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EL OMBLIGO DE LOS LIMBOS El Ombligo de los Limos / Et Pesa-nervios Alli donde otros proponen obras yo no preten- do otra cosa que mostrar mi espitiu, La vida es quemar preguntas, No concibo obra despegada de la vida. No me gusta la creacién despepada. ‘Tampoco concibo el espiritu como despegado de si mismo. Cada una de mis obtas, cada uno de los Planos de mi mismo, cada una de las floraciones Blaciales de mi alma interior babea sobre mi. Yo me reconozco tanto en una carta escti- ta para explicat el encogimiento intimo de mi set y el castramiento insensato de mi vida, como en lun ensayo exterior a mi mismo, y que se me apa- Fece como un engendro indiferente de mi espiitu Sufro que el Espititu no esté en la vida y que a vida no esté en el Espiritu, sufto del Espiritu-organo, del Espititu-traduccién, o del Espiritu-intimidacién-de-las-cosas para _hacerlas entrar en el Espiritu Este libro lo pongo en suspensién en la 1 Antonin Artaud vida, quiero que sea mordido por las cosas exte. riores, y primero por todos los instrumentos cor. tantes, todos los parpadeos de mi ser por venir, Todas estas paginas se arrastran como tém- panos en el espiritu. Que se perdone mi libertad absoluta. Me niego a hacer diferencias entre nin- guno de los minutos de mi mismo. No reconozco plan en el espiritu. Hay que terminar con el Espiritu como con la literatura. Digo que el Espiritu y la vida se comunican en todos los grados. Quisiera hacer un Libro que perturbe a los hombres, que sea como una puerta abierta y que los conduzca adonde no habrian aceptado nunca ir, una puerta simplemen- te comunicada con la realidad. Y esto no es un prefacio a un libro, mis que los poemas por ejemplo que lo jalonan o la enumeracién de todas las furias del malestar. Esto no es més que un témpano también mal tragado. EI Ombligo de ls Limos / El Pesa-neroios Un gran fervor pensante y superpoblado lleva- ba mi yo como un abismo pleno. Un viento car- nal y resonante soplaba, y su azufre mismo era denso. Y raicillas intimas poblaban ese viento como una red de venas, y su entrecruzamiento falguraba. El espacio era medible y crujiente, pero sin forma penetrable. Y el centro era un mosaico de fragmentos, una especie de duro mar- tillo césmico, de una pesadez desfigurada, y que caia sin cesar como un frente en el espacio, pero con un ruido como destilado. Y el envoltotio algodonoso del ruido tenia la instancia obtusa y la penetracién de una mirada viva. Si, el espacio devolvia su pleno algodén mental donde ningdn pensamiento era atin nitido ni restituia su descar- ga de objetos. Pero, poco a poco, Ia masa gird como una néusea barrosa y potente, una especie de inmenso flujo de sangre vegetal y tonante. Y has raicillas que temblaban en la orilla de mi ojo mental, se desprendian con una rapidez vertigino- 3 Antonin Artaud sa de la masa crispada del viento. Y todo el espa- cio temblé como un sexo que el globo del ciclo ardiente saqueaba. Y una especie de pico de palo- ma real agujered la masa confusa de los estados, todo el pensamiento profundo en ese momento se estratificaba, se resolvia, se hacia transparente y reducido. 'Y nos era necesatia en ese momento una mano que se convirtiera en el Srgano mismo de aferrar. Y atin dos o tres veces mas la masa ente- ra y vegetal git6, y cada vez, mi ojo se reubicaba sobre una posicién més precisa. La propia oscui- dad se hacia profusa y sin objeto. El hielo entero alcanzaba la claridad. eee 11 E! Ombligo de los Limbos / El Pesa-nervios Con mi dios-el-perro, y su lengua que como un trazo atraviesa la costra del doble casquete abovedado de la tierra que le pica. Y he aqui el tridngulo de agua que marcha con un paso de chinche, pero que bajo la chinche ardiendo se vuelve una cuchillada. Bajo los senos de la tierra horrenda dios-la-perra se ha retirado, de los senos de tierra y de agua helada que pudren su lengua hueca. Y he aqut la virgen-del-martirio, para triturar las cavernas de la tierra cuyo crdneo de perro estelar siente subir el horrible nivel. E! Ombligo de los Limbos /E Pesa-nervios Doctor, Hay un punto sobre el cual hubiera queri- do insistie: es el de la