ee —NVia crucis— PARA EL PUEBLO / Teofilo Pérez Enel nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo. . Acto de contricién: jestis, mi Seftor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los peca- dos que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo coraz6n, porque con ellos, ofendi a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confio en que, por tu iniita misericoria, me has de concede el perdn de mis cuipasy mebas de levar ala vida eterna. Amén. —— | ESTACION SCS ire Mn Te alabamos oh Cristo y te bendecimos. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. “Pilato quiso dar satisfaccién al pueblo: dejé, pues, en libertad a Barrabas y sen- tencié a muerte a Jestis. Lo hizo azotar, y después lo entregé para que fuera cru- cificado” (Mc 15, 15). Sefior Jestis, perdénanos si a menudo nos escondemos ante las adversidades por la falta de compromiso; cuando rehusamos el sacrificio, la humilla- cion; por no ser serviciales. Miranos con compasién cuando no logramos orar por quienes nos tratan mal. Padrenuestro, Avemarta, Gloria. Il ESTACION : } eae ee eve Te alabamos oh Cristo y te bendecimos... “Asi fue como se lievarona Jesits. Cargan- do con su propia cruz, salié de la ciudad hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se dice Gélgota” (Jn 19, 17). Senior Jestis, ante la soberbia del mundo que idolatra el poder y des- precia a Dios, concédenos una vida de rectitud y de sencillez; que no nos avergoncemos de reconocerte ante todos como nuestro Sefor. Padrenuestro, Avemaria, Gloria. II] ESTACION Boa Co Ls aa ra Te alabamos oh Cristoy te bendeciios... “Sin embargo, eran nuestras dolencias las que El llevaba, eran nuestros dolores los que le pesaban” (Is 53, 4). Sefior Jesus, llénanos de tu Espiritu de amor para poder consolar a quien sufre. Perdona nuestra indiferencia, la dureza de coraz6n, la pérdida del sentido de pecado, la ligereza de nuestra vida. ~ Padrenuestro, Avernaria, Gloria.\ IV ESTACION A BTS een eRe eS TAU C Ty Te alabamos oh Cristo-y te bendecimos... ““Simeén los bendijo y dijo a Maria, su madre: ‘Mira, este nifio serd una sefial de contradiccién, mientras a ti misma una espada te atravesard el alma” (Lc 2, 34-35). jOh Maria!, haznos atentos a la Pala- bra de Dios y guia nuestros pasos ha- cia quien sufre. Abre nuestro corazén a la comprensién, la acogida, la par- ticipacién. Aytidanos para que, en la hora de la cruz, el Sehor no encuen- tre, como a ti, en el lugar correcto. Padrenuestro, Avemaria, Gloria. Aad PGI CO) Nt) y Jesiis es ayudatlo par el Cireneo | Te alabamos oh Cristo y te bendecimos,.. “Por el camino se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simén, y le obligaron a que cargara la cruz de Jestis” (Me 27, 35). Seftor Jestis, dilata los espacios de nuestro corazén para que poda- mos ser una presencia de amor ante nuestros hermanos més débiles y abatidos. Que tu Espiritu nos ayude a conocer las necesidades de los de- més; a sacrificar nuestra comodidad, nuestro tiempo y nuestros proyectos por las exigencias del servicio. Padrenuestro, Avemaria, Gloria. © 126 NEVE TP Kero PEW raie ante) TOS on EM hy Te alabamos oh Cristo y te bendecimos... “Mi corazén de ti me habla diciendo: ‘Procura ver su rostro: Es tu rostro, Se- fior, lo que yo busco, no me escondas tu rostro” (Sal 27, 8-9). Senor Jestis, has limpidos nuestros ojos para que sepamos descubrir tu verdadero rostro en los hermanos y asi, con una vida sencilla y trans- parente, seamos capaces de hacer visible tu presencia en nosotros. Padrenuestro, Avemaria, Gloria. VII ESTACION Fee ar ed Te alabarnos oh Cristo y te bendecimos.... “Todos andébamos como ovejas erran- tes, cada cual seguia su propio camino, y Yahvé descargé sobre El la culpa de todos nosotros” (Is 53, 6). Sefior Jestis, sostennos con tu fuerza para que podamos soportar sere- namente las contrariedades, y ha- blar con dulzura a quien nos resulta impertinente o arrogante. Haznos mansos y comprensivos, disponi- bles a la colaboracién. Padrenuestro, Avemarta, Gloria.VIII ESTACIO. STS ne eee TN cee Cw tee i) Te alabamos oh Cristo y te bendecimos. “Lo segufa muchisima