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G.E.M. Anscombe Intencién Intcoducciéa de esis Mosteria Ediciones Paldos LCE. de la Universidad Auténoma de Barcelona Barcelona - Buenos Aires - México ‘CONTENIDO . El tema introducido bajo tes ttules: expresie de intencion de futuro, acion intencional © ir fencion al ectuer, Refutacion de Ia compeensién intuitva de lad fereacia entre «prediccion+ y como fundamento para una explicaciSn Filosofia de las expresiones de intencion. Defini con dea prediceion de nodo que abarque orde- ties y expresiones de intencién ademas de epre Geclones del futuro, La falsedad de las expresio: nes de intencion en cl tiempo futuro simple aco tno meatira y 6) como falsedad debida a que la intencion no se ejecuta . La uilidad Ge considerar la expreston verbal de {nveacion de futore con el fin de evitar diversot Callejones sin salida: La wtlidad de explicar in trospectivamente fa intencién, Disiinclén entre txpresiones de intencién y apreciacones del fu {aro mediante la justfcacion, en eato de haber Ia, que se da de elas . cExste alguna afirmacion del tipo «A tiene It fnteneion de X» que pueda expresarte con certe zm absoluta? Las descripciones de ins acsiones en bombre son a menudo susttuibles por «X» fe A tene la intencion de X>. Las razones de sis eponamo que unborn sre Teiinicicn de is acionesimerloales come quella en las que se aplica certo sentido de la DProgunta «;Por qué? La difcaltad de defini e Sendo pertinente de esta altima y el riesgo de 2 INTENCION ‘movernos en circulos en nuestras explicaciones sobre «raz6n para actuar» y saccién». «Tir¢ la taza de la mesa porque me sobresalté» responde a la pregunta «¢Por qué?» con respecto 2 algo ‘que se realiad, 6. Se niega aplicacién a la pregunta «Por qué? con la respuesta «No sabia que Io estuviera ha- ieado». La misma accion puede tener muchas eseripciones y el agente la reconoce segun algu- nas de ellas, pero n0 segin otras. 7, También se niega aplicacién a la preguata cuan- do la accién fue involuntaria; pero esta nocién ‘no puede introducirse sin tratar como resuelto el problema que precisamente estarnos discutiendo. Dificultades de la nocion de «involuatarior 4. El «conocimiento ain observaciéns introducido como, per ejemplo, ef que uno posee sobre sus ropios movimientos. Tambiés existe un concci- ‘miento sin observacién sobre la causacion de un ‘movimiento, como cuando explicamos por qué hhemos experimentado un sobresalto. Podemos definir una clase de movimientor involuntarios ‘sin peticion de principio, como la clase de movi- mientos conocidos sin observacién, pero en la cual no hay lugar para el conocimiento sin ob- ‘servacion de la causalidad: por ejemplo, cl espas- ‘mo muscular que en ocasicnes experimentamos antes de quedarnes dormidos. 9, Enuno de los sentidos de «¢Por qué?», la respues ta menciona hechos; pero, en consecuencia, una respuesta a la pregunta «(Por qué?» con respes: to a una accion, que no mencione hechos, no ofrece necesariamente una razon para actuar. Los casos en que habia dificultades para distin- guir entre causa y razén resultan ser los que Sontienen un conocimiento sin observacién de la causaciéa. 10, Identificacion de este tipo de causacién como st 3s st sa 2 13. 14 Is 16. A 18. conTexIDo scausalidad mentale. Las causas mentales deben distinguirse de los motivos de las acciones y de los objetos de las sensaciones. Y¥ tambien de las intenciones con las cuales 2c- ‘aia una persona, aun cuando éstas puedan expre- sarse bajo la forma «queria». La causalidad ‘mental no es importante en sf misma, sino como ‘medio para realizar estas distinciones. Los filésofos han diferenciado tajaatemente los motivos de las intenciones y los han descrito ‘camo causas. Enel nivel popular, motivoe intea- ‘edn no son tan distintos; pero «motivo» es una ‘nocién més amplia que «intenciéns. Un motivo no es en absoiuto una causa, Entre los motives que no son intenciones ¢e fi- taro podeinos distinguir los motives revuspecti- ‘vos como la vonganza («Lo maté porque asesiné a mi hecmanos) de los motives en general («Lo hhizo por amistad»). Estos ultimos también pue- den denominarse sinterpretativess Que diferencia u los motives rewospectives de fos causas meatales? Las nociones de bica y mal intervienen en ellos En algunos casos, le distincion entre causa men- tal y razén no es tajante, por eremplo: «Lo baé porque él me dijo que lo hiciers». Resumen de jos resultados alcanzados hasta cl momento. [No se nlega aplicacién ala preganta «;Por qué?» cuando la respuesta es, por ejemplo «Por ningu- za razon en particular» 0 «No sé por qué lo hice, ‘Andlisis de la ultima respuesta, El hecho de que «Por ninguna razén en particu- lace sea una respuesta posible a la pregunta «Por qué?» con respecto a una accién no de- ‘iuestra que siempre tenga sentido. Pero cuando la calificamos de sinseatido, quere:nos decir que ‘80 entendemos al hombre que la utliz6, y 90 33 62 10 u INTENCION que «un juego de palabras se halla exciuido del Tenguaje> Identificacién de la pregunta «Por ‘qué?» como aquella que espera una respuesta de Ia categoria que hemos descrito, Ia cual utiliza- ‘mos para definir la clase de acciones inten ‘onales. 19, No mencionamos ninguna caracteristicn adicio- tal, relacionada con Ia accion en el momento en que se realiza, denomindndola intencional, Se Prueba esto medianze Ia suposicisn caructeristica existe, 20, Discusién acerca de ai las acciones intencionales tandrian In caracteristica de ver intencion les aunque no existiera una expresién de inten. céon de futuro o una intencion posterior con la tual se acta, No habria nada qu se pareciera a ‘nuestra pregunta «2Por que?» ni la accion inten- sional si ia tmica respuesta fuera: «Por nisguna razén en particulars 21, Critica de la demestractin aristotélica sobre el fin ihtimo de las acciones humanas. No obstan- te, podemos ver ahora que deben producirse al- ganas cadenas de razones para actuer con el fin do que exista algo como la accién intencional, 22, Discusion sodre la intencién con la cual, cuando éta menciona algo futuro, Para que sea posible decir que un agente hace P con el fin de Q, él ‘debe tratar al reconomiento de que «pero si P,Q zo suczderé» como incompatible con tener esa intencion al actuar, Existe una descripcion que sea la descripeion Se una accion internacional cuando ésta se pro- tice? imaginamos un ejemplo para analizar la pregunta: tan hombre que mueve Contraste enice «La estufa arde, y «El hombre cesta pagando su recibo del gas»: la complejidad ‘enorme y evidents de «hacer» en el iltimo caso. Analisis de «Si hago esto sucederd tal cosa, »! hhago aquello sucederd tal otra», seguido por una 121 128 13 138 139, 38 4s 41 43, 48. 30. 3h 32, aceién: casos en los que se trata y en Jos que no se tata de un erazenamiento prictico». El conocimiento practico considerado como el cconecimieato de lo que sucede cuando un hom- tre disige un proyecto sin verlo, Problema. dobme tratar este conccimiento a su9 érdenes no se cumplen? La cescripcicn de algo como. por ejemplo. cons. ‘muir una casa o eseribir en la pizarra emplea el concepto de accion humana, que, segun nemos ‘isto, se define por medio de nuestra pregunta forma de descripcion dels bechos. La inencion cn los animales. “Muchas descripciones de hechos efectuados por eres humanos son formalmente deseripciones de sacciones ¢jecatadas, Elucidacién de la nocion de conccimiento prictico. Explicacién de accién «voluntarias, Reterno a la expresién de intencién de futuro. ‘Lo que se dijo sobre Ia intencién en la accién presente tambien se aplica a la intencion futura. Una prediccion es una expresion de intencién cuando nuestra pregunta «;Por qué?» se aplica a ella. Analisis de «Solo quiero hacerlo, eso es todo» con respecio a una descripeién de intencién de futuro, No voy a..» como expresion de intencion, y «Ne ‘voy aus come expresion de convencimiento. Ca: 405 en los que ambas pueden presentarse juntas. 139 Lat aa 146 ur 181 1st iss INTRODUCCION La mayor parte de lo que se prisenta en estas paginas fue publicado como un curso de corferencias en Oxford en, 1957. Los pasajes que comprenden la discusion sobre In diferencia entre «motivo», eiatenciins y «causa mental» lntegraron, con pequeas mocificaciones, un informe de la ‘Aristotelian Society que se publico.el 3 de junio de 1957 Estoy en deuds con la sociedad por su autorizacion para reproducir parte sustancial de ese material. Este libro rei ae los resultados, concernientes a este tema en particular. del estudio iniciado durante mi permanencia como investi- adora emenita en la Universidad Sommerville. Deseo por Jo tanto expresar mi gratitud a los patrocinadores. Poste- lormente recibi el apoyo de la Fundacion Rockefeller, a la ‘cual también debo por cilo mi agradecimients. 