importancia de la cosa sobre la cual actiian sus inyecciones; esta especie de rela- jamiento esencial de mi ser, esta declinacién de mi estiaje mental, que no significa como podtia cre- erse una disminucién cualquiera de mi intelectua- lidad utilizable, de mis posibilidades pensantes, y {que tiene mas que ver con el sentimiento que yo mismo tengo de mi, que con lo que le muestro a los demis. Esta cristalizacién sorda y multiforme del pensamiento, que eligié en un moment dado su forma. Hay una cristalizacién inmediata y directa del yo en medio de todas las formas posibles, de todos los modos del pensamiento. Y ahora Sefior Doctor, ahora que esti usted al tanto de lo que en mi puede ser alcanza- do (y curado por las drogas), desde el punto liti- 7 Antonin Arteud gioso de mi vida, espero que sabré darme la can. tidad de liquidos sutiles, de agentes especiosos, de morfina mental, capaces de elevar mi abatimiento, de equilibrar lo que cae, de reunir lo que esta sepa. mado, de recomponer lo que esti destruido. Mi pensamiento lo saluda. El Ombligo de los Linibos / El Pesa-nervios PABLO LOS PAJAROS ° EL LUGAR DEL AMOR Paolo Uccelo esti en vias de debatirse en medio de un vasto tejido mental donde ha perdi- do todas las rutas de su alma y hasta la forma y la suspensién de su realidad. Deja tu lengua Paolo Uccello, deja tu len- gua, mi lengua, mi lengua, mierda, gquién habla, donde estés? Més alla, més allé, Espiritu, Espiritu, fuego, lenguas de fuego, fuego, fuego, come tu lengua, perro viejo, come tu lengua, come, etc... Yo arranco mi lengua. si. Durante ese tiempo Brunelleschi_ y Donatello se desgarran como condenados. El punto pesado y sopesado del litigio es sin embar- g0 Paolo Uccello, pero que est en otro plano que ellos. Esté también Antonin Artaud. Pero un Antonin Artaud en parto, y del otro lado de todos los vidrios mentales, y que hace todos los esfuer- zos para pensarse en otra parte que alli (en lo de 9 Antonin Artaud ‘André Masson, por ejemplo, que tiene todo el fisi. co de Paolo Uccello, un fisico estratificado de insecto y de idiota, y atrapado como una mosca cn la pintura, en su pintura que por ello esti en contrapartida estratificada).. 'Y por otra parte es en él (Antonin Artaud) que Uccello se piensa, pero cuando se piensa ya no esti verdaderamente en él, etc., etc. El fuego donde sus espejos se maceran se ha traducido en un bello tejido. Y Paolo Uccello contintia la titilante operacién de este desgarramiento desesperado. Se trata de un problema que se ha plantea- do al espiritu de Antonin Artaud, pero Antonin Artaud no necesita problemas, ya esté bastante jorobado por su propio pensamiento, y entre otros hechos por haberse encontrado en si mismo, y descubierto como mal actor, por ejem- plo, ayer, en el cine, en Surcouf, sin que esta larva del Pequetio Pablo venga a comer su lengua en él. ae oe €s construido y pensado por él. fone Por td artes con arcadas y planos teas todos sus personajes se ajetreat 10 ——— El Omblig de los Limos /ElPesa-nervios Hay un plano para Paolo Uccello, y un plano para Brunelleschi y Donatello, y un peque- fio plano para Selvaggia, la mujer de Paolo. Dos, tres, diez problemas se han entrecru- zado de golpe con los zig-zags de sus lenguas espitituales y todos los desplazamientos planeta- ios de sus planos. En el momento en que el telén se alza, Selvaggia se est muriendo. ‘Paolo Uccello entra y le pregunta cémo se siente, La pregunta tiene el don de exasperar a Brunelleschi que lacera la atmésfera tinicamente mental del drama con un pufio material y tenso, BRUNELLESCHI: —Cerdo, loco. PAOLO UCCELLO estornudando tres veces. —Imbécil. Pero primero describamos a los personajes. Démosles una forma fisica, una voz, una vesti- menta. Pablo los Péjaros tiene una voz impercep- tible, un paso de insecto, una prenda demasiado grande para él. En cuanto a Brunelleschi, tiene una autén- 11 ii Antonin Artaud tica vor de teatro, sonora y corpulenta. Se parece al Dante. Donatello esta entre los dos: San Francisco de Asis antes de los Estigmas. La escena se desarrolla en tres planos. Inuitil decirles que Brunelleschi esta ena- morado de la mujet de Paul los Pajaros. Le repro- cha