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1. EVOLUCION HISTORICA DE LA EVALUACION PSICOLOGICA, GUALBERTO BUELA-CASAL y J. CARLOS SIERRA 1. INTRODUCCION Elestado actual de la evaluacién psicolégica es, sin duda, un producto dela evolucién historica de la disciplina y de su interaccién con el desarrollo de la propia psicologia y otras ciencias afines. Por tanto, no cabe adentrarse en el concepto de evaluacion psicoldgica, sin pasar previamente por un anilisis histérico. De hecho, los distintos autores, tanto espajioles (Pelechano, 1976, 1988; Silva, 1982, 1985; Blanco, 19864, 1990; Martorell, 1988; Avila, 19924; Fernindez-Ballesteros, 1992; Pefiate, Matud e Ibaiiez, 1993) como extranjeros (Anastasi, 1973, 1988; Aiken, 1985; Nelson y Hayes, 1986; Goldstein y Hersen, 19904; Thorndike y cols., 1991; Kaplan y Saccuzzo, 1993) que han tratado el concepto de evaluacién psicolégica, han comenzado por un mi- nucioso anilisis histérico. McReynolds (1986) justifica este anilisis histérico argumentando varias razones; en primer lugar, un conocimiento de la evoluci6n hist6rica de la evaluacién ofrece una amplia informacién y una mejor apreciaci6n del estado actual de la evaluaci6n psicolégica; en segundo lugar, el pasado es importante por si mismo, ya que forma parte de la herencia de la humanidad; y, en tercer lugar, hace posible que algunas aproximaciones o directrices empleadas por nuestros antecesores, y olvidadas desde entonces, vuelvan a ser descubiertas. Il. LA EVALUACION PSICOLOGICA EN LA ANTIGUEDAD Al examinar la historia de la humanidad, McReynolds (1986) pretende poner de ma- nifiesto que, desde los tiempos mas antiguos, en todas las sociedades civilizadas se utilizé algun procedimiento de evaluacidn. Asi, dentro de una primera etapa, que podria etiquetarse como magica o mitica, aparece en muchas culturas la adivinacion © prediccion del futuro, donde podria incluirse la astrologia. Esta es considerada por diversos autores (McReynolds, 1986; Silva, 1985; Pelechano, 1988) como uno de los primeros antecedentes de la evaluaci6n psicologica. Segtin McReynolds (1975), el comienzo de la astrologia podria situarse en el siglo V a.C. con el Tetrabiblos (libro de los signos zodiacales) de Ptolomeo. Los astrdlogos plantean que de igual forma que los astros regulan la ritmicidad del ciclo dia-noche, de las mareas, de las cose- chas, etc., también determinan una gran parte de la conducta humana —entiéndase caracter humano, En otras palabras, los individuos son particularmente sensibles ala ‘Universidad de Granada. 4 Gualberto Buela-Casal y }. Carlos Sierra influencia de los astros, estando dicha influencia determinada por la posicién relativa de los planetas en el momento del nacimiento. A primera vista, parece que se dan las condiciones necesarias para un proceso diagnéstico, puesto que existe un evaluador, un evaluado, unos instrumentos, una intencién por la explicacién y el pronéstico y una teoria que lo sustenta. Sin embargo, un andlisis mds detallado nos lleva a enten- der la astrologia como algo considerablemente distinto de la evaluacin psicolégica, para que pueda considerarse un antecedente, En primer lugar, la astrologia es una practica que podria incluirse dentro de lo magico; en segundo lugar, el sujeto objeto de evaluacién no es el individuo en si, ni su ambiente inmediato, sino tan solo una fe- cha, una hora y un lugar —de hecho se puede hacer una prediccion sin la presenc de la persona supuestamente evaluada; en tercer lugar, no tiene ninguna utilidad so- cial, puesto que se limita a predecir el destino determinado por los astros; y, por tilti- mo, la astrologia ha tenido una minima o escasa evolucién desde sus inicios hasta la actualidad, sin darse ningiin tipo de interaccién con la evolucién de la psicologfa, es decir, la psicologia se ha desarrollado con total independencia de la astrologia. Mues- tra de ello es que ningiin astrélogo ha ido desarrollando su teorfa hasta convertirla en una escuela o corriente psicolégica. Por tanto, no hay aspectos de la astrologia que se hayan transformado hasta convertirse en un constructo psicoldgico. En definitive, en nuestra opinién, aunque aparentemente tienen aspectos comunes, consideramos que la astrologia no ha sido un antecedente de la actual evaluacién psicolégica. DuBois (1970) sitiia el nacimiento de la evaluacién psicolégica en la antigua Chi- na, donde se realizaba una seleccién de los nifios que en ¢l futuro podrian ejercer funciones en la administracién publica. Los seleccionados eran sometidos a un in- tenso programa de aprendizaje, al final del cual se evaluaba si habfan conseguido la capacitacion para ocupar los puestos que les serfan asignados. Por tanto, parece un claro antecedente de la seleccién de personal. Otro hecho aislado que se suele citar como antecedente de la evaluacién psicolégica son los procedimientos de la escuela de Pitagoras para seleccionar a sus alumnos (Martorell, 1988). Otro antecedente en el que suelen coincidir los autores que han estudiado la evo- lucién hist6rica de la evaluacién psicolégica es la fisiognomia (las caracteristicas psi- coldgicas de un individuo pueden evaluarse por sus rasgos fisicos), que tiene sus raices en el pensamiento filosdfico griego. Seguin Rubinstein (1981), la historia de la ciencia demuestra cémo las antiguas ideas de los fildsofos griegos se formaron en el proceso cognoscitivo prictico del hombre, con la acumulacién de conocimientos de los naturistas, médicos y filésofos. Dichas ideas se desarrollaron en oposicién a las ideas mitolégicas sobre el mundo en general y sobre el hombre en particular. En este contexto, resulta de especial importancia la concepcién filoséfica de Aristételes, quien aspiraa vencer el dualismo de su maestro Platon. Aristételes entiende el cuer- po y el alma como algo indivisible. Por tanto, cada una de las funciones orgénicas tiene su alma, considerando al cuerpo un organismo compuesto por érganos ¢ ins- trumentos del alma. Por ello, la teoria del alma es la teoria general de la vida y sus funciones, lo que implica tanto sus funciones orgénicas como la vida consciente (Ru- binstein, 1981). Con Aristételes, lo psiquico se aproxima a lo fisico, lo que implica una base bioldgica del caricter. Las ideas de Aristételes tuvieron su continuidad en su discipulo Teofrasto. Este hace una sistematizacién de los principios de la fisiog- nomia que lleva a plantear distintos caracteres que se establecen por medio de la ob- Evoluciin historica de la evaluacion psicologica 5 servacin de la conducta manifiesta de los individuos. Se establece asi una nosologia de los caracteres, en la que se incluyen diversos adjetivos tales como arrogantes, es- tupidos, avaros, cobardes, etc., que servian para clasificar a los individuos segtin sus habitos. Esta interaccién cuerpo-psique es defendida posteriormente por Cicerdn y Séneca en la Roma Clisica, asi como por autores drabes como Averroes 0 Avicena. La idea de la evaluacidn de las caracteristicas psicolégicas a través de las caracteristi- cas somaticas esta presente en tiempos mas recientes en las tipologias de Kretschmer y Sheldon, Siguiendo en este contexto, nos encontramos con la teoria de Hipécrates que postula cuatro tipos (sanguineo, flematico, colérico y melaneélico) a partir de cuatro clases de humores. Esta concepcidn naturalista manifestada por una evaluacién psicolégica a partir de caracteristicas somaticas (propia de la fisiognomia y del pensamiento hipocritico) ser frenada en la Edad Media por la filosofia teolégica, que tendra su maximo expo- nente en la concepcién de la locura como una posesion diabélica, Con el fin de dife- renciar alos sujetos poseidos de aquellos que no lo estaban se publica en 1486 el libro Malleus Malleficarum [El martillo de los herejes], en cuya segunda parte se describen los signos que permitian identificar a las brujas. Estos procedimientos utilizados por la Inquisicién para evaluar, o mejor dicho para interrogar, a sus victimas podrian ser considerados un antecedente remoto de la entrevista estructurada (Zubin, 1989). A caballo entre los antecedentes filosdficos y biolégicos se encuentra la contri- bucién mas importante de este periodo a la evaluacion psicoldgica, la obra de Juan Huarte de San Juan Examen de ingenios para las ciencias, publicada en 1575 y tradu- cida al inglés, en 1698, con el titulo The tryal of wits (McReynolds, 1986). En Espaiia se reedité en cinco ocasiones hasta que cn 1581 fue incluida en el catdlogo de libros prohibidos de Lisboa y dos aiios después en el de Madrid, Siguiendo las correccio- nes de la Inquisicién, Huarte redacta una nueva versién que es publicada por su hijo Luis Huarte en 1594. Esta versidn tiene bastantes erratas, quizds debido a lo desor- denado que dejé el material antes de morir. Sin embargo, fue la versidn utilizada en las ediciones posteriores que se hicieron en Espaiia, mientras que las ediciones reali- zadas en Holanda fueron de la edicién original. Este libro fue traducido al latin, in- glés, holandés, italiano, francés y aleman (Garcia Vega, 1989; Velarde, 1993). En esta ‘obra se plantea por primera vez la evaluacién de una forma explicita. Se considera que las personas difieren en cuanto a su talento y que dichas diferencias deben eva- luarse para conseguir una adecuacién entre las habilidades, las distintas ocupaciones y los tipos de educacién. Asi, considera que el ambiente influye en el aprendizaje, 1 lo que recomienda que los estudios deben realizarse en una ciudad diferente de la que se es natural, pues la influencia de familiares y amigos es un estorbo para el aprendizaje (Pérez-Alvatea, 1991), Su libro es una profesiografia en la que incluye las principales ocupaciones de su tiempo (véase Gondra, 1994). Es, por tanto, el pre- cursor més claro de la seleccién de personal. En opinion de Carpintero (1989), Huarte de San Juan fue un discipulo de Vives, puesto que ambos compartian la idea de que el ingenio deriva de los humores. Vives ya habia planteado anteriormente el tema de la diversidad de los ingenios, las diferentes adaptaciones a los estudios y la importancia social de una educacién adaptada a las dotes de los educandos. En su obra El tratado del alma propone la prictica de la observacién introspectiva y obje- tiva para llegar a conocer las funciones del alma. Vives fue considerado por Watson 6 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sierra como el padre de la psicologia moderna, aunque actualmente se le considera mis como un antecedente de la modificacién de conducta (Pérez-Alvarez, 1991), Dentro del ambito universitario, la evaluacién surge de forma paralela a la creaci6n de las primeras universidades europeas, donde se realizaban exdmenes regulares para la obtencidn de titulos y distinciones (Anastasi, 1988). En definitiva, quizés el antecedente mas claro de la evaluacién psicolégica sea la tendencia natural del hombre a evaluar a los demas. Podria sefialarse un sinfin de po- sibles antecedentes de la evaluacién psicoldgica; sin embargo, para contextualizar los principales acontecimientos que dieron lugar a los actuales instrumentos de evalua- cidn, no necesitamos remontarnos mis alla del siglo XVIII. Il. ANTECEDENTES CIENTIFICOS DE LA EVALUACION PSICOLOGICA, Los importantes avances cientificos ocurridos durante el siglo XVIII, y sobre todo en el XIX, hardn que la psicologia se separe de la especulacidn filosofica y se acerque al método cientiico. Los antecedentes cientificos de la evaluacion psicolégica podrian situarse en el desarrollo de disciplinas como la frenologia, la matematica, la psicofisi- ca, la psiquiatria, la psicologia educativa y el evolucionismo. La frenologia surge a finales del siglo XVIII y pronto alcanza una gran populari- dad. Su creador, Gall (1758-1828), proporciona la primera conceptualizacion siste- mitica de los rasgos, la cual se apoya en los siguientes