You are on page 1of 92
David K. Berlo Pn ae ada Ce INTRODUCCION A LATEORIA EL ATENEO OTROS TITULOS DE ESTA SERIE Billorou Oscar P, - INTRODUCCION A LA PUBLICIDAD Borden G. A. - Stone J, D. - LA COMUNICACION HUMANA Cotteret J. M, — LA COMUNICACION POLITICA, Gobernantes y Gobernados Rouquette M.L. — LOS RUMORES EL PROCESO DE LA COMUNICACION Introducci6n a la teoria y a la practica DAVID K. BERLO OECIMOCUARTA REIMPRESION LIBRERIA “EL ATENEO” EDITORIAL seems BUENOS AIRES - LIMA - RIO DE JANEIRO - CARACAS MEXICO - BARCELONA - MADRID - BOGOTA JNU Titulo original: The Process of Communication, an introduction to Theory and Practice : Editado por Holt, Rinehart and Winston, New York © Holt, Rinehart and Winston, Inc. 1960 Traduccién de Siivins Gonzélex Roure y Glovenns Winckhier Revision técnica de ta traduccion: Heenciedos Eva A. Goldenstein de Muchinik, Marta Susana Novick ¥ Roberta R. Romero. Todes tos derechos reservados. Este libro no puede reproducirse, total o parcisimente, por ningun métode gritica, slectrénico © mecénico, incluyendo los 1 de fotocopie, registro. magnetotonico 0 imentacion de datos, sin expreto consantimiento det editor, Quede hecho el deposito que establece Ia lay N° 11.723. © 1984, “EL ATENEO” Pedro Garcia S, Libreria, Editorial ¢ Inmobiliaria, Florida 340, Buenos Aires. Fundada en 1912 por don Padro Garcia, LS.B.N, 95002 IMPRESO EN LA ARGENTINA PRIMERA EDICION, 1969 148 reimpresion, 1984 SE TERMINO DE IMPRIMIR EN EL MES DE JULIO DE 1984 en los talleres Color Efe PASO 192 - AVELLANEDA Prologo de la edicién en castellano No es fortuita la aparicién de este libro en un momento en que tanto la tecnologia co- mo las ciencias del hombre convergen en el problema de la teorla de la comunicacién. A tal punto, que podriamos seAalarlo como uno de los temas fundameniales a que tiene que dbo- carse la sociologia del conocimiento. Por un lado, asistimos al desarrollo de nuevos planteamientos en el campo de Ia lin- gillstica, considerada como la mds ‘‘exacta’' de las ciencias sociales por las posibilidades de Sormulacién matemitica de sus propuestas, pues el prestigio de los nimeros invade dichas ciencias. Al mismo tiempo, en un reflujo, la cibernética moderna —segun Wiener, su cre- ador— repite las estructuras del modelo humano. La psiquiatria también utiliza la pragmética de la comunicacién humana en las si- tuaciones interpersonales, a fin de establecer un diagndstico objetivo de la patologia en las estructuras de conducta de psiconeuréticos y psicéticos. La dindmica de grupos, a partir del andlisis de la comunicacién grupal, infiere los elementos estructurales del grupo mismo y los utiliza de acuerdo con los objetivos especificos en que se encuentra comprometida, ya sean éstos el proceso de aprendizaje, la resolucién de conflictos en psicologta institucional 0 laboral, o una investigacién espectfica sobre aspectos y funciones del liderazgo. »- A ello se debe que la teoria de la comunicacién haya sido propuesta por algunos tedri- cos para servir de campo unificador de las ciencias sociales, ofreciendo a éstas tanto un len- guaje como una problemdtica comin. Ast, no podia escapar de su dmbito el campo del aprendizaje, dado que éste es un proceso en el cual adquieren importancia fundamental las relaciones interpersonales. No solo importa cudnto sabe aquel que nos ensefa, sino tam- bién cémo nos ensefa. ; Qué significa este cémo nos ensefia? Qué debe existir endicho pro- ceso una manipulacién adecuada de uno de sus aspectos: el de la comunicacién interperso- nal. * Berlo ha intentado simplificar un tema que, en la actualidad, por su complejidad y trascendencia, solo esté al alcance de profesionales especializados, y ha logrado hacerlo ac- cesible al lector de todos los campos. Todo proceso humano tiene una faz interna y otra externa. La comunicacién y el aprendizaje también. Los problemas planteados por la trasmisin de mensajes no emergen solo entre las palabras que se emiten o entre los conceptos que se aprenden. Por detrds del conflicto externo existen conflictos internos en el individuo, en los grupos y en la sociedad. No solo los conflictos observables son los reales. Si, como dice Berlo, aprendizaje y comu- nicacién son un mismo proceso, no podemos descuidar los aspectos inconscientes 0 no conscientes que entran en juego, Ast, una comunicaci6n no solo consta de un aspecto in- Sormacional 0 cognoscitivo. Existe un aspecio emocional que colorea la informacion y puede estar en contradiccién con su contenido. Es el estilo de la comunicacién. Ademds, entre los seres humanos hay fines conscientes y no conscientes en toda conducta: a nivel v psicosucial hablamos de intencionalidad de la conducta; Ia intencionalidad de la comunica- cién —que debemos afiadir al aspecto informacional y de estilo— se refiere a la intencion consciente o inconsciente de establecer un cierto tipo de relacién psicoldgica entre el emisor y el receptor. Intencionalidad que puede encontrarse, también en contradiccién con su con- tenido cognoscitivo informacional. Quizds el lector se asombre ante la relativa gravitacién que otorgamos en este breve ordlogo a las contradicciones inherentes al proceso de la comunicacién. Lo hacemos por- que creemos que no solo es importante que el educador conozca los elementos que compo- nen dicho proceso, sino también aquellos que determinan, como dice Berlo, el fracaso del acto sémico. A nivel psicosocial, para evitar dicho fracaso, es fundamental no solo eludir cuidadosamente las contradicciones informacionales —y de estilo—, sino también que se verifique una homogeneidad en los cdigos utilizados por el emisor y el receptor. En otras palabras: es necesario que el educador se encuentre al tanto del codigo manejado por el educando en los niveles senalados y que la formacién de dicho cédigo se halle determinada por la experiencia vital del alumno, es decir, por elementos sociales y psicoldgicos, por el grupo familiar a que pertenece y por la clase social y el momento historico en que dicho grupo familiar se encuentra inmerso; 0 sea, el espectfico proceso de socializacion a que es- tuvo expuesto, Ast, de entre todos los posibles mensajes, corresponde al maestro la elec- cién del adecuado a su receptor —el estudiante—, y adaptar a sus posibilidades el monto de informacion y el grado de redundancia requerido para que se verifiquen una aprehension y un aprendizaje correctos sin ningun tipo de distorsién. Si se va mds alld de la capacidad del estudiante para comprender (para decodificar el mensaje), el problema que se plantea no es solo el de la falta de asimilacién del plus de informacién, sino —lo que es mucho més la- mentable— el de la confusién y error en el mensaje total. Pero todo docente es también el centro de una‘red mucho mds vasta de comunicacién. No solo y fundamental es el feed-back que existe entre educador y educando, sino que tam- bién son esenciales las formas que adoptan las redes de comunicacién en el propio grupo de alumnos, redes intragrupales que tienen como marco de referencia la comunicacién alumno-educador y que, @ su vez, la afectan en la medida en que el emisor, lider institu- cional en este caso, debe saber manipular su status en lo que respecta a las exigencias de su quehacer profesional. El docente es, asimismo, parte de una red intragrupal en la cual se encuentra comprometido con otros profesionales en el campo de la ensenanza, y en la cual ta eficacia de la comunicacién puede conducir a nuevos procesos de aprendizaje para el educador mismo, A su vez, el maestro, el educador, es parte constituyente de la comunidad mayor, donde las redes y canales de comunicacién son atin més amplios. En esta comuni- dad, el maestro, representante —como profesional de la educacién— de una institucién, entra en contacto con los padres, representantes de otra institucién: la familiar, Por tales razones recalcébamos, al comenzar este prologo, la importancia de la comu- nicacién en la educacién, para detectar, a través de su andlisis interno, los problemas de conducta en el individuo. También, de acuerdo con lo expuesto, se infiere la importancia de la teoria de la comunicacién, dado que permite detectar, a.su vez, en forma dindmica, la estructura del grupo de nuestro interés, as{ como la de la personalidad de cada uno de los integrantes de ese grupo. Estos son solo algunos de los aspectos importantes que sefalan la significacién de la teoria de la comunicacién en el aprendizaje. Esperamos que el libro de Berlo abra nuevas perspectivas y senale la multitud de caminos que esta teorta proyecia en el drea educa- cional, Lic. Eva Goldenstein de Muchinik Lic. Marta S. Novick Lic. Roberto R. Romero VI Indice general Prélogo de la edicién en castellano v Introduccién ...........- eeeeees Ix 1, Comunicacién. Alcances y fines 1 Propésitos de la comunicacién 4 Las dimensiones del propésito . 8 Sugerencias para la reflexién y la discusi6n 12 2. Un modelo del proceso de comunicacién 14 El concepto de proceso ... 14 Los componentes de la comunicacién . 17 Un modelo de comunicacién 18 ‘Sugerencias para la reflexién y . 23 3. La fidelidad en la comunicacién. Determinantes del efecto . see 24 La fuente-encodificador . . 24 El decodificador-receptor . 29 El mensaje . 3 Elcanal .. 36 ‘Sugerencias para la reflexién y la discusién 7 40 4. Aprendizaje, la comunicacién en un contexto personal . 43 Proceso del aprendizaje .............. 46 Determinantes de la fuerza de la costumbre 49 ‘Comunicacién y aprendizaj« ilitud de procesos 7 57 Sugerencias para la reflexién y la discusi6n ............. 