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3.LA CONQUISTA DE LA CONCTENCIA DESGRACIADA: UNA DESUBLIMACION REPRESIVA Una ver discutd Ia interac politica de la sociedad industrial avanzada, un logto hecho posible por la ctciene productividad tecnoldgca y la cada vez mis ampli congusta del hombre ya ‘atualeza, 1s ocupareres de la tegracincoespanicnte en lca ode la cultura. En est capitulo, algunas nocionse imigenes claves ela literatura yu destino iustaran como el progreso doa ‘acionalidad teenolgia est anlado fos elementos de oposiin y fos trascendentesen walla cltuay. Estes sueumben de hecho al proceso de desublimacn que prevalce en as regiones avanzada de la sociedad ‘oniemporinea Los logros y os fracasos de esta sociedad invaldan su alta cultura La celebracion de la personalidad aut6noma, del humanismo, del ‘amor trgico y roméntico parecen ser el ideal de una etapa anterior del desarrollo, Lo que se presenta ahora no es el deteriora de la alta cultura que se transforma en cultura de masas, sino la refutacion de cesta cultura por la realidad, La realidad sobrepasa su cultura, El hhombre puede hacer hoy més que los héroes y semidioses de la cultura; ha resuelto muchos problemas insoluble. Peto también ha ttaicionado la esperanza y destrido la verdad que se preservaban en las sublimaciones de la alta cultura. Desde luego, la alta cultura estuvo siempre en contradiccién con la realidad social, y s6lo una ‘minoriaprivilegiada gozaba de sus bienes y representa sus ideas Las dos esferas antagonicas de la sociedad han coexistido siempre: la alta cultara a sido siempre acomodatici, mientras que la realidad se ‘ein aramente pertuthada por sus ideales y verdades, 86 EI nuevo aspecto actual es la disminvcién del antagonism entre la cultura y la realidad social, mediante la extncin de los elementos de ‘opesicién, ajenos y taseendentes de Ia alta cultura, por medio de los cuales constituia otra dimensidn dela realidad, Esta liquidacion dela cultura bidimensional no tiene lugar a través de la negacién y el rechazo de los «valores culturales», sino a través de su ineorporacion total al orden establecido, mediante su reproducein y distribciin en tuna escala masiva De hecho, estos «valores culturales»sirven como instrumentos de ‘ign social. La grandeza de un arte y una literatura libres, los ideales del humanism, las penas y alegria del individu, la reatizacin de la personalidad, son aspectos importantes en la lucha competitiva entre el Estey el Oeste. Estos aspectos hablan gravemente contra las formas actales del comunismo y son diariamente administrados y ‘vendidos. EI hecho de que contradigan ala sociedad que los vende no ‘venta, Del mismo modo que Ia gente sabe osiente que los anuncios 1 los programas politicos no tienen que ser necesariamente verdaderos 6 justos y sin embargo los escuchan y Teen e incluso se dejan guiar por ellos, aceptan los valores tradicionales y los hacen parte de su Formacién mental. Si las comunicaciones de masa reinen armoniosamente y a menudo inadvertidamente el arte, la politica, la religion y Ia filosofia con los anuncios comerciales, al_ hacerlo ‘conducen estos aspectos de la cultura @ su comin denominador: Ia forma de mercaneia. La misica del espiritu es también la misica del ‘vendedor. Cuenta el valor de cambio, no el valor de verdad. En él se entra la racionalidad del star quo y toda racionalidad ajena se inelina ante él, ‘Conforme las grandes palabras de libertad y realizacién son pronunciadas por ls lideres de las campatas y ls politicos, en las pantalla dela tlevisién, las radios y los escenario, se convierten en sonidos sin sentido que lo adquieren sOlo dentro del contexto de la propaganda y los negocios, Ia disciplima y el descanso. Esta ‘asimilacin de lo ideal on la realidad prueba 7 HERBERT MARCUSE ‘hasta qué punto ha sido sobrepasado el ideal. Ha sido rebajado desde el sublimado campo del alma, elespttu 0 el hombre interior, hasta Ios problemas y-tminos operacionales. Estos. son los. elementos progresivos de la cultura de masas. La perversion sefala el hecho de ‘ue la sociedad industrial avanzada se enfrenta a la posbilidad de una ‘materalizaci de los idles. Las capacidades de esta sociedad estin reduciendo progresivamente el campo sublimado en el que la ccondicin del hombre era representa, idealizada y denuncada, La alta cultura se hace parte de la cultura material. En esta ‘ransformacién, pierde gran parte de su verdad La alta cultura de Occidente —euyos valores morales, estticos & intlectuals todavia profesa la sociedad industrial— era una cultura preteenoldgica en un sentido tanto funcional como cronolégico, Su valid se derivaba de la experiencia de un mundo que ya no existe, que ya no puede ser recuperado, porque es invalidado en un sentido esricto por la sociedad tecnoldgiea Mis ain, en un alto grado permanesia como una cultura feudal, incluso cuando el periodo Fburgués le dio algunas de sus formulaciones més duraderas, Era feudal, no slo porque estaba confinada @ las minorias privilegiadas, no s6lo por sus elementos rominticos inherentes (que sean dscutidos en seguida), sino tumbién porque sus obras auténticas cexpresaban una alienaciin consciente y metédica de toda la esfera de Jos negocios I industria y de su orden previsible y provechoso. Mientras este onde burgués encontré. su rica —e incluso afirmativa— representacdn en el arte y la literatura (como en los pintores holandeses del siglo xvu, en el Wilhelm Meister de Goethe, en la novela inglesa del siglo XIX, en Thomas Mann), permanecié ‘como un orden que era sobrepasado, roto, refutado por otra dimensia {que era imeconeilablemente antagonist del orden de los negocios, atacindolo y negingolo. Yen la literatura, esta otra dimension no es representa por los héroes religiosos, esprtuales, morales (que & :menudo sostienen el orden esablecido), sino mis bien por los 88 EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL caracteres perturbadores como el artista, la prostituta, la aditera, el ‘ran criminal, el proscrit, el guerero, el poeta rebelde, el demonio, el loco —por aquellos que no se ganan la vida, al menos nolo hacen {de un modo ordenado y normal Desde luego estos personajes no han desaparecido en la literatura 4e la sociedad industrial avanzada, pero sobreviven transformades cesencialmente. La vampiresa, el héroe nacional, el beatnik, la esposa ‘neurtica, ef gangster, la estrella, ef magnate carsmitico representan ‘una funcion muy diferente © incluso contraria a la de sus predecesores culturales. Ya no son imigenes de otra forma de vida, ‘ino mas bien rarezaso tpos de la misma vida, que sven como una afirmacidn antes que como una negacin del orden establevido. Certamente el mundo de sus predecesores era un mundo anterior, ‘pretecnolgico, un mundo con fa buena conciencia dela desigualdad y el esfuerzo, en el que el trabajo era todavia una desgracia del destino; pero un mundo en el. que el hombre y la naturaleza todavia no estaban. ‘rganizados como cosas e instrumentos. Con su cbdigo de formas y costumbres, con el estilo el vocabulari de su literatura ysuflosofia, «sa cultura pasada expresaba cf ritmo y el contenido de un universo en el que valles y bosques, pueblos y posadas, nobles y vllanos, ‘ilonesy cortes eran parte de la realidad experimentada. En el verso y Ja prosa de esta cultura preteenogica esi el ritmo de aquellos que peregrinan o pascan en caruajes, que tienen el tiempo y el placer de pensar, de contemplar, de sentir y nara. Fs una cultura retrasada y superada, y sOlo los suetios y las ‘egresionesinfamiles pueden recuperala. Pero esta cultura es tambign, cn algun de sus elementos decisivo, una cultura postecnoligica, Sus imagenes y posiciones mis avanzadas parecen sobrevivie as absor- idm dentro de las comodidadesy los estimulos administrados; siguen seduciendo a a conciencia con la posibilidad de su renacimiento en la cconsumacién del progreso tGenico Son expresion de esa libre y ‘conscientealienacn de las formas etablecidas de vida com las HERBERT MARCUSE que la literatura y ef arte se oponian a esas formas, incluso euando las adornaban, En contraste con el concepto marxiano, que denota a relacin del hombre consigo mismo y su trabajo en la sociedad capitalist, ka alenacion artstica es la tascendencia consciente de la existencia alicnada: un «nivel mis alto» o una alienacién mediatizada, El conflicto con el mundo del progseso, la negacién del orden de tos negocios, los elementos antiburgueses en la literatura y el arte ‘burgués no se deben nial bajo nivel esttico de este orden ni a una reaccidnromintica: In consagracion nostlgica de una etapa esaparecida de la civilizacién, «Romintico» es un témino de lifamacién condescendiente que se aplica fcilmente a ls dtfamadas posiciones de vanguardia, del mismo modo que el término «lecadente» ‘muchas veces denuncia lo elementos genuinamente progresivos de una cultura moribunda, en lugar de los factors