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Ecaptuto 1 7 Inducci6én Cualquier especialidad dentro de la odontologia que entienda que la mandibula tiene la posibilidad de cerrar y, a partir de dicho cierre, moverse en protrusiva y la- teralidades, debe conocer los temas vinculados con la induccién. ¢Para qué? Para encontrar las posiciones diagnésticas que permitan analizar la armonia en- tre la ATM, los dientes y el sistema neuromuscular (SNM) (fig. 17-1). Mas que una técnica, una actitud Para facilitar la retrusién de la mandibula conviene ubicar al paciente bien recli-_ nado. Si se desea buscar una referencia practica serfa la de 10 horas 15 minutos (fig. 17-2). . 17-1. Armonia 468 Induccion (clusion y diagnéstico en rehabiltacién oral Fig, 17-2, Posicién del paciente para facilitar la recrusion mandibular. Con respecto a la cabeza, deberia estar en una posicién intermedia entre la fle- xi6n y la extension, El ment6n inclinado hacia abajo pone en actividad a los miis culos geniohioideos que adelantan la mandibula, lo que complica nuestro objetivo (fig. 17-3 A y B) Basqueda de la oclusién en relacién céntrica (ORC) El paciente no puede encontrar esta posicién por si mismo, lo que exige la parti- cipacién del profesional. Cuando los procedimientos son autoinducidos por lo ge- neral no existen grandes complicaciones pero en los inducidos la experiencia del operador desempefia un papel muy importante. Cabe destacar, entonces, que de acuerdo con nuestro criterio el éxito en la manipulacién depende de la actitud fren- te al paciente, El primer objetivo sera evitar accién vs. reaccién, en especial del mtisculo preri- goideo externo (fig. 17-4). Un movimiento violento genera una oposicién de las mismas caracteristicas y por eso consideramos indispensable el acercamiento 0 aproximaci6n. Este punto es fundamental porque establece un “raport” con el pa- ciente y una medida de la intensidad de la maniobra. A B Fig. 17-3. Posicién del ment6n inclinado hacia abajo que pone en actividad los miisculos geniohioideos. B. Posicién correcta entre flexién y extensidn, Odusién y diagnéstico en rehabiltaci6n oral Induccién 469 Fig. 17-4, Anatomia pterigoideo externo. Masetero Es conveniente iniciar el contacto con el paciente en areas alejadas de la boca, co- mo por ejemplo el brazo 0 los hombros; esto se hard en forma suave y se le indica 14 al paciente que no intente ayudar en nada; su ayuda consiste en estar lo mas re- lajado posible, en lo que podemos denominar, actitud de pasividad total (fig. 17-5). FI segundo contacto seri en areas de la cabeza y para establecerlo apoyaremos el codo en el respaldo del sillén y ubicaremos los dedos medio y pulgar a ambos la- dos de la frente del paciente (fig. 17-6). s alejada de la boca. Fig. 17-6. El segundo contacto seré en Areas de Fig, 17-7. Tercer contacto con la mano libre la cabe, tomando la mandibula. 470 Induccién (clusion y diagndstico en rehabiltacién oral El tercer contacto es con la mandibula propiamente dicha, que tomaremos con la mano que nos queda libre (fig. 17-7). Hay dos detalles que deben tenerse en cuenta, a saber, que a mandibula tiene que ser tomada con firmeza y seguridad y que la cantidad de fuerza para inducir debe ser moderada de manera que sdlo se perciba el peso real de aquélla, que es de alre- dedor de 250 gramos. Si una persona ofrece resistencia es imitil generar oposicion violenta. El tinico ca- mino consiste en reiniciar el procedimiento tranquilizando al paciente y ejerciendo la menor fuerza posible. El operador puede percibir la sensacién de pasividad total en el paciente cuando siente que la mandibula “flota” en su mano, es decir que siente su peso real, sin fuerzas musculares que compliquen el procedimiento. Una vez aclarados estos primeros puntos podemos convenir en que no existen in- dicaciones precisas en cuanto a técnicas inducidas © autoinducidas; nosotros prefe- rimos las autoinducidas para el andlisis de los modelos montados con fines diagnds- ticos o bien para montar los modelos de trabajo en casos de rehabilitacién oral por medios protésicos. La importancia de conocer los procedimientos de induccién queda reafirmada cuando aseguramos