7 60 5. La interaccién, objetivo de la comunicacién interpersonal . 61 Niveles de interdependencia comunicativa . 62 Teorlas de empatia .. 10 Interaccién: objetivo de la comunicacién humana . 75 Sugerencias para la reflexién y la discusién 16 6. Sistemas sociales. Matriz de la comunicacién 1 Factores de los sistemas sociales 78 Roles y normas ............. : 81 Dimensiones de las metas grupales 82 La comunicacién y los sistemas sociales . . 85 Interrupciones imprevistas de la comunicacién: problemas de la prediccion . 87 Concepto de contexto cultural ........ 2... eee e cece eee cece tenes 94 Individuos y grupos: base para la prediccion Sugerencias pra la reflexién y la discusién . 7. Significado y comunicacién El origen del lenguaje El significado del significado . Forma en que aprendemos los significados Sugerencias para la reflexién y la discusién 8. Dimensiones del significado Significado denotativo ... Diccionarios y significado denotativo . Significado estructural . Significado contextual . Significado connotativo Sugerencias para la reflexién y la discu: 9. Observaciones y juicios. La estructuracién de la percepcién Observaciones Juicios . Observaciones y juicios: semejanzas y diferencias . ‘Sugerencias para la reflexién y la discusién 10, Inferencia. La aplicacién del rigor estructural El silogismo: una prueba de implicacién estructural . Induccién: el desarrollo de la generalizacién estructural . Ciencia y estructura ......s000e0eeees Sugerencias para la reflexion y la discusién . 11. Definicién. Un intento de especificar el significado . éQué es una “buena” definicién’ n Significado connotativ. Resumen .. El papel del di ‘Sugerencias para la reflexion y la discusiOn . Lecturas recomendadas sobre la comunicaci6n . VII Introduccién Este es un libro que trata de la forma en que la gente se comunica entre si. Se refiere esencialmente al alcance y a los objetivos de la comunicacién, a los factores que intervienen en el proceso y al papel que desempenia el lengdaje en la conducta humana. También anali- za los comportamientos y las relaciones que se crean entre el interlocutor y el que escucha, entre el escritor y el lector, entre el actor y el auditorio. Explota ta naturaleza compleja del proceso de la comunicacién. Identifica y describe los factores que afectan a la comunica- cién y @ sus resultados. Intenta un acercamiento al proceso que habrdé de aumetar la comprension y la efectividad, tratando de evitar al mismo tiempo deformaciones y simplifi- caciones exageradas. La base de este enfoque conductista sobre la comunicacién humana es interdisciplina- ria, Esté fundamentada sobre las investigaciones relevantes realizadas en psicologia experi- mental y social, en sociologia, linguistica, antropologia y filosofia, junto con importantes estudios sobre comunicacién de masas y otros campos de aplicacién de la teoria. El concep- to fundamental del libro, y en particular la esencia conceptual del significado, estan de- sarrollados en forma multidimensional, utilizando para ello todas las disciplinas y materias de la especialidad relativas al tema. Este libro no intenta ser ni un resumen ni una simple revisibn de lo que ya se conoce sobre la comunicacién, ni trata tampoco de construir ninguna teorla comprensiva. Tal co- mo su titulo lo indica, su intencién es ser una introduccién teérica al proceso en st, un pun- to de partida para el lector interesado en la materia. Por ese motivo se emplea un lenguaje tan directo y corriente como sea posible. Todos los términos utilizados tienen su explica- cién en el texto, y los modelos, discutidos poseen su correspondiente ilustracién. Cada uno de los capitulos remite a otros libros y articulos susceptibles da proporcionar mayor informacién y una exposici6n técnica més extensa. Las preguntas formuladas al fi- nal de cada capitulo tienen por objeto ayudar al lector a interpretar el contenidd de aquél en funcién de su propia experiencia. El presente libro proporciona, ademés, una bibliogra- Na y un indice alfabético de las materias tratadas, para que al lector le resujté mds prdctico. Es nuestro deseo que esta obra sea de utilidad y valor a aquellos.lectores interesados en la comunicacién 0 a quienes se estén preparando para desempefar algtin trabajo profe- ional en comunicacién en el dmbito publico o en cualquier otra parte. Es un libro destina- do, asimismo, a los que asisten a seminarios sobre la comunicacién y participan de los programas de entrenamiento del gobierno y de la industria, y se dirige también a los estu- dlantes que van a empezar el estudio sistemdtico y la practica del proceso comunicativo, tanto si éste es oral como visual 0 ambas cosas a un tiempo. Los temas de la mayoria de los capitulos han sido desarrollados y revisados utilizando el material proporcionado por los Seminarios sobre Comunicacién dictados por la Admi- xX nistracién Cooperadora Internacional de los Estados Unidos; los cursos del Departamento de Comunicacién General de Artes de la Universidad del Estado de Michigan y los progra- mas de entrenamiento de establecimientos industriales y agricolas, en particular aquellos pertenecientes al Proyecto Nacional de Comunicaciones Agricolas. Estoy muy especial- mente agradecido a la American Association of Land-Grant Colleges and State Universities por haberme permitido disponer del material utilizado por la asociacién, del cual posee el registro de propiedad intelectual. Resulta casi imposible certificar y aun reconocer la influencia ejercida en este trabajo por mis colegas. Los escritos y enseRanzas de Charles E. Osgood y de Wilbur Schramm permitieron el desarrollo de mi pensamiento mds allé de lo imaginable. También debo mucho a la obra de Charles Morris y a la de George Herbert Mead, asi como a otros cuyos escritos han sido especlficamente citados en el texto. : nat El Proyecto Nacional de Comunicaciones Agricolas se hizo cargo de fa. financiacion de varios capitulos, y su director asociado, Francis Byrnes, fue el editor, critico simpatico pe- ro exigente. Mis colegas del Departamento de Comunicacién General de Artes de ta Uni- versidad del Estado de Michigan no dejaron de proporcionarme consejos y sugestiones, En particular, tengo que citar a los profesores Erwin Bettinghaus, Hideya Kumata y Malcolm McLean (h.), quienes leyeron e hicieron Ia critica de muchos de los capitulos. He También tengo que agradecer a otro colega, el profesor John Ball, su eficaz revision de la totalidad del manuscrito y su constante insistencia en utilizar el concepto de proceso en el andlisis de la comunicacién. Glendon Drake se ocup6 del indice y Shirley Sherman controlé constantemente la preparacién de muchos borradores. Quedo también muy reco- nocido a todos los estudiantes, graduados y posgraduados que actuaron como receptores Y criticos de bosquejos preliminares y que dieron su franca apreciacién o feed-back indispen- sable para lograr la claridad del estilo. Sea : Tengo, ademds, una deuda muy especial para con mi esposa y mis hijos, quienes me brindaron esa combinacién de escepticismo, confianza, paciencia y equilibrio indispen- sables para un hombre que oscila entre un estusiasmo exorbitante cuando las ideas fun- cionan y una irritabilidad irracional cuando éstas no marchan. East Lansing, Michigan. 1 Comunicacion. Alcances y fines De acuerdo con las investigaciones realizadas, existe una evidencia que indica que el estadounidense corriente emplea mas 0 menos el 70 % de sus horas de actividad comuni- cdndose verbalmente, en el orden siguiente: escuchando, hablando, leyendo y escribiendo. Es decir, que cada uno de nosotros emplea alrededor de 10 u 1} horas diarias comunican- dose verbalmente. El lenguaje es tan solo uno de los codigos que utilizamos para expresar nuestras ideas. Birdwhistell (') y otros estudiaron la comunicacién relacionada con gestos no verbales: expresiones faciales, movimientos de las manos y de los brazos. Con la ayuda de camaras infrarrojas y otros artefactos, tales como el wiggle-meter (medidor de movimientos), los in- vestigadores han logrado observar la mayor parte de los movimientos corporales de algu- nas personas mientras éstas asistian a una sesiOn de cine o miraban television. Descubrieron que el auditorio comunica su interés por medio de estos movimientos del cuerpo. Hall, en su libro The Silent Language, (2), se refiere a otro tipo de sefiales que la gente usa para expre- sar sus actitudes; por ejemplo, cuanto se pu€de retrasar un hombre cuando tiene que llegar 41 una cita sin comunicar uha falta de respeto, 0 a qué distancia se mantiene la gente para comunicar solo relacién y no amistad, etcétera. Los escendgrafos y los dibujantes publici- tarios utilizan el color, el tamafio y la distancia como seftales para la comunicacién. En resu- men, todo aquello a lo cual la gente logra dar un significado puede ser utilizado, y lo es, por la comunicacién. La conducta observada en ella tiene una esfera de accién muy amplia. La gente puede comunicarse a muchos niveles, por muy diversos motivos, con gran némero de personas y en multiples formas. Ruesch y Bateson prepararon un ejemplo hi- potético de las distintas clases de comunicacién que podria utilizar un hombre tipico, el se- for A, en un dia corriente. Por la mafana, cuando el seftor A llega a su oficina, lee su correspondencia (comunicacién escri- (uw), Al clasificarla encuentra cierto numero de folletos destinados a describir los méritos de varias ma- quinas industriales (comunicacion visual). Por la ventana abierta se oye el tenue sonido de una radio y Ii voz de un locutor