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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA LAMBAYEQUE -

Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE


LUIS GONZALES N° 952,
Juez:GONZALES DELGADO VICTOR EDINSON /Servicio Digital - Poder
Judicial del Perú
Fecha: 24/08/2020 19:04:09,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
LAMBAYEQUE / CHICLAYO,FIRMA DIGITAL

SETIMO JUZGADO DE TRABAJO DE CHICLAYO


PODER JUDICIAL CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LAMBAYEQUE
DEL PERU
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
LAMBAYEQUE - Sistema de
Notificaciones Electronicas SINOE

LUIS GONZALES N° 952,


Secretario:LORREN SIPION
KARINA GIOVANNA /Servicio Expediente Nº : 03794-2012-0-1706-JR-LA-07 (acumulado: Exp. 4544-2017)
Digital - Poder Judicial del Perú
Fecha: 24/08/2020 20:26:50,Razón:
RESOLUCIÓN
Demandante : GILBERTO ALIPIO SORIA VALENZUELA
JUDICIAL,D.Judicial:
LAMBAYEQUE / Demandado : TELEFONICA DEL PERU Y OTROS
CHICLAYO,FIRMA DIGITAL
Materia : REINTEGRO DE ADEUDOS LABORALES Y OTROS
Juez : VICTOR E. GONZALES DELGADO

SENTENCIA N° -2020-7°JTCH

RESOLUCION NÚMERO: VEINTE.


Chiclayo, catorce de agosto
de dos mil veinte.

I. VISTOS:

1. ASUNTO:

Es materia del presente proceso las demandas interpuestas por don


GILBERTO ALIPIO SORIA VALENZUELA contra las empresas
TELEFONICA DEL PERU S.A.A., TELEFONICA GESTION DE
SERVICIOS COMPARTIDOS S.A.C., TELEFONICA CENTRO DE
COBROS S.A.C. y GLOBOKAS PERU S.A. sobre Reintegro de adeudos
laborales y otras pretensiones.

2. DELIMITACIÓN DEL PETITORIO:

Las pretensiones del recurrente son las siguientes:

Exp. N° 03794-2012: a) el Reintegro de remuneraciones y beneficios sociales


desde el año 2001; y b) la reincorporación a planillas de trabajadores de la
empresa Telefónica del Perú (TdP en adelante).

Exp. N° 04544-2012: a) la desnaturalización de las tercerizaciones celebradas


sucesivamente entre TdP con Telefónica Gestión de Servicios Compartidos
S.A.C. (en adelante TGSC), con Telefónica Centro de Cobros S.A.C. (en
adelante TCC) y con Globokas Peru S.A. (en adelante Globokas), a efecto de que
tenga como su único empleador a la empresa TdP desde el 01.3.1988 al
05.05.2017; b) la reposición laboral en el último cargo ordinario en la categoría
de Técnico II, al haberse producido un despido fraudulento; c) la reposición
laboral en el último cargo ordinario en la categoría de Técnico II, al haberse
producido un despido incausado (pretensión subordinada); d) el pago de una
indemnización por daños y perjuicios (lucro cesante) desde el despido hasta su
efectiva reposición; d) el reintegro de remuneraciones y beneficios sociales
colaterales desde el año 2001; e) el pago de honorarios profesionales de la
defensa técnica en el porcentaje indicado.

3. ANTECEDENTES:

Exp. N° 03794-2012:

3. 1. De la demanda:

El actor interpone demanda señalando: que empezó laborando para la


empresa Entel Perú S.A., pero luego de la fusión con la Compañía Peruana de
Teléfonos S.A. la empresa contratante pasó a ser Telefónica del Perú S.A. (TdP);
que el año 2001 los trabajadores de TdP fueron obligados -bajo actos de coacción
e intimidación- a firmar su carta de renuncia y a la vez suscribir contrato con
Telefónica Gestión de Servicios Compartidos S.A.C. (TGSC); que frente a estas
circunstancias, un grupo de trabajadores mostró su negativa la cual generó
despidos arbitrarios masivos, mientras que otro grupo –ante el temor de quedarse
sin empleo- decidieron firmar su carta de renuncia y celebrar contra con TGSC;
que el recurrente, como uno de los que aceptaron el cambio ante el temor de
quedarse sin trabajo, firmó la carta de renuncia a su primigenia empresa y
suscribió contrato con TGSC el 01.09.2001; que, tener nueva empleadora fue
sólo una apariencia dado a que en la actualidad continuó realizando las mismas
actividades sobre el mismo escritorio y en el mismo centro de labores; que, en
mayo de 2003 fue inducido a renunciar a la empresa TGSC para vincularse con la
empresa TCC, siendo contratado por esta empresa y considerando trabajador de
la misma hasta la actualidad; que las empresa TDP. TGSC y TCC pertenecen al
Grupo de Empresas Telefónica, quienes están bajo la dirección de la empresa
Telefónica del Perú S.A.A.; que el grupo Telefónica que tiene como empresa
matriz a TDP, que es su accionista mayoritario, actúa fraudulentamente al
trasladar de una empresa a otra a sus trabajadores, soslayando sus derechos
laborales; que las tres empresas consignan el mismo domicilio fiscal y cuenta con
los servicios de los mismos representantes legales; que cuando el “empleador”
pasa a ser TCC el demandante es ascendido a Jefe de Agencia de la zona Norte,
teniendo como agencia principal en Elias Aguirre 838 de esta ciudad, local que
pertenece a la empresa TDP; que al prestar servicios en las sedes de TDP, debe
ser considerado como su empleado directo e incorporarlo en planillas de la
misma; que la vulneración de sus derechos laborales, puede probarse a través de
la continuidad existente entre las fechas de las cartas de renuncia y contrato
laboral; que la continuidad evidencia la labor ininterrumpida del actor y la
vulneración a su derecho de estabilidad laboral producto de la transferencia a las
panillas de TGSC y luego a TCC; que los dos último contratos laborales producto
del actuar fraudulento devienen en nulos y subsiste el contrato primigenio con
TDP; que el actuar fraudulento de las co-demandada se extrae también del tenor
de los contratos celebrados con las empresas TGSC del 01.09.2001 y TCC del
01.05.03; que se evidencia el actuar fraudulento de las empresas co-demandadas
pertenecientes al grupo Telefónica pues en su afán de ocultar la realidad celebran
contratos que contravienen las normas laborales, por lo que resultan ser nulos;
que por ello solicita las remuneraciones y beneficios sociales dejados de percibir
desde el año 2001, en consecuencia se reincorpore al trabajador en las planillas
de la empresa Telefónica del Perú por ser su empresa primigenia.

3.2. De la resolución admisoria:

Mediante resolución número dos se admitió a trámite la demanda en la vía


del proceso ordinario laboral, confiriéndose el traslado respectivo a la empresa
demandada, citando a las partes a la audiencia de conciliación.

3.3. De la audiencia de conciliación:

La audiencia se llevó a cabo en la fecha programada según consta de los


registros de audio y video respectivo; siendo necesario precisar que las partes
no arribaron a una conciliación.

3.4. De las contestaciones de demanda:

La empresa co-demandada Telefónica del Perú S.A.A contestó la demanda


formulando su defensa de forma a través de las excepciones de prescripción
extintiva y falta de legitimidad para obrar pasiva; señalando respecto a la primera
que, la demanda está referida a un supuesto de anulabilidad del acto jurídico de
renuncia del actor en relación vínculo laboral que mantuvo con Telefónica del
Perú S.A.A., siendo que la carta de renuncia data del 31.08.2001, por lo que a la
fecha de interposición de la demanda han transcurrido más de dos años,
produciéndose la prescripción extintiva sancionada en el inciso 4) del artículo
2001 del Código Civil; en cuanto a la segunda excepción señala que Telefónica
del Perú S.A.A. no ha tenido ninguna participación en los actos jurídicos
celebrados por el actor con Telefónica Gestión de Servicios Compartidos S.A.C.
de fecha 01.09.2001, y con Telefónica Centro de Cobros S.A.C. de fecha
01.05.2003, por lo que no tiene ninguna relación directa o indirecta con los actos
que se discute en el presente proceso. En cuanto a la defensa de forma señala:
que la demanda se fundamenta en supuestos actos coercitivos realizados por
Telefónica del Perú S.A.A tendientes a poner fin al vínculo laboral que le unía
con el actor, pero no adjunta prueba de ello; adicionalmente se exige beneficios
dentro de los cuales no fue trabajador de la empresa, por lo que no pueden
responder por los mismos; que diversos trabajadores, entre ellos, el demandante
dejaron de prestar servicios para Telefónica del Perú S.A.A mediante renuncia
independiente y voluntaria, celebrando contrato de trabajo con la nueva empresa
que se había creado Telefónica Gestión de Servicios Compartidos, sin pérdida de
ningún beneficio laboral adquirido, además de determinados beneficios
especiales otorgados por la nueva compañía; que en la propuesta efectuada por
Telefónica del Perú S.A.A no existió amenaza, coacción, intimidación, acciones
coercitivas o probables represalias por su negativa; que la decisión de
reorganización de una empresa mediante la creación de una nueva empresa e un
acto jurídico válido, como también es válido proponer a determinados
trabajadores su traslado a una nueva empresa, quedando dicho traslado
supeditado a su decisión libre y voluntaria, prueba de ello es que durante todos
estos años el demandante no haya efectuado ningún cuestionamiento a su acto de
renuncia y suscripción del contrato de condiciones de trabajo; que a lo largo de
los años el demandante nuca cuestionó el acto jurídico supuestamente anulable
que obedeció a la nulidad relativa (coacción e intimidación), declaración de
anulabilidad que ahora pretende; que el demandante ha convalidado la carta de
renuncia presentada ante Telefónica del Perú S.A.A, ya que celebró un nuevo
contrato de trabajo con otra empresa, Telefónica Centro de Cobros S.A.C.,
confirmando el acto jurídico cuya supuesta anulabilidad solicita en el presente
proceso; que la figura jurídica del fraude laboral en el Grupo empresarial ha sido
invocado impertinentemente por el actor el actor en este caso, para obtener la
nulidad de las cartas de renuncia expresadas de manera libre y voluntaria; que
esta figura jurídica es utilizada por la jurisprudencia para efectos de
responsabilidad solidaria ante el supuesto de que existiera débitos laborales al
trabajador en cualquiera de las empresas del Grupo, lo cual no se presenta en este
caso ya que el recurrente ha percibido en el periodo en que ha trabajado en cada
empresa del Grupo su respectiva remuneración y utilidad, e incluso su
remuneración ha crecido en comparación a la remuneración que percibía en
Telefónica del Perú S.A.A.; y en cuanto a las utilidades, precisa que este
beneficio no ha dejado de percibirlo, habiéndole pagado cada una de las
empresas del grupo en sus respectivos periodos conforme a las pautas
establecidas en el Decreto Legislativo N° 892, por lo que no corresponde aplicar
dicha figura; que el actor ha prestado labores de forma sucesiva en las 03
empresas del Grupo Telefónica, cada una de estas tres empresas han actuado con
autonomía al contratar al trabajador recurrente y no han actuado como un mismo
empleador, sino como empleadores diferentes sin convertirse en una unidad; que
el acto ha venido desempeñando hasta la fecha labores diferentes y en lugares
diferentes y conforme al rubro distinto de cada una de las empresas del Grupo e
que ha prestado labores, ocupando hoy en día un cargo de confianza
específicamente en el cargo de Jefe de Agencia en la co-demandada Telefónica
Centro de Cobros S.A.C, hecho que evidencia que el recurrente de manera libre e
voluntaria decidió trabajar para otras empresas del grupo.

La empresa co-demandada Telefónica Gestión de Servicios Compartidos


del Perú S.A.C. contestó la demanda formulando su defensa de forma a través de
las excepciones de prescripción extintiva y falta de legitimidad para obrar pasiva;
señalando respecto a la primera que, la demanda está referida a un supuesto de
anulabilidad del contrato de trabajo celebrado el 01 de setiembre de 2001, por lo
que a la fecha de interposición de la demanda han transcurrido más de dos años,
produciéndose la prescripción extintiva sancionada en el inciso 4) del artículo
2001 del Código Civil; en cuanto a la segunda excepción señala que Telefónica
Gestión de Servicios Compartidos del Perú S.A.C no está llamada a responder
respecto a las pretensiones relacionadas con el periodo anterior al 01.09.2001, en
que el accionante laboró para Telefónica del Perú S.A.C y con el periodo
posterior al 01.05.2003 en que prestó labores para la empresa Telefónica Centro
de Cobros S.A.C., puesto que durante dichos periodos no sostuvo vinculo laboral
alguno con el demandante. En cuanto a la defensa de forma señala: que el
demandante a partir del 1° de setiembre de 2001 pasó a ser trabajador de
Telefónica Gestión de Servicios Compartidos del Perú S.A.C; que si bien tal
empresa es también del grupo empresarial del cual la codemandada Telefónica
del Perú SAA forma parte, ésta última es una empresa distinta a Telefónica
Gestión de Servicios Compartidos del Perú S.A.C; que el recurrente celebró su
contrato de trabajo con la recurrente en forma voluntaria y por decisión propia,
no siendo ya trabajador de la empresa Telefónica por decisión propia; que la
figura jurídica del fraude laboral en el Grupo empresarial ha sido invocado
impertinentemente por el actor el actor en este caso, para obtener la nulidad de
las cartas de renuncia expresadas de manera libre y voluntaria; que esta figura
jurídica es utilizada por la jurisprudencia para efectos de responsabilidad
solidaria ante el supuesto de que existiera débitos laborales al trabajador en
cualquiera de las empresas del Grupo, lo cual no se presenta en este caso ya que
han cumplido con el pago de su remuneración y utilidades conforme a ley; que su
empresa y Telefónica del Perú S.A.C son empresas que mantienen independencia
tanto jurídica como económica, no dependen una de la otra, además su
representada cuenta con RUC totalmente distintos que la demandada, dado a que
las empresas tienen actividades económicas diferentes; que se podría señalar que
la empresa Telefónica del Perú S.A.A se encuentra vinculada a Telefónica
Gestión de Servicios Compartidos del Perú S.A.C. a cierto nivel económico
(siendo la primera accionista de la segunda), es decir, una relación económica
que se manifiesta a través de una afinidad accionaria mínima, la misma que no
implica intervención o ingerencia en la actividad propia de la recurrente, por lo
que no se encuentra subordinada bajo ninguna modalidad a la co-demandada; que
el hecho que la empresa recurrente pertenezca un mismo grupo económico, no
significa que no mantenga autonomía económica propia como persona jurídica o
que este bajo el control de una empresa principal, situación que no ocurre en este
caso, siendo empresas independientes económica, jurídica, administrativa y
técnicamente; que el accionante no prueba la existencia de presión, coacción o
intimidación en la suscripción del contrato, sino por el contrario se puede deducir
que entre su representada y el actor siempre existió una relación laboral dentro de
los márgenes de la libre voluntad; que el accionante postuló como candidato en el
Grupo Empresarial para ocupar un cargo de confianza como Jefe de Agencia para
la empresa Telefónica Centro de Cobro SAC, lo que pone en evidencia que no
fue inducido o coaccionado para que renuncie a la recurrente, sino que más bien
su renuncia obedeció a una decisión libre y voluntaria de aquél.

