio, para el cual estén dotados y que, al no tenerlo, ni se responsabilizan con el trabajo que realizan ni son felices, porque no tienen lo que desearlan tener. Las estadisticas nos dicen que un 10 por 100 de muchachos ltegan a la delin- cuencia a través de su descontente con el trabajo, D) Diversiones No nos debe de extrafier que la delincuencia juvenil aumente, haciéndose cada vez mas violenta, Este resultado es casi fatal. {Cudl es la diversién del nifio? El muchacho se divierte con el cine, la televisién, los deportes. No habla- mos del deporte como practice, ya que como tal es medio necesarlo de la formacién, porque disciplina y aumenta el dominio sobre si mismo; solo hable- mos del deporte como espectéculo. Este produce en el joven admiracién hacia jos grandes deportistas, sin que la admiracién surja hacia los grandes valores de las ciencias del espiritu. La admiracién implica un deseo de imitacién hacia una valor que, si no es malo, no cabe la menor duda que no es el mejor. Decidme a quién admira un pais, y se podré saber cémo es el pals. Hace al- gunos afios desaparecié un gran valor espafiol del campo de ia Fisica, conocido en todo et mundo menos en su pais. Ningtin joven lo conocla. Preguntad, en cambio, por la operacién de menisco de un jugador de futbol, y os contestardn hasta la hora de Ja operacién; la inversién de valores es total. Si examinamos otras diversiones, como el cine y Ja televisién, tenemos necesariamente que ser pesimistas. La influencia de estos medios es enorme y produce una conciencia errénea de valores en la juventud. El clima es la violencia, el erotismo, la brutalidad sin el menor escrapulo; los musrtos se su- ceden en {2s peliculas, y ademds admitiendo la naturalidad de ta muerte vio- ienta y la poca importancia que tiene la vida de un semejante. Para el nifio se convierte en moral lo que es intrinsecamente malo y asimila la falta de respeto a la vida, a la propiedad, a los semejantes, chocando de esta forma con la misme estructura de la comunidad. Constituyen estas representaciones un factor determinante de la alteracién de valores en Ja juventud, con !a conse- cuencia del aumento de Ja delincuencia juvenil. Al crear admiracién, se crea imitacién, que si comtenza con las formas de vestir, de hablar, de actuar, ter- 280 DEUNCUENGIA JUVERIL mina por fa imitacién de la moral. Cuéntos anunclos de productos comerciales se han convertide en verdaderos ‘atiguillos en la conversacién normal. Estos medios de comunicacién sélo exigen de! espectador 13 pasividad; todo se da sin exigir esfuerzo; no se golpea fa atencién del oyente o del espectador exigien- do de éste un hacer o un pensar, sino que entra sin avisar, y cuando nos damos cuenta, estas ideas han tomada posesi6n de nuestea conclencia, sin que sea facil desprenderse de elas. $i esto sucede en un adulto, la influencia de estos medios de comunicacién social en al nifio es mayor, po: poseer un grado superior de recepiibilidad y capacidad de admirer. En una célebre pelfcula italiana se realizaba un robo con unas caracteris- ticas especiales; a partir de dicha pelicula, los robos realizados de esta forma aumentaron de manera espectacular, Estos medios de difusién convierten en natural lo contyario 2 fa conclencia més amplia. Su influencia es enorme en la delincuencia juvenil, ya que se propaga el desprecio a los valores de la convivensia. Es neceserio més censura sobre todo fo que represente violencia y desprecio hacia e} semejante. No podemos terminar el estudio de estas causas sin examinar, aunque sea de pasada, otras que aparecen como factor coadyuvente de la delincuencia juvenil. El problema del urbanismo, es decir, la inexistencia del mismo; el hacinamiento de las personas y familias on zonas carentes de las minimas con- diciones de habitabilidad. en las que no se puede realizar una auténtica vida humana y familiar, zonas en fas que reina la més absoluta promiscuidad, que destruye la minima educacién, incluso