You are on page 1of 15

Historia de la cerradura y su evolución hasta la cerradura electrónica

Miles de años atrás cuando el hombre sintió la necesidad de protegerse, cerró con
una gran piedra la entrada de su caverna: este antecesor de las puertas es un
paso muy importante en lo que significa la privacidad y la protección de la
propiedad.
Por entonces, la preocupación giraba en torno al aumento de las pertenencias por
la acumulación de objetos preciosos que querían mantener fuera del alcance de
extraños.
Esto aumentó el temor a los robos y la necesidad de protegerse ante aquellos que
buscaban apropiarse de lo ajeno. Las puertas o portones dejaron de ser una
barrera suficiente, lo que llevó a la creación de la cerradura.
El origen de las cerraduras que hoy conocemos era un sencillo pasador horizontal
de madera que, apoyado en la parte posterior de la puerta, se hacía deslizar por
una guía para encajar luego en un agujero hecho en la jamba. Para accionar este
pasador desde fuera se hizo necesario utilizar una barra de metal dotada de un
mango, así era la llave primitiva.
Para evitar que el pasador se deslizara, lo que se hacía era un agujero vertical en
la parte superior de la hembra y se colocaba una cuña. La llave lo que hacía era
mover la cuña y levantarla para liberar el pasador.
Se cree que la cerradura fue inventada en China hace más de 4,000 años, aunque
fue empleada en Egipto y Babilonia. En esta época fue cuando se empezaron a
utilizar los modelos que sirvieron de ejemplo para las cerraduras modernas. Esos
modelos estaban fabricados en madera, tenían una llave de madera con unas
pequeñas prolongaciones de metal en un extremo.
Estas prolongaciones encajaban con un conjunto de pequeños pines de metal en
el interior del cuerpo de la cerradura. Al introducir la llave, sus extremos y los pines
encajaban de tal manera, que se liberaba el mecanismo de la cerradura y giraba.
Bastaba con que un pitón de la llave fuera demasiado corto o largo para que el
pestillo no retrocediera. Un procedimiento que aún se sigue utilizando, eso sí, con
muchísimas mejoras.
Fabricar una cerradura en aquella época era una tarea muy laboriosa. Había que
fabricar en una forja todos los elementos de uno en uno y luego era necesario
ensamblarlos. Por eso solo los más ricos podían costearse lo que era un artículo
de lujo.
El primer cerrojo que se conoce es un dispositivo egipcio fabricado en madera,
encontrado con su llave en las ruinas de Nínive, en la antigua Asiria
Los egipcios construyeron este tipo de cerraduras, pero aumentando la cantidad
de cuñas. Los romanos, si bien se basaron en la misma cerradura que los
egipcios, generalmente hacían más pequeño el pasador de bronce, y las clavijas,
también más pequeñas, recibían la presión de un resorte.
Los griegos ya usaban cerrojos de diseño simple y comenzaron a desarrollar
cerraduras efectivas, pero con unas llaves de tamaño descomunal.
Fueron los romanos los que desarrollaron la tecnología que permitió fabricar
cerraduras construidas íntegramente de metal. Ellos desarrollaron los pernos,
guardas, abrazaderas, y el cuerpo completo de la cerradura, así como las llaves.
Pero para ello tuvieron que desarrollar ante un elemento importante: los muelles.

La cerradura y la llave metálica son realmente una aportación romana. Los


romanos crearon también un sistema de seguridad en los cierres: la vuelta de
llave. Ellos fueron también quienes consiguieron disminuir el tamaño de las llaves
de forma increíble.
Las que se llaman cerraduras romanas, funcionaban por deslizamiento de la llave.
El pestillo, inmovilizado por el saliente de un muelle, no se liberaba hasta que la
llave, atravesándolo, levantaba ese muelle.
Podía entonces, desplazarse para arrastrar el pestillo con ella. En las ruinas de
Pompeya se han encontrado cerraduras y llaves, también una llave reducida,
posiblemente una llave maestra.