La empresa co-demandada Telefónica Centro de Cobros S.A.C. contestó


la demanda formulando su defensa de forma a través de las excepciones de
prescripción extintiva y falta de legitimidad para obrar pasiva; señalando respecto
a la primera que, la demanda está referida a un supuesto de anulabilidad del acto
jurídico del contrato celebrado con Telefónica Centro de Cobros S.A.C., siendo
que tal acto se produjo en mayo de 2003, por lo que a la fecha de interposición de
la demanda han transcurrido más de dos años, produciéndose la prescripción
extintiva sancionada en el inciso 4) del artículo 2001 del Código Civil; en cuanto
a la segunda excepción señala que Telefónica Centro de Cobros S.A.C no está
llamada a responder respecto a las pretensiones relacionadas con el periodo
anterior al 01.05.2003, en que el accionante laboró para Telefónica Gestión de
Servicios Compartidos del Perú S.A.C, puesto que durante dichos periodos no
sostuvo vinculo laboral alguno con el demandante. En cuanto a la defensa de
forma señala: que el demandante a partir del 1° de mayo de 2003 pasó a ser
trabajador de Telefónica Centro de Cobros S.A.C; que el accionante no prueba la
existencia de presión, coacción o intimidación en la suscripción del contrato, sino
por el contrario se puede deducir que entre su representada y el actor siempre
existió una relación laboral dentro de los márgenes de la libre voluntad; que el
accionante ha venido ocupando desde el inicio de la relación laboral, es decir,
desde el 01.05.2003 un cargo de confianza, específicamente como Jefe de
Agencia, situación que se suma a la evidencia de que de manera libre y
voluntaria ha decidido laborar para la empresa recurrente; que la recurrente ha
cumplido con el pago de la remuneración y utilidades a favor del demandante,
de acuerdo a ley, por lo que no existe debido alguno; que si bien tal empresa es
también del grupo empresarial del cual la codemandada Telefónica del Perú SAA
forma parte, ésta última es una empresa distinta a Telefónica Centro de Cobros
S.A.C, es decir mantienen independencia económica, jurídica, administrativa y
técnicamente.

3.5. De la audiencia de juzgamiento:

La audiencia se realizó en las fechas programadas conforme a los registros


de audio y videos asociados a este proceso. En tal oportunidad el juzgador, de
conformidad con el artículo 47° concordante con el artículo 49° de la Nueva Ley
Procesal del Trabajo Ley N° 29497 (en adelante NLPT), difirió el fallo de la
sentencia, señalando fecha para la notificación con la misma.

3.6. De la sentencia anulada:

La sentencia expedida por este juzgado a través de la resolución diez fue


materia de impugnación por parte de la demandada y, en base a ello, el Colegiado
que intervino en la absolución del grado expidió la resolución catorce (fs. 1360-
1367), declarando la nulidad de dicha sentencia al asumir que se ha incurrido en
una motivación incongruente e insuficiente; adicionalmente, declararon la
invalidez de lo actuado hasta la etapa de juzgamiento. En ese sentido, esta
judicatura programo la realización de una nueva audiencia de juzgamiento.

Exp. N° 04544-2017:
3. 7. De la demanda:

El actor interpone demanda señalando: El actor interpone su demanda


señalando: que, empezó a laborar para la empresa Entel Perú S.A. desde 1998;
pero luego de la fusión con la Compañía Peruana de Teléfonos S.A., la empresa
contratante paso a ser Telefónica del Perú S.A.A., por lo que al trabajador se le
empezó a expedir boletas de pago con la nueva razón social. La relación laboral
con la Empresa TDP se desarrolló satisfactoriamente hasta el año 2001; fecha en
que los trabajadores fueron obligados - bajo actos de coacción e intimidación - a
firmar su carta de renuncia y a la vez suscribir contrato de trabajo con la empresa
TGSC. Frente a estas circunstancias, un grupo de trabajadores mostró su
negación que generó despidos arbitrarios masivos en dicha empresa. Mientras,
otro grupo de trabajadores ante el temor de quedarse sin empleo - decidieron
firmar su carta de renuncia y celebrar contrato con TGSC. Precisa que, el
accionante como uno de los trabajadores que aceptaron el cambio ante el temor
de quedarse sin trabajo, firmó su carta de renuncia a su primigenia empresa y
suscribió contrato con la empresa TGSC el uno de septiembre del 2001, tener
nueva empleadora fue solo una apariencia dado que en la realidad se continuó
realizando las mismas actividades sobre el mismo escritorio y en el mismo centro
de labores de la primigenia empresa, esto es Av. El Sol N° 382 - Cuzco. Para el
mes de mayo del año 2003, el trabajador es inducido a renunciar a la empresa
TGSC para poder vincularse laboralmente con la empresa TCC, por ello, a partir
del 01 de mayo del 2003, se le empezó a considerar al accionante como
trabajador de esta última empresa hasta la actualidad. La empresa TDP, TGSC y
TCC pertenecen al Grupo de Empresas Telefónica quienes están bajo la dirección
de la Empresa Telefónica del Perú S.A.A. por tener dominio accionario de las
otras dos codemandadas, asimismo las codemandadas cuentan con los servicios
de los mismos representantes legales. Renán Villegas Pozo - apoderado de las
tres empresas y María Perales Bazalar - Gerente de TDP y apoderada en TGSC y
TCC. Alude, que las acciones son el tercer elemento que evidencia el vínculo
económico entre TDP, TGSC y TCC. TDP tiene la mayoría de acciones sobre
TGSC y esta a su vez sobre TCC condición que ha sido aprovechado por las
empresas del Grupo Telefónica para actuar fraudulentamente, pues ha trasladado
a sus trabajadores de una empresa a otra sin que medie el respeto a sus derechos
laborales. De igual forma la dirección de los centros de labores del trabajador. En
un primer momento cuando el empleador pasa a ser TGSC su centro de labores
no varió, continuó siendo el mismo de TDP ubicado en la Av. Sol N° 382 Cuzco,
agencia perteneciente a esta última empresa tal como lo corrobora el reporte
obtenido de la página web de la SUNAT, en un segundo momento cuando el
empleador pasa a ser TCC el demandante es ascendido a Jefe de Agencia de la
zona norte teniendo como agencia principal el local ubicado en Jr. Elías Aguirre
N° 838 - Chiclayo, local que pertenece a la empresa TDP, acorde al reporte
obtenido vía internet de la página web de SUNAT. Indica que, con ello se
evidencia que en la realidad el demandante continuó laborando en las sedes de
TDP hasta la actualidad, en consecuencia al prestar sus servicios en las sedes de
TDP, debe ser considerado como su empleado directo e incorporarlo en las
planillas de la misma, por lo que solicita como pretensión principal la unidad de
las empresas; y las pretensiones accesorias el pago de reintegros de
remuneraciones y beneficios sociales, así como la reincorporación del trabajador
en las planillas de la empresa TDP.

3.8. De la resolución admisoria:

Mediante resolución número dos se admitió a trámite la demanda en la vía


del proceso ordinario laboral, confiriéndose el traslado respectivo a la empresa
demandada, citando a las partes a la audiencia de conciliación.

3.9. De la audiencia de conciliación:

La audiencia se llevó a cabo en la fecha programada según consta de los


registros de audio y video respectivo; siendo necesario precisar que las partes
no arribaron a una conciliación.

3.10. De las contestaciones de demanda:

La empresa co-demandada Telefónica del Perú S.A.A. mediante su


apoderado se apersona y deduce la excepción de prescripción extintiva de la
acción, excepción de falta de legitimidad para obrar pasiva; sin perjuicio de
contestar la demanda señalando básicamente: que, la acción iniciada por el
demandante resulta improcedente, por no existir correlato entre los hechos
expuestos, que sustentan la demanda y las casuales de nulidad del acto jurídico
en general, o de la carta de renuncia dirigida a su representada en particular.
Señala que, no indica que medios de coacción e intimidación ha empleado la
empresa, para limitar su voluntad de tal forma que no tenga más opción que
suscribir la referida carta de renuncia y posteriormente celebrar contratos de
trabajo con las otras empresas codemandadas; confundiendo la demanda con la
nulidad de un acto jurídico, con los fundamentos de hecho de una demanda de
anulabilidad. Afirma que, Telefónica del Perú S.A.A., presentó a diversos
trabajadores, que cumplían con los perfiles requeridos, entre ellos el demandante;
la opción de trasladarse a otra empresa, informando que los trabajadores que
aceptaran dejarían de prestar servicios para su representada, mediante su renuncia
voluntaria, celebrarían un nuevo contrato de condiciones de trabajo, con
("Telefónica Gestiones de Servicios Compartidos"), mediante el cual los
trabajadores de forma independiente y voluntaria prestarían sus servicios
personales, dependientes y subordinadas sin pérdida de ningún beneficios
laboral, adquirido en su empresa, además de percibir determinados beneficios
especiales, otorgados por dicha compañía; prueba de ello es que durante todos
esos años, en ningún momento previo o posterior a su renuncia y la suscripción
del contrato de condiciones de trabajo, el demandante haya realizado
cuestionamiento alguno, respecto de estos actos, ni menos haya presentado un
requerimiento de cese de supuestas hostilidades que alega. Precisa que, el actor
ha prestado labores de forma sucesiva en las tres empresas del grupo Telefónica;
cada una de esas tres empresas han actuado con autonomía al contratar al
trabajador recurrente y no han actuado como un mismo empleador, sino como
empleadores diferentes, sin convertirse en una unidad. En ese sentido el
demandante lo reconoce, inclusive en los fundamentos de la demanda, al indicar
que ha sido contratado por tres empresas diferentes del grupo Telefónica.

La empresa co-demandada Telefónica Gestión de Servicios Compartidos


del Perú S.A.C. mediante su apoderado se apersona y deduce la excepción de
prescripción extintiva de la acción, excepción de falta de legitimidad para obrar
pasiva del demandado; sin perjuicio de contestar la demanda señalando
básicamente: que, el accionante a partir del primero de septiembre del 2001, pasó
a ser trabajador de su representada y si bien es también del grupo empresarial del
cual la codemandada, Telefónica del Perú S.A.C., forma parte; ésta última es una
empresa distinta a ellos, además es de precisar que el demandante celebró su
contrato de trabajo con la recurrente en forma voluntaria y por decisión propia, no
siendo ya trabajador de la Empresa Telefónica del Perú S.A.A. desde la fecha antes
indicada. Argumenta que, el actor invoca indebidamente la figura jurídica de fraude
en el Grupo Empresarial que es meramente para fines de responsabilidad solidaria
en caso de existir débitos laborales a favor del trabajador que ha transitado por las
empresas del grupo, débitos laborales que en su caso no tienen, en la medida que han
cumplido con el pago de su remuneración y utilidades conforme a ley, debiéndose
tener en cuenta al momento de resolver la presente controversia. Señala que, es falso
lo alegado por el actor en el sentido que haya mediado presión, coacción o
intimidación al momento de la suscripción del contrato de trabajo con su
representada, puesto que la suscripción del referido contrato se dio bajo los
parámetros de la libre voluntad; asimismo el actor no ha probado por ningún medio
que Telefónica del Perú S.A.A. haya ejercido sobre él ningún tipo de presión o
amenaza para que presente su carta de renuncia.

La empresa co-demandada Telefónica Centro de Cobros S.A.C. mediante su


apoderado se apersona y deduce la excepción de prescripción extintiva de la
acción, excepción de falta de legitimidad para obrar pasiva del demandado; sin
perjuicio de contestar la demanda señalando básicamente: que, es falso lo
alegado por el actor, en el sentido que haya sido inducido o mediado presión,
coacción o intimidación al momento de la suscripción del contrato de trabajo,
puesto que la suscripción del referido trabajo se dio bajo los parámetros de la
libre voluntad. De la misma manera, no se puede probar la existencia de que haya
sido inducido o se haya cometido presión, coacción o intimidación en la
suscripción del contrato sino por el contrario, se deduce que entre su representada
y el actor, existió una relación laboral dentro de los márgenes de la libre
voluntad. Señala que, desde el 01 de mayo del 2003, ha ocupado un cargo de
confianza, específicamente en el cargo de jefe de agencia; situación en la que se
evidencia que el demandante, de manera libre y voluntaria a decidido laborar
para su representada. Afirma que, no existe débito laboral respecto de reintegro
de los beneficios reclamados por el actor, debiendo tenerse en cuenta que
Telefónica Centro de Cobros S.A.C. es una empresa autónoma y Telefónica del
Perú S.A.A. no es accionante de su representada, por lo que no es cierto que se ha
cometido fraude con respecto a la contratación del recurrente.