enunciados: @. Las facultades mentales son innatas. b. Elcerebro es el drgano de la mente. Laformay el tamaio del cerebro se pueden conocer segtin la forma y medi- da del créneo. d. Lamente posee facultades separadas, el cerebro esté compuesto de érganos separados y cada facultad mental se manifiesta por medio de un érgano cere- bral distinto. ¢. Eltamajo de cada érgano puede ser estimado durante la vida y, con las res- tantes condiciones iguales, e] tamafio es una medida de la capacidad del ér- gano. f Todo érgano, si es predominantemente activo, imprime al cuerpo ciertas ac- titudes y movimientos, que se denomina “su lenguaje natural”. Aunque la frenologia ya forma parte de la historia, sirvié para asentar la idea de que la conducta y el organismo no son entidades independientes, sino que estan inti- mamente unidas. Gall practicaba un sistema de diagnéstico basado en la palpacién del craneo para conocer las facultades dominantes en cada individuo. Entre las apor- taciones que, segtin McReynolds (1986), la frenologia aporta a la evaluacién psicolé- gica destacan las siguientes: a. Se crea una taxonomia mental, segin 1a cual se pueden explicar las diferen- cias individuales. Evoluciin historica de la evaluacién psicologica 7 b. Sehace énfasis en las diferencias individuales. Se postula una vertiente aplicada de la psicologia. d._ Se propone el paradigma de la evaluacicn, diferenciando los elementos in- cluidos en una sesién de evaluacién (evaluador, sujeto evaluado, perfiles... ¢. Seelaboran escalas para evaluar variables de personalidad. f. Se hace énfasis en la objetividad de los datos. En Espafia la frenologia estuvo representada por Cubi, quien realiz6 algunas aportaciones tedricas a esta disciplina y propag6 estas ideas hasta el punto de llegar a crear una escuela. Mediante la craneoscopia se diagnosticaban dimensiones y facul- tades psicol6gicas en los individuos, de acuerdo con un sistema preestablecido, Se- gtin Carpintero (1989), la obra de Cubs ha tenido su importancia en la historia de la evaluaci6n psicolégica en Espafa. La matemética tuvo cierta influencia en la constitucién y el posterior desarrollo de la evaluaci6n psicolégica. La primera aportacién esta representada por Quetelet, un matematico belga que hoy es considerado como uno de los fundadores de la apli- cacién de la estadistica a las ciencias sociales (Silva, 1982). Quetelet estudié variables iolégicas y sociol6gicas, observando que ambas seguian una distribucién gaussia- na, por lo que desarrollé normas y medidas de tendencia central. Su influencia sobre la evaluaci6n psicolégica se centra en dos aspectos importantes: ser uno de los auto- res que se interes6 de forma sistematica por las diferencias individuales y que sus métodos tuvieron gran influencia en autores importantes como Galton, Pearson y Spearman, La psiquiatria ha sido otra disciplina que ha contribuido en buena medida al de- sarrollo de la evaluacién psicol6gica. El esfuerzo por diferenciar los trastornos men- tales se traduce en la necesidad de técnicas de evaluaci6n para establecer diagnésticos diferenciales. Asi, Pinel (1745-1826) introduce una breve clasificacion de las enfer- medades mentales que posibilitaba un tratamiento més diferenciado, Pinel defiende el valor de las historias clinicas para el diagnéstico. Pero, sin duda, su contribucién mis importante fue el cambio de actitud sobre los enfermos mentales, pasando a considerarlos como enfermos con derecho a un tratamiento y a la libertad, y no como sujetos que habia que separar y encerrar, tal como se consideraban hasta en- tonces. Las ideas de Pinel Ilegaron a Italia, encontrando su maximo defensor en Lombroso, quien centré su obra en la relaci6n entre lo penal y lo psiquitrico, plan- teando la posible eximente en los delitos cometidos por enfermos mentales. El estu- dio de la relacién entre delincuencia y enfermedad Ie llevé a postular su famosa teo- ria sobre la “delincuencia innata”. Segiin esta teoria, la conducta delictiva puede tener un origen degenerativo del organismo, debido al efecto de factores como la si- filis, el alcohol, la epilepsia, la edad avanzada de los padres, etc. los cuales actuarian durante el desarrollo fetal produciendo una degeneracién de los centros nerviosos superiores, que posteriormente serian la causa del comportamiento delictivo. La obra de Pinel alcanza su culminacién en la figura de Kraepelin (1856-1926), quien se interes6 por la problematica de la clasificacion de los trastornos mentales, conside- rando que para poder hacer una buena evaluaci6n ¢ intervencién era necesario con- tar previamente con una clasficacién. Quizas su contribucién mas importante fue el cambio de una concepcidn sintomitica de la enfermedad a una concepeidn evoluti- 10 Gnalberto Buela-Casal y J. Carlos Sierra cos del psiquismo humano. Sin embargo, no todo fue negativo, puesto que la psico- logia experimental del siglo XIX sirvid para poner de manifiesto la importancia de controlar de forma rigurosa las condiciones en las que se hacian las observaciones. Por ejemplo, se controlaban las caracteristicas del estimulo, el contexto en el que se presentaba, las instrucciones que recibia el sujeto, etc. En definitiva, se trataba de evaluar a todos los sujetos en las mismas condiciones tipificadas. Como es bien sabi- do, esto fue totalmente asumido en el proceso de construccién y en la aplicacién de tests (Anastasi, 1988). IV. CONSTITUCION Y DESARROLLO DE LA EVALUACION PSICOLOGICA, Existe un cierto consenso en considerar a Galton, Cattell y Binet como los autores que configuraron la evaluacién psicolégica como disciplina cientifica. A continua- cién se hara referencia a ellos, asi como a otros autores que también han contribuido de modo relevante a la constitucién de la evaluacién psicolégica. En segundo lugar, se hard un recorrido por los diferentes acontecimientos que han supuesto el desarro- lo de esta disciplina. wa. La contribucién de Galton Galton (1822-1911) es considerado como el padre de la psicometria y de la psicolo- gia diferencial. A pesar de ser un hombre polifacético en cuanto a sus intereses cien- tificos, supo centrar su investigacién sobre la herencia de la inteligencia humana. Pensaba que ésta es innata y, por tanto, mediante el caracter hereditario podia conse- guirse una mejora de los individuos a través de la eugenesia. Su laboratorio antropo- métrico del Kensington Museum en Londres se hizo famoso en todo el mundo. En el afio 1884, coincidiendo con la celebracién de un congreso internacional de higie- ne, establece un laboratorio antropométrico y propone a los visitantes conocer, por el precio de tres peniques, la medida de algunos de sus rasgos fisicos, la agudeza vi- sual y auditiva, el tiempo de reaccién, la fuerza muscular y algunas funciones senso- riales. Con estos datos publicé la primera tabla de baremos, donde podian comparar sus resultados los posteriores visitantes del laboratorio (DuBois, 1970). La mayoria de los instrumentos que se utilizaban en su laboratorio antropométrico fueron crea- dos por él mismo, y algunos siguen vigentes atin en la actualidad, como es el caso de la barra de Galton para la discriminacion visual de la longitud y la serie de pesos gra- duados para medir la discriminaci6n cinestésica. Dio especial importancia a la discri- minacién sensorial, pues pensaba que ésta servia para evaluar la capacidad intelec- tual. Asi, en las multiples evaluaciones realizadas encontré que los idiotas tendian a presentar deficiencias en la capacidad de discriminacién de la temperatura y del do- lor (Anastasi, 1988). Como se ha dicho anteriormente, Galton estaba influido por las ideas de su pri- mo Darwin, influencia que queda plasmada en su primera obra Hereditary genius {La herencia de la genialidad] publicada en 1869. Diez afios después, y coinci liendo Evolucién historica de la evaluacién psicoligica n con el afio en que Wundt inauguraba el primer laboratorio de Psicologia, Galton pu- blica dos articulos sobre psicometria titulados «Psychometric experiments» y «Psy- chometric facts». En 1883 publica su obra mas importante Inquiries into human fa. culty and its development [Investigaciones sobre la facultad humana y su desarrollo], que con el transcurso del tiempo se convertiria en un clésico de la evaluacién psico- Iégica. Las aportaciones mas relevantes de Galton podrian resumirse en los siguien- tes puntos (Pelechano, 1988): a. Interés por hacer un analisis cuantitativo de las caracteristicas y diferencias humanas. En este aspecto se notaba una influencia del matematico Quetelet, quien en el afio 1846 ya habia demostrado cémo ciertos indicadores antropométricos se- guian una distribucién gaussiana. Por tanto, Galton defendia que las diferencias in- dividuales se podian explicar de forma adecuada si se concebfan como continuos cuantitativos que seguian la distribucién de la curva de Gauss. b. Interés por la recopilacién empirica y sistemdtica de la informacién. Esto se demuestra en su infatigable labor en el laboratorio antropométrico del South Ken- sington Museum de Londres, donde llegé a recopilar datos correspondientes a 9377 personas que eran evaluadas en un nimero considerable de pruebas (tiempo de reac- cin, medidas fisicas, respuestas a escalas de calificacién...). ¢ Aplicacién de la estadistica para interpretar la informacion. Ademés de utili zar algunas medidas de tendencia central, Galton introdujo el indice de correlacién (de hecho, en el aio 1888 llegs a publicar un articulo sobre «Co-relations and their measurement, chiefly from antropometric data») que posteriormente seria comple- tado por Pearson, dando lugar al coeficiente de correlacién y sobre el cual se asenta~ ria el modelo correlacional. d, _Interés por el estudio de las diferencias individuales. Siguiendo la teoria evo- lucionista, Galton entendia las diferencias individuales como resultado de mecanis- mos y procesos hereditarios. Para demostrar esto utilizé el estudio de los arboles ge- nealdgicos y las correlaciones de pruebas psicolégicas entre padres ¢ hijos. Por medio de esta metodologia pudo llegar a plantear la ley de regresién a la media. Gal- ton se vio obligado a plantear esta ley pata poder explicar algunos datos tales como que padres muy inteligentes tendian a tener hijos menos inteligentes, mientras que padres poco inteligentes tendian a tener hijos més inteligentes. El pensamiento de Galton y un buen resumen de su obra pueden verse en el li- bro Herencia y engenesia, en el que se recoge una recopilacién de textos procedentes de diversas obras suyas. 1v2. La contribucién de Cattell James McKeen Cattell (1861-1934) fue un psicélogo estadounidense con una sélida formacién adquirida en Europa. Su tesis doctoral traté sobre las diferencias indivi- duales en el tiempo de reaccién y fue realizada en el laboratorio de Wundt (Leipzig). Posteriormente, trabajé con Galton en el laboratorio antropométrico del South Kensington Museum de Londres. En 1888 fue nombrado profesor de psicologia en 12 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sierra la Universidad de Pensilvania. Dos afios después publica en la revista Mind un ar- ticulo titulado «Mental tests and measurements», el cual marca un hito en la historia de la evaluacién psicolégica, puesto que es la primera vez que se utiliza el término “test” en la literatura psicolégica (McReynolds, 1986) y en él se describian los tests que se aplicaban anualmente a los estudiantes universitarios con la intencién de eva- luar su nivel intelectual. Posteriormente se trasladé a la Universidad de Columbia, donde creé la primera bateria de pruebas de evaluacién psicolégica. En poco tiempo la metodologia y el procedimiento para elaborar los tests se hicieron muy populares. En la tiltima década del siglo X1X los tests se aplicaban, en Estados Unidos, a todo tipo de sujetos (escolares, estudiantes universitarios, adultos...). Sin embargo, la ful- gurante trayectoria de Cattell se detiene, al menos parcialmente, ante las criticas planteadas por Wissler y Sharp. El primero, que habia sido discfpulo de Cattell, pre- sent6 un detallado estudio en el que analizaba los resultados de Cattell, demostran- do la poca validez alcanzada por los tests, En concreto, demostré que los coeficien- tes de correlacién entre los tests psicoldgicos y las calificaciones escolares eran relativamente bajos. Lo mismo ocurria cuando se contrastaban distintos tests que supuestamente evaluaban lo mismo. Por otra parte, Sharp demostré la baja fiabili- dad y el poco valor predictivo que tenian los tests de Cattell (Pelechano, 1988). Estas criticas unidas al hecho de que Cattell sigue vinculado a procedimientos de laborato- rio y ala evaluacién de procesos psicoldgicos basicos hace que destaque la figura de Binet (Silva, 1982). 