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LA DESIGUALDAD SOCIAL EN COLOMBIA.

Colombia es el país de las desigualdades. Hace muchos años alguien afirmó que Colombia
padecía de hemiplejía, afección esta que paraliza la mitad del cuerpo, y no le faltaba razón
dadas las grandes asimetrías que han caracterizado su desarrollo económico y social, a tal
punto que se ha llegado a hablar de dos Colombias, la una que concentra sus avances y su
progreso y la otra sumida en el atraso y en la postración. Con su Plan de desarrollo Para
cerrar la brecha, el expresidente Alfonso López Michelsen se propuso reducir la brecha
entre esas dos Colombias, acortar las distancias entre el campo y la ciudad, entre el agro y
la industria, entre asalariados y capitalistas. Este ha sido un tema recurrente en los
programas de campañas electorales, pero se desestima a la hora de formular los planes de
desarrollo, así como también en los planes de inversión. Al fin y al cabo, en Colombia se
hace campaña en verso, por lo versátil y se gobierna en prosa, por lo prosaico. Una cosa es
con guitarra y otra cosa es con violín. Más de treinta años después lo que era una brecha se
ha convertido en un abismo cada vez más profundo, lo cual se ha traducido en un gran
desajuste social. Pese a la retórica en torno a la cohesión social del anterior gobierno,
durante esos 8 años se acentuó dicho proceso de centralización y concentración del poder
económico y por ende, del poder político en este país. Bien se ha dicho que la política es la
expresión concentrada de la economía y ejemplos al canto los tenemos muchos en este país
de privilegios y exclusiones.
Planteamiento del problema.

El presente estudio aborda el problema de la desigualdad social de Colombia, así como sus
efectos socioeconómicos, tales como cobertura y acceso a servicios básicos, infraestructura
y otros aspectos que hacen a la calidad de vida de la población. Apuesta por analizar la
forma en que la desigualdad afecta en gran medida la calidad de vida de los habitantes de
este territorio y genera graves consecuencias como el desempleo, la informalidad laboral, la
inseguridad, una movilidad colapsada, precios de vivienda absurdamente altos, etc., los
cuales dificultan el libre y óptimo desarrollo de los roles y funciones de sus habitantes en
tanto miembros activos y funcionales de la sociedad.

Es imposible volver productiva una población con estrategias carísimas que desaparecen
apenas se acaba el proyecto. Queda aparentemente bien el Gobierno, se enriquecen los
operadores y la población sigue igual de mal. Otro factor de reproducción de la
desigualdad.
Causas de la desigualdad social

Colombia es un país desigual, mídasele como se le mida: en distribución de tierras,


concentración de las cuentas bancarias, oportunidades de trabajo y actividades económicas,
por solo citar unas variables. En el libro “La desigualdad en Colombia”, que reúne escritos
valiosos de José Antonio Ocampo, Mauricio Cabrera, Amylkar Acosta, Juan Manuel
López, Beethoven Herrera, Bernardo García, Julián Messina y Joana Silva, se confirma que
desde el siglo XIX el manejo del país se ha basado en la exclusión, y nunca la desigualdad
económica ha hecho parte de una política pública que comprometa al Estado.

Según el reconocido economista Simon Kuznets, “la desigualdad es el precio propio antes
de un despegue económico de un país”. Explicación que muchos de los autores citados no
comparten porque los pueblos sobrellevan la pobreza, pero no toleran la desigualdad.
Colombia ha tenido una reducción en los índices de pobreza monetaria (gasto mínimo per
cápita para vivir) y pobreza multidimensional (mide tres parámetros: educación, salud y
bienestar social), pero se ha estancado en la redistribución del ingreso, fenómeno en el que
más se debe trabajar.

Los años 80 fueron de poco avance para el crecimiento económico y la repartición de


riqueza. Se consideró una ‘década perdida’, a pesar de que Colombia tuvo mejor
desempeño que el resto de países latinoamericanos. Nos quedamos en la discusión sobre la
pobreza y distribución del ingreso, y muchos defienden, desde la aparición del libro de
Thomas Piketty, la teoría de hacer crecer la torta para después -no se sabe cuándo-
distribuir la riqueza, proceso que nunca llega y profundiza las brechas sociales. Este autor,
especialista en desigualdades económicas, concluye en su libro “El capital en el siglo XXI”,
que Colombia es uno de los países más desiguales en América Latina y el cuarto del
mundo.