1. Con mucha frecuencia, cuando un hombre dice: «Voy ‘hacer tal cosas, dacimos que se trata de una expresién de intenci6n. En ocasiones también hablamos de una accién como intencional, e ineuso podemos preguntar con qué in- tencign se ha hecho algo. En cada caso empleamos un con cepto de «intenciéne, pero si nos propusiéramos definirlo y toméramos sélo uno de estos tres tipos de enunciados como si abarcara todo nuestro tema, es muy probable que dijér ‘mos cosas sobre el significado de sintencién» que resulta- ‘ian falsas para cualquiera de los otros casos. Por ejemplo, podriamos afirmar que «la intencion siempre se refiere al Fataro», Pero una accién puede ser intencional sin implicar el futuro en modo alguno, Damos cuenta de esto podria llevarnos a decir que existen varios seatidos de «intencion ¥ quiza que resulta completamente equivoco relacionar al {érmino sintencionaly con el término sintenciéns, pues una acelén puede ser intencional sin que haya ninguna inten clon. O por el contrario, podemios sentirnos tentados a pen sar que s6lo las acciones que se realizan con cierta in- tencion posterior deberian denominarse intencionales. Y po- demos inclinamos a afirmar que la sintencién» posee un sentido diferente cuando hablames de las intenciones de tun hombre simpliciter, es decir, lo que intenta hacer, y de la intencion contenida en su acto 0 proposicion, es decir, su objetivo, Peo en realidad, resulta poco eretble ia afirmacion de que el término es equivoco segin se presenta en estos distinios casos. Cuando nos sentimos tentados a hablar de los «dife- rentes sentidos» de una palabra que evidentemente no es cquiveca, podemos inferir que, en realidad, nos hallamos totalmente a oscuras en lo que se refiere al caricter del 2 wNTENGON ‘concepto que ella representa. Sin embargo, no existe nin- ‘gin impedimento para abordar un tema por partes. En ‘onsecuencia, comenzaré el estudio con Ia observacién de las expresiones de intencién. 2, Por Io general, nos referimos a la distincion entre tuna expresién de intencién y una prediecion como a algo , esto puede funcionar a 4a vez como una expresion de su intencin (si con ella que- da expresada su decisicn de lo que debe suceder) y como tuna orden, ademés de ser una informaciéa para el pacica- 1: ¥ es esto ultimo, a pesar de que no se craia en modo alguno de una apreciacisn del futuro basada en hechor, ni ‘tampoco una conjetura ni una profecta. As te no infiere normalmente la informs parr de lo dicho por el meiico; alirmara que el doctor se ha dicho. Este ejemplo muestra que el cardcter indicaidve (descripti- vo, informativo) no es la marca distintiva de las «prediccio- es» como opuestas a las «expresiones de intencion», semin ‘nes hubiéramos inclinado a pensar en un principio. Va imperative es la descripcion de alguna secion futu- +a, dirigida al agente probable, y expresada de una forma “ INTENGON cuya finalidad en el lenguaje consiste en lograr que la per- ‘on: higa lo deserito. Digo gue es su finalidad enel lengua je ¥ no el propésito del hablante, en parte porque éste Duele, desde Iuego, dar uns orden’ con un propésito muy Aistin’y al de st curmplimiento (por ejemplo, que no 3° ‘cumpla), sin que por ello deje de ser una orden. ‘Las condiciones decjecucién para las Grdencs correspon- don a las condiciones de verdad para las proposiciones. {Citles son las razores, ademés de un uso prescindible, para no hacer de las erdenes algo verdadero y falso segun sean ono obedecidas? Por lo regular, una orden se imparte con clerta inter ior, pero ng es en f misma la expresion de una volicién;, fe wala simplemente de la descripeiom de tuna aecién for- thulads de un modo especial Esta forma en ocasiones adop- ‘> una inflexgn particular y otras veces un tiempo futuro ‘gue posee ademas otros usos. fe, se evahia Las Grdenes segin sean razona- bles 020, en lugar de calfcarlas en furcien de su cumpli- miento, pero esto no nos sirve para distinguirlas de las tpreviaciones del faturo, ya quo lo mismo suele ser valido par estas ultimas cuando son cientificas. (Claro esté que [ns estimaciones no cienificas se aprecian por su cumpli- miento y 20 por su fundamentacion, pues desconocemos Io Que seria una buena fundameniacién para este tipo de con Jeteras, por ejemplo, las politicas) Sin embargo, existe una diferencia en cunnvo a la clase de motivos con la cual cali- ficames uaa orden o una apreciacién del futuro como fn- damentada Las razones que justifican una orden no son las {que indican la probabilldad o la verosimilitud de un suce- {0, sino, por ejemplo, las que sugieren qué suceso habria {Que provecar con Vistas a lograr un objetivo, o para alean- dar un objetivo razonable. Bn este sentido, las Srdenes y = ‘xpresionss de intencién son semejantes Es natural sentir ciera retcencia a llamar predicciones tanto a las érdenes como a las expresiones de intencién. Ea fl caso de las primeras, la razon reside en la gramética tlemeatal, por lo cual resulta mas facil desecharlas. Por el INTENCION Y PREDICCION 43 contrario, en el caso de las intenciones, la gramética nos predispore a aceptar ese dictamen, ya que una forma co- imiin de expresar intenciones es mediante el tiempo faturo simple, y de hecho este empleo del tierapo futuro desempe- fa un papel dominante cuando los nifios las aprenden, Pero ‘nuestras objeciones poseen raices mas profundas. ‘i no hago lo que dije que haria no debe suponerse que haya cometido un error. ni tampoco necesariamente que ha- ya meatido, de modo que en apariencia la verdad de un éenunciado de intencién no reside en que Ileve a cabo lo que he dicho, Pero, por qué no hemos de persar que esto s6lo muestra que existen otras formas de expresar lo que no es verdad, aparte de mentir y equivocarse? No obstante, es posible mentir, ¥ si miento, lo que digo 5 una mentira debido a algo presente, no futuro. Puedo incluso mentir al decir que voy a hacer una cosa, aun cuan- Go despues termine por realizarla. La respuesta iste en que una mentiraes un enunciado contrario lo que ‘uno piensa, y lo que uno piensa puede ser una opinién o la ecisién de provocar tn suceso. El hecho de que una men- tira coastituya un enunciado contrario a lo que uno piensa no significa que sea una informacion falsa sobre el conten co de nuestra conciencia, como cuando mentimos en re3- pussta al «Dime lo que estés pensando» Tal vet uno no «piense» llevar a cabo una accién, fuera de expresatla con palabras. Pero entonces, como sefalé Qui- ne en cierta ocasicn (durante un encuentro de filosofia); es posible que se reallce para sconvertir en sincera proposi- Gin» lo que se ha dicho. Pero si no hego lo que he dicho, ri proposicifn no era cierta (aun cuando no existan raz nes para cuestionar mi veracidad en el momento de expre- sarla) Pero la razén de que el comentario de Quine sea una broma reside en que tal falsedad no impugna necesariamen- te lo que he dicho, Ea algunos casos, los hechos son, por asi ecirlo, impugnados a causa de que no coinciden con las palabras, y no al contrario. En ocasiones, esto ocurre cuan- do cambio de opinion, pero otro caso es cuando, por ejer- 46 INTENGON plo, escrito algo distinto a lo que creo que estoy escribien- 0: como seftala Teofrasto (Magna Moraiia," 1189 22) aqui cl error et deejecucion, 20 de juicio. Existen tambien otros ‘casos: por ejemplo, san Pedro no cambio de opis respecto a su negaciéa de Cristo y, sin embargo, no seria correcto afirmar que hizo una falsa promesa de fe. ‘Una orden es en esencia un signo (o stmbolo), mientras que una intencion puede existir sin el simbolo; por elle Ihablamos de ordenes, no de a expresion de orden. mientras ‘gue hablames de la expresién de intencién, Esta es otra razon de la idea muy natural de que, con el fin de compren- er la expresion de intencion, debamos tener en cuenta Ugo incerao,a saber, de quées expresién, Tal consideracién nes desanima a derominarla prediecion, es decir, una des cripeidn de algo futuro, aun cuando éta es precisamente la tpariencia de «Voy a hacer tal cosa», y aun cuando «Tengo Intenciones de dar un paseo pero no voy a salir» suene un poco contradictorie. ‘Aparentemente, la intencién es algo que podemos expre- tar, pero que también los animales (que. por ejemplo, no dan ordenes) pueden poseer, a pesar de que carecen de for- mas para expresaria de manera distintiva. Dificilmente po- <ériamos decir que los movimientes de un gato al acecho de un pajaroson una expresion de intencién. Del misme modo, podriamos reconocer en el hecho de que un motor falle su ‘expresion de que esté a punto de pararse. En este sentido, Ja intencion difiere de la emociéa en que su expresion es puramente convencional; podriamos calificaria de «linguts- lca» si se nos permitiera incluir ciectos movimienios cor- porales con significado convencional dentro del lenguaje Me parece que Wittgenstein se equivora al hablar de la . Si esto fuera correcto, deberia existir la po- sibilidad de un reconocimiento erroneo. Es mas, cuando recordamos que quisimos hacer algo, la memeria nos reve Jaa lo sumo unas cuantas cosas sucltas de lo que sucedi® ‘en nuestra conciencia, Ias cuales no Hlegan a integrar esa intencion, o sencillamente nos impulsa a emplear palabras como «Tenia pensado.., sin ni siquiera una ‘imagen mex- tal que nos sirva para juzgar st las palabras constitayen tna descripeiéa adecuada, La distincién, entonces, no pue- {de quedar como algo Intuitivamente claro, excepto, se emplea para contestar en que sentido alguien utilizo las palabras . (Esto no quiere decir que no suscite preguntas Tnteresanies. Vease Investigeciones filoscfices, pag. 59 bi «Veo una foto: muestra a un hombre apoyado en un bastén (Gue sube un camino empinado. 