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LA VUELTA DE LOS DIAS LA ESCENA POLITICA LA DEMOCRACIA ADJETIVADA DD SDeStSnIGENES, ent sao 20%, las relaciones de la inquietda ‘con la democracla han estado marcadas pot un malentendido, La critica contra el Uberalismo partié de la tesis de que ta igualdad se acompaftaba de tuna desiguaklad social y econémica, (que para ser superada demandaba un ‘nyevo orden social e! socalismo. Pero fete nuevo orden se concibi6 como al- fp rte ami eno scl como en politico. Las teortas més radicales, centre las que se cuentan el anarquismo rel marxismo, sostuvieron que la iber- tad 3 antaginica al Estado y que, ea ibe sypoe a aniqulaca nar te libre supone mo) o fz extincién (marxismo) del Estado. Engels sostenfa que la maquina- ‘ia estatal tun dia entre fas ple- as del museo de la historia. Todo Io anterior se amalgam6 en una ecuacién ‘muy sencilla: sin igualdad econdmica y sockl (0, para expresario en términos ‘marxista, sin la supresién de la explo- ‘aci¢n) la igualdad politica no tiene ma- tes. El problema de la libertad politica ‘Tagl, “Los partidos, ls elecciones y la cién popular y nacionalista. Gonzdlez to de una "democracia limitada y tras- yy Jorge Cadena, ‘Las demandas Casanova opera con el principio marxis- nacionalizada" termina siendo el nico de a sociedad civil, 1os partidos polit. ta de contradiccién antagénica, que im- _instrumento para deslindar campos con cos y las respuestas del sistema"), que pica el exterminio poiticodel enemigo. el “proyecto nacional popular”. Para ‘constinuyen fa parte mds ineresante del Desde esta perspectiva no hay posi Gonzdlez Casanova los soportes princ- libro. Un elemento positive, aunque _dades de establecer acuerdos bésicos en- pales de la democracia antnacional son: smu dcutbl por a metodologa que els derentes proyecs, principio quienes denuo del gobierno api os cemplea, est constituldo por la inclusiin elemental de cualquier orden {programas de “modemnizacién”’ y “de- de un informe sobre los derechos bu- _tico, porque se trata de una lucha fron- mocraizacion", los empresaros (el Con- ‘manos (Miguel Concha, “Las violaciones ta: a “democracta con poder” —pro- _sejo Coordinador Empresarial) y el PAN, alos bumancs individuales en yecto nacional popular— excluye aa Aguilar Zinser va ain més al, ya que México (1971-1506). "“democracia limitada” (sin adjetivos) considera que las clases medias const Libro estf diseflado de acuerdo con — proyecto masnacional y ligérquico—. tuyen una nueva base social favorable, 4a concepcion que Pablo Gonzdiec Ca- _Panteadas as las cosas, obra con- por primera vez en la historia al proyec- sanova tiene de la democracia: el autor tiene varias inconsecuencas. Primero, to de integracion norteamericano, En de La democracia en México considera ene! conjunto de los articulos no se en- esta cuestiOn —guién sostiene el pro- {que no es posible plantear este proble- cuentran propuestas altemativas a [as yecto—, la “argumentacién’ se vuelve ma sin hacer referencias a temas como que se critcan: ni ante la cuesti6n del tautolgica y maniquea: sin citar una so- ta dependencla (el imperialism) y a de- presidenciallsmo ni ante el problema la fuente, Aguilar Zinser define la agen- sigualdad econdmica. Es mds, de acuer-econdmico, o el fraude electoral, por da norteamericana sobre México por los acon Goncter Coanovatacomssee mencnar Stes problemas, se hacen Sens 6 panto el pesiencale econdmica no puede ser eludida por- propuestas concretas alternativas. El mo, el fraude electoral, el centralismo, ue, 2s{como hay una represiOn polii- mismo Gonudlez Casanova reconoce el défcit fiscal la corrupcion y Centroa. Gambia existe ua "epreskn eco. qu langues adn se mura ncapaz_ més, qe, como spe pect ‘némica” —bs resis monetarstas— que de formula una politica “hegeménica, ramente constituyen —con la excepcion s¢ cferce contra el pueblo. Por lo mis- —ideolégica y programdtica alternativa™” del ltimo— el centro del actual debate mo, e libro tne un claro afin pokémico De este modo, el altemativo nacional, Peo lo mds notable estden fa y, hasta donde es posible, programéti-- (lo que se como instrumento explicaién de cbmo resultn favorables 0. La mayor de Gonzs- de deslinde, se reduce a tess tan gene- al integracionismo norteamericano. Asi, lez Castnova de (vation cin que _ralescindeteminads como que cl pue- po ejemplo, a lcha contra el cena viene desde Marx y Lenin) blo ocupe “espacios en la produccién lismo se interpreta como benéfica 2 la ‘campos: ‘0 €l poder con el objeto de ocupar to- norteamericana porque He- ala