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Bases de la Teoria del Apego 1. El apego zQué necesita un nifio para sentirse valioso y para confiar en los demas? ;Cémo construye la seguridad que le permita enfrentar los desafios y tomar riesgos? Qué experiencias potencian la resiliencia frente a la adversidad? ;COmo influyen las relaciones tempranas con los padres en la estructuracién mental, en las relaciones de amistad y de pareja, y en Ja manera de ser padres? Desde la investigacién y Ja teoria del apego han surgido formas de responder cientfficamente estas preguntas. La teoria del apego, centrada en la comprensién de los vinculos humanos mas profundos, y en como estos vinculos estructuran la mente, constituye hoy la teorfa mas validada sobre el desarrollo emocional y social de que la ciencia dispone actualmente. Ha permitido responder preguntas fundamentales, no solo para la teoria y la clinica psicoldgicas sino también para la salud publica y la crianza. Qué es el apego? Usamos comunmente la palabra apego como un sinénimo de amor o de afecto, para referirnos al lazo que nos une a alguien, o incluso a algo. Pero en el marco de la teorfa del apego el término se refiere a un vinculo muy particular, el que nos une solo a personas, muy cercanas y muy especiales. Solo unas pocas personas, aquellas especiales como los padres en la infancia, 0 la pareja 0 un amigo intimo en la adultez, tienen la potencia tnica de una figura de apego: dar seguridad, generar la calma y la regulaci6n emocional en los momentos de mucha intensidad, y habilitar nuestro mejor funcio- ane No todas las personas a las que nos une un vinculo emo- al son figuras de apego. Un ejercicio sencillo para distinguir cual es imaginarse a uno mj afar, por ejemplo, €n un acciden sey Mereq, faacion de la que uno ha salido ies, Sm. a snovilizado, al tomar su aoe D (en arfa? Esa persona a quien uno, lamaria ién lam nas afectivamente 854, has perso! Cetcanas, apego- Hay merdadera oe ere. eos los de protic joment’™.ita hablar con algun: i ee ae Piero neconenn Prot inaria sen: ‘sentirse sentido” elas, a Se modula, organiza, calma. Con la figura te ieee una interacci6n seeuace que permite procesary jar las emociones. ee ee 5 a aes tro de ener. Urata contacto con el cu: stado de mayor Organi. a angulidee eek doble funcién: es complementa. Ta figura de ope de la cual explorar y un refugio al cual jamente una base desde 2 ificiles. En condiciones de ests | oan resentan situaciones dificiles. c la cee de la figura de apego es evidente: se busca inme. fimeiin de eRe n ella, y ese contacto calma, consuela, dy ee 2 TE oinimnizat el afecto negativo. En condiciones Pe clot de la figura de apego también es bisica, aqui pamles Bee astesibleds seguridad y respaldo para animarse base: saberla 6 ade re Jo largo de toda la vida el bienestar y la salud mental de i persona dependen en gran medida de su capacidad Ce a vinculo con una o més figuras confiables, que sean capaces eng, nizar emocionalmente con ella y de darle sostén emocional y protec: cidn en la necesidad, y aliento y respaldo en los momentos pana La regulaci6n emocional es un proceso diddico, que a vés de la conexi6n y las respuestas sensibles de una figura ene Cuando un bebé nace carece de toda capacidad para pee Depende totalmente de los padres; de su cuidado, de su atencién, ii Su contencién, Solo a través de la interacci6n con la persona on culda un nifio va construyendo la capacidad para regularse. ee peas semanas lo que el bebé necesita regular son sus nec ae = fisicas: e] hambre, la sed, el suefio, la excrecion. la pe que mantenerse muy sensible para entenderlo y muy dispovi en : miata renee, de aqui en adelante se nombraré como pe emit SStafincign, “MA de que puede ser otra u otras personas la ofrecerle lo que necesita. Asf lo ayuda a calmarse cuando se apoderan de él emociones intensas, y lo lleva a mantener un estado de mayor tranquilidad. Gradualmente el bebé va incorporando nuevas nece- sidades y las respuestas de la madre van teniendo que ampliarse. El bebé puede necesitar mirar, jugar, entrar en juegos vocales, interac- tuar cara a cara, explorar. Ya muy pronto no son solo las necesidades fisicas y el contacto cuerpo a cuerpo. La madre tiene que ir cambiando y adaptandose, construyendo otras formas de llegar a él para modular sus emociones y responder a sus necesidades. Puede entender lo que el bebé necesita tomando su perspectiva. No es un proceso facil, ya que entender a un bebé es como aprender un idioma. Hay que mante- ner una fuerte conexi6n con uno mismo, pero no para conectarse con lo que uno necesita, sino con lo que uno necesitarfa si fuera el bebé, desde él. La empatia debe ser maxima, y no s6lo sirve para entender y responder, sino que ademas en ese proceso la madre le “presta’ su mente al bebé para ayudarlo a organizar y modular sus emociones. A partir de las respuestas sintonizadas con las necesidades del nifio, la madre lo va llevando a un estado general de tranquilidad, en el que predominan los sentimientos positivos. Ademds va ayudéndolo a experimentar y registrar sus emociones sin quedar desbordado. Esta experiencia, repetida una y otra vez y mantenida alo largo del tiempo, es crucial. Asi, gradualmente un bebé va incorporando capacidades para autorregularse, Empieza a encontrar las formas de calmarse, a desarrollar las estrategias para enfrentar sus emociones negativas, a ser capaz de tolerarlas y a buscar lo que necesita para transformar- las en positivas. Este es un proceso que lleva muchos afios -toda la vida-, pero el primer afio es basico. En este periodo el bebé adquiere el nucleo de las capacidades para experimentar, expresar y modular sus emociones. Bowlby (1969, 1982) definio originalmente el apego en nifios pequefios como una disposicién a buscar proximidad y contacto con una figura especffica en ciertas situaciones, en especial cuando el nifo esté asustado, cansado 0 enfermo. En la actualidad, el vinculo de apego alude ala conexién emocional con una figura ala que una per- sona se vuelve en forma selectiva cuando necesita consuelo, apoyo, aliento o proteccion. La necesidad de volver a la base cuando se pre- sentan situaciones dificiles -vitales o emocionales- no es privativa de Ja infancia. El apego es un sistema con vigencia durante todo el ciclo vital, “desde la cuna hasta la tumba’ (Bowlby, 1988). El intercambio regulador con una figura de apego se mantiene a lo largo de toda la vida, aunque las figuras que cumplen esa funci6n suelen ir variando en ee 16 fancia, el vinculo de apegg «= jempo. En Ia ip Ree, Se est alo largo del ao ‘cuidadores primarios. Mas tarde parece Hee con los padres go, que complementan 0 Feemplazan los, antasnues 5 is de pre Ja pareja. Necesitar y buscar el sostén y Ja cometes igo i nellas no implica dependencia. Mas bien cons Min up i 10s, sino los seres humanos de Re eaten esaroe felicidad y son fe So edades ev gus talentos cuando pueden erie ae Mad al maxiin® ten una o més personas de confianza que vend, e5palds a si aparecen dificultades. Estas an a ena me sopra dese la cual pueden enel mundo (Bowlby; 1973). Moverse oo Un vineulo de apego puede o 10 ser rect La figura de apego es: proco. En la infancia, el nifio establece un yin. iamente: culo. de apego con sus padres, pero el SC * de los padres hacia el nino no es de ee ipo de vinculo afectivo. Los Una base deste lacual OOP? Pees Opis flguiras cesar explorar. no son el nifio. Las figuras de apego en la adul. tez son otros adultos: los padres, la pareja, un - Un refugio al cual volver amigo. ee figuras de apego de ies ancianos a son muchas veces sus propios jos. Soe cumple la funcién dela aie de ene tuaciones dificiles. variar a lo largo de la vida, pero la funcién que “=== cumple es siempre la misma: brindar sostén, calmar, regular emocionalmente. El sistema de apego opera en un equilibrio calibrado con el sistema de exploraci6n. Frente a situaciones estre- ‘santes se activa -en todas las edades— la necesidad de tomar contacto conla figura de apego. En la infancia, cuando un nifio se siente angus tiado, en peligro o enfermo, inmediatamente busca tefugioy en el contacto fisico con su figura de apego. Cuando se siente tral : ee ete i entrega a otras actividades como la erp apeg0: El a aa zaje, que pueden tener lugar lejos de la figui@ 5 tree ou ees ee eicnel que esta siempre oe tinua la prox; mma lleva al nifio a monitorear de maneta° se ae, et accesibilidad de su figura de apego. Si ue Presencia de su figura de apego, la mot!” 20 Elapego ‘i Para explorar y aventurarse mas alld se inten- _ i anes Tees alguna condicién estre- Seguro significa siente mal, se vuelve rapidamente bucess_Cimsianete "én consuelo y protecci6n. Se activan conductas orientadas a lograr el acercamiento. En un Primer momento, estas conductas consisten Del latin: sine cura. en aferrarse, lorar, seguir, buscar el contacto ms fisico, y las comparten los humanos con los lates. La teoria del apego fue desarrollada ‘almente por John Bowlby (1969, 1988), que dio a la teoria una base biol6gica. Desde una perspectiva evolutiva, el apego cumplié la funcién de aumentar las probabilidades de sobrevivir. Al mantener la proximidad con una figura adulta protectora, los individuos jovenes, mds vulnerables, se mantenfan a salvo del peligro y de los predadores. En la primera €poca de la vida, muchos de los comportamientos de apego pueden observarse en otras especies. En un sentido biolégico basico, el sistema de apego