que cualquier tratamiento de la oclusién, sea por correccién, adici6n, sustraccién 0 una combinacién de éstos, exige el manejo de dichos proce- dimientos. , PROCEDIMIENTOS DE INDUCCION Los procedimientos de induccién constituyen un conjunto de procedimientos cli- nicos destinados a generar un movimiento bordeante con el objeto de buscar inter- ferencias las que generalmente se encuentran enmascaradas por la presencia de un engrama neuromuscular. Estaran dirigidos tanto hacia la céntrica como hacia las excéntricas y podran ser inducidos o autoinducidos. Los inducidos, a su vez, podran ser manuales 0 electroinducidos. ‘Oclusién y diagnéstico en rehabilitacién oral Induecién 474 En la figura 17-8A se enumeran los distintos procedimientos de inducci6n hacia la céntrica y en la figura 17-8B se mencionan los de inducci6n para las excéntricas. Como orientacion clinica nos manejaremos con los procedimientos manuales en el diagndstico presuntivo y/o con los autoinducidos en el diagnostico de certeza y el tratamiento; a continuacién describiremos dichos procedimientos segtin el ordena- miento del cuadro: Pulgar intrabucal Resultante posterior Pulgar extrabucal Manuales Bimanual de Dawson Resultante anterosuperior Pulgar en el menton y cerrar lento Resultante Ete tu ENGR Protesis completa 4 Alta y Baja Electroinducidos frecuencia Tornillo de apoyo central nico Jig de Lucia Autoinducidos } Laminillas de Long omc A Placas n hacia la céntrica Fig. 17-8A. Procedimientos de induct Manual ‘Técnica bimanual Arco gético Autoinducidos Casquete desprogramador de fijacién canina Fig. 17-8B. Procedimientos de induccién para las excéntricas 472 nduceion clusion y dlagnéstic en rehabiitacén oral Induccién para la céntrica Técnicas manuales Resultante posterior Es posible que estos procedimientos sean los més antiguos en el manejo de la mandibula hacia la posicién de céntrica. Se coloca al paciente en posicién supina para favorecer el recorrido de la mandi- bula hacia la posicion céntrica con el dedo pulgar ubicado de diferentes formas, una de las cuales consiste en ubicarlo sobre los incisivos inferiores en el limite de la mu- cosa con el cuello del diente, teniendo sumo cuidado para no lastimar con las ufias los tejidos blandos (fig. 17-9). La otra forma consiste en ubicar el pulgar sobre la barbilla, sin contacto del dedo con el diente (fig. 17-10). De esta forma la fuerza del operador da una resultante con deslizamiento posterior del céndilo que podra ob- servarse con facilidad si se usa un localizador de eje terminal de bisagra 0 arco fa- cial cinematico, que en las figuras ser representado por un circulo milimetrado. El operador debe guiar la mandibula relajada a un movimiento de rotacién puro (RC) sin exceder los 20 mm de apertura bucal. Debe tenerse en cuenta que en un cierre normal son los mtisculos elevadores activados y no relajados los que llevan la man- dibula a la posicién de cierre. Fig. 17-9. Induccién manual hacia la céntrica. Pulgar intrabucal. ETB = eje terminal de bisagra; A = resulrante posterior. ‘clusion y diagnéstico en rehabiltacién oral Induccion 473, Fig. 17-10. Induccién manual hacia la cémtrica, Pulgar extrabucal, ETB = eje terminal de bisagra; A= resultante posterior. Resultante anterosuperior Una técnica muy conocida es la técnica de Peter Dawson, que consiste en llevar la mandibula no s6lo hacia atras sino también hacia atras y hacia arriba; la forma de ubicacién de los dedos puede observarse en la figura 17-11. Esta técnica es bi- manual y se opera desde atras del paciente, lo que representa un inconveniente des- de el punto de vista de la visibilidad. Con la segunda técnica se coloca el pulgar sobre la barbilla pero en vez. de pro- ducir un movimiento hacia atras se le pide al paciente con la boca abierta que la va- ya cerrando y se empuja con el dedo pulgar hacia abajo; de esta forma se logra la resultante buscada (fig. 17-12). El localizador del eje terminal de bisagra o axigra- fo marcara un punto por arriba y adelante de la RC. Resultante posteroinferior Es de gran utilidad en los pacientes portadores de una protesis completa, debido a las dificultades clinicas que implica poder ubicar