Los cerrajeros de la Edad Media se esforzaron por inventar una cerradura


inviolable, ya que, tras la invención de las armas de fuego, los ladrones rompían
las cerraduras con facilidad. Las cerraduras, además comenzaron a utilizarse en
puertas para sustituir a guardianes.
Aunque se piensa que fue en los monasterios y las encomiendas donde primero
se emplearon las cerraduras para puertas de manera extendida, empleando un
mecanismo conocido como “La llave guardiana”, este mecanismo no emplea
pines, se basa simplemente en una llave que se inserta y gira, la llave lleva
talladas unas ranuras y extensiones en su extremo, si la llave es la correcta, esas
ranuras en la llave encajan perfectamente en otras situadas en el interior y la llave
gira accionando el mecanismo.
En el medievo los artesanos también diseñaron cerrojos con unos detalles
exquisitos, aunque los relieves y perforaciones no tenían a menudo relación con
su funcionamiento.
Pero recién en el Siglo XVIII se revolucionó el arte de la cerrajería. Con la
Revolución Industrial y la precisión de la ingeniería, los procesos de creación
fueron más estándar, pero con una creciente dificultad, con mayor diseño en las
cerraduras y sus llaves.
En 1778 el inglés Robert Barron perfeccionó la cerradura de palanca con el
tambor de doble acción, iniciando así la cerrajería moderna. Esta cerradura
requería obligatoriamente la llave correcta para levantar las palancas en el punto
exacto y poder abrir la cerradura, lo que daba mayor seguridad.
Pero al poco tiempo, en 1784, Joseph Bramah creó una cerradura distinta. Este
modelo usaba una llave redonda con depresiones a lo largo de su superficie. Si
esas marcas coincidían con las correderas de metal de la cerradura, se moverían
para abrir la puerta, caso contrario, impedirían la apertura.
Este es el modelo que conocemos hoy en día, que convive con la propuesta del
estadounidense Linus Yale, quien utilizó una llave plana más pequeña con los
bordes cerrados que mueven los pernos.
Las cerraduras fueron evolucionando poco en los siguientes años. Es en el siglo
XVIII, en Inglaterra, con la aparición de la cerradura de puerta cuando comienzan
a tecnificarse los sistemas de seguridad.
Fueron Linus Yale y su hijo quienes revolucionaron el mundo de las cerraduras. El
padre desarrolló el modelo de tambor de pines, y su hijo la cerradura de
combinación. Ambos fueron los fundadores de la famosa compañía de llaves y
cerraduras Yale Lock Manufacturing Company.
A lo largo del siglo XIX se fue mejorando el cerrojo de pestillo, también se
inventaron y perfeccionaron los cerrojos de palanca o clavija, los cilíndricos o de
dientes de clavija y los cerrojos sin llave.
Poco a poco las llaves fueron evolucionando, cambiando diseños y formas,
ofreciendo además cada vez mayor seguridad. Se comenzaron a producir
cerraduras en serie, se mejoraron de los materiales y se fue incrementando la
complejidad de los mecanismos de funcionamiento.
Hasta llegar a la electrónica, con llaves y cerraduras codificadas. Los creadores de
software diseñaron un tipo de llave que denominaron “contraseña”, que es la clave
o llave que algunos programas tienen para poder ingresar en ellos.
Sistemas de cierre
El sistema de apertura y cierre es una de las características más importantes en
una caja fuerte y fundamental tanto en su seguridad como funcionalidad.
Existen multitud de soluciones y métodos de apertura en lo referente a los
sistemas de cierre, aunque todos se basan en el desbloqueo de la puerta
mediante un sistema interno movido por un mecanismo que ha de ser accionado
por algún elemento externo.
Los mecanismos más sencillos son los accionados por llaves, como la de gorjas o
de doble paleta, la llave de puntos, la de serreta, etc. Estos sistemas basan su
apertura en el accionamiento del mecanismo de cierre mediante el giro de la llave.
Es el sistema de cierre más sencillo de utilizar.