cumplié una funcién adaptativa para la supervivencia. Nacemos genéticamente preparados para establecer un vinculo intimo con algunas Personas en especial, discriminadas de las otras, con las que formamos una relacién particular de protec- cion. El vinculo de apego no es un vinculo exclusivamente humano, y cumple una funcion en la supervivencia. Pero de este vinculo bio- l6gicamente impulsado, el vinculo de apego, surgen muchas de las caracteristicas mas sofisticadas de conexi6n interpersonal de las que los seres humanos somos capaces. Hay una interacci6n complementaria entre exploracién y com- portamiento de apego. Cuando la figura de apego esta disponible, el sistema de apego esta relajado. La sensacién de seguridad desactiva las conductas de busqueda de proximidad, y da lugar a la explora- cion Gptima, e inversamente, el estrés y la inseguridad dan lugar alas conductas orientadas a lograr la proximidad con la figura de apego y detienen la exploracién. Los objetivos de exploracién son reem- plazados por la necesidad de tomar contacto con la figura de apego. Exploracién y apego son dos sistemas en un continuo balance. Esta situacion es facilmente observable en cualquier parque: un nifio juega entusiasmado en la arena con su balde ysu pala, relativamente lejos de su madre. La exploracién esta activada, y las conductas de apego, desactivadas. Cada tanto gira y verifica que la madre esté cerca y accesible, y si lo esté, contintia su juego. Stibitamente escu- cha el ladrido amenazante de un perro que lo asusta. Interrumpe el preocupaci Inés Di Bartolo » ¥ se act z juego. Se desactiva la oral mn, ¥ ‘ a de apego: esti © vanlas conductas ape are eae todo y se dirige hac i brace. it ae ae a alee consul y al contacto, delogary de mantener galmarse, gracias al COMETS 1, arena, el juego y S s 4 um estado mental dese-retoma ott iit EO a activarse [a explora i ita balde y la Da | desactivarse las conductas guridad, que le permit oon y vuelven con la figura de apego a nif experinenta, de apeK. Fl or eg de la calma des- da lugar al restablecimie ace cexpresar y regular las ués de una experiencia de doeewaee yn. En emociones. fea complementaria, es contar con Rees de apego disponibles lo que permite hacer Elvncl de apeqoes ex ‘eraciones cada vez mds alejadas sabiendo a te se puede volver en caso de necesidad. La figura de apego funciona doblemente: como emocional. una base desde la cual explorar, y como un , is refugio al cual volver. La seguridad de contar con esa base a la que se puede volver en caso de necesidad aumenta las posibilidades de alejarse y explorar, En la infancia, la exploraci6n y la autonomia se amplian si un nifio recibe respuestas adecuadas a sus necesidades de proximidad cuando las precisa. Saber que se cuenta con una figura de apego disponible da lugar a la amplificaci6n de afectos positivos en los estados de juego y exploracién (Schore, 2003). Potencia el interés e impulsa a aventurarse mas alld. No solo crea una sensaci6n de segu- ridad, sino también una curiosidad cargada que motoriza la explora- cién de nuevos ambientes fisicos y sociales. la ieeeg complementaria entre exp! conceptualizada como exploracién a partir de una b - wl ase segura aoa et ae 1978). El nino vuelve a la figura de apego ana necesita, i 8 y de ella se aleja confiado para explorar, sabiendo que un vinculo de requlacién loracién y apego es una persona crece, permiti aumentando a medida que alejadas de la papas indole hacer q 4 Bi Seguro” alude a Ja n el contexto dela teoria del a i a a tec 'pego, el térmi: nfianza de un individuo en Ee una its nifio que siente que cuer continuamente su atencion ¢ arriesgarse—a explorar el ambi De manera inversa, en el mom« figura de apego esta accesible, pen y la atenci6n se centra en mi de apego (Ainsworth er al., 1978). La disponibilidad de la figura de apego esta asociada a la autonomia y a la independencia, desactiva las conductas de apego y da lugar a la exploracién 6ptima. No solo las experiencias atemorizantes 0 dolorosas son estresantes. También es estresante lo nuevo, lo desconocido, lo intenso. Buscar, tolerar € incorporar la novedad dependen también de contar con Ja interac- cién organizadora con la figura de apego. 2. De lo interpersonal a lo interno: modelos mentales de apego Elapego como sistema es normativo al desarrollo y es universal. Un bebé nace genéticamente programado para establecer una relacién de apego con un cuidador primario, y solo en muy graves condicio- nes, como el abandono o la institucionalizacién, el vinculo selectivo con una figura de apego discriminada del ambiente no se establece. Sin embargo, aunque esté establecido, el vinculo de apego puede fun- cionar en forma eficiente o no, o incluso puede funcionar en forma perturbada. La medida en que la figura de apego cumpla para el nifio -y ulteriormente el adulto- la funcién de base segura, potenciando la exploraci6n y reinstalando la seguridad, constituye la cualidad del vinculo de apego, y ya no es universal sino que es variable. Las dife- rencias individuales dependen de las experiencias personales de cada individuo con su figura de apego. Desde que nace, un bebé va teniendo miltiples experiencias con su madre u otro cuidador primario, a quien a lo largo de sus primeros meses se va apegando. En distintos momentos, de mayor al stas que —porque o menor necesidad, va recibieng de Ee enteia eae i ja- se st \ isma persona quien las da- RAE Rear A ibd que las experiencias se acum elt ee = tru 5 jue va a pa’ int a construir expectativas sobre lo q Eee Be a con esa persona, y a esperar en funcion de lo ate arcade ee ejemplo, la experiencia repetida de ser consol alm madre al sentirse asustado 0 angustiado, lleva a un tiny een! la . a cias de desregulaci6n, ella expen ya Ce Ue ae a anieatTS En cualquiera de los uesta capaz eo eae 5 ee ies de perterelas concretas de interaccion que se repiten y conforman patrones esperables, la interaccién se modela en la mente. Se construye una representacién mental en funcion de las experiencias. La interaccién concreta se generaliza, se abstrae y se traslada a la mente (Stern, 1985). La representaci6n contiene una especie de resumen de las experiencias y expresa un estilo de inte- racci6n con la figura de apego. Como representacion mental, pasa a formar parte del mundo interno de un nifio. Las experiencias inter- personales configuran asf el mundo interno. Una vez construidos, los modelos mentales impactan sobre el intercambio interpersonal. Regulan lo que se puede esperar de la figura de apego en las diferentes situaciones. Un nifio moldea una imagen de la figura de apego y de s{ mismo de acuerdo con sus expe- riencias. A su vez, estas expectativas, una vez construidas, guian la conc La representacién de una figura de apego disponible, capaz © dar respuestas que calman en los momentos de necesidad, lleva a 2 ning a buscarla en situaciones de estrés, Alainversa, la experiencia ‘4 Ce no encontrar un eco responsivo en ella, lleva a in construcci6n de una re i un nifio ala de ella una regulaci6n eae Hoe ee eene se pee necesidad no se la busca (aun cuando se ae. a los Momentos de que a veces recibe respuestas a declan Necesite). Sila situacin es erratica, es posible que el nifio se or ioe en eoe8 NO, de una forma los momentos de necesidad, pero Aa nahn buscar a su figura en Ponibilidad no le permita llegar a et efeltaide confianza en su dis- ‘azespuesta puntualalasituacign, © PO* completo, més alld de un sentido, guiando en con; Seneran versiones similares Elapego 21 mentales las personas comprenden, construyen y acttian en sus rela- ciones, de manera tal que lo que sucede en las relaciones actuales sea consistente con su experiencia pasada. De esta forma, las representa- ciones internas imprimen su sello ala experiencia interpersonal, con- firmando y generando versiones de relaciones que se parecen a las telaciones conocidas. Después de la primera infancia las relaciones con las figuras de apego pasan a estar dominadas y organizadas por los modelos mentales. Lo interpersonal configura lo interno, y luego lo interno configura lo interpersonal. Figura 1: Representacién de la interaccién con la figura de apego Comportamiento con la figura de apego Expectativas Representacién de la interaccién con la figura de apego t t t t t Experiencias de interaccién Experiencias de interaccién Experiencias de interaccion A estas representaciones, Bowlby (1973) las denominé modelos internos de procesamiento (Internal Working Models).Son modelos mentales que regulan la interaccidn con la figura de apego y que guian el procesamiento de las experiencias afectivas interpersonales. Contienen dos elementos basicos (Bretherton, Ridgeway y Cassidy, 1999): 1. Una representaci6n de la figura de apego, uno de cuyos rasgos centrales es su disponibilidad: qué se puede esperar de ella cuando se la necesita. 