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Educación emprendedora en la universidad:

Educando para el futuro


Entrepreneurship education in college:
Educating for the future

Guillermo Gutiérrez Montoya*

Resumen
La educación tiene un impacto positivo en el desarrollo del emprendedurismo,
principalmente a nivel de las metodologías utilizadas en el aula. Para que la educación
despierte el espíritu emprendedor del estudiante, deben romperse antiguos paradigmas y
viejos modelos pedagógicos; se debe evolucionar cualitativamente hacia nuevos métodos,
en donde el educando sea protagonista y responsable principal de su propio aprendizaje

Palabras clave
Educación emprendedora, características emprendedoras, estilos de aprendizaje,
universidad emprendedora.

Abstract
Education has a positive impact in the development of entrepreneurship, mainly at the
methodologies used in classrooms. To make education awakes the interest in the
entrepreneur spirit of students, old- fashion pedagogic models must be broken. It is
necessary to develop to new methods where pupils have a leading role and be responsible
of his own learning.

Keywords
Entrepreneurship education, entrepreneurial characteristics, learning styles, entrepreneurial
university.

Forma sugerida de citar: Gutiérrez, Guillermo. 2011. Educación emprendedora en la


universidad. Educando para el futuro. Retos 2. Julio/diciembre.
Pp. 49-68.

* Doctor en Ciencias Empresariales por la Universidad de Cádiz (España). Email: guillermo@udb.edu.sv, guillermo.
udb@gmail.com

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“La mayoría de lo que usted escucha hablar sobre emprendedurismo…


está equivocado. No es mágico; no es misterioso; y no tiene
nada que ver con los genes. Es una disciplina y, como
cualquier disciplina, puede aprenderse”
Peter Drucker, 1985

Introducción El presente trabajo investiga el


La estampa del emprendedor se fenómeno del emprendedurismo des­
remonta a las primeras agrupaciones de la óptica académica, analizando el
humanas y, por tanto, a nuestro pasa­ impacto que tiene la “educación” en
do más recóndito como civilización. el desarrollo del espíritu emprendedor,
Sus características, casi inalterables como ya lo afirmaba S. Covey (1999),
en el transcurso del tiempo, lo sitúan “la verdadera máquina que está con­
siempre en una posición relevante y duciendo nuestra economía y sociedad
fundamental en el desarrollo y progre­ son los emprendedores”.
so social. No obstante, al referirnos a El estudio Global Entrepreneurs­
emprendedores debemos huir de la idea hip Monitor (GEM) (2010) ha demos­
de la existencia de “mentes privilegia­ trado la importancia que el tema del es­
das”, como Geneen y Moscow (1984) píritu empresarial ha adquirido, y se ha
lo comprobaron, son personas comunes llegado a convertir en una herramienta
las que se transforman en líderes em­ para la creación de empleo y genera­
presariales. También debo hacer notar ción de riqueza, lo cual demuestra que
que no todo emprendedor es aquella el crecimiento y el desarrollo econó­
persona que forma empresas, sino que mico están ligados al emprendimiento
también tenemos los intraemprendedo- (Acs, Arenius & Minniti, 2005; José C.
res (Pinchot, 1985), que son quienes Sánchez, 2011).
trabajan al interior de una empresa y Revisando la literatura para este
se constituyen como los mejores em­ artículo, me encontré con la siguiente
pleados dentro de la misma, aportando anécdota que quiero compartirla con
ideas, trabajando proactivamente para ustedes: “se cuenta que en una entre­
la empresa, se desarrollan en la empre­ vista exclusiva interrogaron a Bill Ga­
sa, etcétera. Otra distinción es la del tes: ¿Por qué Latinoamérica no ha pro­
emprendedor social (López, 2005), que ducido un nuevo Bill Gates?”. A lo que
desarrolla proyectos que benefician a él respondió: ¿Usted se habría podido
la sociedad en general, como el caso de convertir en el innovador tecnológico
San Juan Bosco, visionario persistente. de más éxito en el mundo, y en uno
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de los hombres más ricos del planeta, Emprendedor


si es que hubiera nacido en Paraguay? Según el Diccionario de la Real
(Artículo “El Emprendedor Inteligen­ Academia de la Lengua Española, el
te”, de Alberto Conti, 2009). Existen emprendedor es aquella persona que
múltiples factores que inciden directa “impulsa con resolución acciones difi­
e indirectamente en la aseveración que cultosas o azarosas”, además agrega que
realiza Bill Gates, pero en este artículo la palabra emprender (Del lat. in, en,
nos vamos a concentrar en uno en par­ y prende˘re, coger) en el ámbito de los
ticular, la denominada educación em- negocios puede definirse como “acome­
prendedora o educación para emprender. ter y comenzar una obra, un negocio,
con empeño, especialmente si encie­
Conceptos fundamentales del rran dificultad o peligro”.
emprendimiento Pinchot (1985) define a un em­
Emprendedurismo prendedor como “cualquier soñador
La traducción directa de entrepre- que hace” y agrega que “los emprende­
neurship de la jerga inglesa es ambigua, dores son personas que sueñan y logran
y se puede traducir como: emprendi- hacer realidad lo que imaginan. Son
miento,[1] empresarialidad, espíritu em- aquellos que pueden tomar una idea y
prendedor, empresariado. Para efectos de hacerse responsables de innovar y de
este artículo, su traducción aceptada obtener resultados”.
será emprendedurismo. Para Mulcahy (2003) el empren­
El término emprendedurismo se dedor es “una persona que emprende o
utiliza para referir al sistema de rasgos, controla un negocio o empresa, y asu­
valores, cualidades, y actitudes psicoló­ me el riesgo de ganancia o pérdida”. El
gicos personales asociadas fuertemente progreso de la humanidad de cavernas a
a una motivación para comenzar una recintos universitarios ha sido explica­
actividad empresarial.[2] La presencia do de numerosas formas. Pero el centro
del emprendedurismo no es claramente prácticamente de todas estas teorías ha
ninguna garantía que el individuo real­ sido el papel “de agente de cambio”, la
mente iniciará una nueva empresa en fuerza que inicia y coloca en práctica
un cierto punto en su vida. Ni la caren­ el progreso material. Hoy reconocemos
cia del emprendedurismo sugiere que que el agente de cambio de la historia
nunca se sienta bien como empresario. humana ha sido y muy probablemente
Tener un espíritu emprendedor signifi­ seguirá siendo el emprendedor (Kent,
ca simplemente que se está predispues­ Sexton y Vesper, 1982).
to hacia la actividad emprendedora y
que, ceteris paribus, hay una probabi­ El perfil del emprendedor
lidad substancialmente creciente que y características emprendedoras
algún día elegirá comenzar con una ac­ personales (CEP’s)
tividad emprendedora y se tendrá éxito El perfil emprendedor es descrito
(Moen et al., 2004). por Hisrich (1988) como “las motiva­