entre otras cosas dejatla morir de hambre. gAcaso se muere de hambre en el Espiritu? Porque estamos sinicamente cn el Espiritu, El drama ocurre sobre muchos planos yen vatios frentes, consiste tanto en la estapida cues- tién de saber si Paolo Uccello terminaré por adquirir la suficiente piedad humana como para darle de comer a Selvaggia, como en saber cual de los tres 0 cuatro personajes se mantendra el mayor tiempo en su plano. Porque Paolo Uccello representa al Espiritu, no precisamente puro, sino despegado. _ Donatello es el Espititu sobreclevado. Ya ‘no mira més la tierra, pero tiene atin los pies en ella. okies fee Brunelleschi, esta del todo anaes ha sai y €s terrestre y sexualmen- a Selva Solo piensa en coget. ld pela vevideadany oe ee eae y mercurial, y fila como el e+ 12 ree 1 Ombligo de los Limbos /El Pese-nervies En cuanto a Donatello ha terminado por lamentarla. Paolo Uccello no tiene nada en su No tiene mas que un puente en el lugar del cora- prenda. z6n. Hay a los pies de Selvaggia una hierba que no debiera estar alli. De repente Brunelleschi siente su cola hin- charse, volverse enorme. No puede contenerla y yuela como un gran pajaro blanco, como esperma que se atornilla girando en el aire. 13 EI Ombligo de los Limbos / El Pesa-nervios Querido Sefior, No cree usted que seria ahora el momento de tratar de unir el Cine con la realidad intima del cerebro. Le comunico algunos extractos de un guién de los cuales me gustaria que usted se ocu- pata. Vera usted que su plan mental, su concep- cién interior le dan lugar en el lenguaje escrito. Y para que la transicién sea menos brutal, lo hago preceder por dos ensayos que inclinan cada vez més, —quiero decir que, a medida que se desarro- lan, —se reparten en imigenes cada vez menos desinteresadas. Este guién esta inspirado, aunque de lejos, en un libro por cierto envenenado, gastado, pero al cual le estoy reconocido de todos modos por haberme hecho encontrar imagenes. Y como no cuento una historia sino que desgrano simple- mente imagenes, no se me podré echar en cara que sélo propongo trozos. Por otra parte tengo a su disposicién dos o tres paginas donde trato de 15 Sperry Anton Artaud atentar contra la surrealidad, de devolverle sy eee alma, exhalar su hiel maravillosa, de la cual se podria hacer preceder el todo, y que yo le envia tia, si usted lo desea, pronto. Quiera recibie usted, etc. DESCRIPCION DE UN ESTADO FISICO ‘Una sensacién de ardor acido en Jos miembros, misculos retorcidos y como puestos en carne viva, el sentimiento de ser de vidrio y quebradizo, tun miedo, una retraccién en el movimiento, y el ruido. Un desconcierto inconsciente de la marcha, de los gestos, de los movimientos. Una voluntad perpetuamente tensionada por los gestos més simples, el renunciamiento al gesto simple, tuna fatiga asombrosa y central, una especie de fatiga aspirante. Los movimientos por recom- poner, una especie de fatiga de muerte, de fatiga de espiritu para una aplicacién de la tensién mus- cular mas simple, el gesto de agarrar, de aferrarse inconscientemente a algo, pata sostenerse por una voluntad aplicada. Una fatiga de principio de mundo, la sensa- cién de su cuerpo por cargar, un sentimiento de fragilidad increfble, y que se convierte en un dolor rompiente, un estado de entumecimiento doloro- 17 16 Peer Antonin Artaud co, una especie de entumecimiento localizado en Ia piel, que no prohibe ningtin movimiento perp que cambia el sentimiento interno de un miem- bro, y da al simple estado vertical el premio de un esfuerzo victorioso. Localizado probablemente en la piel, peto sentido como la supresién radical de un miembro, y no presentando ya al cerebro més que imigenes de miembros filiformes y algodonosos, imagenes de miembros lejanos y ya no en su sitio. Una espe- cie de ruptura interior de Ia correspondencia de todos los nervios. Un vértigo moviente, una especie de vahi- do oblicuo que acompafia todo esfuerzo, una com gulacién de calor que circunda toda la extensién del crineo o se fragmenta alli en pedazos, placas de calor que se desplazan. Una exacerbacién dolorosa del craneo, unt cortante presin de los nervios, la nuca encarniz da en suftir, las