las manos del operador u otros elementos de induccion (laminillas, jig, etc.), que producen la inestabilidad de las bases protésicas y en consecuencia dan relaciones oclusales incorrectas (fig. 17-13). La técnica consiste en colocar los dedos indices sobre las zonas de lineas oblicuas externas, apoyados en los flancos laterales de la placa de registro o las bases proté- 474 Induccién (Octusion y diagnéstico en rehabilitacién oral Fig. 17-11. Induccién bimanual hacia la céntrica (técnica de Peter Dawson). ETB = eje terminal de bisagra; B= resultante anterosuperior. Fig. 17-12, Induccién manual hacia la céntrica. Resultante anterosuperior. Técnica del pulgar en ef mentén y empuje hacia abajo. ETB = ee terminal de bisagra; B= resulrante anterosuperior. _Odusén y dlagnéstico en rehablitaion oral — : Inducciin 475, one ey) Fig. 17-13. Induccién manual hacia la céntrica de resultante posteroinferior. Para prétesis completa de maxilar inferior. ETB = eje terminal de bisagra; C = resultante posteroinferior. sicas, Se le pide al paciente una apertura no mayor de 20 mm y se empuja en direc- cién posteroinferior mientras va cerrando la boca, con los que se obtiene un regis- tro de la ORC. Este procedimiento que estabiliza las bases es valido para la inducci6n diagndsti-~ ca y el posterior control de la oclusion. En el caso de los pacientes edéntulos totales se procede de la siguiente manera: con la mano izquierda se soporta la base en sus flancos laterales por medio de los dedos indice y pulgar, con Ia fuerza dirigida hacia el maxilar superior (asentamien- to del area de soporte), mientras que con la mano derecha se estabiliza la base in- ferior. Algunos operadores podran colocar los dedos indice y mayor extendidos so- | bre los flancos laterales con fuerzas dirigidas hacia atras y abajo (fig.17-14). Esta técnica ofrece una exquisita sensibilidad tactil para el correcto ajuste oclusal y am axiégrafo marcara un punto por detras y abajo de la ORC. 476 Induccién ‘Oclusin y diagnéstico en rehabilitacién oral Fig. 17-14. Induccién manual hacia la céntrica de resultante posteroinferior. Para prétesis completa en ambos maxilares. ETB = eje terminal de bisagras C= resultante posteroinferior. ‘Oclusion y diagnéstico en rehabilitacién oral Induccion 477 Técnicas electroinducidas En los procedimientos de induccién (hacia ORC) se debe buscar una determina- da posicién de cierre mandibular en la que estén activos los mtisculos elevadores y relajados los propulsores. Estas técnicas producen la relajaci6n de todos los miiscu- Jos llevando la mandibula a una posicién de reposo autoinducido pero no registran la posicién de cierre. Por otro lado son técnicas complicadas en lo referente al manejo de un maisculo clave como es el pterigoideo externo y en especial el fascfculo superior que durante dicho cierre debera estar activo. La estimulacion con alta y baja frecuencia es un buen método para producir la pacificacién del sistema antes de la toma de registros por cualquiera de las técnicas conocidas (para mas detalles véase cap. 7). Técnicas autoinducidas Dentro de estos procedimientos hay tal variedad que no podremos abarcarlos en su totalidad, pero si vamos a hablar de los mas conocidos: Tornillo de apoyo central tinico Esta técnica fue descrita por los completistas para llevar la mandibula a una posi- cién de oclusién en relaci6n céntrica, y se basa en una lamina metalica solidaria con el maxilar superior y un perno o tornillo ubicado en el maxilar inferior (fig. 17-15), de ser posible a la altura de la linea que une los primeros molares de ambos lados. Se le pide al paciente que realice movimientos laterales y propulsivos regresan- do a céntrica, con lo que se conforma el ya conocido arco gético. A la punta de la flecha del registro le corresponde la posicién de oclusion en relacién céntrica (ORC). Hay diversos procedimientos para fijar esa posicién, como por ejemplo anillos 0 discos pegados en la punta de la flecha con compuesto de modelar o acrilico para ubicar el maxilar en forma certera en dicha punta. Jig de Lucia Este jig, que fue muy popular durante muchos afios y en nuestros dias todavia se utiliza (especialmente en los