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ciones y características personales”. De de su actividad (Ibrahaim y Soufani,


forma que para el establecimiento de 2002). En muchas ocasiones, la dedi­
un perfil emprendedor, deben tomarse cación, la perseverancia y la confianza
en cuenta las características o rasgos compensan al emprendedor incluso
personales que posee un individuo por sus limitaciones personales (Kura­
(McClelland, 1985; Pinchot, 1985; tko y Hodgetts, 1995; Hatch y Zweig,
Ibrahim y Goodwin, 1986; Ibrahim y 2000; McGinnis y Frehn, 1987; Kent,
Ellis, 1990; Bird, 1989). Sexton y Vesper, 1982; Montagno y
A estos rasgos emprendedores se Kuratko, 1986; Begley y Boyd, 1987).
les conoce como CEP’s (Características En busca del éxito de su proyecto, el
Emprendedoras Personales). Este tér­ emprendedor dedicará interminables
mino fue introducido por la Coopera- jornadas a la empresa, sacrificará su
ción Alemana (GTZ) a través del “Pro­ ocio personal, su estancia con la fa­
grama Emprende”, el cual capacitaba milia, incluso reducirá sus estándares
con Metodología CEFE a facilitadores de vida con tal de empujar su pro­
para la formación de empresarios em­ yecto (Hatch y Zweig, 2000; Ibrahim
prendedores (véase www.cefe.net). y Ellis, 1990; Bird, 1989; Mariotti et
A través de la revisión teórica, al., 2005). “Energía, determinación y
se han logrado detectar las siguientes persistencia, se refieren a una reser­
características que diversos autores le va de fuerza física y emocional que le
atribuyen al emprendedor de éxito: permite al individuo innovador que
continúe cuando otros podrían rendir­
El logro de objetivos y metas se” (McGinnis y Frehn, 1987; Covey,
El emprendedor suele aparecer 1999). Estos rasgos Maslow (1943) los
a los ojos de los demás como alguien cataloga dentro de las necesidades de
guiado internamente por un imparable autoestima y de autorrealización (dar
deseo de lograr sus objetivos, como al­ lo que uno es capaz).
guien que busca la excelencia. Su fuerte
carácter competitivo le lleva a aceptar Asumen riesgos calculados
ciertos riesgos y a perseguir objetivos Estudios realizados encontraron
que le motiven (Kent, Sexton y Ves­ que los emprendedores exitosos no
per, 1982; Montagno y Kuratko, 1986; buscan deliberadamente situaciones
Begley y Boyd, 1987; Timmons, 1976; de riesgo elevado, ni se esfuerzan en
Bumm, 1988; Hisrich, 1988; Hatch y evitar riesgo en conjunto. Esencial­
Zweig, 2000; Mariotti et al., 2005). mente están dispuestos a aceptar el
riesgo y la incertidumbre inherentes a
Autoconfianza, perseverancia las nuevas oportunidades Los empren­
y dedicación dedores no son jugadores de casino.
La total dedicación a perseguir el Cuando éstos deciden perseguir un
éxito posibilita al emprendedor a so­ proyecto empresarial lo hacen calcu­
breponerse a los obstáculos derivados lando al máximo los riesgos (Kuratko

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y Hodgetts, 1989; McClelland, 1987; Son tolerantes a la ambigüedad e


Bird, 1989; Ibrahim y Ellis, 1990; Ma­ incertidumbre
riotti, 2005), analizando el proyecto y Entendiéndase la ambigüedad
su entorno, en definitiva teniendo cla­ e incertidumbre como la capacidad
ro el resultado previsible de su opera­ para actuar en un ambiente impre­
ción (Marinelli, 1998). Además, con visible, discordante y ambivalente.
su gestión y su esfuerzo personal inten­ Los emprendedores, como todos los
tan poner todas las posibles circuns­ empresarios profesionales, se encuen­
tancias a su favor para evitar riesgos tran frente a un continuo cambio, un
innecesarios (Bumm, 1988; Kolchin, entorno que aporta ambigüedad e in­
1987; Hatch y Zweig, 2000; Littunen, certidumbre en todos los aspectos de
2000; Hisrich, 1992; Kent, Sexton y la organización (McClelland, 1987;
Vesper, 1982; Begley y Boyd, 1987; Bird, 1989; Ibrahim y Ellis, 1990).
Montagno y Kuratko, 1986). Los mejores emprendedores navegan
Mitton (1989) ha definido al em­ entre esa incertidumbre y logran ge­
prendedor como “la persona a quien nerar ventajas que aprovechan para
le gusta tomar riesgos, siempre listo a su organización (Wennekers y Thu­
buscar y manejar situaciones desorga­ rik, 1999; Ibrahaim y Soufani, 2002).
nizadas y aceptar riesgos, así como a Para el emprendedor, como para todo
evitarlos”. aquel relacionado con el mundo de
Bird (1989) divide el riesgo en cin­ la empresa, el cambio es permanente
co tipos, cuatro de los cuales son clara­ (Mariotti et al., 2005).
mente relevantes a cualquier empren­
dedor potencial: “riesgo económico, Poseen una fuerte convicción
riesgos en las relaciones sociales, riesgo A pesar de las dificultades con las
en el desarrollo de la carrera, además el que se pueden encontrar en su labor,
riesgo psicológico y de salud”. los emprendedores siempre creen al­
canzar el éxito al final del camino (Sta­
Iniciativa ff y Fondas, 1992; Mariotti et al., 2005).
Al emprendedor le gusta confron­ Esta convicción les permite navegar a
tar situaciones en las que se convierte pesar de los obstáculos y problemas y
en responsable del éxito o del fracaso llevar la nave de la empresa al éxito
de una operación (Mariotti et al., 2005; (Kiggundu, 2002).
Kuratko y Hodgetts, 1995). Les atrae
tomar la iniciativa para resolver pro­ Espíritu innovador y creatividad
blemas o llenar vacíos de liderazgo. Son Los emprendedores promueven la
personas orientadas a la acción (Kent, innovación y la creatividad (Marinelli,
Sexton y Vesper, 1982; Begley y Boyd, 1998; Casson, 1982). McGinnis (1987)
1987; Montagno y Kuratko, 1986, Kig­ establece que un emprendedor “cree en
gundu, 2002; Shapero, 1975; McGin­ la innovación y es creativo, pero con
nis, 1987). una imaginación pragmática”.