que con frases claras exalta la calidad de una marca de pasta dentifrica (comuni- cacion hablada). Al entrar su secretaria en la habitacin lo saluda con un alegre ‘buenos dias"” que él contesta ha- viendo un gesto amistoso con la cabeza (comunicacién por gestos) mientras prosigue su conversacion telefonica (comunicacién hablada) con un socio. Mas tarde dicta a su secretaria algunas cartas (comu- nicacion escrita); luego asiste a una reunion de directorio (comunicacin de grupo) durante la cual re- voge la opinidn de sus socios. En el trascurso de esta reunion se discuten cierto nimero de nuevas dis- posiciones gubernamentales (comunicacién de masa) y su efecto sobre el plan de accién de la firma. Jambién durante esa reunion es considerada una resolucion con respecto al estipendio anual de lox empleados de la firma (comunicacion de masa y de grupo). Levantada la sesidn, el seftor A, ensimismado en sus pensamientos acerca de los negocios que atin no se definieron (comunicacién consigo mismo), atraviesa lentamente la calle para dirigirse a un restaurante. En el camino ve a su amigo el sefor B, que entra apresuradamente en ¢l mismo lugar (co- municacion por medio de la accién), y el senior A decide sentarse solo y no reunirse con su amigo, quien probablemente apurara su café y saldra de prisa (comunicacidn consigo mismo). Mientras espe- ra, el sefor A estudia el mena de la comida (comunicacion por medio de la palabra impresa), pero el olor de un jugoso bistec desvia su atencién (comunicacién quimica); le resulta tan apetitoso que encar- ga uno para si. Después de almorzar decide comprarse un par de guantes. Entra en un negocio de articulos para hombres y con la punta de los dedos examina cuidadosamente las distintas calidades de cuero (comu- nicacién por medio del tacto). Después de efectuar catmosamente su compra, decide no trabajar por la tarde y hacer una visita con su hijo al jardin zoolégico, tal como le prometio. Al dirigirse hacia alli, John, que observa cémo conduce su padre, le pregunta por qué siempre se detiene ante una luz roja y por qué no lo hace ante la luz verde (comunicacién mediante un simbolo visual). Al aproximarse al z00- Iogico se oye la sirena de una ambulancia y el sefior A se corre con el auto hacia un lado de la calle y se detiene (comunicacién por medio del sonido). Mientras permanecen alli sentados le explica a su hijo que la iglesia de enfrente es la mas antigua del estado, que ha sido construida hace muchos aftos y que sigue siendo algo tradicional en la comunidad (comunicacién por medio de la cultura material). Después de pagar la entrada al zooldgico (comunivacién por medio de ta accién) se dirigen despreocupadamente a visitar a los elefantes. Alli John se rie de las travesuras de uno de estos anima- les, que arroja agua con la trompa a un espectador (comunicacion por medio de la accién) y to obliga a saltar, Mas tarde el senor A cede ante la insistencia de su hijo y entran en un cinematégrafo para ver dibujos animados (comunicacion por medio de imagenes). Al llegar a su casa, el seftor A se viste de etiqueta, pues tiene que asistir a una comida y a una representacion teatral (comunicacién por medio de las artes) (*). Como lo hacen notar Ruesch y Bateson, este ejemplo no enumera, por supuesto, todas nuestras conductas de comunicaci6n. Tan solo ilustra algunas de las situaciones sociales en las cuales tiene lugar ésta, y algunos de sus elementos o ingredientes. La palabra ‘‘comunicacion”’ se ha hecho popular. Es usada corrientemente para desig- nar problemas de relacion entre la clase obrera y la clase directiva, entre los paises y entre la gente en general. Algunos de los usos que se hacen del término comunicacion se refieren a distintas maneras de enfocar estos problemas; otros solamente cambian el nombre a los mismos problemas que existian antes. La palabra ‘*comunicacion"’ también se ha vulgarizado dentro del Ambito universita- rio. Algunas universidades han creado un departamento 0 colegio de ‘‘comunicacién” pa- ra manejar el nuevo tipo de acercamiento disciplinario descrito anteriormente. Y también en este caso otras pusieron simplemente el nuevo rotulo a departamentos que ya existian ya formas tradicionales de ver las cosas. Fuera del terreno académico, la revolucién tecnolégica que se refiere a la comunica- cién ha creado, o mas bien desarrollado, una mayor necesidad de gente competente en co- municacién. Los periédicos, las revistas, la escena, han sido largo tiempo el mercado del “‘comunicador’’ profesional. Este mercado se ye ahora recargado por la demanda de dibu- jantes publicitarios, asesores de relaciones publicas, productores y directores de radio, tele- vision y cine, expertos audiovis.zales, etcétera. Otro grupo de profesionales es responsable del ‘timpacto”’ y la eficacia de distintos ti- pos de comunicacion. Los investigadores sobre opiniones y actitudes, los investigadores de mercado, el pulsador, el inspector, todos representan su rol en lo que podria llamarse la “‘industria de la comunicaci6n’’. Es facil sefalar las diferencias que existen entre un dibujante publicitario, un experto audiovisual y un pulsador de la opinién publica. Pero, a la vez, un mismo proceso basico sustenta el trabajo de todos estos profesionales y los unc en forma significativa. Cada uno de ellos es responsable de la creacion, entrega o imposicién del ‘‘impacto”” de los mensajes destinados a tener un efecto sobre uno 0 varios publicos. Podemos definir el terreno del ‘*comunicador profesional"’ en forma atin mas amplia. Muchos comentaristas sociales llaman a ésta la época de la manipulacién de simbolos. En el tiempo de nuestros abuelos, la mayoria de la gente se ganaba la vida manipulando cosas 2 y no manipulando simbolos. Los hombres progresaban en su profesi6n u oficio si eran ca- paces de forjar una herradura mejor, obtener una mejor cosecha o fabricar una mas eficaz trampa para los ratones. La comunicacién era también importante entonces, por supuesto, pero menos relevante para el ascenso de un hombre. Los tiempos han cambiado y siguen cambiando. En la industria, la revoluci6n tecnol6- gica y el autodesarrollo de la fuerza trabajadora han llevado a tener una mayor fe en los simbolos y menos confianza en las cosas. La industria, socialmente, se ha vuelto consciente de si misma. El piblico considera hoy a la industria como una institucién social, es decir, con una responsabilidad social. La clase obrera ha organizado y sefialado los puntos débi- les y las deficiencias de la administracion industrial. Este desarrollo ha hecho indispensable la creaci6n de departamentos industriales de relaciones publicas y de informacién publica, asi como otros de relaciones industriales y laborales. Los departamentos industriales tienen su contrapartida en la clase obrera. Todos ellos pueden ser llamados departamentos de co- municacién. Su principal tarea es la elaboracién y difusién de mensajes destinados a ‘‘con- tar” historias empresariales 0 laborales. La industria ha cambiado en otros aspectos. Con la difusin de la capacidad técnica, el producto de una compaiiia se ha vuelto tan similar al de sus competidores, que con frecuencia fo podemos distinguir el uno del otro. Ante esta alternativa, las compaiiias se ven obligadas a inventar nombres diferentes para las marcas y sellos de fabrica de productos equivalentes. El resultado es la creciente importancia dada a las ‘imagenes de marca”, como técnica de venta que exige la elaboracién y distribucién de mensajes que confieren valor psicolégico al produc- to. El jabén es siempre jabén, pero la marca ‘*X" es muy distinta de la “Z". Una evolucion aun mas importante es el hecho de que la produccién industrial misma se haya orientado mas hacia el ‘‘simbolo”’ y preste mayor atencién a la comunicacién, Cin- cuenta o setenta aflos atras, el gerente de una organizacién industrial conocia cada una de tas operaciones efectuadas en su fabrica. Era capaz de explicar todas las técnicas empleadas y de efectuar la mayor parte de las tareas. Con el desarrollo de la automatizacin, de la in- dustrializacion masiva, hemos asistido al nacimiento del ‘tempresario profesional", del hombre que llega al tope de la escala industrial, no por lo que sabe hacer con las cosas, sino por lo que sabe hacer con la gente por medio de la comunicacién. No mucho tiempo atras recorri una extensa planta industrial acompafiado por el presi- dente de la compaftia. Cuando abandonamos su oficina para entrar en Ia planta lena de lu- ces centelleantes y de enormes piezas de maquinaria que trabajaban solas —largas filas de un conjunto automatizado—, se volvié hacia mi y me dijo: ‘No estoy muy seguro de lo que ocurre, pero en este extremo se coloca el metal, y por aquel otro sale convertido en refrigeradoras’’. Este hombre no recibia su alto salario por su conocimiento en refrigerado- ras; le pagaban por dirigir y coordinar la conducta humana. Todo aquel que esté familiarizado con la moderna administracion industrial, en cual- quier nivel, sabe que la mayor parte del dia de trabajo es utilizada en ‘“‘hablar’’, en dar in- formacién a los subalternos, en recibir informacion de ta administracién superior y trasmi- tirla a aquéllos; en reunirse con colegas para discutir planes, entfevistarse con los emple- ados con el fin de evitar motivos de queja y aumhentar la eficiencia en el trabajo; en leer y escribir memorandos para coordinar varios departamentos en una sola unidad de trabajo. A medida que se vaya desarrollando la automatizacién, hasta el mismo operario habr4 de emplear mas tiempo