pacientes borde a borde o Clase I1), consiste en un pla- no inclinado de acrilico que se ubica en la zona de los incisivos superiores (fig. 17-16). El ajuste de la ORC a través de este plano inclinado se hace por medio de la repeticidn de distintos arcos de cierre. Por un lado el jig cambia la dimension ver- tical del paciente evitando las interferencias de los cuadrantes posteriores y por otro lado el plano inclinado induce la mandibula hacia la céntrica (fig. 17-17). El loca~ lizador 0 axiégrafo nos muestra la resultante anterosuperior (fig. 17-18). Se puede ayudar al ajuste del jig buscando un punto de apoyo lo més central posible y una ver logrado ese apoyo central (generalmente de un incisivo inferior) se puede for- mar un arco gotico colocando papel de articular y verificando que la posicion coin- cida con la punta de la flecha u ORC. 478 Induccién ‘Odusién y diagnéstico en rehabiltacién oral Lateralidad Fig, 17-15. Procedimientos de autoinduccién para lograr la ORC: tornillo de apoyo central tinico (arco gotico). ‘Oclusion y diagnéstico en rehabilitacién oral Induccién 479 Fig. 17-16. Jig de Lucia, cedimientos de autoinduccién para lograr la ORC. Jig. de Lucia. A. Paciente en OH con jig de Lucia: plano inclinado, aumento de la dimensi6n vertical (DV 480 Induccion ‘Odlusion y diagnéstico en rehabilitacion oral Fig. 17-18. El plano inclinado auroinduce la mandibula hacia céntrica. ETB = eje terminal de bisagra; B = resultante anterosuperior. By ary Con posterioridad a la idea original del jig se utilizé sobre la ORC lograda una lave hecha de acrilico de autocurado u otros materiales para fijar dicha posicién y facilitar la ubicacién de la mandibula en el mismo lugar (fig. 17-19 A, B, C y D). Laminillas de Long Las laminillas de Long constituyen una modificacién del jig pero con una serie de ventajas aunque el principio sea el mismo, ya que también representan un plano in- clinado que aumenta la dimensi6n vertical. En esta situaci6n las piezas posteriores quedan en inoclusidn, lo que evita los contactos durante el registro. Las ventajas sobre el jig estan dadas por el hecho de que las laminillas se pueden acumular progresivamente hasta lograr separar las interferencias posteriores y lue- go, retirandolas de a una, se puede ir al encuentro de las interferencias. Esto se uti- liza en algunas técnicas de armonizacion oclusal. Odlusién y diagnéstico en rehabilitacién oral Inducein 481 Fig. 17-19. A y B. Vista del jig en el plano horizontal donde se observa la ORC como punto convergente de movimientos propulsivos y laterales. C. Vista del jig en el plano sagital y D en plano frontal con la lave incisal en ORC. Mas adelante explicaremos por qué no utilizamos estos dispositivos durante el tratamiento y si recurrimos a ellos como mecanismos de induccién en un diagnés- tico presuntivo (fig. 17-20 A y B). Desde el punto de vista fisioldgico esta técnica no es correcta porque produce un fulcrum anterior, con inoclusién de los cuadrantes posteriores (pérdida de OMC). El axiégrafo marcara una localizacién condilea hacia arriba y adelante (fig. 17-20C). Oclusi6n mutuamente compartida Esta técnica de registro, que fue descrita en el capitulo 14, en realidad es una va- riante de la técnica anterior en cuya ultima parte se retiran las laminillas de la bo- ca del paciente evitando el fulcrum anterior y la mandibula es Ilevada por los pro- pios misculos del paciente (autoinduccién) a una oclusién compartida por los dien- tes y la ATM (fig. 17-21). El localizador nos muestra una posicién més fisiolégica cerca de lo que seria ama OH (fig. 17-22). 