gente, especial- mente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Jestis, volviéndose hacia ellas, les dijo: ‘Hijas de Jerusalén, no lloren por mf, Lloren mas bien por ustedes mismas y por sus hijos” (Lc 23, 27-28). Sefior Jestis, th conoces el dolor y Ja alegria de las madres por el su- frimiento y el triunfo de sus hijos, concede la fuerza‘de tu Espiritu a todas ellas para que sus vidas, a la luz de tu Palabra, sea un continuo caminar en tu amor,-y asi puedan transformar a sus familias en apés- toles y profetas de tu Reino. Padrenuestro, Avermarta, Gloria. IDG SPNG ON) Jestis cae por tercera vez Te alabamos oh Cristo y te bendecimos... “Nuestro sumo sacerdote no se queda in- diferente ante nuestras debilidades, pues ha sido probado en todo igual que noso- tros, a excepcién del pecado” (Hb 4 15). Sefior Jestis, la humanidad ha caido en el relativismo y la desesperan- za... aviva cada dia nuestra hambre y sed de ti para que sintamos la ur- gencia de convertirnos, de reconci- liarnos contigo y con todos... Padrenuestro, Avemaria, Gloria. ND GSI XeICONN ; Jestis es despojado de SSR SEL Te alabamos oh Cristoy te bendecimos... “Los soldados se repartieron sus ropas echandolas a suerte” (Le 23, 34), Seftor Jestis, el mundo esta lleno de cosas inservibles que esclavizan al ser humano, haznos libres, desape- gados de nuestras falsas segurida- des. Limpia nuestro corazén dvido de estima, de afecto, de bienes, de placeres, de saber. Quitanos el afan por el mafiana y concédenos servir- te con alegria y esperanza. Padrenuestro, Avemarta, Gloria. XI ESTACION y Jesiis es crucificado Te alabamos oh Cristo y te bendecimos.. “Al llegar al lugar llamado de la Cala- vera, lo crucificaron alli, y con Ela los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda” (Lc 23, 33). Sefior Jestis, tu extiendes tus brazos al madero para abrazar a todos por igual; aydanos a ser constructores de paz, a perdonar las ofensas y las injurias recibidas. Que tu gracia nos haga superar nuestra susceptibilidad y resentimiento. Que el contacto contigo aplaque nuestro corazén. Padrenuestro, Avemaria, Gloria. 127°XII ESTACION eC Re rd j Te alabamos oh Cristo y te bendecimos... “Jess grité muy fuerte: ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espiritu! Y di- chas estas palabras, expird” (Lc 23, 46). Sefior Jestts, te damos gracias, pues por tu muerte en la cruz nos has procurado una nueva vida. Te pedi- mos de todo corazén que sostengas nuestra fe cuando se nos pida sacri- ficar nuestros proyectos y parezca que todo se hunde alrededor nues- tro. Haz que siempre esperemos contra toda esperanza. Padrenuestro, Avemarta, Gloria. } Te alabamos oh Cristo y te bendecimos... XII ESTACION ESS En nena “Después de esto, José de Arimatea se presenté a Pilato, y le pidié la autori- zacién para retirar el cuerpo de Jestis, y Pilato se la concedié, Fue y retiré el cuerpo” (Jn 19, 38). Sefior Jestis, las nubes no apagan el sol, y la noche prepara la auro- ra. Ta bajas a la historia y conffas a cada bautizado una misién profé- tica; haznos fieles y vigilantes para poder anunciar constantemente tu presencia en el mundo. Padrenuestro, Avemaria, Gloria. 128 ) aaa IIe ON] eSeeSe MeL) i Te alabamos oh Cristo y te bendecimos.... “José tomé entonces el cuerpo de Jestis, Jo enyolvi6 en una sdbana limpia y lo co- locé en el sepulcro nuevo que se habia hecho excavar en la roca” (Mt 27, 59-60). Seftor Jestis, la muerte no es la ulti- ma palabra; la ultima palabra es la Pascua: el triunfo de la Vida. Haz que nada ni nadie nos separe de ti. Que en la hora de la prueba nues- tro coraz6n no dude, ni desfallezca nuestra fidelidad y la confianza en tu amor, ya que nos has redimido con tu sangre preciosa. Padrenuestro, Avemaria, Gloria, ORACION FINAL ‘el mas vivo fervor que imprimas en mi coraz6n sentimientos de fe, - esperanza y caridad, dolor de mis -pecades y propdsito de nunca més ofenderte; mientras yo con. todo el amor y toda la compasién. voy contemplando tus cinco la. gas, comenzando con lo que dice de ti, oh Jestis mio, el santo pro- | feta David: “Traspasaron mis ma- nos y mis pies, y contaron todos mis huesos” (Sal 21, 17-18),