natural, con el consiguiente olvido de fos valores minimos de! hombre, parque sélo con Ja existencia de dichas zonas se muestra la falta de respeto a’ hombre como tal. El trato cotidiano y natural con la miseria es un factor de desprecio hacia las normas, que aparecen como impusstas por los que viven al otro lado de la sociedad. £) Ambients familiar Hemos visto los factores que influyen desde fuera en el individuo, fos que se encuentran en las circunstancias de espacio y tiempo en las que se desen- vuelve fa vida; miremos los factores que barrenan la moral del mismo, comen- zando por el ambiente que constituye la pequefia comunidad familiar, de la cual es reproduccién la sociedad. Si fa familia permanece depositaria de los valores humanos, a comunidad mantendré estos velores. Si la familia no los mantiene, la comunidad tampoco los mantendré. la familia puede tener crisis; modernos estudios ‘distinguen sélo dos: la familia incompleta y la falta de moralidad en la misma. tos hogares incompletos, aquellos en los que falta uno de los dos miem- bros: maride 0 mujer, bien gea por fallecimiento, por abandona, per separacién 9 por desconocimiente; sin olvidar aquellos a los que, por necesidad legal, reciben la consideracién de hogares Hegitimos, La educacién familiar es completa cuando a la autoridad del padre se ung fa ternura y delicadeza de la madre, complemento una de la otra. zat J. J. BARRENECHEA Guando al padre 50 1a admira y a Ia madra se la ama, hay el equilibrio necesario para que el hijo ae encuentre seguro; seguridad necesaria para entrar en la vida de la comunidad. Son numerosos fos hijos que deben su rectitud al ejemplo catidiano del sacrificio del padre o de la madre, pero cuando éste falta, cuando en el hogar falta uno de los dos, o las dos, ef problema ae agudiza y la influencia entonces es dacisiva en fa formacién del hijo. E| abandono del hogar de uno de los cényuges Ie hace més susceptible de crisis: la situacién econdémica se derrumba, el estado afectivo se disgrega y el c6nyuge que permanece ha de atender al problema econémico trabajando fuera del hogar y dejando a Jos hijos en una soledad turbadora. que no se remedia ni por manos familiares ni por manos mercenarlas. Junto a este abandono econémico, importante en cuanto determina le dificultad de convi- vencia entre fos miembros de ta familia, se une el abandono afectivo, més importante aGn que el econémico, Al abandono de uno de fos cényuges se puede equiparar el abandono, sl no fislco, moral de los dos. Cudntos padres desconocen a sus hijos y éstos desconocen @ sus padres, aunque convivan juntos; la vida moderna hace que fa convivencia se convierta en coexistencia; el amor se sustituye por el sopor- tarse, ya que ningune de las dos partes ni quiere ni entiende a la otra. EI ambiente de tirantez en el matrimonio origina el bijo egolsta, frio, im. pasible ante la batalla que diarlamente se desarrolla en su casa. «Mis padres no tienen remedio», me decfa un muchacho de diecisiete afios, y su postura no eva la de tratar de salvar esta situacién, sino la de aprovecharse de ésta para sacar lo mas posible. Lo que debla ser amor se ha convertido en cinismo y frialdad, nacida de fa falta de amor entre marido y mujer, que se transfiere a todos los que les rodean, Algtin autor ha manifestado que fos nifios rodeados ds un ambiente familiar normal no son delincuentes, afirmacién demasiado tajante, pero que reflefa algo de verdad, ya que Ja cenvivencia familiar es ef necesario aprendizaje para la vida social y si aquélla es mala, fa convivencla en la vida social tamblén-lo seré. Por otro lade, fa inmoralidad familiar es uno de los grandes. factores criminégenos: Ia convivencia en hogares en los que los padres son delincuentes constituye un gran centro de producelén de menores delincuentes, creéndose dinastias y siendo los padres foa maestros de fos hijos, Para terminar con este tema queremos referirnos a una de las causas men- cionadas por los