Las cajas con combinación mecánica clásica presentan una ruleta compuesta por
varios discos internos que, mediante una serie de giros a izquierda y derecha,
definidos por una clave, desbloquean el mecanismo, para posibilitar la apertura de
la puerta. Es necesario conocer la contraseña numérica para su uso, que es algo
más complejo que el de la combinación electrónica.
En la actualidad, las cajas fuertes que cuentan con modernas combinaciones
electrónicas son de uso más sencillo y tan solo requieren que se introduzca la
clave, generalmente numérica, para desbloquear el mecanismo de cierre.
Posteriormente, bien por la activación de un sistema motorizado, bien por el giro
de una llave o un pomo, la puerta de la caja fuerte se abre para acceder a su
interior.
Los modelos más avanzados de cerraduras electrónicas pueden ofrecer un sin fin
de posibilidades a la hora de gestionar la apertura, y ofrecen infinidad de
posibilidades de gestión de usuarios, cambio de claves, bloqueos horarios,
retardos, etc.
Algunos recientes e innovadores sistemas de cerraduras electrónicas permiten,
desde un smartphone, interactuar con la caja fuerte y gestionar prácticamente
todas sus opciones y configuraciones. Esto posibilita una facilidad de uso y un
nivel de seguridad impensables hasta ahora para cajas de seguridad que no
fueran de gama muy alta.
Uno de los sistemas más modernos es la cerradura biométrica, aunque aún no
está desarrollado plenamente y por esto no se encuentra de forma habitual en
cajas fuertes.
Todos estos sistemas de cierre suelen combinarse entre sí para obtener sistemas
aún más fiables y seguros; en especial las cajas que cuentan con llave y
combinación electrónica o mecánica, ya que para abrirlas es necesario disponer
tanto de la llave como de la contraseña de la caja.
Tipos de cerraduras existentes
Cerradura de pernos
su funcionamiento es muy sencillo: para bloquear una puerta, un perno simple se
extiende desde el costado de la puerta para asegurarla. Este perno entra en una
muesca fija en el marco de la puerta y eso es todo, puerta cerrada; para abrir la
puerta cerrada, simplemente se necesita la respectiva llave. Casi todas las
cerraduras de sobreponer tienen un mecanismo de cerradura de cilindro.
Un giro rápido de una llave gira el cilindro que se conecta a una pieza de metal
llamada leva; luego, la leva mueve el tapón que desliza el perno para
desenganchar la cerradura.
Algunas ventajas y desventajas
Su instalación es muy fácil y sencilla, por lo que resulta atractiva si el instalador no
cuenta con la especialización suficiente o es el mismo usuario quien la hará.
También es muy cierto que, a menudo, son la única alternativa válida en puertas
multipunto, con envíos interiores ocultos, y una opción aceptable cuando la puerta
es muy vieja, está dañada o es delgada. Por supuesto, su precio es más
económico, ya que son más sencillas en su fabricación.
En contraparte, aunque han mejorado mucho, no son la mejor solución de
seguridad para puertas exteriores que demandan alta seguridad; ni por su
resistencia física, amarre, ni por la seguridad técnica de la llave, aunque en este
punto si hay modelos que incorporan llaves de alta gama y protección.
Tal vez la cerradura de sobreponer sea el tipo más antiguo de dispositivo de
bloqueo, se han utilizado desde la época medieval. Instaladas en la superficie de
una puerta, impregnan encanto y carácter a propiedades de época.
Cerradura de combinación
Es el tipo de cerradura más antiguo junto a la de llave, pero sigue siendo un
sistema muy fiable con riesgo mínimo de avería.
En la mayoría de los casos, el funcionamiento de una cerradura de combinación
mecánica consiste en una serie de discos internos que deben disponerse de la
forma adecuada mediante giros a la derecha e izquierda de una ruleta externa.
Cuando finaliza la correcta sucesión de giros en ambos sentidos, los discos
quedan en la posición correcta y permiten que se desbloquee la cerradura de la