13. La contribucion de Binet Binet (1857-1911) era un licenciado en leyes y doctor en ciencias naturales que entré ena psicologia de la “mano” de Ribot, el gran promotor de la psicologia experimen- tal en Francia. Ribot entendia que el progreso de la psicologia estaba en los métodos experimentales (aunque no era un investigador), no en vano fue el fundador del pri- mer laboratorio de psicologia en la Universidad de la Sorbona, en el afio 1889. Este laboratorio estuvo dirigido por Bonin hasta 1895, a partir de entonces la direccin pasa a Binet (Yakunin, 1985). En el afto 1895, Binet funda L’Année Psychologique, la primera revista francesa de psicologfa. En esta revista publica un articulo, «La psy- chologie individuelle», en el que presenta las bases para una nueva aproximaci6n a la evaluaci6n de la inteligencia. Binet compartia con Galton el interés por la evaluacién de las diferencias individuales, pero rechazaba la idea de que la inteligencia humana podia evaluarse por medio de los procesos sensoriomotores. En su articulo, Binet y Henri defienden que la inteligencia debe evaluarse segtin el rendimiento de los suje- tos en diversas tareas que impliquen una variedad de procesos mentales complejos (McReynolds, 1986). Binet y Henri comenzaron evaluando procesos como la me moria, la atencién, la imaginacién, la comprensién, la sensibilidad artistica y moral, la sugestibilidad, la fuerza de voluntad y la habilidad motora. Binet incluye como ca- racteristicas de la conducta inteligente el tomar y mantener una direccién definida, el adaptarse para alcanzar un fin y la autocritica (Cronbach, 1990). La gran oportunidad de Binet llega cuando es nombrado por el Ministerio de Educacién francés miembro de la comision que se encargaria de buscar una solucion Evolucién histérica de la evaluacitn psicoligica 1B para los nifios deficientes que habfan entrado en la escuela publica como consecuen- cia de la puesta en vigor de la ensefianza obligatoria en Francia, En respuesta a esta peticién, Binet, en colaboracién con Simon, desarrolla una escala que contiene 30 problemas con grado de dificultad creciente. Para calcular el nivel de dificultad se aplicé la escala a 50 nifios normales con edades comprendidas entre 3 y 11 aos y a algunos con retraso mental. El contenido de los items cubria gran variedad de fun- ciones, aunque predominaban los problemas relativos a comprensién y razona- miento. La prueba resultante que se conoce como la escala de 1905 fue considerada como un instrumento de evaluacién provisional (Anastasi, 1988). Como sefiala Pi- chot (1994, p. 120) «por primera vez se habia salido de la era de las experiencias de la boratorio para entrar en la vida concreta». Binet y Simon siguen trabajando en esta escala, y en 1908 presentan una segunda version en la que se habian adaptado series de items para grupos de edad. La edad mental se establecia segtin la edad correspon- diente a la serie més elevada resuelta totalmente. Puesto que cada serie, que se corres- ponde con una edad mental determinada, consta de cinco problemas, se afiadia a la edad base (la de la serie correctamente realizada en su totalidad) 1/5 de afio por cada test bien resuelto perteneciente a series superiores. La edad mental obtenida se ponia en relaci6n con la edad cronoldgica, viendo de esta forma siel nifio seguia una evolu- cién normal, retrasada o adelantada. En 1911, se presenta una tercera versién de la es- cala, se aument6 el ntimero de items en algunos niveles y se extendid a la edad adulta. Sin embargo, la versién mas difundida fue la realizada por Terman en la Universidad de Stanford, conocida como la Escala de Stanford-Binet. En ésta se utiliza por pri mera vez el término de «cociente intelectual» (CI), como razén resultante de dividir laedad mental por la edad cronolégica. Posteriormente, aparecieron otras versiones, pero resulta de especial interés la realizada por Kuhlmann en 1912 (Escala Kubl- mann-Binet) que extendi la escala por su parte inferior hasta la edad de tres meses, siendo revisada posteriormente en 1937 y 1960'. Terman efectiia otras dos revisiones y, finalmente, Thorndike realiza la ultima hasta la fecha, en 1986 (Rogers, 1995). Sin embargo, estas escalas no estaban exentas de problemas. As‘, mientras Gal- ton postulaba la medida de una inteligencia innata o bioldgica, Binet defiende la eva- luacin de una inteligencia de origen social (Lujan, 1991), Pronto el movimiento euge- nista toma como instrumento el test de Binet y Simon identificando la inteligencia innata con la social. Pelechano (1988) sefiala que la légica utilizada por Binet en la construccién e interpretacién de la escala era correcta, pero vista desde una éptica actual tenfa algunos problemas importantes: a. Nose demostré que las conductas muestreadas fuesen representativas de lo que se pretendia evaluar (la capacidad intelectual). b. La muestra utilizada para la tipificaci6n de las puntuaciones no era represen- tativa de la poblacidn a la que luego se aplicaba. c Lautilizacién de la edad cronolégica como variable criterio para graduar la edad mental, haciendo ast implicito que cada doce meses se produce un cam- bio en la capacidad intelectual. " La versién de 1960 fue adaptada en Espaiia por un grupo de psicélogos bajo la direccién de José Germain. ie Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sierra coldgica hasta entonces es interpretado por Silva (1982) en funcidn de tres aspectos importantes: a. Laconstruccién y perfeccionamiento de las pruebas de Binet-Simon y las posteriores aportaciones de Goddard (traductor de las escalas de Binet-Simon al inglés en 1910), Stern (introductor del concepto cociente mental) y Terman (autor de laversién de la escala Stanford-Binet de 1916 e introductor del concepto cociente in- telectual). b.- La importancia que adquiere la educacién (fundamentalmente a raiz de la entrada en vigor de las leyes que regulan la educacién obligatoria en varios paises) lleva consigo un interés creciente de la evaluacién psicolégica en el ambito educa~ tivo. ¢ Lagran aportacién metodolégica de Pearson y Spearman que sientan los fundamentos de una teoria psicométrica, vigente atin en la actualidad. Por otra parte, la teoria de la inteligencia propuesta por Spearman generé diversas lineas de investi gaci6n acerca de la naturaleza de la inteligencia y de los instrumentos para evaluarla. Con el comienzo de la primera guerra mundial, la industria generada en torno a Ja guerra afecta también a la psicologia, y mas concretamente a la evaluacién psicolé- gica, Asf, la American Psychological ‘Association (APA) nombré un comité que se encargaria de estudiar la posible ayuda que podria ofertar la psicologia. Era quizas una buena oportunidad para demostrar a la sociedad que la psicologia podia tener una importante vertiente aplicada. El comité estaba dirigido por Robert Yerkes y contaba con miembros tan relevantes como Terman, Woodworth y Otis, entre otros. Pronto se vio la necesidad de seleccionar a mas de un millén de soldados, para lo cual era imprescindible disponer de pruebas colectivas que permitiesen clasificar a los soldados seguin su nivel intelectual y sus aptitudes para desempefiar uno u otro tipo de servicio. Dado que la mayoria de los tests existentes era de aplicaci6n indivi- dual, fue necesario recurrir a todo tipo de tests que se pudiesen aplicar de forma co- lectiva. Arthur Otis puso a disposicién del Ejército una serie de tests que estaba ela- borando, pero que atin no habia llegado a publicar. En cierto modo podria decirse que la situaci6n era similar a la que se le habia planteado unos afios antes a Binet, aunque habia dos diferencias muy claras: el equipo de Yerkes tenia que seleccionar sujetos adultos de una poblacién general (piénsese que la mayoria de las pruebas es- taba elaborada para nifios y estudiantes universitarios) y ademis la seleccién deberia hacerse “contra reloj”. Se necesitaban pruebas de dificultad progresiva, con respues- tas cortas, correcci6n répida y objetiva, con diferentes formas (para evitar el aprendi- zaje) y de aplicaci6n colectiva. Las pruebas construidas para evaluar el nivel intelec- tual fueron conocidas como el Army alpha test y el Army beta test. La primera se aplicaba ala poblaci6n general (instruida) y constaba de las siguientes subprucbas: cumplir drdenes, problemas aritméticos, sinénimos y anténimos, juicios practicos, analogias, informaci6n y gramatica. Cada subprueba tenia una dificultad creciente y debfa responderse en un tiempo limitado. La segunda prueba estaba pensada para personas analfabetas o personas que no hablaban inglés; por tanto, en ésta no se in- cluian contenidos verbales, sino que constaba de laberintos, series, cubos, puzzles, construcciones geométricas, cifras-simbolos y ntimeros. Por supuesto, el tiempa Evolucin historica de la evalnacién psicologica ? para responder tambien era limitado, Para evaluar la sintomatologia neurética se uti- liz6 el Woodworth personal data sheet, un inventario de personalidad elaborado por Woodworth y que lleg6 a aplicarse amas de un millén y medio de personas. La influencia de todo este proceso ha tenido gran importancia en el desarrollo de la evaluacién psicoligica en diversos aspectos, que intentaremos sintetizar en los si- guientes puntos: a El primero, y quizis el mas importante, ha sido considerar la figura del psi- célogo como un profesional cualificado que puede resolver problemas de la vida real. b. El perfeccionamiento de la metodologia de la construccién de tests y la for- macién de un gran banco de datos (mas de un millén y medio de sujetos) de la pobla- cién general. G._ Eltipo de evaluacién realizada en el ejército se adapts a campos como el in- dustrial (seleccién y evaluacién de personal) y el elinico. d. La consolidacion de la aplicacién de tests con la consiguiente connotacién del “psicélogo pasador de tests”, La evaluacién psicolégica del perfodo entre las dos guerras mundiales es caracte- rizada por Silva (1982) como de «creciente expansiGn» y «creciente disociacion». La «creciente expansidn» se refiere a la universalizacién de la evaluacién psicoldgica y su generalizacién a otros ambitos (distintos del militar) y la especializacién de la eva- luacién en dreas tan diversas como inteligencia, aptitudes, motricidad, intereses, conducta social, personalidad, etc. La «creciente disociacién» hace referencia a que, por un lado, se produce un espectacular crecimiento del modelo psicométrico y, por otro, surge también con gran fuerza una evaluacién clinica, principalmente de tipo proyectivo, y que no acepta los avances técnicos y metodolégicos del modelo psico- métrico. Esta evaluacién de corte clinico no surge al azar después de la primera gue- rra mundial. Por un lado, los instrumentos de evaluacién clinica no tenian ninguna utilidad en las tareas de seleccién y colocacién requeridas por el ejército estadoun dense, pero si se convierten en necesarios despues de la guerra para la reinserci6n