482 Induccion | ‘Ocdlusin y diagnéstico en rehabilitacién oral ORC Fig. 17-20. Procedimientos de autoinduceién para lograr la ORC. Laminillas de Long, A, Comienzo del agregado para eliminar la programacién neuromuscular generada por la interferencia posterior. B. Plano inclinado mas aumento de la dimensién vertical (fulcrum anterior}. C. El fulcrum anterior provoca un registro compresivo. El axiégrafo registra un punto B arriba y adelante del ETB. ‘Oclusin y diagnéstico en rehabiltacion oral Induccin 483 OMC sin laminas Fig. 17-21. El retiro de laminillas evita el fulcrum anterior (autoinduccién). Fig, 17-22. El retiro de las Liminas elimina el fulcrum anterior y el axidgrafo muestra una posicion mas fisioldgica del cOndilo préxima a én mutuamente compartida (OMC). Placa parcial En los pacientes con distooclusiones marcadas de Clase II primera divisién en las que los caninos no pueden ser utilizados como elementos centralizadores se indica este tipo de soluci6n. En los pacientes con distooclusiones marcadas donde los caninos no pueden aco- plar, se utilizara una placa parcial. Los contactos bilaterales y simultaineos de cani- nos deberin producir inoclusin de cuadrantes posteriores. Esto provocars un ful- crum anterior y disminucién del espacio libre interarticular por la compresion ge- nerada por la falta de oclusién mutuamente compartida (OMC) de forma muy pa- recida que en el uso de laminas de long o jig de Lucia. 484 Induccion Odlusion y diagnéstico en rehabiltacién oral Para tomar un registro de OMC se debera colocar en los cuadrantes posteriores un material de registro de tipo rigido como ceras extraduras que en el momento del cierre en ORC climinen los contactos caninos (fulcrum anterior). i se usan acrilicos autocurables se procederd a registrar una ORC compresiva con fulcrum anterior. Luego se procede a un rebase que provocaré la eliminacién de los contactos anteriores sobre la placa y por consiguiente la pérdida del fulcrum an- terior. La placa parcial también puede ser empleada para desgaste selective. Colocada en la boca provocando inoclusi6n posterior se iran gastando los contactos bilatera- les y simultneos en la zona de caninos hasta el logro de una ORC. Se retirara la placa parcial para el tiltimo chequeo de una OMC (véase cap. 23). Ademés podra ser utilizada en la toma de los registros excéntricos, los que también seran autoin- ducidos. En sintesis, de acuerdo con las diferentes técnicas utilizadas se pueden comprobar las pequefias modificaciones que adopta el ETB y que son expuestas en la figura 17-23. Fig. 17-23. ETB terminal de bisagra; A = resultante posterosuperior, verde; B = resultante anterosuperior; azul; C = resultante | posteroinferior, rojo. je Ocisiony diagnéstico en rehabitacién oral Induccion 485 Induccién para las excéntricas Técnicas manuales Para el diagnéstico presuntivo utilizamos las técnicas manuales, igual que en cén- trica, y para el de certeza las autoinducidas. Se instruye al paciente para que realice un movimiento lateral, por ejemplo hacia la izquierda, que no sobrepase los limites funcionales; en este caso sera hasta borde a borde de los caninos. El operador ubicaré la mano izquierda sobre el angulo de la mandibula y empujara con esa mano hacia arriba y hacia atras; la mano derecha debe ser colocada sobre la cabeza del paciente en la regidn de la unién occipitopa- rietal como oposicion a la fuerza realizada por la mano izquierda. De esta forma se realiza una inducci6n sobre el céndilo del lado de no trabajo para buscar su posi cién mas alta y que efectie un movimiento bordeante. E] objetivo de esta técnica es lograr el borramiento de los engramas generados por las interferencias (fig, 17-24). Fig. 17-24. Induccién bimanual para las excéntricas (lateralidad derecha). 486 Induccién Odusién y diagnéstico en rehabilitacién oral Técnicas autoinducidas Arco gético Entre los procedimientos autoinducidos para el diagnéstico de certeza uno de los més antiguos y que ya ha sido descrito es el apoyo central tinico (arco gotico); éste no solo determina el punto de partida, que es la ORC, sino que ademas a través de su registro tiene la capacidad de captar los movimientos bordeantes (entre los que se encuentran los movimientos laterales). Estos registros serdn transferidos a un ins- trumento capaz de programar los movimientos (prétesis completa). Casquete desprogramador de fijacién canina Este procedimiento se basa en la actividad fisiolégica del canino cuando no exis- ten interferencias, es decit cuando actiia con sus tres funciones: centralizar, des- ocluir y desprogramar. En caso de interferencias excéntricas (fig, 17-25) se le agre- ga al canino inferior una cantidad de acrilico en forma de casquete; dicha cantidad debe ser suficiente para producir