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LA FILOSOFIA MORAL DE HANS KELSEN Prefacio de Miguel Angel Rodilta Marcial Pons MADRID | BARCELONA ra J038 ANTONIO SENDIN MATEOS rico. Por ejemplo, cuando Anistérues diferenciaba entre lo justo natural y i a se integraban dentro de lo justo vivido Yel derecho positivo no se presentan ya -omo dos sistemas incomunicados, sino que se trata ms bien de una dis. i6n interna al orden juridico que esta Vigente en una comunidad. Ahora quiz la mayor simplificacién de Kise esté relacionada con la acu- jén de que la doctrina del derecho natural incurre en 1s falacia natura la que acabo de referirme, Este dato es muy importante, pues afects ‘aunque solo sea por su oninipresencia. 1a quedado demostrado, las dos corrientes principales de la docttina del derecho natural no se ven afectadas por este argumento, su peso final dentro de la eritica de KeLsen y, por tanto, Ja relevancia de la misma, quedan significativamente metmados. CAP{TULO I LA FILOSOFIA MORAL KELSENIANA I. KELSEN COMO FILOSOFO MORAL 1.1. La concepeién kelseniana de la moral y su identificacién ‘con la justicia fo anterior, Ke.seN, como tedrico posit con el estudio del derecho positivo, por- cconsideraba real. En ese sentido, para él su teorfa jurtdi ina erealista» ', pues se sobre el derecho que a pure del dere- cho rechaza que el derecho y cia, y en particul icios sobre cémo debe ser el detec sean relevantes para determinar qué es derecho. Seguin esta teoria, cios tienen que renunciar a cualquier reclamacién de validey intersubj To que significa que carecen de le pretensién de objetividad en el desarrollo de una act que Krisen prestara atent iguo se habfa suscitado en torno al prot RR, 17: TPD, 68; RRQ, 112: Revert 3 us 2088 ANTONIO SENDIN MATEOS demos hablar de una teori como te6rico del derecho, nana de ia, y de Ketsev a0 solo no también como filésofo moral de Keisen revela un interés por las re persiste a lo largo de jones no se desasrollaron en el stricto. Hablando tigurosamente, su con~ Ccepcién filosdfico-moral no se puede situar tanto en el Ambito de una dis- ccasién ética ditigida al conocimiento racional (cientifico) de los principios ‘0s sobre los que se piensa que se puede fundamé tun credo moral, sino una dis Un somero repaso de los esc ‘cuestionas relativas a la moral y [a justicia sclual, Sin embargo, ética normativa?. La concepeién metaética de Ketsen le conduce a rech dad de un conocimiento cientifico-racional de algo asi co bsoluto, pero también de tedos los dems valores —cualquiera que sea su rnaturaleza y émbito de apticacién— en la medida en que pretendan una va lidez absolita, En su opinidn, wna validez de este tipo tent Jy en ras concepciones morales’. Como resultado de ello, en lo que se refiere al dex sitive puede aspirar a obtener la acept: tenunciados cientificos. Esto significa ta ‘guna ordenacién juridica se pueden justficar de rechazar sobre la base de ur ‘sujeto emisor. Ahora bi las que habitvalmente se presenta la mor aparece siempre la moral que es, sociedad. Esta no es otra que la mort den efectivo de conducta que puede coe: de las formas bajo LAFILOSOFIA MORAL KC ENIANA us moralidad. Por un lado, en el Su atlenci6n se centra en el aspecto es- en examinar la moral en cusnio orden de no fe preacupa el as- suelen fijarse en fizan en la sociedad y prede- pecto de la moral que més interesa a los socidlogc el modo en que los prit tos temas —en esta materia su doctrina apenas se modifieé— | moral social o positiva es un orden efective de la sociedas stematizan Sus normas y construyen sus concepios, a saber: la cia del derecho, también deben mantener una independenc’ ren sincretismo met6dico caer en este grave def pureza metodologi ide norms, conceptos y procedi fen que para Keusen este jos representantes de la ci adores de la teorfa del derecho y del Es- del sitimo tercio del siglo x0x y de comienzos del xx, como JeLLNEK, Kincunmann, Fennck, Heinze, Maver, ele. — en Ja construcciéa y desarrollo 6 1098 ANTONIO SENDIN MATEOS de las categorias juridicas. A confeccionar sus doctrinas, estos autores” no fueron capaces de mantener una separacin estricta entre el plano juri- digo y el plano moral, de modo que concebian la cieacia del derecho como tuna disciplina que no estaba enteramente separada de la ética, y que en al- guna medida dependia de ell Esto se observa —y asi Io refleja Kersen— en el tratamiento del con- ccepto de deber jurfdico. Los autores mencionados sefialaron, cada uno a su ja de una conexi6n esencial, una interdependencia ¢ in- tidad entre el deber juridico y el deber moral. Obviamente, en este timo caso no habria més remedio que admit que solo se puede hablar de un «deber» sin mds, sin distinci6n de especie o de clase alguna. De hecho, se tendis a trasiadar al deber jaridico la caracterizacion Kantian el deber moral como la sujec duo a la ley moral", ‘esto es, como una autoobligacién (Selbsiverpfichtung) emanada del sujeto misino y que implica, por un lado, la conciencia de la norma, y por otro si reconocimiento. Kixcrmavn ™ procedia de esta manera cuando analizaba in obligatorieded del derecho y de la moral como si fueran un mismo fené- meno", y también Jntumsee, cuando afirmaba que ta construccién de los debetes jurtdicos del Hstado se realizaba a la manera de uns autoobli ‘en que toda obligacién, tanto si era moral como juridica, consistia en una autcobligacisn, La confusion e identficaci entre ambas categoria fue una de les razo- nes por las que KeLstw acusé a estos autores de mantener posiciones proxi- mas ‘6 Negar que existan diferencias esenciales entre los debe: ieos y los morales equivale a renunciar al postulado de un or- den ji independiente de 1a moral, y a una ciencia del derecho inde- pendiente de la ética®. Al entender el deber juridico como una forma de ‘atoobligacién, en realidad se negaba la existencia de genuinos deberes ju dicos , algo que Krsen no podia admitir. De ah que insistera en aplicar la cexigencia de Ja pureza merodolégica, que en su opinién era Ja nica via para ‘preservar la independencia del plano jurfdico frente al plano moral, y 1a au- tonomia reefproca entre la ciencia de! derecho y la ciencia de la ética, ‘Ahora bien, como teérico del derecho, KriseN no puede dejar de