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La competitividad de todos los sec­ momento inicial de estrategias o recur­


tores hace necesarias soluciones y plan­ sos necesarios para la posterior gestión
teamientos creativos para poder obtener (Marinelli, 1998; Moses, 2002). “Los
el éxito empresarial (Pisani y Patrick, emprendedores son aquellos que siempre
2002; Kuratko y Montagno, 1989; Druc­ buscan cambios, reaccionan ante los mis­
ker, 1985; Stevenson y Jarillo, 1990). mos y los utilizan como nuevas oportu­
Esto es aún más cierto en las nuevas em­ nidades” (Drucker, 1974; Carree y Thu­
presas, aquellas que pretenden alcanzar rik, 2002 McClelland, 1987; Bird, 1989;
un sitio en un mercado deben innovar Ibrahim y Ellis, 1990; Timmons, 1994;
constantemente (Ibrahaim y Soufani, Livinstong, 1971; Greenberger y Sexton,
2002; Mariotti et al., 2005). 1988). Moen et al. (2004), afirma que el
Schumpeter (1934) ha introduci­ emprendedor “explota las oportunidades
do el concepto de innovación como la para su ganancia personal a lo largo del
base de una persona con actitudes em­ tiempo”. Schumpeter (1934) establece
prendedoras y manifiesta que los em­ que “los emprendedores buscan promo­
prendedores son quienes innovan en los ver el cambio y generan nuevas oportu­
siguientes aspectos: 1. Introducción de nidades”.
buenos y mejores servicios/productos; 2.
Nuevos métodos de producción; 3. Ma­ Son visionarios y soñadores
nejo de nuevos mercados; y 4. Manejo McGinnis (1987) expresa que la
de una nueva organización para un buen visión es la habilidad de integrar las ex­
sector de la industria. Schumpeter deno­ periencias pasadas en nuevas series que
minó lo anterior como “la destrucción le permiten ser innovador. En tanto
creativa; se transforman maneras viejas que para Hatch et al. (2000) visión es
de hacer las cosas”. la habilidad de percibir una oportuni­
Shapero (1975) establece que la dad donde otros no pueden.
creatividad es un factor que normal­ Los emprendedores saben lo que
mente se encuentra en todos los em­ quieren y saben cómo conseguirlo
presarios exitosos. Los emprendedores (Moen et al., 2004). “Invierten la ma­
“necesitan expresar su creatividad y a la yor parte de su tiempo mirando hacia
vez ganarse la vida” (Watson, Hogarth- adelante” (Marinelli, 1998). Tienen
Scott y Wilson, 1994). desde el momento inicial una clara
visión de su proyecto de empresa y de
Orientación al mercado cómo ésta evolucionará (Rae y Car­
y a las oportunidades swell, 2001). En muchas ocasiones,
Un rasgo común de los grandes em­ esta visión inicial se irá desarrollando
prendedores es su decidida orientación y el emprendedor adaptará su proyecto
hacia el mercado, la que les permite iden­ a nuevos acontecimientos del entor­
tificar oportunidades de negocio atracti­ no o a nuevos objetivos corporativos.
vas, lo que Caird (1988) denomina “buen “El emprendedor construye una visión
olfato para los negocios”, sin pensar en el prácticamente de la nada” (Timmons,