estudiosos: la pobreza. No craemos que lo sea, ya que cuando es producto de una estructura social Injusta, la causa no es ella, sino ésta, y desaparecida, desaparece la pobreza como causa de criminalidad. Hemos hecho un rapido recorrido por las denominadas causas sociales de la delincuencia juvenil y ninguna de ellas nos deja satisfechos, porque no son fatales en cuanto a su existencia; pueden y deben desaparecer y entonces deberia desaparecer la delincuencia juvenil, y sabemos que en aquellos patses que lo han logrado en mayor © menor grado. la delincuencia sigue e incluso aumenta, luego no aon las verdaderas causas de ta delincvencia juvenil, ;Gual sera ésta? Lo dijimos al comenzar este estudio: la causa reside en la comu- nidad y es 4sta el origen de las causas sociales. 282 DELINGUENCIA JUVENIL LA COMUNIDAD, RESPONSABLE 4C6mo se plantea ta cuestién? La delincuencia juvenil avanza y en el mo- mento actual es alarmanite. zEs la juventud actual peor que la de hace veinte afios? La naturaleza humana es [a misma, luego tienen que ser tas circunstan- cies en las que se desarrolla las que cambian, y precisamente las circunstancias que afectan a la naturaleza humana en su vida de comunidad. Estamos en presencia de una falta de integracién dei joven en la comunidad, preiudio de la delincuencia juvenil La falta de integraci6n de la juventud en Ja vida de comunidad consiste en su no identificacién con los ideales y valores de esta comunided. ,Se equivoca la juventud al no participar en és0s ideales? 20 es que los Ideales que pre- gora la comunidad no son tales Ideales, sino mascaras que no representan nada o solo quizé los intereses de las clases dominantes de la comunidad? En este punto creemos que estd ta causa altima de fa delincuencia juvenil. La causa ultima, no cabe duda, esté en la comunidad o en la Juventud. ;Qué ofrece la comunidad? {Una auténtica realidad de vida conforme con !9 natura leza humena, o sdlo una realidad meramente nominal? {Qué le ofrece en realidad la comunidad al joven? Le ofrece sélo un mundo predeterminado en cuanto a las verdades, en el gue la maxima aspiracién consiste en entrar en el mismo, pero cumpliendo los requisites que olla esta- blece, sin que quepa la posibilidad de modificarlos. Un mundo hecho a fa medida de los que ordenan y dominan {a sociedad; una sociedad de consumo, en fa que el joven no va a decidir ni Jo que va a consumir. Los valores que se predican encubren los intereses de unos cuantos, y como tales valores, sdlo se predican, sin que se apliquen de forma auténtica. En el sistema det «des- orden ostablecido», el joven sélo puede aspirar a Integrarse como un engra- naje mas, sin que tonga el poder de modificarlo para construir un orden justo basado en fos valores del hombre. Esta os quizé la realidad que fa comuntdad ofrece a fa juventud, aunque la adarne con juces de colores, con palabras da impacto, que no logran mover al joven, porque no cree en ella. Creemos que aqui radica la causa del estado de rebeldia en que so en cuentra una gran parte de fa juventud, Rebeldfa, porque la juventud tene como primera fuerza motriz la autenticidad, y todo aquello que no es auténtico fe repugna: los Ideales que la comunided le ofrece son bonitos, pero no son reales 0 no fo son en su plenitud, y al no ser reales, ta juventud no se identi- fica con ellos y se rebela contra su falsedad y los «pequefios érdenes» cons- tituidos por las convenciones sociales, para terminar en el mundo de la contra: vencién penal. La consecuencia de fa falta de adecuacién entre lo establecido por la comu- nidad en la realidad y lo predicado por ella es ta pérdida por a juventud de la seguridad. No confian en nada, no estén seguros de nada ni de nadie, porque aquello a lo que se podian aferrar, los valores del hombre, no los ven realizados nl respetados. La juventud necesita seguridad, necesita afirmarsé, y al no tener nada nf nadie, se angustia. Los que han pasado esta etapa tienen otros apoyos que