reales de la decadencia. Las imagenes tadicionales de la alienacion artsica son en. verdad rominticas en tanto que estin en incompatbilidad estética con la sociedad en desarrollo. Est incompatibildad es la clave de su verdad, Lo que ellos recogen y preservan en la memoria pertenece al futuro: imagenes de una gratiicacion que disolveria la sociedad que la suprime. La gran literatura y el arte surralista de los aos veinte y ‘treinta han recapurado todavia estas imagenes en su funcén subversiva 1 liberadra. Ejemples tomadas al azar del vocabulri literario bisico ‘nueden indica el rangoy el valor de estas imagenes y la dimensin que revelan: Alma, Espiritu y Coraz6n; fa re-cherche de Labsolu, Les Fleurs du mal, a femme-en:famt; el Reino del Mar, Le Bateau ive y Ia Long.leg-ged Bait; Ferne y Heimat; pero también el demonio del ton, el demonio de la miquina y el demonio del dinero; Don Juan y Romeo; el Maestro Constructor y Cuando los muertos desperteros. Su sola enumeracién muestra que pertenecen a una 0 EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL dimensién perdida, No han sido invalidadas por su obsolescencia litera, Algunas de estas imagenes pertenccen ala literatura contemporinea y sobreviven en sus creaciones mis avanzadas. Lo que tna sido invalidado es su fuerza subversiva, su contenido dest su verdad. En esta tansformacion encuentran su lugar en Ia vida cotidana, Las obras alienadas y alienantes de la cultura intelectual se hhacen bienes y servicios familiares, Su reproduccién y consumo Imasivos, (son solo un eambio en cantidad, esto es, una ereciente apreciacién y comprensién, una democratizaci de la cultura? [La verdad de la literatura y el arte a sido aceptada siempre (si ra aceptada) como la de un orden «mis alto» que no deberia perturbar el orden de los negocios y en realidad no lo hacia. Lo que ha ceambiado en la época contemporinea es la diferencia entre los dos é- ddenes y sus verdades. El poder absorbente de la sociedad vacia la dimension anistica,asimilando sus contenidos antagonists. En el campo dela cultura, cl nuevo totalitarismo se manifiesta precisamente en un pluralismo amonizador, en el que las obras y vverdades mis contradictorias coexsten pacificamente en la iniferen- ‘Antes del advenimiento de esta reconilacin cultural, la literatura y el arte eran esencialmente alienaciin que sostenia y protegia la ‘contradiccién: la conciencia desgraciada del_ mundo dividido, las posibilidades derrotadas, las esperanzas no realizadas¥ las promesas lusicionadas. Eran una fuerza racional cognoseitiva que revelaba una dimensin del hombre y la naturaleza que era reprimida y rechazada en la realidad. Su verdad se encontraba en la ilusién evocada, en la insistencia por erear un mundo en el que el terror de la vida era domi nado y suprimido; conguistado mediante el reconocimiento, Este es el rilagro dela chefd’ oeuvre; ea tragedia,sostenida hasta sus iltimas consecuenciasy el fin de la tragedia: su solucién imposible. Vivir el propio amor y el propio odo, vivir eso que uno es, implica la derota, Ja resignacion y la muerte, Los crimenes de la sociedad, el infiero {que el hombre ha hecho para el o HERBERT MARCUSE hombre, se convierten en fuerzs edsmicas incongustbles. La tensin entre lo actualy lo posible se transfigura en un confito inesoluble, en el que la reconciliaién se encuentra gracias a la obra como forma: la belleza como la promesse de bonheur. En ta forma de Ja obra, las eiteunstancas atuaes son colocadas en ora dimensidn en Jn que ln realidad dada se muestra como lo que es. Asi dice la verdad sobre si misma; su lenguaje dja de ser el del engao, la ignorancia y Ja sumision. La fiecién lama alos hecbos por su nombre y su reino se detrumba; la ficcion subvierte la experiencia eotiiana y la muestra como falsay mutilada, Pero el arte tiene este poder migico silo como poder de la negacién, Puede hablar su propio lenguaje slo en tanto Jas imagenes que rechazan y refutan el orden estableeido estén vivas, ‘Madame Bovary, de Flauber, se distingue de las historias de amor jgualmentetristes de la literatura contemporinca por el hecho de que ef humilde vocabulario de su contrapartida en la vida real contiene todavia las imaigenes de la heroina, o por el hecho de que ella lee historias que todavia contienen tales imagenes. Su angustia es fatal, Porque no habia psicoanalisa y no habia psicoanalista porque, en su ‘mundo, no hubiera sido eapaz de curarla. Ella lo hubiea rechazado ‘como una parte del orden de Yonville que la destruye, Su historia era ‘argican, porque la sociedad en que ocurtia era una sociedad atrasada, con una moral sexual no liberada todavia y na psicologia todavia no institucionalizada. La sociedad que estaba todavia por gar ha aresulto» su problema suprimiéndolo, Desde luego seria una tonteria decir que su tragedia, ola de Romeo y Julieta, esta resuelta en | democracia modema, pero también seria. una toateria negar la esencia histrica de la ragedia. La realidad teenologica en desarrollo ‘mina no soo las formas, sino la misma base de la alienacin artistica; esto es, tende a invaldar no silo ciertos westilos», sino también la ‘misma substancia del arte Desde luego, la alienacin no es la nica earacteris- 2 EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL tea del ante. El andlisise incluso una declaracin sabre este problema, esti fuera del campo de esta obra, peto pueden offecese algunas sugerencias que lo clarifiquen, A lo largo de periodos enteros de la civilizacion, el arte parece estar totalmente integrado en su sociedad latte egipcio, griego y giico son ejemplos familiares; Bach y Mozart son generalmente eitados también como testimonios del lado ‘apostivon del arte, El lugar de la obra de arte en una cultura pretecnoldgica y bidimensional es muy diferente del que tiene en una civilizacién unidimensional, pero la alienacibn caracteriza tant al ate positivo como al negativo, La distncién deisiva noes la psicldgica, entre el arte creado en ‘medio del placer y el ate creado en medi del dolor, entre a cordura ¥ la neurosis, sino la que distingue entre Ia realidad antistica y la ‘Social. La ruptura con fa segunda, la trasgresion magica oracional, es ‘una cualidad esencial incluso dl arte mais positive; esti enajenado también del mismo pablico al que se dirige. Por cereanos y familiares que fuesen el tempo o la eatedral para la gente que vivia alrededor de ellos, permanecian en aterador y elevador contaste con Ia vida diaria del esclavo, del eampesino y el artesano —y quiz incluso con lade sus seRores Ritualizado 0 no, el arte contiene la racionalidad de la negacién, En sus posiciones mis avanzadas es el Gran Rechazo; la protesta contra aquelo que es. Los modos en que el hombre y las cosas se hhacen parecer, cantar, sonar y hablar, son modos de refutar, rompiendo y recreando su existencia de hecho Pero estos modos dé rnegacién pagan tributo a la sociedad antagonista a la que estin ligndos. Separados de la esfera del trabajo donde la sociedad se reproduce a si misma y a su miseria, el mundo del arte que crean ppermanece, con toda su verdad, como un privilegio yuna isin. En esta forma se contnda, a pesar de toda la demoeratizacion y la popularizacién, a través del siglo XIX y dentro del xx. La «alta cultura» en la que esta alienacin se celebra tiene sus propios rites y su propio estilo, 93 HERBERT MARCUSE, EFI salon, el concierto, la Opera, ef teatro estin disenados para ‘rear e invocar otra dimensin dela realidad, Asstr a ellos es como hacerlo a una festa; cortan y rascienden la experiencia cotidiana ‘Ahora esta ruptura esencal entre las artes y el orden del di, que ppermanceia abierta en la alienacién artstca, esti siendo ‘rogresivamente cerrda por la sociedad teenoldgica avanzada. Y al ‘cerrarse, el Gran Rechazo es rechazado a su vez a wotra dimensién»> ‘es absorbide por el estado de cosas dominate. Las obras de la ‘alienacin son ineorporadas dentro de esta sociedad y circulan como lua y carne del equipo que adomna y psicoanaliza el estado de cosas ‘dominante. Ast se hacen comerciales: venden, confortano excitan. Los eriticas neoconservadores o los eriticas de izquierda de la cultura de masasridiculizan I protest contra la utlizacion de Bach ‘como miisca de fondo en la cocina, contra la venta de Platén y Hegel, Shelley y Baudelaire, Marx y Freud en los supetmercados. Al ‘contaro, insisten en que se reconozea el hecho de que los clésicos han dejado el mausoleo y han regresado a la vida, de que la gente es ‘mucho més educada, Es verdad, pero volviendo a la vide como »? El cefecto de distanciamiento» no es superimpucsto a la trata, mis bien ¢s la respuesta de la literatura a la amenaza_ del behavioriomo total litento de rescatrlaraionalidad a pat de lo, negatvo, En este intento, los grandes «eonservadores dela literatura unen sus fuerzas con los radicals activists. Paul Valery insite en cl inevitable compromiso del lenguaje podtico con la negacion, Los versos de este lenguaje «no hablan nunc sino de costs ausentes».