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1994). “Es el soñador que deduce cómo empresa. Para la mayoría, el secreto
convertir una idea en una realidad del éxito en su gestión empresarial no
aprovechable” (Pinchot, 1987). Puedo parecía radicar solamente en la inspira­
agregar que los emprendedores son so­ ción individual, sino en reunir decenas
ñadores, pero con los pies en la tierra. de intereses diferentes en un esfuerzo
Liderazgo cooperativo. Crear una compañía fue
En palabras de Hisrich (1992), cuestión de conocer a clientes, abas­
poseen la visión de un líder. Tienen la tecedores, socios y fuentes de capital”
“habilidad para inspirar a otros” (Kig­ (Mariotti et al., 2005).
gundu, 2002). “Motivan e inspiran a Realizando una observación
los demás para unirse o quedarse con con respecto al listado anterior de
la nueva aventura” (Covey, 1999). características emprendedoras, tal y
“Liderazgo para comunicar, convencer como lo afirma González Domínguez
y motivar a su equipo de trabajo, diri­ (2002), “sería utópico pensar que to­
girlo, estimularlo, orientarlo, delegar dos los emprendedores reúnen estas
autoridad y responsabilidad, infundir cualidades, pero en cierta medida si
confianza, fomento de la creatividad, no las desarrollan o tienen en uno u
la unión del equipo en torno a su per­ otro grado, antes o después les pasará
sona y con un sentimiento de misión la factura”.
que se concreta en la propia empresa” La Figura 1 sintetiza las principa­
(Mariotti et al., 2005). Los emprende­ les características que un emprendedor
dores poseen habilidades de dirección y de éxito debe reunir, tomando en con­
deseo por el mando” (Kent et al., 1982; sideración el listado anterior.
Montagno et al., 1986; Begley et al.,
1987; Hatch et al., 2000; Rotter, 1966; Un modelo tentativo sobre el
Ibrahaim y Soufani, 2002). comportamiento emprendedor
González Domínguez (2005) se
Creación de redes de apoyo pregunta: ¿Por qué se crean nuevas
Los emprendedores siempre se re­ empresas? ¿Basta con que un empren­
fieren al grupo que les ayudó a producir dedor tenga una idea para que se de­
sus éxitos (Covey, 1999). Son personas cida a crear una empresa? ¿Cualquier
con gran disposición y capacidad de persona que tenga una idea es empren­
cooperación y colaboración con otros dedora y puede ponerla en marcha
(Casson, 1982; McGinnis et al., 1987). creando su empresa? En el estudio del
“En lugar de individuos iconoclastas, emprendedurismo surgen estas inte­
de los capitalistas vaqueros de los sue­ rrogantes una y otra vez, y cada teoría
ños norteamericanos, nos encontramos intenta darles respuesta desde su pro­
personas enredadas e imbuidas en in­ pia perspectiva.
dustrias, con ricas redes de contactos El modelo que se presenta en el
y colegas a quienes podían recurrir Diagrama 1, es una aproximación a esta
para que los ayudaran a construir una realidad emprendedora. Para desarro­

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Figura 1. Resumen de CEP’s del emprendedor de éxito.


Fuerte convicción Liderazgo

Innovador y creativo Tolerante a la ambigüedad

Iniciativa

Orientado al mercado y a las


Emprendedor
oportunidades Autoconfianza y dedicación

Crea redes de apoyo Visionario y soñador

Orientado a objetivos
Asume riesgos calculados

Elaboración: Autor.

llar la actitud emprendedora, en primer medida; Herron y Robinson (1993) en­


lugar, se debe tener una idea de la pos­ contraron que el comportamiento y las
terior empresa (Schumpeter, 1934; Ca­ habilidades del empresario tienen un
rree y Thurik, 2002; Fishbein y Ajzen, impacto significativo en el funciona­
1976; Pinchot, 1985; Ronstadt, 1984), miento de la empresa. Sin embargo, au­
lo que se refleja en el componente cog- tores han indicado que la personalidad
noscitivo. Tal y como lo afirma Bumm también tiene un impacto considerable
(1988), “sus ideas de negocios reflejan en la decisión de lanzamiento y en el
la frescura de la adolescencia, ya que los comportamiento (Carter, Gartner, y
emprendedores ven al mundo con ojos Reynolds, 1996; Morris, 2003). En tan­
de juventud”. Asimismo debe anhelar to que Robinson et al. (1991) argumen­
fundar su organización, el componente ta que las actitudes personales son los
emocional, o como lo llaman algunos mejores predictores de las tendencias y
autores el “deseo de ser independiente y características emprendedoras.
tener autonomía” (Auken, 1999; Boyd Aunado a lo anterior, también
y Gumpert 1983; Montagno y Kuratko, existen una serie de factores sociodemo-
1986; Begley y Boyd, 1987; McCle­ gráficos que intervienen en la actitud
lland, 1987), y este “deseo dependerá emprendedora desde el impacto que
de la valoración que haga de múltiples tienen en sus diversos componentes,
factores y circunstancias (tranquilidad, a saber: género, educación (Johnson,
aversión al riesgo, necesidad de logro, 1994), cultura y valores (Hatch, 2000;
entre otros)”. Kiggundu, 2002; McClelland, 1961;
El último es el componente de Dunkelberg y Cooper, 1982; Hornaday
comportamiento, que influye en gran y Aboud, 1971; Timmons, 1978), y an­

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Componente Componente Componente


cognoscitivo emocional comportamiento
-la idea- -deseo- -atributos-

Empresario Actitud emprendedora -intenciones-


emprendedor

Género, Cultura, Antecedentes


educación valores familiares

Creación de
ambientales

Factores sociodemográficos

Factores
ambientales
Desempleo, capacidades

Nuevas oportunidades

Entorno institucional

Fuente: González Domínguez (2005).

tecedentes familiares (Shaver y Scout, compatibilizar sus propias necesidades


1991). y las de sus hijos (Cromie, 1987).
Con relación al género, Brenner Los valores y la cultura tienen mu­
(1982) expresa que “si una mujer tiene cha influencia en el desarrollo de una
éxito, ella no cumple con las expecta­ actitud emprendedora. Ya lo afirma
tivas sociales sobre su rol femenino y Godley (2001), cuando dice que “pa­
experimenta consecuencias negativas, rece razonable suponer que la cultura
como la impopularidad y la pérdida de pudo ser de importancia particular
feminidad”; en consecuencia, los hom­ cuando viene a explicar variaciones
bres son más dominantes y están orien­ en la fuente de emprendedurismo. El
tados más al logro que las mujeres, esto emprendedurismo es una actividad
explicaría el porqué los varones son donde se toma mucho riesgo, en con­
más propensos a crear empresa que las traste a la alternativa de tener un sa­
mujeres, aunque para otros autores esto lario fijo en el trabajo. La fuente del
es “debido a características psicológi­ emprendedurismo dentro de una eco­
cas” (Sexton y Bowman-Upton, 1990). nomía puede darse no solamente por
S. Sonfield et al. (2001) encontraron relación a los beneficios económicos,
que no existen diferencias significativas sino también debido a ciertos valores
de género en cuanto a las situaciones culturales referentes al riesgo y a la
de innovación/riesgo o las estrategias incertidumbre”.
elegidas por los propietarios de las em­ Otro aspecto interesante a con­
presas. Las empresarias estaban más siderar son los antecedentes familiares,
influidas por situaciones desagradables en donde se nota que “muchos em­
y buscaban en la empresa un medio de prendedores descienden de familias