sienes que se vitrifican 0 se mat molan, una cabeza pisoteada por caballos. See hablar ahora de la descorpot Pearman ad, de esta especie de ruptu sobre nuestro espitity ae el , el lugar que deben tomar 18 eee ttt E1 Omblig de los Limbs / El Pesa-nervios Esta clasificacién instantinea de las cosas en las células del espiritu, no tanto en su orden cronolégico, sino en su orden sentimental, afectivo (que no se hace més): las cosas que ya no tienen olor, ya no tienen srden légico también a veces es toto debido justamente a su falta de aliento afectivo. Las palabras se pudten en el llamado inconscien- te del cerebro, todas las palabras sin importar para tal, y sobre todo aquellas que qué operacién ment tocan los resortes mas habituales, mas activos del espiritu. sexo. Pero suo! 19 EI Ombligo de los Limos / El Pesa-neroios Un vientre fino, Un vientre de polvo tenue y como en imagen. Al pie del vientte, una grana- da estallada. La granada despliega una circulacién de copos que sube como lenguas de fuego, un fuego frio. La circulacién agarra el vientre y lo da vuel- ta Pero el vientre no gira, Son venas de sangre vinosa, de sangre mezclada con azafrin y azufte, pero un azufre endulzado con agua. Por encima del vientre son visibles los senos. Y mis arriba, y en profundidad, pero sobre otro plano del espititu, un sol arde, pero de tal manera que se piensa que es el seno quien arde. ¥ al pie de la granada, un pajaro. EI sol tiene como una mirada. Pero una mirada que mirarfa el sol. La mirada es un cono que se vuelca sobre el sol. Y todo el aire es como una misica coagulada, pero una vasta, profunda 21 Antonin Artaud isica, bien edificada y secreta, y lena de rami, caciones congeladas. Y todo esto, edificado con columnas, y con una especie de aguada de arquitecto que reiine el vientre con la realidad. La tela es hueca y estratificada. La pintura esti bien encerrada en la tela. Es como un cftculo cerrado, una especie de abismo que gira, y se des- dobla por el medio. Es como un espititu que se ve y se ahueca, es reamasado y trabajado sin cesar por las manos crispadas del espititu. Ahora bien, el espiritu siembra su fésforo. El espititu esté seguro. Tiene por cierto un pie en este mundo, La granada, el vientre, los senos, son como pruebas testimoniales de la rea- lidad. Hay un péjaro muerto, hay frondosidades de columnas. El aire esta leno de golpes de lépiz, de golpes de Kipiz. como golpes de cuchillo, como de estrias de uiia magica, El aire esta suficiente- mente dado vuelta. Y he aqui que se dispone en células donde brota un grano de irrealidad. Las células se colo- can cada una en su lugar, en abanico, alrededor del vientze, delante del sol, més alla del pajaro, y alrededor de esta circulacién de agua azufrada. 22 Oe 1 Ombligo de los Limbos / El Pesa-neroios arquitectura es indiferente a 12s Pero la cdlulas, sustenta y n0 habla Cada célula Heva un huevo donde reluce é huevo ha nacido qué germen? En cada célula un : een Hay en cada una un hormigueo inhu- nano pero limpido, las estratificaciones de un niverso detenido. Cada célula propone; pero importa 0 rechazado. “Todas las células no llevan huevo. En algu- nas nace una espiral. Y en el aire una espiral mas gruesa cuelga, pero como azufrada ya o atin de fosforo y rodeada de ierealidad. Y esta espiral tiene toda la importancia del mis poderoso pen- samiento. El vientre evoca la cirugia y la Morgue, el taller, la plaza publica y la mesa de operaciones. El cuerpo del vientre parece hecho de granito, o de mirmol, o de yeso, pero de un yeso endurecido. Hay un casillero para una montafia, La espuma del cielo le hace a la montafia una aureola traski- cida y fresca. El aire alrededor de la montafia es sonoro, piadoso, legendario, prohibido. El acceso 1 la montafia esti prohibido. La montafia tiene Por cierto su sitio en el alma. Ella es el horizonte 23 lleva bien su huevo y nos lo poco al huevo ser elegido Antonin Artaud de algo que recula sin cesar, Ella del horizonte eterno, Y yo he desctito esta Pintura con lipri Porque esta pintura me toca el corazdn, Sinn ella desplegarse mi pensamiento co; espacio ideal, absoluto, pero. un espacio que a defa una forma introducible en la realidad. En el caigo del cielo, Y cada una de mis fibras se entreabre y encuentra su lugar en casilleros determinados ‘Vuelvo a subir a ella como a mi fuente, siento all el lugar y la disposicion de mi espiritu, El que ha Pintado ese cuadro es el mas grande pintor del mundo. A André Masson, lo que le cottesponde. 