Jes hacen esiar seguros y creer, o pretender creer, en lo que afirman, quizé porque sean mds conformistas o porque la seguridad se la da el camino de la vida ya recorrido. El joven, al no creer en los ideales pregonados por fa comu- 283 J. §. BARRENECHEA nidad, destraye la esperanza, ya que incluso fa misma Idea de Dios, tal y como la ha suministrado la comunidad, es un instrumento para mantener su orden. EI joven se angustia porque ignora ef Absoluto y se flega a aferrar a la muerte de Dios. Cuando la comunidad se aparta de] Misterio, porque no actéa con- forme a él, el joven se encuent-a vacio, sin nada, y el joven presiente que tras de esto sélo queda fa nada, y esto es contrario a fa naturaleza de la juventud, que quiere ser algo, hacer algo, que fe afirme su propio valor, y rompe con lo que considera que son Gnicamente principios de la comunidad en que vive, sin valor trascendente alguno. Cuando el Misterio existe, | Joven se encuentra amparado por el Misterio, esperanza en este mundo, porque gracias a El flegard a oiro mejor; la falta de realizacion de los valores en esta vida supone la esperanza de una reali- zacién total en la otra, Ahora, si esto no cuenta, si la otra vida no existe, el joven se encuentra solo sn esta vida, que adquiere la maxima tmportancia, y es esta vida la que hay que conservar. Toda realizacién se ha de hacer en este mundo, y el joven invierte fos valores y se destruye a sf mismo, buscando su realizacién. Este es ef grado maximo de la ruptura del joven con la comu- nidad. Esta rebeldia se dice es fa causa de la actitud contestataria del joven frente a la sociedad, pero no la causa de la delincuencta juvenil. Creemos que se trata sélo de un grado entre una y otra; en ambas existe ef mismo funda- mento, la falta de respeto a los valores que la comunidad admite como tales y de los que hace caso omiso ia juventud. La diferencia astriba en la distinte entidad del valor conculeado, por no ser admitido: sociel, moral, penal, pero la rebeldia es la misma y ef origen es idéntico. PUNTO FINAL Hemos iratado de ahondar en fas causas dltimas de la delincuencia juvenil y hemos Hegado a la naturaleza humana, y como esta naturaleza tiende hacia la perfeccién, el joven trata de Heger a ella. La postura de rebeldia que carac- terlza a la Juventud es una postura que no tolera lo mal hacho y trata de destruir lo que considera como tal, cuando fa sociedad no oys su grito, tremendo quizé, pero necesario para que marche y progress la comunidad, y éata no hace cago sin intentar depurarlo de la inexperiencia y exceso, ta juventud plerde la conexién con la comunidad, plerde el sentido de responsabilidad frente a ella como espuela de la sociedad y se refugla en el conformismo y en la facilidad. Hay que oreer en la juventud y no ser pesimista, Tiene todas las posibili- dades, porque el estado de rebeldia es connatural al momento de vida en que se encuentra. Al ver que su actitud no sirve para nada frente a los grandes problemas, se crea un estado de desilusién y desconfianza, preludio de ta delincuencia juvenil; por eso decfa antes que quizi podamos erradicar las ‘causas sociales de fa delincuencia juvenil, pero no disminulré la misma. Sélo haclendo que la juventud participe de Jos ideales de la comunidad, porque éstos se aplican al cuerpo social y responden a una autenticidad sin admitir hipocre- sia, veramos que {a Juventud responde de una manera unnime y la delincuencia desapareceré 0 so hard cada vez mds rara, Encaucemos el torrente de gene- vosidad, de desprendimiento, de entrega de la Juventud hacla una realizacin de ideal comunitario y, conscientes de nuestra responsabilidad con ellos, demos ejemplo con nuestra conducta de !a autenticidad que nos piden, y entonces nos darn su respuesta, porque siempre que se le ha ofrecido un ideal justo. se ha entreqado hasta el fin: démosle tna esperanza y habremos logrado un avance en in fucha contra la delincvencia juvenil. 284

You might also like