pre- ‘guntarse de qué manera se relacionan el derecho y Ia moral y, sobre todo, ‘cules son las diferencias que separan ambos érdenes; en definitiva, qué iene et puta de vista TLAFILOSOF{A MORAL KELSENIANA ut los caracteriza de forma distintiva. Aqu‘ caben varias posibilidades, que en principio no son excluyentes: esas diferencias pueden ser estructurales,re- firigndose a Ia constitucién especifica de cada tipo de ordenacién; o puede que tengan que ver con el contenido de sus normas, 0 com la forma en que son expresadas; finalmente, el critetio decisivo también podria ser le 6e- nica de motivecién que empiea cada sistema para promover Is concieme al Kesen fldsofo moral: si se pueden conocer priacipios 0 normas morales sustantivas de validez incontrovertible o «ab- Soluta>, que sean aptas para fundamentar un orden social positivo y valo- rar los hechos que acontecen socialmente como morales o inmorales, justos que expliqué en el capitulo anterior, y de cuanto aqut be anticipado, es fac- Uible imaginar cudl fue su respuesta a le cuesti¢n. LLL. Elderecho positivo y la moral positiva como drdenes normativos El problems de la moral, y en particular de las relaciones entre le mo- lanteado en la obra de Kersen de comnipresente, de modo que en ‘mds importantes de teorfa del derecho se ha ocupado desde perspectivas diferentes. En algunos trabajos parte de forma simalténea pero en competencia con otros sistemas, como el dere cho, la religi6n, etestera ”. En este caso, el principal interés tevrico radica ‘en ientifcar la forma de dirigir le conducta que caracteriza a cada uno de ‘esos sistemas. De ahi que KELsey examine [as similitudes, pero sobre todo las diferencias que separan, en especial, sho po- En cambio, en otros trabajos parte de una consideracion de Ia moral como eriterio de valoraciGn del derecho postivo, atbuyéndole la preten- in_que se establece entre el derecho y la "GTS, 20; 2,28 ys, J0SP ANTONIO SENDIN MATEOS justia ocupa desde el comienzo el primer plano". El-mismo punto de Yista se adopta en trabajos cuya temética no gira en torno a Jos problemas Ue teorfa del derecho —como sucede, en general, en las obras menciona- das basta ahora, sino al problema de la justicia y sus implicaciones: dar respuesta al interrop te de si es posible determinar racionalmente el con- tendo de Ia justicia, investigar qué fines han perseguido los intentos de so- meter a valoracién el derecho positivo desde minada concepeién de Ia justicia y, en especi alternativas que propone Kezsex ante Ta impos forma racional a la pregunta sobre el contenido del de erspectiva de una deter- 10 justo. Por con- Siguiente, en la mayorta de las obras en las que se ocupa de estas cuestones weThe Metamorphoses of the Idea of Justice» (1947), «What is Justice?» (1953) y «Das Problem der Gerecitigkeit» (19% ‘moral como tal ape- fnas se menciona, y és la justicia la que desde el comienzo entra a debate, Cualquier conocedor de la obre de Kisen se hab percatado de que hay dos importantes obras de teorfa del derecho que atin no be mencionado, Ja edicin francesa de la Reine Rechtslehre (1953) y la segunda edicign tingue con nitidex los dos planos: parte ‘de que en ellas Keusen quiere abar- ota valido y eficaz, 19 normas ¥ principios que pretencen ser- critica del derecho positivo®. Lo cierto smpre dis de una aproximaciéa a la mo. Tal como orden de conducta, para después, mediante un sibito cambio de drientaci6n, pasar a ocuparse de la segunda cuestiGn: la relacién entre dere- tho ¥ jastieia,o lo que es lo mismo, le valoracién moral del derecho. En ta in francesa de Ia Reine Rechtslehre setiala: ‘Reis pets una atnetonprctaia siemgee se concibe de forma [nerprecar como una atercion det pur fst edie de in Reine Rechtleh se tot i cresumente Pero esto no 32 puede eis laiones eae derecho y moe [LA FILOSOFIA MORAL KELSENIANA 0 1 derecho positvo y Ix morel son dos Grdeues normatives distntos uno 4ol ots Esto no significa que sea menesterrenunciar al postulado de que e! ‘derecho debo sor moral, puesto que, precisamente, solo considerando al or- den Juridica como dlistinio de ia moral cabe calfcarto de bueno 0 malo™ Ambas cuestiones aparecen agqu{ combinadas. Pero inmedit eee p% aq "ero inmediatamen __Sin dud, l derecho positive puede en certs casos autrizar 1a aplica- ‘ign de normas morales. Es decir que delega en Is moral el papel de deter- cada fen parte integrante de la moral ® En este pasaje Keisan explica algo sobre lo que volveré después: de qué manera se pueden relacionar el derecho positivo y la moral. La rela- cidn entre ambos érdenes es similar @ la que, como se vio en el capitulo an- terior, se podia establecer entre el derecko natural y el derecho positiv, y que consiste en una delegacién de up orden en el otro, de modo que e! or iden delegado pierde su caricter particular y asume el eardcter del orden de- legante. Parece, pues, que lo que aqui se dilucida es la relacién que se esta- blece entre dos sistemas de normas que se coordinan mediante delegaciones recfprocas. Pero unas lincas mis abajo Kstsex sostiene: elon me nti re cin aonlbte heather ante eS ee nie cnn ne rea eal debe Canara cochlea sentria [Asf pues, en apenas unas frases Ketsnn pasa de discutir sobre las rela~ ciones que se pueden establecer entre el derecho positivo y la moral, a pre- sentar la separaciéa entre ambos sistemas como condici6n necesaria para la valoracién moral del derecho. Y en la segunda edicidn de la Reine Rechis- lehre se expresa en un sentido muy similar: Sono «Tas norms juices hay también crs ue seal el compo tame rexpoce ds os hombres, eo es, tora fc, La Genta del derecho noes, por anf, a ae dscpina que se geal onocimie 9 descrip de fannie soles, Estas oat norma scales pucsn Ge dar compris bajo enominacin de enor ya dep dua a 150 10S ANTONIO SENDIN MATEOS designar como aética». En tanto que 1, la relacién entre justcia y derecho ‘moral y derecho, su conocimiento y descripcidn se p Ta Justicia es una exigencia de la ‘queda comprendida en la relacion De una euestién que, en principio, compete a la teoria del dere pasa a ola que, al versa sobre el derecho que tiene valor moral y 8 Fier justo rel derecho que debe ser—, se desarrolla en el émbito esticto {e la flosofia moral, No es tara fécilseparar el tratamiento