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AUTISMO INFANTIL

El autismo es un trastorno del desarrollo que altera profundamente la capacidad del


niño para comunicarse y que limita su desarrollo cognitivo y emocional. En la mayoría
de los casos hace su aparición en edades muy tempranas, aunque en un pequeño
porcentaje de los casos, sobre todo cuando no hay otros trastornos asociados, puede
pasar desapercibido hasta que el niño alcanza la edad escolar.
A partir de los 6 meses de vida ya es posible identificar los primeros signos que indican
la presencia de un Trastorno del Espectro Autista (TEA). A esta edad el niño se suele
mostrar menos exigente y activo que sus coetáneos y por lo general no mantiene contacto
ocular. Asimismo, suele rechazar el contacto con los adultos por lo que es un bebé muy difícil
de consolar y tranquilizar, sobre todo cuando está irritado .

Al cumplir el primer año de vida la mayoría de los niños con autismo no imitan
los sonidos, expresiones o gestos y aunque lloran con frecuencia, su llanto es difícil
de interpretar. A esta edad muchos bebés comienzan a presentar movimientos
repetitivos con las manos.

Se clasificaba el espectro autista dentro de Trastorno Generalizado del Desarrollo. “Los


trastornos generalizados del desarrollo se caracterizan por una perturbación grave y
generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la interacción social,
habilidades para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y
actividades estereotipados”.

El niño con autismo entre los 1 y 3 años de vida


Después del primer año los signos del autismo suelen ser más evidentes, por lo que muchos
padres se dan cuenta de que algo no va bien.
 Falta de empatía, o compartir emociones.
 Retraso en la aparición y desarrollo del habla.
 El niño se comunica muy poco con el resto de las personas y prácticamente no da
señales de afecto
 Suele mostrar poco interés por relacionarse con otros niños y aunque a veces puede
expresar cierta simpatía hacia sus padres, prefiere pasar solo la mayor parte del
tiempo.
 El niño con autismo tiene muy poca curiosidad por conocer su entorno y a menudo utiliza
los juguetes de manera inadecuada porque no comprende el simbolismo del juego.
 El niño con autismo prefiere los juegos manipulativos, sobre todo los que le permiten

realizar movimientos repetitivos.


 Su capacidad lingüística también se queda rezagada pues aunque puede repetir algunas
frases, no tiene un lenguaje creativo y casi siempre utiliza combinaciones de palabras
sin ningún significado.
 No hace gestos o expresiones que le ayuden a comunicarse y no comprende el
significado de los castigos.
 En la edad preescolar el niño con autismo se muestra incapaz de utilizar la mirada, la
postura y la expresión para comunicarse.
 Suele ser muy poco competitivo y no se relaciona con sus coetáneos.
 El retraso en el lenguaje pues aunque puede decir algunas frases, casi siempre utiliza
de manera incorrecta los pronombres y no comprende el significado de las palabras por
lo que no puede mantener una conversación.

SIGNOS MOTRICES:
 Camina con cierta torpeza y mueve las manos de forma repetitiva, imitando un
aleteo.
 Aparece un apego inusual a determinadas rutinas que no tienen un significado o
una función importante y a menudo, se suele preocupar de forma persistente por
objetos que no tienen ningún valor afectivo.

Para el DSM-IV y la CIE 10, los criterios para el diagnóstico de autismo eran
solo clínicos con un núcleo central en las definiciones, los trastornos del
espectro autista (TEA) caracterizados por la alteración de 3 dominios del
comportamiento o dimensiones: 1) La interacción social (alteración en la
capacidad de socializarse), 2) El lenguaje, la comunicación capacidad de
comunicación verbal y no verbal alterada), y 3) El Juego imaginativo, gama
de intereses y actividades (patrones de comportamientos restringidos y
repetitivos).

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