La búsqueda de la equidad ha sido la más importante meta de la Agenda 2030 que adoptó la
ONU, como también fue la principal preocupación de nuestra Constitución del año 91, al
acoger el Estado Social de Derecho con su principio básico de igualdad de todos los
hombres y definir el objetivo de la Justicia Social como una obligación real del Estado. Las
desigualdades no son solamente de carácter económico, también hay desigualdades étnicas,
intrarregionales y de concentración de la tierra que tienen raíces históricas en la Colonia.

La distribución de los frutos del crecimiento económico, debe ser la principal tarea y el
objetivo del Estado. Sin embargo, muchas veces la economía mantiene un sesgo
concentrador de los beneficios económicos que se producen en muy pocas manos lo que
aumenta la desigualdad. Los grandes beneficiados del desarrollo económico fueron tanto
los empresarios como los trabajadores con niveles educativos más altos, por eso se pregona
la demanda de una mano de obra más calificada por parte del Estado, y se considera la
pobreza como un problema estructural que se origina por una distribución inequitativa de
los activos de la economía.
Consecuencias de la desigualdad social.

Las desigualdades sociales no solo amenazan la estabilidad política, sino también el


crecimiento económico. Reto Föllmi opina que cuando las desigualdades son demasiado
altas, influyen negativamente en la motivación de las personas y en su disposición a asumir
riesgos. Una persona que, en comparación con la mayoría de la población, es muy pobre no
tendrá ni los medios financieros ni probablemente el coraje para instalar un negocio.

Cuando los bienes materiales se concentran en manos de un pequeño grupo, el consumo


global también disminuye, como lo demuestra el ejemplo de las herencias: quienes heredan
son, a menudo, jubilados ricos. “Para el consumo, sería mucho mejor que el dinero fuera a
parar a las familias jóvenes que realmente lo necesitan”. Por lo tanto, para la economía
sería mejor que el dinero recayera directamente en la economía, en vez de en la cuenta de
un pensionista ya de por sí rico.

Algunos estudios Enlace externo (cuestionados) también argumentan que la desigualdad


dificulta el crecimiento económico. Cuando los ricos se vuelven todavía más ricos, el PIB
sufre, según un estudio Enlace externo del Fondo Monetario Internacional (FMI). La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también advierte
Enlace externo que “el aumento de la desigualdad es perjudicial para el crecimiento
económico a largo plazo”.
Posibles soluciones.

Algunas de estas iniciativas están contenidas en el CONPES 3918. En relación con el ODS
10, el Gobierno Nacional se planteó la meta de lograr que el coeficiente GINI para 2030 sea
de 0.480. En 2009 era de 0.557. Este coeficiente se considera como una confiable medida
de la desigualdad de los ingresos de un país.

El Gobierno construyó el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 (PND) a partir del


concepto de “equidad” y de los ODS. De acuerdo con el Departamento Nacional de
Planeación, se busca alcanzar ese estatus por medio de “la inclusión social y productiva, el
emprendimiento y la legalidad”.

El PND está conformado por tres pactos que abordan los anteriores ejes. El Pacto por la
Equidad, específicamente, se enfoca en una política social que hace prevalecer el bienestar
de la familia y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. Solo en las acciones
relacionadas con este pacto se invertirán cerca de $516 billones, es decir un 46% del total.

El Plan Nacional de Desarrollo contempla otros pactos, llamados transversales, en los que
se hace énfasis en el compromiso con lograr la equidad en el país. Uno de estos apunta a
garantizar la erradicación de las desigualdades que hoy sufren los grupos indígenas, afros,
raizales, palenqueros, entre otros. Otro pacto se especializa en los derechos de las mujeres.