de ambas cues- tiones en la obra de Kase. En cualquier caso, retomando el plan inicial, en las paginas que si- ferencias gue separan & ‘Katsm se ocupa de esta guen explicaré las similitudes y sobre todo Ta moral y al derecho como érdenes normati mn desde los Hauptprobleme *. A. po de la creaciGn del derecho por ‘yelunt tado pasa a ser la unica fuente de igatorias. Ahora bien, esto no quiere decir que a voluntad cualificada, las normas plica que, una vez vfas consuetudin Pero KELsen sefala que la eficacia de las normas de Gepende de la forma de prescribir una conducta 0 de ‘cion empleada *. En los Hauptprobleme, al deber moral y el deber jurtdico, exp ‘es solo uno de los posibles motives por los que se echo, ¥ admite que otros pueden ser més eficaces ®. fn caso de que una condacta regulada por una también por una norma religiosa o moral— el {e- scendente impuesto por una autoridad divina 0 a Ia ‘de los miembros de la comunidad, como consecuen- RT LAFILOSOFA MORAL KELSENIANA 7 cia del incumplimiento de la norma™. Por tanto, las normas juridicas y as morales no se diferencian porque unas tengan més fuerza para obligar que otra. {Pero entonces, qué diferencia al derecho y le moral como drdenes de conducta en los Hauptprobleme? En esta materia Kets no fue innovador, ‘pues su punto de vista Sobre la cuestion coincide con el de buena parte de la Ciencia juridica decimonénica, quo en esto admitia seguir a KaNT: la moral 8 autdnoma, pues es impuesta por el propio agente, tiene que ver con los motives de la conducta y regula el comporiamieato interno"; por el con- trari el derecho se caracteriza por su heteronoméa, dado que Sus normas, que regulaa la conducta externa de los individuos, son impuestas por agen- tas ajenos a ellos ®. Mientras que la eficacia de las notmas morafes depende de su acatamiento individual, de modo que el sujeto las com un acto de reconocimiento ~en palabras de Kets resultado de wn proceso mental de objetivacidn» se acatan— y de si son conocidas por quienes se s ‘cumplimiento deseneadena el deber de sancionar de los jueces y tribunales. asta le Allgemeine ‘Theorie der Normen, a saber: que, en oposicién a la moral, el derecho tiene «doble vida 0 tna doble posibilidad de accion, pues su eficacia con- “—que no se entiende aguf como un siriple expreso 0 técito de reconocimiento, sino como wn actuar que permite cvitar la sancién que prescribe la norma. como en la aplicacién de la san- cin correspondiente por los tribunales ™. En ambos casos —tanto en el del fl sipuesto de hecho de rms suscionadors, or uo firma que smbasnornas se dene en el sido de que expesiaexactmene la 12 20St ANTONIO SENDIN MATEOS individuo que esté sujeto a a norma como en el del Grgano que debe aplicar la sanciGa—~ esté en juego un deber juridico, y no un deber moral Posteriormente Kaisa rectficé la forma como en los Haupeprobleme hablo movilizado las ideas de autonomia y heteronomie, asf como el earéc- ter interno 0 extemo de la conducta objeto de regulacién para distinguir en- tue derecho y moral. En realided, puede decirse que Krisex n0 vuelve a de- icar Ia misma atencin y esfuerzo a la cuestiGa de las diferencias entre el derecho y 1a moral hasta 1960, en Ia segunda edicién de la Reine Rechts- lehre®, donde critica algunos de los puntos de vista més extendidos de la cicncia jusfdica de su tiempo en relacién con este asuato. Ahora sostiene ‘que no es correcto afirmar que la moral se Limite a presctibi la condueta in- tema y el derecho positivo la conducta externa ®, sino que las normas de ambos 6rdenes pueden prescribir indistintamente éazbos tipos de conduct: Ta moral prescribe conductas externas en la misma medida en que lo hace cl derecho positivo, y este puede convertir en objeto de su enjuciamiento no solo actos externos, sino también la actitud o el sentir psicoldgico de los snjetos infractores, v. gr. su volunted de delinguit. Ketsen vuelve a insis- tiren ello ea la Allgemeine Theorie der Normen, pero va todavia més lejos al sefialar que tanto la moral como el derecho soa sistemas en parte aut6no- mos y en pare heterénomos®, Io que supone un cambio atin mds signifi- Tespecto a la posicién que defends en los Hauptprobleme. Am- ‘os sistemas son heterénomos en tanto que sus normas no son establecidas por sus destinataries, sino por una autoridad legislativa 0, en un orden con- Suctndinario, por las costumbres que se practican socialmente; y son aUuto- hemos porque para que una norma general se pueda aplicar a un caso, su walidez. tiene que ser reconocida por el étgano aplicador, pues de ello de- i ‘incurre en cided cl pat de vst de sy las morales. Vd. Grundlagen, LAFILOSOFIA MORAL KELSENIANA us normas, puesto que la moral no cuenta con Srganos de aplicacion de sancio- nes. Y en lo que afecta al derecho, la heteronomia aparece reforzada, pues Ja validez de las noma jurfdicas no depende del reconocimiento de los in- dividuos sujetos al orden juridico, ni siquiera de que les conozcan y sepan de su existencia Entre los malentendidos que ha suscitado re el derecho a iste en obrar dejando al margen los. inclinaciones individuales ®. Ketsen rechaza que este sea un ct ic ciador de la moral, ysefila, con razén, que €so mismo vale tam- bién para el derecho positivo®. Ademis, subraya que ordenar conductes «que sean acordes con el interés de cualquier individuo 0 grupo es superfuo, ‘pues no tiene sentido prescribir un curso de accién que todos siguen espon- pero no a la condueta que efectivamente ddetermineria el «por qué, pero normas de una moral que ¢nica- ucta son incompletas, ¥ solo ad- Giron seatido normativo pleno si se unen «ots noras que prestfea Ia onde did, Esasnornas son tambien morales, Dicho en ots pa Dado el cardcter inconcluso de ta Allgemeine Theorie der Normen, no ‘es extraio que la cucstin de las diferencias entte el derecho positive ¥ In st 1086 ANTONIO SENDIN MATEOS ‘moral se presente de forma asistemstica c inconexa, y que el hilo srgumen- tal tienda a diluirse. Aun asf, es interesante la consideracién que en ella se hace de un criterio de diferenciacién que tiene en cuenta la estructura de la norma, Eafrenténdose wna ver més a una linea de pensamiento de raiz kan- tiana, Ker se rechaza fa tesis de que las normas jurtdicas preseriben kipo- téticamente, mientras