2. Una representacién complementaria de si mismo, uno de cuyos rasgos centrales es la representacion del propio valor, de cudn aceptable y cudn merecedor de ayuda yy protecci6n es uno alos ojos de la figura de apego. La imagen mental de lo que se puede recibir de la figura de apego en una situacion de necesidad se construye a partir de la experien- cia concreta en repetidas situaciones de necesidad. Lo que se espera recibir depende de lo que se haya recibido, y estas experiencias configuran una parte central de la imagen de la figura de apego: su 2 : confiabilidad y purer aeons and Representaciones de apego: blemente unida a esta imagen de la fi de apego, como la otra cara de la mot © Son estructuras mentales gst la imagen de uno mismo. Cudnto cognitivo-afectivas, espera recibir y cudn disponibles ql para nosotros es ioe rae Be ga a Ps ‘ jos del otro, fo uno | ~Canene persamiriss, noe rcibircuando necesita del to. Un nifio que recibe respuestas empati- abjetivos. cas por parte de un cuidador consistente- mente disponible para él en los momentos de necesidad desarrolla una imagen de la La riencias interpersonales. figura de apego como confiable y disponi- ble, y complementariamente, una imagen _ *Incluyen una imagen del de sj mismo como valioso y merecedor de otro yuna imagen deuno amor. Un nifio que no puede, basado en sus experiencias anteriores, esperar que su _ figura de apego i dé una ee apro- i Aneiae| jiada cuando la busca o cuando la nece- = Filan cxPeTenas Ms ascertain representacién del otro como incapaz de responder empati- camente. Complementariamente interna- liza una representacién de sf mismo como miento interpersonal. poco merecedor de apoyo y proteccidn. a ne Asi, las expectativas sobre la respuesta de los cuidadores evolucionan hacia repre- sentaciones mds amplias sobre uno mismo y las figuras de apego, las representaciones de apego. Las representaciones de apego corresponden al mundo Tepre- sentacional. No es el mundo real, pero condiciona cémo se vive en el mundo real: cémo se experimenta subjetivamente, cémo se com- prende, cémo se reacciona en el mundo real. Las Trepresentaciones de apego provienen de las relaciones primarias, y por eso, acceder a clas. es como acceder a los restos de una civilizacion en una excavacién arqueolégica. Asf como los restos arqueoldgicos contienen elementos que permiten reconstruir las costumbres de una civilizacion antigua, los Patrones de apego contienen los elementos que permiten recons- truir las caracteristicas de las relaciones primarias. estan internalizadas como modelos y filtran la actual, son restos con vigencia que ejercen efe sentimientos, planes y * Son producto de expe- mismo. terpersonales. Regulan el comporta- Yala vez, porque interpretacién de lo ‘tos en el presente y Elapego 23 condicionan las relaciones actuales (Di Bartolo, 2009). Las representa- ciones de apego permiten conceptualizar el puente entre la experien- cia interna y la experiencia interpersonal. 3. La Prueba de la Situacién Extrafia, el paso cientifico 4C6mo acceder a las representaciones mentales, tan abstractas y tan inaprensibles? No pueden ser observadas directamente sino que tienen que ser inferidas de lo que es observable. Con un estudio pionero, Mary Ainsworth revolucion6 la teorfa y la investigacién del apego. A través de un procedimiento de laboratorio hoy clasico —la Prueba de la Situacién Extrana (Ainsworth et al., 1978)-, las repre- sentaciones mentales de apego se pueden medir. Es posible tener un acceso confiable y metodolégicamente valido a las representaciones o patrones de apego de un nifio a partir del ahlo de edad. La investiga- cién que incluye este procedimiento ha sido considerada por psic6- logos de todo el mundo entre los cinco estudios mds revolucionarios en psicologia del desarrollo de los tiltimos cinco afos (Dixon, 2002). Ha sido replicado y utilizado en una vastisima cantidad de estudios en todo el mundo. El procedimiento consiste en una prueba de labo- ratorio relativamente sencilla de aplicar, que se utiliza con nifios de entre doce y dieciocho meses. En ella se operacionalizan los concep- tos basicos de la teorfa del apego: el nifio participa con su figura de apego de una serie de situaciones que combinan exploracién y estrés, y se observa su conducta. La prueba, que dura aproximadamente veinte minutos, se ejecuta en una serie de pasos: el nifio entra con su madre, padre o figura de apego en un estimulante cuarto de jue- gos desconocido para él. Después de unos minutos entra una persona que no conoce, que entabla conversacién con su madre y luego juega con él. Alcabo de unos minutos Ja madre se va, y el nifio se queda solo, con el extrafio durante dos minutos. La madre regresa luego, perma- nece unos minutos y vuelve airse. Esta vez el nifio esta solo. El extrafio entra y trata de calmarlo. Finalmente la madre regresa, y al cabo de unos minutos la prueba finaliza. La prueba plantea al nino una situacién de estrés creciente, en la cual el nifio se tiene que quedar dos veces, una vez en compafifa de un extrafio y otra vez solo, en un lugar desconocido. Hay dos separacio- nes, y sucesivas a ellas, dos reuniones con la figura de apego. ;Cuanto confia el nifio en la respuesta de su figura de apego cuando vuelve, Inés Di Bartolg 24 0 y por lo tanto, cudnto la usa y le sirve para eee medida ide esta confianza es su motivacién para buscarla pee AP a v3 my especialmente, su capacidad Pare: Sea a Tas ioe eae una vez que la recupera. La pruel : s se ae enel mismo punto dela prueba, y enor la yen al cabo del mismo tiempo de separaciOn. Pero no todo: gins tes cionan de la misma manera ante su partida ni aoe ae eri n en la prueba es el resultado de sus exp: C eae ae apego. Dirigen su conducta en funcion de lo que pasé antes. Sobre la base de sus experiencias, el nifio organiza qué hacer en relacion con su figura de apego y cémo calmarse en momentos de estrés como el que se observa en la prueba. Los aspectos clave dela conducta del nifio durante la Prueba de la Situacion Extrafia son: 1. _Exploracién del ambiente desconocido al inicio de la prueba 2. Reaccién ante la partida de la figura de apego 3. Reacci6n ante el regreso de la figura de apego En esta prucba se observa el funcionamiento complementario entre apego y exploracion. Al entrar con sus madres u otra figura de apego al cuarto, que esta ambientado con juguetes para la edad Q, la mayor parte de los nifios parecen tranquilos en su compafiia y se muestran interesados y comienzan a utilizar los juguetes. La explo- taci6n esta activada, y las conductas de apego desactivadas. Cuando la madre se va (2), quedarse solo 0 en companiia de un extrafio en un lugar poco conocido genera en casi todos los nifios una reaccion de malestar intenso, que se expresa de la activacién de conductas de apego: protestan, Horan y buscan activamente a la madre cami- nando o gateando hacia la puerta por donde salié, La exploracién se desactiva. Los nifios interrumpen el Juego y pierden el interés por Jos juguetes. Si bien algunos nifios pueden mostrar indicadores mds débiles de angustia, précticamente todos muestran signos de males- tar. Pero no es este el elemento més revelador de la prueba. Lo es, en cambio, su conducta en los episodios de reencuentro con la madre 4 Teunion constituye el indicador mas confia- Diese ae can a aa la figura de apego. Lo esperable racidn/ ne ae a ane a angustia promovida por la sepa- rica bee Peto presente en todos los casos, llevara al Sentemente la proximidad y el contacto conla figura de apego cuando ella vuelve, camin: 5 ando hacia ella, levantando los brazos, abrazéndola, La mayor Parte de los nifios despliega estas Elapego - conductas: buscan inmediata y claramente a la figura de apego a su regreso, logran la proximidad y una vez satisfechas sus necesidades de contacto, se calman con rapidez y retoman la exploracién. Sin embargo, no todos los nifios reaccionan buscando la contencién de la figura de apego, ni todos organizan una estrategia para buscar la proximidad, ni todos son capaces de calmarse con el contacto. Algu- nos nifios, al reencontrarse con la madre luego de la separacién, pre- sentan conductas sutiles de evitacidn: se acercan a ella, pero cuando la madre se agacha para alzarlo, ellos tiran hacia atrds sus brazos, © los bajan; o mientras los levantan se distraen con un juguete; o no se dirigen a ella en forma inmediata cuando retorna. Otro grupo de nifios también busca claramente la proximidad y el contacto con la madre cuando vuelve y se aferran a ella sin signos de evitacin. Pero no logran nunca restablecer la calma a través del contacto, y no retoman nunca el interés por los juguetes. Otro grupo de nifios parece desorganizado, al punto que cuando la madre reaparece pue- den incluso alejarse de ella como si su presencia fuera amenazante en lugar de tranquilizadora. La clasificacién est4é muy detalladamente tabulada. Ainsworth (1978) clasificé tres categorias generales para los patrones de apego: seguro (B), evitativo (A) y ambivalente (C). Unos afios mas tarde, Main y Solomon (1986, 1990) describieron un grupo de nifios que presenta- ban mucha dificultad para ser clasificados dentro de alguna de las tres categorias anteriores. Se establecié una cuarta categoria, el patron de apego desorganizado (D), que fue incorporada ala clasificacion gene- ral de los patrones de apego. En funcidn de los tres tems de mayor interés de la prueba, la conducta de los nifios en la Prueba de la Situa- cién Extrafia puede ser clasificada en cuatro patrones generales. Patrones de apego en la Prueba de la Situacién Extraia Seguro (B) 1. El nifio explora libremente el ambiente desconocido al inicio de la prueba. 2. Mwestra signos de angustia al separarse de la figura de apego. La exploracién disminuye o se detiene. 