24 dala Sensacin ——aa_—h—(aests—S pnervios 1 Ombligo de os Limbos / El Pesan POETA NEGRO Poeta negro, un seno de doncella sesiona, pee agrio, la vida bulle ‘ya ciudad arde, : Yel cielo se reabsorbe en Ihuvia, tu pluma araiia el corazon de la vida. Bosque, bosque, hormiguean ojos sobre los pirtones multiplicados; cabellos de tormenta, los poetas montan caballos, perros. Los ojos rabian, las lenguas giran el cielo afluye a las narinas como una leche alimenticia y azul; estoy pendiente de vuestras bocas mujeres, corazones de vinagre duros. 25 ‘EL Ombligo de los Limbos / El Pesa-nervios CARTA AL SENOR LEGISLADOR DE LA LEY SOBRE ESTUPEFACIENTES Sefior legislador, Sefior legislador de la ley de 1916, aproba- da por el decreto de julio de 1917 sobre estupefa- cientes, sos un boludo. Tu ley no sirve més que para fastidiar a la farmacia mundial sin beneficio para el estiaje toxi- comaniaco de la nacién porque 1° La cantidad de toxicémanos que se abaste- cen en lo del farmacéutico es infima; 2° Los verdaderos toxicémanos no se abaste- cen en lo del farmacéutico; 3° Los toxicémanos que se abastecen en lo del farmacéutico son todos enfermos; 4° La cantidad de toxicémanos enfermos es {nfima en relacién a la de los toxicémanos volup- tuosos; 5° Las restricciones farmacéuticas de la droga no incomodarin nunca a los toxicémanos volup- tuosos y organizados; 6° Siempre habri defraudadores; a7 ts Antonin Artaud 7° Siempre habra toxicémanos forma, por pasién; 8° Los toxicémanos enfermos tienen sociedad un derecho imprescriptibl los dejen en paz. fe _ Se trata ante todo de una cuestién de con- ciencia. La ley de los estupefacientes pone en hs manos del inspector-usurpador de la salud pibli- ca el derecho de disponer del dolor de los hom- bres; es una pretensién singular de la medicina moderna querer dictar sus deberes a la conciencia de cada cual. Todos los balidos de la ley oficial no tienen poder de accién contra este hecho de con- ciencia: a saber, que, atin mas que de la muerte, yo soy el duefio de mi dolor, Todo hombre es jueas} juez exclusivo, de la cantidad de dolor fisco, ¢ también de vacuidad mental que pueda honest mente soportar. Lucidez 0 10 lucidez, ninguna enfermedad me quitard jamés © ba ica’, Y si he me dicta el sentimiento de mi vida fisica'. Ysi lo tiene vat perdido mi lucidez, la medicina solo SO tue hacer, es darme las sustancias 44 POt vicio de Sobre ly que es que hay una lucidez q cosa q ido? 1 ge lo suiciente que exstn problemas graves de I FEF 28 wide sna pain desi = srteneciéndo- sonoce como Pet 1o menos esenciales. y de algon es mone reac oe ey ee wesc econo eee toneme re nt aah ace ovos. Se trata de que existe. Y yo os que hago alusion, sila vi conservacién de una cia en un indefinible mas cin embar- ida ya no es aleanzada por parcela de stom us etieta com ove uc pensamie veg £m price ue lana egos ieiso frocae yr ene aos, que no tengo pensamiento Pero to ce er amis amigo. 1Y sinemtargo Forme yo no lamo tener pensions, yo. a ver justo y dirs lacs peso ste tener pensumento, para mi es mantener su pensa- me tren etn emir siamo yep epon- rato a cesta del sentimientoy de iment y de a vie, Pero @ responderse a si mismo, a cee Pore age ubica. i ee rats i enn inde y bio qe de SSCL, le ley mas exci «mis amigas ‘mt ain. mis enemigos aque gue me toman po a Tr tan bien de ser: —y ellos no pier eee re ees sn man ein en, lo, Sebastes de mi « mies, yo nos los he vis Sle. ests Hobe eave me 6 etroces, som- wa como a mi, fa lengua mi pensamiento sen ‘conve y desespera ahora 29 de alcanzarse. Antonin Artaud Se cna, se vied ue se ‘més. —Hablo de la vida fisica, de ta vi qui por otra parte que vuelve a miter na 040 cas does Sly vif qu yo om pani, do cate El oblige eos inten fos ehtiorecne eee +a. Me dicen que pienso porque no he dejado de hecho de pensar y po, & pes eto, micopitsemanice eotrane