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CON-SPIRANDO
_ REVISTA LATINOAMERICANA DE ECOFEMINISMO, ESPIRITUALIDAD Y TEOLOGIA
N°8, Junio 1994Colective Editorial
Elena Aguila,
Bridget Cooke
Helen Carpenter,
Josefina Hurtady
Susan Keenig
Sara Martinez Bergstrom
Mary Judith Ress
Ute Setbert-Cuarlrt
Luz Maria Vilarroel
Imagenes tomadas de:
“CTEM. (Revista La Tribune)
Woman of power 2 (1586)
“Blinor W. Gadi, The once &
future Goddess (San Prancinest
Harper, 1985)
= Dibujo de slanet May
-Grabaslos de Terese Gaaitina
“Dilnujas le Laz Miatia
Villartorel
Diagramacisn:
Luz Maria Villarroel
Ximena Salonvin G.
Conrspinande
Casilla 971-11
Correo Nuon
Santiago. Chile
Fono Fax: 22 23 001
Indice
Desarmar la violencia ...........
Colectivo Editorial
“Tanto amé Dios al mundo”: violencia y abuso
en Ia tradicién cristiana
Ute Setbert- Cuadra
Testimonio para Ja lucha: “compartir mi propia
experiencia de violacién me da esperanza’
Janet May
Tiempo de Hogueras: el holocausto de las mujeres
Qué aburrido vestir de victima tan seguido:
violencia (doméstica) cultural
Elena Aguila Z.
La Diosa como destructora/creadora .
«...pudo hacerlo cualquiera de nosatras
Helen Carpenter
Poema
Violeta Foriniga
£Qué Hegarén a ser las mujeres
De chancletas a mujeres: violencia en la
construccién de la identidad de género ..
Josefina Hurtaca Neira
Ella habla en lenguns .....0...
Loly Caneino
Arrebatando Ja vida a la muerte: mujeres
y martirio en El Salvador .....--.cs.000
Jane M. Grovijan
Resefa: Gaia y Dios: Una teologia ecofeminista
para Ja recuperacion de la tierra...
Briget Lee Cooke
Retomando la palabra: violencia
Rito: rechazar la culpa para desarmar Ia violencia ..
Haciendo las conexiones:
Retrato: Red contra Ia Violenci:
Doméstica y Sexual
Ecos del VI Encuentro Feminista
Latinoamericano y dei Caribe...
Mujeres transformande Jas comunicaciones ..
Recursos
sesessensnsssessessesesas BO
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Desarmar la violencia
N® 8, junio de 1994Desarmar
la violencia
‘Te invitamos esta vez a desarmar la violencia: ardua tarea que
pasa por reconocer las diferentes formas de violencia -conocidas y
ocultas- vividas por mujeres; lleva a recuperar la memoria, a encontrar
las palabras y hacernos cargo de nuestra propia historia vivida. En este
proceso reeonocemes un nudo central: fuimos educadaspara ser victimas.
Entre la negacién del “no soy digna’, el “soy culpable”, y el “debo
sacrificarme por...” se ha forjado nuestra identidad de mujeres-victimas.
Desarmar la violencia nos exige, entonces, buscar las raices de
esta situacion de victimizacién de las mujeres. {Qué es lo que nos hace
participar en este “juego” de violencia? {Desde dénde construimos
nuestras identidades? {Qué relaciones de poder estan en juego? ¢Qué
sistema de valores es aquél que enfatiza el sacrificio, el martirio y el
sufrimiento? Y :cudles son lasteologiascorrespondientes y sustentadoras
de esta comprensién del mundo?
Necesitamos ir mas alld de la enumeracién do las diversas
manifestaciones de violencia (denuncia, lamenta y elogio de las martires)
0 de las distintas formas de resistencia —por esperanzadoras que
pueden ser. Necesitamos aprender a desarrallar otras maneras de
construir nuestra identidad de mujer-sujeto, En ese proceso un elemento
parece clave: aceptar y expresar nuestra ira, nuestras emociones ¢
impulsos fuertes y a veces destructores. {No ser4 que ellos taml
forman parte de losprocesos de transformaciin/ereacién? Vislumbramos
ademas, la necesidad de espacios, lugares seguros, desde el cuarto
propio a las comunidadas/redes de mujeres, somilloras de una cultura
diferente donde podemos superar las relaciones asimétricas y ensayar
relaciones de reciprocidad, respeto y co-responsabilidad, para entonces
preguntarnos jeon qué contenidos queremos Nenar nuestro ser mujer-
sujeto?
éCudn distinta habria sido tu vida si hubiera habido un lugar
parati, un lugar para ira estar con tu madre, con. tus hermanas
¥ tus tias, con tus abyelas, y tus bisabuelas, y tus tatarabuelas,
un lugar de mujeres al cual ir, al cual regresar, como mujer?