3.11. De la acumulación de procesos.

El Noveno Juzgado de Trabajo - Sede Covicorti de la Corte Superior de


Justicia de la Libertad, expidió la resolución cinco disponiendo la acumulación
de este proceso al proceso iniciado ante este juzgado, la cual fue aceptada por
este despacho a través de la resolución diecinueve, ordenándose la realización de
una audiencia de juzgamiento para ventilar ambos procesos.

3.12. De la audiencia de juzgamiento:

La audiencia se realizó en las fechas programadas conforme a los registros


de audio y videos asociados a este proceso. En tal oportunidad el juzgador, de
conformidad con el artículo 47° concordante con el artículo 49° de la Nueva Ley
Procesal del Trabajo Ley N° 29497 (en adelante NLPT), difirió el fallo de la
sentencia, señalando fecha para la notificación con la misma.

II. FUNDAMENTOS

Defensas de forma:

Exp. N° 04544-2017.

PRIMERO: Excepción de prescripción extintiva. Al respecto, se tiene: i) que


según la co-demandada TdP la demanda está referida a un supuesto de
anulabilidad del acto jurídico de renuncia del actor al vínculo laboral que
mantuvo con tal empresa, siendo que la carta de renuncia data del 31.08.2001,
por lo que a la fecha de interposición de la demanda han transcurrido más de dos
años, produciéndose la prescripción extintiva sancionada en el inciso 4) del
artículo 2001 del Código Civil. Según la co-demandada TGSC la demanda está
referida a un supuesto de anulabilidad del contrato de trabajo celebrado el
01.09.01, por lo que a la fecha de interposición de la demanda han transcurrido
más de dos años, habiéndose producido la prescripción extintiva contemplada en
el precitado dispositivo legal. Y según la co-demandada TCC la demanda está
referida a un supuesto de anulabilidad del contrato de trabajo celebrado el
01.05.03, por lo que a la fecha de interposición de la demanda han transcurrido
más de dos años, produciéndose la prescripción extintiva en la acotada norma; ii)
al respecto debe tenerse en cuenta, en primer lugar, que el petitorio de la
demanda no comprende taxativamente las pretensiones de anulabilidad de los
actos aludidos por las empresas excepcionantes (carta de renuncia y contratos de
trabajo), sino está dirigido esencialmente a que se ordene el reintegro de
remuneraciones y utilidades dejadas de percibir así como la incorporación en la
planilla de trabajadores de TdP, previa determinación de que ésta empresa se ha
mantenido como real empleador del accionante; siendo así, resulta incongruente
invocar el plazo de prescripción contemplado en la acotada norma sustantiva
civil; iii) que, en todo caso, debe enfatizarse que el demandante postula la
existencia de una continuidad laboral para un único empleador durante los
periodos contractuales a que hacen alusión las emplazadas, por lo que en virtud
del artículo único de la Ley N° 27321 que establece como parámetro para el
cómputo del plazo de prescripción el día siguiente a la extinción del vínculo
laboral, emerge que tal suceso no se ha producido ya que a la fecha de esta
demanda el actor mantenía relación laboral con la co-demandada TCC; por lo
que estando pendiente el análisis de dicha pretensión, no es factible iniciar el
cómputo de la prescripción. Siendo así, debe desestimarse la excepción sub
materia.

SEGUNDO: Excepción de falta de legitimidad para obrar. Al respecto se


tiene: i) que la co-demandada TdP señala que no ha participado en los contratos
de trabajo que se pretende anular ni en la carta de renuncia de fecha 30.04.2001,
por lo que no tendría relación directa o indirecta con la pretensión que se discute.
La co-demandada TGSC señala que en cuanto a las pretensiones relacionadas
con el periodo anterior al 01.05.2003, el actor no laboró para su representada, por
lo que no puede responsabilizarse a la empresa por supuestos contratos de trabajo
nulos celebrados con otras empresas. Y la co-demandada TdP expone que en
cuanto a las pretensiones relacionadas con el periodo anterior al 01.09.2001 y
posterior al 01.05.2003, el actor laboró para las empresas co-demandadas, por lo
que no puede responsabilizarse a la empresa recurrente por supuestos contratos
de trabajo nulos celebrados con otras empresas; ii) que, conforme se ha
delimitado en el considerando que antecede, el accionante sostiene que las tres
empresas demandadas están involucradas conjuntamente en la relación laboral
sostenida durante el periodo materia de reclamo, pues se trataría en la realidad de
un solo empleador; bajo esa óptica las empresas emplazadas están legitimadas
para contradecir dicha postulación, es decir, para efectos de esta controversia,
forman parte de la relación material que ha sido trasladada a este fuero;
resultando por ende insostenible la negación de la acotada legitimidad pasiva; iii)
debe añadirse que los cuestionamientos que sustentan el acotado medio de
defensa, guardan relación con el tema de fondo de la controversia; por lo que no
puede ser atendidos a través de esta articulación. Siendo así, debe rechazarse
tales excepciones.

Cuestión de fondo:

TERCERO: El demandante don Gilberto Alipio Soria Valenzuela sostiene -en


esencia- que las tres empresas demandadas, actuando como una unidad
empresarial o grupo de empresas durante el vínculo contractual sucesivo, han
propiciado consecutivamente su traslado fraudulento a las planillas de las
empresas TGSC y TCC con la finalidad de soslayar sus derechos laborales, por
lo que habiendo mantenido en la realidad la condición de trabajador de la
empresa TdP, corresponde que se le reintegre las remuneraciones y demás
beneficios sociales que habría dejado de percibir desde setiembre de 2001 y se le
restituya a la planilla de trabajadores de dicha empresa. Por su parte, las personas
jurídicas demandadas señalan, básicamente, que los actos de renuncia laboral y
celebración sucesiva de nuevos contratos laborales con las empresas TGCS y
TCC han obedecido a la libre voluntad del actor; asimismo, enfatizan que las tres
empresas pertenecen al Grupo Telefónica pero conservan independencia
económica, jurídica, administrativa y técnica.

CUARTO: De las posiciones sintetizadas en el párrafo que antecede emerge la


necesidad de verificar si las citadas empresas han actuado fraudulentamente en
torno a la titularidad pasiva de la relación laboral a la que alude el actor, es decir,
si se han valido irregularmente de la figura del grupo económico o grupo de
empresas y la circulación del trabajador dentro de las mismas para que la
empresa matriz (TdP) evada el cumplimiento de las obligaciones laborales
demandadas en autos.

QUINTO: En ese orden, a fin de tener un panorama claro de los hechos que no
son objeto de cuestionamiento, debe hacerse presente: i) que las empresas
demandadas han reconocido que forman parte de un mismo grupo económico
(grupo Telefónica), hecho que incluso ha sido corroborado a través de la casación
N° 3069-2009-La Libertad, derivada de un proceso en el que coincidentemente
actuaron como demandadas dos de las tres empresas emplazadas en autos: TdP y
TGSC [cfr. fundamento cuarto de la casación]; ii) que, según las instrumentales
aportadas en el expediente bajo análisis, el demandante prestó servicios laborales
en los siguientes periodos: desde el 01.03.88 hasta el 31.08.01 a favor de TdP,
habiéndose desempeñado como Técnico II; desde el 01.09.01 al 30.04.03 a favor
de TGCS, habiéndose desempeñado como Técnico II; desde el 01.05.03 hacia
adelante a favor de TCC, habiéndose desempeñado como Jefe de Agencia; iii)
que si bien, a través de las planillas de pago anexadas por las empresas
demandadas, se aprecia que el monto de la remuneración mensual del actor
cuando transitó de TdP a TGSC se mantuvo inicialmente en S/. 2 712.00 y luego
experimentó ligeros incrementos llegando a S/. 2900.00, y que cuando transitó de
TGSC a TCC dicha contraprestacion se incrementó primero a S/. 4 000.00 (mayo
de 2003) y luego a S/. 4 900.00 (febrero de 2011), resulta incontrovertible que ha
sufrido un desmedro económico en lo que atañe al rubro de pago utilidades
desde su pase a TGSC, pues las emplazadas no han negado la afirmación
efectuada en ese sentido por el demandante, la cual se tiene por admitida en
aplicación del artículo 19° de la NLPT.

SEXTO: Respecto al tema controvertido debe tenerse en cuenta que en la


relación laboral se configura una situación de disparidad donde el empleador
asume un status particular de preeminencia ante el cual el derecho y, en
particular, el derecho constitucional, se proyecta en sentido tuitivo hacia el
trabajador. Desde tal perspectiva, las atribuciones o facultades que la ley
reconoce al empleador no pueden vaciar de contenido los derechos del
trabajador; es decir, no pueden devenir en una forma de ejercicio irrazonable. Es
por esto que la Constitución precisa que ninguna relación laboral puede limitar el
ejercicio de los derechos constitucionales ni desconocer o disminuir la dignidad
del trabajador (art. 23º, segundo párrafo). Por otro lado, dentro del marco del
principio de Irrenunciabilidad de los derechos laborales consagrado en el artículo
26° inciso 2 de dicha Carta, según el cual todo acto jurídico que intente burlar
una norma laboral de orden público es nulo per se porque no se puede
válidamente pactar en contra de la Constitución, resulta importante dejar
establecido no es posible aceptar que el trabajador pierda derechos por su propia
voluntad.

SETIMO: Que, el presente caso el demandante manifiesta que aceptó su cambio


laboral desde TdP hacia TGSC el 01.09.01 ante el temor de ser despedido, pero
en la realidad siguió desempeñando las mismas actividades laborales en las
instalaciones de la empresa TdP. Al respecto se aprecia que la renuncia laboral
contenida en la carta de fs. 520 se materializó en un periodo próximo o coetáneo
a la fecha en la que TdP extinguió arbitrariamente el vínculo laboral que tenía
con otro trabajador identificado como Wilfredo Gerónimo Garcia, hecho que se
registró el 06 de agosto de 2001 por haberse opuesto –en su condición de
dirigente sindical- a que dicha empresa proceda a resolver los contratos de
trabajo de sus servidores e incorpore a los mismos en la empresa TGSC
conforme fluye de la lectura de los actuados concernientes al expediente judicial
N° 2001-00334 (fs. 14 a 26). Ello permite corroborar que la presentación de la
referida carta de renuncia tuvo como objetivo real evitar el riesgo de despido,
más no desligarse laboralmente de la empresa matriz y mucho menos aceptar un
desmedro en los derechos económicos colaterales que percibía hasta ese
entonces; situación que es factible de hacerse extensiva también a las
circunstancias que motivaron la carta de renuncia de fs. 105, aun cuando el
recurrente haya participado en un concurso que viabilizó su ascenso al cargo
superior de Jefe de Agencia, toda vez que con posterioridad a ese acto subsistió
la afectación económica por la no percepción de utilidades conforme a los
trabajadores de TdP. En ese contexto, se infiere que los precitados actos de
renuncia al vínculo laboral con las empresas TdP y TGSC tuvieron carácter
meramente formal y no obedecieron a una voluntad espontánea del trabajador
recurrente, careciendo por ende de eficacia jurídica, más aun si puede se puede
verificar otros indicadores que enervan la posibilidad de atribuir una eficacia real
a esos actos de renuncia, tales como el hecho que, según los sellos de recepción
que obran en las mencionadas cartas, las mismas fueron presentadas el 10 de
setiembre de 2001 y el 05 de mayo de 2003, respectivamente, es decir, en fechas
posteriores a los contratos de trabajo que se habrían generado como correlato a
esos actos [contratos de fechas 01 de setiembre de 2001 y 01 de mayo de 2003,
respectivamente], lo cual denota, incongruentemente, que antes de la
presentación de las renuncias escritas, es decir, sin desligarse de las anteriores
empresas, el actor ya había celebrado los respectivos contratos con las nuevas
empresas.

OCTAVO: Es preciso resaltar también que de la Tercera Cláusula Adicional del


contrato de fecha 01 de setiembre de 2001 celebrado entre el actor y TGSC (fs.
43 a 44), se aprecia que la citada empresa se obligaba a retornar al trabajador a
su anterior empleadora: TdP, en caso de quiebra o liquidación; asimismo, de la
Cláusula Adicional contenida en el contrato de fecha 01 de mayo de 2003
celebrado entre el actor y TCC (fs. 45 a 46), consta que en el supuesto de despido
sin causa justa del trabajador la empresa contratante se obligaba a reconocer al
actor el tiempo de servicio que prestó para sus anteriores empleadoras, es decir,
para TdP y TGSC. En ese contexto, dichas cláusulas ponen de manifiesto que las
empresas contratantes pretendieron aparentar que el accionante aun seguía ligado
laboralmente a su empleadora matriz, situación que coadyuvó lógicamente a
mediatizar su voluntad en torno a la aceptación de los nuevos contratos de trabajo
que viabilizaron su traslado formal a las empresas TGSC y TCC, más aun si en el
plano real, cuando se produjo su traslado desde TdP a TGSC -en el mes de
setiembre de 2001- no varió las características del ambiente físico en el que
desarrollaba su labor, pues siguió prestando servicios en su misma oficina
ubicado en la avenida El Sol N° 382 - Cuzco, conforme se ha afirmado en la
demanda y no ha sido rebatido por las empresas demandadas.

