LA HISTORIA DE LAS COSAS
ANNIE LEONARD
DE COMO NUESTRA OBSESION POR LAS COSAS
ESTA DESTRUYENDO EL PLANETA, NUESTRAS COMUNIDADES
Y NUESTRA SALUD. Y UNA VISION DEL CAMBIO.
FrontUna palabra
sobre las palabras
Americanos
Las Américas, claro esta, exceden por mucho a Estados Unidos: incluyen Ca-
nadé, el Caribe y toda América Latina, al sur de nuestra tierra. En consecuencia,
soy consciente de que es inexacto usar el término “americanos” para referirse @
los ciudadanos y residentes de Estados Unidos, Sin embargo, usar reiteradamente
la frase “ciudadanos y residentes de Estados Unidos” es muy engorroso, Otro tér-
ino, états-unisians (Yestadounidenses” en francés) est imponiéndose en los
-ulos internacionales, pero aiin no ha llegado a nuestras costas. En consecuen-
con mis disculpas alos habitantes.del resto de las Américas, uso esa palabra
en el presente libro para referirme a ls larga frase “personas que viven at
Estados Unidos"* Asimismo, todas las cantidades expresadas en d6lares se refie-
rena délares estadounidenses.
Consumidor/consumo
La palabra “consumi”significaba en sus origenes “destruir ~por fuego 0 enfer-
medad-. dilapidar, agotar’, De ahi deriva el antiguo término “consumption”
[consuncién] para referirse a la tuberculosis. Esto significa que una sociedad de
consumo es una sociedad de destructores y dilapidadores. No suena muy bien
que digamos. :
Michael Maniates, profesor de ciencias politics y ambientales en el College
Allegheny, dice que quizA deberiamos llamar consumo a la mayor parte de lo que
ccurre en el ciclo de vida de las cosas: la extraccién, la produccién e incluso la
distribucién. Si talamos un bosque virgen para hacer p
dera, los envolvemos en papel y luego quemamos combustible fsil para enviarlos
a diversos paises del mundo, ;no son todos estos procesos mero consumo, es de.
cit, destruccién, en lugar de produccién? Asi es. De hecho, cuando nos referimos
a los indices nacionales de consumo de recursos, incluimos en ellos aspectos tales
como la cantidad de madera o de petréleo que se consume en Estados Unidos.
1 deseartables de ma:
~ Ena raduccin us el trmin estadounidenss, comin ycorect en espa, pero crt conve
Diente dejar est vaosa e inususl alaracin dea autora tal como estaba ene orignal. [N- dela]
2s40 LAHISTORIA DELAS COSAS
Sin embargo, en el capitulo de este libro donde se aborda el consumo, uso la
i corriente, que se refiere a la porcién del consumo que involucra a los
consumidores que compran y usan cosas.
Corporaciones
Hay quienes se quejan de que el video La historia de las cosas retrata injusta-
‘mente a todas las corporaciones como malignas. Vale aclarar que la corporacio-
res no son inherentemente buenas 0 malas. Una corporacién no es més que una
centidad legal. Es la manera de administrarla lo que hace de ella un bien valioso 0
un detrimento para la sociedad en general. Sé que muchos integra
zaciones se preocupan por el planeta y sus habitantes,y algunos in
reducit el impacto ambiental que causa su.empresa. Otros van mis,
tando por todos los medios ser una fuerza que impulse el cambio posit
desgracia,ciertos aspectos estructural de las corporaciones no las tornan ideales
___como vecinas, o bien como compatieras de planeta
En primer luge, algunas han crecido tanto y han adquirido tanto poder que
ejercen una influencia y un impacto desproporcionadamente grandes, impo
niiéndose cada ver més a los procesos democriticos. De las cen mayores econo-
‘mias del mundo, més de la mitad son corporaciones que superan en tamafio a la
‘mayoria de los pales. Si as corpor: an un porcentaje tan alto de
orden cuando comienzan a