produccién y todo él poder”. Pe- varia que el norte de pals co- a entonces de aber dénde e- 10 lo mds sorprendente etd en que en mo una “zona liberada” favorable a la td ciferenca ene quienes dicen ochar este tipo de abstracciones se cifran es- asimilacién cultural y econémica. En or lo mismo radica en saber, primero, peranzas desmesuradas, que suenan a cuanto al presidencialismo: ‘Wucka M752 Rebvero de 1989 propésito més trscendente(.) ese! tuatar de convencer, poco a poco (sk), a 0c tan serio fre uence rennin (Op. cit. p. 57) Dicho sea de paso, de acuerdo con esta ea una de as primers wictimas Je a ‘Propaganda norteamericana sera el mis- ‘misimo Cuauhtémoc Cérdenas. Esta for- ‘ma de razonar condensa el tenor de todo el articulo: Aguilar Zinser no crit a ni analiza las supuestas propuestas ‘norteamericanas, sino que las descalif- 2 por a procedencia. Un razonamiento tan simple como que ba democratizacién del sistema politico supone acotar el pre- sidencialismo, se vuelve perverso por- ricanos. Este mismo procedimiento se uaa n cesdones capes, como el fin del proteccionismo y la entrada de México al GATT, que no se vinculan con celagotamiento de un modelo econémi- ‘c0, ino con a imposicién de una pol tica tecnocrdtica que le hace el juego a Jos norteamericanos. Huelga decir que, nostdgicas del LA ESCENA POLITICA de que la alianza (de la derecha con fa izquierda) por la defensa del voto es le- sgitima El objetivo de a obra, como se- fialé ariba, es deslindar campos entre Jos nacionalisas y los pronorteamerica: ‘0s: esta es la contradiceién fundamen- tal. Después de haber definido al Pan como uno de los soportes del proyecto de una democracia trasnacionalizada (aimada 0 vergonzante) no se puede jus- tificar una alianza con este partido. De ‘modo que: 0 se apuesta por una demo- ‘cracia sin adjetivos, y se reconoce que ‘cualquier partido 0 proyecto tiene de- «echo legitimo de gobernar; 0 se apues- ‘a por una democracia con adjetivas y Se efnen enemigos ireconcables 4 misma, Lo que no puede hacerse es sostener las dos posiciones a un tiem- po... menos que una seael simple ins- ‘rumento de la otra. Mao distingufa entre contradicciones principales y funda- ‘mentales (antagénicas}: las fundamenta- Jes siempre estén presents y son fas mds importantes (proletariado vs. burguesia), pero puede haber momentos y circuns- tancias en que otra contradiccién se haga presente (nacionalismo vs. impe- fialismo) ¢ imponga ciertos cambios. CCon este método los enemigos antagé- tics (burguesia~ proletariado) pueden hacer alianzas transitorias para enfren- tar otros enemigos (imperialism); pero estas alianzas siempre serén pasajeras y clobjetivo dhkimo siempre seré destruit al enemigo fundamental. Gonzdlez Ca sanova no utiliza —al menos en este texto— la de Mazo, pero es claro que ¢s la nica forma de salvar la contradicciGn en que cae. Por lo dems, esta contradiccién estd presente en ei Conjunto de ka quierda que puesta por ta democraa fon SAENoSy cnea gos irreconociblesy, al mismo tiempo, hace alianzas con estos enemigos por ta defensa del sufragio. Desde esta pers- pectiva, quienes sostienen posiciones democriticas liberales no constituyen mds que momenténeos “compaiieros de rua”. ‘Los textos que hemos comentado evi- servando minuciosamente los edifcis. ‘A finales de los afios veinte construyé ceilosalrededores de su Guadalajara na- tal una serie de casas claramente inspi- radas en fuentes verndculas y en la arguitectura doméstica de sur de Espa- fia, Ya entonces mostraba esa sensibili- ‘dad hacia Ios ranchos y haciendas que ibaa ser tan decisiva mds adelante. En 192 vish6 Espaia y qued6 cautivado por La Alhambra, sobre todo por ls mis- teriosas ambighedades de los espacios 4rabes y por el tema de! jardin celestial ‘con agua, patios y pabellones. Parece har ber reminiscencias de este prototipo en algunas obras tardias de Barragén, como Las Arboledas (1959) 0 San Crist6bal (1968). El vinculo entre Andalucia y las Américas era una antigua ruta comercial de a imaginacion que querfa volver La arquitectura moderna lleg6 pron- toa México y se adapt6 para que refle- jara os ideales progresistas que difun- dian el cardcter de a Revolucion. Yaen 1930 Juan O'Gorman habia disefiado un estudio para Diego Rivera en el que ‘combinaba temas de Le Corbusier y el constructvismo, De igual modo, Barr: in siguid el ejemplo de Le Corbusier, ‘especialmente en la Casa para Dos Fa- mils, de 1936, en a cludad de México, donde empled una estructura de hormi- ‘86n, muros blancos, azoteas y amplias Ventanas, Mésalié dels trampas del m0 