NOVENO: Por otro lado, no obstante advertirse de lo anterior que las empresas
demandadas propiciaron la sustitución sucesiva e indebida de la titularidad del
empleador en perjuicio del accionante, habiendo logrado que éste sea excluido de
la planilla de trabajadores de la co-demandada TdP, se aprecia también la
existencia de determinados indicios que conllevan a avizorar que en el terreno de
los hechos dicha empresa tenía una injerencia directa en la administración de las
co-demandadas TGSC y TCC, lo cual implica, a su vez, que tales personas
jurídicas no ostentaban la autonomía empresarial que se resalta en las
contestaciones presentadas en autos. En efecto, tenemos: i) que, las tres empresas
demandadas poseían un mismo domicilio fiscal ubicado en calle Schell N° 310,
Lima – Miraflores, según se desprende de los reportes de la SUNAT fs. 35 a 37 y
la parte introductoria de los contratos de trabajo de fs. 43-44 y 46-47, denotando
de esa forma la existencia de una sociedad de hecho conformada entre dichas
persona jurídicas; ii) que, las tres empresas demandadas contaban con los
mismos representantes legales, conforme se desprende de las planillas de
remuneraciones del actor correspondientes a los meses de julio de 1996 a
diciembre de 2002 expedidas por TdP (fs. 423 a 461), las cuales se encuentran
visadas por don Fredy Benites Calonge en calidad de Sub Gerente de dicha
empresa, persona que también ha actuado como apoderado de TGSC en el
contrato de fecha 01 de setiembre de 2001 (fs. 43 a 44) y, a su vez, ha suscrito las
planillas de remuneraciones del actor correspondientes a los meses de setiembre
de 2003 a diciembre de 2005 expedidas por TCC (fs. 466 a 479), actuando
también como apoderado de dicha empresa en los contratos del 01 de mayo de
2003 y 14 de diciembre de 2005 (fs. 45 a 47). Apreciándose la misma situación a
a partir de los reportes de fs. 38 a 42 en los que consta que don Renan Villegas
Pozo se desempeña como apoderado de dichas empresas y que doña Maria
Perales Bazalar tiene el cargo de Gerente de TdP y apoderada de TGSC y TCC;
iii) que, en las tres empresas demandadas se mantuvo la identificación del actor
bajo el mismo código de empleado, hecho que se corrobora mediante las planillas
de pago de los meses de agosto de 1998 a diciembre de 2012 en las que está
registrado el dato referente al número de carnet 000175048; iv) que, la co-
demandada TdP, pese a no figurar formalmente como empleador del accionante,
procedió a ejercer actos de subordinación laboral sobre éste, situación que se
vislumbra mediante los correos electrónicos a los que se refieren los impresos de
fs. 752 a 759, en los que consta que el 10 de mayo de 2013 a las 16:26:30 el
actor, en calidad de empleador de TCC, reportó a un funcionario de TdP (Victor
Ferradas Manucci, con correo victor.feerradas@telefónica.com) los problemas
que se había suscitado en su oficina a raíz de las lluvias y la posibilidad de que
las mismas puedan caer sobre los equipos informáticos; asimismo, que el 30 de
mayo de 2013 otro funcionario de TdP (Manuel Chero Pisfil, con correo
manuel.chero@telefónica.com) efectuó actos de direccionamiento en la labor del
demandante al requerirle la desactivación del usuario detallado en el Asunto del
correo de fs. 758.

DECIMO: Que, en ese contexto, los escenarios descritos anteriormente dan


cuenta de una realidad en la que el accionante no sólo fue compelido
indirectamente a dejar de pertenecer a la planilla de la empresa matriz en la que
inició su relación laboral, sino que esta empresa (TdP), pese a no estar registrada
como su empleadora desde mes de setiembre de 2001, siguió exteriorizando
respecto a dicho justiciable determinadas situaciones que se condicen con la
realización del elemento más importante del contrato de trabajo, esto es, la
subordinación. De ese modo se colige que las empresas demandadas han actuado
de modo fraudulento con la intención de eludir los derechos laborales del
accionante, por consiguiente, los traslados del accionante a las planillas de las
empresas TGSC y TCC, no pueden surtir efectos jurídicos en la medida que
contravienen el principio de irrenunciabilidad de derechos laborales; siendo así,
en afirmación del principio Protector o tuitivo que inspira al Derecho del
Trabajo, en particular de su principio operativo de la condición más beneficiosa
para el trabajador que se funda en el artículo 26° inciso 3 de nuestra
Constitución conforme a la interpretación del Tribunal Constitucional en cuanto
amplía el significado de esa norma más allá de su literalidad1, corresponde
reponer las cosas a su orden natural, es decir, la restitución del actor a la planilla
de trabajadores de su empleadora original, empresa TdP.

DECIMO PRIMERO: En lo que respecta al reintegro de las remuneraciones


que habría dejado de percibir el demandante a raíz de su traslado a las planillas
de TGSC y TCC, tenemos: [i] que, de los fundamentos fácticos incorporados a la
demanda, en especial, de los datos incorporados al cuadro de fs. 58, se desprende
que el demandante asume, en primer lugar, que de no haberse producido su
traslado a la planilla de TGSC su remuneración hubiera ascendido, en primer
lugar, a la cantidad de S/. 3 794.00 y no a S/. 2 746.00, por lo que se habría
generado una diferencia mensual de S/. 548.00 durante los primeros 20 meses
(setiembre de 2001 a abril de 2003); y en segundo lugar, considera que de no

1
Véase por ejemplo la STC N° 2532-2002-AA-TC (fundamento 2) y STC 2256-2003-AA-TC
(fundamento 2).
haberse producido su traslado a la planilla de TCC su remuneración hubiera
ascendido a la cantidad de S/. 7 300.00 y no a S/. 4 862.36, por lo que se habría
generado una diferencia mensual de S/. 2437.64 durante los 111 meses siguientes
(a partir de mayo de 2003); [ii] que, sin embargo, el accionante no ha esgrimido
fundamento alguno respecto al origen o existencia de los montos remunerativos
que le hubieran correspondido de no haberse producido su traslado a las planillas
de las empresas TGSC y TdP, mucho menos ha acreditado que durante el periodo
de permanencia en la empresa TGSC algún otro trabajador de su mismo rango
(Técnico II), haya percibido -en la empresa TdP- la remuneración que toma como
referencia (S/. 3 794.00), o que durante el periodo de permanencia en la empresa
TCC algún otro trabajador ubicado en el puesto de Jefe de Agencia de TdP, haya
percibido la remuneración aludida (S/. 7 300.00); [iii] que, por el contrario, a
través de las boletas de pago exhibidas por las empresas demandadas, se puede
verificar que en agosto de 2001, mes anterior a la fecha de traslado del
accionante a la planilla de TGSC, venía percibiendo una remuneración
ascendente a S/. 2 666.44, la cual fue incrementada durante su permanencia en
dicha empresa a las cantidades de S/. 2 712.00 desde setiembre de 2001 y S/. 2
900.00 desde diciembre de 2002; asimismo, que al asumir el cargo de Jefe de
Agencia -en mayo de 2003- su remuneración se incrementó a la suma de S/.
4000.00; desprendiéndose, por consiguiente, que no sufrió el perjuicio
remunerativo alegado en relación a esta pretensión; en consecuencia, corresponde
desestimar el presente petitorio. [iv] por otro lado, en lo que atañe al reintegro de
utilidades dejadas de percibir a partir de setiembre de 2001, atendiendo a la
conclusión arribada en el quinto considerando de esta resolución, se reafirma que
desde el pase laboral del actor a la empresa TGSC y luego a la empresa TCC, ha
sufrido un desmedro económico en cuanto a ese rubro, el mismo que debe ser
reembolsado al haberse determinado la ineficacia de dichos traslados, más aun si
el detrimento en dicho concepto resulta evidente si se tiene en cuenta la abismal
diferencia entre lo que percibió el actor cuando pertenecía a la planilla de TdP y
lo percibió cuando fue acogido por las planillas de TGSC y TCC, verificándose
de los datos registrados en las boletas de pago anexados por la parte emplazada
que, durante su estancia en TdP percibió anualmente las siguientes cantidades de
S/. 16 689.00 (abril de 1998), S/. 6488.00 (abril de 1999), S/. 7601.55 (abril de
2000) y S/. 7585.55 (abril de 2001), mientras que en TGSC y TCC percibió los
montos de S/. 235.43 (marzo de 2002), S/. 461.63 (marzo de 2003), S/. 1092.94
(abril de 2004) y S/. 1823.97 (marzo de 2005), entre otras cifras de similar
magnitud en los años posteriores.

DECIMO SEGUNDO: Que, advirtiéndose de los considerandos precedentes


que la demandada ha incumplido sendas disposiciones legales laborales, es que al
amparo de la Séptima Disposición Complementaria de la NLPT y resultando la
demandada vencida, se le condena al pago de costas y costos.

Exp. N° 04544-2017.

Defensas de forma:
DECIMO TERCERO: Excepciones de prescripción extintiva. Al respecto, se
tiene: i) que según el representante de la co-demandada TGSC, el actor laboró
para TdP desde el 01.03.88 hasta el 31.08.01, así como laboró posteriormente
para su representada desde el 01.09.01 al 30.04.03, sin embargo presentó su
demanda el 16.06.17, habiendo trascurrido 15 años 11 meses desde su cese en
TdP y 13 años 11 meses desde su cese en TGSC, por lo que a la fecha de la
interposición de la demanda han transcurrido más de 4 años, amparándose en lo
dispuesto por el artículo único de la Ley 27321; asimismo, aduce que el
demandante pretende la anulabilidad o nulidad de la carta de renuncia presentada
a su representada y del contrato de trabajo celebrado con la misma, pese a que se
han vencido los plazos prescriptorios contemplados en los incisos 1 y 4 del
artículo 2001° del Código Civil. Que, según el representante de la co-demandada
Globokas, el actor laboró para TdP desde el 01.03.88 hasta el 31.08.01, así como
laboró posteriormente TGSC desde el 01.09.01 al 30.04.03, sin embargo presentó
su demanda el 16.06.17, habiendo trascurrido 15 años 11 meses desde su cese en
TdP y 13 años 11 meses desde su cese en TGSC, por lo que a la fecha de la
interposición de la demanda han transcurrido más de 4 años, amparándose en lo
dispuesto por el artículo único de la Ley 27321; asimismo, aduce que el
demandante pretende la anulabilidad o nulidad de la carta de renuncia presentada
a su representada y del contrato de trabajo celebrado con la misma, pese a que se
han vencido los plazos prescriptorios contemplados en los incisos 1 y 4 del
artículo 2001° del Código Civil. Que según el representante de la co-demandada
TCC (actualmente Agencia de Cobros Kasnet S.A.C), el actor laboró para TdP
desde el 01.03.88 hasta el 31.08.01, así como laboró posteriormente para TGSC
desde el 01.09.01 al 30.04.03, sin embargo presentó su demanda el 16.06.17,
habiendo trascurrido 15 años 11 meses desde su cese en TdP y 13 años 11 meses
desde su cese en TGSC, por lo que a la fecha de la interposición de la demanda
han transcurrido más de 4 años, amparándose en lo dispuesto por el artículo
único de la Ley 27321; asimismo, aduce que el demandante pretende la
anulabilidad o nulidad de la carta de renuncia presentada a su representada y del
contrato de trabajo celebrado con la misma, pese a que se han vencido los plazos
prescriptorios contemplados en los incisos 1 y 4 del artículo 2001° del Código
Civil. Que según el representante de la co-demandada TdP, el actor laboró para
su representada desde el 01.03.88 hasta el 31.08.01, así como laboró
posteriormente para TGSC desde el 01.09.01 al 30.04.03, sin embargo presentó
su demanda el 16.06.17, habiendo trascurrido 15 años 11 meses desde su cese en
TdP y 13 años 11 meses desde su cese en TGSC, por lo que a la fecha de la
interposición de la demanda han transcurrido más de 4 años, amparándose en lo
dispuesto por el artículo único de la Ley 27321; asimismo, aduce que el
demandante pretende la anulabilidad o nulidad de la carta de renuncia presentada
a su representada y del contrato de trabajo celebrado con la misma, pese a que se
han vencido los plazos prescriptorios contemplados en los incisos 1 y 4 del
artículo 2001° del Código Civil; ii) al respecto debe tenerse en cuenta, en primer
lugar, que el petitorio de esta demanda tampoco comprende taxativamente las
pretensiones de nulidad o anulabilidad de los actos aludidos por las empresas
excepcionantes (carta de renuncia y contratos de trabajo), sino está dirigido
esencialmente a que se tenga como único empleador del actor a la empresa TdP
desde el 01.3.1988 al 05.05.2017, se ordene su reposición laboral en dicha
empresa así como el pago de los conceptos económicos descritos en la demanda,
previa determinación de un actuar fraudulento entre las empresas demandadas;
siendo así, resulta incongruente invocar los plazos de prescripción contemplados
en la acotada norma sustantiva civil; iii) que, en todo caso, debe enfatizarse que
el demandante postula la existencia de una continuidad laboral para su único
empleador real TdP durante los periodos contractuales a los que hacen alusión las
emplazadas, por lo que en virtud del artículo único de la Ley N° 27321 que
establece como parámetro para el cómputo del plazo de prescripción de 04 años
el día siguiente a la extinción del vínculo laboral, emerge que no se ha vencido
tal plazo ya que el cese laboral del recurrente se produjo el 05 de mayo de 2017 y
la presente demanda ha sido instaurada el 16 de junio de 2017. Siendo así, debe
desestimarse las excepciones sub materia.