manipulando simbolos que manejando maquinas. El acelerado ritmo de la investigacion ha hecho més dificil que el personal cientifico, los técnicos y los operarios puedan mantenerse al dia en los progresos mas recientes. Se producen importantes demoras desde el momento en que se completa un estudio de investi- wucién hasta la fecha en que sus resultados se concretan en un libro. Es mucho el tiempo «ue trascurre entre el descubrimiento de un conocimiento cientifico que hace el investiga- dor en su laboratorio y la utilizacién de ese conocimiento por el piiblico. Estos lapsos han hecho surgir nuevas profesiones en la comunicacién: la de divulgador cientifico y la de excritor técnico: gentes que interpretan a los escritores para ponerlos al alcance de un dis- tinto nivel de lectores. Los gobiernos actuales se orientan cada vez mas hacia la comunicacién. Puede decirse que el administrador publico y el ejecutivo viven en un mundo de palabras. Nada mds que para poder conservar el material escrito producido y recibido en un ao por el gobierno de los Estados Unidos se invierte mas dinero que el necesario para cubrir la totalidad del pre- supuesto original de ese pais. Los enormes problemas de interrelacion entre las agencias gu- bernamentales, la necesidad de que la mano derecha sepa lo que esta haciendo la izquierda, Ja obligacion de acumular, interpretar y difundir informacion al publico, exigen la atencion de un gran nimero de empleados del gobierno. Todas las agencias gubernamentales uw zan gente para supervisar la comunicacion tanto interna como externa. Y aun asi es necesa- rio Hamar a consultores privados para canalizar las comunicaciones, para eliminar gastos inutiles en éstas y mejorar su eficiencia. . El aspecto internacional del gobierno y de la industria se ha orientado y se orienta ha- cia la comunicacién, Una vez mas las revoluciones tecnologicas y filos6ficas del siglo XX son responsables de esto. En la época de nuestros abuclos, los estadounidenses experimen- taban muy poco interés en entender o en aceptar a las gentes de otros paises. No veiamos que existiera internacionalmente ninguna ventaja para nosotros. Pero los tiempos han cambiado y han de cambiar atin mas en las proximas décadas. Los Estados Unidos ven ahora cudl €s la ventaja que pueden sacar de la interrelacion con el resto del mundo, no so- lo por curiosidad, sino para asegurar la supervivencia. Si queremos conservar una posicién directiva en el mundo, tenemos que empezar por comprender a los demas y hacer que éstos a su vez nos comprendan. En nuestro programa de asistencia técnica, cada una de las misiones de los Estados Unidos en el extranjero posee un equipo de funcionarios destinado exclusivamente a tratar los problemas de la comunica- cién, Nuestros mensajes deben manifestar la posicion de nuestro pais, de tal forma que ésta sea compatible con Jos sistemas psicoldgicos, sociales y culturales del piiblico. Tenemos que hacerlo en medio de un conglomerado humano muy distinto del nuestro. Estos son, en su mayoria, problemas de comunicacion. Los citados son algunos ejemplos —entre los muchos que podrian darse— de los roles practicos de la comunicacién. Una suposicion basica en la disciplina que estamos conside- rando es que la comprensién del proceso, de sus determinantes y de los efectos de la comu- nicacién aumenta la capacidad natural del hombre para afrontar los problemas de comuni- cacion que debe encarar en su trabajo, cualquiera que sea la naturaleza de éste. La amplitud de} alcance de la comunicacion es perfectamente demostrable y ha permi tido una gran parte de la actividad humana. Pero el interrogante sigue en pie: {Qué signifi- ca todo ¢sto? {Qué estamos haciendo cuando dedicamos una parte tan importante de nuestra capacidad energética a la produccién, interpretacion y recepcién de mensajes? EQué es lo que sacamos en claro de ello? {Qué es lo que estamos tratando de llevar a cabo a través del proceso de la comunicacion? Propésitos de 1a comunicacién ArisiOteles defini6 el estudio de la (comuntcacién) retorica como la busqueda de ‘*to- dos los medios de persuasibn que tenemos a nuestro alcance”’ (*). Analiz6 las posibilidades de los demas propésitos que puede tener un orador. Sin embargo, dejd muy claramente asentado que la meta principal de la comunicaci6n es la persuasion, es decir, el intento que hace el orador de Hlevar a los demas a tener su mismo punto de vista. Este tipo de enfoque del propésito comunicativo siguié siendo popular hasta la segunda mitad del siglo XVIII, aun cuando el énfasis ya no se pusiera sobre los métodos de persuasion, sino en crear buenas imagenes del orador. ot En di siglo XViI surgid una nueva escuela de pensamiento, que se conocid con el nombre de psicologia de las facultades, Esta escuela hacia una clara distincién entre el alma y la mente, atribuyendo diferentes facultades a cada una de éstas. A fires del siglo XVIII los conceptos de la psicologia de las facultades invadieron la re- torica. Eldualismo alma-mente fue interpretado y tomado como base para dos propdsitos, independientes entre si, de la comunicacion. Uno de los objetivos era de naturaleza intele tual 0 cognoscitivo; el otro era emocional, Uno apelaba a la mente y el otro al alma. 4 De acuerdo con esta teoria, uno de los objetivos de la comunicacién era informativo: lMamamiento hecho a la mente. Otro era persuasivo: llamado hecho al alma, a las emo- ciones. Y otro mas servia de entretenimiento. Se decia que se podrian clasificar las inten- ciones del comunicador y el material que utilizara, dentro de estas categorias (3). Los psicdlogos actuales no sostienen ya la teoria de esta escuela, pero quedan remit cencias de ella en la definicién del intento comunicativo. Hay algunas personas que ain distinguen entre el entrenamiento en la argumentacién (llamado a la mente utilizando pruebas racionales, argumentos ldgicos) y el entrenamiento en la persuasion (aparentemen- te reducido a un Ilamamiento al cuerpo, mediante pruebas irracionales, argumentos ilé- gicos). No hay duda de que hay cierto mérito en enfocar el intento comunicativo en esta for- ma. Algunos podrian alegar que solo resulta util para el aula. Sin embargo, existen funda- Mentos que exigen la revision y el refinamiento de este concepto de propésito. La teoria actual sobre la conducta humana encontré util el abandono de la dicotomia mente-cuerpo. Los conductistas tienden a defender la posicion de que el organismo puede ser analizado en forma mas productiva pensando que estas entidades no son ya operativas. Al seguir esta idea, la teoria conductista sobre la comunicaci6n se asemeja bastante a la clé- sica posici6n aristotélica y se refina aan mas a la luz de los ultimos estudios e investigaciones. Una de las criticas hechas al concepto de una triple division del propésito se refiere ala naturaleza del lenguaje. Como podra alegarse mas adelante, existe una razon para creer que todo uso del lenguaje tiene una dimension persuasiva, y que la comunicacién se hace completamente imposible si, en una forma u otra, carece del intento de persuasién. La distinci6n que se hace entre informacién-persuasién-entretenimiento ha Hevado a confusién en otro sentido. Hubo una tendencia a interpretar que estos propésitos son excluyentes. Es decir, que cuando uno esta entreteniendo no esta dando informacién, que cuando uno esta persuadiendo no esta entreteniendo, y asi sucesivamente. Eso noes cierto, Pero a pesar de ello esta distincién se hace frecuentemente. Por eyemplo, es muy comin que en la actualidad se distinga entre educacion que infor- ma, propaganda que persuade y entretenimiento que distrae. Al utilizar los medios publi- Cos tratamos de distinguir entre programas educativos y programas de entretenimiento, pe- To esta distincién no se hace sobre una base razonable. Algunos ‘‘comunicadores’’ profe- sionales de la prensa y de la educaci6n afirman que no estan tratando de persuadir ala gen- te, que ‘‘solo le estan dando una informacién’’. Otros consideran la industria del entreteni- miento como algo independiente de la persuasion e ignoran totalmente cuales son los efec- tos que sus mensajes pueden llegar a producir en el nivel de conocimientos, en los procesos del pensamiento y en las actitudes del publico. El teatro, por ejemplo, es un vehiculo de co- municacién facilmente distinguible, con una gran dosis de tradicién y de herencia, Mucha gente lo clasificaria como un vehiculo de ‘‘entretenimiento”’, a pesar de lo cual hay innu- merables ejemplos de obras de teatro cuya intencion era provocar determinados efectos en el piblico, completamente distintos de los de un ‘‘entretenimiento”. Esta distincién entre informar-persuadir-entretener puede presentar dificultades si partimos de la base de que en la comunicacion estos propésitos son independientes. Tam- bién puede ser un motivo de dificultad el hecho de que los términos utilizados sean tan abs- tractos que hagan que nuestras formas de interpretarlos se tornen demasiado amplias, inde- finidas y vagas. Se nos hace dificil relacionarlos directamente con la experiencia y “recono- cer a uno de ellos cuando nos encontramos con él’’. Una ultima critica al intento de definir el propésito es que éste no se halla a menudo centrado en la conducta, sino en el mensaje. Ocurre con demasiada frecuencia que conside- ramos el mensaje (discurso, manuscrito, obra de teatro, publicidad) a fin de determinar el propésito comunicativo. Desde el punto de vista conductista, resulta mds wail definir el propésito como la meta del creador o receptor del mensaje, antes que definirlo como la propiedad del mensaje en si. Al considerar un contenido es dificil determinar si su propésito es informar o per- dir, asi como decir cual serd su efecto en el receptor y cual la intencién de la fuente al su a 5 “completando programas’’. Los que se dedican a la extensin agricola también olvidan que estan tratando de influir en los granjeros y los constructores; se hallan demasiado ocu- pados “‘proporcionando informacion’ 0 “reuniendo datos” y “redactando informes sobre investigaciones’”. 