que las normas morales lo hacen categéricamente. En su opinién, ambas ordenan hipotéticamente, puesto que cualquier compor- tamiento prescrito © probibido por el derecho 0 la moral depende de cier- tos condicionantes facticos includibles, Toda norma enlaza un supuesto de hecho y una consecuencia normativa siguiendo la formula «si A debe Ser Bo, También las rormas morales, ¥ no soto las juriicas, estén sujetes ‘2 condicionantes fcticos, pues solo puede ser moralmente Ilo que efectivamente puede ser reslizedo, y no se puede prohibir lo que no se puede realizar *. Por eso, para KrLseN toda prescripein, independiente- mente de su carécter, es hipotética®. Hasta ahora la discusi6n kelseniana sobre moral ha girado en torno a la estructura de Ia norma. Jjeto. Y como se ve, no ha conducido a rest rio més significativo tiene que ver con la est se basa en Ia disti igma de wn sistema normativo di- derecho natural) un ejemplo cualis- ‘eado de sistema normativo estatico, Esta cuestiOn exige tn amplio desarro- Tio que n0s desviaria del objetivo principal. Por eso es preferible emitirse & derecho como la more odanan hipotéicamente, pareve como iotecosy catego esable- ye os conseospeodenciaes. os LLAFTLOSOFIA MORAL KBLSENIANA un trabajo de Deucano Puvro® en el que con gran rigor y sentido se estudian, entre otras cuestions, las diferencias entre el derecho y ral como sistemas normativos, y no tanto en consideraciéa a s ento me conformaré con sefialar que la distinei6n entre si estéticos y dindmicos, formulada por primera vez en en Grundlagen der Naturrechtslehre und des Rechisp es ttl para diferencia el derecho y la moral solo hasta cierto pono. jstemas dindmicos como los estiticos se constrayen mediante teriales a partir del contenido de Ia norma fundamental. Por eso son validas cen le medida en que participan de ese contenido, o, en palabras de Keisen, ‘estén contenidas en Ia norma fundamental» *. En cambio, en un sistema dindmico la derivacién de normas se produce mediante una sucesién diné- mica de delegaciones de antoridad, de modo que cada norma confiere auto- ridad a un érgano para producir una norma de rango inferior. Remonténdo- rigs en sentido ascendente de norma en norma y de autoridad en autoridad, al final Negamos a Ia primera norma positiva del sistema ~-que en un or- den juridico es Ia constimucion— y a la primera autoridad normativa —el poder constituyente—. La validez y obligatoriedad de la primera y la au- toridad del segundo emanan de una norma fundamental, cuya validez, al igual que la validez de Ia norma homénima de la moral o del derecho natt- sponer. En la moral hay que presuponer Ja validez de |-0 de lo contrario no existiria un orden moral, pues ivan su contenido de esa primera norma. En el dere- mera norma positiva del sistema, necesita una norma superiot —que ya no puede ser positiva— que fundamente su validez y fuerza obligatoria, y legi- time al érgano constituyente. En conclusién, las normas juridicas no valen ‘por su contenido, sino porque son creadas («puestas») por un érgano autori- zadlo por el sistema. Detcavo Porto sefiala con acierto que Ta oposiciéa ente sistemas nor. ativos estéticos y dindmicos es en buena medida artificiosa®. Ante todo, en contra de lo que Ke.sen parece pensar, e8 dudoso que permita diferen- ciar entre el dered y el derecho positiva, pues muchos iusnaturalis- tas han elaborado Aductivo, sino por in ® DaeanoP 2 Wd. Grand 3 Nar » Daca Tb Ts 186 1088 ANTONIO SENDIN MATEOS sitvo solo hasta cierto punto, pues por lo general ninguno de esos sistemas Se manifesta de forma «pure», sino como sistemas «mixtos» “Por un lado, fenun orden moral es posible presentar, como valida en sf misma, una norma fundamental que responda al principio dindmico y sirva como punto de par- tida de una cadena de derivaciones; de hecho, tas étcas teonémicas son de este tipo. Y por otto, todo sistema dindmico presupone una norma funda- mental que, siendo la ipétess tama que permite fundamentar la validez de la constituciéa y de las nocmas que integran el orden jurféico en niveles su- cesivos, no puede ser positive, Ketsin sefila que es asf como el principio esttico se introduce en el sistema de derecho positivo, Que la norma fundamental supone un Iimite @ la dinamicidad del sis- tema, lo demuestra el hecho de que no es una noma positive produ- cia por un acio de voluntad, sino de un acto intelectual: no es una norma ‘puesta, sino presupuesta por laciencia del derecho. Pero hay otra razén no menos importante para negar que el derecho es un sistema éindmico puso. ‘cada norma se limitaria a autorizar Ja creacion estitico penetrarfa en el sistema juridico positive, y en consect ‘antoridaces delegadas deberian operar en todo caso dentro de los Iimites ‘materiales de su delegaci oF otro lado, como seffala Detcano PINTO, Ia idea de que en un sistema dindmico el contenido normativo carece de relevancia choca con la exigencia —que para Ke1sen es irrenvnciable~ de ‘que todo sistema normativo debe reunir cierias propiedades Con , se excluyen las lagunas sntinomias, en Jas normas cello Ketsen trata de salvaguardar el principio de jerarquia normativa, que ‘es otra de las ideas centrales de su visiGn del derecho como sistema, Ahora bien, a pesar de que las exigencias de coherencia y de que las normas ju ridicas se ordenen jerérquicamente se releren al contenido de las normas we implican incorporar el principio estitico—, Ketsen siempre defendi6 {que todo sistema juridico es esencialmente dindmico, porque contiene me- anism Jegacién para la produccién deliberada de normas, que som fereadas —y esta es la esencin de los sistemas dinémicos— mediante ac- tos de voluntad de las autoridades, y no meramente deducidas mediante un operat l6gico del intelecto™. LLAFILOSOFLA MORAL KELSENTANA st En cualquier caso, el canicter artifcioso de esta dicotomfa kelseniana, uunido a que el derecho no puede considerarse un sistema dinémico puro, derecho y moral. Por un lado, define una caracterist sido sefialada por otros autores (Hanr): la idea de explicar Is sinmunidad al cambio deliberada> que c Por oo, apunta un rasgo de los sistemas juridicos: sus normas son resul- tado de actos deliberados de produccién nérmativa, por lo que en principio estén abiertos 2 