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en las que alguno de sus miembros una salida ante la falta de alternativas
ha sido o es empresario o autoem­ laborales, y aprovechar ayudas institu­
pleado, facilitándose así una cultura cionales.
y unos valores proclives al empren­ La educación influye de manera
dedurismo” (González Domínguez, positiva en los emprendedores (Mo­
2005). Morris (1998: 68) plantea que rris, 1998). Existen registros donde se
los antecedentes familiares son muy sugiere que la enseñanza no conven­
importantes, y que una vida personal cional ayuda a los empresarios a tener
con experiencia familiar autoritaria éxito; de hecho, los empresarios ac­
de parte de los progenitores tuales tienen altos niveles de estudio
impulsa al emprendedurismo, en y probablemente sean graduados de la
tanto que una familia unida, paternalis­ universidad, y una experiencia educati­
ta, proteccionista, influye en que exista va creativa y ambigua, eleva el nivel de
un nivel muy bajo, igual sucede con la emprendedurismo (Morris, 1998).
educación, experiencias de grupo y ex­ Kolchin et al. (1987), con rela­
periencias de trabajos anteriores. Esto ción a la educación, expresa que “no se
puede verse en la Figura 2. puede predecir de dónde los empren­
Se incluyen también los facto- dedores florecerán, se requiere mejor
res ambientales, que según González hacer un trabajo cultivando el espíritu
Domínguez (2005) son muy diversos emprendedor que está en todos noso­
y constituyen, uno o varios de ellos, tros”, lo que Rae y Carswell (2001)
como los desencadenantes de la acti­ denominan “aprender a emprender”.
vidad emprendedora, y son los motivos Hoy se sugiere que la enseñanza no
que en diversas investigaciones los em­ convencional ayuda a los empresarios
prendedores emplearon para provocar­ a alcanzar el éxito (Tortella y otros,
les y dar el primer paso en la creación 2010). Silva Duarte (2009) establece
de su empresa. Entre estos factores se que el ambiente educativo es funda­
mencionan los siguientes: pérdida del mental, dado que el niño y el joven
trabajo, deseo de independencia, opor­ afianzan dos papeles esenciales para el
tunismo, ser su propio jefe, aprovecha­ ejercicio de la vida adulta: la sumisión
miento de la experiencia adquirida, y la autonomía.

Figura 2. Experiencias vividas y emprendedurismo.


VIDA PERSONAL

Bajo Bajo
nivel de Unida Experiencia familiar nivel de
Convencional / estandarizado Nivel educativo Autoritaria Creativo / ambigü
empren- empren-
Satisfecho con obligaciones Experiencias grupales Valiente, aventurera
dedu- dedu-
Acomodado Experiencia de trabajo Insatisfactoria
rismo rismo

Fuente: Adaptado de Morris (1998, p. 68).

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Impacto de la educación Basada en la Teoría (en inglés TBA).


“emprendedora” Todos los trabajos anteriores se refieren
Comencemos este apartado con a teorías y modelos desarrollados para
una pregunta: ¿impacta la educación en ser aplicados en capacitación, bien sea
el desarrollo del espíritu emprendedor? a estudiantes de cursos de pre y posgra­
El premio Nobel de Economía, T. W. do como a ejecutivos y emprendedores.
Shcultz (1985) afirma que la educación Los educadores de emprendimiento de­
es una de las vías que influyen positi­ ben relacionar teoría con práctica”. En
vamente en el surgimiento de nuevos este sentido, será necesario entonces
empresarios, personas capaces de tratar que los facilitadores desarrollen activi­
con el desequilibrio. Se deduce que a dades prácticas y vivenciales para que
mayor nivel educativo surgirán más el entorno de aprendizaje sea favorable
personas dispuestas a crear nuevas em­ al estudiante, principalmente para el
presas. desarrollo de sus habilidades empren­
M. Casson (1991) señala que el dedoras.
sistema educativo contribuye inicial­
mente al desarrollo de las capacidades Algunos resultados prácticos
requeridas por el empresario. En este Factor educación y perfil emprendedor
sentido un nivel de educación superior Para el desarrollo de esta investi­
resulta ser una ventaja frente a quienes gación se visitó a 1.059 emprendedores
no lo alcanzan. En el estudio de Kou­ en todo el país, los principales resulta­
rilsky (1998), donde los niños simulan dos en la temática de la educación fue­
ser empresarios, la habilidad académica ron los siguientes:
es una de las variables que mejor predi­ Con respecto al nivel de educa­
ce el éxito empresarial. ción que presentan los emprendedores
Pero, por otro lado, el mismo Cas­ en El Salvador (ver Tabla 1), un 41,8%
son señala que para un empresario la del total tiene estudios de Bachillera­
enseñanza superior no le es imprescin­ to (26,6% mujeres y 15,2% hombres).
dible. Ser empresario no significa ser El grupo poblacional que le sigue es el
profesionalmente competente en todas que posee un grado universitario con
las tareas empresariales (producción, 19,5% (9,7% mujeres y 9,8% hom­
administración, gerencia, comercia­ bres). Un 11,6% de los emprendedores
lización, etcétera). Su tarea más bien dijo poseer estudios de hasta noveno
consiste en conseguir para la empresa grado (6,7% mujeres y 4,9% hombres).
a profesionales competentes, delegar Otro 10% del total dijo haber ido a la
en ellos funciones específicas, dirigirles Universidad pero que no había culmi­
hacia el logro de los objetivos, motivar­ nado sus estudios (4,9% mujeres y 5,1%
les, etcétera. hombres). También hay que señalar
Alicia Castillo (1999) refiere que un 10,1% de los emprendedores
que “la enseñanza de emprendimien­ dijo no poseer ningún tipo de estudio
to, debe fundamentarse en la Acción (6,6% mujeres y 3,5% hombres).

