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1,3. La nocién de corrupcién Son actos corruptos aquellos que retinen las siguientes caracte- risticas.? 1.3.1. Unacto de corrupeién implica la violacién de un deber po- sicional. Quienes se corrompen transgreden, por activa o por pa- siva, o provocan la transgresidn de algunas de las reglas que rigen el cargo que ostentan o la funcién que cumplen. Quienes se co- rrompen manifiestan, en ese sentido, un claro sentimiento de deslealtad hacia la regla violada. El caso tfpico es el de un funcio- nario de Hacienda que debido a un soborno de una empresa transnacional no aplica las tasas fiscales correspondientes. Al ha- cerlo viola los deberes impuestos por su cargo, expresando de ese modo su desprecio hacia la funcién que cumple. Pero este ejem- plo -como se ha sefialado con anterioridad— no ha de inducir al error de pensar que es necesaria la presencia de un funcionario public para que haya un caso de corrupcién.”' También la co- rrupcidn es posible entre agentes privados. Asi, cuando un ej cutivo o una secretaria de direccién revela a una empresa com- petidora a la que presta servicios un material clasificado como confidencial para favorecer sus negocios a cambio de dinero, se corrompe. Aqui también se incumplen algunos de los deberes de la posicién que se ocupa como directivo 0 secretaria de di- recci6n. 20, Reproduciré @ continuacién el concepto de corrupcién ya formulado en otro lugar, Véase Jorge F. Malem Sefia, Globalizacion, comercio internacional y co- rrupcién. Barcelona: Gedisa, 2000, pag. 23 y ss. Su objetivo es facilitar al lector la comprensién de la nocién de corrupcidn que aqui se utilizard sin necesidadl de re- mitirle a otra obra, 21, Por esta raz6n es que, en este trabajo, se rechazaran las definiciones de co- rrupcién similares a las utilizadas por el Banco Mundial o por Susan Rose-Acker- man que sostienen que la corrupcidn es «el uso de un cargo piblico en beneficio privado. Véase Susan Rose-Ackerman, La corrupeién y los gobiernos. Causas, con- secuencias 9 reformas, Version castellana: Alfonso Colodrén Gémez. Madrid: Si- glo XXT, 2000, pag. 125. Esta noci6n es inadecuadamente restrictiva al limitar los actos de corrupcién a situaciones que requieren necesariamente la participacién de un funcionario publico. 32 1.3.2, Para que exista un acto de corrupcién, pues, debe haber un sistema normativo que le sirva de referencia. La nocién de co- rrupeién es parasitaria de un sistema normativo. Por esa razén la corrupcidn puede tener una naturaleza econdmica, politica, jurf- dica o ética, o participar de estos distintos niveles a la vez. Esta caracteristica se infiere del apartado anterior. Un caso claro es el de un encargado de compras de una determinada empresa que es sobornado para adquirir cierta mercancia por un precio superior al valor del mercado. El marco normativo de referencia que este acto ha contravenido es el del libre mercado, de la competencia leal y la lealtad en el trabajo. 1.3.3. Un acto de corrupcién no siempre entrafia una accién pe- nalmente antijuridica. Que el acto de corrupcién sea legal 0 ile- gal, desde un punto de vista penal, dependera, por cierto, del tra- tamiento que el sistema punitivo ofrezca a las reglas del sistema normativo de referencia. Este es uno de los problemas con los que se enfrenta la lucha contra la corrupcién en el comercio in- ternacional. Segtin muchas legislaciones sobornar a.un funciona- rio publico extranjero para alcanzar, conseguir o asegurar un acuerdo mercantil puede no ser considerado una actividad ilicita, pero no por ello deja de ser un acto de corrupcién. Por otra par- te, en ocasiones se soborna a una persona no para que tome una resolucidn contraria a derecho, sino para que cumpla una obliga- | cidn legal. Tal es el caso de los Ilamados «pagos de engrase>, «pa- | gos acelerador» o «pagos de peajer. Que este tipo de pagos esté prohibido dependeré de cada sistema juridico. Corrupcidn e ile- -galidad penal son, en ese sentido, términos independientes. 1.3.4, Los actos de corrupeién estén siempre vinculados a la ex- pectativa de obtener un beneficio extraposicional.”’ Y no es ne- cesario que ese beneficio constituya una ganancia de cardcter econémico, puede ser politica, profesional, sexual, etcétera. Y poco es necesario que el beneficio que se pretende conseguir elevado. En ocasiones es suficiente, para que se perfeccione el 22. Véase Ernesto Garzén Valdés, op. cit., pig. 47. 33 acto de corrupcién, que una parte espere recibir algo con la con- viccin de que ese algo sea valioso. Que efectivamente lo sea es una cuestién empirica irrelevante. Alguien se corrompe, ademés, a pesar de que inmediatamente después de haber realizado la ac- cién objeto de la practica corrupta decide no aceptar la contra~ prestacién pactada, renuncie al reclamo del pago [o reclame lo pagado previamente] 0 una vez obtenidos los fondos pertinentes los devuelva integramente. Hay que distinguir entre el que per- manece incorrupto y el corrupto arrepentido.” Y no es necesario que la contraprestacién que constituira el beneficio extraposicio- nal esté perfectamente determinada. Un corruptor inteligente puede dejar abierta la accién exigible a su contraparte para ser precisada en el futuro. 1.3.5, Los actos de corrupcién tienden a realizarse en secreto o al menos en un marco de discrecién. La nocién de secreto 0 de dis- crecién se vincula aqui -siguiendo a Michael Reisman- con un cierto intento por ocultar la accién corrupta, incluso en aquellos casos en que el apartamiento de las normas del sistema de refe- rencia «se sabe que se practican ampliamente y casi nunca se san- cionan».' La corrupcion, al implicar una actitud de deslealtad, tiene una carga negativa y, por lo tanto, tiende a ser sustraida del puiblico, Naturalmente, que la accién corrupta se mantenga efectiva- mente en secreto 0 en un marco de discrecién dependera de lo exitoso de la estrategia de ocultacién utilizada o del nivel de impunidad con que se opera, pero eso ¢s una cuestin empirica que no afecta al concepto que se propone. Los corruptos siem- 23. Un ejemplo de una reclamacién de devolucién de lo pagado por incumpli- miento de la contraprestacién corrupta lo sugiere Susan Rose-Ackerman al sefalar que «en Carolina del Norte, en 1997, una empresa constructora que no recibié el favor que esperaba a cambio de su contribucién econémica a la campafia del go bernador en cuestién pidid la devolucién del dinero». Véase La corrupcién y los go- biernos, op. cit. pig. 183. 24, Véase Michael Reisman, Remedios contra la cormupcin? Cobechos, cruza~ das y reformas. Nersién castellana: Mariluz Caso. México: Fondo de Cultura Eco- némica, 1981, pag, 52. 34 tratardn que sus acciones pasen lo més inadvertidas posi- Se pueden definir los actos de corrupcién, entonces, como llos que constituyen la violacién, activa o pasiva, de un de- posicional o del incumplimiento de alguna funcién espeeifi- ealizados en un marco de discrecién con el objeto de obtener beneficio extraposicional, cualquiera sea su naturaleza.”> definicidn coincide en lo esencial con la propuesta por Ernesto Garzén «Acerca del concepto de corrupciéns, op. cit., especialmente pag. 39 y ss.

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