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ELESCENARIO ESTA A PUNTO La derrota en la Primera Guerra Mundial empobrecio y humillé a los alemanes, quienes pbuscaron la venganza y reconstruyeron su elército. Mucha gente admiraba a los protagon! fas del periodo 1914-1928, y el mayor idolo era Adolf Hitler, que segun el mito nazi se habia ‘comportado con singular heroismo durante ese lapso. dol Hitler espera junto asi séquito en las escaleras de suresidencia de Berghof, cn los Alpes Bavaros. Es el 22 de octubre de 1937 y el Fuhrer esta preparado para Gari bienvenida alos duques de Windsor, ‘Raward y st mujer, Wallis Simpson, cuyo convoy sube serpenteando por la monta~ fia, Hitler viste sencillamente: pantalo. nnes negros, camisa blanca con corbata y cchaqueta corta del untforme. Lo tinico que ddestaca en su atuendo es la Cruz de Hierro, {que luce sobre el bolsillo izquierdo. Peto la condecoracién no es s6lo una deferencia hhacia el duque. La leva en todos los actos oficiales, lo que con- tuibuye a acrecentar eleutoal der. Desde comienzas dea dé | Gada de losveinte, lar de ieroha | Saya el mito del uheryha sido con- Micra la prueba defn deque Hitler | Secubrio de gloriacombatiendoenlaPri- | | mera Guerra Munda | cee s ier iRbir acid a medals por au heroio | Yescmpeso ena contends, perolareali- | | Gator muy distin os aos teint | Stnacionalsetalismo tuvo gue esforar | separa exconderel hecho deque, durante | ta Gran Guerra, Hitler paso la mayor par~ | feel tiempoaleiado de los horas del | GEitpo de batalla Mientras os peoyectles | | San sobve ins uo, asbals de {ie ametalladora lovlanen tema dena {hey lnneblinn amailenta dl gas mostaza (Cuando, on 1937; los duques de Windsor vsitaron a Hitler este les rece Iuciondo la Cruz de Hierro Guay etic | se extendia sabre los erateres dejados por las bombas, el Fuhrer se encontraba ava: ros kildmetras, detrds de las trincheras 0 | sentado en un refugio a buena distancia del Frente Occidental Hitler no fue el nico en pasar porla | quer sin grandes tbulacones,Bapate de un grupo de privilegiados que se man. tenfan lejos de la primera linea de bata lla, los lamados “cerdos de retaguardia”. Enel periodo de entreguerras, sin embar~ so, la propaganda nazi apuntalé el cul- | fo al der hasta tal extremo que, después de 1945, se hizo dificil averiguar qué ha~ bis hecho en realidad Hitler en la Primera Guerra Mundial | Laverpan QUEDS AHOGADA POR LA PROPAGANDA. Durante los sesenta aflos posteriores ala ccaida del Tercer Reich se pensé gue Hit- ler habia luchado con inigualable valor en la Gran Guerra, Supuestamente, el jo- ‘yen mensajero habia llevado toneladas | de mensajes de una punta otra del fren te con las balassibindole en los ofdos, La ¢foerra habia sido la universidad de Hitler, donde se habia graduado con todos los ho ores. al mens es0 era lo que pensaba todo el mundo. Tos investigadores se gulaban por ls in~ formaciones que el propio Hitler habia ado sobre si mismo, asicomo por de~ Claraciones de testigos y libros esr! tos después dela toma del poder por Tos nazis, en 1933. Lo que la bis foriograta pas6 por alto, sin fmbargo, es que todo ese ma~ terial tenia un objetivo claro: presentar a Hitler como un Nallente y decidido soldado que pudiera convertirse en tin modelo para a juven- tud alemana. Los diarios yy cartas escritos por los compafieros de Hitler, que ho figursban en ls archivos eu regimlento, presentan fan panorama distinto. Hitler no solo era un mal soldado, sino que, sein el

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