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hetti yoes. EA. Sookillana, 2005 | Los primeros habitantes de lo que luego seria la Argentina 2. En el actual territorio argentino, distintos pueblos in S digenas fueron desarrollando modos de vida diferentes a través del tiempo, aprovechando los ambientes y con- viviendo en forma arménica con la naturaleza Entre quienes habitaban areas préximas, comenza- ron a surgir rasgos semejantes, promovicos por las rela~ ciones de intercambio. Estas relaciones, que algunas veces eran pacificas, también podian llegar a ser violen: tas, No eran grupos absolutamente aislados ya que, en diferentes zonas, existian vinculos evidentes con otras sociedades indigenas americans. Hacia principios del siglo xu, estos grupos, que total- zaban aproximadamente 400.000 miembros, vivian pro- cesos de transformacién, tanto por intentos de some tmiento politico y cultural como por el desplazamiento de pueblos para ocuoar nuevas areas De todo ese universe rico y vatiado, analizaremos al unos pueblos indigenas con diferentes modos de vida. Los diaguitas cultivaron en el Notoeste En las quebradas y valles, al pie de las montafias de las actuales provincias de La Rioja, Tucuman, Catamarca y parte de Salta, vivia un conjunto de pueblos que, aun que diversos, tenian una profunda identidad cultural y una lengua en comin: los diaguitas. ‘A semejanza de los pueblos andinos, practicaban la agricultura con andenes y riego artificial, y la crianza de. llamas. Estas actividades se complementaban con la re- coleccién de frutos, entre ellos los de la algarroba. Eran grupos sedentaries, que vivian en aldeas, con fuertes lazos comunitarios y, si bien no integraben una unidad politica, tenian jefaturas que decidian en mate- “A ria econémica, politica y militar. El centro de su religiosidad era et culto a elementos naturales como el Sol y, especialmente, la Ma- dre Tierra o Pachamama, a la que ofrendaben el primer trago, bocado o fruto para asegurar la fertili- dad en el campo y el buen parto de las mujeres. Por eso, la agricultura, més qua una actividad econd- mica, era un azo vital entre los hombres y mujeres con la naturaleza,y facilitaba la ntegracién de su 5 : existencia con la tierra. jefoturas. La zona en la que habitaron los diaguitas, la de mayor concentracién de- Freodl ante, er ere mogréfica de nuestro teritorio hacia el 1500 (aproximacamente con 200,000 arian habitantes), recibié claras influencias de las culturas andinas: de Tiahuana- comic ooe 9, primero, y de los inces a partir de 1480. Los incas dfundieron el que- ue ei chua, amplaron la ted de caminos y los protegieron con ciucades fotifi- cadas que se construfan en lugares muy elevados: los pucarés. fo mre tnd po es gis pra mole rans. Los guarantes buscan Io “Tierra sin Mal" Desde antes del 1000, un conjunto de pueblos que pseian una cuturay una lengua en comune! guaran ‘comenzaron a desplazerse desde las regiones amazéni- cas hasta la confluendia de ls ris Parana y Paraguay. Hacia el 1100, ya esteban instalados en as riberas misio- nerasy correntinas, y, poco antes de Is llegadla de los es- pafoles, algunos grupos se habian trasladado en ca- noas hasta la zona del Delta del rio Parana. Considerados en conjunto, eran un pueblo muy rnureraso ya que, hacia principios del siglo »v, ascen- dian a 1.500.000, dvididos en varias tribus intaladas en un territorio enorme de selvas y montes, que hoy se reparten la Argentina, Paraguay y Brasil es ures vin en Los quaranies eran comunidades de agricultores sedentarios que establecian aldeas protegi | zum seitias das por empalizadas y fosos a partir de casas eomunales en las que se alojaban varias familias, Uti- coda oils de as ts Prey Pop lizaban la técnica de roza y quema para plantar mandioca, batata, maiz, mani, porotos y zapallo. En el monte y en la selva recolectaban frutas silvestres, palmitos de palmera, miel de avispas y ho- jas de yerba mate. Estas hojas las molian y luego las mezclaban con agua fra o