infintes modificaciones. Después de Die philosophischen Grundlagen der Naturrechtslehre und des Rechispositivismus, Keisex no volvi6 a ocuparse de las diferencias en mneral Theory of Law and State y la se- lehre. En ellas centra su atencién en la zan, es decir, por la forma en que presoriben las condactas descadas y pro- hiben las indeseadas *. El derecho prescribe una conducte enlazando una sancién coactiva a In Conducta contraria. Si esa conducta acontece, si se realiza el supuesto de hecho de la norma, un Srgano del sistema tiene el de- ber de sancionar, Reconiemos que Kesey denomina esta téenica de moti vvaciGn eindirectay ®, Ademds, una caracteristica del derecto es que la san- cid puede ser ejecuiada, sies preciso, por le fuerza, En cambio, la moral azar c ‘matarés: «no fal- el orden moral no zd, sino qu ere. Ia expresiGn de un reproche © censura que la comumidad disig tor, Ahors bien, para Ketsew esto no quiere decit que la licas tengan una eficacia mayor que las sanciones morales. A menudo el temor a castigos no juridicos, tanto sociales (no organizados) como trascendentes, hace que las normas morales sean més eficaces. Puesto que hablamos de castigos ranscendentes, no se pusde dejar de advertir que probablemente en ninguna otra obra de KeLsiN se expresan con mayor clarided las diferencias entre las normas juridicas y las mora- Tes que en la General Theory of Law and State, En ella se contraponen a las ‘ya mencionadas un tereer tipo de notmas: las religiosas, Para Ketsew, lare- igi6n como sistema normativo es mas parecida al derecho. Al igual que la oral, la religin rehtisa hacer uso de la fuerza fisioa, pero a diferencia de 1s JOSE ANTONIO SENDIN MATOS aquella prevé sanciones, aunque no estén socialmente organizadas : son Ssanciones trascendentes, que se pueden ejecutar en este mundo (en forma de enfermedades, plagas 0 malas cosechas) o en el més all (mediante la ‘condena del alma o su reencarnacign en un ser inferior), pero en ambos c&- 30s mediante la intervencién de una autoridad divin. tres érdenes aparecen claramente diferenciados: nes, de modo que si se produce una das, que pueden requerir el uso ciones no organizadas y trasoendentes. En la Allgemeine Theorie der Normen Ketsen introduce algunos cann- bios que no siempre son afortunados. En lo esencial, se reafirma en sus {ideas anteriores: la moral y el derecho se distinguen no por lo que ordenan, ‘ino por la forma como lo hacen. Pero a continuacién se observan dife- rencias. Por ejemplo, ahora sefiala que también Ja moral —y n0 solo el de echo prescribe sanciones, aunque estas se diferencian de las sanciones juridicas en que no tienen caricter coactivo, y se realizan sin hacer uso de la fuerza. Partiendo de la famosa clasificacién de Ins normas —formulada cena primera edicién de la Reine Rechislehre— * como primarias y secur arias, afirma que ex la moral la norma primaria es la que prescribe direc tamente la conducta que debe realizarse, mientras que la norma secundaria cs la que estatuye la sanci6n aplicable en caso contrario, ¢s decir, si se rea liza el supuesto de hecho de la norma. Con ello se invierte el esquema que rige para el derecho, donde se considera norma primaria a la que establece tun vinculo entre el supuesto de hecho y la consecuencia juridica —esto es, Ja sancién— que debe aplicarse en caso de realizarse aquel, mientras que la noma secundaria prescribe directamente la conducta que permite evi- independents —qoe coosan de wn supuest ida} ottane jrtieas acomplia 01 inde LLAFILOSOFIA MORAL KELSENIANA, 1s tar la sancién, Sin embargo, en la medida en que ambas pretenden conducit Ja conducta bumana en la misma direcci6n, la norma secundaria es supor- ‘ua, pues se podria eliminar sin que ello tviera consecuencias. En cam- conducta se puede considerar el contenido de un deber sin referencia a la sanci6n ®, porque la norma que prescribe un com- portamiento (v. gr, «debes decir la verdad») cs Ia primaria, mientras que la norma que estatuye la sancién es !a secundaria. Ciertamente hay una co- nexidn entre ambas, pero al aparecer la norma que prescribe la conducta de- seada en primer término, la coneién es menos esencial que en el derecho positivo™, donde prevalece la norma sancionadora. De anf que en cl dere- cho la norma secundaria sea superfina, mientras que en la moral —donde la conexién entre ambas no ¢s tan esencial~ las dos son necesarias, Una diferencia més significaiva con la doctrina anterior es que, en la Allgemeine Theorie der Normen, Kaxsen sostiene que las sanciones juridi- mes positivas en forma de «in- desea promover, Aunque 160 {0S ANTONIO SENDIN MATEOS Para conctuir este apartado es preciso referrse a la forma como Kase ‘ibe la relacién entre el derecho y la moral. Entre ambos pueden darse ‘de relaciones: una relacién denominada «interna», que consiste rar contenidos de un orden en el otro, ¥ una relaci6n «extema>, stifieacin, valoraci6n y critica del derecho vigente desde el punto de ‘vista de la moral. Sobre la relacién interna» entre derecho y moral, Hama Ta atencién la brevedad con lz que Kise resuelve cl asunto en Ia edicién francesa de la Reine Rechislehre ™, donde la relaciGn entre ambos sistemas se explica de forma parecida a como se relacionaban el derecho natural y el derecho positivo en Die philosophischen Grundlagen der Naturrechislehre tind des Rechtspositivismus, es deci, a través de una delegaci6a bidireccio~ tal, de forina que o bien el derecho delega en Ta moral, 0 bien esta delegs fn aquel. En ambos casos el orden delegado pierde su carécter espectico, ‘sdquiriendo en su hugar el del orden delegant. KeiseN apenas afiade més, pero justamente entonces hace una afitma- ign de gran interés, pues permite enlazar con la cuestiGn de Ia valoracién ‘moral del derecho, esto es, de Ia relacién «externa» que se establece entre ‘¢) derecho positiva y la moral: Kets piensa que esa valoracién solo puede ‘Garse cuando el contenido del derecho y el de la moral no se confunden, es Gecir, cuando no hay una quo pr Bos yo ue existe en la naturaleza, al ser igualmente querido por ‘udmite esta concepciéa, ningtn derecho positive puede serinjusto puede adjudicar un valor negativo desde una moral ideal qu preten te puede ser malo” Al darse una oposicién entre el derecho y lo justo, se pres ‘Kase como el presupuesto de toda Valoracién moral del derecho, Peete te teen ohecmeeems oe Roma ios hom am eee se main a ais oon ee lot pan dra ohn ra co doi ic crn de la justicia en el panorama filos6fico-moral. 