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Avivamiento y Arrepentimiento
Avivamiento y Arrepentimiento
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Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos
los que oían el discurso. 45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con
Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramara el
don del Espíritu Santo, 46 porque los oían que hablaban en lenguas y que
glorificaban a Dios. Hechos 10:44-46
Introducción:
Para que esto se haga realidad, nosotros como Pastores, ministros, y Siervos y Siervas de Dios,
necesitamos humillarnos, arrepentirnos, buscar Su Rostro, y llenarnos de Su Espíritu Santo. En
este pasaje de Hechos 10, vemos como Dios transformó a Pedro y a la Iglesia de Jerusalén, para
que hicieran los cambios necesarios en sus vidas para, y como llenó de Su Espíritu Santo a los
Gentiles, y desató un avivamiento y evangelismo mundial nunca visto. Ahora este Avivamiento
ha llegado a El Salvador.
II. Enfatizando más la Cultura del Reino de Dios, en vez de nuestra Cultura humana.
Hechos 10: 14
Conclusión:
Pedro, aunque amaba su cultura Judía, El se sometió a lo Nuevo de Dios. Se salió de su cultura y
se arrepintió, obedeció las instrucciones del Ángel, y entró en el Avivamiento y a lo Nuevo de
Dios.
Avivamiento y Arrepentimiento
(Hechos 10:1-2)
a. Cesárea era una ciudad mayormente romana en la orilla del mediterráneo en Judea. Fue
el cuartel general del gobernador romano de la provincia de Judea. Arqueólogos han
descubierto una roca de un edificio en Cesárea con el nombre Poncio Pilato inscritos en
ella.
c. Piadoso y temeroso de Dios: Sin embargo, Cornelio fue un hombre piadoso; un hombre
temeroso de Dios, que hacía muchas limosnas a los necesitados.
i. “Como un romano típico, él había sido expuesto a los dioses romanos – Júpiter,
Agosto, Marte, Venus, etc. – pero … también habían sido expuestos a los conceptos
religiosos del judaísmo y se habían vuelto devotamente monoteístas.” (Hughes).
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ii. Cornelio estaba en la categoría de lo que los judíos llamaban temerosos de Dios.
Estos fueron gentiles que amaban al Dios de Israel; fueron simpatizantes y
apoyadores de la fe judía. Mas, no se convirtieron en judíos completamente en su
estilo de vida y en circuncisión.
iii. El pueblo judío de aquel tiempo respetaba y apreciaba a estos gentiles temerosos de
Dios, pero no podían realmente compartir su vida, sus hogares y su comida, porque
fueron de hecho gentiles y no plenos convertidos judíos.
d. Y oraba a Dios siempre: Por la manera de vida y el corazón de Cornelio son descritos,
vemos a un hombre que obviamente tenía una verdadera relación con Dios. A la vez, él
no fue parte de la cultura principal judía.
2. (Hechos 10:3-6) Dios envía un ángel para decirle a Cornelio que enviara por Pedro.
Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios
entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué
es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.
Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es
necesario que hagas.
a. Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día: No se nos dice aquí
específicamente que estaba orando Cornelio, pero fue la hora novena (3:00 de la tarde).
Ésta fue la hora de costumbre de oración para los judíos. También, como Cornelio relató
el incidente a Pedro en Hechos 10:30, él dijo específicamente que estaba (a la hora
novena, mientras oraba en mi casa).
b. Este vio claramente en una visión … un ángel de Dios: Esto no fue un sueño, ni tampoco
sucedió realmente. Esto fue una visión que vino a Cornelio. A la vez, fue tan vívida que
Cornelio dijo después, se puso delante de mí un varón con vestido
resplandeciente (Hechos 10:30).
c. Cornelio: Es significativo que Dios habló a Cornelio directamente, aun llamándolo por
nombre. También es significativo que Cornelio respondió con un temor de lo celestial y
santo (atemorizado). Esto muestra que Cornelio tenía una verdadera relación con Dios.
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d. Haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro: Probablemente, Cornelio ni
siquiera sabía quién era Pedro. Pero sabía que debía hacer lo que Dios le dijera que
hiciera, y que podía confiar que Dios estaba hablando a éste llamado Pedro también (él
te dirá lo que es necesario que hagas).
i. “Ángeles pueden conectar hombres con los predicadores puestos por Dios, nunca se
les permite hacer más.” (Lenski).
3. (Hechos 10:7-8) Cornelio obedece los mandatos de Dios y envía por Pedro.
Ido el ángel que hablaba con Cornelio, éste llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de
los que le asistían; a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo.
Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la
azotea para orar, cerca de la hora sexta. Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le
preparaban algo, le sobrevino un éxtasis;
a. Mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea
para orar: Mientras Dios habló a Cornelio, y Cornelio envió mensajeros para llamar a
Pedro, Dios mismo también habló a Pedro.
i. Típicamente, así es como Dios hace las cosas. Habla a varias personas de un asunto,
no solo a una. Así se provee la confirmación, y de la boca de dos o tres testigos es
establecida un testimonio.
ii. “Dos hombres están a treinta millas (48 kilómetros) de distancia. Debían ser
juntados. Para que podían encontrarse, mientras Jope estaba ocupada con su
negocios, y Cesarea con sus grandes intereses de embarcación, y no sabrán nada de
lo que está sucediendo; Dios, entre las sombras, cuidando a los suyos, envía un ángel
a Cesarea, y otorga el éxtasis en Jope. Así fueron reunidos.” (Morgan)
b. Pedro subió a la azotea para orar: En aquella cultura, la azotea fue normalmente usado
como un tipo de patio. No había nada extraño en que Pedro subiera a la azotea para
orar.
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c. Y tuvo gran hambre: Esto pasa con frecuencia durante la oración; distracciones en
nuestro cuerpo vienen mientras intentamos dirigirnos a Dios. Sin embargo, dios usó
estas mismas distracciones para hablar a Pedro, mientras le sobrevino un éxtasis.
y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro
puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y
aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Entonces Pedro dijo: Señor,
no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. Volvió la voz a él la segunda vez:
Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser
recogido en el cielo.
a. Todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo: Pedro vio todo tipo de
animales no kósher, expuestos mayormente sobre un trasfondo como un lienzo (un gran
lienzo, que atado de las cuatro puntas). Entonces Pedro oyó un mandato: Levántate,
Pedro, mata y come.
i. Cuando Pedro tuvo gran hambre, y quiso comer mientras oraba, sin duda lo
consideraba una distracción. Mas Dios lo usó hablándole a través de una visión en
cuanto a la comida. ¡Quizá su hambre le hizo poner más atención!
b. Le vino una voz: No sabemos exactamente como fue esto para Pedro. Es poco común
que Dios hable en una voz audible. Con más frecuencia, Dios habla a nuestro hombre
interior. Como una visión aún así podemos “oír” la voz de Dios con el “oído de la
mente”.
i. “Dios no necesita que las ondas sonoras lleguen al tímpano para hablar a un
hombre. Cuando le complazca, puede hablar directamente a la mente de uno donde
se interpretan las ondas sonoras.” (Lovett)
c. Levántate, Pedro, mata y come: Esto, obviamente, fue en contra del compromiso de
Pedro como un judío, lo cual fue nunca comer nada que no fuera kósher. Seguramente
entre todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo habían animales que
no fueran kósher.
d. Señor, no: La respuesta de Pedro fue absurdo y, a la vez, muy típico de nosotros. Dijo
‘no’ a su Señor. La única respuesta legítima a una petición de nuestro Señor es “sí”.
i. Pedro tenía un mal hábito de decirle “no” a Jesús (Mateo 16:22, Juan 13:8).
Compara la respuesta de Pedro a Dios (Señor, no) con la respuesta de Cornelio a
Dios (¿Qué es, Señor?). En aquel día parecía que Cornelio fue más sensible a Dios
que Pedro.
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ii. Pedro había, más o menos, puesto a Dios en una caja de limitaciones, y ahora Dios
iba a sacudir a Pedro para cambiar su pensar. Puede hacer lo mismo para nosotros.
“Sacúdete un poquito, mi hermano. Si eres demasiado preciso, ¡quizá el Señor te
prenda fuego, y consume tus ataduras de formalidades burocráticas! Si te has vuelto
tan inapropiadamente apropiado que no puedes cometer un apropiado
impropiedad, entonces ora que Dios te ayude ser menos apropiado, porque hay
muchos que nunca se salvarán por ti como herramienta mientras estudias para ser
apropiado.” (Spurgeon)
iii. Pedro fue salvo, fue lleno del Espíritu Santo, y Pedro había sido grandemente usado
por Dios. A la vez, Pedro seguía siendo Pedro. Dios no lo usó porque fue perfecto,
sino porque iba en la dirección correcta y estaba dispuesto.
e. Volvió la voz a él la segunda vez: Dios respondió claramente a Pedro. Lo que Dios limpió
(declarado limpio), no lo llames tú común (impuro/inmundo, impío, inaceptable a Dios).
a. En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas: Esto es la fundación del
entendimiento de Pedro de que el evangelio debía salir a los gentiles. Esta declaración
va directamente en contra del pensar común judío de aquel tiempo de que Dios sí hacía
acepción de, entre los judíos y los gentiles. En esencia, muchos judíos en el día de Pedro
pensaban que Dios amaba a los judíos mientras que odiaba a los gentiles.
i. El sermón de Pedro fue una maravillosa (aunque breve, y quizá resumido por Lucas)
explicación de la persona y obra de Jesús de Nazaret:
5. (Hechos 10:44-48) Los gentiles temerosos de Dios son llenados con el Espíritu Santo y fueron
bautizados.
Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el
discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de
que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que
hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso
alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo
también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le
rogaron que se quedase por algunos días.
a. Mientras aún hablaba Pedro: Salvación vino cuando cada uno de estos gentiles
respondieron al mensaje de Pedro con fe en sus corazones, así que fueron realmente
nacidos de nuevos mientras escucharon y creyeron.
iii. Pedro permitió que el Espíritu Santo interrumpiera su sermón. El Espíritu Santo
estaba haciendo la obra mayor en los corazones de los oyentes, y Pedro siguió la
dirección del Espíritu santo.
iv. Estos probablemente no fueron los primeros gentiles que confiaran en Jesús y
nacieran de nuevo. Probablemente, gentiles habían recibido salvación en los ocho
años desde Pentecostés (Hechos 2). Pero aquellos gentiles fueron salvados mientras
abrazaban al judaísmo igual que la cristiandad. Puede que gentiles habían recibido
salvación antes de esto, pero fueron salvados como judíos; no como gentiles.
v. Antes de esto, un gentil podía confiar en Jesús como el Mesías y recibir el perdón de
pecados que Jesús ganó por ellos en la cruz. Pero en hacer esto, tendría que,
primero, hacerse judío – y después continuar en la ley ritual judía. Llevarían ciertas
coberturas para su cabeza en la iglesia, solo comerían comida kósher, harían
peregrinajes a Jerusalén para los días festivos, y observarían docenas de leyes
ceremoniales y rituales.
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b. El Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso … los oían que hablaban en
lenguas, y que magnificaban a Dios:
Su llenura del Espíritu Santo fue acompañado por la demostración de dones espirituales. Esto
fue una llenura del Espíritu Santo en dos sentidos: Primero, en el sentido de que él mora en y
permanece en cada creyente; segundo, en el sentido de un empoderamiento especial con
dones y gracias del Espíritu Santo.
i. Cuando ellos hablaron con lenguas, era para magnificar a Dios, no para enseñar a
hombres. La audiencia fue Dios, no el hombre, como es consistente con el principio
expresado en de 1 Corintios 14:2.
ii. Esto fue único. No fue común en el libro de Hechos o en subsecuente experiencia
cristiana para los que no fueron previamente convertidos (nacidos de nuevo) ser a la
vez nacidos de nuevo y recibir tan evidentes dones espirituales. Mas fue bueno y
aún necesario en esta ocasión, para mostrar que ellos habían recibido exactamente
el mismo Espíritu, exactamente la misma bendición que los apóstoles y primeros
seguidores de Jesús recibieron la mañana de Pentecostés (Hechos 2).
“Los gentiles son puestos en una posición con exactitud paralela, no solamente con judíos
normales quienes habían creído en Jesús, pero con los mismos apóstoles.” (Boice).
i. Pedro hizo el punto claramente cuando notó que han recibido el Espíritu Santo
también como nosotros. No solo fue que Dios amaba o bendecía a los gentiles que
los hizo quedar atónitos. Fue que Dios amaba y bendecía a los gentiles igual que
amaba y bendecía a los judíos mientras seguían siendo gentiles.
i. Esta entrada de gentiles en la iglesia no fue un nuevo plan, sino algo prometido
mucho antes. El Antiguo Testamento esperaba el día cuando una luz brillaría en las
tinieblas del mundo gentil:Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la
gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y
oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su
gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu
nacimiento.(Isaías 60:1-3).
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ii. Dios prometió a Abraham y sus descendientes que la bendición que vino por medio de él se
extendería a todas las naciones (Génesis 12:1-4). Aquí, vemos a Jesús – la mayor bendición de
Abraham – extendido a las naciones.
ii. Recuerda la promesa de Jesús de otras ovejas que no son de este redil en Juan 10:16.
Jesús también prometió: Yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí
mismo. (Juan 12:32).
iii. El primer gentil con que Jesús trató en su ministerio público fue un centurión
romano de Capernaum. Cuando Jesús sanó el siervo de aquel centurión, él
declaró: vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e
Isaac y Jacob en el reino de los cielos. (Mateo 8:5-13).
iv. Debemos ver también que Cornelio fue sin duda un buen hombre; sin embargo,
necesitaba a Jesús. Aún buenas personas, quienes son respetuosos hacia Dios,
necesitan venir a Jesús como su Señor y Salvador, y puso toda su confianza en quien
es Jesús y que hizo él por ellos.
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