vimiento moderno, Barragén, segin pa- rece, percibi6 semejanzas entre bs tr diciones verndculas mediterréneas y ‘mexicana, y en los aos cuarenta se €5- forat por reconciliar las diversas vertien- 1 de Sus aos de formacion. Habéa una dimensién cultural més amplia en su busqueda, ya que las lites desu pais ne- ‘cesitaban resaltar la unidad de la identi- ‘dad mexicana, y de esta forma hacer una parce yl edge En prone y aun répida modemizaci6n, también era ne- arb enone co equlxo or tre los elementos regionales ¢ interna- clonales. Buena parte de ba fuerza del Yoon 47 60 Febrero de 1989 fran éxito logrado por Diego Rivera es- {aba en el vigor con el que también é habia luchado con estas contradicciones ¥ las habia unificado en sus mitos y en sus formas. ‘Barragén comenzi a definir su propio estilo a finales de los fos cuarenta en proyectos como el de su casa (1547), 0 el de los Jardines del Pedregal (1950) al sur dela ciudad de México, una inguie ‘ante mezcla de pasaje, casa y rocas de lava negra, desaparecida hace tiempo. La residencia de Barragén ocupa una angos- ta parcela cn Tacubaya, cerca del cen tuo de ba ciudad. Los patios pequetios, ¢l jardin y los interiores estén estrecha- mente entrelazados. La luz cae suave- ‘mente sobre los muros, los pares de la ccubieray los muebles nistcos. Los te- chos parecen flotar misterinsamente so- bre os tabiques, que no siempre llegan alo alto de la habitaciones. La casa en Conjunto se asemej al microcasmos de tuna ciudad con una diversidad de pla 22s y fachadas muy comedias. La zona privada de Barragén (dormitory bi biioteca incluidos) se puede interpretar ‘si como un eificio dentro de otto ed ficio, y se accede a ella subiendo unas elgadas escaleras de madera que sobre salen en voladizo del muro del salén. Es una cita de ta azotea surrealsta del par- tamento de Béistegul, de Le Corbusier, pero recreaca con materiales naturales; © tal vez, una evocaci6n de las ilustra cones del libro Perspective (i604) de Jan Veedeman de Vries. El paseo por a ‘asa culmina en la 2zotea, un lugar de ‘una inquietante vacuidad que est abler- toal cielo, UNA CONCENTRACION ‘TRASCENDENTAL En os veinte aos siguientes Barragin \olvi repetidas veces al ema de a “ha- bitacién exterior”, tanto de pequetiaco- ‘mo de media escala, Los muros perime- trales siguieron siendo muy sencillos, pero-en algunas ocasiones sus dimensio- ‘es se distorsionaron ligeramente para introducis curosas efectos de escorzo ¢ itusion visual. Baragan sacé partido de su asoctacién con pintores y escultores ‘como Matias Goerit, con quien colabo- 16 en las Torres de Ciudad Satélite, un Conjunto esculérico de pilares con fa Cetas convertido en la actualidad en to- do un hito en el norte de la ciudad de México. También uti las perspectivas forzadas en el convento para las Capo: ‘chinas Sacramentaras del Purtsimo Co- saz6n de Marfa en Tlalpan, terminado a mediados de ls aos cincuenta, y en el ue los puntos de tuz ocultos, 0s colo- 1s cAlidos, las delicadas celosiasy la $o- brias proporciones evocan lo sagrado sin caer en ka falsa religiosidad. Lejos de exchuir los significados, ta abstracciGn es el recurso utllizado para ‘condensar muchas alusiones sublimina- les y muchas presencias oculas, como ‘ocutre en los mejores cuadros de Roth- ko 0 en los de Clifford Stil. La mision primordial de Barragén es de cardcter es- primal: una concentracién en el ms ald cen una €poca de materialismo crecien- te, Bl sentido de renuncia de sus obras s6lo puede molestar a los que se aban: teorfa de ls descripciones de Bertrand Russell —como ya en su Andiiss.. ha- bia echado mano de Husserl, Kierke sg7ard, Heidegger y Sarte— Después de ‘un tratamiento analitico y borioso —a que invito cordialmente al lector, por ‘no pienso resumirlo—, concluye foe a deck que "Hegel sol autor de 1 Fenomenologia det espiritu", bay in- Varta 147 65, Febrero de 1989 vvolucrada “una dualiad incancelable de sos ambiguos”: “unas veces (Hegel) €s tun nombre y otras una descripcion”, (que nos arraiga en la creencla —falsa— de que l filosofia de la Fenomenologia del espért es de 0 “pertenece 2" —co- mo en los cuadernos de papeleria~ el set humano GP. Hegel. Resuelto el dilema, Uranga se aplica 1 desmoronar, con agudeza placentera Y algo ociosa, los supuestos de las con- vicciones ilosoficas de Gaos, si bien lo {que mds parece importarleen el fondo ‘no ¢s la obra —0 ba “‘confesi6n"’— sino el hombre, su personalidad trigica. Y pa- ‘2 fundamentar su explicacion psicoana- Itica de que la obra y la existencia

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