1.12, Teoria pura del derecho y moral ideal: lineas bdsicas de la flesofia moral kelseniana Una vez exeminada la forma como KetssN ent moral. Es sin duda en el planteamiento de esta cuestién 1a teoria pura del derecho se encuentra ante un verda- cin moral un sistema jaridico positive o cualquiera de sus normas, contrastar el derecho que ¢s, el derecho realmente existente, vélido y eficaz, ccon To que debe ser el derecho si quiere realizar el valor de la justicin desde sentido, su a confundir: el problema d ‘moral de las normas. En su ofi 1a justicia como condicion para él la valoraci6a de woa né de derecho positive como injusta no es Fsteulo pare admits que jurieameneexa normacs via. ™ RR 10. i. 10S¢ ANTONIO SENDIN MATEDS moral Ku La pregunta sobre la posibilidad de levar a cabo una valoracié Jel derecho deriva en la cuestién relativa al contenido de SEN se pregunta si sc puede dilucidar ese contenido racional puesta no deja lugar a dudas: dado que la justicia absoluta es un ideal irra- rontenido no es accesible al conocimiento ”. Con esto deja bien ‘laro que, a su juicio, el problema medular de la filesofia moral —le deter- rminacidn del contenido de Ia jusicia— es una cuestiGn de indole epistemo- Y, por cierto, una cuesiiOn que debe responderse negativamente, cello, Ketsan es consciente de que la cuestién del contenido hha seguido planteando sin perder un spice de su fuerza. Los importantes, desde PLATON hasta Kar, no han dejado de ia. Las respuestas que han offecido han sido muchas ‘de Krzsen muy pocas han cumplido uaa exigencia ectual, pues la mayoria, tanto si ofrecen una res- mnden determinar ese contenido de forma ra- puesta metafisica como cional, atribuyen 2 la just dente, pliqueé en el capitulo anterior, pensedores tan diferentes como Santo TostAs ‘be Aquiso y Kawr atribuyen una capacidad normativa Desde esta dable posicién antimetafisica y voluntarsta no es posible fun- amentar ningiin principio de justicia absolute que permite justiicar un o- Gen social, RELseN matiza que esto no quiere decir que no existan valores (Guridicos, éticos o estéicos) absoluios , sino solo que esos valores son in- cognoscibles, dado el aleance limitado de las capacidades cognitives huma- ttas, Por es0 Solo los valores relativos son asequibles al conocimiento. El pro- ‘lesa es que esos valores son muy diferentes en sociedades de distinto lugar Yy Hempo —y también para los individuos que conviven en une misma so- ‘Giedad en un momento dado— como para proporcionar un sustrato suficien- emente s6lido sobre el que fundamentar un orden jeridico. De ah que para ‘evitar remitise a valores morales, Ke.sex, como reintvista en ura doble ver- tiente étice y epistemoldgica, tenga que idear su propia estrategia de funda- mentaci6n, io que le lleva a desarrollar su doctrina dela norma fundamental. El rechazo de todo intento de obtener un concepto de justicia que valga de forma absolata, no fue obstéculo para que Knsen dedicara gran atencién Metamorphoses, 397, TPD, 61; PO 401 LAFILOSOFIA MORAL KELSENIANA Pe into, Dejaré para més tarde Is explicacin de su ent foque, y de mo- ‘imitaré a subrayar que Ketsew no pretende fundamentar conteni- men dos concretos de justicia —pues esa tarea es competencia de una érica nor- mative, en Ta que é1 no cree como empresa racional —, sino que més bien se ‘mantiene en un plano metaético, adoptando una actitud que, salvo por algdn equello maiz, se conesponde con la sensbilida y planteamientos cen- icos y gnoseoldgicos caracteristicos del contexto intelectual en el que se desenvolvié su teoria. En realidad, la concepcién de Kx1sey a las indes que Bordesn el een dela meta, a mots, de mod que eas llega planes otis cuestonesfeferias a Injustice mats al de se posde conocer st contenido. tarda. Es significative que su primera Platonische Gerechtgket are blicarse la primera cin a esta primera de algiin modo, el relativismo estuvo siempre latente desde el u producci6n ~e incluso en algsin momento temprano se aft nte-- ® KELssn comienza a escribir sobre Ia justicia de forma tema —sDie aio antes de pu- Reine Rechtsichre. Fs interesante la men- ‘en ella la cuestién de la valoracién moral de derecho cobra una dimensin ge a ime que no se despresded en obras pos- ties. Ademis, en este obra se presenta sucntaente ls liness aes. tas de a concepcicn Kelseniana dela justcia, que son expuesas en apenas unos pocos pérrafos *'. Esas Ifr ii D 2 3) La identificacién entre tidn desde el punto de icol6gico) entre el deseo en de jt el deseo de felicidad, que lleva a entender como «just Aldoen Q ent somo «justicia» la fe inaccesible al conocimiento racional ®, ter aboluto del jut, que asin ms a de set ya despa al slino metas, ive debs tne derecho Y sisi, que es simi al aime realidad ¢ idea. nian Ee De forma parecida como sce en el dulsmo ent pun expen cone eFoitshe Watimschasng io era asin Stel oe cectact que pd yoo toda no so explant a raome dl os oo st 0s ANTONTO SENDIN MATEOS LAFILOSOFTA MORAL KELSENIANA 5 Prescindiendo de que Prox admite i tien ‘que esa afimacién es una mentira ti ayo cbsivo os seg a cudnt eyes, con cll dee aa ‘a conerets de felicidad individual, que consiste en la observanciaestricta de la justicia en el comportamiento i de felicidad que se comtesponde con ‘vidual dado que en una sociedad ‘el dualismo entre justicia y derecho puede des ficar lo dado, bien: 5) ofas de contenido 6) Tanto los enfoques racionales como los metafiscos persigven f- nes politicos 0 ideol6gicos. En cambio I toria pura del derecho, spira a deseribir el derecho positive edad y en el mundo ea el mismo grado en que lo est la infelicidad, I felicidad que se asocia con la justicia no es la felicidad individual, 4s explicaré més detalladamente estas Iineas, no quisiera ‘én de discutir una polémica afirmacién que se express de la Reine Reckislehre como un rasgo de su con ‘Se tata de Ia llamativa y muy discatible idemtidad que es abandonada en versiones postesiores de es obra y después de tomar KELSmN conciencia 6 su cardotes pro~ bblemético, es