32 peTENaoN 4 ut euler ace con “razin par atu?» 200 ys misma. ‘Para comprender las dificultades que lo anterior entra ‘fa, consideramos la pregunta: «Por que has tirado Ia taza dela mesa?», cuya respuesta seria. «Fle creido haber visto fina cara en la ventana y me he cobretaltado». Ahora bien, fasta el momento he caracterizado a la razén para actuar Gnicamente en stt oposicién al hecho para implicar que ‘algo va a ocartir, pero en este caso la «razon» no prueba (que esa persona fuera a tirar Ia taza de la mesa, Tampoco fodemos decir que, como mencicna algo previo. la accin, Ja respuesta es una causa en lugar de una razon. Si pregan amos, «,Por qué lo mataste?-, y nos responden: «Mato a ini padres, se trata sin duda de una razéa y no de una ‘Gaura, aunque ¢] hecho mencionade sea previo a la accion. Er cierto que normalmente no pensames cn cosas como sobresaitarse cuando hablames de razones para actuar. Se jpoctia decir que «sobresalianse» ne es actuar en el sentido ue sugiere [a expresion erazin para ectuar*. Por lo tanto, BE cuando estamos dispucstos a decir, por ejemplo, «2Por {gud te has sobresaltado tan bruscamente?s, esto es comple- ‘Minenee distinto a preguntar: «Por qué has excluido a fulano de fu testamento?» o «Por qué has Hamado a un taxi?» Pero, coual 28 en realidad la diferencia? La respuesta ‘no es, en ninguno de los easos, factual. , despo- Jada del «actuar~; si lo conseguimos. quiza descubramos lo Abe quiere decir sactuar*, cuando se utiliza con este éniasis especial. No seria muy revelador decir que en el caso de! sobre- salto, la erazone es una causa, El tema de la causalidad se LAS ACCONES INTENCIONALES 3 halla en un estado de confusion demasiado grande: sabemos ‘que ésta es una de las circunstancias en que se emplea el término «causa, pero también sabemos que se trata de un caso bastante exirato de causalidad. El sujeto puede esta- Dlecer la causa de un pensamiento, de un sentimfento o de lun movimiento corporal del mismo modo en que puede Iecalizar el lugar de su dolor o la posicion de sus miembros. “Tampoco pademos decir: «Bueno, la "razin" de un mo. ‘vimiento es una causa, y 20 es una razén en el sentido de “razon para actuar”, cuando el movimiento es involuntario; ‘es una razon, en oposicion a una causa, cuando el movimlen- toes voluntario ¢ intencionale. Esto se debe en parte a que, cen ultima instancia, el objetivo de toda esa reflexion es en realidad delinear conceptos tales como lo voluntario y lo intencional, y en parte porque tambien se puede dar una razon» que sea solamente una «causav de lo que es volun- tario ¢ intencional. Por ejemplo: =;Por qué caminas de un lado a otro de exe modo”» «Es por la banda militar: me cextusiasmas. O bien «Qué te hizo firmar por fin el docue ‘mento?+ «La idea de cue era mi deber no dejaba de reso- rar en mi mente, hasta que me dije "Es lo nico que puedo haces” y firmés, ‘Con mucha frecveneia escuchamos que tal o cual propo: siciéa es lo que Jamamos erazones para actuar», ¥ que es eracional, 0 «lo que llamamos racional», actuar por razo- ‘hes; pero extos comentarios tienen un sentido fundamental- mente moralista (y el moralismo. segiin dijo Bradley, es ‘malo para el pensamiento). Por lo demas, dejan intactos ‘auestros problemas conceptuales mientras pretenden dar Tapida cueata de ellos. En todo caso, esta pretension no es zi siquiera verosimil, ya que tales comentarios no contienen nj una vaga sugerencia de que significa actuar por razones. 6, Para aclarar la solucion propuesta de que «las secon nnes intencionales son aquellas a ag que puede aplicarse algunos de los sentidos de la pregunta “cPor que?" expoo- dre este sentido y simultaneamente presentare cases en que esa pregunta no es aplicable. Voy a emprender la segunda Py INTENCION tarea on dos etapas, porque lo expresado en la primera ¥ «él Golamente) ree que saber. De esia forma, a pesar de que hay una similitud entre sefalar la posieion de nuestros miembrs y Tecalizar sitio de un dblor, quisicra aclarar que ordinariamente sbomor Ia posicion de nuestros miembros. sin observacién, pero la capacidad de sefialar dénde nos ducle no es un ejemplo de algo sabido. Esto no es asi porque la lecaliza- ion del dolor (la sensacion, no el daso) deba ser acepiada Por la persona a quien sea senalo, pues podemos imaginar Ercungancias en que ho se aceptc, como, por ejemplo, digo que ex mi pie y no mi mano lo que esth muy lastima- do, pero me toco la mane y no ‘ein0 ni me opengD a que se ‘manipule mi pie con brusquedad, aunque lo sigo sefalands como la parte lesionada. Pero en este caso dirlamos que resulta difcil adivinar qué quiero signficar, mientras que st alguien afirma que ou plernaesid extendida cuando la ene Aexionada, puede ser sorprondente pero no particularmen- te oscuro, La persona se equivoca en fo que dies, pero no es ininteligible. Por lo tanto, lamno «conocimiento» & este tipo de capacidad de expresién y no solamente scapacidad de cexpresion®. ‘Ahora biea, Ja clase de cosas conccidas sin observaci¢n de interés general para muestro ertudio porque las accio nes intencionales constitayen una subciase de ella. Ye he mencionado que el «No me di cuenta ce lo que hacia» es tuna negacién de la pregunta «Por qué, cuyo sentido es {amos tratando de establecer, en este punto, puedo afadic que =Sabia Io que estaba haciendo, pero adlo porque lo DObservabas, también seria una negacion de aquélla. Por ‘ejemplo, 6 aos camos cuenta de que actionamos un sem foro al cruzat la calle. ‘Pero laclase de cosas conocidas sin observacion tambiea poses un interes especial en esta parte de nuestra investiga: sa INTENTION cion porque nos permite describir la clase particular de Sacciones involuntarias> que hasta aqui solo ha quedado Jndicada mediante unos cuanios ejemplos: éstas aon accio- res come el ejemplo &) que presentamos més arriba, y nucs- fra tarea consiste en ideatificsrlas sin dar por resucltas las Dreguneas que estamos tratando de responder. Los movi- Imieatos corporales como el peristaltismo de los intestinos Son involuntarios, pero no nos interesan desde el momento fen gue un hombre no sabe qus su cuerpo los esté realiza Go, 31 no es por medio de la observacien, la informecia, ete Lo involuntarie que nce interesa se limita a la clase de ‘cosas conocidas sin observacion, come sabriamos aun con Tos ojos cerrados que hemos dado un puntapié cuando et rmédico nos ha golpeado la rodilla, a pesar de que no pode ios identifiar una sensacion que nos lo indique. Hablar Ge sla sensecion que experimentames al dar un punta ie por reflejo cuando se nos golpea la rodilla» no se pare- fe. por ejemplo, a «la sensacion de descender en un ascer- sor, Aun cuando podemos decir «Cret que habia dado un Dumapie reflejo aunque no me movi», nunca diriamos, por Zjempio, «Las noticias sorprendentes provocan esa sens Clone: esta no e9 separable, come lo os a sensacién de sdeiconder en un ascensor» \Nhora bien, entre las cosas conocidas sin observacién, en ocasiones se inclaye la causa de un movimiento, Por ejemplo: «2Por qué has retrocedido repentinamente?» « La sacadida y el grito que ha lanzado ese eocoditlo me bi fon saltar». (No digo que no haya observado la conduct Gel cecodrilo, pero no he observado que eso me hiciera saltar) En cambio, en casos como b) la causa del movimien- to se sabe solamente a través de la observacion. “Entonces, esta clase de acciones involuntarias es Ia cla- se de movimlentos del cierpo, en uaa descripeién puramen- i fsica, que se saben sin observaciée, y para ‘as cuales 20 ‘ana causa conocida sin observacion. (Por lo tanto, mi sobresalto por la sacucida y el grito del cocodrilo no perte- hece a esta subclase de acciones involuntarias.) Esta subela- Se puede describirse sin necesidad de aclarar antes el con- ‘causa Y RAZON 59 ‘cepto sinvoluntario». Asignarie un movimiento equivaldria ‘a nogar la pregunta =:Por qué?