4Cémo podemos diagnosticar en la comunicacién estos fracasos evidentes, este fraca- so para afectar al receptor, segiin pretendiamos? Una respuesta de esta naturaleza debe ba- sarse en la investigacion y en la experiencia, pero toda opinion que se emita aqui a este res- pecto es aun especulativa y necesita una mayor evidencia que la sustente. Una opinion po- sible seria que estos fracasos en la comunicacién puedan ser atribuidos a una o a dos causas: a la falta de eficiencia 0 a la interpretacién errénea. La conducta, en la comunicacién, como lo hemos podido apreciar, se torna habitual. Una vez aprendida la forma de desempefiarnos en este tipo de conductas, éstas se llevan a cabo facilmente y con el minimo esfuerzo. Somos capaces de escribir, dirigir, ensefar, en- cabezar reuniones 0 pronunciar discursos sin Hegar a preguntarnos nunca si valia la pena realizar ese esfuerzo. La conducta, en este caso, se ha convertido en un habito, tan rutina- rio como el de atarse los cordones de los zapatos o el de conducir un automovil. Pero cuando nuestra conducta se torna habitual, a menudo se hace ineficaz. Solo tene- mos una vaga idea de cual es nuestro propésito, pero por otro lado nunca nos vemos obli- gados a especificarlo detalladamente 0 a consultarnos para saber si lo estamos Hevando a cabo. Puede que existan caminos y formas mejores de cumplir con lo que estamos hacien- do, pero no se nos ocurren. Esta ineficacia puede ser una de las razones de nuestra falta de habilidad para saber distinguir cual es el proposito, si alguien llega a preguntarnoslo. La segunda raz6n supone que alguien —ya sea la fuente misma, o un observador— in- terpreta mal la respuesta que la fuente intenta lograr. Hay muchos escritores que no tratan de influir sobre sus lectores; tratan tan solo de conservar su trabajo y de extraer la respuesta que esperan de sus colegas y supervisores: ‘*Consigue hacer muchas cosas’. Una gran ma- yoria de productores, maestros, encargados de extensién cultural y supervisores no estar tratando de ejercer influencia sobre sus aparentes auditorios, sino de ganarse la aprobacion de sus colegas para que estos digan: ‘Es igual a nosotros, pues se aviene a nuestra manera de proceder’’. Algunos presidentes u otros conductores de grupos tratan de influir en ta forma de pensar de esos grupos nada mas que para llevarlos a decir: **Volvamos a elegir a este hombre pues sabe como hay que manejar un mitin’’. El verdadero objetivo de la co- municacion puede no ser lo que aparenta, incluso para la persona que se esta comunican- do. Hemos dicho que el objeto de la comunicacion es afectar; pero éste no es el unico problema que tenemos que resolver. Dos preguntas siguen en pie: afectar a quién y de qué modo. Las dimensiones del! proposito Fl “‘quién’”’ del propésite, Cualquier situacién humana en que intervenga ta comuni cacién implica la emisién de un mensaje por parte de alguien, y, a su vez, la recepcién de ese mensaje por parte de otro. Cuando alguien éscribe, otro debe leer lo que ha sido escrito; si alguien pinta, otro ha de mirar lo pintado, y si alguien habla, también tiene que haber al- guien que escuche lo que se dice. Cualquier analisis de un propdsito comunicativo o del éxi- to obtenido al lograr la respuesta esperada, necesita plantear y contestar la siguiente pre- gunta: A quién estaba destinado esto? Por ejemplo, ocurre que a menudo nos comunicamos con nosotros mismos; es decir, que emitimos y recibimos igual mensaje a la vez. Uno de mis colegas tiene una amiga en Ita- lia que escribe versos. Todos estan escritos en inglés. Cuando le preguntamos por qué, nos contest6 que queria estar segura de que nadie mas que ella los leeria: los habia escrito para si misma. Si trataramos de analizar la ‘*efectividad”’ de la poesia de esa mujer, seria ridicu- lo hacer que otros la leyesen y formularan sus respuestas. La escribié para afectarse tan so- Jo a st misma; ella era la autorreceptora a quien destinaba el mensaje. En la mayoria de las comunicaciones que analizamos suponemos la existencia de un auditorio distinto del productor del mensaje. Cuanao el poeta somete su poesia al juicio del 8 editor, el orador consiente en complacer a un auditorio, el actor utiliza las ondas sonoras 0 alguien echa al buz6n la carta que escribié, suponemos que su intencién es influir en la con- ducta de los demas. El comunicador intenta influir sobre las respuestas de una persona par- ticular (o de un grupo de personas). Sin embargo, puede ocurrir que sea recibido por aquel a quien estaba destinado o bien que lo reciban personas a las cuales no iba dirigido, y tam- bién pueden darse los dos casos. Esta distincién entre receptores ‘‘intencionales”’ y ‘‘no intencionales’’ en la comunica- cidn es importante, por lo menos en dos formas. En primer término, el comunicador puede afectar a la gente en forma distinta de lo que pretendia si olvida que su mensaje puede ser recibido por aquellos a quienes no estaba destinado. Por ejemplo, es posible que un indivi- duo le haga a un amigo advertencias con respecto a una tercera persona. Su propdsito puede tener el objeto de que su amigo evite la compaiiia de esa persona o de que no la reco- miende para un trabajo. Supongamos que la tercera persona se entere también de estas ad- vertencias. Ella no era la persona destinada a ser receptora del mensaje. Sin embargo, si lo recibid y éste tenia forma escrita, puede procesar al comunicador original por difamacién. Podemos basarnos en esta distincién en lo referente a todas aquellas personas que se en- cuentran ‘‘en contexto”’ (es decir, que se hallan en la situacién experimentada por el recep- tor) a quien estaba dirigido el mensaje. La segunda razon para hacer esta distincién entre receptores intencionales y no inten- cionales es que ésta nos permite realizar la critica de la comunicacién. Se pueden hallar muchos ejemplos de criticas hechas al comunicador ‘que no ha cumplido con su prop: to’’. Antes de encarar este problema es necesario tener en cuenta dos advertencias: la pri- mera, discutida anteriormente, es que el critico tiene que descubrir previamente el propés to del comunicador y solo después estaré en condiciones de emitir un juicio critico. La se- gunda advertencia se halla relacionada con los receptores intencionales y los no intenciona- les. El critico puede ser 0 no un miembro del auditorio o del publico al cual esta destinado el mensaje. Si lo es, podemos aceptar su critica (al menos en razén de su propia conducta). Si no forma parte del auditorio intencional, no puede utilizar su propia respuesta como cri- terio para decir que el comunicador no cumplié con su propésito. El critico debe observar la conducta de las demas personas destinatarias del mensaje dado por el comunicador. Solo sobre esta base podra hacer una critica valida y determinar el éxito oe! fracaso del comuni- cador en el cumpltimiento de su propésito. Una de las dimensiones que hay que considerar en todo analisis del propésito comuni- cativo es la de determinar el receptor intencional del mensaje. Fl comunicador puede querer que su mensaje esté destinado a él, o bien a otras personas. Y aquellos que lo reciben pueden ser o no los que estaban destinados a recibirlo. Al producir, recibir 0 criticar cual- quier tipo de comunicacion, la determinacion del propésito del comunicador debe tormu- larse en los siguientes términos: a quién traté de afectar el comunicador y en qué forma. E/ propésito y el ptiblico o auditorio no son separables. Toda conducta de comunicaci6n tiene por objeto producir una determinada respuesta por parte de una determinada persona (0 grupo de personas). Hemos estado hablando sobre el propdsito, mas que todo desde el punto de vista privi- legiado de la persona que inicia la comunicacién. Pero solo lo hemos hecho por razones de conveniencia. En toda situacion de comunicacién existen por lo menos dos grupos de ‘‘res- puestas esperadas"’: la respuesta exigida por la persona que emite el mensaje y la que exige la persona que lo recibe. Tanto los lectores como los escritores tienen propésitos, y el publi- 0 y los actores también los tienen. El andlisis de toda situacién de comunicacién deber tener en cuenta las siguientes pre- misas: la forma en que la fuente de comunicacién traté de afectar a la persona que recibe el mensaje, y el modo en que el receptor traté de afectarse a si mismo 0 a otros (incluyendo la fuente). No podemos afirmar que los efectos y el resultado de toda comunicacién concuerden con la intencién deseada; los receptores no siempre responden al propésito de la fuente. 