caliente para pre~ pparar una bebida que colocaban en el interior de una calabaza y la que bebian chupando con una cafita hueca que, en une punta, tenia una especio de filtro. Para pescar utilizaban flechas especiales con la punta parecida al arpén, trampas hechas con canastos yun sistema de pequefios diques, cuyas aguas estaban contaminadas con venenos vege- tales que paralizaban a los peces Una idea central de su religion era la existencia de la “Tierra sin Mal", especie de Paraiso terre- ‘nal sin dolor, sufrimiento ni injusticia, La busqueda de esa tierra, que impulsaba la emigracién ma- siva, brindabe sentido a la vida de los guaranies, Cazadores y recolectores del Chaco ‘Antes del 1500, [a llanura chaquefia era sindnimo de abundsncia, ya que alli habitaban gran cantidad de animales y muchisimas aves, junto con una extonsa varie- dad de plantas que ofrectan frutos y semillas, como el algarrabo, el cha- jar o el mole. Por esta razén, chacu, en quechua quiere decr ter torio de caza En esta zona, que se extendia por las actuales provincias de Formosa y Chaco y zonas préximas do Bolivia y Paraguay, habitaban diversos pueblos, entre los que se desta~ a caban los matacos y los tobas o komlek, arnbos. ———— pescadores, cazadores y recolectores. Lap ———— bra “toba" quiere dec frentén, y¢s el nom- bre que les pusieron los guaranies, por la tradi. cién de depilarse la parte superior de la cabeza prolongando el efecto de la frente. Puro ana bas y motes bon oes lcs, comes que {osm shone bobo ota poe, desc feng. Ss press peri ran exis, tasty aaa: gos eis. ena, pcs, nats, prs, oes pene 68 The Name fy y 07 ue — ehelche. Chonda excoseon let ‘auto oe ger: Extonces Adee le, eter lt fel neal ces y Cage ede sone mis esplsias. Los tehuelches vivian en toldos El pueblo de Ailyn, los tehuelches, vivian en una amplia zona situada entre el sur de la Pa- tagonia y la actual provincia de La Pampa. Armados | de arcos y flechas con puntas de piedra y boleadoras, es- tos expertos eazadores cecorrian largas distancias a pie (més de 2.500 km anuales), en un desplazamiento regular de |as costas a la montafia. A lo largo de este recorrido, seguian las huellas de los quanacos y los fancies, También atrapaban pumas, zorros y lie- Lost ous bres. Sin embargo, jamas comian lobos se amin an pals marinos ni peces porque, segin sus ‘estas yon pes tradicignes, éstos eran hombres a de gaa los cuales los dioses habian transfor- mado en animales para castigar su mal comportamiento, Como los tehuelches eran némades, con pieles de guanaco y estacas de madera armaban toldos desmontables para faciltar los frecuentes trasledos. Cada familia Vivia en su toldo, a veces con los abuelos. Varias familias juntas podian compartir toldos mas grandes que, en conjunto con otros, formaban la tolderi Los hombres de la tierra cercana al fin del mundo La diversidad cultural también se evidencié en la isla que, en el siglo xu, los espafoles llama- ron Tierra del Fuego, por les fogatas que en las noches divicaban desde sus barcos. ietierst ie Alli vivieron los onas (o selk’nam, como se llamaban a si mismos), quienes formaban parte del Tronlurtenaly | pueblo tehuelche, Establecidos en la zona norte y centro-sur de la isla, cazaban quanacas, zorras famaisencuydohs | av€S, y recolectaban hierbas, moluscos, frutos y huevos de aves, Para protegerse del fio, usa- cone lan, pean | ban mantos de pieles, desde el cuello hasta los tobillos, y se untaban el cuerpo y la cara con ga- dnketgn pins | sa de animales mezclada con polvos de colores con los que pintaban dlbujos que mostraban las apo, ool ok situaciones particulares por las que atravesaba cada persona: si estaba de luto, si se casaba o si couric | So particulares por las que atravesaba cada pers. * as iba a la guerra En el extremo sur, a orillas del canal del Beagle y las islas préximas a éste, se Uubicaban los yémanas, que eran pueblos canoeros y pescadores maritimos que pasaban gran parte de su tiempo navegando, porque su economia dependia