ocak do a prucbes de nu exscacsSndesosequce somone ene Seay que cress dents Pe pene ugar see dat todo cra, ex aes ote bs tm eo a tomentose cn er inca noma tninsuantie esa ern socal ioe wn ope oP wa una ince steps pesmi gala Posai eeguer sn ors a esis deme 2 erie are, Pe peaniens mi al mio eng =F lad, peca también por cantidad, Pienso siempre en wn ele debi petmiten recobrar el uso de esa lucides, Sefiores dictadores de la escuela farms rabiosos: tica de Francia ustedes son pedantes rabios0™ les medi mejoss & 1" algo que debieran usted: mejos 4 opio es esa sustancia imprescsiptible © imp 30 1 Pesa-nervios igo de los Limbos / I EL Om! en rat b aque pete VOIvEE ® esdicha de haber perdido a aquees an mal contra el cual el opio sobe- vy ece mal se llama Angustia, € 5 forma foci wedica, fsiol6gica y farmacéutica, com ustedes quieran. La Angustia que hace a los locos. La Angustia que hace a los suicidas. La Angustia que hace a los condenados. Ta Angustia que la medicina no conoce. Ta Angustia que vuestro doctor no entiende. La Angustia dafa Ia vida. La Angustia que corta el cordén umbilical de la vida. Con vuestra ley inicua ustedes ponen en mans de gente en la que no tengo ninguna espe- Gi de confianza, boludos en medicina, farmacéu- Porqueria, jueces fraudulentos, doctores, Parteras, inspectores doctorales, el ? les, el derecho de Poner de mi angustia, de i una angustia en mi tan aguda como las inficene, "° “S 84i88 de todas las brijulas del Temblores sang embers del cuerpo o del alma, no exist lumano que permita a quien me mira acién de mi dolor més precis, te, de mi espiritul 7 31 Antonin Artaud Toda la ciencia azarosa de los es superior al conocimiento inmediat tener de mi ser. Soy el tinico juez de mi. hombres © que puedy 10 que estg, Regresen a sus graneros, médl __ Reste , médicos par y ta también, Legislador Moutonnier, ay a amor a los hombres que delias, es por wade de imbecilidad. Tu ignorancia de lo que es ws hombre no tiene igual sino en tu estupider pan limitatlo. Te deseo que tu ley caiga sobre tu pad, tu madre, tu mujer, tus hijos, y toda tu posterded Y ahora traga tu ley. 32 tas alzan las manos — blan vivientes vitri 1 cielo idolo se apoya, y el sexo fino Los poet ‘olos, donde tiem! sobre las mesas ©! moja una lengua de bielo on cada agujero, en cada lugar que el cielo deja al avanzar. El suelo esté sembrado de almas y de mujeres de lindo sexo cuyos caddveres muy pequetios sacan los papillotes de sus momias. 1 omblig de ls Limbos / Fl Pes’ Hay una angustia éida y tubia, tam porente como un cuchillo, y cuyo descuartizamiento tie el peso de la tierra, una angustia en relémpagos, en puntuacion de abismos, apretados y prensados como chinches, como una especie de piojos duros y cuyos movimientos estén coagulados, una angustia donde el espiritu se estrangula y se corta a si mismo, —se mata. Ella no consume nada que no le pertenez- ca, nace de su propia asfixi Ella es una congelacién de la médula, una ‘isencia de fuego mental, una falta de citculacién de la vida. Peto la angustia opiécea tiene otro color, since de noes rn oil imagino lena de Peto imagino al a da, y sin embargo en ef Portable comoalgoquees, Imagino al alma? fey que a la vez lucha y consiemte hace todos los sentidos su i ma enton, "ONCE bien infinito divisiig s len, * Bitty mes: Beas, mulipia Hay que conocer la verdad lachada, la nada ene ue ya no tiene étgana. La na en sf como la forma de una fen, Que piensa, que ha ubicado el lugar del anes negro. Yo hablo de la ausencia de agujero, deux especie de sufrimiento frio y sin imégenes, si sentimiento, y que es como un golpe indesctpi ble de abortos. del opio tiene Antonin Arteug {eae -nervios Et Ombligo de los Limbos / El Pes EL CHORRO DE SANGRE EL JOVEN: a —Te amo y todo es bello. : Tio TEN, con un trémolo intensificado en la voz: —Me amas y todo es bello EL JOVEN, en un tono mds bajo: —Te amo y todo es bello. : LA JOVEN, en un tono atin mds bajo que el de él: —Té me amas y todo es bello. EL JOVEN, dejéndola bruscamente: —Te amo Un silencio, —Ponte delante de mi. TA JOVEN, le sigue el juego, se pone delante de él: —Ya esta, EL JOVEN, en un tono exaltado, demasiado agudo: soy dense