= 9. En.un principio, al considerar tas expresiones de in- tencién, ha seftalado que se trataban de predicciones justi- ficadas, en todo caso, por razones para actuar, como opues- tas a les razones pare cteer en au veracidad. De modo que aqui ya he distinguido un sentido de «Por qué?s, en el cual Ja respuesta menciona hechos. «Habra un eclipse mafhana.» ¢Boe que?» «Porque», y ia cespuesta eonstituye la razin para creer que asi sera. O bien: «Aqui hubo un antiguo Campamento breton.» «¢Por qué?s, y la respuesta constitur ye la razén para creer que asf fie. Pero como ya hemos sefalado, una respuesta a la pregunta «2Por qué?» que nc ‘frezca razones para creer en la realidad del hecho no pro porciora por lo tanio una razén pare actuar. Puede mencio- far una causa, y exo n0 «3 en modo alguno lo que queremmos. No obrtante, obscrvamor que hay contexios en los cuales resulta dificil explicar la distincion entre una causa y una +226n; como, por ejemplo, cuando respondemos a la pregun- ‘ta «(Por que has titado [a taza de la mesa?» con la frase «He visto tal cosa y eso me ha sobresaltao>. Ahora bien, podemos ver que los casos en qe se presenta esta diffcaltad son pre- cisamente aquellos en ve a causa misma qua causa (o ‘al vez deberiamos mis bien decir: la cousalidad misma) se en- ccuentra en la clase de cosas conocidas sin observacién, 10, Llamiaré al tipo de causa ea cuestion una scausa ‘mentals. Las casas mentales 10n positles no sclo para las acciones («La musica marcial me apasiona, por eso camino eum lado a ots), sino también para sersaciones e inclu: so pensamientos. i considerar acciones es importante ds- Llnguir cates causes mentales y motives: al considerar #en- Uimientos, come miedo o enfado, es impertante distinguit entre caucas mentales y objetos del sentimiento, Para com- prender esto, azalicemos los siguientes casos, ‘Un nino vio algo rojo en un rellano de la es ray ey neTENCION progunié qué era. Crayé que su niffera le decia que se tra faba de un pedazo de Satin y sintié un tremendo temor Gin duda, ella dijo que era un pedazo de satén). Estaba ssustado por aquel pedazo de material; la causa de su mic- do fue ef comentario de su nifera, El ‘objeto del temor puede ser la causa del temor, pero, come comenta Wittgens- fein? no es on cuanto tal la causa del temor. (Un rostro repugnante que aparece en la ventana seria, desde luego, tanto catusa como objeto, por lo cual ambos se cor ficilmente) O también, podemos enfadarzos por ia accion de una persona cuando lo que nos produce el enfado es facordamos de esa accion o el que alguien nos la refiera. ‘Esta clase de causa de un sentimiento o de una reaccion puede ser identificada por el mismo individuo, y reconoci- da por ota persona, aun cuando sea distinta al objeto. Observemos que esia clase de causalidad o sentido de la ‘causalidad> se halla tan lejos de adecuarse a Jas expiica Clones de Hume que quienes creen que éste agoro ei tema de la causalidad la derarian completamente fuera de ous Hamara su ateneién al respecto, pro- Dabiemente insistiria en que Ia palabra «causa» era inapro- piada o muy equivoca, O tal vez tratarian de resolver la fuestidn a la manera de Hume ea lo que se refiere al reco- hocimiento de la causa por parte de un observador externo;, pero no desde el punto de visia del agente. 1H. Podria pensarse que cuando se responde a la pre- punta «Por qué?s, proventando la intencién con que acta {ina persona, por ejemplo, con la mencién de un hecho futuro, también se trata de una causa mental, pues, ¢n0 podria acaso replantearse la respuesta segun la forma fue queria.» 0 «Debido al deseo de..r? Si me asaltan de- seos de comer manzaras y me levanto y voy a la alacena donde creo que hay algunas, podria responder a la progun. ta do qué me condujo a esta accién mencionando que ¢l 2. Investigaciones flosoficas. § 476. MOTIVoS INTENCIONES. 61 deseo me hizo... etc. Pero n0 en todos los casos «Hice esto con el fin de.» se puede justificar con «sent! un deseo. que... Por ejemplo, puedo simplemente escuchar que lla- ‘man a la puerta y bajar las escaleras para abrir sin tener ningunas ganas de hacerlo. O supongamos que me enfurez- ‘co con una persona y destruyo un mensaje destinado a ella, de modo que faltara a una cita, $i explico mi accién dicien- do: «Queria que faltara a esa cita», a0 quiero decir necesa- rlamente que pensara: «Si hago esto, él», y que tal idea suscliars en mi el deseo de que sucediera, of cual a su vez me condujo a proceder de ese mode. Pudo haber sucedido asi, pero no necesariamente. Quiza slo ocurrié lo siguiea- lel el mensaje, pensé: «(Hse miserablel», con un sensi miento de rencor, rompi el mensaje y me rei. Entonces, si ‘alguien me preguntara por qué Io hice, dejando claro que quiere que mencione las causas mentales, es decir, qué acon- tacid en mi mente que me indujera a esa accién, deberia . Por sjemplo, si un homore mata a alguien, puede decirse {gue le hizo por armor y pletad, o por rencor Esto podria ca realidad formularse como «para liberarlo de su terrible si- frimiento» 0 «para deshacerse de ese cerdov. Pero aungue éstas son formas de expresion que indican un objetivo, qui- ‘is estén manifestando el espiritu con que el hombre come- MOTOS F aNTEKCIONES 6 10 el asesinato, en lugar de expicar l fin para el cual e time fae un edo, det, la stuacisn fares Por el acto de matar ¥ ext nes demuestra parece eae Enc que existe entre la acorciones populanes de wae ¢ intencién. Podriamos decir gus, popularmente, vase, vo de una accions poste ana aplicacion mucho mas an y dlverau que sitteneion son que se ecuto laces Cuando wun hombre. en su habla cmsan, nos efere cul fue su motivo, lo hace de una manera cu que omens op es itercambiable con eintencons no =8 propersiocees tana scausa menial», en l sentido cue le he dado a ae termina. En realidad a idetificacin dels eutas tment les puede contribu a hacer ineligible sa alrmacion: Per ota pare, aungve ia persona manfiste ques mono Re éste 0 acuel, sin vacilar =i ments nso chin doce cone gue sabe o meio sabe que son falas ss caibe.no sbetan, #, que la consideracion ce divers aspects, Gut pueden ineluir las causes mettacs, provegue que ella mama's guienes Ia escuchen jurguen como lalsa la declaracton d 1 prepio motivo. Sin embargo, ero que rara Wer las eae sas meniales constisayen algo mat gue tm specto may trivialentrelas cosas que sera vazonatleamalisar Ex cons, toa lalmportancia ce considera los motives de na ncsion, < contaponicin al examen dela inten, te alge ‘star ecribiendo sobre dtca o crea literati cas fan gue pertenere este problema, 1 Trios pueden execs las aciones, peo ello 0 glee decir que las vdeterminens,enel sentido de cas sarlas Acortumbrazon «deci «Su amor a a verdad fe fe ques gue fae seat indict Jes expesiones contribuven a ave pensemos que un motive debe de ser fo que produce e provocs una eleccn. Pere 34s bien esto sia: «Lo hizo porque tmabs ia verdad, dec interpreta u aceon Quien observe las confsicnor iaplcadas en la distin ion radical entre motos eintencones y cn is definicgn & os motives, as dfereniados, como bs determinantes 4: Ia leccin, puede sentitae inclinad con facildad a Re. “ INTENCION gar que exista algo semejante a la causalidad mental y que Stotivo» signifique algo distinto ce intencion, Pero ambas hegaciones son errineas. Gcneraremos confusiones si ne Ghecevames que! a) existen fenémenos quie meracen el nom- bre de causalidad mental, en tanto podemos formular le pregunta «¢Por qué?», solicitando una respuesta del tipo {gue he coasiderado bajo ese encadezado; }) la causalidag ‘ental no se limita a las elecciones ni a las acciones volun tarias o intezcionales, sino que tiene una apliceciée mas ‘amplia, se restringe al campo mis general de las cosas ane tlagente sabe pero no como observador, por lo cual incluye ‘algunas accicnes involuniarias; ¢) los motivos no son cau- S18 mentales, y d) existen aplicaciones de «motivo» distin- tis a las aplicaciones de «la intencion con que acida un individuo», 13, La venganza y la gratitud son motives. Si mato a alguien como tn acto de vergazza puedo decir que lo hago para ser yengado 0 que mi objetivo es la venganza. Sin Embargo, esta uitima no es algo posterior cue se obtiene al mmatar a una persona, mas bien el acto de matarla es le Yenganca. Si me preguntan por qué la maté, contestaré “Porque asesin6 a mi hermano». Podemos comparar esta respuesta, que describe un hecho concreto del pasado, con Ii respuesta que describe un hecho concreto del futuro y {que en ocasiones reeibimos como enunciaciores de objeti- Ses. Lo mismo sucede con la gratitud, el remordimiento y In piedad aplicador algo especifica. Estos motivos solo difieren de, pongamos por caso, el amor, la curicsidad o la esesperacién en lo siguiente: se presenta un hecho que ha ‘ceurrido (0 que est ocurriendo en el presente) como funds- mento de una accion o tna absteneion que resulta buena © mala pare la persona (que puede sor uno mismo, como en dl caso del remordimiento) 4 quien est dirigida Y si. por jemplo, quisieramos explicar la venganza, diriamos que se trata de lastimar a una persona porque nos ha hecho dafio: zo necesitamos anadir una descripcion de los sentiments gue originaron la accién xi de los pensamientos que la [MOTIVOS E INTENCIONES 65 acompanaron. En cambio, no es posible explicar de la mis- ‘ma manera la alirmacién de que un individue hizo algo por amistad. Llamaré a la venganza, le gratitud. el remordi- miento y la pledad motivos retrospectivos, para diferenciar- las ée los motivos en general. Estos tltimes constitayen un tema muy escabreso en el que no daseo profundizar. Consideremos la sseveracion, de que uno de los motivos para suscribir cierta solicitud consistié en la adrairacién que siento por su promotor, X. ‘Si alguien me preguntara: «cPor qué la suscribiste?s, po- dela Contestar: «Bueno, por una parte, X, que la esta pro- mocionando, hizo..», y describir su proceder ea términoe centusiastas, Podrfa afadir: «Por supuesto, ya sé que ésta no, es razén para suscribirla, pero estoy segura de que fue una te las cosas que mas infuyeren en mi. En