3. Al reunirse con la figura de apego la busca activamente y con el contacto se calma con rapidez. Retoma la exploracién. Inés Di Barto) 26 as Evitativo (A) a 1. El nifio explora libremente el ambiente desconocido al inicio de |q pruel ; 2, Puede mostrar menos signos de angustia al eee de la figura de apego. La exploracién puede continvar por momentos. i ignos de evitacién (tira | i la figura de apego muestra signos de ev ee ee eee ieee los juguetes que en retomar el contacto, etcétera). Ambivalente (C) 1. Muchas veces la exploracién del ambiente desconocido al inicio de la prueba es limitada. 2. Muestra claros signos de angustia al separarse de la figura de apego, La exploracién se detiene. 3. Al reunirse no se calma. Puede alternar la bisqueda de contacto con rechazo, Desorganizado (D) 1. La exploracién es en algunos casos limitada y en otros libre. 2. En la separacién pueden aparecer comportamientos bizarros: aleteo, golpes en la cabeza, etcétera. 3. En la reunién es dificil comprender la intencionalidad de la conducta, Muchas veces busca la proximidad con la figura de apego en forma extrafia y desorientada (i.e., comienza a acercarse y de pronto se detiene como congelado; se acerca Pero caminando hacia atras). Los diferentes estilos de conducta en 1; momento crucial de la reunion después de las Separaciones, permi- ten inferir cémo es la imagen interna que un nifio tiene de la relacién edad, las Tepetidas interacciones con su figura de aj 8 de apego ya han Sido abstraidas, Seneralizadas e internalizadas, ‘a prueba, en especial en el ELapego: 27 Los nifios cuyo patron de apego es seguro (B) expk exploran libremente cuando la figura de apego estd presente, mostrando su confianza en que ellava a estar disponible sila necesitan. Frente a la separacin, se angustian e interrumpen o limitan la exploracion, Las conductas de apego se activan: los nifios van hacia la puerta, buscan, lloran. Expre- san sus necesidades en. forma claray directa, y muestran abiertamente su angustia. La capacidad para la regulacién emocional no consiste en no sentir emociones negativas sino en ser capaz de recuperarse frente a ellas. Estos nifios no necesitan controlar sus emociones ni evitar sentirlas para regularse. Experimentan y expresan sus emocio- nes con flexibilidad, y con las respuestas adecuadas de la figura de apego, se recuperan répidamente de las emociones negativas. En la prueba, cuando la figura de apego vuelve, se acercan directamente a ella y son positivos en su recibimiento. Una vez que retoman el con- tacto restablecen rdpidamente su equilibrio y vuelven a interesarse en la exploracion del ambiente y de los juguctes. Con sus conductas de acercamiento y de biisqueda franca en el momento de la reunién, muestran la expectativa que tienen de recibir por parte de su figura de apego una respuesta empatica y adecuada que los consolaré y que calmard la angustia levantada por la separacion. Y es también desde esta representacién que concretamente’ se calman. Interacciones positivas sostenidas con su figura de apego permiticron a estos nifios construir una representaci6n de ella como confiable. Son nifios cuyas madres fueron sensibles a sus necesidades de consuelo y proteccién, que tuvieron con ella experiencias en las que recibieron respuestas consistentemente positivas, que los llevan a buscarlas cuando la necesitan. En un metaanilisis realizado por van IJzendoorn (1995), el 55% de los infantes mostr6 este patron. Los nifios cuyo patron de apego es inseguro evitativo (A) consti- tuyen aproximadamente el 22% en muestras normativas (van Jzen- doorn, 1995). Estos nifios parecen estar, a lo largo de la prueba, menos interesados en la presencia de su figura de apego. Exploran con mucha libertad en su presencia, y frente a la separacion a veces se alteran con menos intensidad que otros nifios. Lo que los distingue especialmente es que cuando la figura de apego vuelve, aun. cuando hayan mostrado signos de angustia antes, despliegan un comportamiento en. el que se observa cierto desinterés: miran hacia otro lado, no estiran los bra- zos para que los levanten, mantienen su interés en algun juguete. En forma mds o menos sutil evitan a Ja figura de apego. Estos nifios pue- den parecer precozmente independientes, y frente a una mirada es nua pueden incluso parecer mds seguros y con una mayor con! janza Inés Di Barto} ; i 10s, se arreglan en smismos:seangUstan ae eee it on indicadoras de solos. Pero en realidad, sus conductas evi SE bik Feta tuna falta de confianza en la respuesta que espera 10° °° Fon. ductas pueden tener la finalidad de evitar eben ‘aCas9 al comunicar su necesidad emocional a una figura ‘ apego que ha demostrado no estar conectada con ellos, o de evitar la aeoec tk que darfa lugar una figura que es inadecuadamente intrusiva (Fonagy etal, 1991). Estos nifios no expresan en forma clara sus necesidades de apego, Parecen més tranquilos porque tienen menos signos visibles de angustia, lloran y protestan menos. Sin embargo, las medidas fisio. légicas del estrés revelan una activacion que es equivalente a la de los otros nifios, Al colocarles una tira reactiva en la saliva para medir el nivel de cortisol, muestran niveles que son exactamente iguales alos de los otros nifios que activan conductas urgentes de protesta, brisqueda y contacto (Hertsgaard, 1995). Si bien pueden aparentar una mayor serenidad e independencia, estos nifios sufren en la misma medida el estrés de la separacin. Lo que varia no es la activacion del estrés sino la expresién de este, que esta minimizada. Estos nifios cuentan con menos recursos para comunicar su angustia y su necesidad de con- suelo. Varia también la manera de buscar la regulaci6én. Cada uno de los patrones de apego contiene una estrategia particular para la regu- laci6n emocional. Los nifios cuyo patrén de apego es seguro utilizan una estrategia interpersonal para recuperar el equilibrio emocional, buscando el contacto con su figura de apego para calmarse. En cam- bio, los nifios cuyo patrén de apego es evitativo buscan menos y tra- tan de arreglarse mas solos. Limitan la busqueda interpersonal como estrategia para la regulacion, probablemente como consecuencia de Oral a en Ia que la figura de apego se mostré poco disponible te. Son nifos que, en general, tuvieron experiencias en las que en situaciones de necesidad no encontraron a su figura de apego disponible, cuyas madres ignoraron, rechazaron 0 Rimnetiacn as necesidades, y que por lo tanto, armaron un sistema adaptati | 7 ala necesidad buscan 0 €speran poco de ella aa lando el patron i aed sucede en el 0% de lee andes anaes ETE ON Jos nifios, como estrategia, mantie ‘ativas (van Izendoorn, 1995), Y nen activada la conducta de apego y no se entregan nunca com, controlan de manera const; Fe igmemte a Ia exploracién. En ver su madre. Por eso, al inicio ya alguna dificultad Para alej etes ; jarse e interesarse en los jugu yel 28 Elapego oat Parecen tener dudas sobre si la madre seguir estando disponible y accesible si ellos se alejan y dejan de prestarle atenci6n. No se alejan confiados a explorar. Esta conducta indica que probablemente hayan tenido experiencias de respuestas inconsistentes, en las que sus figu- ras de apego a veces estaban disponibles y a veces no. Parecen haber aprendido que la figura de apego es impredecible; intentan asegurar que esté atenta a ellos a través de un gran esfuerzo, preocupandose y aferrandose a ella. Asi, su exploraci6n queda a menudo limitada. El momento de la separacién en la prueba genera en estos nifios una reaccién intensa. La exploraci6n, a medias activada, se desactiva ahora por completo. En esta parte de la prueba, los nifios reaccionan como aquellos cuyo apego es seguro: buscan, lloran, protestan, mues- tran claramente su malestar. Pero cuando la madre vuelve, a diferen- cia de los nifios seguros, tienen mucha dificultad en calmarse. Seria esperable que si separarse de su madre fue para estos nifios la causa de un intenso malestar, su regreso fuera bienvenido y les diera tran- quilidad. Sin embargo, estos nifios rechazan a la figura de apego al mismo tiempo que la buscan: no aceptan que los dejen en el piso, quieren seguir en brazos, pero alzados arquean su espalda alejandose de la madre. Se muestran ambivalentes. Parecen estar enojados y se resisten al consuelo que la madre les ofrece aunque no aceptan ale- jarse. En general, la prueba termina sin que hayan sido capaces de calmarse y retomar la exploracién, y este es el signo mds revelador de su estilo de apego. Estos nifios no solo buscan a la figura de apego: se aferran a ella, y ni siquiera asf logran calmarse completamente. Pare- cen no saber a qué atenerse y no pueden por lo tanto alejarse confia- dos esperando encontrar luego una respuesta esperable, 0 soltar y cal- marse después de haberla recuperado tras la separacion. Estos ninos tienen una representacién de la figura de apego como inconsistente 0 impredecible. Los nifios cuyo apego es ambivalente han tenido bue- nas respuestas de sus figuras de apego, pero no las han recibido en forma consistente. Sus figuras de apego son capaces de responderles en forma adecuada, pero no estén siempre disponibles. Las madres de estos nifios son erraticas en sus respuestas. Su variable disponi- bilidad puede deberse, por ejemplo, a la preocupacion excesiva por otros temas, lo que las lleva a distanciarse emocionalmente, 0 a la depresién, que hace que estén menos disponibles. La dificultad de los nifios ambivalentes para utilizar a su madre como base segura para la exploracion puede deberse también a una inadecuada preocupacién de la madre por el bienestar del nifio, que la lleva a ser intrusiva y le impide a apoyarlo en la exploraci6n. eee er tOly- es 30 : Por tiltimo, cuando las