del océano y sus recursos: pescaban diversas especies de peces, cazaban lobos marinas y focas con arpones de hueso y recolectaban cangrejos y majllones, Los miembros de la familia participaban en conjunto de la bis queda de alimentos: en un extremo de la canoa, el hombre con el arpén atrapaba los animales; en el otro, la mujer remaba y recolectaba moluscos, mien- tras los hijos, en el centro, se encargaban de cuidar que el fuego no se apagara. seas van en hea come la qu os ver on «sl fog de princi el igo Espsjaa Secundorio NEA ~- 49° aro — Historia ——~ Prof. Femando Djeordjian Bibliogefia consulta: Guillermo Magrassi, “Los aborlaenes de la Argentina", Ed. Busqueda-Yuchdn, 1987- Carlos Martinez Sarasola, “Nuevo paisanos los Indios", Ed Emecd, 1993- Miguel Angel Palen: "Ela y el gigame", Genis, 2005 La cultura Tehuelche Nuestra presencia humana en la Patagonia data de 15.000 afios atrds, cuando Ilegamos progresivamente en tandas, provenientes desde ef norte del continente, cazando animales luego extinguidos como el milodén, el tigre dientes de sable y el pequefio equino americano. Realizamos arte pictérico, que comenzé con el registro de las Cuevas de las Manos, en Rio Pinturas, hace més de 9.000 afios, que posee un sentido magico- rogativo. La naturaleza nos offecia sus recursos: guanacos, fiandies comunes, choiques, pumas, huemules, pudiies, zorros, piches, frutos silvestres,calafates, patos, cisnes, comadrejas, nutrias, lobos marinos, almejas, caiquenes, cuises. Hace unos 5.000 afios nos especializamos en tallar puntas de flechas triangulares con pedinculo y aletas (cola de pescado). Nos denominamos: aonik-enk, o chonik (en la actual Santa Cruz) y guenakén (mas al norte). Los mapuches, que nos influenciaron ‘mucho, nos denominaron “tehuelches"(gente tosca). En bandas semindmadas de entre 30 y 200 miembros recorriamos anualmente la meseta arribando en invierno a las costas del mar. Eriglamos toldos de cueros cosidos (Kau). Eramos altos y robustos. Usibamos cabello largo, los varones con vincha, las ‘mujeres eon trenza. Nos cubriamos con falda o chiripd, y con quillango de piel con el pelo hacia adentro, pintado el exterior con coloridos disefios geométricos. Calzibamos tamangos mocasin de piel con pasto interior, luego reemplazado por bote de potro. Sustituimos el arco corto por la lanza larga 0 chuza, adaptando luego el poncho pampa. Desarrollamos boledoras. Enterrébamos a los muertos en cueros, colocdndolos en bajo monticulos 0 chenques orientados hacia el punto cardinal sagrado: el este atlintico, desde donde partiera hacia tierra, segiin la leyenda, Elal o Elengasen (héroe civilizador), hijo del dios Kooch. Los europeos relataron sobre nosotros, entre ellos, el primer cronista Francisco Antonio Pigafetta, que desembarcé,en Ia exploracién de Hernando de Magallanes (1520) y nos vio durante los seis durisimos meses en que recalaron en Bahia San Julién. El ‘nos llamé “patagones”. Entre 1869 y 1870 el capitin Musters recorrié las sendas con nosotros y publicé su libro etnolégico en 1911. | Distintas razones motivaron nuestra desapari ~ Bl avance del ejército argentino entre 1881 y 1884, durante Ia presidencia de Julio Argentino Roca, tras la Campatia al Desierto, que termind con los caciques Saihueque, Inacayal, Foyel, Casimiro, Catriel) - Hubo epidemias de gripe y viruela, para las cuales no tenfamos defensas por haberlas contagiado el blanco (Huinca) = La introduecién del ganado ovino requirié alambrar las mucvas estancias, por lo que fuimos considerado molestos para la lad productiva (nosotros desconocfamos la propiedad privada, y no nos adaptabamos a la vida sedentaria) = Un proceso de aculturacién hizo que perdiéramos la identidad y la lengua. El alcohol nos debilité y domind. En muchos easos ‘evitamos traer nuevos hijos para que no suftieran, Resistimos pacificamente hasta la década del °20. = Hoy unas pocas decenas permanecemos en la pequefia reserva de Camusu Aike.

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