mencionada por tltima vez en 1957 solo puede tratarse de un tipo de felicidad colectiva, Ante esta afirmacién, besnaloiey pelea Ciertamente, no offece razones de ello, ¥ olrtnes sobre cules on fsa Tezoes Hl viruos aul un pea ce ce ee eo lene / ; to tpo de felicidad colecva la que se lenioue ean la jst Pero | 113. La identificacidn de la justicia con la felicidad ‘cuél? He aguf una afitmacién sorprendente: La teniicacn ene just yflcidad,o ene et deseo de jusica ce en ode si puede mega 0 pone 9 gens ie exgesa Yor pte vez como e sas, e2. ames eT esi de as ase de Su concep ‘Keisen no explica cudl es el fandamento de esa iden- esperar cast vente afios hasta que, en 1a conferencia > explicara las razones de esa afirmacién. En ella dest- ‘Abit algunas ideas que habia expresado resumidamente en «The Metamor- phoses ofthe Idea of lust Fin como cualidad que se atbuye prima facie a un orden social —pues solo a seyundo lugar se contempla como una virtud personel— consist en Ia a del deseo humano ée felicidad, En realidad, la identidad entre felicidad. tal como él entiene, no es ms que una iverpetacin ei concepto de justicia, y no obedece a un su conte- alimentarse, de vestirse, de vivienda y ot ues, Ja felicidad colectiva de la que habla KeisEN consiste en sa~ dado que es imposible dual, no hay més remedio que operar una metamor aed eet platinica, expresada en el Gorgias. de jentras qUe el injusto es infeliz» tana Ee ?, x Kausey explica que para que la libertad | je, 662 tah Whats Juste? 6; Plato, 29% ion, 217. 3 fo finden de om orden soci ha cao que experineata ena hia 2038 ANTONIO SENDIN MATEOS dividualista originaria de la felicidad, que cede su puesto al ideal de felici- dad colectiva especificado. ‘La cuestiGn determinante es establecer cuéles son las nevesidades que, @ |juicio dt legislador, merecon ser satisfechas. Hay que tener en cuenta que si existe un desacuerdo social sobre esa cuestin, y se admite que cada nevesi ddad es respaldada por el interés de quienes aspiran a su satisfaccién, el des- fencuentro a propésito de lo que es justo puede derivar en un conflicto de in- tereses. Para Ketsew, la necesidad de resolver ese conflicio coloca al sistema jaridico ante un dilema que tiene que resolver con los medics de que dis- ppone. Con ese fin, se puede optar aliewativamente, bien por una decision xbitraria a favor de ciertos intereses y a costa de otros, o bien por una 0- Iuciéa de compromiso entre los intereses en disputa *. A su juicio, el signifi- cado de la expresién «hacer justicia» es precisamente resolver Jos conflictos de intereses, pues, coma él advierte, allf donde nb se producen confictos no hay necesidad de justicia™ El problema de los confictos de intereses y todo lo que conlleva —en ‘cuanto a jerarquizacién, resolucion,etc.— temina derivando en l problema de los valores. Y aqui Ke.sen se adiere a una interpretaciOn reetivista y subjetivista: Ios juicios de valor estin determinados por factores emocions- les, Cuando mis tarde desentrafiemos su concepcién sabre los juicios de va- Jor, comprobaremos que uno de los sentidos en que se puede hablar de . En su opiniGn, el abso- como urna doctrina que de- fiende una concepcidn absoluta de la justicia y cree que se pueden justif- car valores morales absolutos, con todo lo que ello implica: admitir que hay ‘una Gnica moral vélida y posible, que excluye de antemano otros conteni- dos de justcia altematives ". variante en el tiempo. no siempre se manifest de fo anterior— fica, todavia no se afirma expresamente como posicién fi En estos eseritos y en los que les siguieron insiste en la irracionalidad icia y de de- su contenido ™. Ea su opinin, aunguc la ciencia no niega que cexista «law justicia absolita —puesto que si lo hiciera afirmarfa una ver- dad metafisica—, al mismo tiempo admite que si esta existier, dria conocer cufl es su contenido, Le ciencia solo puede acted Jago, que en una sociedad coexisten un sinfin de intereses, mux en entre s{y dan lugar a conflictos,y por cto, la fender que cieros imtereses merecen ser satisfechos obedece a un impulso subjetivo que esté determinado por factores emocionales al final el dere- 1 JOSE ANTONIO SENDIN MATEOS cho positivo tiene que dirimir esos conflictos aplicando sus métodos. La al- ‘ernativa seria buscar una selueién acordada Ahora bien, puesto que no se puede conocer I que para Kesey el derecho positivo es el nico ‘ictos, en su doctrina se manifiesta una tensiGn que, absolute y una justiciarolatva es parte que, seguin KELSEN, se produce entre los dos modelos de ‘timo, Ias consecuencias que tiene ese cia de KELsEN, prestando especial aten- 24.1, Manifestacién y explicacién del rel éiico kelseniano ‘Como ya he sefialado, la afirmacida expresa del relativismo de KeLsex en el plano fileséfico-moral no se produce hasta un momento tardfo de su LAFILOSOFIA MORAL KELSENIANA co ue Ia razén humana es incapaz de conocer valores absohtos, y en particu lar la justicia absoluta: Asi pues, la razén humana, incapaz de proporeionar un conocimiento de valores absolutes, solo puede conocer valores relativos. Desde el punto fica del valor, esto tiene como consect ‘ admitir que dentio de una sociedad ion de la conducta muy diferentes, e incluso contrarios @ los que él defiende N, est0 no quiere decir que cada individuo tenga sa propio y ema de valores ", pues los sistem dentro de una misma sociedad tienda & producirse una convergencia sobre s y valores que son aceptados con caréctet general. Sin emt ie hecho de que en una sociedad muchos indi jumentos que otros. Defender que 3s que comparte la mayor‘a del grup Es indiferente qi lidad general del col 10 nivel y gozan en princi- cualquier estrategia de fundamenta- bbasada en juicios de valor o conside- raciones sobre la justicia ~tanto de justicia absoluta como telativa— debe ser abandonada, as JOSE ANTONIO SENDIN MATEOS LAFILOSOSIA MORAL KELSENTANA us cen aleanzarse. Asf pues, aunque el fin puede justticar os medios, los me- Una consecuencia de admitir solo valores relaivos, que aqut de mo- dios no jusifcan el fin ™. ‘mento solo voy a mencionar, es la exigencia de intentar compren¢ creeacias y valoraciones de los demis y favorecer su libre expresi Hay un segundo sentido en el que, sogtin Keusen, se podrfa decir que ciertos