caja mediante el giro de un pomo, una manija o una llave en el caso de una
cerradura compuesta.
Ventajas: no necesita baterías para su funcionamiento, su mantenimiento es más
sencillo que en el caso de las combinaciones electrónicas.
Desventajas: hay que memorizar un código numérico así como el sentido del giro
de la ruleta, lo que lo convierte en un sistema más engorroso que otros.
Cerradura biométrica:
Las cerraduras biométricas no necesitan elementos externos como llaves o código
de seguridad.
Este tipo de cerraduras se desbloquean mediante el análisis y reconocimiento de
características fisonómicas del usuario. Para ello se emplean lectores de retina o
sensores de huellas dactilares que garantizan la identificación exacta del usuario.
Se trata de un sistema caro que aún no está muy desarrollado en las cajas de uso
doméstico. Para evitar problemas de seguridad es necesario utilizar un sistema
biométrico certificado.
Ventaja: lo único que hace falta para desbloquear la cerradura es el
reconocimiento biométrico del usuario.
Desventaja: el sistema es demasiado caro.
Cerradura de combinación electrónica:
La cerradura de combinación electrónica es el sistema de cierre más avanzado
disponible para cajas fuertes, sencillo de utilizar y absolutamente fiable si es una
cerradura de calidad.
El funcionamiento es sencillo. El usuario solo debe introducir el código de
seguridad usando el teclado numérico para desbloquear la cerradura de la caja. El
bloqueo y desbloqueo puede producirse de forma motorizada si la puerta cuenta
con un sistema electrónico que la abra, o bien de forma manual mediante el giro
de pomo o manija.
Algunas de estas cerraduras más avanzadas, permiten realizar diferentes
aperturas con distintos usuarios, lo que permite llevar un control exacto de las
personas y en qué momento han accedido a la caja.
Una duda habitual sobre las cerraduras de combinación electrónica es como se
abre la caja en el caso de que se haya agotado la batería. Hay tres formas de
solventar esta situación:
Contar con una llave de emergencia que permita abrir la caja sin necesidad de
introducir el código. Es el método menos seguro dado que permite que alguien
que desconoce la clave, pero tiene acceso a la llave de seguridad pueda abrir la
caja.
Se puede realizar una apertura de emergencia con el suministro de energía de
una batería externa. De esta forma se puede utilizar momentáneamente la
cerradura para acceder al interior de la caja y cambiar la batería agotada.
Hay cerraduras electrónicas con la batería en la parte externa de la caja. Así es
posible cambiarla cuando se agote sin necesidad de abrir la caja.
Tanto en el segundo caso como en el tercero es imprescindible conocer la
contraseña para abrir la caja.
Ventaja: no se depende de un elemento externo para abrir la caja, solo hace falta
conocer el código de seguridad. Es la principal ventaja frente a las cerraduras con
llave.
Desventaja: si no es una cerradura de calidad puede ser vulnerada fácilmente por
una persona con la experiencia y el conocimiento necesarios.
Cerraduras electrónicas con retardo y/o bloqueo horario:
Una característica avanzada de las cerraduras electrónicas es la posibilidad de
programar tanto un bloqueo horario como un retardo en la apertura. Son funciones
habituales en las cajas fuertes para establecimientos especiales que deben
cumplir la normativa vigente aplicable en cada caso.
Retardo programable de la apertura: se emplea en las cajas de cobro en
empresas que manejan grandes cantidades de efectivo tales como entidades de
crédito, empresas de seguridad privada o aseguradoras.
Su uso es obligatorio en empresas que deben contar por ley con equipos de
registro de imágenes dado que las grabaciones de vídeo deben custodiarse en
cajas de seguridad equipadas con cerraduras electrónicas con retardo.
Habitualmente, dicho retardo se puede establecer entre 0 y 99 minutos.