{Cuan diferente seria tu vida, nuestras vidas, la vidaen el planeta?
Colective Editorial
Con-spirando 8/94 1au
Tanto amé Dios al mundo..." :
violencia y abuso en Ia tradicién cristiana
Ute Seibert-Cuadra
Las siguientes preguntas y reflexiones surgen del
dolor, de la indignacion y de la rabia por et
sufrimiento injusto, por tantas victimas y mértires,
por el cansancio de ver justificado y elogiado el
sufrimiento de los tnocentes, el martirio por la
justicia como algo profunda y auténticamente
cristiano. No niego el sufrimiento, nt el compromiso
hasta las tiltimas consecuencias, ni el martirio
existente de tuntos hombres y mujeres durante la
historia a causa de su lucha por ta justicia y el amor.
Pero me pregunto si acaso eso es lo esencial que la fe
cristiana tiene que aportar.
Maltiples son las formas de violencia vividas por mujeres, nifios y
nidas, hombres, ancianas y ancianos. Comprendemos que se trata de un
sistema de violencia, de relaciones de poder que nos hace participar de
diferentes formas, como victimas, complices y vietimarias. Ala vez
buscamos una cultura diferente, relaciones de no-violencia, de shalom,
de paz y justicia. ¥ sentimos que las religiones deben ayudamnos a
desarrollar esta cultura de relaciones justas, sin abuso y violencia.
Para las cristianas y los cristianos ha sido muy importante enfatizar
el mensaje central de nuestra fe como amor radical, justicia y liberacién
de las/os oprimidas/os. {Por qué entonces tanta violencia, tanto abuso,
tanto sufrimiento injusto dentro de las culturas de tradicién cristiana?
Entre varias teélogas ha surgido la sospecha, la pregunta de si no hay
algo dentro de la tradicion judeo-cristiana, algo central en nuestra fe
cristiana que avala y justifica, de cierta manera, la violencia y el abuso.
2 Con-spirando 8/94Amor y abuso
{Qué pasa, por ejemplo, con el relato, tan conocido desde la nifiez, de
un Dios que exige de Abraham el sacrificio de su tinico hijo Isaac y lo
salva en el ultimo momento cuando ha comprobado la obediencia
incondicional de Abraham (Gen 22)? Eso, dicen, es el “antiguo”
‘Testamento; es un texto que hace terminar con tos sacrificios humanos.
El cristianismo ha superado este pensamiento. <¥ la muerte de Jesus?
Nes metemos en un campo dificil. Porque afirmamos que Jess murié
como consecnencia de su actuacién, de su predicacién del Reino de Dios
donde “los ultimos seran los primeros”. La
crucifixién era el castigo del imperio
Romano para rebeldes y revolucionarios
como Jestis y sus seguidores/as. Esto es Entre varias tedlogas
cierto. {Pero qué pasa con la otra parte de la ha surgido la
tradicién? Con esa interpretacién teolégica sospecha, la
que nos ensefia que Jestis murié por regunta de sino
nuestros pecados, coma un chiva expiatorio Pas’ ‘algo dentro de
por nuestros males. la tradicion
judeo-cristiana, algo
central en nuestra fe
cristiana que avala y
5 justitica, de cierta
{Qué pasa cuando se ensefia de manera, Ia violencia
generacién a generacién que Dios y el abuso.
necesitaba este sacrificio de su tinico hijo, de
su hijo amado para reconciliarse con el ser
humano? {Qué significa decir y escuchar
una y otra vez esta frase: “Tanto amé Dios
al mundo que dio a su inico hijo para el perdén de nuestros
pecados”? ,Cual es el mensaje inconsciente que nos ha quedado
por ver durante siglos al Cristo crucificada como simbolo cen-
tral en nuestras iglesias? {Necesitamos un sacrificio para ser
redimidas/os? E] sufrimiento ¢redime? Nuestro Dios cristiano
énecesita sacrificios hamanos? {Qué relaciones estamos
cultivando entre medio del amor y el abuso? Porque la
tradicién dice que Dios amé tanto y por eso necesitaba suftir y
morir su tinico hijo (sabemos de la crueldad y del sufrimiento 4
prolongado que significaba morir crucificado). {Céma nos
planteamas entonces frente al sufrimiento, a la violencia y el
abuso del padre frente a las nifias y nitios? ?
Con-spirando 8/94 3Es cierto que este pensamiento
no abarca toda la tradicién
cristiana. Sin embargo, no es
menos cierto que vivimos en
sociedades violentas donde el
abuso de nifias y nifios es una
realidad tan frecuente como
acallada, Tengo mas preguntas
que certezas y sobre tode, mucho
dolor al pensar que puede ser
cierto que dentro del mensaje
liberador de amor, de justicia, de
igualdad, en medio del
planteamiento de un proyecto de
vida diferente como el que hizo el