9 Cuando existe incompatibilidad entre los prapésitos de ésta y los del receptor, se in- terrumpe la comunicacién. Cuando estos propositos son independientes 0 complenienta- tios, la comunicacién puede proseguir. De todos modos, tanto la fuente de comunicacién como el critico necesitan preguntarse la razon por la cual el receptor trata de acercarse a la experiencia comunicativa. Por qué lee la gente los periddicos? ;Por qué va al teatro y asis- te a clases? En resumen, hemos descrito una de las dimensiones del propdsito de la comunicacion, es decir, la especificacion hecha por la fuente del receptor intencional, et decidir si un re- ceptor dado es o no receptor intencional, y finalmente, el analisis de los propdsitos del pro- pio receptor al tomar parte en una comunicacién. Partiendo de la base de que la comunica- cién se produce porque alguien desea influir en la conducta, tenemos que preguntarnos: 1. @Quién era el receptor intencional? 2. 4Cual era el propdsito del receptor, intencional o no, al comprometerse en una comunicacion? El “como” del propésito. Una vez tomada la decision con respecto al objeto de la co- municacion —el ‘quién’’ del propdsito—, sigue en pie la pregunta de como la fuente o el receptor intencional logra afectar la conducta, y qué tipo de efecto desea producir. Esta pregunta necesita ser analizada en si, partiendo por lo menos de dos puntos de vista Podemos ubicar 0 colocar el propésito de la comunicacién en algun lugar, a lo largo de un continuum limitado en una de sus extremidades por lo que cabe definir como “‘pro- pésito consumatorio” y en la otra por un “propésito instrumental” (6). La posicién a lo largo de este continuum esta determinada por la respuesta a la pregunta de hasta qué punto se cumple totalmente el propésito de este mensaje en el momento de su consumacién, o hasta qué punto llega esta consumacién a ser solamente ‘‘instrumental”’ al provocar y per- mitir una conducta ulterior. Schramm hace esta distincién, pero en otra forma, cuando habla de “recompensa in- mediata”’ comparada con “‘recompensa dilatada’’ (’). Sugiere la posibilidad de que los indi- viduos se sientan recompensados en forma inmediata al recibir o emitir cualquier tipo de mensaje. Por ejemplo, un artista compone una obra musical y se halla satisfecho con el me- ro proceso de la composicién. Puede presentar luego su obra al publico creyendo que éste comparte su satisfaccién. Estas dos fases de una misma intenci6n ilustran propésitos con- sumatorios, es decir, cuyo objetivo obliga a la consumacién de algo. Por otra parte, la intencidn de este artista también puede ser la de componer y presen- tar su musica no intentando producir ante todo una respuesta primaria, sino con la espe- ranza de hacer algo que agrade suficientemente a la gente como para que ésta compre sus’ obras. En este caso esta utilizando su composicion con un propésito instrumental; la res- puesta favorable producida asi en el piblico es instrumental al provocar, por su parte, una conducta posterior: si le compran un disco, si lo contratan para que componga o presente alguna otra cosa, si ofrecen una donacién para una causa politica, etcétera. En las industrias de la comunicacién existe una friccion considerable entre los produc- tores. Esta friccién tiene su origen en las diferencias por la variedad consumatoria- instrumental. Por ejemplo, un director de programas de radio, un artista grafico en una agencia publicitaria, el autor de un libro, a menudo tratan de obtener efectos consumato- rios en sus publicos; es decir, que se muestran satisfechos si la gente recibe y disfruta de sus mensajes. Por otro lado, los gerentes de venta de artefactos de radio, el ejecutivo a cargo de la publicidad y el editor tienen mayor cantidad de intenciones instrumentales: quieren vender mercaderias. Esta diferencia en lo que respecta a la forma de enfocar las cosas, sino es bien entendida e interpretada por ambas partes, puede crear —y a menudo crea— una tensién considerable, El receptor de un mensaje puede, a su vez, tener también propdsitos consumatorios 0 instrumentales por excelencia al recibir un mensaje. Puede ser que lea publicaciones sobre crimenes, vea ciertos programas de television, entable conversaciones casuales, por moti- vos consumatorios, con el objeto de recibir una recompensa inmediata al sentirse satisfe- 10 cho consigo mismo; porque relaja o reduce la tensi6n, etcétera. Por otra parte, es posible que lea ciertas cosas para poder luego comentarlas a otros y que se le considere ‘bien infor- mado". Puede que estudie técnicas y principios para poder resolver los problemas que le toca encarar en su trabajo o en su vida particular. En estos casos, su propésito es instru- mental, ya que la recompensa que exige y espera de la comunicacién esta demorada hasta el momento en que pueda utilizar lo recibido en forma de herramienta para hacer una cosa distinta. Una vez mas puede producirse en la comunicacidn una friccién entre la fuente y el re- ceptor, causada por una diferencia o incomprensién en los propdsitos. En el terreno de la educacién, el maestro o profesor ofrece a menudo elementos facticos y los productos de su pensamiento con propésitos consumatorios. Suele ocurrir que ni siquiera esté hablando con el estudiante, sino simplemente disfrutando de sus propias ideas al exteriorizarlas. embargo, lo mas corriente es que trate de que el alumno responda en forma favorable a la consumacion de su mensaje: que le guste ‘‘saber o aprender’’ por el hecho en si. Por su parte, el estudiante puede no mostrarse interesado en ningun mensaje a menos que vea en él algiin valor instrumental, es decir, que exista la posibilidad de ‘‘hacer algo’’ con el mensaje mas adelante. Este tipo de situacién en la comunicacién hace que generalmente el profesor opine que los alumnos son ‘‘apaticos”’ y carecen de ‘‘curiosidad”, en tanto que los estu- diantes se quejan de que el profesor no es “‘practico’’, de que es un “pesado” 0 de que su curso es una “‘lata’’. Cualquier tipo de mensaje dado puede tener diversos propésitos. Algunos es posible que sean altamente consumatorios y otros esencialmente instrumentales, y ello tanto para la Tuente como para el receptor. La intencion de una obra de teatro puede ser la de querer producir en el publico la respuesta ‘me gust6’’, y, al mismo tiempo, tener por objeto tratar de modificar la futura conducta de los espectadores con respecto a temas sociales 0 politi- cos. El que asiste a un debate publico lo hace porque disfruta de la pompa de la situacion y porque, al mismo tiempo, quiere obtener ciertas informaciones que habran de ayudarle a tomar una decision en la proxima eleccion. Cabe que un empleado festeje el chiste de su je- fe porque le hizo gracia y también es posible que, al hacerlo, su intencién sea la de conser- var su puesto o la de que lo asciendan. Existen, asimismo, pruebas evidentes de que los propésitos de la fuente y los del recep- tor pueden ser distintos y, sin embargo, llevar a cabo lo que cada uno se proponia. Un lec- tor compra una revista muy ‘‘popular’’ porque le gusta leerla (propésito del receptor) y puede ocurrir que empiece a comprar por este motivo productos (propésito de la fuente) cuya publicidad se hacia en la revista. Es posible que un publico mire un programa de tele- vision con el unico propésito de distraerse y ‘‘relajarse’, pero al mismo tiempo su conduc- ta puede variar durante la semana siguiente con respecto a personas mentalmente enfer- mas, Hay un gran numero de ilustraciones similares que podrian ser trazadas aqui, pero las que ya hemos dado deben bastar para demostrar la utilidad de la idea consumatoria- instrumental al analizar el propdsito de la comunicacién. En cualquier situacién que se produzca, si consideramos las cosas desde el punto de vista de la fuente o del receptor de la comunicacién, los propdsitos pueden ser colocados en este tipo de continuum. En uno de los extremos estan los propésitos que se ven enteramente satisfechos con la sola consuma- cién del mensaje y en el otro extremo se hallan aquellos que solo se satisfacen después que la respuesta al mensaje ha sido utilizada como instrumento para producir otras respuestas. Hemos hablado de dos dimensiones en el propésito de la comunicacién. Primero es necesario determinar el verdadero ‘‘sujeto’’ del propdsito. Tenemos que distinguir entre la comunicacién, su receptor intencional y los receptores no intencionales que reciben el men- saje, Con respecto a cada uno de ellos es preciso preguntarse si su intencidn al participar en la comunicacién es, ante todo, afectarse a si mismo o bien a otros, 0 ambas cosas a la vez. Antes de poder proseguir con cualquier tipo de analisis de! propésito, esta prégunta exige a respuesta especifica en cuanto a la conducta que el mensaje intenta producir. En segundo lugar, nos hemos referido a la necesidad de colocar los propésitos en un continuum consumatorio-instrumental. Tanto los propésitos de la fuente como los del re- ceptor pueden ser localizados a lo largo de este continuum. Esta satisfecho el propésito con la consumacién del mensaje, o hay necesidad de que la conducta producida por éste sea utilizada mas tarde como instrumento provocador de una conducta posterior? Un problema sigue en pie: el de especificar las distintas clases de respuesta deseadas, las diversas clases de efectos perseguidos. Las categorias de respuesta tipo podrian incluir, claro esta, todas las conductas accesibles al hombre. Este hecho torna sumamente dificil Poder crear categorias que sean al mismo tiempo consistentes y utiles para describir la in- tencidn ‘‘comunicativa’’; pero es obvia la necesidad de que exista esta serie de categorias. Sugerencias para la reflexion y la discusion 1, Lleve durante un dia un diario sobre comunicacién, empezando cuando se levanta y prosi- guiendo a lo largo del dia. Lieve un registro de la gente con quien se comunica, del tiempo que utiliza para ello y de cual es su propésito. Al terminar el dia, siéntese y analice