Bloqueo horario: es un sistema usado habitualmente en negocios como joyerías,


bingos, administraciones de lotería, etc.… Consiste en programar una ventana de
tiempo durante la que la caja no podrá abrirse en ninguna circunstancia, ni aun
introduciendo el código de seguridad.
Las cajas fuertes certificadas para negocios como administraciones de lotería,
joyerías, tiendas de compra y venta de oro, bingos, etc.… deben contar con los
dos sistemas enumerados para cumplir con la normativa.
Sistemas de cierre compuestos por dos tipos de cerradura
Cerradura de doble llave:
Un sistema de cierre de dos llaves requiere el uso simultáneo de ambas para
poder abrir la caja. Cada llave de seguridad debe ser custodiada por una persona
diferente para añadir otra capa de seguridad.
Es un sistema muy empleado en casilleros de seguridad de bancos, hoteles,
consignas, etc. y al que se le conoce también como cerradura de doble
intervención.
También es muy empleado en estaciones de servicio y gasolineras a las que
obliga la normativa vigente. Por ella, una caja de grado IV que se emplea en una
gasolinera debe disponer de, como mínimo, una cerradura de doble llave con el
objeto de requerir la intervención de dos personas para poder abrirla.
Ventaja: se debe disponer de ambas llaves para poder abrir la caja.
Desventaja: la supervisión y custodia de las llaves.

Combinación mecánica y cerradura de llave:


Abrir este tipo de cerradura requiere tanto disponer de la llave como conocer la
combinación secreta.
Ventaja: sistema seguro que no necesita mantenimiento.
Desventaja: es algo más engorroso que otros tipos de cerraduras al requerir
gestionar la custodia de la llave y la memorización de la combinación.

Combinación electrónica y Cerradura de llave:


Se trata de uno de los tipos de cerraduras más empleados en cajas fuertes
domésticas y para empresas. Este sistema ofrece las ventajas de sumar la
seguridad de ambas cerraduras junto a la sencillez de uso de la llave y la
combinación electrónica.
En casos en los que es necesario abrir y cerrar la caja frecuentemente se puede
dejar la llave puesta para facilitar su uso. De esta manera solo es necesario
introducir el código de desbloqueo en cada ocasión que se accede. Al finalizar la
jornada hay que retirar la llave y custodiarla adecuadamente.
Ventaja: la combinación de llave con código de acceso lo convierte en un tema
muy seguro.
Desventaja: cuando la cerradura electrónica no es de calidad, es posible la
apertura de la caja usando la llave habitual más la llave de emergencia.

¿Qué es una cerradura electrónica?


Una cerradura electrónica es un sistema que supera el tradicional modelo de
cerradura mecánica que ya comienza a ser parte del pasado.