la desoclusion de las interferencias que generaron el engrama y produjeron la desviacién de la mandibula hacia un movimiento intra- bordeante. Una vez que se ha logrado desocluir y desprogramar el sistema, especi- ficamente el céndilo del lado de trabajo, se procede a la fijacién de esta posicién a través de un pequeito rebasado al estilo del descrito en el caso del jig de Lucia de- terminando una posicién cierta de registro, repetible y autoinducida. A continuaci6n describiremos los procedimientos para toma de registro por me- dio de esta técnica. Interferencia Pa enel lado de no trabajo Interferencia en el lado de trabajo - B A. Movimiento lateral con interferencia en el lado de trabajo. B. Movimiento lateral con iterferencia en el lado de no trabajo. (Odiusién y diagnéstico en rehabilitacion oral Induccién 487 A B Fig, 17-26A. Primer paso. Adiestramiento del paciente para lograr la posicién borde a borde del canino en un movimiento lateral. B. Segundo paso. Adiestramiento del paciente para lograr la posicién borde a borde de los incisivos en un movimiento propulsivo. Primer paso: adiestramiento del paciente. El objetivo de esta etapa es ubicar la man- dibula en una posicién bordeante (borde a borde del canino). Para ello el profesio- nal colocara el dedo indice sobre la cara vestibular del canino superior del pacien- te, y le indicard a éste que intente morder su pulpejo, lo que dara como resultado un movimiento lateral en posicién de borde a borde del canino (fig. 17-26 A). En el caso de los registros protrusivos se realiza la misma maniobra sobre los incisivos (fig. 17-26 B). Segundo paso: confeccién del casquete canino. Una vez adiestrado el paciente se procede a la confeccién del casquete con acrilico rapido de autopolimerizacién o composite. Como ya se ha dicho, la cantidad que se le agregue al canino debera ser suficiente como para lograr la desoclusién de las interferencias existentes (trabajo y no trabajo) (fig. 17-27). Fig. 17-27. Segundo paso. En rojo, confeccion del casquete canino (sin lave). 488 Induccion Odlusién y diagnéstico en rehabilitacién oral Tercer paso: induccién bimanual y fijacion. Con la ayuda del procedimiento de in- duccién bimanual, que consiste en colocar la depresién que ofrece el pulgar con el indice en el Angulo mandibular del lado de no trabajo, el operador ejerce fuerza ha- cia arriba y atrés mientras que su mano libre se ubica contralateralmente sobre la zona occipitoparietal, haciendo el efecto de lado opositor; de esta manera se logra la induccién del céndilo de no trabajo, lo que favorece un recorrido bordeante, que sera capturado rebasando el tope del casquete canino a modo de lave oclusal (pre- vio control de la altura del casquete). Esta posicién borde a borde se mantiene has- ta la polimerizacién final. A partir de ese momento no sera necesaria la interven- cin del operador porque comenzaran a funcionar los mecanismos de autoinduc cidn, El casquete canino servira como fulcrum anterior y permitira la ubicacién bi- lateral de los céndilos bajo la fuerza muscular fisiolégica de cierre del paciente. El objetivo de este suplemento canino es lograr el mismo efecto que se produce en una desoclusion normal, principio fundamental de una OMP (fig. 17-28). Cuarto paso: captura del registro. Se prepara una cera semirrigida con las caracte- risticas que se detallan en el capitulo 18 (fig. 17-29). Es importante remarcar que esta cera es de mayor espesor en el lado de no trabajo (fendmeno de Luce, fig. 17-30A y B). Durante el registro se realizaran las maniobras de inducci6n corres- (} [> Fig. 17-28. Tercer paso. En celeste, fijacion (llave oclusal). (Odlusién y diagnéstico en rehabilitacién oral Fig. 17-29. Cuarto paso. Captura del registro, registro. En celeste, registro phistico del movimiento lateral (lado de trabajo). Fig, 17-30. A. Fenémeno de Luce (el lado de no trabajo tiene mayor espacio). B. En rojo, casquete desprogramador. En celeste, ceras de registro (mayor espesor en el lado de no trabajo). 