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Educación emprendedora en la universidad: Educando para el futuro

Debe aclararse que en El Salvador, • Bachillerato (General de dos años y


la educación se divide en: Técnico de tres años);
• Primaria (primero a sexto grado), • Universitario (cinco años para
seis años si no se repite grado; una carrera de grado) (Para acce­
• Secundaria(séptimo a noveno gra­ der a la universidad se requiere ser
do), tres años si no se repite grado; bachiller).

Tabla 1. Nivel de estudio de los emprendedores (por género).

Elaboración: Autor.

Comparación de la educación convencional con la educación emprendedora


A continuación presento una tabla comparativa entre desarrollar una “edu­
cación convencional” y la aplicación de una “educación emprendedora” en el
salón de clases:

Tabla 2. Educación Convencional vs. Educación Emprendedora.


EDUCACIÓN CONVENCIONAL EDUCACIÓN EMPRENDEDORA
El contenido visto como meta. Énfasis en el proceso; aprender a aprender.
Apropiación del aprendizaje por el partici-
Conducido y dominado por el instructor.
pante.
El instructor como facilitador y educando: los
El instructor repasa el conocimiento.
participantes generan el conocimiento.
Adquisición de informaciones “correctas”. Lo que se sabe puede cambiar.
Currículo y sesiones fuertemente programa- Sesiones flexibles y orientadas a necesida-
das. des.
Objetivos de la enseñanza impuestos. Objetivos del aprendizaje negociados.

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Centrada en la formación de competencias:


Centrada en la transmisión de conocimientos. saber ser, saber hacer, saber estar, saber
convivir.
Rechazo el desarrollo de conjeturas y pensa- Coyunturas y pensamiento divergentes;
miento divergente. vistos como parte del proceso creativo.
Envolvimiento de todo el cerebro, aumento
de la racionalidad del cerebro izquierdo a tra-
Énfasis en el pensamiento analítico y lineal:
vés de las estrategias holísticas, no lineales,
parte izquierda del cerebro.
intuitivas; énfasis en la confluencia y fusión de
los dos procesos.
Resistencia a la influencia de la comunidad. Aliento a la influencia de la comunidad.
Énfasis en el mundo exterior; la experiencia Experiencia interior es contexto para el
interior es considerada impropia al ambiente aprendizaje; sentimientos incorporados a la
escolar acción.
Educación encarada como necesidad social
Educación vista como proceso que dura toda
durante cierto período de tiempo, para afir-
la vida, relacionado apenas tangencialmente
mar habilidades mínimas para un determina-
con la escuela.
do papel.
Errores no aceptados. Errores como fuente de conocimiento.
El conocimiento es el vínculo entre el alumno La estrecha relación académica entre
y el profesor, elemento de fundamental profesores y alumnos es de fundamental
importancia. importancia.
Fuente: Programa de Educación Emprendedora, Aldeas Infantiles SOS, Bolivia.

En la actualidad, las instituciones (practice in or through), y se refiere a la


educativas se encuentran trabajando forma como se aprende a ser empresa­
hacia una educación que desarrolle rio; “el punto central en el aprendizaje
competencias en el educando, que forta­ es llegar a ser practicante, no aprender
lezca sus habilidades y destrezas, y desde sobre la práctica”.
este punto de vista hemos pasado de una Klandt y Volkmann (2006) enun­
educación tradicional, centrada en el cian tres principios aparentemente evi­
docente, hacia una educación centrada dentes (self evident) sobre el aprendizaje
en el estudiante, en donde las metodo­ del emprendimiento:
logías se enfocan en el “saber-hacer” y • Puede ser aprendido: no es exclusi­
los conocimientos son contrastados en vamente una habilidad innata.
la realidad por cada estudiante. • Puede ser enseñado: no se aprende
Pittaway y Cope (2007) distin­ solo con la experiencia.
guen entre la formación sobre el em­ • Puede adquirirse a través de cursos
prendimiento (about entrepreneurship), universitarios.
de tipo conceptual; la formación para
el emprendimiento (for entrepreneur- ¿Qué retos enfrenta el
ship), vocacional y centrada en la ad­ docente?
quisición de habilidades técnicas, y la En el nuevo rol que el docente ha
formación a través del emprendimiento de desempeñar, “se debe abandonar el

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Educación emprendedora en la universidad: Educando para el futuro

papel de poseedor del saber para con­ de una mentalidad diferente. Dar clases
vertirse en un promotor de la genera­ de emprendimiento por lo tanto, repre­
ción y construcción del conocimiento” senta un desafío que enriquece a ambas
(Porro, 2008). Surgen de esta manera partes. El contrato entre profesores y
competencias que deben ser cultivadas estudiantes es de doble compromiso.
por todo educador, tales como: Por un lado, se requiere el esfuerzo es­
• Plantear una problemática en parti­ pecial del profesor para:
cular y promover el abordaje de esta 1. Prepararse cuidadosa y completa­
por parte del grupo, desde diversas mente para cada clase.
ópticas. 2. Manifestar preocupación y devo­
• Administrar las intervenciones gru­ ción real a los estudiantes, y aún a
pales y en plenaria. aquellos que han dejado de serlo, en
• Registrar y subrayar los conceptos sur­ la clase y en la oficina.
gidos por los miembros del grupo, res­ 3. Motivación para hacer que el curso
catando los aportes más destacados. sea una experiencia de desarrollo
• Promover la participación de todos, significativa para los estudiantes.
que ningún estudiante se quede sin Por otro lado, mientras más dé el
participar. profesor, más podrá exigir, y en el pro­
• Alentar y hacer descubrir la valía ceso, las clases podrán ir mejorando
personal que cada alumno tiene, continuamente.
desde sus propias particularidades. El enlace entre la teoría y la prác­
• Orientar y reflexionar con el grupo tica a su vez, es explicada por Bill By­
basado en su mayor experiencia de grave (referido por Alicia Castillo,
vida, manteniendo el eje de la dis­ 1999), Director del Centro de Empren­
cusión, pero convirtiendo al estu­ dimiento de Babson College. Hay dos
diante en el protagonista y respon­ maneras de arruinar un curso de em­
sable de su propio aprendizaje. prendimiento:
El educador en sí mismo es ca­ • La primera es basándola totalmente
paz de transmitir la fuerza y pasión del en la aplicación práctica y el análi­
emprendimiento y para ello se debe sis de casos (un curso que solo tenga
“educar en una actitud emprendedora” aplicaciones prácticas y casos no
(Díaz Abajo, 2007), en el diseño y en el permite que los estudiantes actúen
desarrollo de su clase. en base a sus decisiones).
Para Alicia Castillo (1999), las • La segunda es hacerlo totalmen­
nuevas tendencias en formación em­ te teórico (un curso de pura teoría
prendedora implican el uso combinado puede considerarse como un bota­
de teoría para explicar el éxito o fracaso dero árido, donde solo los estudian­
de un caso. Se espera que la enseñanza tes más curiosos intelectualmente
del emprendimiento genere un cambio progresen. La mayoría de los estu­
de actitud, por lo tanto, el profesor es diantes se aburren y no internalizan
un actor irremplazable en la generación el conocimiento).