realidad, digo sconsideremos esto» para poder decir «no lo examinemos aauie, Es un problema demasiado complejo. ‘La exzlicaciin de «motivo» que populariz6 el profesor Ryle no pareve apropiads. Ryle recomienda que «presumia por vanidad» se interprete como «presumia.. y al hacerlo satisface la proposicién, con caracter de ley, de que siempre que encuentra una oportunidad pars granjearse la admira. cién y la envidia de los demas hace todo lo que, segtin erce, las despertari»,’ Este pasaje et mas bien curioso y evasive en su expresion; parece mdicar, y soy incapaz de entender si no quiere decitlo, que no se puede decir que un hombre ectaba presumiendo por vanidad a menos que siempre se comportara vanidosamente, 0 que lo hiciera con miicka frecuencia, Pero esto no parece ser cierto. Preseniar un motivo (de la clase que he llamado motivo cea general, en contreposicién con motives ¢ intenciones retraspectivos) equivale a decic algo come «Veames Ia ac- clon a esta luz». La explicacion de nuestras propias acciones indicando.un motivo implica colocarias bajo cierta perspec tova, Con frecuencia brindamos este tpo de explieacion en. 3. The Concepe of Mind, pag 88 ry INTRNCION respuesta a Ia pregunta «Por qué?» La cuestin de si la haz con que iluminamos nuestra accién es verdadera resulta pparicularmente dificil de abordar. Motives como la admiracién, la curiosidad, el desprecio, Is amistad, ol miedo, el amora la verdad, Ia desesperacion ¥y muchos otros pertenecen a esta clase en extremo comple- ju ose encuentran orientacos al futuro 0 $e presentan com- binados. Digo que un motivo esté orientado al futuro si es una intencion. Por ejemplo, afirmar que una persona hizo alge por temor a. equivale frecucatemente a decir que lo hizo para que...0 con el objeto de que...no sucediera 14, Dejemos el tema de los motives en general 0 moti vos sinterpretativess y regresemos a los motivos retrospec- tives. 2Por que suvede que con la venganza y la gratitud, la Piedad y . Esto no es muy diferente de colgar nuestro, sombrero porgue el anfitridn lo haya indicado. En lineas {generales, si nos fuerzan a ahondar ea la distincion, cuando, Ia accion se explica mejor como una mera respuesta, nos inclinamos mas por el término «causa; en cambio, en la ‘cONCLUSIONES 9 medida en que se explica mejor como una reaccion cuya significacidn catd considerada cn la interpretacién del agen- te, 0 una reaccién rodeada de pensamientos y preguntas, ros sentiremos mas inclinados a emplear el término «ra- zon», Sin embargo, en la mayorta de ls casos la distincion ‘no tenia sentido. Pero ello no sigaifica que siempre carezca de sentido. Podriamos llamar «completos» a los casos en que fundamos Ja distincién en un principio, es decir: de un lado, el caso de, por ejemplo, la venganza, y del otro, lo que provocs que nos sobresaltiramos y traramos la taza de la mesa. En términos generales, se establece que algo es una raaéa si podemes argumentar en contra de ello: no como cuando alguien dice: «Los ruidos no deberian sobresaliarte de ese ‘modo; harias bien en consultar a un médicor, sino de una mancra que lo vineule con motives ¢ intenciones: «zLo iste porque te dijo que lo hicieras? Pero, spor qué hacer 1o ‘que él dice?» Respuestas como «Fa hecho tanto por mi», «Es mi padres, «Me habria ido mal si no lo hubiera hecho», Colocan la respuesta original entre las razones. Desde lve- zo, erazonese se une aqui a nuestra explicacion geveral. Ast pues, los casos completos son los que se deben considerar para entender la distincién entre razén y causa. Pero cabe destacar que no ¢s verdad la aseveracién tan comiin de que Ja razon y la causa son siempre nociones que se difereacian nitidamente, 16. Resultara provechoso resumir en este punto las con- clusiones a las que hemos Hlegado hasta el momento. Las acciones intencionales constituyen una subelase de los he- chos en Ia historia de un hombre que dace conoce no s6lo porque los haya observado. En esta clase més amplia se incluye un tipo de acciones involuntariss, caracterizadas, por el hecho de que la causalidad mental queda excluida de sllas; y a su vez la causalidad mental ce distingue porque se conoce sin observacidn, Pero las accienes intencionales no se caracterizan tinjcamente por estar sujetas a la causa- lidad mental, puesto que hay acciones involuntarias que 00 7 INTENCION exeluyen a esta ultima, Por Jo tanto, las acciones intencio- pales Son aquellas que pertniten la aplicacién de la pregun- 2 a¢Por qué?, en un sentido especial que hasta aqui se expliea como sigue: Ia prezunta no tiene ese sentido si Ta respuesta es factual o presenta una causa, que incluye las causas mentales; en caso contrario, la respuesta puede {@) mencionar sencillamente un suceso del pasado, 8) inter pretar la accion 9 c) mencionat algo futuro. En los casos 5) Jc), la respuesta se caracteriza de inmediato como una Taz6n para actuar, es decir, como respuesta a la pregunta {Por qué?», formulada en el sentido requerido: y en el aso a), serd una respuesta a esa pregunta si las nociones Gel bien y del mal se hallan implicadas en su significado ‘como respuceta, o si la investigacién posterior demuestra fue esti vinculada con un motive «interpretativos o una intencién con la cual proceder. 17. Puede ahora terminar mi expesicion sobre les casos en que murstra pregunta «Por qué?» no tiene aplicacién Vimos que resultaba inaplicable cuando Ia respuesta del agente era «No me be dado cuenta de lo que hacia tambiéa si la respuesta indicaba que «observaba que lo e- taba haciendos. Habia ademas una tercera circurstancia, cena cual esta pregunta resultaba inaplicable, a saber: cuan Go la accion se caracteriza de alguna manera por no dar ugar a lo que denomino causalidad mental. Este seria el caso si, por ejemplo, la tnica forma de tratar una pregunta Sobre la causa fuera mediante especulaciones 0 explicando or que habria que considerar un hecho determinado como Sicausa. Por ejemplo, si preguntames: «Qué te ha hecho ‘altar de esa forma?s, cuando una persona acaba de sacu- irse con el espasmo que ex ocasiones se produce antes de Quedarnos dormidos, el interrogado podria no hacer so de ta pregunta 0 decir: «Ha sido involuntaric; ya sa- bes, a veces uno tiene ea0s espacmos». Ahora bien, un indi- co de la negacién de esa pregunta particular, «¢Qué te ha Tlevado a hacerlo?», consiste en que contestames cosas como ‘No 8¢ si alguien conoce la causa» 0 «zNo tiene algo que CONCLUSIONES n ver con descargas eléctricas?s, y que 6s es el tnico sentido ue atribuimos a seats» en estos casos, Desde luego, una respuesta posible a la pregunta «Por qué» ex «Sélo se me ba ccurrido hacerlo». o «Ha sido un impulso>, 0 «Por ninguna razéa particulars, o «Ha sido una accién sin sentido, sélo estaba garabateando>, No de- nomino negacion de la pregunta a respuesta de este tipo. La pregunta no se vuelve inaplicable porque la respuesta express que hay razon, del mismo modo que la pregunta de cuanto dinero tengo en la cartera no resulta inaplicable Sila respuesta es «Nada ‘Una respuesta que posee un interés muy peculiar es: «No s¢ por que lo he becho», Esta puede tener un sentido Gue no be rebicra a que guizis existe une explicacién cau Sil que uno desconace. Se aprovima 0 «Me he encontrado haciendolov, «Me he oido decir», pero resulta apropiada para acciones que parecen exigit alguna razén especial, y Do tenemos ninguna Sugiers sorpresa ante nuestas Proplas acciones, aunque exo a0 es una condicien suficiente para darla, pues pedemos estar un poco rorprendidos sin neces dad de utilizar esa expresion, por ejemplo, cuando hacemos tun juego de palabras que no corresponde a nuestro estilo habitual ‘No sé por qué lo he hecho» constituye quizds una e1- presion frecuente entre personas a quienes se sorprende Cuando cometian un delito trivial en cuyo caso suele estar ‘acomapafiada por «Ha sido un impulso». No teneré en cuen- {a este uso porque se ha convectido en un formulismo, y porque en realidad no es extrano sentirse inclinado a come {er delitostrviales sin necesidad (lo extrac radica nis mente en qt n0 nos disuadan algunas consideraciones ob- vias, y so en que pensersos hacer ese tipo de cosas). En fcasiones, nos podemos pregunar: «c¥ ahora por qué be hecho esto’», por ejemplo, cuando descubrimos que hemos celocado un objeto on an lugar bastante insite. Bn cam hho, «No sé por que lo he hecho» puede ser dicho por al- ules que no descubre que lo ha hecho; se da cuenta de ello Itlerteas ic esta haciendo, peo acude asia expresion como n BeTANCION si quisiera decir: «Es el tipo de acciones que parece exigit {ina razon». Como st existiera una razén que debiera saber ‘Desde luego, en este caso no se trata del sentido pertinente, ‘ungue el psicoanalisis lo convenza de algo como su zazén, o de'st encuentra la razin en algan plan a inspiracién de Scigen divine o diabolice, ode una explicacion causal en el hecho de haber sido hipnotizado previamente. ‘Yo misma siempre evito utilizar esas palabras de esta forma, pero ello n0 me lleva a suponer que carezcan de Sentido. Se tata de un curioso caso intermedi: la pregun= th e{Por qué?» J, sin embargo, no es aplicable; lo es en tL senuido de que se Ia admite como ura pregunta apropia~ Gano lo es por cuanto la respuerta consiste en que ro hay frepuesta, Mas adelante discutre la diferencia entre lo in- tencionaly lo voluntario, y una vez establecida esa distin~ ‘ion podremos deci: una accion de este tipo es voluntaria Jno intencioral. Tambien veremos (§ 25) que Bay otros Zatos mas comunes en los cuales no se comsprucba gue la pregunta «¢Por qué?, sea inaplicable y, sin embargo, no Nene aplicacién. 