de sujetos a la sociedad. La difusion de las técnicas proyectivas tiene su inicio en la publicacién por parte de Rorschach en 1921 de Psychodiagnostik, aunque no con- viene olvidar que Jung ya habia presentado en 1904 la prueba de asociacién libre de palabras. Los antecedentes del test de Rorschach pueden remontarse a la antigua idea grie- ga de que la interaccién de una persona con una entidad ambigua facilita informa- cin para el conocimiento de la primera. Segtin Alvarez (1972), en sus versiones mas primigenias, el test de Rorschach es tan antiguo como el hombre de Cro-Magnon, cuando interpretaba las “manchas” de aquellos refugios rupestres. En el Renaci- miento, Leonardo da Vinci aconsejaba a sus discipulos que ejercitaran su imagina- cién contemplando los desconchones o las figuras que la humedad dibujaba en las paredes. También puede relacionarse con una costumbre arraigada en algunas regio- nes de Alemania que consistia en tirar una gota de plomo fundido en un recipiente de agua fria e interpretar la forma resultante al solidificarse. Segiin la tradicién, cuan- do la interpretacién se realizaba en la noche de San Silvestre podia averiguarse el fu- 18 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Siert turo de la persona que arrojaba el plomo fundido. Pero sin duda, el antecedente més claro es la técnica denominada klebsografia (desarrollada por Klebs) que consiste en echar unas gotas de tinta sabre un papel que posteriormente se dobla por la mitad, interpretandose las manchas resultantes. A finales del siglo XIX, Binet comienza a utilizar las manchas de tinta para estudiar la capacidad de imaginacién visual. Algu- nos aiios después, Herman Rorschach utiliza esta técnica para el diagndstico de la personalidad y de los trastornos psiquicos. De la totalidad de laminas utilizadas se~ lecciona diez con el fin de publicar su método, lo cual no consiguié hasta dos afios después, gracias a la mediacién de Morgenthaler, que ademas sugirié a Rorschach que cambiase su titulo original, «Método y resultados de un experimento diagndsti- co basado en la percepcién e interpretacién de formas catisales» por el de «Psico- diagnéstico». En un principio, el libro tuvo muy poca aceptacién. Las criticas fueron pocas y en general desfavorables, lo cual le produjo una decepcién considerable. Rorschach murié sin saber la popularidad que llegaria a tener la técnica que habia creado (Serrate, 1980). En los afios siguientes la evaluaci6n dinémica irrumpe con fuerza, fundamentalmente en la psicologia de la personalidad, y la técnica de Rors- chach se convierte en una de las pruebas mis conocidas y utilizadas (Goldstein y Hersen, 19905). Una encuesta realizada por Lubin, Larsen y Matarazzo (1984) entre psicdlogos clinicos estadounidenses situa al Rorschach en el cuarto lugar entre los tests mas usados, detrés del Wechsler adults inteligence scale (WAIS), Minnesota mul~ uiphasic personality inventory (MMPI) y el Test gestdltico de Bender. Pocos afios des- pués, Murray publica en 1935 el Test de apercepcién temdtica (TAT) como una alter- nativa a la técnica de Rorschach por su subjetivismo y falta de fiabilidad y validez. Otra fecha relevante es la de 1939 cuando Frank propone el término “método pro- yectivo” para aludir a estas pruebas, caracterizndolas por un material con una es- tructura minima y en las que el sujeto “estructura” el material proyectando en esta estructuracién su modo personal de ordenar la realidad. De forma paralela a este desarrollo de técnicas proyectivas se siguen producien- do avances en el area psicométrica manifestados por un refinamiento de las técnicas factoriales. Asi, Thurstone publica en 1935 Vectors of the mind y en 1938 Primary mental abilities, en donde la inteligencia adquiere una naturaleza multivariable (Ro- gers, 1995). En 1939 se publica la Wechsler-Bellevme intelligence scale, la primera es- cala de Wechsler para adultos, con algunas diferencias con respecto a la Stanford- Binet: cada subtest incluia items para cada grupo de edad, hacia menos énfasis en la velocidad de respuesta y contenia bastantes componentes no verbales (Rogers, 1995), Otras publicaciones relevantes de esta época son el Jnventario de intereses vo- cacionales de Strong en 1927 y el Test gestiltico de Bender en 1938. La coexistencia de estos dos polos (clinico-proyectivo e intelectual-psicométrico), aparentemente opuestos, ha conducido, tal como plantea Pelechano (1988), a una cierta hibridacién; asi, la evaluacién picométrica intenta ir més all de una simple puntuacién y, al mis- mo tiempo, hay un intento de objetivizacién y cuantificacidn de las técnicas proyec- tivas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados para aumentar la fiabilidad de las técnicas proyectivas [véase, por ejemplo, Exner (1990)], las criticas que recibieron fueron contundentes. Ante esta situacidn, Silva (1982, 1985) plantea tres posibles op- ciones: seguir utilizando estas técnicas basindose en una aproximacién proyectivo- dinamica, haciendo caso omiso de las criticas cientificas; prescindir de ellas; o mante- Evolucién historica de la evaluacién psicalégica 9 nerlas, sustituyendo las interpretaciones psicodinamicas por otras propias de enfo- ques interpretativos diferentes. A pesar de que la opcién mas adecuada es la ultima (Martorell 1988), las mas frecuentemente seleccionadas son las primeras. En la década de los afios treinta comienza una época de discusiones tedricas en la psicologia soviética —entiéndase el término como genérico, y no como la psicologia de una determinada escuela. En 1930 comienza la “discusién reactolégica”; la reac tologia habia sido propuesta pocos afios antes por Kornilov y en ella se trataba de in- tegrarla rellexologia de je Béjteriev y la psicologia de la conciencia. Posteriormente, en 1932, se amplia la discusi6n a la teoria del desarrollo cultural de las funciones psiqui- cas superiores (desarrollada por Vigotski). Las discusiones sobre la reflexologia, la reactologia y la teoria del desarrollo cultural llevan a una intervencién del gobierno. En palabras de Rubinstein (1981, p. 103) «sdlo la resolucién del Comité Central del PC de la US. del 4 de julio de 1936 desenmascaré algunas teorias sumamente perju- diciales y reaccionarias, las cuales inhibian con sus falsas frases seudomarxistas el desarrollo de la psicologia, disgregindola por medio de conceptos acientificos. Di- cha resolucién eliminé al mismo tiempo varios impedimentos externos de organiza- cién en el trabajo de la investigacion psicoldgica de la URSS». En esta resolucién se prohibja la construccién y utilizacién de los tests en la Unién Soviética (tal como es- taba constituida hasta 1991). A partir de dicha resolucién la evaluacién psicolégica en la Unién Soviética se centra en la elaboracién de procedimientos experimentales de evaluacién de procesos basicos (memoria, percepcién, atencidn...) y complejos (pensamiento, comprensién, abstracci ). La produccién, tanto tedrica como ex- perimental, se incrementa de forma considerable. Se crean varios centros de investi- gacidn y/o docencia en psicologia: el Instituto Estatal de Psicologia de Moscui, la Ca- tedra de Psicologia del Instituto Pedagégico Estatal (Leningrado), un Departamento de Psicologia en el Instituto Béjteriev de Investigacién Cerebral, y otros en Georgia y Ucrania, Fruto de ello, cabe resaltar los trabajos de Blonskii (sobre la memoria), Teplov (sobre las facultades o aptitudes), Kravkov (sobre psicofisiologia), etc. Por otra parte, se potencié la evaluacién neuropsicolégica, como queds patente en los numerosos y excelentes trabajos de Luria. ‘Tal como habia sucedido con la primera guerra mundial, la segunda guerra mun- dial también tiene como consecuencia un gran incremento en la construccién y apli- cacién de tests. Para la seleccin del personal militar, en Estados Unidos se desarro- U6 el Army general classification test (que incluia subpruebas de lectura, vocabulario, razonamiento aritmético, célculo aritmético y relaciones espaciales), una prueba de aplicacién colectiva —por razones obvias— y que fue aplicada a mas de nueve millo- nes de personas durante la guerra. Ademis, se elaboraron otras pruebas mas especi- ficas para laseleccién de oficiales y de cuerpos técnicos del Ejército. Mientras tanto, el ejército britinico habia optado por la utilizacién de pruebas de inteligencia gene- nal (que evaluaban el factor g) con contenidos no verbales. Dos de las pruebas que se mplearon estin vigentes en la actualidad: las Matrices progresivas de Raven y el Test de los dominés de Anstey. En definitiva, podria decirse que la segunda guerra mun- dial supuso la aplicacidn de tests mas numerosa que se ha hecho hasta la actualidad. Se estima que en 1944, en los paises aliados, se pasaron unos sesenta millones de tests unos veinte millones de personas (Pelechano, 1988). Al comienzo de los afios cuarenta, Hathaway y Mckinley presentaron el Minne- Evolucién histérica de la evaluacin psicolégica 24 ios en Estados Unidos. Por su parte, Holtzman (1971) estima que en los colegios es- tadounidenses se aplican anualmente més de 250 millones de tests. La psicologia soviética durante estos afios no solo se habia consolidado, sino que ademas habia afinado sus criticas hacia los tests. Algunas de estas criticas se resumen en os siguientes puntos (Rubinstein, 1981): 4, Sidos personas resuelven o no un mismo test, el significado psicolégico de este hecho no es tinico, puesto que un mismo resultado puede ser motivado por pro- cesos psiquicos diferentes. Por tanto, el que un test haya sido resuelto o no, no deter- mina la naturaleza interna del acto psiquico correspondiente. b. Segtin el método de los tests, la evaluacién de la personalidad se deriva tan sdlo de la evaluacién estadistica de los datos externos que se han obtenido por el in- dividuo en respuesta a determinadas cuestiones. Por tanto, este método sélo se basa en un enfoque mecénico, que parte de la conducta y se orienta hacia la personalidad. Se intenta establecer la evaluacién de la personalidad que se va desarrollando sélo con una prueba, sin tener en cuenta el desarrollo del individuo y la influencia de la educacién. c Elerror se acentia si se quiere establecer un prondstico, partiendo para ello del supuesto de que el nivel que se ha calculado por medio de dicho test en un deter- minado grado de desarrollo caracterizard también en el futuro ala persona evaluada. Segiin esto, se admite una trascendente predeterminacién de toda ulterior evolucién de un ser humano bajo las condiciones que se han dado y, consciente 0 inconsciente- mente, se niega la posibilidad de transformacidn del hombre: del adulto por la inte- raccién social y del nifio por medio de la educacién. d. Cuando a dos personas de distinto desarrollo y en condiciones diferentes se les formula el mismo test estandar y, segtin sus respectivas soluciones, quieren obte- nerse conclusiones sobre su inteligencia, se comete evidentemente un error, pues no se tiene en cuenta que los resultados dependen de las condiciones de evolucién 0 desarrollo. Dos estudiantes 0 dos trabajadores pueden resolver los tests de diferente manera, porque uno de los estudiantes est menos preparado y uno de los trabajado- res menos versado que los otros. Pero por medio de la ensefianza los unos pueden superar a los otros. e. Elhecho de que determinados tests puedan ser resueltos por el 75% de los nifios de un intervalo de edad y de un determinado ambiente escolar no es razén para considerarlo como criterio mediante el cual se pueda establecer la inteligencia 0 el desarrollo intelectual de los nifios que fueron educados en condiciones muy dis- tintas. Postular tal conclusién equivaldria a no considerar que los resultados del test dependen de las condiciones de evolucién del ser humano concreto. f- Otro inconveniente es el hecho de que se emplean escalas