la forma en que empleo su tiempo de comunicacion. ‘Hagase las siguientes Preguntas: iCuales fueron los propésitos que utilicé con mayor frecuencia al comunicarme? iCual fue el éxito obtenido al llevar a cabo estos propésitos? c. {Cuantos tipos de propésitos tuve? 4Cuales fueron los indicios que con mas frecuencia me hicieron pensar que los demas te- nian la intencién de comunicarse conmigo? €. GEN cudntas distintas clases de comunicaci f. {Qué tiempo empieé en no comunicarme? En este capitulo se sugirié que el unico propdsito de la comunicacién es el de afectar; en otras palabras, que nos comunicamos tan solo para influir en el medio que nos rodea y en nosotros mismos. .Qué opina de esta tesis? ;Puede hallar ejemplos segiin los cuales la comunicacion parezca tener otros propésitos? ;Cuales son las consecuencias que derivan de ello para una sociedad democratica? iCual es su interpretacién de “educacién”, comparada con “entretenimiento”? ,Qué distin- cidn hace entre ambos vocablos? Si evitamos la distincién informe-entretenimiento y acepta- ‘mos la idea de que toda comunicacion intenta afectar, gcémo podemos entonces distinguir entre estos dos términos? £0 no lo lograremos? El desarrollo de 1a automatizacién y de una sociedad tecnoldgica aumenta la atencién puesta en ta habitidad para comunicarse y disminuye el interés dedicado a la manipulacién de obje- tos. {Cuales son las deducciones que el lector saca de esto con respecto a su carrera, a sus pla- nes de educacién, al tipo de trabajo en el cual habra de desempefarse? ;Cudles son las conse- cuencias ¢ inferencias de esto para el tipo de sistema educativo necesario en la actualidad? ,¥ maiana? ” parti 5. Trate de encontrar ejemplos de situaciones de comunicacién en los cuales la fuente de ésta fracasd en la realizacion de lo que, a juicio suyo, era su propésito. Trate de analizar por qué ocurrid esto. Hasta qué punto la fuente tenia conciencia de su propdsito? Témese usted co- mo ejemplo. Trate de analizar su propésito en una situacién particular de comunicacién. Se ha dicho aqui que tanto ta fuente como el receptor estén guiados por determinados propo- sitos al entablar una comunicacién. {Cuales son los propésitos del publico en un teatro? iPor qué mira la gente programas de television? {Por qué lee los periédicos? Especule sobre Jo que las personas obtienen de este tipo de actividad y acerca de por qué toman la decision de imtervenir en ella, Bibliografia citada () Ray Birdwhistell, “‘Kinesics and communication”, Explorations, N° 3, 1954, University of Toronto Press. (2) Edward T. Hall, The Silent Language, Doubleday, 1959. (}) Jurgen Ruesch y Gregory Bateson, Communication, W. W. Norton & Co., Ine., pags. 22-23. Nueva impresin autorizada por los editores. () W. Rhys Roberts, “Rethorica’’, en The Works of Aristotle (W. D. Ross, ed.), Oxford University Press, 1946, vol. XI, pag. 6. 12 () Véase, por ejemplo, George Campbell, The Philosophy of Rethoric (nueva ed.), Nueva York, 1951, pags. 23-24. fee : ee (*) Véase Leén Festinger, ‘*Informal social communication”, Psychological Review, N° $9, pags. 271-292, 1950. e (7?) Wilbur Schramm, “The nature of news", Journalism Quarterly, N° 26, pags. 259-269, 1940. 13 2 Un modelo del proceso de comunicaci6n Cada situacién en la comunicacién difiere, en algunos puntos, de cualquier otra simi- lar, Podemos, sin embargo, tratar de separar ciertos elementos que todos estos estados tienen en comin. Son dichos elementos y sus interrelaciones los que tomamos en cuenta cuando tratamos de construir un modelo de la comunicacién. Hemos agregado la palabra ‘‘proceso”’ a nuestra exposicién sobre la comunicacion. El concepto de proceso es complejo en si. Si empezamos a discutir el concepto de un modelo del proceso de comunicacién sin ponernos de acuerdo sobre el significado de la palabra “proceso”, este concepto podria llevarnos a puntos de vista deformados sobre el tema. El concepto de proceso El diccionario define ‘‘proceso"’ como ‘cualquier fendmeno que presenta una conti- nua modificacién a través del tiempo’’, o también como ‘‘cualquier operacién o tratamien- to continuos’’. Quinientos aios antes de Cristo, Herdclito sefalé la importancia del con- cepto de proceso cuando afirmé que un hombre no puede baitarse dos veces en cl mismo tio, pues de una a otra vez han cambiado tanto el uno como el otro. Thomas Wolfe, en su novela No puedes volver a casa (1940), hace la misma observacién. Si aceptamos este concepto del proceso, consideraremos los acontecimientos y las re- laciones como dinamicos, en un constante devenir, eternamente cambiantes y continuos. Si definimos algo como proceso, también estamos significando que este algo carece de princi- pio, de fin o de una secuela fija de acontecimientos; que no es estatico, no descansa; que se halla en movimiento. Los componentes de un proceso “‘interaccionan"’, es decir, cada uno de ellos influye sobre los demas. El concepto de proceso forma parte inextricable del punto de vista actual de la ciencia y la realidad fisica, De hecho, el desarrollo dentro de las ciencias fisicas del concepto de proceso se tradujo en una de las revoluciones de este siglo mencionada anteriormente. Si analizamos el trabajo de los fisicos incluyendo a Newton, no encontramos una definicion comprensiva de proceso. Se creia entonces que el mundo se dividia en ‘‘cosas"' y “‘proce- sos’’. Y también que las cosas existfan, que eran entidades estaticas cuya existencia era in- dependiente de la existencia o del funcionamiento de otras ‘‘cosas’’. La crisis y la revolucién que se produjeron en la filosofia cientifica gracias a los traba- jos de Einstein, Russell, Whitehead y otros negaron estas convicciones en dos aspectos. En primer lugar, el concepto de la relatividad sugirié que cualquier objeto 0 acontecimiento dado solo podia analizarse o describirse a la luz de otros acontecimientos relacionados con 10 a la de otras operaciones relativas a su observacién. En segundo término, el hecho de 14 disponer de técnicas de observacién mas poderosas hizo que fuera posible demostrar que algo tan estatico o estable como una mesa o una silla podia ser considerado como fenédme- no en proceso de constante alteracién, que actia sobre todos los demas objetos del medio circundante y es pasible de recibir su influencia, sufriendo también modificaciones y cam- bios, como la persona que observa este proceso. La divisién tradicional existente entre las cosas fue puesta en duda y se deseché la acostumbrada distincién entre las cosas y los pro- cesos. Se hizo necesario un nuevo enfoque de la contemplacién del mundo: una cosmovi- sién de la realidad como un proceso. La teoria de la comunicacién refleja un concepto de proceso. Un teérico de la comuni- cacion rechaza la posibilidad de que la naturaleza esté constituida por acontecimientos 0 componentes que puedan ser separados de todo otro hecho o componente. Sostiene que no es posible hablar ni del principio ni del fin de la comunicacion, o decir que una idea deter- minada proviene de una fuente especifica, que la comunicacion se produce de una sola ma- nera. F La base que constituye el concepto de proceso es la idea de que la estructura de la reali- dad fisica no puede ser descubierta por el hombre, de que debe ser creada por éste. Al “construir’’ la realidad el tedrico elige la forma en que habra de organizar sus percep- ciones. Es libre de decir que podemos llamar ‘elementos"” o ‘tingredientes’’ o *componen- tes’’ a ciertas cosas. Al hacer esto, comprende que no ha descubierto nada, sino que ha cre- ado un conjunto de herramientas que pueden resultar utiles o no para analizar o describir el mundo. Reconoce que existen ciertas cosas que pueden preceder a otras, pero que en muchos casos el orden de precedencia habra de variar de una. situacién a otra. Esto no quiere decir que no podamos poner un orden en el desarrollo de los acontecimientos. La di- namica del proceso tiene limitaciones, pero a pesar de ello hay mas de una dindmica suscep- tible de ser desarrollada en casi todas las combinaciones de acontecimientos. Cuando tratamos de hablar o de escribir sobre un proceso, como puede ser el de la co- municacion, tenemos que enfrentar por lo menos dos problemas. En primer lugar, hemos de detener la dinamica del proceso, asi como detenemos el movimiento para tomar una fo- tografia. Podemos sacar observaciones muy utiles de las fotografias, pero cometeremos un error si olvidamos que la camara no reproduce en forma completa los objetos fotogra- fiados. Las interrelaciones entre los elementos son obliteradas, la fluidez del movimiento, las dinamicas se ven interrumpidas. La fotogra! resentaci hecho en si. Como lo expresat El segundo problema existente para describir un proceso deriva de la necesidad de te- ner que hacer uso del lenguaje. Este, en la forma en que ha sido usado por la gente a través del tiempo, constituye un proceso. El también es cambiante y esta sujeto al devenir, pero a pesar de ello la cualidad de proceso del lenguaje se pierde cuando se convierte en letra escri- ta. Los signos de la escritura son, sobre el papel, una forma de registrar el lenguaje, una imagen de éste. Son fijos, permanentes y estaticos. Aun el lenguaje hablado, si solo abarca un corto periodo de tiempo, resulta relativamente estatico. Al hacer uso del lenguaje para describir un proceso nos vernos obligados a elegir deter- minadas palabras y tenemos que ‘‘congelar”” cn cierta forma el mundo fisico. Ademas, nos vemos obligados a dar prioridad en la oracién a algunas palabras con relacién a otras. Los idiomas occidentales se escriben de izquierda a derecha, de arriba a abajo. Todos los idiomas se escriben de adelante a atras, desde el principio hasta el fin, a pesar de que sabe- mos que el proceso que estamos describiendo puede no tener ni izquierda ni derecha, ni extremo superior ni inferior, ni principio ni fin. No nos queda alternativa si tenemos que analizar y comunicar acerca de un proceso. Lo importante es que debemos tener en cuenta que nuestra discusién no lo abarca todo. No hay raz6n para que las cosas que comentamos existan exactamente en la misma forma en que las expresamos. Y, por cierto, no tienen tampoco por qué funcionar en el mismo orden en que se han descrito. Los objetos que separamos pueden no ser siempre separables,, nunca operan en forma independiente: cada uno afecta a los demas e interactua con ellos. 