18, Respuestas como «Por ninguna razén particular» o +Sélo se me ha ocurrido» y otras son con frecuencia total: {mente inteligibles, en ocasiones extranas y a veces ininteli- fibles. Es decir, si alguien tomara todos los libros verdes de fu casa 9 los extendiera cuidadosamente por el techo, ¥ luego diera una de estas respuestas para contestar a la pregunta «2Por qué?s, sus palabras resultarian ininteligi- bles excepto como tuna broma. Serian ininteligibles no por- {que desconczcamos Jo que ellas significan, sino porque no Gesentraniar lo que la persona quiso decir al Pmplearlas en ese contexto. Resultara atil abundar un poco Solre estas distintas formas de ininteligibilidad. Wretgenstein dijo que cuando calificamos algo como un insentido, no es que s4 significacién carezca de sentido, sino que una forma de expresion queda excluida del lengua Je, Pee ejemplo, +Quiza los clegos de nacimiento tienen Imagenes visuales», Sin embargo, el argumento para «ex CONCLUSIONES B clutr esta forma de expresion del longuaje» consiste aparen- temente en que «su significado carece de sentidor. Elargu- ‘mento sigue aproximadamente esta linea: cque significa? ‘Que esas personas perciben lo mismo que yo cuando tengo tuna imagen visual. ¢Y qué tengo yo? Algo como esto. De aqui Wittgenstein pasaba a refutar las definiciones ostensi- bles internas. El paso siguiente consiste en considerar cual ces el juego lingdistico que se manitiesta con stener una Imagen visual 0 «ver con los ojos de la mento>. No se trata, solamenie de decir estas cosas. ni se puede explicar por el hecho de que se formulan con la referencia correcta (esto quedé demostrado mediante la refutacién de las defini nes ostensibles internas), La conchusién es que el juego lin- gbistico de ever» forma parte necesaria del Juego de «ver con los ojos de Ia menter, o mas bien, que sélo podemos ‘dentificar al ltimo como un juego lingifstico si el prime ro se construye con las mismas palabras. El resultado del azgumento, de tener éxito, es que ahora evitaremos decir ‘Quiza los ciegos... etc.» Por ello Wittgenstein habla de sterapias». La cexclusion del lenguajes no se realiza por las Jeyes, sino por la persuasién. El «significade que varece de seatido> es el tipo de significado que sugieren mucstras ex- presiones; la sugerencia se origina en una «falsa asimilacién de los juegos. Sin embargo, el caso que nos ccupa es enteramente diferente. Si decimos: «No tiene sentido que este hombre diga que ha hecho eso sin ninguna razén en especial», 00 "mos «excluyendo wna forma de expresién dl lengua. estamos diciendo que eno podemas entender aun hom- bre auf (El interes de Wittgenstein parece haber pasalo dei primer tipo de «falta de sentido» al segundo a medida ‘que desarrollaba sus Investigaciones flosofieas.) Del mismo modo, «No me he dado cuenta de lo que hhaciay es en ocasiones inteligible, 2 veces extrafo y en algunos casos resultaria ininteligible. Requeriria bastante destreza emplear el lenguaje fre- cuentemente con este tipo de ininteligibilidad; seria tan m INTENCION dificil como entrenarnos para expresar con fluidez revolti- jos de palabras largos y espontineos. Veros, puss, que lat preguntas que permiten Ia aplica- cion de la pregunta «Por qué?» pertenecen a una categoria mas amplia cue las respuestas que ofrecen razones para actuar, Ahora podemos definir la pregunta «;Por que?s como aquella para la cual se espera una respussta de esa categoria. Y con esto hemos delineado a grandes rasgos el campo de las acciones intencionales. 19, Noanadimos nada relativo a la accion en el momen- to on que se realiza of la deseribimos como intoncionel. Llamarla de ese modo es asignar'a a la clase de las acciones intencionales, y por lo tanto indicar que debernos conside- rar pertineate la pregunta «Por qué?» en el sentido que ya he explicado, Por el momento no voy a inguirir por que esta pregunta puede aplicarze a algunce hechos y ao a otros. El siguiente razonamiento demuestra que una accién n0 se denomina «intencional» en virtud de alguna caracter's- tisa adicional que existe cuando se elecitia, Supongamos, que encontramos tal caracteristica y cue Ia llamamos «I Ahora bien, no se puede afirmar el eardcler intencional de laacci6n sin presentar la descripcién segiin la cual es inten~ cional, pues la misma accién puede resultar intencional ‘segin una descripcion y no intencicnal segiin otra. No obs- tant, si existe una acciéa intencional, lo intencional es algo que realmente ocurris, Sin duda, un hombre coatrae cizrtos misculos para coger un martilio, pero por lo gene- ral serfa falso decir que la contraceion de sus masculos constituye el acto intercional que acaba de realizar. Esto significa que la contraccién de sus muiseulos ne sea inten ional. Vamos a denominarla «preintencionals. zDebemos afirmar que [, que suptestamente es la caracteristica en virtud de la cual su accién resulta intencional, constituye ‘algo que acompana a una accion preinteacional, un movle ‘iento de su cuerpo? De sor asi, movimiento preintencional + I garantiza que se lleve a efecto wna accién intencio- nal; pero ceudl? Es evidente que nuestro simbolo «I> debe ACCION INTENCIONAL 8 interpretarse como la descripeién, o el portador de usa relacion interna con la descripcion de una clon, Peronada cn el hombre consideraco en i mismo et el momento de Cone traer sus misculos puede determirar el contenido de esa descripcién; y ésta por Io tanto puede ser cuir descripeiGn, si solamente consideramos lo que se determina con zespecto al hombre en st mismo duraate ese momento. Enicnets oe tats simplemente de un feliz accidente el que un Taplicable al contexto mas amplio y a consecuencias posteriores siempre acompaie a los movimientes preinten- ionales con los cuales el hombre ejecuta una accién ine tencional determinada, Lo que convierte en verdadero el hecho de que ol movimiento del incividuo sos ol modio con el cual realiza una acciéa especifica no inside en modo alguno sobre ef que tiene lugar, a menos que supongamos lun mecanismo por el cual pueda producirse un | apropiado a la situacion en virtud del conocimiento que el hombre Poses con respecto «ella (presupone, por ejemplo, que sus contractiones musculares lo llevarin a sujetar el martll, ¥ de esta manera se produce el {correcto. ero no es pro- able que ast suceda, purs un hombre muy dificilmente tendré alguna conciencia de sus actes preiateacionales. Ads rms, queremes sin duca que I tenga certo efecto sobre lo gue ocurre. -Acasc el individuo observa que I va seguido ffecuentemente por la realizacion de su descripcion, y por ello recurre a{? Pero entonces esto conviecte al mismo acio de recur a Ten una accion intencional, para la cual ten- dremos que buscar un segundo |, De esta forma, la suposi- cion de que ura caracteristica del momento de actuar vue ve inteneionales las acciores nos conduce a confusiones in- Salvables, por lo cual debemes abandonatla. "inde descrbimos accion intenionales tan aque tales, seria un error buscar la descipsion fundamental de lo que ocurre, como el movimiento de los misculos 0 de Jas moléculas, para despues pensar ea le inercién «om algo, quizs muy complejo, que la califia. Los unicos hechos ‘que deben considerarse son las scciones intencionales m! ‘mas, y llamar intencional a una accion significa que & 78 INTENCION intencional segin alguna descripeion que demos (o poda~ ‘mos dar) ce ella ‘Nocinalimente no se plantea Ia cuestién de sil proceder de una persona es intencional: por ello 2 menudo resulta sraror llamarlo de ese modo. Por ejemplo, si observo que {un bombre que caminaba por la acera, gira hacia la calle, mira en ambas direcciones y cruza cuando no hay peligro para él, seria raro que yo dijers que ha cruzado la calle Inteucionalmente. Pero seria incorecto inferir de lo anterior (que no debemos presentar ese proceder como un ejemplo pico de accion intencional. Aunque resultaria igualmente cerrdnco decir: puesto que cruzar la calle es un ejemplo de ‘ccién intencional, consideremos esta accion en si misma y tratemos de encontrar en ella, en et hombre en el momen to de actuar, la caracterfstica que la convierte ‘ea intencional. 