490. Induccién ‘Odlusion y diagnéstico en rehabiltacién oral pondientes (fig. 17-31). Después de obtener el registro en cera se procederd a la pro- gramacién del articulador, Cuando hablamos de oportunidad del registro mencio- amos que existen casos en los cuales hay dificultades que impiden su realizacion en los comienzos del tratamiento (para mas informacién véase cap. 19) y esas difi- cultades pueden consistir en falta de protesis estables, piezas ausentes, desalineacio- nes marcadas que producen grandes interferencias, disfunciones, etcétera. Debido a ello en estos casos preferimos tomar los registros excéntricos una vez organizada la boca mediante una preparaci6n previa que puede incluir la elimina- cin de las desalineaciones groseras 0 la instalacién de una protesis provisional que cumpla con los requisitos de una oclusi6n organica. Fig. 17-31. En el momento de la captura del registro se ayuda con induccién manual para que el paciente realice un movimiento bordeante al ir en busca de la llave hecha en el casquete canino. ‘Odlusion y diagnéstico en rehabiltacién oral Induecion 494 Una vez obtenida la guia anterior colada en el articulador, que fuera programa- da sélo en céntrica a través de un registro de OMG, la lleva a la boca para probar la veracidad de dicho montaje en ORC. Si esta gufa anterior es correcta tendré la capacidad de desocluir. Se lleva al paciente a la posicin de borde a borde del cani- no y luego se procede a ubicar el material de registro para capturar la informacién, que ahora sera volcada en el articulador para su programacién, Si la guia anterior provisoria cumple con los requisitos de desoclusién podra to- marse el registro retirando los provisorios de los cuadrantes posteriores sin necesi- dad de elaborar una guia anterior colada. Ya hemos explicado que el fendmeno de Luce es el espacio que se crea en un mo- vimiento lateral en el lado de no trabajo. La captura de ese espacio a través de un registro pldstico servira para la programacién de un articulador semiajustable. Para el movimiento protrusivo no se requiere induccién ya que los propios miis- culos elevadores llevan el céndilo a un movimiento contactante cuyo limite funcio- nal serfa la posicién de acoplamiento a la posicién de borde a borde. Oportunidad del registro Debe quedar claro que un registro de movimientos laterales es parte de la infor- macién necesaria para la programacién de un articulador semiajustable. Dicha in- formacién puede obtenerse en el momento del montaje de los modelos de estudio. Los valores programados se repetirn posteriormente cuando en el articulador se encuentren montados los modelos definitivos, $i en algunos casos se hace dificil su realizaci6n en las primeras etapas diagnésticas sera conveniente utilizar los mismos procedimientos durante el tratamiento en la prueba de la guia anterior. Este tiltimo procedimiento es de eleccién cuando al paciente ha sido tratado por algiin tipo de disfuncién del sistema. Oportunidad del registro: a) Durante el montaje del modelo de estudio (antes). b) Durante la prueba de la guia anterior (después). Induccidn en los registros pantograficos Si bien el tornillo central que poseen los cloches del pantégrafo anula toda acti- vidad dentaria, esto no es suficiente para la obtencién de registros bordeantes. La propia localizacién del tornillo en zona de premolares o molares cambia la activi- dad muscular, la que en condiciones normales produce la activacién de los tempo- rales durante la desoclusion anterior. Por ello es aconsejable que durante el registro de los movimientos excéntricos se utilice la induccién bimanual, que permitiré lo- grar registros bordeantes repetibles. 492 Induccién ‘Odusién y diagnéstico en rehabiltacién oral Induccién durante la armonizaci6n oclusal Aqui ya estamos frente a un tratamiento y por consiguiente cualquier maniobra clinica debera reproducir los movimientos fisiolégicos. Sin embargo, es aceptable comenzar el tratamiento con cualquier tipo de desprogramadores y es importante terminar los ajustes con maniobras autoinducidas. Un ejemplo podria aclarar lo expuesto: podemos iniciar una desprogramacién ha- cia céntrica con laminas de Long y ya préximos a los tiltimos detalles del ajuste re- tirarlas evitando el fulcrum anterior (véase cap. 23).

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