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Soy Emily Diaz. Ala edad de ocho afios mis padres se divarciaron no quedando en ‘buenas términos estuvieron peleando casi das afios por mi custodia, mi madre no deseaba que nos volviera a ver. Las razones las desconozco. Cuando cumpli diez afios mi madre conocid a un hombre muy rico y poderoso que la deslumbro al instante, ellos se casaron y nos fuimos a vivir con é!. Mi padrastro tenia dos hijos Alvaro de 16 afios de edad y Mara de mi edad. Haciendo uso de su poder e influencias mi ahora padrastro arreglo para que mi madre tuviera mi custodia absoluta séto podria ver a mi padre cinco dias al afio, recuerdo que después de eso la primera vez que lo vi mi padre lloraba derramando lagrimas sujetindome fuerte en sus brazos, dieiéndome cuanto me amaba y que todo estarfa bien. Mi madre y su esposo le hablan hecho un dafio irreparable al separarnos de esa ‘manera tan cruel En cambio, yo al ser apenas una nifia no comprendia muy bien las cosas que pasaban ami atededar, haste que ful creciendo déndome cuenta que mi vida era ‘completamente vacia no tenfa a nadie con quien hablar, mi padre lo habfan alejado de ‘mi vida al iqualque a su familia nunca tuve un contacto con ellos, mi madre se habia alejado de su familia cuando se cas6 con mi padrastro y ella noera muy cercena ami que digamos, todas nuestras conversaciones siempre eran superticiales. Rail Duarte mi padrastro, no perdia el tiempo para darme mi dosis de regafio diario ya fuera durante e! desayuno 0 la cena, mi madre como siempre no decia nada por miedo ‘aque Ratil nos echaré de la casa perdiendo todes los lujos y comodidades a las que estaba acostumbrada. EI siempre decfa que yo era una mantenida, me recordaba a diario que no era parte de le familia pues no era su hija de sangre, se la viva comparindome con su hija Mara que a sus ojos era perfecta. ‘Mara ere una chica timide y calleda, era muy linda, pero le faltaba ese coraje necesario para enfrentar la vida como era. Algunas veces la defend en el instituto de las chicas ‘pesadas, ya que su personalidad era como un imén para ellas. Mera y yo no éramos ni de lejos amigas, pero tampoco me desagradaba, sélo era mi hermanastra. <4 por qué estoy rememorando todo mi pasado? Porque cuando al fin pensé que mi inflerno en la casa de los Duarte terminaria resulta que estaba muy equivocada, Cuando entré ala Universidad conoci un chico, él estudiaba economia y finanzas, ‘mientras que yo decid! estudiar filosofia y lotras, su facultad estaba al lado de la mia. ‘Me encantaba leer y perderme entre cientos de libros de esa manera me escapaba de Ja realidad imaginando mundos en mi cabeza. Resulta que este chico se llama Esteban Cazares, es sumamente guapo, el més popular y galén de toda la universidad, el suefio de toda chica, y en efecto, estar con 6! trata muchos beneficios puesto que era hijo de uno de los magnates mds poderosos de Ja ciudad, e! duerio de Industrias Cazares. AI principio éramos amigos, casi siempre iba me buscaba @ mi saién al terminar las clases, me invitaba a sal, hesta ahi todo bien, resulta que el me pidié ser su novia, a pesar de que me gustaba no sabja si era buena ‘dea iniciar una relacicn con él ya que sabia que mi padrastro ten/a negocios con su padre. No sé cémo, pero la noticia llegé a ofdos de mi padrastro. Ese dia me encerté con 61 en su despacho, me exigié que aceptard a Esteban de lo contrario ese affo no Visitaria a mi padre, lagrimas comenzaron a derramarse por mis mejilas, ver a mi padre era de las tinicas cosas que me alegraban la vide, y 61 estaba amenazando con eso, Pronto toda atraccidn que sentia por Esteban fue desapareciendo, acepté ser su novia, pero sélo era para mantener a mi padrastre contento. A pesar de los rechazos constantes ante sus acercamientos, duramos cast un affo de novios, con mucho esfuerzo respeto el hecho de que no quisiera tener sexo con éi. Hasta el dla de hoy cuando me enteré que me engafia con cudnta mujer se le cruza en el camino. Se que nuestra relacién no es una normal, pero sime dolia el hecho de que fuera su burla. Nisi quiera lo neg cuando se lo pregunté alegando que era mi culpa ‘por no ser su novia ideal, porno satis hombre que por eso tenfa que buscar en otros brazos io que yono le. mnt/ asqueada yo teming. Ahora me encontraba en un bar, tomando tequila y meditando sobre las consecuencias ‘que tendrfa este rompimiento con mi padrastro, de seguro enfurecerta, tal vez esta vez s/cumpliria su amenaza de no dejarme ir a ver a mi padre y lo podia hacer porque é) vivia en otro estado del pals y es quien me daba el dinero para que pudiera viajar hasta alld, Sent/ como mi corazén se estrujo al ver la imagen de mi padre y mis hermanitos, los cextraftaba tanto, una lagrimita corrié por mi mejilla. A veces sentia unas inmensas ganas de dejar toda mi vida junto a mi madre, huir a un Jugar Jejano donde no me pudieran encontrar, fingit ser alguien més y vivir mi propia vida. Pero era imposible por ahora, necesitaba terminar mi carrera universitaria, obtener mi titulo, buscar trabajo, ahorrar dinero y ahora si podr/a pensar en huir. Atin faltaba mucho tiempo para que lo pudiera hacer, pero de otra manera corno tendria el dinero ssuficiente para lime de esa casa que tanto detestaba. -¢0tro? -pregunté el bartender con una sonrisa al ver que ya no habia liquido en mi vaso tequilero. Asenti con ia cabeza, tomando el vaso entre mis dedos hasta llevarlo a las manos de aque! hombre. =4Cémo te llamas? - pregunt6 dejando el vaso lleno de tequila frente a mi. - Emily - contesté en seco, no me habia percatado que el bartender era un chico de buen ver, le calculé unos veinticinco aproximadamente, era del tipo chico rudo, vestia un chaleco de mezclilla sin nada abajo dejando ver los marcados musculos de sus brazos, facciones cuadradas, barba de candado, ojos oscuros y cabello rebelde. Lindo nombre, Emily ~ sus ojos me miraban con una especie de deseo. ‘éQué pasaria si yo también hiclera lo mismo que Esteban? Divertirme a més no poder ‘con algun chico que se crucé en mi camino. Entre que me decidfa si seguir haciéndole platica o no al bartender, senti la mirada de alguien a unos metros de donde me encontraba sentada. AI otro lado de la barra, un chico muy apuesto me observaba con detenimiento, cerré los ojos fuertemente, tal vez el alcohol que estaba tomando comenzaba a hacer efecto y estaba alucinando, al abrirlos él me sonri6. Senti como mi corazén cornenz6 a latir fuer temente, en verdad era muy guapo, llevaba puesta una camisa celstey un pantal6n gris de vestir no era un ‘outfit que se viera con frecuencia en un bar, pero este tipo me daba mds confianza que el bartender. Le sonref algo traviesa El sonrio moviendo el cabeza divertido. Unos instantes después ya estaba sentada a Jado mio en la barra. -

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