Así mismo, el pacto incluye políticas especializadas en las necesidades de cada región,
según su vocación productiva y su potencial, para generar en ellas un mayor desarrollo.
Estas se sintetizan en nueve pactos regionales como el de la Región Pacífico, que busca
promover la diversidad para la equidad, la convivencia pacífica y el desarrollo sostenible.

Para 2022, con el PND se espera haber mejorado el acceso de los niños colombianos a los
servicios esenciales, contar con un sistema de salud eficiente y sostenible, garantizar una
educación de calidad, ofrecer seguridad alimentaria y nutrición óptima a la población,
construir viviendas y entornos dignos para todos, mejorar las condiciones generales de
acceso al trabajo decente, entre otros.
Hipótesis.

La desigualdad en Colombia tiene un gran impacto sobre la población y el territorio. Esta


afecta la calidad de vida y cierra acceso a servicios y condiciones básicas que deberían ser
provistos a toda la población de manera equitativa. En términos sociales, es un fenómeno
que impacta negativamente a la población, pues lograr aislar y crear barreras entre los
habitantes de un área geográfica y genera problemas de convivencia y conflicto en las
comunidades. En el ámbito económico, la desigualdad simplemente se concibe como un
fenómeno devastador que propicia el desempleo, los bajos ingresos, la explotación laboral
de la mano de obra, los precios altos de la vivienda, la pobreza, y la inseguridad, entre
muchos otros.
La Desigualdad en Colombia, Así pues, en términos generales, la desigualdad es un
problema que afecta a toda la población y, a su vez, genera otras consecuencias difíciles de
afrontar en términos del gobierno urbano. Por lo tanto, debería ser abordada en busca de
una pronta solución y control en el ámbito urbano. Se puede llegar a concluir que esta
amplía, en gran medida, la brecha entre las clases y, asimismo, aumenta otras problemáticas
derivadas de ella tales como la discriminación y la corrupción, y evidencia que no todas las
personas tienen las mismas oportunidades.
Conclusiones.

Muchos colombianos que pertenecen al decil 10, en donde se ubican aquellos con los
ingresos más altos y que son, a su vez, quienes en su gran mayoría toman las grandes
decisiones, no logran comprender lo que sucede en términos de equidad en Colombia. Si la
pobreza baja sustantivamente y si aumenta la clase media, cómo es posible que la
desigualdad prácticamente se mantenga en niveles muy altos. Es más fácil entender esta
triste realidad si bajamos la mirada hacia aquellos grupos de población que viven lejos de
los centros de modernidad donde nosotros nos movemos. Pero esa no es una práctica
común en este sector, que se beneficia de quienes trabajan por bajas remuneraciones.

Lo primero que debe reconocerse es que ahora, la mayor proporción de compatriotas se


denominan vulnerables y son el 40 % de la población. Más que la clase media, más que los
pobres, y se caracterizan porque han superado apenas la línea de pobreza y pueden volver a
caer en esa situación ante algún problema familiar o de desaceleración económica. No
alcanzaron a llegar a constituirse en clase media, que se define como aquella cuya unidad
de gasto, constituida por dos perceptores de ingreso, gana entre 590.398 y 2’951.990 pesos
colombianos.

No se ha pensado en cuál debe ser la política social para los vulnerables, antes de que
vuelvan a engrosar la fila de pobres y perdamos las ganancias de las últimas décadas. Se
trata de darles la oportunidad de volverse productivos, con empleos en empresas que los
ayuden a manejar tecnologías innovadoras, o en proyectos productivos que hasta ahora no
funcionan, ni los del Gobierno ni los de la cooperación internacional.

Fuentes
https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/cecilia-lopez-montano/la-desigualdad-en-
colombia-277312
https://www.bancolombia.com/negocios/actualizate/sostenibilidad/ods10-acciones-reducir-
desigualdad-colombia-y-latam
https://www.swissinfo.ch/spa/sociedad/serie--desigualdades-sociales_-cu%C3%A1les-son-
las-consecuencias-de-una-brecha-entre-ricos-y-pobres-/45490098
https://www.larepublica.co/analisis/eduardo-verano-de-la-rosa-500119/la-desigualdad-en-
colombia-i-2849669
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-86932013000100009
Álvarez Olarte Fabian Eduardo
Cod: 202221445

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