DECIMO CUARTO: Excepción de Litispendencia. Al respecto se advierte


que si bien las empresas excepcionantes alegan que al encontrarse en curso dos
procesos que persiguen la misma finalidad, tales como el expediente N° 3794-
2012 y el expediente N° 4544-2017, corresponde que se ordene la conclusión del
segundo proceso, también es cierto que con posterioridad a la interposición del
presente medio de defensa el órgano jurisdiccional en el que donde se inició el
expediente N° 4544-2017, dictó la resolución número cinco de fecha 22.10.18
disponiendo la acumulación del mismo expediente con el otro expediente que se
toma como referencia (Exp. N° 3794-2012), habiendo quedando consentida dicha
resolución. Siendo así, habida cuenta que ambos procesos serán objeto de un
pronunciamiento conjunto por parte de esta judicatura en razón de la citada
acumulación, se colige que la finalidad inherente a dicha excepción se ha tornado
insubsistente, por lo que carece de objeto emitir decisión sobre el particular.

Cuestión de fondo:

Pretensión de desnaturalización de las tercerizaciones.

DECIMO QUINTO: El demandante alega que las empresas demandadas


forman parte de un grupo de empresas patológico para efectos laborales, las
cuales han celebrado sucesivamente tercerizaciones fraudulentas con la finalidad
de truncar sus derechos laborales, pese a que en la realidad ha existido una mera
provisional de personal, por lo que pretende que se declare la desnaturalización
de dichas tercerizaciones a efecto de que se tengan como su único empleador a la
empresa matriz: TdP. Al respecto es necesario destacar que al haberse evaluado
una de las pretensiones ventiladas a través del expediente que se encuentra
acumulado a este proceso, expediente N° 3794-2012, se ha determinado la
pertinencia de restituir al demandante a la planilla de trabajadores de la citada
empresa matriz, habiéndose definido de ese modo que dicho justiciable tiene
derecho a conservar su vinculo laboral directo con la empresa TdP incluso con
posterioridad al 31 de agosto de 2001 [Cfr. considerandos sétimo a décimo].
Siendo así, y teniendo en cuenta que la finalidad de la pretensión materia de este
acápite coincide con la conclusión antedicha, se colige que resulta inoficioso
ingresar al análisis y dilucidación de dicha pretensión.

DECIMO SEXTO: Sin perjuicio de lo anterior, es preciso advertir que la


información obtenida a través de las situaciones fácticas analizadas en los
considerandos octavo a décimo de esta resolución, refleja -además- la
materialización de determinados comportamientos atribuibles a la empresa TdP
que no se condicen con la existencia de un contexto jurídico en el que dicha
entidad matriz haya tercerizado o externalizado realmente ciertas áreas o fases de
su actividad empresarial para ser asumidas por las empresas TGSC y TCC, pese
a que esa forma de descentralización productiva tiene por objeto que un tercero
se haga cargo de una parte integral del proceso productivo de una empresa y los
servicios prestados por empresas contratistas o sub contratistas, siempre que
asuman las tareas contratadas por su cuenta y riesgo, que cuenten con sus
propios recursos financieros, técnicos o materiales, y cuyos trabajadores estén
bajo su exclusiva subordinación2. En efecto, los actos de subordinación
reseñados líneas arriba ponen de manifiesto que si bien teóricamente el actor
estaba adscrito a la planilla de trabajadores de las empresas TGSC y TCC, la
empresa TdP continuaba ejerciendo el manejo o dominio de dicha relación
laboral a través del control de las funciones encomendadas al demandante, no
habiendo existido por ende una exclusiva subordinación por parte del empleador
formal, lo cual importa -a su vez- que en el plano práctico la externalización del
área empresarial a la que estaba asignado dicho justiciable (área de
Recaudación), carecía de un sustento objetivo, más aun si dichos actos de
subordinación se encuentran corroborados con los correos electrónicos remitidos
al demandante entre septiembre de 2002 a mayo de 2016 que registran diversas
disposiciones o directivas provenientes de distintos trabajadores de TdP (Anexo
1-LL), entre los que destacan, por ejemplo: a) el correo de fecha 23.10.2013, a
través del cual la trabajadora de TdP identificada como Susana Silvera Suarez
requiere al demandante que tome las medidas correctivas respecto a errores que
retrasan el proceso contable; b) el correo de fecha 03.06.2014, a través del cual el
trabajador de TdP identificado como Jaime Paredes Rivas requiere al demandante
generar cargo envio mensajería urbano express de comprobantes de pago; c) el
correo de fecha 06.10.2014, a través del cual el trabajador de TdP identificado
como Robins Arias Garrote requiere al demandante que empiece de inmediato la
generación de nuevos usuarios, precisándole que queda poco tiempo y estos
serían anulados. En ese sentido, estos hallazgos, que comprometen la validez de
las tercerizaciones cuestionadas por el actor, lejos de denotar meras acciones de
coordinación como aduce TdP al absolver la demanda, permiten confirmar la
existencia de fraude en las relaciones contractuales a las que ha estado sujeto
dicho trabajador hasta la fecha de su cese (05 de mayo de 2017), es decir, una
finalidad oculta tras el fraude en la sub contratación, representando ello un
supuesto de "instrumentalización" de la dignidad de los trabajadores (STC N°
2
Cas. Lab. N° 275-2012-La Libertad.
02111-2010-PC/TC), que contraviene el artículo 23° in fine de la Carta Suprema,
por lo que se refrenda que en la realidad mantuvo el estatus laboral de trabajador
de la citada empresa matriz incluso a la fecha de su cese, debiendo reconocerse
ese estatus.

Reposición laboral al cargo ordinario.

DECIMO SETIMO: Que, según el accionante el cargo de confianza de Jefe de


Agencia obedeció a una promoción dentro de la relación laboral con su única
empleadora TdP, por lo que el “retiro de la confianza” como causal subjetiva de
cese de la relación laboral exigía que el empleador disponga su retorno al cargo
ordinario inmediato anterior, es decir, el de Cajero en la categoría Técnico II, sin
embargo la demandada decidió resolver el contrato de trabajo argumentando el
retiro de confianza mediante carta notarial de fecha 05 de mayo de 2017, por lo
que dicha extinción revela la existencia de un despido fraudulento o, en su
defecto, un despido incausado. Por su parte, el representante de la co-demandada
TCC (actualmente Kasnet S.A.C), refiere que el demandante cuando ha
ingresado a su representada y hasta el término de su contrato laboral ha ostentado
un cargo de confianza (Jefe de Agencia), por ese hecho la pretensión de
reposición es improcedente. De otro lado, se aprecia que las co-demandadas
TGSC y TdP no han aportado contradictorio en relación a este petitorio. En ese
sentido, se desprende que no es materia de controversia: que el demandante
ocupó un cargo ordinario hasta abril de 2003 (Cajero); que desde mayo de 2003 a
mayo de 2017 ocupó un cargo de confianza (Jefe de Agencia) y que se dio por
extinguido el vínculo laboral en esa condición el 05 de mayo de 2017,
alegándose el retiro de confianza.

DECIMO OCTAVO: En torno al tema es importante traer a colación que en


reiterada jurisprudencia, el Tribunal Constitucional ha establecido que el personal
que haya ingresado a laborar en un puesto normal o convencional pero que, por
motivos de ascenso profesional, accedió a un cargo de confianza, sí tiene el
derecho a la reposición; así lo señala, por ejemplo, el criterio que contiene la
sentencia recaída en el Exp. N° 03501-2006-AA/TC, a saber: “19. De forma que
si el trabajador realizó con anterioridad labores comunes y luego es
promocionado, luego al retirársele la confianza depositada, retornaría a realizar
las labores anteriores y no perder el empleo, salvo que se determine que cometió
una falta grave que implique su separación de la institución. En el mismo
sentido, a través de la sentencia correspondiente al Exp. N° 08257-2006- PA/TC,
el TC sostiene: “… después de haber venido laborando [el trabajador] en un
cargo ordinario, hubiera variado su calidad a personal de confianza, en cuyo
caso, de producirse el retiro de la confianza, no corresponderá como
consecuencia la ruptura del vínculo laboral sino el retorno del trabajador al
puesto que había venido desempeñando anteriormente”. De igual modo, la
Segunda Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte
Suprema, en la Cas. Lab. N° 18450-2015 Lima, estableció el siguiente criterio
jurisprudencial: “3.10 […] / b) Por el contrario si se tratara de un trabajador
cuya «relación laboral sea mixta», es decir que habiendo accedido a un puesto
de trabajo para realizar funciones comunes u ordinarias, haya sido promovido
por el empleador a la condición de trabajador de confianza, en cuyo caso si se
le despide por el retiro de la confianza si cabría no solo la reposición al puesto
de trabajador ordinario, o la indemnización por el despido arbitrario, pues el
retiro de la confianza debiera tener como lógica consecuencia que regrese a su
cargo «común» de origen y no a que pierda el trabajo.”

DECIMO NOVENO: Que, en el presente caso ha quedado esclarecido por esta


judicatura que el accionante, durante todo su récord laboral transcurrido desde
01.03.88 al 05.05.17, ha estado sujeto continua y realmente a un único
empleador: TdP, habiéndose reconocido ese estatus laboral. En ese sentido, si
bien durante el periodo de mayo de 2003 a mayo de 2017, mantuvo la condición
de trabajador de confianza al haberse desempeñado como Jefe de Agencia,
adscrito formalmente a la planilla de la empresa TCC (actualmente Kasnet SAC),
también es verdad que en forma previa a dicho periodo estuvo asignado a la
realización de labores ordinarias o comunes a través del cargo de Cajero (puesto
que desempeñó bajo la planilla de TdP y TGSC); siendo así, la producción del
retiro de la confianza a que alude la empresa TCC, no podría haber dado origen a
la ruptura del vínculo laboral sino el retorno del trabajador al puesto ordinario
que había ocupado anteriormente, pues de lo contrario se estaría despidiendo a un
trabajador que adquirió estabilidad desempeñándose como un trabajador
ordinario, sin expresión de una causa objetiva relacionada con su capacidad o
conducta conforme lo ha establecido el TC en el glosado Exp. N° 08257-2006-
PA/TC (Cfr. fundamentos 9 y 11). Bajo ese contexto, no habiéndose se ha
acreditado en este caso la existencia de causa justa de despido relacionada con la
conducta o capacidad laboral del actor conforme establece el artículo 22° de la
LPCL, se desprende que la ruptura del vínculo laboral sustentada en el retiro de
la confianza, no constituye justificación válida para desvirtuar la arbitrariedad del
cese laboral impugnado el mismo que constituye un despido incausado y como
tal lesiona el derecho al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario
amparados por los artículos 22° y 27° de la Constitución, frente a lo cual procede
la reposición laboral demandada como finalidad eminentemente restitutoria de la
pretensión de autos.

VIGESIMO: Cabe precisar que si bien el accionante invoca la existencia de un


despido fraudulento, también es verdad que no ha acreditado que su cese laboral
haya devenido de alguno de los supuestos que comprende dicho tipo de despido
según la definición acuñada por el TC, esto es: a) cuando se le imputa al
trabajador hechos notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios, b) cuando se
le atribuye una falta no prevista legalmente, vulnerando el principio de tipicidad,
c) cuando se produce la extinción de la relación laboral con vicio de la voluntad
y d) mediante la fabricación de pruebas3. No obstante, apreciándose que su
petitorio incluye la pretensión subordinada de reposición por despido incausado,
el mismo que sí se ha materializado en el presente caso, corresponde amparar
3
Exp. N.° 00976-2001-AA/TC, fundamento 15.
este extremo de la demanda, ordenándose que se readmita al accionante como
trabajador a plazo indeterminado de TdP con en el cargo de Cajero categoría
Técnico II, respetándose la condiciones remunerativas inherentes a dicho puesto
laboral.

Indemnización por daños y perjuicios.