experiencia Los nifios cuyo apego ¢s con el cuidador fueron muy negativas de nizado parecen trauméaticas, pueden dar lugar a la catego. men fa de apego inseguro desorganizado (1), desorientados ena Prueba Estos nifios directamente son incapaces ituacid fia. No izar una estrategia para afrontar ¢] de la Situacién Extrafa. My oe ree pera atieedesorientadss pueden, como los otros nifios, y no supieran qué hacer. Tanto frente ala organizar una estrategia separacién como a la a a menudo en forma extrana. ia el cui- coherente para enfrentar la Finca Soe nten CoRUineiad caracterizadas por signos de temor, contradiccién y con- flicto. En un comienzo, estos nifios eran considerados inclasificables en la Prueba de la Situaci6n Extrafia y quedaban fuera de las categorias establecidas, Se les asignaba CC (Cannot Classify). Main y Solomon (1986, 1990) estu- diaron en detalle las conductas de estos nifios inclasificables y llegaron ala conclusion de que lo que tenian en comin era la falta de estrategia para enfrentar el estrés de la situacion. El apego desorganizado quedo, por lo tanto, definido en forma negativa: en oposicién a las estrategias organizadas que los otros grupos de ninos mostraban para modular los afectos negativos en relacién con una figura de apego. En la observa- ci6n, es dificil comprender cual es el sentido de la conducta del nifio, y a eso alude la desorganizacion. Este grupo de nifios constituye el de mayor riesgo para la psicopatologia. En muestras normativas, el patrén desorganizado se observa en un 13 a 15% de los nifios (van Jzendoorn, 1995). Durante los tiltimos treinta afios se hicieron decenas de estudios con la Prueba de la Situacion Extrafia en todos los continentes. Se encontré una correlacién significativa de la distribucion de los patro- nes transculturalmente. Los resultados ob s r tenidos en Israel, Japén, Africa, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y Espafia son notable- mente similares (van IJzendorn y Sagi, 2008). El estilo de apego entre el nifio su fi de camente relacional. No result : ae situacion de estrés. igaciones (Crockenberg, strado que aun el tem- onduce necesariamente ‘0 €s predominante en el ara Comprender al bebé y apego, aun en estos nifios 1981; van den Boom, 1994, 1995) han demo: peramento irritable y dificil de un bebé noc 4 un apego inseguro. La variable cuyo efect Patron de apego del nifio es la Sensibilidad pi la capacidad de tesponderle de su figura de Elapego 31 dificiles. Una prueba contundente de que el patrén de apego resulta de la relaci6n con la figura de apego proviene de los estudios que han incluido a los padres ademas de las madres (Steele et al., 1996). Los nifios eran observados en la Prueba de la Situacién Extrafia indepen- dientemente, con intervalos de meses, con cada uno de los padres, y podian presentar con cada uno conductas que se correspondian a distintos patrones. El mismo nifio podfa ser, por ejemplo, seguro con lamadre y evitativo con el padre, o incluso desorganizado con uno de ellos y no con el otro. El patrén dependfa de la historia vincular con cada uno. Figura 2: Piedra de Rosetta Los jeroglificos eran incomprensibles hasta que en 1799 unos soldados franceses que construian un fuerte en Rosetta, Egipto, desenterraron una antigua piedra con una misma inscripcion en tres idiomas distintos: griego, dematico y jeroglifico. A partir de las equivalencias con los otros idiomas se hizo posible descifrar los jeroglificos. En general, los hallazgos que logré la Prueba de la Situacién Extrafia son sorprendentes. El mapa de un mundo oculto ha apare- cido. La respuesta del nifio en Ia prueba cuenta Ia historia de una rela- cin, en términos mensurables, comparables y metodoldgicamente vdlidos. Lo que pasa en los veinte minutos de la prueba refleja en forma operacionalizada, Jo que pasé a lo largo de todo el primer afio. Los investigadores consideran que las revelaciones de la Prueba de Ja Situacion Extrafia son tan exactas, que algunos la han llamado la “piedra de Rosetta” de las clasificaciones. Su utilizacion en la inves- tigacién empirica constituye un paso cientifico extraordinario que 32 Ep pase sl cee i s de la experie permite alos investigadores descifrar los rastros un nifio con sus padres. 4. Seguridad, gcomo se aprende a esperar? ue Ainsworth plantea es que una madre € der provee a su ite ie ie ere al sentir a su madre disponil y Sea oe ysu exploracion en el mundo. ee corroborar Ja veracidad de esta hipotesis? Antes de evaluar a los in’ fantes con la Prueba de la Situacién Extrana, Ainsworth se embarcd en un estu-_ dio longitudinal que permitié dar a su investigacién la dimensién que tuvo. Empezando poco después del nacimiento de los infantes, Ainsworth y sus colaboradores realiza- ss a ron un seguimiento longitudinal inten- Observacién directa de la sivo de cada diada. Observaron a st construccién del vinculo con la infante con sumadre en bloques de cua-_ tro horas cada tres semanas. Durante 72 Tauern horas, los investigadores observaron a las madres y a sus hijos en sus casas, y registraron detalladamente el estilo de diadas madre-bebé durante el ete ae eendes & su eae primer afio se llev6 el registro mentacidn, llanto, contacto fisico, con- de todos los episodios de: tacto ocular, sonrisa. Al cabo de un afio 1, Llanto del bebé y respuest estos mismos bebés fueron observados_ 2 yrespuesta en el laboratorio mediante la Prueba de La premisa central q sible y lista para respon En visitas de cuatro horas a de la madre la Situacion Extrafia. Ainsworth encon- — 2, Contacto fsien eeveane tro que la conducta de las madres hacia _ sus bebés estaba altamente correlacio- 3. Interaccién cara a cara nada con la respuesta de esos bebés en _ 4, Comportamiento delama- 1a prueba. Los nifios que habfan tenido dreal eparsney reine madres Sensibles a sus sefiales, y que eran répidas y reconfortantes al res- con e ae Ponder a su Ilanto, a sus sonrisas ya 5. Cooperacién del bebé en Sus miradas, que facilmente establecian fara contacto fisico, eran los nifios que eran Seguros en la prueba. Ainsworth identi- fic, entre las variables observadas en el Elapego 33. comportamiento de las madres, dos que estaban altamente correla- cionadas con el comportamiento seguro 0 inseguro de sus hijos en la prueba: sensibilidad y disponibilidad. La sensibilidad es definida como la capacidad para captary decodi- ficar en forma adecuada las sefiales del bebé. La disponibilidad, como la capacidad de dar una respuesta rapida a lo que se entiende que el bebé necesita. Las diferencias entre estas dos variables en la conducta de la madre demostraron ser las que influfan significativamente en la seguridad o inseguridad de la representaci6n mental que al afio de edad el nifio tenfa de ella. Sin un esfuerzo de observacion como el que se habia realizado, los hallazgos en la Prueba de la Situacién Extrafia hubiesen sido relativamente insignificantes. Pero porque Ainsworth y su equipo habfan observado a cada diada durante horas a lo largo del primer afio, pudieron hacer asociaciones especificas entre los estilos de apego de los bebés y el estilo de las madres para la maternidad (Karen, 1994). El estudio de la correlacién entre las conductas mater- nas durante el primer afio y la cualidad del apego en la Prueba de la Situacidn Extrafia ha sido replicado por otros investigadores con resultados similares (Grossmann y Grossmann, 1991). Estos resultados subrayan la importancia de lo que le sucede a un bebé durante su primer afio de vida. En forma tedrica, sabiamos ya desde hace ajios que las experiencias con los padres en la infancia eran importantes. Pero nadie habia podido demostrar exactamente cuales eran las experiencias infantiles que importaban, ni rastrear en forma confiable y metodolégicamente valida su efecto concreto en el desarrollo. A partir de la teoria del apego desarrollada inicialmente por John Bowlby, Mary Ainsworth, con su prueba para medir los patrones de apego de los nifios pequefios, comenz6 una era de inves- tigacién empfrica en el apego integrada a la teorfa. Desde entonces, el corpus de investigaci6n y teorfa fue creciendo en forma incesante y a gran velocidad. Por primera vez hay informacién confiable, esta- disticamente verificable, sobre qué necesitan los nifios para sentirse seguros y para regularse en el plano emocional, y qué riesgos tienen en los afios posteriores si no lo logran. Los resultados de las investigacio- nes con la Prueba de la Situacién Extrafia eat Sra plantean ademas una paradoja que desa- _No se aprende a esperar fia algunos prejuicios culturales sobre la educaci6n: aquellos nifios cuyas madres estén més atentas a sus necesidades y que les responden con prontitud, son los que esperando. Ey) se vuelven més independientes Y: Iver jarse, Pueden separarse y VO! sae gaya apogo es seguro puede CO culo que los aleja y los une & ny figur rresponde evolutivamente | mome cep eae cAlido no crean ea ni dificultan , muy por el contrario, dan It bebe a tiene a sus padres conectados con sus eX Beret ‘sus necesidades, que es atendido sin tener 4 rar, QU. ca no se vuelve posterio 5 su angustia, ; cia enfrentar so} st moo sino seguro e independiente. Cu fa ; die! : un nifiomalcriado 0 depen re la experiencia de re cibir lo que un nifo tuvo consistentement u sita cuando lo necesita, es capaz luego de separarse, de entregarse a exploracion y de alejarse confiado, La independencia no proviene de_ un entrenamiento en la independencia sino de la