Su mecanismo se basa en la electrónica. Esto permite ahorrar en mantenimiento,


implantación en todo tipo de puertas y accesos y unas prestaciones de seguridad
que superan en años luz a la cerradura tradicional que todos conocemos.
Se aumenta el control de las personas que pueden utilizar las llaves electrónicas
incluso registrando posibles intentos de uso fraudulento.
La cerradura electrónica no es más que una evolución de la mecánica, aquella que
todos conocemos por tener cilindro, pestillo, resbalón, engranajes, etc. No
obstante, la diferencia se encuentra en su mecanismo, que ya no es “mecánico”
como tal, sino electrónico.
Esto quiere decir que ya no hace falta una llave que accione el mecanismo. Por lo
que la gran ventaja de este tipo de cerraduras es el control de acceso que
proporcionan: limitado y de alta seguridad, ya que solo se pueden activar con
personas autorizadas que el sistema reconoce como aptas.
Existen varios modelos de cerradura electrónica, pero todos tienen un factor en
común: el modo de carga. Una cerradura electrónica se carga con electricidad,
aunque su forma puede variar, ya que existen pequeñas baterías que cargan la
cerradura durante un tiempo determinado, fuentes de alimentación o generadores
de energía.
Algunos ejemplos:
Cerraduras electrónicas con lector de huella digital. Son muy comunes en
gimnasios o en vestíbulos de empresas acompañados de tornos o puertas
mecanizadas.
Se trata de un lector láser que escanea la huella de un dedo y acciona el
mecanismo si la persona previamente ha registrado su huella en el sistema.
Cerraduras electrónicas de código. Son más sencillas que las anteriores y
funcionan parecido a algunas cajas fuertes con teclado. Se trata de cerraduras
que obedecen a un código para activarse, de tal manera que la persona que las
acciona debe saber ese código.
El código no ha de superponerse obligatoriamente a la cerradura, por lo que es
habitual que el teclado y la cerradura se encuentren separados físicamente.
Cerradura electrónica híbrida. Es una mezcla entre las dos anteriores. Pueden
accionarse mediante la huella escaneada o un código de números. No obstante,
son poco comunes y más caras de lo normal.
Gracias a los cerrojos inteligentes, la pérdida de llaves ya no es un problema.
Como su nombre indica, la cerradura electrónica inteligente es un dispositivo
conectado y de reconocimiento que puede funcionar de diferentes modos.
Lo más habitual es que se conecte directamente mediante Bluetooth o Wifi a una
app móvil, para permitir un control en remoto y un acceso por detección de
dispositivo móvil.
Sin embargo, existen también sistemas numéricos con teclado, opciones de
reconocimiento de voz y otros equipados con reconocimiento de huella dactilar
para permitir la apertura de la puerta.
Al adquirir un sistema de cerraduras inteligentes para puertas, se garantiza una
mayor seguridad, así como una sencillez de acceso considerable. Al margen de
estos beneficios, los diseños de los cerrojos son adaptables a todos estilos de
puertas, muestran un estilo moderno y son fáciles de instalar y de utilizar.
¿Son realmente seguras las cerraduras electrónicas?
En la actualidad, cada vez estamos más acostumbrados a la tecnología. Se
trabaja con ella y se disfruta con ella también.
El teléfono y el ordenador se han convertido en los instrumentos más utilizados a
diario por los ciudadanos y, poco a poco, la era digital se adueña de nuestras
vidas.
Las cerraduras electrónicas han tenido en los últimos tiempos una relativa
importancia.
Para ello, es importante contar la historia de diversos arrendatarios que han tenido
diversos problemas con ellas. Un fallo en la actualización del fabricante de la
cerradura provocaba que se quedase abierta y este hecho resulta un grave
problema puesto que los ladrones tienen vía libre para poder actuar en las casas.
La idea de poder activar o hacerlo remotamente diversas de ellas parece segura,
pero a la vez también lo es para quienes tienen malas intenciones. Stuart Madnick,
catedrático del prestigioso MIT, sostiene que cualquier tipo de cerradura que esté
conectada tiene el peligro de ser hackeada, algo que puede ser repetido en otro
servicio en la nube que esté protegido por un usuario y una contraseña. Otros
expertos afirman que las cerraduras conectadas constituyen el futuro, pero
también destacan que aún es pronto para que lleguen a ser seguras.
De este modo, las cerraduras conectadas parece que aún no han conseguido
tener el nivel de seguridad necesario para que sean utilizadas por los ciudadanos.
Si bien es cierto que son más cómodas para el arrendatario es importante hacer
balance y meditar: ¿Es preferible la comodidad a la tranquilidad? Cada uno que
piense y saque sus propias conclusiones, pero lo más recomendable es utilizar los
mecanismos una vez hayan sido probados y tengan una cierta experiencia que
corrobore que realmente son seguras y merecen ser instaladas en nuestros
hogares.