MM SY Brande, soy claro, soy plenc, LA JOVEN, en ef mis '#smo tono demasiz : Nodame asiado agudo: 37 SNTOVEN, ta TT unenn los Limbos El Pes do a ntensos. A, exonigo dele at taund, + 8 ben _ Ah Ab! ian lencio. BALLERO: ? inmensa que gray jeg ¢l ri BL Ciera, cq e810 que f© PASH Separa, y ‘Prende viento Uap LA NODRIZA: : En ak a hija, all, con él. €5€ momento se ven dos Nuestra hija, Can Y una serie de pierna OS ese EL CABALLERO: : Pies, manos, cabeileras ras Pia que cay, —No hay hija, jsilencio! Cos, templos, alambiqua oie wali LA NODRIZA: ‘i indo. 185, que caen, pero cud, ‘Te digo que se estén besai mds lentamente, como si cayeran en el: S 1, CABALLERO: Eres escorpiones uno tas otro, yal fin waren,” Que earajo quieres que me importe que escarabajo que se descuelga con una letind eee. peso rante, una lentitud como para vomitar se NODRIZA: —Incesto. EL CABALLERO: —Matrona. EL JOVEN, gritando con todas ss fens: EI cielo se ha vuelto loco. Mira el cielo. —Salgamos corriendo. Empuja a a ¥ entra un Caballer fe sci 1e, seg armadura omen las dos manos, 97 demasiado inflede SALLI Ta joven delante de ans gue pl pore LA NODRIZA, bundiendo las manos en sus bol- sillos que son tan grandes como sus senos: —Rufin. Le arroja répidamente sus papeles. EL CABALLERO: —Basta, déjame comer, La nodriza se va. Entonces él se levanta,y del interior de cada Papel Derepente tose y se atraganta, crit yarn ae EL CABALLERO, con la boca lena; 39 > EL JOVEN; —He visto, conocido, cor la plaza publi : ica, el sacerdote, dén, las cuatso estaciones, ef cy breil. Ay : wes ol athetatae la linterna del prostibulo, las balan as cia. jNo puedo mis! bios Un sacerdote, um zapatero, un bedel, wna made sun juez, una verdulera, legan a la escene como nis EL JOVEN: —La he perdido, devuélvanmela. TODOS, en un tono diferente: —Quién, quién, quién, quién EL JOVEN: _—Mi mujer. EL BEDEL, muy barrigén: Su mujer, bah, farsante! por la respuesta, tiene tawerdote, desconcertado si eco act 20 BLSACERD Ora no se hace. No lo escucha- anos con esta or. Hay que preguatario a los vol- apres 2 los terremotos. Nosotros vivimos de las pequeias suciedades de los hombres en el confe- sionatio. Y asf es, eso es todo, asi es la vida. EL JOVEN, muy impresionado: —iAh, asi es! jAsi es la vidal in aised muy bien, entonces todo se va al En era de 1g Omen? dado na mano uU situa que sein fora INA VOZ GIGANT a? Praca —iPerra, mi El cuerpo de te ne eo! nude y borrendo bajo oh a (Pare tt ven como de vidrio, “”"*? ™ falda que se LA PROSTITUTA: —Déjame, Dios, Muerde a Dios en ta mui de sangre desgarra la oe Un inmenso chore ago mds grande que los dents wee hace la senal de la cruz. fe ve al sacerdote que Cuando vuel sites 9 tar pate id ba, todos los personajes extn suelo, Silo quedan el joven y la =a comen con los ojos. eee La prostituta cae en brazos del joven. LA PROSTITUTA, suspirando y como en la ole pide de un espasmo amoroso: —Cuéntame cémo te ha ocurrido esto El joven esconde la cabeza entre las manos La nodriza ouelve Hevando a 1a joven ba ¢ braze como un paguete. La joven esd mets 1 deja caer al suelo y éta se estrella y se achat com! ‘uel una torta. ; La nodriza no tiene mds senos. Su pecho totalmente chato. 42 1 omblige to irrumpe el ot ide con vehemencid. Caballero que se lanza ‘En ese mor sobre la nora, Y la S00 TEL CABALLERO, 60” 907 — spénde Jo has puesto’ LANODRIZA, con gallardéa: _—Aqui esta. Se evanta las polleras. EL joven quiere correr pero se CO marioneta petrificada. EL JOVEN, como suspendido en el aire y con voz terrible: 2 Dame mi grayére- ngela como una de ventrilocuo: —No le hagas mal a mama. EL CABALLERO: —Maldita. Se cubre el rostro horrori: si me mid decent del pal 9 empieza a pulular en su sexo que se infla vidrioso,y espejea como un sol, EL PESA-NERVIOS El Ombligo de los Limbos / El Pesa-nervios He sentido de verdad que rompian ustedes alrededor mio la atmésfera, que hacian ustedes el vacio para permitirme avanzar, para dat el lugar de un espacio imposible a lo que en mi estaba ain sélo en potencia, a toda una germinacién virtual, ¥ que debia nacer, aspirada por el lugar que se oftecia, absurdo imposible, para tratat de hacer nacer en mi el