experiencia de cc con una figura de apego sensible y disponible. No se aprende a esp esperando, sino recibiendo. La confianza proviene de Ia experien Después de estudiar Ja interaccion entre madres y bebés durante dé das, hacia el final de su vida, Ainsworth afirmaba (Maurer, 1998): — ‘Miconsejo.alas madres es que no pierdan ninguna oportunidad de mostrar afecto por sus bebés. No duden en alzar a un bebé que desea estar en brazos. No sientan que tienen que limitarlo porque no es bueno para él que estén tan pendientes. Es bueno estar pendiente de un bebé, especialmente durante el primer ao. Es casi como si una madre tuviera que estar esperando las sefiales de un bebé para responder a ellas. Responder a las sefales de un bebé da lugar a un nifio seguro, que en los meses posteriores va a poder soportar bien no estar en brazos y que va a explorar con seguridad el ambiente. Tengo gran confianza en Javerdad de lo que he encontrado en mis investigaciones. Seguimientos longitudinales durante el desarrollo Décadas de estudio c Extré on la Prueb: i i : tento cientifico a estas ideas, Tener \ ae ee salud mental, Pero implic eee Bue wait x e : mplica la certeza i ce levaa rae sihace falta, oe aa a aa eo Ondiciones los ulteriores desatios Biles: a » vincula- Elapego. be res, cognitivos y emocionales. El apego seguro en Ja pamere infancia demostré Algunas caracteristicas de los estar correlacionado, entre otros rasgos, jjf i Pag reietee cba rise cobsmnicivalyitariae nie we coos afectuosa con los padres, con los adultos 5°90 €” la primera infancia en general y con los pares; con una mayor seglin investigaciones longitu- autonomia y con una autoestima alta; con qinales: flexibilidad en el manejo de los impulsos 4 yen la expresidn de los sentimientos; con © Autoestima alta, confianza menor agresién; con una mayor capaci- dad para involucrarse y regularse emo- cionalmente; con una mayor capacidad —_‘4€ SUS pares. para la empatfa; con un nivel mas alto de : fnentalizacin (para una tevisin, véase * 2>2Ciad pata regular Cassidy, 2008). ‘sus emociones negativas Son numerosas las _investigaciones (agresion baja, control de que asocian al apego seguro en la infan- cia con un desarrollo emocional positivo en diversas Areas. Por ejemplo, los nifios _ [a frustracién). cuyo apego era seguro en la Prueba de la Situacion Extrafa tenfan con sus madres, a los dos afios, relaciones de afecto mas po que capacidad para positivas, actitudmadscolaboradorayobe- pedir ayuda. diente que sus pares inseguros (Frankel y Bates, 1990; Matas Arend y Sroufe, 1978; * Sentido de agencia. Slade, 1987). Mas tarde, como preescola- res, eran considerados por sus maestras y ° Empatia y capacidad para por observadores independientes como a intimidad. nifios m4s empaticos y més positivos en su autoconcepto que los nifos insegu- * Mentalizacién adecuada. ros (Sroufe, Egeland y Kreutzer, 1990). ats ; También eran més independientes, y al * Flexibilidad emocional y mismo tiempo, mds eficientes para utili- capacidad para sostener zar la ayuda de adultos cuando esta era necesaria. En la ninez media, tenfan mas ‘ probabilidades de ser aceptados por sus del conflicto. compafieros y establecian mejor las rela- ciones de amistad comparados con los nifios que habian presentado apego inse- tar, expresar y demostrar guro. En la adolescencia estas caracterfs- afectos variados. ticas evolucionaban hacia la capacidad heh en si mismos, aceptacién los impulsos y tolerancia a * Autonomia al mismo tiem- las relaciones en el marco © Capacidad para experimen- Se ional y el buen ae : arlson, Parca sexo opus route Egeland y Cans, 199, if era seguro en la sus emoci dps nD E CO Ae cepuciaadl DUSerOE ete ee yun ae Seely peeban una Rmnuce oe es Rtaaavor oe ney , ¥ pre cassidy, 1994). Tam Papa. Isos (Cassidy, 1 oor ae ab ipeer welaciones satisfactorias con P Beeiiscome ae 5 ae desarrollar ciertas Daa ee ea Ss COMO la i izacion (Bretherton etal., 1990). metacognicidn y la mentalizacion ( io Minnesota de Rie: di de largo alcance fue el Estu Incomeicricinacinient ala Adultez (Sroufe er a/., 2005) en el que ett . igui la evolucion de una cohorte de nifios pe Eeetaadores ane desde su nacimiento hasta el inicio de la adultez. Los patrones de apego de los participantes se midie- ron cuando tenfan entre doce y dieciocho meses. Luego se realizaron sticesivos estudios, correlacionando los resultados obtenidos con las categorfas de apego de los nifios. Los resultados permitieron observar Jos efectos de la seguridad en el apego en contextos desfavorables, de mayor riesgo para el desarrollo. Los resultados de los estudios indi- caron una correlacion significativa entre el apego seguro en la tem- prana infancia y ciertas caracteristicas de la personalidad a lo largo de la infancia y dela adolescencia: salud emocional, autoestima, sen- tido de agencia, autoconfianza, afecto Positivo, competencia social en las interacciones con pares y maestros (Sroufe er al., 2005). Los nifios seguros eran capaces de Tesponder con mayor flexibilidad alas demandas cambiantes de una situaci6n (Sroufe, 1983). Tenfan mayor confianza en sf mismos, una conviccién mayor de que podian tener éxito y mayor tolerancia en la prosecucién de un objetivo. Por ejem- plo, en uno de los estudios, Liitkenhaus, Grossmann y Grossmann Tes independientes Si a iN conoci i Jos niti ‘ “T SU Clasificaci una ic yabeeo habia d puro ca, ed aeeepan ee ma més alta, ademas de que eran ede ene ‘clonalmente mds Blapege_ 37 flexibles. Estos nifios intercambiaban en fc siti podian sostener la interaccién aun en el nae Melconticomee Papaces de ser demostrativos y excitarse cuando las citcunstancias c2Pip permitian, y de controlarse cuando era necesario, Eran mar- Ssttamtente empaticos, expresaban una vatiedad de emociones de caaera acorde a su edad y podfan recuperarse répidamente luego de manerocién negativa, Usaban eficazmente a los adultos silos nece- sitaban, aunque no eran dependientes en exceso de ellos, y se rela- tionaban con ellos de una forma acorde a su edad (Egeland, Carlson y Sroufe, 1993). En la nifiez media y la adolescencia, aquellos nifos cuyo apego habia sido seguro en la primera infancia, mostraban una ¢fectiva capacidad de regularse emocionalmente. Esta capacidad les permitia enfrentar mejor ciertos desafios evolutivos, como el fun- Ponamiento autGnomo o Ja participacidn exitosa en grupos ya mas complejos de pares. Tn todas las edades, la cualidad de las representaciones de apego estd relacionada y afecta aspectos basicos del desarrollo social y emo- Gional, como la capacidad para regularse emocionalmente, la capa- cidad para explorar y aprender, el autoconcepto, la autoestima y el comportamiento interpersonal. Los patrones de apego a lo largo del tiempo Una pregunta importante es silos patrones de apego petmanecen estables a lo largo del tiempo. Los afios transcurridos desde los pri- meros estudios en los que se utiliz6 la Prueba dela Situacién Extrahia permitieron realizar seguimientos longitudinales. En un estudio de seguimiento a lo largo de veinte afios (Waters et al., 2000), el 72% de los individuos en los que se evalu la seguridad en el apego al ano de vida, recibié veinte afios después lamisma clasificacién original. Alo largo del tiempo cambian las conductas que se activan con el apego, pueden cambiar las figuras con quiénes se establece el vinculo de apego, pero los patrones tienden a permanecer estables. A pesar de la evidencia de su tendencia a la estabilidad, es importante desta- car que los patrones de apego estan abiertos al cambio y pueden ser modificados a la luz de la experiencia. Los modelos de vinculo que se organizaron en la infancia pueden llegar a ser modificados por nuevos vinculos. Experiencias con figuras de apego luego de la pri- mera infancia, en la nifiez, la adolescencia 0 laadultez, pueden tener arial: que povace Ele yinculares que prevalezea, de ia de generar nuevos Mo : ta potencia de generar posibllidad de modifies los patrones de Se aa Ta vida, puesto quese trata de esquernas la eriencias concretas con la tg, apego persiste durante teh : relaclonales ot eriencl ‘vase tales como la pérdida o «| Fgura de apogo. Experiences TE spego, pueden legar a tans, abandono por parte Ge geguro en inseguro (Srouwle, 7 Soule formar ep De pel mismo modo, wna expecta desconfiadadelo 6 et al, 2000). Del Pisit jos demas en los vineulos fntimos es pasible Be na ‘asta consistentemente distinta de ificada por una Tespu : de set moda eaivdo que recto sien apoyo Ses gor volongado puede llegar a modificar sus apego durante um perio soe como so us relacloncs con Ts emis, Si bien las representaciones de apego S9P estables, no estén Gscritas en piedra, Son modelos dinémicos, construidos a partir de Aeinteraccion con las figuras de apego y pueden ser también modi- ficados por nuevas experiencias de interaccion en el marco de un vinculo de apego. 