20. ¢Las acclones intencionales seguirian teniendo la carscteristica sintencionale sino existieran expresiones Como intencion de furaro o intencion posterior para actuar? Es decit, clo «inteacional» consticuye una caracteristica de fas acciones que la poseen, la cual es formalmente indepen iente de otros accidentes del concepto de intencién? Para averiguario haré dos suposiciones mits bien curiosas: a) su: pongamos que sintenciéa» s6lo se presentara como en et Rise de vaceion intencional», y b) supongamos que le sini respuesta la pregunta «Por qué estas haciendo X?», siem- pre que no se niege su aplicacién, fuera «Simplemente lo ‘Stoy haciendo, eso es todo. 72) Potriamos decir que esta suposicién implica la suge- reneia de que saccién intencional» significa algo como +ac- ‘on intenciosar, en el sentide de que lo intencional de una accion se aseaneja.a lo triste de una expresion facial. Desde |Muego, ello no eareceria de consecuencias: la pregunta «(Por que?» seguiria siendo aplicable. Pero, del mismo modo, el Giccamen de melancolia en una expresion tambien posce consecuencias, y de un tipo similar, podriames preguntar: {@due te entristece?>, y recibir una respuesta positiva o la ACCION INTENCIONAL 7 respuesta «Nada», la cual a su vez puede significar que uno std triste pero mo por algo, o que uno no esta triste. La intencién, segiin esta interpretacion de la suposicién a), se hha convertido en una caracteristica estilistica de los actos, humanos observables, a la cual esta asociada la pregunta ‘Por qué?» Sin embargo. esto es completamente contrario al concepto de intencién, porque los mismos actos humanos pueden ser interrogados segin la descripcién «X» («Por qué estas haciendo X?») y segan la descripcion SY» (agPor qué estis haciendo Y?»), y que se admita la apiicacion de la primera pregunta mientras que se le nie 2 la segunda, de tal manera que el mismo proceder seria intencional segin una descripcién y no intencional segtia, ‘tra, Resulta evidente que un concepto en el cual no se aplica lo anterior no es un concepto de intencién. Si trata- mos de hacer que retenga esta caracteristica mediante la sugerencia de que el proceder seguin una deseripeién deter- ‘minada es lo que ostenta el sello de intencién, tendeiames ‘que suponer que cuando le preguntamos a un individuo, convierte en tna caracterizacien sentimental, Parees Fu aonable aflrmar que si la tinica incidencia de intencién fuera la de hacer lo que se esta haciendo, la nocién misma 4e accion intencional se volveria muy endeble, y no queda ACCION INTENCIONAL nr claro por qué deberia clasificarse como una clase especial nite todas las acciones y movimientos gue un hombre sabe fin observacién; esto no tendria mayor Faz6n que clasificar los movimientos que consti:uyen exoresiones de emocién como una clase diferenciada e importante de aconteci. mientos. 2) Sexi a segunda sup, aun cuando x presume que la intencién ocurre tanto en acciones intencionales, sentes como en expresiones de intencién de futuro, la unica respuesta a la pregunta «(Por qué?» es «Simplemente lo estoy naciendos. (Naturaimente, sla intencion posterior eon quer un hombre acta queda climinada de esta hipétesis, pues se expresa en un tipo de respuesta a la pregunta «Por qué?» que se halla excluido) Si ello fuera asi, no habria ningun sentido especial para la pregunta «Por qué? y, en consecuencia, ningua concepio diferenciade deaccion inten: sional. Ea otras palabras, no seria posible establecer distin- ciones dentro de la clase de actos conocides sin observacién, Pues una pregunta cuya unica respuesta es una afirmacioo de que se esta haciendo el acto por el que se inquiere 20 puede identificarse con auesira pregunta «Por que?», aun 4 los términos empleados son Jos mismos que solicitan evidercias o investigan la causalidad. Por lo tanto, semin esta hipdtesis, no existirfan distinciones entre cosas como sobresaltos y gritos sofocados, por una parte, y. en general, acclones voluntarias, por la otra Es natural peasar que podemos observar esta diferencia cen las cosas mismas. indudablemente, todas ellas son igua- les en lo que respecta a la manera en que sabemos que estan ocurriendo; pero cno existe una diferencia discernible fen el nivel introspective entre una contestacién brusca © jnvoluntaria del aliento y una aspiracion de aire volunta- fa? Bueno, tal vez una es mas violenia que la o:ra, No ‘obstante, puedo ejecutar et acto voluntario con mucha bru aquedad, asi que la difereacia no eairiba en este. :Podriamos decir que la clase de lo voluntario se puede prever. prede ‘ir? Pero la clase de lo involuntario también puede prede- cirse. Aunque el fundamento de Ia prediccion no seria cl 80 [BNTENCION mismo. indudablemente, pero la diferencia entre los fun- damentos de una prediccién, consiste precisamente en la ferencia entre evidencia y razén para actuar. Aun cuando SSimplemente lo hice, eso es todo constituye wna respues- tea la pregunta «Por qué Ie hiciste?», no proporciona una razéa ¥ la respuesta equivalente para el futuro, «Simple- nente voy a hacerlo, e10 «8 todo», no ofrece un fundamento para la prediceion, (inicamente la repite. Provemes otro método de diferenciacion. Una accién voluntaria puede derivar de una orden. Si alguien dice: “Tiemblas, y'yo me pongo a tembiar, no le estoy dp, aun cuando temblara porque lo haya expresado en un tono terrible. Tomarlo come obediencia seria una especie Ge broma refinada (earacteristica de los hermanos Marx) ¢ fa cual podriammos denominar «el equivoco de los juegos de palabras» ‘shora bien, podemos suponer que las acciones humanas, las cuales no se distinguen por Ia forma en que el agente las conoce, estan o no sujetas a rdenes. Si lo estan, pueden Gistinguire como una clase separada, aunque la distincion parece gratuita, extablecida solo por gusto, No pedemos Bojetar: sPero oi la distincién oe relaciona con una caracte- Hitica obviamente iil de ciertas acciones, a saber, que puede lograrse que una persona las realice si se lo ordena- nos», porque no podemos suponer la retencion del concep- to sutlidads si hemos desechado «proposito~. 'No obstante, alguaas acciones se hallan sujetas a Grde- nes: por lo tanto, eno tendrs cabida la pregunta «Por fuer? «Por qué lo hiciste?» «Porque me dijiste que lo Riciera.s Esia es una respuesia; y si algunas acciones %¢ encuentran sujetas a Ordenes, las personas afectadlas po- rian preguntarse s1 algo se hizo en obediencia a una orden, Ono. Sin embargo, aqui la pregunta «Por qué?» puede Coducirae simplemente a «Fue uza orden o no?» Esta seria tuna forma de la pregunta pertinente «Por qué?» si queda- fa abicrta al hablante la posibilidad de decir: «Lo orden: te y bo hice, pero no porque lo ordenaras», («No lo bi Dorque me lo hubieras dicho.») zPero cual seria el objeto de ACCION INTENGIONAL 31 ‘esto, tomado en si mismo, es decir, aislado de las razones y propésitos de una persona? Pues éstos se hallan excluidos; se supone que Ia pregunta «Por qué?» no tiene tal aplica. cién en el caso que estamos imaginando. La expresién po- dria ser s6lo una forma de descortesia. ‘Por lo tanto, la presencia de otras respuestas a la pre- gunta «(Por qué?», ademés de las del tipo de «Sélo lo hice, resulta esencial para la existencia del concepto de una ac cidn imtencional o voluntara, 21. Los filosofos anviguos y medievales, 0 al menos al- unos de ellos, coasideraban evidente, demosteable, quc los Seres humanos siempre deben actuar con algun fin en mene te.¢ incluso con un fn especifico en mente. La justificacion de esto resulta bastante extrana para nosotros. ¢No puede lun hombre hacer simplemente lo que hace, durante gran rte del tiempo? Puede poseer 0 no una razén o un propo- Sito, y en easo de poseerlo, quiz sea seccillamente lo que Quiere ex ese momento; ¢por qué exigile una raza oun propésito para clo? -Y por qué debemos legar en ultima Instancia @ wr proposito que posea alguna finalidad intrin~ seca? Lee vivjos argamentos estaban concsbidos para de- mostrar que la cadena no podia continuar irdefinidamente; nos resultan indiferentes porque no nos sentimes inclinados 4 pensar que al siquiera deio comenzar, e indudablemente [puede interrampirse en cualquier punto, sin secesidad de ‘Que se detenga en un propésito que paresca altimo en el nivel intrinseeo, uno y él mismo para todas las acciones. En realidad, parece haber una transicion iieita en Aristteles, de «Todas las cacenas se detienen en un punto» a «Existe tan punte donde todas las cadenas se detien=n= 'No cbstante, ahora podemos ver por que en todo caso alguna cadena debe comenzar. Como hemos senialado, esto zo significa que una accion no pueda llamarse voluntaria O intencional a menos que cl agente tenga un fin en ments; jnilica que el concepto de accion voluntaria 0 intencional 1o existiria si no existiera la pregunta «cPor qué? respusstas que ofrezcan razones para actuar. Dado que exis- 2 STENCION te, pueden producirse ls casos en que la respucsta consiste (Por ninguna razon en particulars, etc., aunque su inte Us ws menor, ¥ no debe supunerse que, como puede prodite Tine! ean respuesta aerh sicmpre inteligible, 0 cue se trata ride Ia tniea, 20, En toda esia discusién, cuando he habiado de 1s respuesta a la pregunia «zPor qué?s en el sentido de cue reePefona ia intencidn, ia intencion en cuestiGn ha sid0 Feade luego aquella com la cual alguien hace lo que hace. Debemor ahora examinar esto con mas detenimiento, Has- ta agul sélo he dicho: «Si la respuesta a la pregunta "Por que?" es una simple mencion de algo futuro, entonces ex: Aesa