° Hablan de aguello que, aungue ausente, persigue al Universo esablecido del dscurso y la eondcta como su mas prohi- bid posibilidad: noel cielo ni el infiemo, no e bien ni el mal, sino, simplemente, «le bonheur». Asi el lenguaje poético habla de aquello, aque es de este mundo, que es visible, tangible, audible en el hombre y Ja naturaleza, y de aquello que no es visto, no es tocado, no es escuchado. CCreado.y puesto en movimiento en un medio que presenta lo ausent, el lenguaje poético es un lengusje de conocimieno; pero de tun conoeimiento que subvir- © pie 76 SU pig 63 {Paul Valery, sPdse ct Pesée Absite, en Ocwres La Pla, Paris, ali 1987), Sop 1.324 HERBERT MARCUSE te lo postive. En su funcién cognoscitva, la poesia realiza la gran tarea del pensamient: cl trabajo que hace vivir en nosotzos aquello que no existe.” Nomar las «cosas que estn ausentes» es romper el encanto de las cosas que son; es mis, es a introduecidn de un orden diferente de cosas enelestablecio: «el comienzo de un mundo. * ara la expresdn de este otro orden, que es trascendencia dentro del nico mundo, el lenguaje poética depende de los elementos trascendentes en el Ienguaje comin. ° Sin embargo a movilizacion total de todos los medios para la defensa de la realidad establecida ha eoordinado los medios de expresion hasta un punto en el que la comunicacion de contenidos trascendentes se hace téenieamente imposible. El especto que ha perseguido a la conciencia artistica desde Mallarmé —laimposibilidad de_hablar un lenguaie no reificado, de comuniar lo negativo—, ha dejado de ser un especto, Se ha maierializado [Las verdaderas obras litearias de vanguardia comunican la ruptura con la comunicacin. Con Rimbaud, y mis tarde el dadalsmo y el surealismo, fa literatura rechaza_ las mismas estructuras del diseurso que, a través de la historia de la cultura, han ligado el lenguaje aristico y el comin, El sistema proposicional " (con la eacién como su unidad de sentido) era el medio en el que las dos dimensiones de la realidad podian enconirarse, comunicar y ser comunicadas. La poesia mis sublime y Ta prosa mas baja compartian este medio de expreson. Entoncs, la poesia moderna adestuyé las 7 ta, pg, 1.33, Tid, p37 (con eon a eg dea sin). 9. Nerina, capil V1 To. Verna capi V. 98 EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL relaciones del tengusjey redyjo el dscurso nuevamente a la sueesién de palabras!” La palabra rechaza el orden unificador y sensible de la oracién, Hace estallar la estructura preestablecida de significado y, convirtiendose en un «objeto absoluto» en sf mismo, designa un ‘unverso intolerable que se autodestraye: una discontinuidad. Esta subversiOn de la estructura linguistica implica una subversion de la experiencia dela naturaeza La naturale deviene una discontinuidad de objeto solitarios y terribles, porque s6lo tienen enlaces virtuales; nadie eige para ellos un sentido privilegiado, un empleo 0 un servicio, nadie los ‘reduce a la significacion de un comportamiento mental o de una intencién, o lo que es lo mismo, finalmente, de una terura...Esas, palabras-objetos sin union armadas con toda la violencia de su «estallido..esas palabras poétias exeluyen al hombre; no hay un hhumanismo podtica de It modemidad. El discurso es un diseurso leno de terror, lo que signifiea que relaciona al hombre no con los ‘otros hombres, sino con las imagenes mis inhumanas de la naturaleza: el cielo, el infierno, lo sagrado, la infancia, la locura, la materia pura, et Los elementos tradicionales del arte (imagenes, armonias, colores) reaparecen slo como «citas», residuos de un sentido del pasado en un contexto de negacin, Ast as pintuas surealistas son el compendio de To que el funcionalismo cubre con un taba porque le recuerda su propio ser eésieo que no es capaz de dominar, que su racionalidad sigue siendo irracional, EL ‘surrelismo coleciona lo que el funeionalismo le niega al hombre: las deformaciones demuestran lo que la prohibiciin hizo al objeto del deseo, Asi el surrealism resata lo areaico: un bum 1. Roland Bares, Le Dee 1983. pg 72 (Cursivas del ae) 12d, pigs. 735 ode Pera. Pais, Editions da Sei, HERBERT MARCUSE de idiosinerasias donde se disipa la pretension de felicidad, que Jos hombres encuentran negada en su propio mundo tecnificado.” La obra de Bertold Brecht conserva la

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