VIGESIMO PRIMERO: El accionante asocia la pretensión de indemnización


por daño patrimonial (lucro cesante), a las remuneraciones y demás beneficios
dejados de percibir desde la fecha de despido hasta la fecha real y efectiva de su
reincorporación, al sufrimiento y angustia generado por el acto de despido. Al
respecto, tratándose de una pretensión indemnizatoria y como quiera que en el
Derecho del Trabajo no cuenta con regulación específica sobre Responsabilidad
Civil, existiendo sólo referencias a algunas materias propias del desarrollo o
extinción de la relación laboral, es necesario recurrir a las normas contenidas en
el Código Civil en la medida que no sean incompatibles con los principios del
ámbito laboral, pues el artículo IX del Título Preliminar de dicho cuerpo
normativo establece que sus disposiciones se aplican supletoriamente a las
relaciones y situaciones jurídicas reguladas por otras leyes, siempre que no sean
incompatibles con su naturaleza; por lo que, en principio, fluyendo de este caso
que la responsabilidad atribuida a la emplazada es de tipo contractual, llamada
también “Responsabilidad Civil Obligacional”, dado que ésta se encuentra
referida al aspecto fundamental de indemnizar los daños ocasionados en la vida
de relación de los particulares como consecuencia del incumplimiento de una
obligación voluntaria (principalmente contractual), y de faltamiento al deber
específico denominado “relación jurídica obligacional”, pues, se toma en cuenta
que la vinculación entre las partes litigantes nace de una relación laboral
formalizada a través de un contrato de trabajo, en virtud del cual el trabajador
pone su fuerza de trabajo a la disposición del empleador, quién determina sólo
los derechos y deberes de las partes en sus aspectos generales y típicos, debido a
que su ejecución se sujeta además, a las disposiciones emanadas por normas
legales, y que en el momento en que el empleador empieza a hacer uso de esta
fuerza, es decir, en el instante en que el contrato comienza a ejecutarse, todas las
fases del cumplimiento mutuo se rigen por las dichas normas imperativas y por
ende éstas resultan de obligatorio e ineludible cumplimiento; y teniendo en
cuenta que según previene el artículo 1321° del Código Civil, “Queda sujeto a la
indemnización de daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligaciones por dolo,
culpa inexcusable o culpa leve./ El resarcimiento por la inejecución de la
obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, comprende tanto
el daño emergente como el lucro cesante, en cuanto sean consecuencia
inmediata y directa de tal inejecución…”, corresponde realizar en primer término
el análisis de antijuricidad o de ilicitud del supuesto hecho generador del daño,
para seguidamente verificar la existencia del daño, determinar la calidad del daño
sufrido y el quantum o valor de éste. Finalmente, establecido el hecho
antijurídico generador del daño y la existencia del mismo, se debe realizar el
examen del factor de atribución y del nexo causal o de relación de causalidad.
VIGESIMO SEGUNDO: Que, iniciando el examen de la controversia según los
lineamientos enunciados ut supra, corresponde decir que la antijuricidad del
hecho o conducta atribuida al contratante se configura cuando tal hecho o
conducta contraviene una norma prohibitiva y/o cuando viola el sistema jurídico
en su totalidad, afectando los valores o principios sobre los cuáles éste ha sido
construido; debiendo precisarse que en el ámbito de la responsabilidad
contractual únicamente se acepta la llamada antijuricidad típica, que es aquella
conducta que causa daño al acreedor como consecuencia inmediata y directa de
cuatro supuestos específicos: (a) incumplimiento total de una obligación; (b)
cumplimiento parcial; (c) cumplimiento defectuoso; (d) cumplimiento tardío o
moroso; constituyendo los tres primeros casos incumplimientos absolutos,
mientras que el último, un incumplimiento relativo. En el presente caso, lo
concluido en el décimo noveno considerando, revela que la parte emplazada
transgredió el artículo 23° de la Constitución Política del Estado, que consagra:
“Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos
constitucionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del trabajador”, y en el
plano infraconstitucional, el artículo 31° de la LPCL. Ello conlleva a sostener
que la demandada inejecutó su obligación predeterminada constitucionalmente en
su relación jurídica con el demandante, por lo que la antijuricidad -que en este
caso coincide con la ilicitud- resulta incuestionable al vulnerar normas de orden
público que debieron ser respetadas en su integridad al ser de estricto
cumplimiento, configurando la conducta típica establecida en el artículo 1321°
del Código Civil.

VIGESIMO TERCERO: Respecto a la existencia del daño, debe partirse de la


definición básica del daño como todo menoscabo a los intereses de los individuos
en su vida de relación social, que el derecho ha considerado merecedores de
tutela legal. En este caso se aprecia que, en cuanto al daño patrimonial,
específicamente a lucro cesante, que corresponde al legítimo enriquecimiento
que se frustró (artículo 1321° del Código Civil), el demandante señala que a raíz
del despido se vio privado de sus remuneraciones y demás beneficios sociales
que le correspondían como trabajador de la emplazada, situación que se ha
concretado en efecto toda vez que la parte emplazada no acredita haber pagado
contraprestación económica alguna a favor del recurrente durante el periodo del
cese.

VIGESIMO CUARTO: Que en cuanto a la relación de causalidad, habiéndose


establecido la conducta dañosa y la existencia y naturaleza del daño aludido, cabe
analizar el nexo causal entre uno y otro, pues, si no existe una relación jurídica de
causa - efecto entre la conducta típica y atípica y el daño producido a la víctima,
no habrá responsabilidad de ninguna clase. Respecto a este elemento, nuestro
Código Civil, ha optado por la teoría de la causalidad adecuada, aquella
condición (hecho o conducta), que resulte normal y generalmente idónea para la
producción del daño, esto es, si esa causa era por sí misma capaz de ocasionar
ese daño. Por ello, se ha dicho que la finalidad de la causa es doble, imputar al
responsable del hecho ilícito y establecer la entidad de las consecuencias. En el
presente caso, el nexo de causalidad entre la conducta antijurídica imputada a la
demandada y el daño producido, resulta ser evidente ya que el hecho de haberse
impedido al demandante ejercer sus labores en el cargo ordinario primigenio sin
respetarse las formalidades esenciales del procedimiento de despido, le ocasionó
el daño especificado en autos, al quedarse sin trabajo, lo que constituye la razón
inmediata de tal daño, pues dicha afectación no se hubiera presentado sino se
hubiera producido el acto arbitrario por parte de su empleadora.

VIGESIMO QUINTO: Que, respecto al factor de atribución, debe tenerse en


cuenta que el actor atribuye a la demandada una responsabilidad de tipo
contractual y según el artículo 1319° del Código Civil, incurre en culpa
inexcusable quien por negligencia grave no ejecuta la obligación. En el caso de
autos, se puede determinar que la emplazada actuó con culpa inexcusable en
tanto que, aun conociendo las obligaciones provenientes del contrato de trabajo,
una de las cuales atañe a la necesidad de observar los procedimientos
establecidos por ley para la desvinculación laboral, derecho reconocido
constitucionalmente y cuyo conocimiento se presume “iure et de iure”, procedió
al cese arbitrario de dicha trabajadora. Cabe hace presente que si bien, por
mandato del artículo 1330º del glosado Código, la prueba del dolo o culpa
inexcusable corresponde al perjudicado con la inejecución, también lo cierto que
conforme a la dinámica probatoria, al sustentarse la pretensión en una conducta
omisiva, esto es, en un incumplimiento (inobservancia de disposiciones
constitucionales y legales), no se puede exigir a quien la imputa, probarla, sino,
más bien, a la persona a quien se le atribuye, a quien se traslada la carga de
probar que cumplió con su respectiva obligación, probanza que no ha sido
cumplida por la emplazada.

VIGESIMO SEXTO: Cuantificación del daño patrimonial. En ese contexto,


en cuanto al lucro cesante, si bien se ha establecido que es la pérdida de una
ganancia legítima o de una utilidad económica por parte de la víctima o sus
familiares como consecuencia del daño, la cual no se habría producido si el
evento dañoso no se hubiera verificado, y como tal debe emerger
primordialmente del cálculo de las remuneraciones y demás beneficios laborales
que ha dejado de percibir -en este caso- el accionante, vía valoración de la
capacidad adquisitiva que tenía al momento del cese (derivada de su
remuneración y demás beneficios sociales que le correspondían percibir), así
como el tiempo en que estuvo privado de tales ingresos, también es cierto que la
regulación del cuantum indemnizatorio derivado de tal rubro no se puede
identificar a plenitud con lo que efectivamente hubiera percibido estando en
actividad, sino que tales ingresos sólo deben considerarse como punto de
referencia, pues se trata de una indemnización y no de un pago de
remuneraciones, las cuales suponen la realización de una prestación laboral
efectiva, que no aconteció en este caso. Así lo ha esclarecido la Corte Suprema
de Justicia al señalar en la Casación N° 2677-2012-Lima: "... (ii) que el pago del
lucro cesante no puede asimilarse a las remuneraciones no canceladas, pues ello
constituiría enriquecimiento indebido y pago por labor no efectuada; (iii) que
siendo ello así es posible acudir a lo dispuesto en el artículo 1332 del Código
Civil (dispositivo que ha sido expresamente ignorado por la Sala Superior),
norma que expresamente refiere que si el resarcimiento del daño no pudiera ser
probado en su monto, el juez deberá fijarlo con valoración equitativa..."
(Fundamento Décimo). i) que, el cese laboral del accionante, imputable a la parte
emplazada, se produjo el 05 de mayo de 2017, habiendo permanecido
desvinculado de su real empleadora incluso hasta la fecha de la audiencia de
juzgamiento, sin embargo, atendiendo a que el trabajador no ha procurado su
reposición provisional vía mandato cautelar ante el órgano jurisdiccional, se
asume que el daño no ha perdurado en el tiempo más allá de los doce meses, ello
en aplicación analógica de la ratio legis que emerge del artículo 38° de la LPCL;
ii) que, según se aprecia de las boletas de pago anexadas en autos, la
remuneración mensual que correspondía al cargo ordinario en el que debió seguir
prestando servicios el actor, incluyendo los incrementos dejados de percibir
según lo definido ut supra, ascendió a S/. 3 120.00 ; iii) que si bien en autos no
existe prueba de que el demandante haya desempeñado algún empleo con
posterioridad a la referida desvinculación laboral, también es cierto que por su
edad cronológica a la fecha del cese (48 años), estaba en la posibilidad de
procurar la realización de actividades económicas para afrontar sus necesidades
elementales, por ende, en la cuantificación del monto indemnizatorio debe
sustraerse de la remuneración mensual del actor el equivalente la remuneración
mínima vital. Estando a los aspectos reseñados, el juzgador considera razonable y
prudencial cuantificar esta clase de daño teniendo como base aproximada el
promedio del 60% del referente antedicho, fijándose la indemnización en la suma
de S/. 30 000.00.

Reintegro de remuneraciones, beneficios sociales colaterales y beneficios


extralegales (bonificación vacacional, bonificación gratificación extraordinaria,
y bonificación por cierre de pliego).

VIGESIMO SETIMO: En relación a estas pretensiones el accionante alega que


la empresa TdP incrementa el haber básico de todos sus trabajadores mediante la
celebración de convenios colectivos, los mismos que en aplicación al caso
concreto permitirían incrementar el haber básico de manera permanente así como
el reconocimiento de condiciones de trabajo y beneficios laborales que no los ha
percibido por haber estado registrado como trabajador de las empresas TGSC y
TCC, en consecuencia, correspondería los incrementos salariales conferidos por
los convenios colectivos de fechas 07 de diciembre de 2000, agosto de 2004,
mayo de 2005, 20 de diciembre de 2007, 25 de noviembre de 2009, 19 de julio de
2013, 10 de abril de 2014 y por los convenios colectivos del año 2015 y
siguientes. Por su parte, la empresa TdP contradice dicha pretensión aduciendo,
en síntesis, que los convenios colectivos cuya aplicación se solicita limita su
ámbito de aplicación a los trabajadores afiliados a la Federación de Trabajadores
del Sector Telecomunicaciones del Perú (FRETATEL) y al Sindicato Unitario de
Trabajadores de Telefónica del Perú (SUTT), por lo que al no haber acreditado
que estuvo afiliado a los mismos durante el periodo materia de reclamo, no se
encuentra dentro del ámbito de aplicación de ninguno de ellos; asimismo, alega
que al ser el actor un trabajador de confianza, resulta evidente que no podría
encontrarse bajo los alcances de los convenios colectivos suscritos por dicha
entidad.

VIGESIMO OCTAVO: Al respecto es necesario precisar, en primer lugar, que


el periodo materia de reclamo abarca desde setiembre de 2001 a mayo de 2017;
en segundo lugar, que durante ese periodo el accionante se desempeñó como
trabajador ordinario desde setiembre de 2001 a abril de 2003 y como trabajador
de confianza desde mayo de 2003 hasta mayo de 2017. En base a esta
delimitación es oportuno recordar que conforme a lo dispuesto por el artículo 42°
del TUO de la Ley de Negociaciones Colectivas, aprobado por Decreto Supremo
N° 010-2003-TR [en adelante LRCT], la convención colectiva de trabajo tiene
fuerza vinculante para las partes que la adoptaron. Obliga a éstas, a las
personas en cuyo nombre se celebró y a quienes les sea aplicable, así como a los
trabajadores que se incorporen con posterioridad a las empresas comprendidas
en la misma, con excepción de quienes ocupan puestos de dirección o
desempeñan cargos de confianza. Siendo así, habiéndose verificado que el
accionante estuvo a cargo de un puesto de confianza durante el periodo de mayo
de 2003 hasta mayo de 2017, se colige que se encontraba excluido del goce de
las condiciones de trabajo y beneficios laborales que pudieran haberse
incorporado vía negociación colectiva a favor de los trabajadores ordinarios de
TdP durante el periodo en mención. En consecuencia, no corresponde liquidar
reintegros dinerarios provenientes de los incrementos remunerativos establecidos
vía los convenios colectivos que rigieron en ese lapso de tiempo, debiendo
descartarse, asimismo, por el principio de accesoriedad, el reintegro de los
beneficios colaterales sobre los que haya incidido dichos incrementos. En el
mismo sentido, teniendo en cuenta que el reintegro peticionado incluye los
conceptos laborales extralegales denominados bonificación vacacional,
bonificación gratificación extraordinaria y bonificación por cierre de pliego, los
cuales tendrían sustento en convenios colectivos celebrados a partir del año 2005,
esto es, dentro del periodo asociado a un cargo de confianza, tampoco
corresponde estimar este extremo de la demanda.