Beneficios en común de las cerraduras electronicas


Todos estos tipos de cerraduras tienen muchos beneficios en común. Vamos a
verlos.
No se pueden hacer copias de las llaves. Por lo tanto, el propietario tiene la
certeza del número de llaves en circulación.
Una sola llave para todo. A una sola llave (¡o a un solo dedo!) de le asignan todos
los derechos de acceso de las puertas que tenga que abrir. ¡Ya basta de acarrear
grandes fajos de llaves mecánicas!
El código de seguridad no se puede ver. Claro que no. Es un xip que
normalmente, además, va encriptado. En cualquier caso, no está a la vista.
Las llaves perdidas no son un problema. Simplemente se eliminan del sistema. Se
avisa a las cerraduras que no abran más a esa llave y listos.
No es necesario custodiar llaves. Porque en realidad las llaves o tarjetas o el dedo
no abren nada hasta que no se les programan los derechos de acceso.
Los derechos de acceso se pueden cambiar fácilmente…: solamente es necesario
reprogramar la llave o hacer el cambio en el software de administración para que
se lo comunique a la cerradura electrónica.… y de manera remota. Muchas de las
cerraduras electrónicas van conectadas a algún tipo de red que permiten cambiar
los derechos de acceso remotamente.
Sistemas muy seguros. No son sistemas mecánicos.
Todas estas características hacen que las cerraduras electrónicas sean muy
superiores a las normales. Especialmente en instalaciones con muchas puertas
como escuelas, hospitales, ayuntamientos o edificios comunitarios. En estos
casos, tener controladas las llaves, no tener que cambiar la cerradura electrónicas
en caso de pérdida de llave, y tener una llave para todo, es un gran beneficio.

Las cerraduras electrónicas requieren una fuente de alimentación…


Fallo de la batería
Aunque la mayoría de estas cerraduras tienen características que permiten un
simple cambio de la batería o le advierten cuando la energía está baja, algunas
dejan la opción de entrada con llave como repuesto. Si no tiene la llave a mano, o
si su cerradura no admite la entrada con llave, puede quedar bloqueada en caso
de un corte de energía.
Seguridad del teléfono
Con las cerraduras electrónicas, la comodidad también puede ser una desventaja.
Imagine que su teléfono se pierde o es robado. Si depende de una aplicación para
entrar en su casa, no sólo has perdido el teléfono, sino que también has perdido
las llaves.
Seguridad de la aplicación
La aplicación que controla tus cerraduras alberga la información que asegura su
hogar. Si la propia aplicación es pirateada, los hackers podrían controlar la
seguridad de su casa desde lejos.
Uso del teclado
Una preocupación que puede hacerse evidente con el tiempo es que los códigos
de uso frecuente comenzarán a aparecer en el teclado. Por ejemplo, si tu código
es 1-2-3-4 y lo usas todos los días, esos números comenzarán a aparecer en el
teclado. Un posible intruso puede tenerlo más fácil para descifrar su código de
acceso basado en los números que más se desgastan.
Costo
Las cerraduras electrónicas generalmente tienen un precio más alto por las
características adicionales y la comodidad.
A medida que la tecnología se desarrolla, la seguridad de su casa y negocio
también puede cambiar. Animamos a todos los consumidores a que se informen
sobre los riesgos y beneficios de las cerraduras electrónicas para que puedan
tomar la decisión más informada a la hora de asegurar su casa o negocio .