5, El dilema insoluble del apego desorganizado 1a seguridad es solo una de las dos cualidades que discriminan Jas representaciones de apego. La otra cualidad es la organizacion. ‘Ademas de la variable seguridad/inseguridad, las representaciones dde apego se clasifican a partir de la variable organizacién/ desorga- nizacién. Entre los cuatro patrones de apego (seguro, B; evitativo, A; ambivalente, C; desorganizado, D), tres son organizados: B, A y C. De los inseguros (B, A, D), solo D es desorganizado. Contrariamente alo que se habfa investigado en las primeras déca- das respecto del apego, en especial en los tiltimos afios, la cualidad organizada ha demostrado ser mas importante que la cualidad segura en términos de su asociacisn con psicopatologia y salud mental. Mas allé de si el patron es seguro o inseguro, lo mas importante es que se organizado. ;Qué diferencia a los patrones organizados de los desor- ganizados? Los nifios cuyos patrones son organizados tienen todos una estrategia para enfrentar las situaciones de estrés, segura 0 10, pero siempre discernible, Los nifios organizados y seguros tienen una Ene et uaa OrestatMenipuenindos riyestro? ente su malestar y recurren a la figura de apego para que !0s La contradiccién y la expresién de ‘N'SU respuesta. Los i ) El i temor en el patrén de apego des- estrés minimizan Tae an al m de su organizado resultan de un colapso ‘"M#lestar y evitan sutilmente el con en las estrategias facto con su figura deapego, Losnin paraenfrentar ambival Losnifios valentes, en lugar de minimizar, el estrés. maximizan la expresién de angustia, yno solo buscan, sino que se aferran a la figura de apego, mezclando biis- é queda de proximidad y enojo. Las tres conductas son muy diferentes pero son todas organizadas. Cada ‘una Tefleja una estrategia distinta frente a las situaciones angustiantes (buscar, prescindir, aferrar). Son estrategias adaptadas a lo que cabe esperar de la figura de apego segtin la experiencia con ella. Las estra- tegias ambivalentes y evitativas no son seguras pero constituyen la mejor forma de manejarse con esa figura de apego. Los nifios desorganizados, en cambio, carecen de estrategia para enfrentar la desregulacién emocional. En la situacién de estrés, su conducta con respecto a la figura de apego es mucho més que inse- gura: es incoherente. Parece no tener un objetivo. No puede discer- nirse cémo estos nifios pretenden utilizar a sus figuras de apego para regular sus emociones, y parecen quedar indefensos e inermes frente al estrés. Frente ala desregulacién emocional no hay un modo de recuperar el equilibrio. Estos nifios son asi presa de frecuentes estados emocionales intensos que no pueden regular, y que per- turban su funcionamiento general. Por este motivo, Hesse y Main (2000) describen el apego desorganizado como el colapso de una estrategia para regular las emociones. Consecuencias ulteriores del apego desorganizado en la primera infancia La desorganizacién en el apego temprano se considera oe mente un predictor potente de problemas emocionales ysociales, y' psicopatologfa. Los nifios que tienen una historia de apego Se nizado presentan posteriormente con mayor frecuencia una ce a tad en la regulacion de las emociones negativas yen el control d Stee impulsos (Greenberg, 1999); son mas hostiles, agresivos y coercil en su interacci6n con pares (Lyons-Ruth, Alpern y Repacholi, 1993) y tienen mis riesgo de desarrollar problemas tanto de intes como de externalizaci6n. Varios estudios investigaron los del apego infantil desorganizado y documentaron la impo tenfa para la posterior aparicion de psicopatologia en la ninez y Hazen, 1999; Koch son, 1998; Hazen et al., 2009; Jacobvitz I 2001; Lyons-Ruth, 1996; Lyons-Ruth, Easterbrooks y Cibe Main, Hesse y Kaplan, 2005; Paulo-Pott, Pott y Beckmann, 21 Tzendoorn, Schuengel y Bakermans-Kranenburg, 19% Whaley y Egeland, 2004, entre otros). En estos estudios, ela organizado ha sido asociado con problemas emocionales, de portamiento y de relaci6n, Por ejemplo, Hazen, Jacobvitz, Allen, ins y Jin (2009) midieron el apego al afio de edad y luego enco: en nifios de siete afios desorganizados una frecuencia signi mente mayor de problemas como dificultad para aceptar norm comportamiento agresivo y desafiante. En un metaan: dlisis sobre d estudios de 734 nifios, Kochanska (2001) encontré que los nifo habian sido clasificados como desorganizados presentaban una p sencia significativamente mayor de problemas de agresion y de co portamiento. Los nifios cuyo patrén de apego fue desorganizado en. primera infancia presentan en general, a lo largo del desarrollo, variedad de problemas afectivos y de comportamiento, tales con emocionalidad negativa, hiperreactividad emocional, trastornos de conducta, comportamientos relaciones sociales pobres. A través de numerosos estudios empiricos — es posible afirmar la relaci6n que existe entre las estrategias de apego — infantil y la psicopatologia. Manifestaciones del modelo mental desorganizado en la conducta 2En qué consisten las respuestas deso1 i i ; rganizadas a nivel de la con- ducta con la figura de apego? Si bien pueden presentarse a través de_ una variedad de comportamientos, hay dos comportamientos basicos _ ous Son caracteristicos del patron de apego desorganizado: contra- a a y fenoe La conducta del nino desorganizado con la figura de resulta intrinsecamente contradictori: ien indica mi . cla, n forma directa indirecta. Main y Solomon (don tecticet - Solomon (1990) describieron cémo estos dos comportami a Se delaSituacién Extra, Pupse” desplegarse en la Prucbs we 41 Indicadores conductuales de un Ses modelo menta (Main y Solomén, 1990) cesergenizado eee - Despliegue secuencial de comportamiento c i ejemplo, el nifio busca el contacto con la mad la evita, o se queda inmévil o como en nce me forio (por Q continuacién, n MDetelbegue simultzneo de comportomi . im mportamiento contradi Benes isincsd oak ae mismo tiempo, lo evita con la misma intensided), oie i Conductas que parecen incompl i < ue ipletas o mal planificada: eile nif estas molar loon ions laberse separa i haber seporade de mae pro lj de ela on gr de 4. Comportamientos estereotipados, posturas raras o movimientos torpes (por ejemplo, tropezar sin razén aparente y solo cuando la madre esta presente). 5. Quedarse quieto © como congelado por un periodo sustancial de tiempo, o moverse en forma lentificada como si fuera un movimiento debajo del agua. . Indicadores directos de aprensién hacia el cuidador (encoger los hombros o tener una expresion de miedo). o 7. Comportamiento desorientado {andar sin rumbo por la habitacion, especialmente en la reunién con la madre). El miedo y la contradiccién son expresién de dos tendencias inconciliables que coexisten simulténeamente en los nifios desor- ganizados: la tendencia infantil de buscar al cuidador pata ser prto- tegido por él, y la tendencia a huir de él por temor a él. Esta incoherencia es el resultado de una relacin amenaza- dora y/o contradictoria con el cuidador. _ La conducta desorganizada en La figura de apego es esa a quien volver [a prueba es el resultado de un para encontrar consuelo y refugio pero, de" ja eolucion je “terror sin soluctol jqué hacer cuando la figura que calma estado puede ser Ja misma que inicie una situa- cién de estrés aun mayor? Main y Hesse (Main y Hesse, 1990). Inés Di Bértolg lo (1990) califican el dilema como insoluble. ee temor se intensifica y deja al Auch ae te estado de desregula. caracterizado como de sterror regula. cidn constituye la esencia del ap ‘Un ejemplo que permite comP oe a ee Salant dos roles que son incompatibles, situaciones amena- fi J] puerto al cual volver en situs Bs la figura de apegD 6! Per generador de potencials staciones cane os a ape dos caracteristicas opuestas. le amenaz ‘ble conciliar estas a Frente a esta contradiccién, las estrategias colapsan y el patron de apego no puede organizarse. 0 Los resultados de los ree empiricos ae asocia significativamente con oo eae as miele Mheidencia de apego desor- ea a ia ‘nfancia es de aproximadamente es ce peers sin riesgo psicosocial (Van TJzendoorn, 1999), en muest s con iesge Pia frecuencia de apego desorganizado es ‘el 807. es: Tos similares se ericontraron en otros estudios (Barnett, Ganiban y Cicchetti, 1997; Cicchetti y Barnett, 1991; Cicchetti, Rogosch y Toth, 2000). ssociaciGn entre maltrato y desorganizacién no depende de otras variables de riesgo, que podrian sesgar el resultado. No depende, por ejemplo, de la pobreza. El maltrato est4 asociado con desorga- nizacién cualquiera sea el nivel socioeconémico en que se evalte. Si bien la frecuencia de apego desorganizado aumenta del 14 al 24%, en muestras de bajo nivel socioeconémico el maltrato ejerce un efecto muy especifico. En un estudio con nifios de bajo nivel socioecons- mico, Carlson (1989) encontré que el 82% de los nifios que habian sido maltratados tenfan apego desorganizado, en tanto que, en la misma muestra, solo el 17% de los nifios no maltratados tenfan apego desorganizado, aun cuando el bajo nivel socioeconémico los ponia en riesgo. Cuando hay maltrato, es claro que la figura de ay a ; ipego fun- oe fete misma del temor. La figura a la cual volverse rae ir calma y consuelo es al mismo tiempo amenazante (“frightening”). Pero no es tini ; ; icamente este tipo de comportamiento parental el que resulta en la desorganizacié: dejar a sus hijos en el estado d rganizacién. Los padres pueden ‘© de terror sin solucién de otras for- mas, i : a eon Tore ene menos evidentes que el maltrato. Main volo del Sa in se la desorganizacién puede resultar no gresiOn del cuidador sino también de que falle 42 on Elapego shi! +... Se severamente en dar respuestas eee efectiva: puede estar muy retrafda e ignorar las mecon (PIO, una madre sucede en el caso de una depresion grave o en fee’ o¢! nifo, como ser incapaz. de contener los afectos de los hijos eescion- Puede amenazantes, como en el caso de tna madie hinge eee sultan la pérdida reciente de otro bebé. En este caso, peek 48 or pretar el malestar del