la intencion,y el problema de la causa en contrapo- Dimon con la razon, que nos ha preocupado en lo concermicn- cerns mespacstas que mencionan el pasado, aq! sencil Weonce no se presenta, Desde luego, no pretendo decir quae Toda respuesta que nes informe con qué intencicn una per ‘$Gas hace lo que hace sea una descripcién de una situacion Zitura; pero st la descripcion de la situacion furura tene seotido en ai misma como respuesta a la pregunta, entonces ‘Zertrata de una expresién de intenciéo. Sin embargo, exis. ‘ite eats clectuando. Poagames por caso que algulen entry Pe Fencto, me ve asortada en Ia cama y pregunta: + Qué Shias haciendo?» La respuesta «Estoy acostada en la cama ‘Ghicamente provocaria irritacin, mientras que respuestas Gnicamstoy descarsando> 0 «Practico yoga, las cuales comme ina descripeién de lo que hago al estar acostada en TEER a constituirian una expresion de intencion. No cbstante. vamos a concentrarnos por el momento €n 1a respuesta expresada en futuro simple. Ya he indicado (Gor la replica que describe «por sf mismay an act futuro eee dtuye una expresion de la intenei6n con ia cual una Geraone actin, El hecho de que esta califiacion ses necesa Perghede observarse en el siguiente ejemplo: «Por qué Teal eontando tu camara en la acera?» «Porque va a pa- NCCION INTENCIONAL 8 sar Matilya Monroe, Esto © jestamente la afiemacton tlge futuro, pero no expresa de ninguna manera que exié montando mi camara con la intencion de que pase Marilmn Monroe. Ea cambio, si alguien me pregunta «¢Por qué estis cruzando Ia calle», y respondo «Voy s mirat aquel essapu- rater, exprese la intencion con la cual cruzo la calle. Ahora bien, zeual es la diferencia? CConsideremos este caso: «Por qué cruzas la calle? «Porque habré un eclipse en julio». La réplica, en este con- {exto, requiere una aclaracion, y ningun tipo de aclaracion ‘Que puleramos accptar sin objecioncs conieriria » Ia rex pucsta el papel de wna expresidn de intencién. (Quiero de- Ei, cosas como «A seis meses del eclipse, aque escaparate debe tener diagrarsas y modelos explicativos en exhibi- ion.) Pero un salvaje bien podria realizar algo para pro- Yyocar un cclipse; y supongo que la respuesta =eclipse en julio puda haber sido entendida como una expresion Ze fteneien por aquella multiud que una ver se reunié en Dublin para observar an eclipse y que se dispersé cuando Dean Swift envio a su mayerdemo con el mensaje de que por ordenes de Dean cl fenémeno sc habia cancelado. En otras palabras: la stuacion furara que se menciona debe ser tal que el agente nos dé a entender que piensa que puede producirla mediante la accion por la cual le hemos reguniado, ero cquiere decir entonces que las personas deben 2>- seer nocjones de causa y efecto para tener intenciones al ‘actuar? Considerenos la pregunta «¢Para qué subes al pio ade arriba?s, con la respuesta «Para traer mi cimara>. El ‘que yo suba al piso superior no e una causa de la que Slguien pueda deducir el efecto de trocr [+ cimars. Sin ‘embargo, zacaso no se trata de una situaci6n futura que va a realizarse? Solo yo, en este caso, Porlo general, no cere Que se traigan cémaras al subir a una planta slta, aun Chance haya all una camara, a menos que el comtesto Incluya en efecto una orden dada, «Ve por tucémara»,o mi propia alirmacién, «Voy a traer ii camara. Por otra parte, si alguien me dijera: «Fero tu camara a INTENGON cexti en ol sotanor, y 7o sontestara: «Ya sé, pero de todos sae Gay por ella ala planta alta», mi respuesta revalta mods a polo menos, habria ua hueco que salvar. Qu fensemos en un ascensor que puedo operar desde el piso Penvtler pare subir Ia camara del sotane. Pero si digo: «No, By ‘oualments de acuerdo, no hay manera de que wna Sesbne tralga la chmara desde la planta alta, pero aun est Tee aaubir& buscarlas, me vuclvo inlaelig:ble- Pare que Welyo Peo fn de Qs tonge sentido, debomos ver emo iDEpone doe la situacion futura Q se converte en una rable stapa posterior en Ia concatenacion de hechos de Brocustes P constitaye una etapa anterior. Es clerto que 10s ‘euss del conocimiento dentibco por un lado y, por el ote, GaSak ibs cites magiczs, o de una aocion vaya sobre ur gran Rodeo aatordad come en el ejemplo de Dean Swift, caen Boje esta formula tan difua y general. Todo lo que he dicho pee ealidad, -No ec cierto que la descripeion de cualquier TaRUce forara pueda ser una respuesta para esta progun- iSSinuva @ una accion presente. La intencion que poses ‘2 fpuonbre al actuar no resulta tan privada ¢ interna como wane gue tenga la autoridad absolata de explicar cull es Pare lene suiorided absoluta de explicar qué soft. (El SOUR Ee que ln sarracion de su suefio carezca de sentido, BS implica que su afirmacion de que lo sof sea un sine sentido.) ‘No voy a tratar de desarrollar mi formula, vag y gene: ral Ue qua debemos poscer una nocién de cémo la situacion Bee Miitaye on una etapa dentro de la concatenacion de Saat’? a una etapa anterior, para que podamos decir eis tealizamos P con el fin de Q. Pues, desde luego, no e Pe fo manejar estas nociones generales para afirmar que PifuiD Peon el fis de Or. Todo lo que nocesitamos compren- Shaw Tee, de uns uw otra forma: «Pero O no se produ: eens ce realces Pr o «Pero O vaa producirse de todas Sik dar hagas o no hagas Fs, es en cierto modo contrads- ira la itencion 33° Preguntgmonos: gexiste una dessripeién aque sea lt description de uta accicn intencional, en el supussto de ACCION INTENCIONAL, 8 que ocurra una sccién intencional? Y consideremos tuna situacion concreta, Un hombre esta bombeando agua pota- ble a la cisterna de un edificio. Alguien ha encontrado una manera de contaminar sistematicamente el manantial con, un veneno acumulative mortal, cuyos efectos pasan inad. vertidos hasia que resultan incurables. El edificio esta ha- bitado por un pequeio grupo de dirigentes politicas sus familias, el cual controla a una gran nacion; estén compli- eados en la exterminaciéa de los judios y posiblemente planean una guerra mundial. Elhombre que ha contarmin do el manantial supone que si estas personas son destrui- das, individuos honestes asumiran el poder y gobernarén apropiadamente, o incluso pedran instaurar el reino de los cilelos en la tierra y asegurargn el bienestar de todo el pue- blo. Esta persona fa coniesado sus suposiciones, ademas del asunto del veneno, al hombre que ests bombeando. Des- de luego, la muerte de los habitantes del edificio acarrearé muchos otros eiec:os: entre ellos, cierto nimero de perso- nas, desconocidas para estos hombres, recibirin herencias de las que no saben nada. El brazo de est= hombre sube y bala, sube y baja. Algu- ‘nos milsculos, cuyos nombres en latin conocen los médicos, ‘se contraen y se relajan. Ciertas sustancias se generan en algunas fibras nerviosas, sustancias cuya secrecién durante ‘un movimiento voluntario interesa a los Fisidlogos. El bra- 20 en movimiento proyecta una sombra entte las rocas, donde, en un punto y desde cierta posicion, produce un efecto curioso, como si un rostro se azomara entre las pie- ddras. Ademés, Ia bomba emite una serie de ruidos chirrian- tes que siguen un ritmo definido. Freguntemos ahora: ¢Qué esta haciendo ese hombre? ¢Cual es ta descripcicn de su accion? Primero, desde luego, cualguier descripsién de lo que esté sucediendo, que incluya al hombre como sujeto ¥ que sea de hecho verdadera, Por ejemplo, se esta ganando su sala- rio, esté manteniendo a su familia, esta gastando las suelas de’sus zapatos, esta contaminando el aire. Suda, secreta ‘esas sustanciae en sus Abras nerviosas. Si en realidad acce- 86 INTENCION de al poder un buen gobierno 0 el reino de los clos en la tierra'o el bienestar de todos mediante el esfuerzo de los hombres honestos que asumiran el poder cuando mueran Jos dirigentes politicos, esia persona habra contribuido en- tonses a producir ea situacion. Sin embargo, nusstrat in- vestigaciones sobre la pregunta «:Por qué?» nos permiten reducir la consideracin de las descripciones de lo que esta haciendo a una categoria que cubra todas sus acciones in- rencionales y s6lo eas. «Esta haciendo X» constituye la descripelon de una accion intencional sia) es verdadera y 2) existe una respuesta dentro de la categoria que he detin- do para la pregunta «Por qué estas haciendo X?» Ea otras palabras la descripeién supuesta en «Por que estas contra- enzo esos musculos?» queda descariada si Ia inica clase de respuesta para la pregunta =ZPor que?» demuestra que 4] cooncimiento gue ef hombre poses, si posee alguno, de ue esta cortrayendo los misculos constituye una inferes- , no puede contestar, por ejemplo. «No sabia que estuviera haciéndolo», ni negar el sentido causal dela pre- ania. O mas bien, que silo hciera, sus respucstas se COn- ‘ertirian ca un absurd. Un hombre puede «tar haciendo algo que, sin embargo, no hace, si se traia de un proceso o empress que lleva tiempo acabar y que por lo tanto, si se interrumpe antes de su conclusion, podemos decir que lo estaba haciendo pero ue no To hizo. No obstante, esta cbservacicn 20 es en

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