Y para ello, hay dos soluciones


O bien se ponen baterías en la cerradura.
O bien se tiene que cablear la puerta.
Y ninguna de las dos es una buena solución para desplegar en edificios con
muchas puertas. Vamos a ver por qué:
¿Por qué las cerraduras electrónicas con batería son una mala opción?
Pues porque si se acaba la batería, no entras. Así de simple. Si tienes las puertas
con cerraduras electrónicas con batería deberás acordarte de ir cambiándolas
antes de que se agoten. Y eso es un coste enorme para instalaciones grandes. No
solamente en pilas de recambio, sino en el coste de reemplazarlas. Por no hablar
de que es una opción antiecológica que genera residuos contaminantes. Y el
problema se incrementa a medida que se van añadiendo puertas. Si además la
cerradura electrónica es de las que se comunican por wifi o bluetooth, entonces
tiene el problema añadido que duran muy poco, y menos si es una puerta muy
frecuentada. Los hospitales, las escuelas o los ayuntamientos tiene que
preocuparse de los enfermos, alumnos o ciudadanos. ¡No de cambiar las baterías
a las cerraduras electrónicas! Las cerraduras no deben representar un problema
adicional para estas organizaciones. Quizás puedan valer para tu casa, pero no
para una instalación mediana o grande.
¿Y por qué las cerraduras electrónicas cableadas tampoco son una buena opción?
En realidad, a menudo sí que son una buena opción, pero ¡cablear una puerta es
carísimo! Las cerraduras electrónicas aportan más valor cuantas más puertas las
tengan instaladas. Pero al mismo ritmo que se incrementa el valor, se incrementa
también la inversión. Además del coste, tienen dos inconvenientes adicionales: si
se va la luz del edifico, no puedes entrar y por otro lado, no son las más seguras,
ya que normalmente actúan liberando solamente el resbalón, es decir, funcionan si
se cierra la puerta “de golpe”, no con llave.
Ventajas y desventajas de las cerraduras tradicionales
Tras conocer las ventajas y desventajas de las inteligentes, llega el momento de
conocer los pros y los contras de las cerraduras tradicionales de alta seguridad
que todos conocemos perfectamente:
Pros
Ofrecen una elevada resistencia a los ataques violentos que se producen desde el
exterior, de tal manera que son un gran método disuasorio para evitar que los
cacos entren a robar a nuestro hogar. Combaten múltiples técnicas de robo como
el bumping, la palanca, la ganzúa, etc. Siguen representando el más alto grado de
seguridad en la mayoría de los casos.
Los precios que ofrecen estas cerraduras en relación a las que son inteligentes
resultan mucho más accesibles para todos los bolsillos
Son ideales para viviendas o inmuebles que pasen muchas temporadas vacías, ya
que lógicamente las cerraduras de tipo electrónico emplean baterías, las cuales se
descargarán con el tiempo, algo que no sucederá con unas cerraduras
convencionales

La cerradura convencional no usa pila que se agote y son más resistentes contra
ataques externos.
Contras
Es posible que pierdas las llaves o te las roben y tengas la necesidad de contactar
con un cerrajero profesional para poder entrar en casa, ya que no tendrás manera
de hacerlo. Además de cambiar rápidamente la cerradura de entrada a la casa
para evitar riesgos
Resultan menos cómodas que las cerraduras convencionales, ya que las
cerraduras electrónicas son realmente sencillas de utilizar por los usuarios
mediante su app móvil
Si pierdes tus llaves, deberás hacer uso de un cerrajero y no son tan cómodas
como las cerraduras inteligentes.
Posibles problemas que podrían surgir y sus soluciones
Imaginemos que el móvil encargado de desbloquear la cerradura de la puerta
inteligente se queda sin batería; pues no hay ningún problema, tan solo deberás
iniciar sesión con el usuario y contraseña que tengas asociado a la vivienda desde
otro smartphone y desbloquea como en otras ocasiones. 
Pero, en los últimos años los fabricantes de cerraduras de puertas inteligentes han
tratado de mejorar la seguridad de las llaves físicas, intentando hacerlas más
complicadas de replicar, llegando esta inseguridad al sector tecnológico, que se ha
hecho cargo del problema, creando estas cerraduras inteligentes.

You might also like