fines estén justificados: en Ia medida en que estos se contemplan ‘como medios para aleanzar ulteriores fines. Se generaria asf una cadena de fines que conduce, en instancia, a asumir que hay un fin timo: el de- explica que el problema central de la icular, es determinar si el fin ultimo 8 opiniones ajenas. A su juicio, este es un principio alzelativismo: EB principio moral especifico que involucra la flotofiarelatv justcia es el principio de la tolerancia, y este significa Ia comprens patética de las ereencias poiticas y re tun orden juriico establecide, ‘Kezsew pone un ejemplo que nos acerca al problema fundamental de su al prohibiro prevenir el uso de la forza eae los ind filosofia politica: la justificacién de Ia democracia, Observa que si en una so- ciedad la libertad individual se contempla como el fin ultimo, entonces fe- ta posible una justificacién de la demos sds apta para aleenzar ese fin ". En cambi ejemplo, la seguridad ciudadana—, se pot diferente. En ambos casos serfa una jus La democracia es uns fomma de gobierno justa solo porque e gobiemo cn la cual la libertad individual es preservada. Esto es una forma de gobiemo ju Aunque Ketsey rechaza que se pueda obtener una justiicacicn abso- Juta de Ia conducta, no cierra Ia puerta a una justificacin relativa, Para una conducta se puede justificer como medio para alcanzar un fin ™. La relacién que se establece entre medio y fin obedece a la misma ‘ausal entre 1a causa y el ue esa relacion se puede doterminar a través de la experiencia, esto es, de forma racional y cien- tifica'™. Sin embargo, esta forma de justifcar Ia conducta tropieza con dos difcutiades: ¥) Por un lado, no siempre disponemos de la experiencia necesaria para acreditar debidamente y en cada caso la adecuacién de un medio a un fin. En particular, en materia cientifico-social no es fécil conjeturar cué- les son las medidas adecundas para alcenzar ciertos fines. La segunda dificultad viene idad teleol6gica, que permite una, smo de Kesey en el ¥ el relativismo éti- 6 s096 ANTONIO SENDIN MATEOS bilidad de conocer valores absolutos y la justicia absoluta. A continuacién cexaminaré le forma como se relacionan, a juicio de Kesey, el relativismo axiol6gico y la doctrina epistemolégica y 1a concepci6n del mundo que es- ‘én en gu base. 2.1.2. Absolutismo y relativismo como concepciones del mundo ‘Antes he explicado que la metaétca trata de responder a Ta cuesti6a de sise pueden fundamentarintersubjei juicios de valor morales. Se gin Kesey, una respuesta afirmal Jores absolutos y una justicia absoluta, lo que a su ner gue hay una autoridad trasoendente, cuya raz6n o voluatad determing el contenido de lo bueno y lo justo. Optar por esta via —-que Ketsen deno- rina (1933), donde se preocupa, entre otras cuestiones, por la justicacién de Ia democracia desde el rela- tivismo, De abi sa interés en presentar una oposicidn entre dos concepcio- ‘mundo que se caracterizan por una posicién epistemolégica —bien 1a y metafisica, bien relauivista y erftica— y una tendencia poli- cia en el segundo. Ahora bien, el trabajo en el que esta corre se examina ms ampliame sin duda «Absolutism and Re Philosophy and Politics» (1948). serva el interés de Keisex en investigar las bases epistemol solutismo y el relativismo, que ahora, por fin, son puestas en conexiéa no solo con la defensa de una determinada concepeién politica, sino también ‘con un tipe de concepeién filoséfico-moral y, mas coneretamente, con un panto de vista metaético. Enfocando la cuestion desde la teoria del conocimiento, el absolutismo filos6fico se carateriza por la adopciGn de un enfoque metafisico que afirma fencia de las cosas «en si» como realidades absolutas e independientes del conocimiento humano™. Se piensa que el conocimiento aspira a reRejar Jos objetos en si, que trascienden la experiencia ®®, Pasando a la esfera mo- bien, para Kersey los juicios de valor presuponen 10 para él el sentido de actos de voluntad. Nada de extra tenga que, en relaciGn con los juicios morales, esa obj alcanzar remitiéndolos a una autoridad trascendente que pers soluto, es decir, el Dios ereador del universo, ormnipotente, omnisciente y absolutamente justo. A su juicio, este ba sido el recurso habitual de la doc- 190 1088 ANTONIO SENDIN MATEOS En contraste, la Weltanschawung relativista se caracteriza por una epis- temologia cmpirista, segtin Ia cual el dmbito de la realidad cogn {férreamente determinado por los limite incognoscible. En consecuencia, lo absoluto (Ia cosa «en sf como posible objeto de conocimiento. Baséndose laxan XGiseN afirma que los representantes de esta epistemologia rechazan que el conocimiento consista en un refiejo de objetos trascendentes, cuya exis- tencia no se puede verifcar. Por el contratio, se piensa que el conocimieato produce sus propios Y¥ que el sujeto cognoscente es el «creador» e su propio mundo. Ke.sen puntualiza enseguida que est que Ios procesos copnit ‘que estén sometidos @ leyes que transforman el caos de les percepciones sensoriales ‘en un cosmos ordenado y con ifcado propio ™*. Al ajustarse a esas leyes, el conocimiento gana en objetividad, Para conclu Ie explicaci6n de este relativismo epistemol6gico de ratz antiana, con el que el propio Kitsm se identifica al tratar de aplicar el mé- todo trascendental en el émbito juridico ™, hay que agregar que para él la epistemologia relativ riesgo de incurs en ‘como sujeto de conocimiento es la tnica realidad que se puedan reconocer al tiempo otros con lo que el «ti» se niega de forma egocéautice. En opinién de Kets or esta via la epistemologfa relativista incurre en una contradiccié ‘yo> 03 a Gnica realidad, esta tendria que ser une realidad absolut. El otro peligro es un pluralismo igualmente paradéjico: dado que el mundo solo ‘existe en ol conocimiento del sujeto, el «yo» es, segin este punto de vista, el centro de su propio mundo Si se admite que hay una pluralidad de su. {etos de conocimiento, parece logico que existantantos mundos como suje- tos cognoscentes. Sin embargo, Kersex piensa que el relat puede evitar esos peligro. expone a dos peligros. En primer lugar, corre el iuos se contrarresta con la euposicisa de fe conocimiento, son igusles. Esto quiere

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