estandarizadas y se intenta clasificar a los individuos por medio de pruebas en las cuales no se tienen en cuenta las diferencias individuales, g También debe resaltarse el contenido casuista y a menudo provocador de es- tas pruebas, las cuales, por lo general, no consideran la preparacin especifica del su- jeto en la evaluacién. Al formular problemas que no estan ligados con la ensefianza se cree, equivocadamente, poder obtener conclusiones sobre la capacidad de apren- dizaje del sujeto. Lvolucién historica de la evaluacién psicolégica 2 lizados por psicélogos clinicos en el aiio 1959 se encontraba en primer lugar el Rors- chach y en segundo el 747. Holtzman relata su experiencia cuando fue contratado por las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, con la finalidad de comprobar la eficacia del test de Rorschach en la seleccién de pilotos: no se trataba exactamente de la puesta a prueba de la utilidad del Rorschach en la evaluacién clinica de los pacientes, o cualquiera que sufra un trastorno emocional o mental. Era mas bien un intento por comprobar algo que muchos de los defensores del Rorschach proclamaban, en aquel tiempo, que era capaz de hacer. Durante e inmediatamente después de la segunda guerra mundial algunos de los pioneros del Rorschach, como Klopfer entre otros, dijeron que podian utilizar el test para predecir el éxito en las Fuerzas Aéreas. Y asi se utilizaba, por ejemplo, para decidir entre dos candidatos a piloto de guerra...) El experimento era Ja ade- cuada puesta a prueba de esas particulares exageraciones. El Rorschach habia ide propuesto para la seleccién de pilotos; para comprobar sti eficacia fui contratado por las Fuerzas Aéreas atiempo completo. En el estudio colaboraron 20 clinicos, expertos en Rorschach, muy cono- cidos, repartidos por todo Estados Unidos. Se les proporcionaron protocolos seleccionados al azar, pidiéndoles que diferenciaran los candidatos que habian tenido éxito de aquellos que no. No fueron capaces de hacerlo. Este esttidio tuvo una gran importancia en su momento porque supuso la caida del Rorschach en los circulos académicos [... Lo que me resulto més sorprendente es que ninguno de los clinicos, a pesar de sus declaraciones, fuera capaz de su- perar el mero azar [...] y eso es muy pobre [Holtzman, 1989, pp. 108-109]. Es importante resaltar que Holtzman fue uno de los primeros en realizar estu- dios sobre la fiabilidad y validez del Rorschach y que cuando le contrataron para evaluar la eficacia de este test se encontraba en pleno auge la polémica iniciada por Mechl sobre prediccién estadistica frente a predicci6n clinica, siendo Holtzman, en aquel momento, un defensor de esta ultima. En 1988, la Society of Personality As- sessment le concedis el galardén Distinguished Contribution Award por sus impor- tantes contribuciones a la evaluacién de la personalidad. En un esfuerzo por mejorar la calidad de los instrumentos de evaluaci6n psicolé- gica, la APA crea un comité dirigido por Cronbach encargado de elaborar el informe Technical recommendations for psychological tests and diagnostic aids? de 1954 en donde se plantea la necesidad de que los tests vayan acompafiados de un manual con informacion acerca de la interpretacin de los resultados, validez, fiabilidad, admi- nistracidn, etc. (Rogers, 1995). Sin embargo, todos estos esfuerzos son estériles y la crisis externa de la evalua- cién psicolégica alcanza su punto culminante en el movimiento antitests que tuvo lugar en Estados Unidos en la década de los afios cincuenta y, sobre todo, los sesenta. La polémica fue iniciada entre defensores de posturas genéticas y ambientalistas, uti- lizando ambos los resultados de los tests de inteligencia para defender sus posicio- nes. La realidad era que, a pesar de que los primeros psicémetras utilizaron los tests con la intencién de que todas las personas tuviesen igualdad de oportunidades en funcién tinicamente de su capacidad, estos procedimientos de evaluacién termina- ron favoreciendo a las clases dominantes y privilegiadas. Pronto esta discusién pas6 de los circulos cientificos a la vida ciudadana. Asi, se producen hechos tan notables 2 Este informe ha sido revisado posteriormente en diferentes ocasiones, siendo publicada la ultima version en el aio 1985. By Gualberto Bucla-Casal y J, Carlos Siervs como la quema de protocolos en una escuela de Texas en 1959, la prohibicisn del uso de pruebas psicoldgicas en el estado de California y en las escuelas de Nueva York. Los tests de personalidad fueron blanco también de fuertes criticas; se manifiesta un descontento por la utilizacién de estos tests en la industria, incluso se habla de in- vasion de la privacidad (Rogers, 1995). En opinién de Blanco (19865), esta revuelta antitests fue fruto de cuatro factores diferentes: las limitaciones reales tanto técnicas (déficit conceptuales, metodolégicos e instrumentales) como humanas (lagunas de conocimiento, fallos 0 errores), los abusos cometidos en una administracién indis- criminada ¢ inadecuada de pruebas, las reacciones defensivas de la sociedad ante unos instrumentos que pueden potencialmente violar su intimidad y, en tltimo lu- gar, las criticas derivadas de una presentacién inadecuada de los resultados del proce- So diagnéstico; es decir, no es la técnica en si misma, sino su inadecuado uso lo que puede acarrear riesgos. 17. La evaluacién conductual Los inicios de la psicologéa conductual podrian situarse en las primeras aplicacio- nes de los principios del aprendizaje al estudio de la conducta, lo cual se remonta a los trabajos de Béjteriev a finales del siglo XIX, primero en la ciudad de Kazan (donde funds el primer laboratorio de psicologia en Rusia) y luego en San Peters- burgo donde crea otro laboratorio y desarrolla diversos equipos para registrar la sensibilidad cutanea, el dolor, la cinestesia, etc. Fue el fundador de la reflexologia colectiva y del principio del estudio comparativo, el cual permitia evaluar la in- fluencia de la relacién entre sujetos sobre la respuesta de un sujeto, lo que constitu- ye el primer intento serio y experimental del estudio del comportamiento humano (Lémov, 1985). Desde la perspectiva de la psicologia soviética, Béjteriev es conside- rado como el creador de la orientacién de la psicologia de la conducta, no sdélo en la psicologia soviética, sino en toda la psicologia (Rubinstein, 1981). Esta vision es compartida por Kazdin (1991) al plantear que los antecedentes de la evaluacién y la modificacién de conducta se encuentran en los trabajos de Béjteriev, Watson, Ray- ner, Jones, etc. Sin embargo, hay que matizar que en lo referente a la evaluaci6n, tal como ha puesto de manifiesto McReynolds (1986), Watson no ve como incompati- bles el modelo psicométrico y su punto de vista conductual. Ello se demuestra en una carta (fechada ¢l 22 de mayo de 1917) que escribe Watson a Goddar (introduc- tor de los tests de Binet en Estados Unidos) solicitandole una lista de tests psicolé- gicos, con vistas a preparar un curso de psicologia que tenia que impartir a estu- diantes de medicina especializados en psiquiatria. Poco después dedica su libro Psychology from the standpoint of a behaviorist (1919) a Cattell y a Meyer, donde ademas incluye cinco paginas sobre tests. Ademés, en otro libro publicado en 1928 (Psychological care of infant and child) describe varios tests. El origen de la evalua- cién conductual puede situarse, por un lado, en la aplicacién de los principios del aprendizaje a la modificacién del comportamiento humano anormal y, por otro, en el intento de suplir los deficit de la evaluacién psicolégica de la época al hacer fren- tea la conducta anormal (Fernandez-Ballesteros, 1994). Asi, en investigaciones cli- sicas, como la de Watson y Rayner con el pequefio Albert en la década de los afios Evolucién historica de la evaluacion psicolégica 3 veinte 0 la de los Mowrer con sujetos enuréticos en la de los treinta, se realizan evaluaciones de la conducta. Sin embargo, ser4 a mediados del siglo XX cuando se produce un hito histérico en el desarrollo de la psicologia y que posteriormente afectara a la evaluacién psico- logica. Tres autores sientan las bases de la modificacién de conducta: Skinner (Esta- dos Unidos) publica en 1953 Ciencia y conducta humana (que daria lugar a la modi- ficacién de conducta basada en el modelo operante), Wolpe (Sudéfrica) publica en 1958 Psicoterapia por inhibicion reciproca (con base en el condicionamiento clisico y donde ya se describen técnicas como Ia desensibilizacién sistematica y el entrena- miento asertivo) y Eysenck (Gran Bretafta) publica en 1960 Terapia a de conducta y neurosis, donde se describe la neurosis como una conducta inadaptada cuya adquisi- cidn y eliminacién pueden explicarse en términos del condicionamiento clasico (véase Franks, 1991). Asi, en estos textos se encuentran ya esbozos de la evaluacién conductual; por ejemplo, Wolpe da una gran importancia a la entrevista como ins- trumento para determinar los estimulos que evocan las reacciones de temor. Skinner, por su parte, formula un concepto fundamental dentro de la evaluacién conductual: el anilisis funcional, el cual enfatiza la conducta manifiesta y los eventos ambientales que la controlan. Skinner radicalizé6 la perspectiva de Watson, comenzando a desa- rrollar estudios experimentales sobre la conducta operante para lo cual propone el anilisis experimental de la conducta (busqueda de las relaciones funcionales que pre- valecen entre aspectos medibles de la conducta y las diferentes circunstancias y hechos de la vida de un organismo), que se convertira en el punto de partida de la evaluacién conductual. Ademés del trabajo experimental, Skinner resalté las reper- cusiones que tendria sobre la clinica. En los aiios siguientes se produce un gran desa- rrollo, tanto a nivel conceptual como instrumental, consolidandose asi la psicologia conductual que se convierte en el movimiento més importante dentro de la psicolo- gia clinica en las tiltimas décadas. En definitiva, la evaluacién conductual surge como una necesidad ante la aplica- cién de los principios del aprendizaje al tratamiento de la conducta anormal inclu- so ante la inutilidad que se empezaba a manifestar desde algunos circulos de los tests psicométricos, proyectivos y de los sistemas clasificatorios vigentes (Fernandez Ballesteros, 1994). De esta misma opinion son Hersen y Bellack (1976), quienes con- sideran que la evaluacién conductual surge como respuesta a una serie de factores ta- les como los problemas de fiabilidad y validez que presentan los diagndsticos psi- quiatricos a través del DSM-/ y el DSM-1/, la relacin indirecta entre la evaluacion realizada por medio de tests tradicionales (como por ejemplo, los proyectivos) y la planificacion y puesta en practica del tratamiento, la gran aceptacion de la terapia de conducta entre los psicélogos clinicos y el desarrollo de la evaluacién en general, ha- ciendo posible registros de conducta més precisos. Nelson (1983) otorga la “paterni- dad” de la evaluacién conductual a la percepcidn de la debilidad de las técnicas de evaluacién tradicional y a las innovaciones en Ja evaluaci6n de los primeros terapeu- tas de conducta. Este nuevo modelo de evaluaci6n se caracterizaré por los siguientes principios: énfasis en aspectos observables; la conducta es fruto del aprendizaje, de- pendiendo de una serie de hechos controlables; la evaluacién y el tratamiento estan estrechamente interrelacionados, implicando todo ello una evaluacién de caracter idiografico (Matud, 1993). 