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Nueva perspectiva del rol de la universidad en la educación


emprendedora
El autor Per Blenker (2006) propone el siguiente esquema, en el cual la Uni­
versidad juega un rol sumamente importante en el desarrollo del espíritu empren­
dedor.

Figura 3. El rol de la Universidad en la formación emprendedora.

Fuente: P. Blenker (2006).

Los tres ejes de la pirámide de miento emprendedor’. Y la ‘universi­


Blenker (ver Figura 3) son: el saber, la dad emprendedora’ a partir del ‘com­
universidad emprendedora y el compor- portamiento emprendedor’, generan
tamiento emprendedor. La ‘universidad un cambio en la sociedad y estimula­
emprendedora’ y el ‘saber’ fomentan y ción del crecimiento. La ‘universidad
desarrollan la ‘acción reflexiva’; el ‘sa­ emprendedora’ responde al ‘contexto’;
ber’ estimula el incremento en la aten­ el Saber responde a la “pedagogía”, y
ción y la capacidad para que la perso­ el ‘comportamiento emprendedor’ a la
na pueda desempeñarse en distintos ‘didáctica’, según Blenker.
ambientes, estimulando el ‘comporta­

Figura 4. Evolución educativa en forma jerárquica.

Fuente: P. Blenker (2006).

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Educación emprendedora en la universidad: Educando para el futuro

Educación y competencias emprende- • Existencia de estándares exigentes


doras expresadas en efecto jerárquico para la formación de dichas compe­
El esquema anterior (Figura 4), tencias.
propuesto por Blenker, evalúa el desa­ • Enseñanza basada en los lugares de
rrollo en los aprendizajes que un estu­ trabajo.
diante tiene, desde el llamar su aten­ • Sólidos vínculos entre empleadores
ción respondiendo a la pregunta ¿qué?, y centros de estudios.
despertar su interés con ¿qué conocer?,
motivar su entendimiento y razona­ Modelo de D. Kolb
miento con ¿cómo conocer?, hasta lle­ D. Kolb (2001) incluye el con­
gar a la práctica de la acción misma, el cepto de estilos de aprendizaje dentro
aprende haciendo a través del ¿Cómo de su modelo de aprendizaje por expe­
hacer? Este es el proceso evolutivo que riencia y lo describe como “algunas ca­
se desliza desde la enseñanza “centrada pacidades de aprender que se destacan
en la formación” hasta el “desarrollo por encima de otras como resultado del
de competencias”. Lo ideal es que en aparato hereditario de las experiencias
cualquier asignatura que impartamos vitales propias y de las exigencias del
debemos tratar de llegar a la acción, medio ambiente actual (...) Llegamos
a la práctica, al “aprender haciendo”, a resolver de manera característica los
para desarrollar en el estudiante habi­ conflictos entre el ser activo y reflexi­
lidades y destrezas que le serán de gran vo y entre el ser inmediato y analítico.
utilidad para su desenvolvimiento en la Algunas personas desarrollan mentes
vida profesional. que sobresalen en la conversión de he­
Timmons ha defendido en múlti­ chos dispares en teorías coherentes y,
ples oportunidades que los emprende­ sin embargo, estas mismas personas son
dores no nacen, sino que se forman, y incapaces de deducir hipótesis a partir
que independientemente de la forma­ de su teoría, o no se interesan por ha­
ción del individuo, en cualquier etapa cerlo; otras personas son genios lógicos,
de su vida puede adquirir la motivación pero encuentran imposible sumergirse
para ser emprendedor (Castillo, 1999). en una experiencia y entregarse a ella”.
Aliaga y Schalk (2010) proponen Kolb identificó dos dimensiones
que para la consecución exitosa de una principales del aprendizaje: la percepción
política, diseño curricular o institucio­ y el procesamiento. Decía que el apren­
nal debieran considerarse los siguientes dizaje es el resultado de la forma como
aspectos: las personas perciben y luego procesan
• Adopción del enfoque de com­ lo que han percibido (ver Figura 5).
petencias de empleabilidad como A partir de ello, describió dos tipos
combinación de capacidades funda­ opuestos de percepción: 1. Las personas
mentales de orden cognitivo supe­ que perciben a través de la experiencia
rior y genéricas. concreta, y 2. Las personas que perci­

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ben a través de la conceptualización • Lograr reflexionar acerca de esas ex­


abstracta (y generalizaciones). periencias y percibirlas desde varias
A medida que iba explorando las aproximaciones.
diferencias en el procesamiento, Kolb • Generar conceptos e integrar sus
también encontró ejemplos de ambos observaciones en teorías lógica­
extremos: mente sólidas.
• Algunas personas procesan a través • Ser capaz de utilizar eses teorías
de la experimentación activa (la para tomar decisiones y solucionar
puesta en práctica de las implica­ problemas.
ciones de los conceptos en situacio­
nes nuevas). Red Conceptual de Garavan
• Otras a través de la observación re­ El modelo de Kolb (1984), apli­
flexiva. cándolo a la educación emprendedo­
La yuxtaposición de las dos formas ra, y partiendo que todos aprendemos
de percibir y las dos formas de proce­ de manera distinta, fue retomado por
sar es lo que llevó a Kolb a describir un Garavan (1994) quién desarrolló cada
modelo de cuatro cuadrantes para ex­ uno de los cuadrantes y propuso las
plicar los estilos de aprendizaje, a saber: técnicas que un docente podría utilizar
• Involucrarse enteramente y sin pre­ de acuerdo a cada perfil de estudiante,
juicios a las situaciones que se le lo que se muestra a continuación en la
presenten. Figura 6.