15 Esto puede parecer obvio, pero es facil pasar por alto u olvidar las limitaciones que se pre- sentan inevitablemente en cualquier discusién sobre un proceso. Para ilustrar el punto en cuestion, tomemos un ejemplo que sea ajeno al problema de la comunicacién. La educacién es un proceso. Al discutirla podemos listar ciertos ingredien- tes, como estudiantes, maestros, libros, aulas, conferencias, bibliotecas, debates, medita- cion, pensamientos, etcétera. Es posible ordenar estos ingredientes, decir que en la educa- cién un maestro dicta clase a los estudiantes (tres veces a la semana durante 50 minutos por el término de X afios). ¥ podemos decir que un estudiante lee libros (6, 119, cualquier can- tidad de ellos). Puede afiadirse que la biblioteca tiene 100.000, 1.000.000 6 6.000.000 de vo- lamenes. Y también podemos decir que los estudiantes habran de participar en X sesiones de debates; que habran de utilizar Y horas para la meditacién, y que habran de preparar Z disertaciones 0 exdmenes. Al reunir tales ingredientes, si éstos han sido utilizados y se ha podido disponer de ellos en forma adecuada, cabe decir que el estudiante recibié ‘tuna educacién’’. Esto podemos decirlo, pero si lo hacemos es porque olvidamos el conceptu de proceso y la dinamica de fa educacidn. Como todo buen cocinero sabe, es el proceso de la mezcla lo que le hard lograr una buena torta: los ingredientes son necesarios, pero no suficientes. Para ilustrar el concepto de proceso en el campo de la comunicacién, tomemos, por ejemplo, el teatro. {Qué es el ‘teatro’? Una vez mas podemos enumerar los componentes: una obra, su representacién, los directores, los actores, los tramoyistas, el publico, el esce- nario, la iluminaci6n y la sala de espectaculos. Al juntarlos, ,tendremos por resultado el te- atro? Decididamente, no. De nuevo la amalgama, las interrelaciones dinamicas que actian sobre los componentes del proceso determinan si hemos logrado lo que podria lamarse “teatro”. Hay que tener presente que es vital la dindmica de movimiento que relaciona tos ele- mentos entre si. El concepto de dindmica también implica que los factores que puedan ha- ber sido pasados por alto en cada una de las listas componentes contribuyen, asimismo, a determinar el resultado. La dindmica del teatro esta relacionada, en parte, con el hecho de que el publico asis- tente a una funcién haya comido o no, y de que, de haber comido, Io hiciera en forma li- viana 0 pesada y disfrutara de esa comida o no. La dinamica de la educacién esta determi- nada, en parte, por el hecho de que el estudiante se halle atin bajo los efectos de una expe- tiencia educativa anterior 0 de que se encuentre descansado y con la mente despierta. De- pende también de que asista a un curso elegido por él 0 a un curso obligatorio, de que los co- mentarios de los compaieros lo estimulen 0 de que solo disponga de sus propios pensa- mientos, etcetera. Gran parte de la investigacién cientifica sobre comunicaci6n trata de aislar, por una parte, los factores que alteran el desarrollo del proceso y, por la otra, aquellos que no tienen influencia sobre éste. Es obvio que no se ha podido determinar la totalidad de los elementos y que hay ademds, de hecho, considerables bases como para poder dudar de que éstos puedan ser determinados alguna vez. En todo caso, es necesario no dejar de recordar que nuestra discusién del proceso es completa, que el orden utilizado es forzado y que probablemente la perspectiva sera de- formada. La discusi6n es util, pues puede llevar a un mayor insight del proceso. Pero no proporciona una imagen completa, no puede nunca llegar a reproducir el proceso en si. No es posible listar todos los componentes ni describir en forma adecuada como influyen unos €n otros. Tan solo podemos proporcionar algunas sugerencias ¢ insinuar ciertas indica- ciones con respecto a estos componentes y a la dindmica del proceso. Hubo enfoques que analizaron la comunicacién que no se orientaron hacia el proceso. Estos enfoques pueden ser rotulados como conceptos ‘‘aguja-hipodérmica"’ con respecto a la forma en que actiia la comunicacién, o también como puntos de vista “‘click-click””, 0 “empuje-y-tire”’. Estas descripciones de la comunicacién se limitan a decir que primero el comunicador hace A, luego B y después ocurre C, etcétera. Una gran parte de las primeras discusiones sobre los efectos producidos por los medios 16 de comunicacién en masa eran del tipo ‘‘aguja-hipodérmica’’. Tanto los criticos como los defensores de los medios impresos y electrénicos (radio, TV) describieron la forma en que estos medios influirian en el piblico estadounidense. Su concepto de los efectos que se pro- ducirian daba por supuesto que un programa de radiodifusiOn o de television podria ser considerado como una aguja hipodérmica: simplemente con inyectar estos mensajes en las mentes del publico se producirian la ensefanza, el entretenimiento o una mayor participa- n en los asuntos publicos. Las investigaciones llevadas a cabo sobre los efectos de la co- municacion de masas indican otra cosa: que estas fuentes de comunicacién resulten 0 no efectivas depende de un complejo de factores, algunos de los cuales pueden sei controlados por estos medios y otros no. : Casi toda la controversia sobre los efectos de las ‘‘tiras cémicas’’ en los nifios, y de los filmes, de la publicidad o de las campahas politicas en el publico, corresponde a este tipo de variedad. Es muy comin que los criticos y los comentaristas pasen por alto el efecto que causan los nifios sobre los dibujos animados, el que produce el piblico sobre los filmes, et- cétera. Es muy cierto que los periédicos influyen en la opinién publica, pero hay un punto de vista que considera el ‘‘proceso”’, que sostiene que es igualmente cierto que la opinion publica ejerce influencia sobre los diarios. Si tenemos el concepto de proceso bien definido en nuestra mente, podemos sacar pro- vecho de un andlisis de los componentes de la comunicacién, elementos que parecen nece- sarios (si no suficientes) para que se produzca ésta. Debemos prestar atencién a elementos tales como: gQuién, por qué y con quién se esta comunicando? Queremos considerar las distintas formas de conducta en la comunicacién: los mensajes que se producen y qué es lo que la gente esta tratando de comunicar. Deseamos observar el estilo, cOmo la gente trata sus mensajes. Debemos examinar los medios de comunicacién, es decir, los canales que uti- liza la gente para hacer llegar sus mensajes a sus auditores, a sus lectores. En resumen, queremos listar los elementos del proceso de comunicacién que hemos de tomar en cuenta cuando a) iniciamos la comunicacién, b) respondemos a ésta, 0 ¢) servimos como observa- dores o analistas de ella. Los componentes de la comunicacion El interés por la comunicacién ha producido muchos intentos tendientes a desarrollar modelos del proceso: descripciones, listas de ingredient or supuesto que estos modelos difieren. Ninguno de ellos puede calificarse de ‘‘exacto’"’o ‘‘verdadero”’. Algunos seran de mayor utilidad o corresponderén mAs que otros al estado actual de los conocimientos acer- ca de la comunicacién. En su Retérica, Aristételes dijo que tenemos que considerar tres componentes en la comunicaci6n: el orador, el discurso y el auditorio. Quiso decir con ello que cada uno de estos elementos es necesario. para la comunicacién y que podemos organizar nuestro estu- dio del proceso de acuerdo con tres variables: 1) la persona que habla, 2) el discurso que pronuncia, y 3) la persona que escucha ('). : La mayoria de nuestros modelos corrientes de comunicaci6n son similares al de Aris- t6teles, aun cuando en cierta forma mas complejos. Uno de los modelos contemporaneos mis utilizados fue desarrollado por el matematico Claude Shannon en 1947 y puesto al al- cance de todo el publico por Warren Weaver (). Shannon y Weaver ni siquiera se referian a la comunicacion humana; hablaban de comunicacién electronica. En realidad, Shannon trabajaba para el Laboratorio Telefénico Bell. Sin embargo, hubo cientificos de la conduc- ta que descubrieron que el modelo de Shannon-Weaver resultaba util para describir la co- municacion humana. El modelo de Shannon-Weaver es ciertamente compatible con la teoria de Aristételes. Shannon y Weaver dijeron que los componentes de la comunicacion incluyen: 1) una fuen- te, 2) un trasmisor, 3) una sefal, 4) un receptor, y 5) un destino. Si por fuente entendemos el orador, por sefial el discurso, y por destino al que escucha, tenemos el modelo aristotéli- co, mas dos elementos agregados: el trasmisor que envia el mensaje original y el receptor que lo capta para hacerlo Hegar al destinatario. 17

You might also like