26 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sierra Dentro de este nuevo enfoque, Kanfer y Saslow (1965) publican el articulo «Be- havioral analysis», dando lugar al nacimiento “oficial” de la evaluaci6n conductual, aunque segiin Goldfried y Linehan (1977) la idea (no el término) aparece por prime- ta vez en un texto de Johnson en el aio 1946, donde se trata sobre el tipo de evalua- cin que debe hacer el psiquiatra, diciendo que éste debe obtener informacién acerca de lo que hace y en qué situaciones lo hace. La aportacidn de este trabajo es la admi- sién de variables subjetivas (eventos internos y variables personales u organismicas) dentro del anilisis funcional propuesto por Skinner, quedando abierta la posibilidad del empleo de autoinformes, aunque con cierta cautela. Poco después, Cautela (1968) y Goldfried y Pomeranz (1968) utilizan por pri- mera vez el término behavioral assessment; esta nueva forma de evaluacién aparece posteriormente con tres nombres: evaluacién conductual, anilisis funcional de la conducta y anilisis conductual, que son considerados como sindnimos por la mayo- ria de los autores (Silva y Martorell, 1991). Por otra parte, Goldstein y Hersen (1990) entienden que el desarrollo de la evaluacién conductual esta, en cierto modo, relacionado con la innovacién en los instrumentos de registro o evaluacién de la conducta, lo cual se puede comprobar en los primeros ntimeros de las revistas Journal of Applied Behavior Analysis, Behaviour Research and Therapy, Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry y Behavior Modification, donde aparece una gran cantidad de articulos sobre nuevos métodos e instrumentos de re- gistro conductual. Un apoyo importante a esta incipiente evaluacién conductual es la publicacién de Personality and assessment por parte de Mischel en 1968. En esta obra se vierte una fuerte critica sobre la evaluacién psicoldgica “tradicional”, propo nigndose la evaluacién conductual como alternativa que hard énfasis sobre lacspeci- ficidad, lo idiogréfico, etc. El situacionismo constituy6 una dura critica a la evalua- cién tradicional de la personalidad (teoria de los rasgos y teoria psicodinamica). Su critica se centra en la validez, fiabilidad y en Ia falta de utilidad que aportan los ins- trumentos de evaluacién de la personalidad, resaltando la inadecuacin de los rasgos para predecir la conducta, La teoria de los rasgos era criticada por el supuesto de que la personalidad se encuentra constituida por predisposiciones estables y duraderas que ejercen efectos generalizados sobre la conducta. De igual forma, critica la teoria psicodindmica por su énfasis en las entidades internas y en la estabilidad temporal y transituacional. Para explicar la conducta humana, Mischel asume una concepcién interaccionista en la que se tienen en cuenta variables organicas, ambientales y de la propia conducta. Sin embargo, su mayor aportacién podria considerarse en el giro que supone buscar la explicacién de la variabilidad de la conducta, en vez de tratar de hacerlo en funcin de la estabilidad y consistencia, tal como se venia haciendo. Su obra ha servido para impulsar los estudios de la evaluacién de situaciones, contextos y ambientes. Paralelamente, Peterson (1968) publicaba The clinical study of social behavior, donde se planteaba que dentro del ambito clinica era necesario la cons- truccién de situaciones que proporcionaran muestras representativas de las conduc- tas a predecir; ademas, este autor recomienda la no utilizacién de los instrumentos dela evaluacién tradicional para inferir las caracteristicas de la personalidad. Asimis~ mo, cabe destacar el trabajo de Lang (1968) sobre el triple sistema de respuesta y el de Goldfried y Kent (1972) sobre las diferencias y semejanzas entre la evaluacién 28 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sierra da de los aiios sesenta y que en la siguiente década tiene lugar una gran expansion de la evaluacién conductual. A partir de la mitad de la década de los afios setenta se produce la consolidacién de la evaluacién conductual como consecuencia de la multitud de publicaciones que sobre el tema van saliendo a la luz; entre los manuales mas destacados se podrian ci- tar Behavioral assessment. A practical handbook de Hersen y Bellack (1976), Beha- vior thera py assessment: Diagnosis, design and evaluation de Mash y Terdal (1976), Handbook of behavioral assessment de Ciminero, Calhoun y Adams (1977), Beha- vioral assessment. New directions in clinical psychology de Cone y Hawkins (1977), Behavior modification: Handbook of assessment, intervention and evaluation de Gambrill (1977), Principles of behavioral assessment de Haynes (1978), A practical guide to behavioral assessment de Keefe, Kopel y Gordon (1978) y Behavioral as- sessment: Recent advances int methods, concepts and aplications de Haynes y Wilson (1979). A estos manuales, ya clisicos, hay que aftadir la aparicién en 1979 de las re~ vistas Bebavioral Assessment y Journal of Behavioral Assessment. El nimero de pu- blicaciones sobre este enfoque Ilegé a ser tan elevado que el tinico analisis posible es el realizado a través de estudios bibliométricos, como el de Prieto, Tortosa y Silva (1984), quienes hacen un anilisis cuantitativo de las publicaciones sobre evaluacién conductual entre los afios 1971-1982 a través de la base de datos Social sciences cita~ tion index, concluyendo que se ha producido un incremento considerable en los ar- ticulos publicados a lo largo de estos afios, que estos articulos no aparecian exclusi- vamente en revistas especializadas (por ejemplo, encontraron que la revista que mas trabajos publicé sobre esta tematica fue Psychological Reports) y que el autor mas productivo en el area de la evaluacién conductual fue Alan E. Kazdin. A esta fase de consolidacién de la evaluacién conductual producida durante la década de los afios setenta, a la cual Nelson (1983) califica como “luna de miel”, su- cede un perfodo de “desencanto”, tal como es calificado por Fernandez-Ballesteros (1994), en el cual la evaluacién conductual entra en una crisis en la que todavia parece estar inmersa. Por otra parte, durante todo este periodo de auge del modelo conduc- tual, la evaluacién de corte psicométrico contintia dando lugar a publicaciones im- portantes entre las que destaca un manual de evaluacion psicoldgica por parte de Cronbach en 1972 en donde se sistematiza la teoria de la generalizabilidad y la obra de Wiggins (1973) Personality and prediction: Princ pls. of personality assessment. La situacién de la evaluacién psicologica desde la década de los aitos ochenta hasta la actualidad sera abordada en el siguiente apartado. V._LAEVALUACION PSICOLOGICA EN LA ACTUALIDAD En este apartado se describira la situacién de la evaluacién psicolégica desde la déca- da de los afios ochenta hasta la actualidad. Para ello se hard un breve repaso de los acontecimientos mas importantes ocurridos en los tiltimos afios, asi como algunas » A partir de 1985 esta revista pas6 a denominarse Journal of Psychopathology and Behavioral As- sessment. 30 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sierra porcentaje de trabajos alude a aspectos metodolégicos. A partir de estos datos, Fer- nandez-Ballesteros (1994) concluye que los evaluadores conductuales no han dedi- cado mucho tiempo a reflexionar sobre aspectos conceptuales. En otro estudio reali- zado por Haynes y O’Brien (1990) en el que se analiza una serie de revistas conductuses (Behavior Modification, Bebaviour Research and Therap, Bebevior herapy y Journal of Applied Behavior Analysis) se concluye que tnicamente un ane las intervenciones descritas estaba basado en el anilisis funcional. En defini- tiva, parece que ¢l anilisis funcional de la conducta no ha sido el elemento funda- mental de la evaluacién conductual. La crisis de la evaluacién conductual afecta también a aspectos metodolégicos. Asi, el empleo por parte de los evaluadores conductuales de técnicas conductuales (por ejemplo, la observacién) de una forma exclusiva y el rechazo de los tests tradi- cionales no terminé nunca de hacerse realidad. En el estudio de Fernandez-Balleste- ros (1988) [citado en Fernandez-Ballesteros (1994)] se informa que sélo un 14,20% de los trabajos de Behavioral Assessment y un 10,30% de los del Journal of (Psycho- pathology and) Behavioral Assessment en el periodo 1980-1987 estan dedicados a la observacién y un 18,40% y un 21%, respectivamente, se centraban en técnicas psi- cométricas. Seguin Matud (1993), esta desilusién metodolégica se fundamenta en tres pilares imporcantes: la imperfecci6n de las técnicas actuales de evaluacion conductual, las cuales no muestran un acuerdo entre las diferentes medidas de la misma conducta, la impracticabilidad de muchas de ellas, habiendo sido utilizadas (excepto la entrevista) en menos de la mitad de los casos tratados por terapeutas de conducta, y la ausencia de avances en la tipificacion de las técnicas, proliferando técnicas no estandarizadas. Este tiltimo hecho ha originado una de las discusiones més intensas de los ultimos afios entre quienes consideran necesaria la incorporacién de criterios psicométricos a la evaluacién conductual y quienes los rechazan. Asi, por ejemplo, Nelson (1983) se opone a esta incorporacién argumentando por un lado Uihcokades pricticas, ya que el ntimero de técnicas necesario para cubrir los diferentes sistemas de respuesta, los diferentes métodos de evaluacidn y las posibles situaciones de evaluacién es casi infinito, y por otro dificultades tedricas existiendo tres diferencias insalvables entre el modelo psicométrico y el conductual: los supuestos de consistencia-estabilidad de la conducta, los modelos de causalidad de la conducta (estructural intrasujeto frente a funcional ambiente-sujeto) y el nivel de andlisis (individual frente a grupal). Otros autores, tal vez més realistas, plantean una complementariedad de ambos enfoques. Asi, Bellack y Hersen (1988) afirman que la aproximacién nomotética de rasgo po- dria ser conveniente en las fases iniciales de la evaluacién con el fin de categorizar al paciente y realizar una descripcién general de la disfuncién y la situacién vital, mien tras que en una segunda fase de evaluacién cuando es necesario realizar un andlisis funcional y establecer medidas objetivas de conductas especificas estarfan justifica- das las técnicas conductuales. En resumen, parece que los evaluadores conductuales han propuesto unos prin- cipios basicos y han practicado otros. A pesar de los presupuestos iniciales, la eva- luacién conductual utiliza escasamente el andlisis funcional, utiliza técnicas basadas en diseiios intersujetos implicando planteamientos nomoréticos y esta empleando conceptos intrapsiquicos (Fernéndez-Ballesteros, 1994); sin embargo, a nuestro en- Evolucién bistorica de la evaluacion psicolégica 31 tender, esto no es mas que una manifestacién de la evolucién a la cual est sometido cualquier concepto (Sierra, 1996). Ahora bien, a pesar de la crisis que experimenta la evaluacién conductual en su seno, ésta goza de un ambito propio y especifico, y sigue manteniéndose en diferen- tes publicaciones; asi, Cone (1993) informa que desde el periodo 1980-1982 a 1990- 1992 se produce un incremento del 15,80% de trabajos publicados sobre evaluacién conductual, asi como un aumento del mimero de revistas en donde se publica este tipo de articulos. Sin embargo, no debemos olvidarnos, tal como plantea Fernandez Ballesteros (1993), que la salida de esta crisis pasa por la mejora de las garantias cien- tificas de las medidas conductuales. v2. Otros aspectos de actualidad Junto al gran desarrollo de la evaluacién conductual, la psicologia en general se fue abriendo a otros campos. En estos tiltimos afios, la Organizacion Mundial de la Sa- lud (OMS) ha recomendado, en reiteradas ocasiones, la necesidad de “invertir en sa- lud”, considerando ademis que la psicologia es importante en mas de la mitad de los objetivos planteados para mejorar la salud de la poblacién. De estas recomendacio- nes parece haberse hecho eco la actual psicologia clinica. En opinién de Richelle (1991), la psicologfa clinica ha experimentado un