Figura 5. Representación gráfica del Modelo de D. Kolb.

Fuente: Kolb (1948) citado por Lozano (2000: 71).

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Educación emprendedora en la universidad: Educando para el futuro

Figura 6. Red conceptual de estilos de aprendizaje y técnicas pedagógicas.

Fuente: Garavan (1994).

El esquema anterior (Figura 6) A modo de conclusión


es muy rico en información, que todo Con la evidencia recabada, pode­
educador puede aprovechar para de­ mos concluir que nos encontramos ante
sarrollar el máximo de aprendizaje en un cambio de paradigma en el campo
cada uno de sus estudiantes, potencian­ formativo-académico, y que lograr una
do el espíritu emprendedor de cada uno cultura emprendedora requiere de:
de ellos. • Un enfoque amplio y adecuado; en
A partir de lo anterior, hacemos donde el estudiante sea partícipe de
eco de la reflexión de Arias y Castillo su propio aprendizaje, que deje el
(2011) cuando afirman que: “el em- papel de actor y se convierta en au­
prendimiento es una capacidad humana tor, que el docente sea un guía para
que puede aprenderse, desarrollarse y la construcción del conocimiento y
mejorarse de manera continua a tra­ desarrollo de competencias, acortan­
vés de procesos de formación integrales; y do de esta manera la distancia entre
para ello, la teoría es esencial para su aprendizaje y experiencia, favore­
aplicación con sentido en la práctica, ciendo una permanente vinculación
que debe orientarse al desarrollo de com- con organizaciones productivas.
petencias que le permitan al individuo • Un contacto cercano entre las
adquirir una visión empresarial y tomar empresas, los emprendedores y sus
decisiones responsables para su proyecto historias; ya que la vinculación uni­
de vida” (las cursivas son mías). versidad-empresa representa una

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Guillermo Gutiérrez Montoya

Arias, A. et al., “La educación para el em­


oportunidad para que los educandos prendimiento y empresarismo virtual: po­
adquieran experiencia en la prácti­ tenacialidades”, Revista Virtual Universidad
ca, conozcan del camino recorrido Católica del Norte, No. 32, Colombia, 2011.
Begley, T. M. et al., Psychological Characteristics
por otros emprendedores, sus limi­ Associated whit Performance in Entrepre­
taciones y problemas, y como logra­ neurial Firms and Smaller Businesses, Jour-
nal of Business Venturing, p. 79-91, 1987.
ron superar dichos desafíos.
Blenker, P., Entrepreneurship Education. The
• Las metodologías empleadas en el New Challenge Facing the Universities, Uni-
salón de clases deben ser partici­ versity of Aarhus, Dinamarca, 2006.
Block, Z. et al. Entrepreneurship Education Re­
pativas, en donde los estudiantes search: Experience and Challenge in The
“aprendan haciendo”, realicen ejer­ State of the Art of Entrepreneurship, ed. Don­
cicios de simulación empresarial ald L. Sexton and John D. Kasarda (Boston,
MA: PWS-Kent), p. 17-42, 1992.
en situaciones hipotéticas, y donde Brockhaus, R.H. et al., The Psychology of the
puedan desarrollar poco a poco su Entrepreneur, The Art and Science of Entrepre-
potencial emprendedor. neurship, Ballinger, Cambridge, M A., 1986.
Carree, M. A. et al., �����������������������
The Impact of Entrepre­
• La Universidad dispone de una gran neurship on Economic Growth, Faculty of
oportunidad: integrar una forma­ Economics and Business Administration,
ción que promueva la empleabili­ University of Maastricht, Chapter prepared
for the International Handbook of Entrepre-
dad temprana y el emprendimiento neurship Research, July, 2002.
(E2) desde el primer día de forma­ Castillo, Alicia, Estado del arte de la enseñanza
del emprendimiento. Proyecto “Emprende­
ción de nuestros educandos, de tal
dores como generadores de riqueza y de­
manera que un estudiante egresado sarrollo regional”, First Public Inc., Chile,
de la UDB, al finalizar su carrera se INTEC-Chile, 1999.
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pregunte ¿Quiero ser empleado o Theory, Martin Robertson, Oxford, 1982.
empleador? Y tenga presente ambos Cromie, S., Motations of aspiring male and fe­
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Cunningham, J. B. et al. ����������������������
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[1] Esta es la palabra aceptada en el Diccionario (January): 45-61, 1991.
de la Real Academia de la Lengua Española De Dios Uriarte, Juan, Características psicológi­
(2011), pero personalmente prefiero “em­ cas diferenciales de los jóvenes emprendedo­
prendedurismo”, que para nuestros países res, Tesis Doctoral presentada en la Univer­
latinoamericanos es lo más usual. sidad del País Vasco, España.
[2] Lo plantean de ésta manera autores como Mc­ Díaz Abajo, A. Educar para emprender, Revista
Clelland, 1961; Dunkelberg y Cooper, 1982; Andalucía Educativa No. 59, España. Web
Hornaday y Aboud, 1971; Timmons, 1978. site: www.juntadeandalucia.es, 2007.
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Educación emprendedora en la universidad: Educando para el futuro

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