VIGESIMO NOVENO: En lo que atañe a la etapa inicial transcurrida desde


setiembre de 2001 a abril de 2003, debe tenerse en cuenta que nuestra
legislación laboral ha consagrado el régimen de pluralidad sindical, es decir, se
permite la coexistencia de varios sindicatos en una misma empresa (u otro
sistema de relaciones laborales), pues se entiende que el derecho de libertad
sindical que asiste a todos los trabajadores implica poder crear tantas
organizaciones con intereses pretendan defender. Empero, es importante precisar
que también se ha establecido el "sistema de mayor representación" para iniciar
la negociación colectiva, según el cual se otorga al sindicato que afilie a la
mayoría absoluta de los trabajadores dentro de su ámbito, la representación de la
totalidad de los trabajadores, incluso de los trabajadores no sindicalizados; o la
representación al conjunto de sindicatos que sumado afilien a más de la mitad de
los trabajadores. Así, la LRCT y su Reglamento, establecen que el sindicato más
representativo, es decir, aquél que afilie a la mayoría absoluta de trabajadores de
un ámbito determinado, ejerce la representación de éstos y de todos los
trabajadores de dicho ámbito (afiliados o no afiliados); en cambio, el sindicato
que no cuente con dicha mayoría solo asume la representación de sus afiliados.
En efecto, de los artículos 9º y 42° de la LRCT4, se desprende que los acuerdos o
laudos de los sindicatos minoritarios únicamente comprometen y benefician a sus
afiliados. Así lo ha refrendado, incluso, la Corte Suprema de la República
mediante reiterados pronunciamientos, en los que destaca que “… cuando el
convenio colectivo ha sido celebrado por una organización sindical de
representación limitada, la misma que no goza de la representatividad de la
mayoría de los trabajadores no puede extenderse los efectos del convenio
colectivo de este sindicato a los no afiliados del mismo, pues, permitirlo
desalentaría la afiliación en tanto los trabajadores preferirían no afiliarse a una
organización sindical, pues de igual modo gozarían de los beneficios pactados
en los convenios colectivos que celebre dicho sindicato.” (Casación Nº 12885-
2014-Callao), y en similares términos vía la casación N° 1315-2016, Lima, así
como a través de las casaciones vinculantes Ns° 12901-2014-Callao y 4255-
2017-Lima; siendo que en esta última casación el Tribunal Supremo fija como
principio jurisprudencial de obligatoria observancia, el siguiente: “Las
convenciones colectivas celebradas por sindicatos que no afilien a la mayoría de
los trabajadores comprendidos en su ámbito, no pueden extender sus efectos a
aquellos trabajadores que no integren dichos organismos gremiales, incluso ante
la inexistencia de un sindicato mayoritario que asuma la representación de la
totalidad de los trabajadores. / En consecuencia tratándose de sindicatos
minoritarios, el acuerdo que celebra la organización sindical con el empleador
únicamente alcanza a sus afiliados, pudiendo además las partes celebrantes
establecerlo así en el convenio colectivo a través de una cláusula delimitadora.”
TRIGESIMO: Que, teniendo en cuenta los convenios colectivos listados por el
accionante en su escrito de demanda se advierte que, en relación al periodo
inicial (septiembre de 2003 a abril de 2004), estuvo vigente únicamente el
convenio colectivo de fecha 07 de diciembre de 2000 (fs. 830 a 832), en el que se
acordó el establecimiento de incrementos sobre las remuneraciones mensuales de
los trabajadores de TdP, los cuales debían cumplirse a partir del 01 de diciembre
de 2002, 01 de diciembre de 2001 y 01 de diciembre de 2003 según los montos y
categorías detalladas en la cláusula primera de dicho documento, por lo que el
análisis concerniente al referido periodo, debe ceñirse a verificar si el precitado
convenio resulta aplicable o no al demandante. Al respecto, si bien la defensa de

4
"Artículo 9.- En materia de negociación colectiva, el sindicato que afilie a la mayoría absoluta de los trabajadores comprendidos
dentro de su ámbito asume la representación de la totalidad de los mismos, aunque no se encuentren afiliados.
De existir varios sindicatos dentro de un mismo ámbito, podrán ejercer conjuntamente la representación de la totalidad
de los trabajadores los sindicatos que afilien en conjunto a más de la mitad de ellos"

"Artículo 42.- La convención colectiva de trabajo tiene fuerza vinculante para las partes que la adoptaron. Obliga a éstas, a las
personas en cuyo nombre se celebró y a quienes les sea aplicable, así como a los trabajadores que se incorporen con posterioridad
a las empresas comprendidas en la misma, con excepción de quienes ocupan puestos de dirección o desempeñan cargos de
confianza."
la empresa TdP considera, en términos generales, que los convenios colectivos
invocados en la demanda no pueden hacerse extensivos al actor por cuanto
fueron celebrados por un gremio sindical minoritario, y que por dicha razón sólo
podían beneficiar a los trabajadores afiliados a dicho gremio [fundamento
4.2.10, tercer párrafo, del escrito de contestación], también es cierto que dicho
alegato engloba, específicamente, a los convenios colectivos celebrados por la
Federación de Trabajadores del Sector Telecomunicaciones del Perú
(FRETATEL). En ese sentido, es pertinente enfatizar que en el referido convenio
colectivo de fecha 07 de diciembre de 2000, intervino en representación de los
trabajadores no solo la FRETATEL sino también el Sindicato Unitario de
Trabajadores de Telefónica del Perú (SUTTP), el cual no ha sido tildado con la
calificación de sindicato minoritario, mucho menos se ha acreditado esa
situación, presumiéndose por consiguiente que tal sindicato concentraba en ese
entonces a la mayoría de los trabajadores dentro de su ámbito. Así las cosas,
estamos ante acuerdos contenidos en un convenio colectivo promovido por un
sindicato con representación mayoritaria, los cuales, en virtud del principio de
igualdad, resultan aplicables incluso a los trabajadores no afiliados, como en este
caso, más aun si, por un lado, del tenor de dicho convenio no se aprecia la
existencia de restricciones direccionadas a beneficiar únicamente a los afiliados a
dicho ente gremial; y, por otro lado, debe tenerse en cuenta que antes de
pertenecer a la planilla de la empresa TGSC el actor sí formaba parte del gremio
sindical de TdP, hecho que se deduce a partir de los descuentos por cuota sindical
que figuran en sus boletas de pago, y la supresión de dichos descuentos coincidió
precisamente con su trasvase a TGSC, lo cual denota un fuerte indicio de que
dicho trasvase trajo consigo, automáticamente, su desafiliación sindical.

TRIGESIMO PRIMERO: En ese contexto, apreciándose que el traslado del


actor a la planilla de TGSC conllevó paralelamente a que no se materialice a su
favor los incrementos remunerativos dispuestos en la clausula primera del
glosado convenio, corresponde que se le reembolse las cantidades dejadas de
percibir en lo que atañen a su categoría de Técnico II, específicamente, los
incrementos en el orden de S/. 110.00 desde diciembre de 2001 y S/. 110.00
adicionales desde diciembre de 2002 hasta abril de 2003. Asimismo, por
incidencia de los incrementos remunerativos no percibidos, corresponde el
reintegro de los beneficios sociales consistentes en la compensación por tiempo
de servicio en virtud de lo establecido en los artículos 9°, 18° y 21° del Decreto
Supremo Nº 001-97-TR, y las gratificaciones de fiestas patrias y navidad al
amparo de lo estipulado por la Ley Nº 27735; precisándose que no corresponde
liquidar reintegro por concepto de vacaciones respecto a dicho periodo por
cuanto el actor reclama dicho rubro por habérsele abonado con una remuneración
vacacional diminuta (no se incluyó los referidos incrementos), es decir, se refiere
a los periodos en los que gozó del descanso físico pero se le abonó una
remuneración diminuta; siendo así, advirtiéndose que al liquidarse el reintegro de
remuneraciones, se está incluyendo los meses vacacionales, resulta impertinente
reiterar el cálculo de adeudos por dicho concepto. De ese modo se obtiene un
adeudo total por reintegro de remuneraciones y beneficios sociales, ascendente a
S/. 3 252.64 conforme a los siguientes cuadros (cuadros 1, 2 y 3):

PERIODO IMPORTE A REINTEGRAR


CARGO Total
DESDE HASTA Total Meses Importe Mensual Reintegro
Remunerac.

01/12/2001 30/11/2002 Técnico II 12.00 110.00 1,320.00

01/12/2002 30/04/2003 Técnico II 5.00 220.00 1,100.00

TOTAL REINTEGRO REMUNERACIONES 2,420.00

Bon. Extraord. SALDO A PAGAR


GRATIF. AÑO IMPORTE
Ley Nº 29351 GRATIFICACIONES
F. Navidad 2001 110.00 110.00
F. Patrias 2002 110.00 110.00
F. Navidad 2002 220.00 220.00
F. Patrias 2003 146.67 146.67
TOTAL CÁLCULO DE GRATIFICACIONES 586.67

PERIODOS Tiempo Remuneración Computable Total CTS


Del Al Computable Reintegro 1/6 gratificac. Total por Pagar
01/12/2001 30/04/2002 5.00 110.00 18.33 128.33 53.47
01/05/2002 31/10/2002 6.00 110.00 18.33 128.33 64.17
01/11/2002 30/04/2003 6.00 220.00 36.67 256.67 128.33
TOTAL CTS 245.97

Reintegro de asignación de movilidad, refrigerio e incremento SNP 3%

TRIGESIMO SEGUNDO: En cuanto al reintegro de asignación por movilidad


el recurrente aduce que se trata de un concepto remunerativo incorporado por
convenio colectivo que lo venía percibiendo hasta abril de 2003 y fue suprimido
indebidamente a partir de mayo de 2003, sin embargo, no repara en que,
precisamente, desde la precitada fecha se desempeñó como trabajador de
confianza, razón por la cual ya no estaba dentro del ámbito de aplicación de los
convenios colectivos; siendo así, no corresponde reintegro alguno sobre el
particular. En lo que atañe al concepto denominado refrigerio sostiene que dicha
condición remunerativa nunca le fue pagada pese a que había sido incorporada a
través del convenio colectivo de fecha 14 de junio de 1996, siendo así,
advirtiéndose que dicho beneficio no deriva directamente de un mandato
constitucional o legal, el actor se encontraba en la obligación de acreditar la
existencia de la fuente que da origen a tal derecho acorde a la carga probatoria
impuesta en el inciso a) del artículo 23. 3 de la NLPT, sin embargo, no ha
cumplido con obligación, por lo que este extremo deviene en infundado. Por
último, en cuanto al incremento SNP 3%, si bien el actor refiere que dicho
incremento lo venía percibiendo en la cantidad mensual de S/. 47.84 hasta
agosto de 2001, pero a partir de setiembre de 2001, con su incorporación a la
planilla de TGSC, dicho concepto se le retiró arbitrariamente, también es cierto
que, conforme ha contestado la parte demandada, de la confrontación de las
boletas de pago de los meses agosto y setiembre de 2001 se verifica que en el
primer mes sus ingresos estaban integrados por: Sueldo Básico ascendente a S/.
2 604.16 e Incremento SNP 3.3% ascendente a S/. 47.84, mientras que en el
siguiente mes se suprimió el rubro denominado Incremento SNP pero el
concepto sueldo básico se incrementó a la cantidad S/. 2652.00, la cual resulta
de sumar el sueldo básico de S/. 2 604.16 más el incremento SNP de S/. 47.84; y
en los meses subsiguientes su sueldo básico fue siempre superior a la cantidad
S/. 2 604.16; siendo así, se corrobora la aseveración de la emplazada respecto a
que el incremento SNP fue integrado y pagado dentro del sueldo básico del actor
a partir de setiembre de 2001, por tanto, se colige que el reintegro sub materia
carece de sustento, debiendo ser desestimado.

Reintegro de utilidades.