proceso de cambio que puede ob- servarse a tres niveles. Primero, se ha dado un cambio de enfoque, pasando del inte- rés por el sujeto “psicoldgicamente enfermo 0 anormal” al interés por el sujeto nor- mal que se encuentra con problemas psicolégicos que, en cierta medida, son consecuencia de las complejidades de la vida moderna; segundo, se produce una di versificacién en su campo de accién, abarcando los aspectos psicolégicos de otro: pos de enfermedad, ademas de la mental; y, tercero, se presta gran atencién a la pre- vencién de la enfermedad, Por otra parte, la inclusi6n de la psicologia en los servicios sociales ha dado lugar al nacimiento de la psicologia comunitaria, abordandose asi una gran diversidad de problemas desde un punto de vista social o de grupo (Holtz~ man, 1989). Todo ello contribuye, sin duda, a una extensién de la evaluaci6n psico- logicaa estos nuevos campos. Todo ello, lleva a qe Ia evaluacién psicolégica abra sus dominios a otras areas: evaluacién neuropsicolégica (véase Benton, 1994), evaluacién en tréfico y seguridad vial, psicologia del trabajo y de las organizaciones (véase Fernandez-Rios, 1993; Ro- driguez, 1993), psicologia juridica (véase Garrido, 1991), psicologia del deporte (véase Cruz, 1995, y Cruz y Capdevilla en este mismo manual), etc. Asimismo, se produce un desarrollo importante de la psicologia ambiental, lo que lleva empareja- do un interés por la evaluacién ambiental, surgiendo publicaciones como Environ- mental problems/behavioral solutions de Cone y Hayes (1980) y Pol (1994). Surge tuna necesidad de evaluar los contextos (settings) conductuales, la percepcién de los mismos, su influencia en la conducta normal y patolégica y la evaluacin de los cam- bios ambientales sobre la salud mental (Matud, 1993). En los tiltimos afios se ha de- sarrollado un gran interés por la evaluacién de intervenciones y programas (Sechrest y Figueredo, 1993; Fernandez-Ballesteros, 1995; Hernandez, 1996). Incluso en areas tradicionales como la evaluacién de la inteligencia se produce una expansién de los 32 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sierrs objetivos planteados; asf, por medio de los tests de inteligencia no nos limitamos a la obtencidn de un cociente intelectual, sino que evaluamos procesos cognitives en pa- cientes con dai cerebral o esquizofrénicos (Goldstein y Hersen, 1990b). En defini- tiva, Ia actual evaluacién psicolégica no se puede identificar con la mera aplicacién de tests psicolégicos o la perspectiva clisica del psicodiagnéstico; hoy, la evaluacién psicolégica es un elemento fundamental de la intervencion ¢ investigacion psicologi- ca (Almeida y Ribeiro, 1994). En cuanto a la evaluacién tradicional, no sélo no ha desaparecido sino que se ha seguido desarrollando; asi, siguen apareciendo manuales importantes tales como New horizont in testing de Weiss (1983), Psychological testing (6* ed.) de Anastasi (1988), Psychological testing. Principles and applications (2 ed.) de Murphy y Da- vidshofer (1991) 0 The psychological testing enterprise. An introduction de Rogers (1995). Kaplan y Saccuzzo (1993) indican que en la evaluacién psicolégica actual se ha producido una proliferacion de nuevos tests, muchos de ellos basados en mode- los, teorias 0 conceptos claramente diferentes a los de los tests tradicionales; estos tests no tradicionales estén basados en teorias del aprendizaje, en la psicologia social © experimental, Este hecho responderia, en primer lugar, a un incremento de los aspectos cientificos de la psicologfa en el campo de la evaluacién psicolégica y, en segundo lugar, al esfuerzo realizado por integrar los tests en otros aspectos de la psi- cologia aplicada (por ejemplo, el tratamiento). Ademas, se ha producido un incre- mento de la tecnologia, una mejora de la objetividad de los tests, y una alta preocu- pecionpor los sspertos éticos implicados en la evaluaci6n (especialmente el abuso de los tests) puesta de manifiesto en 1988 por el Joint Committee on Testing Practices y respaldada por la American Association for Counseling and Development, la Ame- rican Educational Research Association, la American Psychological Association, la American Speech-Language-Hearing-Association y el National Council on Measu- rement in Education. Otro aspecto relevante citado por Kaplan y Saccuzzo (1993) es que en la actualidad el “puiblico” en general tiene un mayor conocimiento de los tests; hoy existe una mayor demanda de servicios psicoldgicos, incluyendo la evalua- cidn, lo cual, a su vez, repercute en la mejora de la calidad de los tests. En un anilisis realizado de 65 practicum de psicodiagnéstico en psicologia en Estados Unidos, Craig y Horowitz (1990) muestran una perspectiva del empleo de tests durante estos aiios; asi, estos autores concluyen que los tests proyectivos, las escalas de Wechsler y el MMPI siguen gozando de gran popularidad entre los evaluadores psicolégicos, hay un incremento en el empleo de tests neuropsicologicos, se usan los mismos tests para Jos adolescences que para los adultos y, por tiltimo, tests como el Millon clinical mul- tiaxial inventory (MCMI) 0 el Millon adolescent personality inventory (MAPI) son poco usados en la actualidad pero es muy recomendado su aprendizaje, posiblemen- te porque los directores de los practicum creen que seran instrumentos importantes en un futuro préximo. En la ultima década también se ha producido un incremento en el interés por el dliagndstico psicopatolégico; hay que destacar la publicacibn por parte de la Asocia- cién Psiquidtrica Americana de tres ediciones del Diagnostic rand statistical manual of mental disorders (DSM-111 en 1980, DSM-/1I-R en 1987 y DSM-IV en 1994). Las criti- cas a la falta de fiabilidad y validez de las anteriores clasificaciones son superadas en parte con la inclusidn de criterios descriptivos atedricos en cada una de las categorias Evolucién bistérica de la evaluacién psicolégica 3 diagnésticas y la presentacidn de un sistema de evaluacién multiaxial de cara a plani- ficar el tratamiento y predecir la evoluci6n del trastorno. ‘Todos estos hechos conducen a un progresivo acercamiento de las diferentes opciones de evaluacién; es decir, se ha producido una concepcién de la evaluacién psicoldgica «entendida en un sentido amplio, que abarca desde la descripcién del comportamiento hasta la valoracién de programas de intervencién» (Fernindez- Ballesteros y Silva, 1985, p. 3). La gran cantidad de acontecimientos que afectan a la evaluaci6n psicolégica en estos tiltimos afios hace que la valoracidn de la situacién actual se convierta en una tarea sumamente ardua, lo cual, en realidad, es un indicador del alto grado de desa- rrollo que se ha alcanzado. Quizas nada mejor para ilustrar el estado actual que re- ferirnos a dos trabajos sobre este tema. El primero es un estudio bibliométrico reali- zado por Carbonell, Silva y Carpintero (1988) sobre las publicaciones relativas a la evaluacién psicolégica. El material analizado inclufa los manuales de Anastasi (1982), Groffman y Michel (1982/1983), Fernandez-Ballesteros (1983), Cronbach (1984), Golstein y Hersen (1984) y los cinco primeros voluimenes (1968-1981) de Advances in psychological assessment compilados por McReynolds. Los resultados mas relevantes podrian resumirse en los siguientes puntos: a, Los autores mis citados, en general, y que por tanto podrian considerarse como los mds influyentes fueron en orden decreciente: Cattell, Cronbach, Eysenck, Reitan, Exner, Guilford, Golden, Jackson, McReynolds, Anastasi, Gough, Hersen, Mischel, etcétera. b. Mediante un anilisis factorial de correspondencias se determiné la relaci6n entre autores y temas. Asi, se obtuvieron cuatro factores bipolares que mostraban os autores més citados junto con los temas mas tratados. En el primer factor aparece evaluaci6n neuropsicolégica (inteligencia y memoria) con Reitan, Golden, Benton, Venables, Wechsler, etc, frente a Exnet/Rorschach (y otras técnicas proyectivas) con Exner, Swartz, Bandura, Holtzman, etc. En el segundo factor aparecen determinan- tes situacionales con Barker, Moos, Haynes, Patterson, etc., frente a determinantes individuales con Fleishman, Galton, Binet, Terman, etc. En el tercer factor aparece evaluacién ambiental con Moos, Barker, etc., frente a evaluacién conductual con Haynes, Nelson, Cone, Bellack, Kazdin, etc. El resto de los factores presentan bas- tantes dificultades de interpretacién, aunque en uno de ellos aparecia una dicotomia bastante clara: evaluacién de la inteligencia frente a evaluacién de la personalidad. En un anilisis mas reciente, Sierra (1996) informa que los quince autores de eva- luacin psicol6gica con mas citas reeibidas en el periodo 1993-1995 son Beck, Spit- zer, Wechsler, Bandura, Piaget, Eysenck, Cronbach, Spielberger, Achenbach, Endi- cott, Rosenthal, Kazdin, Campbell, Cattel y Zuckerman, En este mismo estudio, analizando los contenidos del IV Congreso de Evaluacién Psicolégica (1994) y el 23nd International Congress of Applied Psychology (1994), se pone de manifiesto que las reas més relevantes de la evaluaci6n psicolégica son la clinica y salud, perso- nalidad, psicologia del trabajo y de las organizaciones, psicologia eduicativa, evalua- cién de programas, seguridad vial, psicologia juridica, psicologia del deporte y psi- cologia ambiental. 36 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sierra interpretacién de resultados. Asi, The Psychological Corporation en Estados Uni- dos y Técnicos Espafioles Asociados (TEA) en Espafia disponen de servicios a los que se puede acceder para obtener informes a partir de los resultados de diferentes pruebas (WA/S, WISC, DAT, MMPI, Escalas de Beck, Rorschach...). Un ejemplo de es- tos informes se recoge en Keller y cols. (1990), quienes muestran un informe exhaus- tivo de un sujeto realizado por un programa informético a partir de las puntuaciones del aP1-2; ademas, el informe se acompaiia de un perfil grifico de las escalas, asi como de un listado de los items criticos de cada una de ellas. c _Informatizacién de la evaluacién conductual. En este apartado las posibili- dades de la informatica son multiples: almacenamiento de datos de autoinforme, co- dificacién de observaciones, registro directo de conductas, andlisis de datos, etcétera. Otro apartado importante de la aplicacién de la informatica a la evaluacién psi- col6gica es el referente a las entrevistas estructuradas. Asi, algunas entrevistas como Present state examination (PSE) (Wing, 1980) 0 Diagnostic interview schedule (DIS) (Robins y cols., 1981) presentan una versin informatizada que formula los diagnés- ticos. Sin embargo, en el momento en que la entrevista se transforma en un progra- ma informético deja de cumplir los requisitos necesarios para ser catalogada como tal y se convierte en un autoinforme. Un problema importante que nos encontramos ante estos avances tecnoldgicos ¢s la responsabilidad ética de las conclusiones de un programa informitico; es el psicdlogo el que realiza estas conclusiones 0 ¢s el “frio” ordenador? De hecho, la APA ya ha recomendado que el informe informatico debe acompafiarse de un informe por parte del profesional (American Psychological As- sociation, 1986). Un hecho de especial relevancia en la actual evaluaciOn psicol6gica es el desarro- lo de la teoria de la respuesta a los items (TRI), que se puede considerar una alternati- va psicométrica a la teoria clisica de los tests, Frente a los tests clasicos (que hacen depender Ja evaluacién del instrumento) y su correccién normativa (la puntuacién del sujeto depende del grupo normativo), la TRI propone una medida invariable en relacion a estos dos factores. La influencia de este cambio de concepcién de los tests sobre la evaluacién psicolégica se concreta en los “tests a medida” (taylored tests). Segtin Muftiz (1990, p. 139) «...] son unos tests que aun midiendo la misma