pensamiento, Somos unos pocos en esta eroet en haber quetido atentar contra las cosas, ara la vida, espacios 47 , tine 8, sing me We esa faci ie le i Produzca Puesta en mon ion eT MIEN TOP or 8 decito angren® Es evident ES DEL, Pata crear. tement yi te la bueng condi ¢ alma cristalizade, gina plisica y e de Ia realidad. Y surrealidad es como un encogimiento ‘else sis, una especie de comunicacién dada voein Lejos de ver yo una disminucién del control, wo por el contrario alli un control més grande, pew un control que, en vez de actuar, desconf, w control que impide los encuentros de la realida ordinaria y permite encuentros més stiles ea recidos, encuentros adelgazados hasta la cue que esta en llamas y n0 se nee jail Tmagino un alma trabajada y come Hr s encuentros, como da y fosforosa por es08 ent 7 estado aceptable de la sealid Pero €s desconocida, la Anton oo nicacig. emit Arua Sn insta vios 3 siento © ‘cir sobre uy ninguna duda. Y YOr on ol reatros revoltoso8s eStOY ; ainima, querria que se ima wna masa de espiritu ente- Jta virtualidad. sentimiento 0 Gan a esos encuen estado de conmocion gine una nada dereni, Fada en algona parte, wel tor se lo ve como a través de cristales. Aun act La inspiracion escalonada. Nose debe dejar pasat demasiado la literatura. No he apuntado sino a la relojeria del alma, no he transcripto sino el dolor de un ajuste abortado. ___ Soy un abismo completo. Quienes me cre- fan capaz de un dolor entero, de un bello dolor, de angustias plenas y carnosas, de angustias que ton amit de objetos, una teituracion efervescen- 1748 Y nO un punto suspendido . h —stin pendidos i eae ih di Peis “SHO Des tor ata El sueao i a 1 Provenia del des Creenc : cia, el abrazo se afloiaba, e] absun caminaba sobre los pies. __ Es necesario que se comprenda que inteligencia no es mis que una vastaeventubix y que se la puede perder, no ya como el abeas que esté muerto, sino como un viene ques en Ia vida y que siente sobre él la atacain * soplo (de la inteligencia node aves Las titilaciones de la inteligencia y tt yartes. co trastocamiento de las p delain® Las palabras « medio a con- do de extrem Encontrarse en UP estat os del dad, con 02 5a, esclarecida de irrealidad, ear en un sincén de si mismo. ensar sin ruptura minima, sin artificios én al pesamientosin uno de esos escamoteos sibi- tora los cuales mis médulas se han acostumbrado como estaciones emisoras de cotrientes. Mis médulas a veces se divierten en esos juegos, se complacen en esos juegos, se compla- cen en esos raptos furtivos a los cuales la cabeza de mi pensamiento preside. cece ae fitara mis que una sola palabra a ara ey Pequefia palabra sin importan- Profeus, une mean Patt hablar en el tono de los na palabra bi Pequefia palabra sin importanc; dem gue len macerada en mig aii rtancia, misen ee ™anendtia en la mae lulas, salida ‘extrema di le ¥ que, para tod © el mundo, no seria 51 nada. Ant So oni ay aa | nervios mistno. p“ti80, Soy - 7 goa ww inden EL eee bles tran, oe Cotteza de pale ae ‘es encontrar bien aul 7 nt 20d0 baja tS ftmacones ie a icacién consid TAT" Ia rou ened e Peauel ti onteat rete Tas COSA: ‘ Pretendo ie 4 ate demi pence’ hy sth en cette foci des rededor de & taba formula, a ign de toda 652 i ese gue hay PE encom Soy el tinico ay gue abo Juez tt ‘ HP desea, na especie de distninucis Normal de la realidad. MEME Bajo esta costea de hu 0 y de pi, mi cabeza, hay una consans de amar como un punto moral, como los rao una naturaleza imbécilmente puntos, iba da por un fermento de inguietudes ene st de su altura, sino como una (decanticién) en el interior, como el desposeimiento de mi swans vital, como la pérdida fisca y esencil (quiero decir a péide por P esencia) de un sentido. arte de ye aqui lo que yo pienso Sobre el pensa- mien ERTAMENTE LA INSPIRACION STE. carey hay un punto fosforoso donde toda la realidad se recupera, pero cambiada, metamorfo- seada, —gy en virtud de qué?— un punto de rigica utlizacién de las cosas. Y creo en los aeto- ltos mentale, en cosmogonias individuales. ggiben ustedes que es la sensibilidad sus- Pendida, esa especie de vitalidad tettorifica y

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