TRIGESIMO TERCERO: Habiendo quedado establecido en el punto [iv] del


considerando décimo primero de esta resolución que el demandante ha sufrido
un detrimento económico manifiesto en cuanto al rubro sub materia a raíz de su
trasvase irregular a las planillas de TGSC y TCC, pues las utilidades percibidas
durante ese periodo fueron diminutas frente a las utilidades distribuidas por TdP
a favor de los trabajadores que estaban registrados en su planilla, debe
procederse a la cuantificación del reintegro de dicho beneficio según las pautas
contempladas en el Decreto Legislativo N° 892 y en la Casación N° 20305-
2016-Lima, conforme a las boletas de pago del demandante y las declaraciones
juradas aportadas por las empresas demandadas, a la información remitida por la
SUNAT a través del oficio de fs. 771 y a los datos respectivos contenidos en las
liquidaciones emitidas por TdP respecto a otro trabajador de dicha empresa (fs.
509 a 523). En ese sentido, se obtiene un adeudo ascendente a S/. 358 988.17
según el cuadro siguiente:
DIAS
LABORAD IMPORTE
OS POR POR DIAS
50% UT. DIAS DIAS TRABAJADOS TRABAJAD TRABAJAD
PERI RENTA NETA PORCENTAJE TRABAJADOS TOTAL OR OS
ODO IMPONIBLE UTLIDAD 10% TOTAL REINTE
REMUN. IMPORTE CALCULO MENOS GRO DE
50% UT. FACTOR POR POR DE UTILIDAD UTILIDA
REMUN. REMUN. PAGADAS DIAS/RE TRABAJAD REMUNER UTILIDAD ES DES A
PAGADAS TOTAL M. OR AC. ES PAGADAS PAGAR
1,309.91
17,529,040.45 950109 18.45 71
2001 350,580,809.00 35,058,080.90 821.96 2,131.88 629.44 1,502.44
17,529,040.45 284,584,293.35 0.06 13,344.60
9,439.84
33,121,727.45 807005 41.04 230
2002 662,434,549.00 66,243,454.90 14,752.02 461.63 14,290.39
5,312.18
33,121,727.45 255,724,428.09 0.13 41014
10,169.48
34,482,355.50 779877 44.22 230
2003 689,647,110.00 68,964,711.00 16,992.38 1,092.94 15,899.44
6,822.90
34,482,355.50 264,016,543.27 0.13 52240
20,869.32
67,937,067.30 748732 90.74 230
2004 1,358,741,346.00 135,874,134.60 36,216.52 1,823.97 34,392.55
15,347.21
67,937,067.30 250,744,460.03 0.27 56644
21,654.42
67,578,065.10 717773 94.15 230
2005 1,351,561,302.00 135,156,130.20 37,228.75 935.17 36,293.58
15,574.33
67,578,065.10 245,782,080.08 0.27 56644
18,818.60
70,190,668.60 857867 81.82 230
2006 1,403,813,372.00 140,381,337.20 33,863.64 812.33 33,051.31
15,045.04
70,190,668.60 281,662,511.05 0.25 60373.04
2007 1,146,769,419.00 114,676,941.90 14,341.01 26,177.23 885.10 25,292.13
57,338,470.95 919590 62.35 230
11,836.22
57,338,470.95 300,641,184.00 0.19 62060.5
7,341.45
30,128,504.75 943895 31.92 230
2008 602,570,095.00 60,257,009.50 13,526.46 752.98 12,773.48
6,185.01
30,128,504.75 315,011,899.18 0.10 64668.04
9,931.08
42,972,246.20 995221 43.18 230
2009 859,444,924.00 85,944,492.40 18,965.57 344.01 18,621.56
9,034.49
42,972,246.20 320,522,230.74 0.13 67386.64
11,337.16
47,596,697.55 965607 49.29 230
2010 951,933,951.00 95,193,395.10 20,826.92 349.19 20,477.73
9,489.77
47,596,697.55 348,632,510.33 0.14 69509.88
12,693.84
30,478,512.25 552241 55.19 230
2011 609,570,245.00 60,957,024.50 23,282.19 622.68 22,659.51
10,588.35
30,478,512.25 206,506,956.47 0.15 71741.31
12,172.37
33,182,135.45 626985 52.92 230
2012 663,642,709.00 66,364,270.90 18,969.52 338.13 18,631.39
6,797.15
33,182,135.45 233,293,698.48 0.14 47788.74
14,193.99
38,130,252.90 617864 61.71 230
2013 762,605,058.00 76,260,505.80 29,297.81 1,335.57 27,962.24
15,103.81
38,130,252.90 252,667,053.32 0.15 100084.2
14,785.88
51,558,869.80 802018 64.29 230
2014 1,031,177,396.00 103,117,739.60 30,233.40 1,479.68 28,753.72
15,447.52
51,558,869.80 334,048,966.11 0.15 100084.2
16,173.90
87,100,543.55 1238608 70.32 230
2015 1,742,010,871.00 174,201,087.10 32,672.56 595.94 32,076.62
16,498.66
87,100,543.55 528,369,523.71 0.16 100084.2
4,332.00
23,328,928.00 1238608 18.83 230
2016 466,578,560.00 46,657,856.00 8,750.99 595.94 8,155.05
4,418.99
23,328,928.00 528,369,523.71 0.04 100084.2
4,332.00
23,328,928.00 1238608 18.83 230
2017 466,578,560.00 46,657,856.00 8,750.99 595.94 8,155.05
4,418.99
23,328,928.00 528,369,523.71 0.04 100084.2

TOTAL REINTEGRO DE UTILIDADES 358,988.17

Cuestiones probatorias.

TRIGESIMO CUARTO: En lo que atañe a las cuestiones probatorias de


oposición formuladas durante la audiencia de juzgamiento por las empresas TdP
y TCC, corresponde señalar: i) que la oposición formulada por la demandada
TdP está dirigida a la exhibicional requerida por el accionante respecto a los
convenios colectivos del año 2015 y siguientes, alegando que se trata de un
medio probatorio genérico en tanto no señala a qué tipo de convenios se refiere;
por otro lado, la oposición formulada por TCC, está dirigida a la exhibicional
requerida por el accionante respecto a los procedimientos de despido de los
señores Paul Loayza Maruno, Ergasto Silva, Marco Gonzales Caldas y carta de
renuncia de Keysi Guevara Franco, alegando que dichos medios se prueba
resultan impertinentes por cuanto los casos de las citadas personas no están
ligadas al presente caso; ii) que, en relación a la oposición formulada por TdP, se
advierte que en la audiencia de juzgamiento el abogado de la parte demandante
especificó que las exhibicionales de los convenios colectivos celebrados por TdP
a partir del año 2015, estaban referidos a los convenios colectivos celebrados por
dicha empresa con todas las organizaciones sindicales en los que se haya
acordado incrementos a las remuneraciones básicas de los trabajadores, y en
función a dicha precisión, se posibilitó a la citada empresa la presentación de
dichos documentos, lo cual fue cumplido de manera cabal en la siguiente sesión
de la referida audiencia. En ese sentido, el sustento inicial de la oposición quedó
insubsistente; siendo así, carece de objeto emitir pronunciamiento en torno a
dicha cuestión probatoria; iii) que, respecto a las oposiciones formuladas por
TCC, del ofertorio de medios probatorios contenidos en el escrito de demanda, se
verifica que las exhibicionales materia de oposición tenían como finalidad
demostrar que las citadas personas fueron despedidas en represalia a las acciones
judiciales que promovieron; en ese sentido, si bien los documentos requeridos
están relacionados con personas distintas al demandante, también es cierto que la
información que se pretendía incorporar a estos actos guarda ilación con los
fundamentos esenciales de esta demanda en tanto el actor ha dejado entrever que
las empresas demandadas ha exteriorizado comportamientos fraudulentos en sus
relaciones laborales con otros trabajadores al igual que con su persona,
corroborándose de ese modo la pertinencia de dichos medios probatorios. Siendo
así, la oposición sub materia no amerita atención.

TRIGESIMO QUINTO: Que, al haberse determinado la existencia de deudas


por conceptos laborales a favor del demandante, debe adicionarse el pago de
intereses de conformidad con los artículos 1° y 3° del Decreto Ley N° 25920,
los cuales serán liquidados de acuerdo a ley en la etapa de ejecución de
sentencia. Asimismo, al haberse determinado la existencia de la referida
indemnización a favor del actor, debe adicionarse el pago de intereses legales
según lo establecido en el artículo 1242° y siguientes del Código Civil, los
cuales serán liquidados en la etapa de ejecución de sentencia teniendo como
fecha inicial la de citación con la demanda indemnizatoria a la parte obligada,
ello en aplicación concordada de las normas contenidas en los artículos 1334° y
1985 del glosado código, por cuanto la obligación de pago de la indemnización
por daños y perjuicios recién se determina con el pronunciamiento judicial, tal
como lo previene incluso el Pleno Jurisdiccional Laboral realizado en Arequipa
el año 2008 (Tema 01).

TRIGESIMO SEXTO: Fijación de honorarios profesionales. Respecto a este


rubro es pertinente que sea regulado en atención a las incidencias del proceso,
tales como: la naturaleza de la causa, la duración del proceso, el esfuerzo
procedimental de la defensa, el grado participación del abogado en el estudio,
planeamiento y desarrollo del asunto, la cuantía de la pretensión entre otros;
debiendo precisarse que sobre este tema el Tribunal Constitucional ha señalado
que "... debe tenerse en cuenta otros criterios relevantes, tales como: a) el éxito
obtenido y su trascendencia, b) la novedad o dificultad de la cuestión debatida, y
c) si los servicios profesionales fueron aislados, fijos o constantes"5. Estos
lineamientos comportan que los costos no siempre están inexorablemente
supeditados a lo pactado por las partes, pues ello significaría que su aprobación
debe quedar librada al arbitrio de lo convenido o al importe estipulado en los
recibos de honorarios profesionales, los que pueden contener sumas exageradas
en detrimento de la parte vencida. En ese contexto, al evaluarse el presente
proceso con la finalidad aludida, se tiene: i) que las pretensiones de naturaleza
laboral ventiladas en los dos procesos acumulados autos, fueron iniciadas el
17.09.12 y 02.10.17, respectivamente, habiendo transcurrido considerable tiempo
hasta la fecha en que estuvieron expeditos para sentencia, lapsos que se ha
prolongado por motivos ajenos a las partes relacionados con la sobrecarga
procesal del juzgado, entre otros factores; ii) que la pretensiones contenidas en
5
Exp. N° 0052-2010-PA/TC, fundamento 5.
dichos procesos ha requerido un despliegue profesional regular de la defensa
técnica, cuya intervención durante las respectivas audiencias, en especial en
audiencia de juzgamiento, se ha sujetado a los lineamientos del nuevo modelo
procesal laboral conforme consta en el registro de audio y video asociado a este
proceso; iii) que en el desarrollo del proceso se han suscitado circunstancias o
articulaciones (excepciones, cuestiones probatorias, etc.) que han complejizado la
controversia y requerido de labor adicional por parte defensa técnica del
accionante, más aun si las empresas demandas han ejercido su derecho a
contradicción por separado. Siendo así, con criterio prudencial y equitativo, debe
fijarse los honorarios profesionales reclamados (costos procesales)
correspondientes a esta instancia según autoriza el artículo 412° del código
adjetivo civil, en la cantidad de S/. 6 000.00.

TRIGESIMO SETIMO: De otro lado, advirtiéndose de los considerandos


precedentes que la parte demandada ha incumplido sendas disposiciones legales
laborales, y resultando la parte demandada vencida, se le condena al pago de
costas procesales, extremo que de conformidad con el artículo 31° in fine de la
NLPT, será calculado en ejecución de sentencia.

TRIGESIMO OCTAVO: Finalmente, habiéndose establecido la obligación de


pago de los conceptos laborarles indicados ut supra, corresponde autorizar a la
entidad demandada, en su condición de parte empleadora, que determine y
efectúe las deducciones o descuentos por los importes pertinentes establecidos
expresamente por las leyes o normas aplicables a este caso, cuyo pago debe ser
acreditado igualmente en éste proceso.

III. DECISION:

Por estos fundamentos y consideraciones, al amparo de lo que dispone la


Constitución Política del Perú, Ley Orgánica del Poder Judicial, Ley Nº 29497 y
demás normas pertinentes, Administrando Justicia a Nombre de la Nación, EL
SETIMO JUZGADO ESPECIALIZADO LABORAL DE CHICLAYO:
FALLA: declarando FUNDADA en parte las demandas interpuestas por don
GILBERTO ALIPIO SORIA VALENZUELA contra las empresas
TELEFONICA DEL PERU S.A.A., TELEFONICA GESTION DE
SERVICIOS COMPARTIDOS S.A.C y TELEFONICA CENTRO DE
COBROS S.A.C. (actualmente KASNET S.A.C.), en consecuencia:

1. Declárese que la verdadera empleadora del accionante desde el 01.03.1988


al 05.05.2017, ha sido la co-demandada empresa Telefónica del Perú S.A.A.
2. Ordénese a la co-demandada Telefónica del Perú S.A.A. que proceda a
incorporar al accionante en la planilla de trabajadores a plazo indeterminado
de dicha empresa.

3. Declárese que el accionante ha sido sujeto de un despido incausado, en


consecuencia, requiérase a la empresa Telefónica del Perú S.A.A. que
proceda a reponer al demandante en el último cargo ordinario en la
categoría de Técnico II, dentro de plazo de tres días, bajo apercibimiento de
multa; debiendo respetar las condiciones de trabajo inherentes a dicho cargo.

4. Ordénese a la co-demandada Telefónica del Perú S.A.A. que pague al


accionante la suma de trescientos sesenta y dos mil doscientos cuarenta
soles con ochenta y un céntimos (S/. 362 240.81), que comprende los
reintegros de remuneraciones, gratificaciones, CTS y utilidades según los
detallado en la parte considerativa de esta resolución, más los intereses
legales respectivos.

5. Ordénese a la co-demandada Telefónica del Perú S.A.A. que pague al


accionante la suma de treinta mil soles y cero céntimos (S/. 30 000.00), por
concepto de indemnización por daño patrimonial (lucro cesante), más los
intereses respectivos.

6. Declárese Infundadas las pretensiones de: declaración de existencia de


despido fraudulento y consiguiente reposición laboral; reintegro de
remuneraciones y beneficios sociales colaterales respecto al periodo mayo
de 2003 a mayo de 2017; reintegro de bonificación vacacional, bonificación
gratificación extraordinaria y bonificación por cierre de pliego a partir del
año 2005, y pago y reintegro de asignación por movilidad, refrigerio e
incremento SNP.

7. Declárese infundadas las excepciones de Prescripción extintiva y Falta de


legitimidad para obrar, formuladas por las empresas demandadas en ambos
procesos.

8. Declárese infundadas las oposiciones formuladas por las empresas TdP y


TCC respecto a las exhibicionales admitidas en autos.

9. Condénese a las empresas demandadas al pago solidario de los costos


procesales (honorarios profesionales) derivados de ambos procesos,
fijándose los mismos respecto a esta instancia, en la suma de seis mil soles
y cero cero céntimos (S/. 6 000.00), adicionándose el cinco por ciento para
el Colegio de Abogados de Lambayeque (S/. 300.00), más el pago de las
costas procesales que serán calculados en ejecución de sentencia.

10. Autorícese a la entidad demandada, que determine y efectúe las


deducciones o descuentos por los importes pertinentes establecidos
expresamente por las leyes o normas aplicables a este caso, cuyo pago debe
ser acreditado igualmente en éste proceso.

A los escritos que anteceden presentados por el demandante y la co-


demandada Kasnet S.A.C: agréguese al proceso la información que se
acompaña y estése a lo dispuesto en esta resolución.
Se expide la presente en la fecha por la elevada carga procesal que viene
afrontando el juzgado. Ante ello, atendiendo a la naturaleza de la materia
discutida y las circunstancias actuales derivadas del periodo de emergencia
sanitaria: déjese sin efecto la orden de notificación por estrado dispuesta en
autos, en consecuencia, notifíquese excepcionalmente por casillas
electrónicas la presente sentencia.

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