variable no son idénticos para todos los sujetos, varian en funcién del nivel de competencia al que vayan destinados a medir». A partir de un banco de items, un programa infor- mitico administra un grupo de ellos que se irin seleccionando a medida que se van evaluando las respuestas. Esto evitaria que los sujetos contestaran a items demasiado faciles o dificiles, lo cual incrementaria la motivacién y reducirfa la fatiga (Muiiiz, 1990; Renom, 1993). Sin embargo, esta teoria se encuentra con el problema de que requiere un requisito de unidimensionalidad, algo que solo cumplen los tests de eva- luacin de conocimientos especificos (Muiiiz y Cuesta, 1993), por lo que su camy de aplicacién esta limitado hasta el momento a la evaluacién del rendimiento é- mico. Esto hace que se requieran importantes avances en la metodologia de la TRI para poder ser aplicada a contenidos multidimensionales. Por tiltimo, para finalizar la descripcién de la situacién actual de la evaluacién psicolégica se comentaran algunas de las reuniones cientificas internacionales mis importantes sobre esta disciplina celebradas en los tiltimos afios, y que nos pueden Evolucién historica de la evaluacién psicolégica 7 servir para clarificar la situacién de la disciplina en la actualidad, En Europa, un he- cho relevante que supone un marco de referencia para la evaluacién psicoldgica del viejo continente es la transformacién en junio de 1990 de la Sociedad Espafiola de Evaluacién Psicolégica en la European Association of Psychological Assessment, cuyo érgano oficial de comunicacién va a ser el European Journal of Psychological Assessment (la publicacién predecesora fue Evaluacion Psicologica/ Psychological As- sessment). Esta sociedad ha organizado hasta la fecha cuatro congresos: Barcelona (1991), Gronigen (1993), Trier (1995) y Lisboa (1997). VI. FUTURO DE LA EVALUACION PSICOLOGICA. Algunos de los aspectos comentados anteriormente nos permiten predecir en cierta medida el rumbo que tomaré la evaluacién psicolégica en los proximos afios. Sin embargo, queremos hacer algunas reflexiones (o predicciones) acerca de las futuras tendencias de esta disciplina. En Iineas generales, nos atrevemos a decir que el futu- ro de la evaluacién psicologica es prometedor. Para cllo, nos basamos, tal como consideran Kaplan y Saccuzzo (1993), en el importante papel que ha jugado esta disciplina en al reconocimiento de la psicologia. Si observamos el gran desarrollo alcanzado por la psicologia (psicologia conductual, psicofisiologia, psicologia de las organizaciones, psicologia comunitaria, etc.), no podemos ocuitar el gran papel que esta desempefiando y tiene que desempenar la evaluacién psicolégica en un fu- turo. Por otro ido, la proliferacién de nuevos tests y la actualizacién de los tradi- cionales auguran un buen futuro para la evaluaci6n psicométrica. La reciente apari- cidn en el campo de la evaluacién de la inteligencia del Wechsler adult intelligen- ce scale (WAIS-R), del Wechsler intelligence scale for children-3th ed. (WISC-II) y del Wechsler preschool and Primary Scale of Intelligence-Revised (WPPSI-R), y del MMPI-2 en el campo de la evaluacién de la personalidad auguran a estos instrumen- tos un largo (y 6ptimo) futuro. En cuanto a la evaluacién de la inteligencia, Mata- razzo (1992) comenta que en los préximos afios se continuaran utilizando los tests colectivos y las escalas individuales, pero que dada la importancia que estén adqui- riendo las minorias en Estados Unidos (hecho que se podria extrapolar a cualquier pais) deberemos empezar a considerar la posibilidad de aplicar los instrumentos de evaluacién teniendo en cuenta el contexto familiar y cultural del sujeto, con lo cual, tal vez, extinguirfamos algunas de las injusticias sociales de los tests tradicionales. Por otra parte, en la evaluacién de la inteligencia se estin desarrollando técnicas ba- sadas en teorias innovadoras (por ejemplo, Carroll, Hunt 0 Sternberg) con las que se podran estudiar desde los procesos mentales de primer orden hasta las habilida~ des cognitivas complejas como el razonamiento, la comprensién o la inteligencia. Ouro hecho que esti actualmente en sus inicios, pero que sin duda aleanzara gran importancia en los préximos afios, es la evaluacin de la inteligencia mediante indi- cadores biolégicos. Por ejemplo, la correlacién encontrada entre potenciales evoca- dos e inteligencia puede hacer de ellos una alternativa a la evaluacién tradicional de la inteligencia. Otra linea de investigacién iniciada es la relacién entre niveles de glucosa e inteligencia. No seria de extraiiar, tal como plantea Matarazzo (1992), que en las préximas décadas se integrasen en un tinico modelo los planteamientos 38 Gualberto Buela-Casal y J. Carlos Sucrva te6ricos de Carroll, Hunt o Sternberg con sustratos bioldégicos del funcionamiento cognitivo. En un afin por mejorar la calidad de los tests, asi como las habilidades de las per- sonas que los aplican, se han formado dentro del marco de la Unién Europea dife- rentes comisiones de trabajo cuyas conclusiones se trataran de poner en practica en los préiximos afios; estos trabajos van dirigidos en tres direcciones (Mui, 1995). En primer lugar, el Colegio Oficial de Psicélogos espaol ha creado una comisién que intentaré elaborar unas normas que tendran que cumplir los tests con el fin de poseer un criterio con el que contrastar si un test posee los requisitos técnicos exigibles para su uso; en este contexto el Colegio de Psicdlogos aleman ha planteado recientemente la posibilidad de que los tests fuesen considerados por el Parlamento Europeo como productos sanitarios, con lo que ello implica a nivel de uso y de control de calidad. Por otro lado, el Colegio Oficial de Psicdlogos espaitol esta integrado en una comi sién liderada por la International Tests Commission (ITC) que esta a punto de finali- zar la elaboracién de unas directrices técnicas para la correcta adaptacién de un test de una lengua/cultura a otra; un primer avance con veintidés directrices agrupadas en cuatro apartados (contexto, desarrollo de instrumentos y adaptacién, administra cién e interpretaci6n de las puntuaciones) fue publicado recientemente (Hambleton, 1994). Por tltimo, en el futuro alguien (probablemente los colegias de psicslogos) deberdn acreditar a las personas para utilizar ciertos tipos de tests, lo cual implicara el establecimiento de unos curricula o conocimientos exigibles. De hecho, en un re- ciente trabajo de Moreland y cols. (1995) se establecen doce competencias minimas que deben cumplir aquellas personas que trabajen con tests, que van desde evitar errores al establecer las puntuaciones y registrar los datos hasta no asumir que una norma o baremo para una determinada situacién o grupo de sujetos puede aplicarse automaticamente a otra situacién 0 grupo de sujetos distintos, pasando por abste- nerse de entrenar a los sujetos en los items de los tests o no hacer Erocopias de mate- riales originales. En Inglaterra ya se empieza a realizar una acreditaciGn de especia- listas en tests (Bartran, 1996). Un buen ejemplo del desarrollo de la evaluacién psicolégica en los préximos afios es, en palabras de Matarazzo (1992), la mejora de la evaluacién neuropsicologi- ca. Ante la situacién que probablemente tengamos que afrontar (una poblacién en- vejecida, un incremento de la enfermedad de Alzheimer y casos de lesiones neurona- les) tendran que desarrollarse baterias o tests que evalicn la eficacia para captar informacién por diferentes modalidades sensoriales, la capacidad de atencién, con- centracién y de procesamiento de informacién y la habilidad para ejecutar operacio- nes verbales o motoras requeridas ante la presentacidn de un item. Por lo que respec- taa la evaluacién de la personalidad, Matarazzo (1992) pronostica el desarrollo de tests para el diagndstico de psicopatologias especificas como consecuencia del per- feccionamiento de la tecnologia de elaboracion de tests. Por otro lado, nuevas gene- raciones de cuestionarios de personalidad como el NEO basado en las cinco dimen- siones basicas (Costa y McCrae, 1988) se iran afianzando. Pero sin duda ninguna, uno de los campos de evaluacién mas prometedores en el futuro seré la psicologia de la salud. Tareas como la evaluacién ecopsicolégica del su- jeto (Fernindez del Valle, 1996) para determinar factores de riesgo y realizar cam- bios ambientales seran fundamentales en los proximos aiios. La tercera edad sera un Lvalucién histérica de la evaluacién psicoldgica My area de gran importancia en donde la evaluacién psicolégica tendra un papel rele- vante. Temas como los trastornos gastrointestinales, el dolor crénico, el asma, los trastornos de la menstruacién, la miopia, la artritis reumatoide, programas de salud, calidad de vida, etc. demandarin al evaluador psicoldgico (véase Buela-Casal, Caba- Ilo y Sierra, 1996). ‘Quisiéramos terminar con las predicciones sobre el futuro de a evaluacién psi- colégica realizadas por algunos autores relevantes de esta disciplina. En opinion de R. Ardila (comunicaci6n personal, 14 de septiembre de 1995), la evaluacion psico- l6gica probablemente va a continuar abarcando nuevas areas de la conducta huma- na, utilizando técnicas estadisticas mas elaboradas, lo cual no excluird el empleo de técnicas cualitativas. Por su parte, L. Almeida (comunicacidn personal, 24 de sep- tiembre de 1995) considera que en el futuro se realizara un mayor esfuerzo por in- tegrar conceptos antagénicos hasta el momento, como rasgo-conducta o E-R y cogniciones; segtin este autor, en los préximos afios seremos testigos de grandes desarrollos en la evaluacién psicofisiolégica y en la computarizacién de la evalua- cién psicolégica. Para A. E. Kazdin (comunicacién personal, 17 de agosto de 1995) el “modelo estitico” de evaluacién en el que una persona es evaluada mediante un test para predecir su ejecucién dara paso a un “modelo dindmico” en el que prima- ra la identificacin de influencias bidireccionales entre constructos, de procesos de relaciones entre individuos y de las personas con sus ambientes. Por su parte, L. E. Beutler (comunicacién personal, 15 de agosto de 1995) augura una mayor relacién entre investigacién y prictica dentro de la evaluacién psicolégica, especialmente en la planificacidn de tratamientos, y que todos aquellos procedimientos que tengan dif icultad para validarse terminaran desapareciendo de la practica convencional. Por tiltimo, en opinion de S. N. Haynes (comunicacidn personal, 23 de septiembre de 1995) el futuro de la evaluacidn psicolégica se puede resumir en los siguientes apartado’ a. Se produciré un incremento en el empleo de los instrumentos de evaluaci6n validados previamente (Haynes, Bogan e Ignacio, en prensa). 6. Se seguird incrementando el uso concurrente de diferentes métodos de eva- luacion (cuestionarios de autoinforme, registros psicofisiolégicos, observacion, auto- rregistros...). La evaluacién psicolégica seguira integrando medidas de componentes si- tuacionales con medidas tradicionales como los rasgos de personalidad, producién- dose un incremento de la aceptacién de modelos de interaccién persona x situacién 4. Los juicios clinicos seguiran cobrando gran importancia. e. Teniendo en cuenta que la conducta es dinamica y-cambia a lo largo del tiempo (Haynes, Blaine y Meyer, 1995), se enfatizaré una metodologia de evaluacién basada en medidas de series temporales. Asi, métodos como las correlaciones test- retest, medidas pre y postratamiento, etc. ayudarn a evaluar estas caracteristicas di- ndmicas de las variables. f. Seproduciran avances importantes en el desarrollo de instrumentos de eva~ luacién psicolégica: registros de video y audio, sistemas de computarizacion de da- tos de observacién, registros ambulatorios de variables psicofisiolégicas, etc. (Tryon, 1996).

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