nifio como potencialmen nn once a inter- madre en ese estado no asus anche ta al bebé amenazandolo, si verlo asustado, angustiado o enfermo, ella también se ayn et yel temor la vuelve incapaz de contenerlo y calmarlo, ben et ‘concreta ha sido objeto de estudios empiticos y los restltetnn on firman su asociacién con el apego desorganizado en el nie Zeanh RRO aprons an *n el nifio. Zeanah 0) comprobs que en muestras de nifios cuyas madres habia perdido perinatalmente un bebé dos afios antes del nacimiento ae su hijo, el 45% presentaba apego desorganizado al afio de edad. En Ta base del apego desorganizado que Main y Hesse conceptualiza- ron como “terror sin soluc’ estan las conductas atemorizantes (frightening) y atemorizadas (frightened) de los padres. Perturbacién en la comunicacién emocional y desorganizacién Lyons-Ruth y sus colaboradores (Lyons-Ruth, 2004; Lyons-Ruth, Bronfman y Parsons, 1999) plantearon que la sensacién de terror sin regulaci6n resulta de que los padres respondan en forma perturbada alestado emocional del nifo. En la interaccién con el bebé, los padres estén retrafdos o asustados, o son intrusivos, contradictorios 0 direc- tamente hostiles. Los autores estudiaron que las madres con hijos con. la categoria (D) tienen por lo menos tres veces mas probabilidades que las madres de hijos (A), (B) y (©) de mostrar las siguientes conduc- tas con sus bebés: + proponen el acercamiento y luego se alejan; * usan un tono amistoso mientras mantienen una postura amenazante; * inducen al nifio a realizar una conducta y luego se la prohiben; + presentan cambios repentinos en el humor que no estan provo- cados por la situacién; + tratan al bebé de manera muy violenta; + le quitan el juguete preferido al bebé; + la expresion de sus rostros o su voz producen miedo; + nole permiten al nifio tocar los juguetes; * no calman al bebé angustiado; + tiran del bebé tomdndolo de sus mufiecas; * se rfen cuando el bebé llora; + burlany molestan al nifio; + no permiten que el bebé llore; * ignoran al nifio cuando se cae; * lehablan en voz muy agudaotemblorosa; : : * tienen una expresién asustada como si tuvieran miedo a la situaci6n o al bebé; Be | mantienen al bebé lejos de sus cuerpos con los brazos rigidos; interacttian con el bebé en silencio. Estas conductas producen una distorsién en la comunicacién emocional que confunde y perturba al nino. Los padres dan al nino respustas que son disruptivas. La forma en que estos padres interac ttian con él y responden a sus estados emocionales es desorganiza- dora: el bebé los necesita y ellos se bur- | lan de él; esta interesado en algo y se lo Las investigaciones muestra _rohiben; no encuentra eco en sus esta que el apego desorganizado dos en una madre callada; sus conductas — asustan a su figura protectora. Son con- | ductas suficientemente desorganizado-— nifios cuyas madres: ras como para dar lugar alos patrones de indefensién y contradiccién caracteristi- © Perdieron un bebé poco an- _— cos de los nifios cuyo apego en la Prueba | tes de que ellos nacieran. dela Situacion Extrafia es desorganizado. Impiden la construccién de una estrate- | a gia alternativa (evitativa o ambivalente) _ * Son aleohdlices 0 droga- para enfrentar la ansiedadyeltemor. dictas. Tyons-Ruth, Bronfman y Parsons — (1999) clasificaron en cinco categorias — © Tienen un trastorno de la las formas generales de comportamiento _ 3 disruptivo de las madres: (a) la retrac- personalidad. s ; : | cion, (b) la intrusion, (c) la reversién de roles, (d) la desorientacién o la falta de respuesta, y (e) la respuesta conflictiva. Elaboraron un instrumento -el Ins- * Son adolescentes, trumento de Medicién y Clasificaci6 del Comportamiento Maternal Atipico aumenta fuertemente en los © Estan deprimidas, 45 (AMBIANCE Atypical Maternal Behavior Instrument for Assessment and Classification)~ que permite identificar los comportamientos dis- ruptivos de las madres y medir su intensidad. : En la investigacion, el AMBIANCE permitio estudiar la asociacion entre las respuestas distuptivas de las madres y el apego desorgani- zado en los nifios. La alta correlacién entre estas dos variables fue confirmada en varios estudios, de distintos pafses, con madres con diferentes caracteristicas sociales, culturales y etarias (Gervai et al., 2007; Grienenberg, Kelly y Slade, 2005; Lyons-Ruth, Bronfman y Par. sons, 1999; Madigan eral., 2006, entre otros). ELAMBIANCE puede ser utilizado no solo en la Prueba dela Situa- cin Extrafia sino también en situaciones de juego libre. Proporciona un marco para observar el intercambio de una madre con su nifio Pequefio, y constituye un instrumento de gran utilidad clinica. ‘Comportamiento desorganizante de los padres 4Qué Ileva a los padres a romper la conexin emocional con sus bebés y aresponderles en forma negativa cuando los necesitan? Algu- nos factores como el alcoholismo, la drogadiccidn, la depresin, otras formas de psicopatologia, la inmadurez o el duelo -entre otros- son pasibles de comprometer fuertemente y de maneras diversas la sen- sibilidad y Ia disponibilidad de los padres. Esto les impide llevar ade- Jante una comunicacién empatica y efectiva con el bebé y mantenerse disponibles. Algunas investigaciones empiricas permitieron establecer la aso ciacion del apego desorganizado del nifio con ciertas situaciones puntuales. En un metaanilisis sobre casi ochenta estudios sobre el patrén de apego desorganizado, van IJzendoorn (1999) encontré que en casi todos los grupos en los que las madres tenfan un diagndstico clinico, el porcentaje de nifios desorganizados era més alto que en la distribucién estdndar (14%). Por ejemplo, en las muestras con madres alcohdlicas o drogadictas, el porcentaje de nifos desorganizados fue del 43%; en los grupos de hijos de madres deprimidas, del 21%. Otro tipo de situaciones también demostraron estar asociadas a la presen- cia de apego desorganizado infantil, como por ejemplo la maternidad adolescente, En muestras con madres adolescentes, el porcentaje de nifios con apego desorganizado era del 23%. 43 «se ARC Saea eN e DiBArio, [a aeons eT 3 ls estados afectivos del bebé pueden proveniz mT aor. sibs til la anism He eomaprendelt ECU eye nino tamu Los correlatos maternos del apeg? decorganlz eet auica. Ci imbign fueron estudiados desde una perspectiva intrapsial oo la capacidad de una madre para pensar sus propias ee Bis Aaa y Sus propios vinculos infantiles esta distorsionada ae Pigion fe ora. Pioho la incoherencia, laposibilidad de que S47 8 los un da, Estadisticament apego desorganizado aumenta en forma, marcat i, eee erelacsda significativa entre el apego desorganizado o no resuelto de la madre, medido con la Boe de ocr Adultos fai anizado de su hij ‘George, Kaplan y Main, 1985), y el apego desorer ‘0 Goer an Y Suacion Extrafa. (para un analisis més detallad, ‘yéase Capitulo 4 de este libro). 6 La reinvencién de la rueda Las investigaciones longitudinales de las tltimas décadas demos- traron cientificamente los estrechos lazos que unen las relaciones de un nifio durante su desarrollo temprano y sus caracteristicas poste. tiores. Ya no se trata de una hip6tesis. Tomados en conjunto, los estu: dios de seguimiento longitudinal sobre 1a influencia de la cualidad segura/insegura, organizada/desorganizada de los patrones de apego demuestran hasta qué punto la relacién con las figuras de apego en!a primera infancia afecta aspectos basicos del desarrollo. La cualidad de las representaciones de apego esta relacionada con la salud y la psicopatologia, y también con la regulacién emocional, con la capac- dad para la exploracién, con el comportamiento interpersonal, conla confianza en los demas y en uno mismo, con la empatfa, con la auto- er we importancia - tener una base segura empieza desde 10, y tiene un efecto profundo y perdurable en diversos ba del desarrollo, Lo que sucede ee eeeouslineme, en espe- walle infancia, se incorpora en la mente, y desde alli imprime s en la vida emocional, en la vida de idad. "i relacién y en la personalida Esta no es una idea nueva, La it . : rienci . La importancia de las primeras exp" iencias es ampliamente aceptada i Iaidea de que las experionct en muchas teorfas. Lo es tambie™ estructuras. Bowlby se bas re ne modelan en la mente y configu'#” de los conceptos que ost | Psicoandlisis para elaborar much°* Bi . El psicoandlisis tiene una tradicio" Elapego rica enla conceptualizacion de las estructuras mentales, con muchos puntos en comtin con la de la teorfa del apego. Pero la revolucion dela teoria del apego es contar con los instrumentos para investigar estas estructuras empiricamente. En muchos aspectos, los tedéricos del apego parecen estar reinventando la rueda que ya inventaron los psi- coanalistas, tal como sefiala Karen (1994). Pero si esto fuera asi serfa una rueda con una diferencia basica: una cosa es hablar de las estruc- turas internas de la mente, y otra es investigarlas empfricamente. Ese es el mérito pionero de Mary Ainsworth, cuya paradigmatica Prueba de la Situacion Extrafia sent6 las bases para dar respaldo cientifico a los postulados de la teorfa del apego, y para mostrar cudles son las experiencias que verdaderamente importan en la infancia. Desde entonces, el corpus de datos que emergen de la investigacion crece incesantemente y su poder explicativo se amplia, lo que hace a la teo- ria del apego tinica entre otras teorfas sobre el desarrollo emocional.

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