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Una Mujer Pura

Aunque ella creció en una comunidad conocida por su


corrupción moral, ella era virgen. Sin lugar a dudas, muchas de las
amistades de María no se habían conservado puras. Pero cuando
Dios estuvo listo para enviar a Su Hijo a este mundo para llevar
a cabo Su plan eterno de redención, El escogió plantar la semilla
de Su Hijo en un vaso limpio. El seleccionó una mujer que no se
hubiera dado a la inmundicia de este mundo, sino que se hubiera
guardado para ser usada por Su Señor.

En un mundo que exalta la perversión y que se burla de la


pureza, las mujeres de Dios deben estar dispuestas a ir en
contra de la corriente—el andar en pureza y enseñarle a sus
hijas la importancia y el valor de este compromiso con la virtud
personaly moral.

Quizás tu estas cosechando los beneficios y las bendiciones


de una vida comprometida con la pureza personal. Por el
otro lado, quizás estés viviendo con un profundo sentido de
pérdida o lamento por haber tomado las decisiones
equivocadas. Quizás piensas que Dios nunca podrá usarte
porque no te has guardado pura. La maravilla de la gracia de
Dios es que Él puede, y Él restaura la pureza a aquellos que
vienen a Él en contrición y verdadero arrepentimiento. El no
puede restaurar la virginidad que tú sacrificaste, pero por Su
gracia El puede restaurar la verdadera virtud.

HA ZLO PE RS ONAL

• ¿Soy yo una mujer pura? ¿En mi conducta? ¿En mis relaciones?


• ¿Soy pura en lo que veo, leo o escucho? ¿En la forma en que me
visto?
• ¿Son mis motivaciones puras? ¿Mis pensamientos? ¿Mis hábitos
privados?

Tomado de Retrato de una mujer usada por Dios, Nancy DeMoss


Una Mujer Inmerecedora
Dios no escogió esta joven mujer porque era digna de el honor de
ser la madre de el Salvador. El ángel le dijo:”Salve muy favorecida”
v.28. Esa frase pudiera ser traducida “tu que has sido aceptada por
gracia”. Si cualquiera de nosotras va a ser aceptada por Dios, será por
Su gracia—no por nada que hayamos hecho.

No traigo nada en mis manos, Simplemente a


tu cruz me acojo; Desnuda vengo a ti para
vestirme; Desamparada miro a ti por gracia.*

Todo es por gracia. Una y otra vez en las Escrituras vemos a Dios
escogiendo personas no merecedoras. Dios no miró desde los cielos y
dijo: ”Veo a una mujer que tiene algo que ofrecerme; creo que la
utilizaré”. María no merecía ser usada por Dios; por el contrario, ella se
maravilló de la gracia de Dios al escogerla a ella.

En el momento que dejamos de vernos como instrumentos indignos,


la realidad es que dejamos de ser útiles en las manos de Dios.

HA ZLO PE RS ONAL

• ¿Estoy yo consciente de que lo que es bueno o útil en mi vida es el


resultado de su gracia inmerecida derramada sobre mi?

*“Roca Eterna” por Augustus M. Toplady, 1776

Tomado de Retrato de una mujer usada por Dios, Nancy DeMoss

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