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/ 2014
LICEO POLITECNICO DE OVALLE
Dpto. LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
Prof. Ricardo Poblete Gutiérrez
COMPRENSIÓN LECTORA, 2º……. Nº Lista……
VOCABULARIO Y OPINIÓN
PERSONAL
NOMBRE…………………………………………………………….. ………..
PUNTAJE…………..NOTA…………
INTRUCCIONES:
En primer lugar lea atentamente cada pregunta antes de contestar.
Responda primero con lápiz grafito, y utilice goma para corregir sus errores.
Antes de finalizar la guía traspase sus repuestas sólo con lápiz de pasta azul o negro. Evite
usar corrector.
Revise su ortografía antes de entregar su trabajo, porque se bajará nota por este efecto.
El puntaje total es de 30 puntos (Nota 7,0). El puntaje de corte para nota 4.0 es de 18
puntos.
Hoy, más que recordar, tengo deseos de imaginar, de LUCUBRAR fantasías, de echar a
volar el magín. No hacia lo pretérito, sino hacia el cierto pero confuso futuro. ¿Cómo será el
mundo en cincuenta o sesenta años más?
Me figuro un hogar chileno del año 2000 ó 2020.
Una madre de familia acomodada llega de la calle, en su auto-motoneta anfibio con radar.
Luce un sombrero adornado con coqueto alfiles, que sirve a la vez de antena. Un cinturón con dos
faltriqueras: una para la minúscula radio con televisión y otra para el teléfono portátil, también con
televisor. Naturalmente, usa pantalones. Blusa de género refrigerante –es verano- y unos zapatos
de taco bajo, de suave material plástico. Llega de la peluquería, donde se tiñe el pelo de verde
para hacer juego con la cartera que llevará esa noche en un cóctel en casa de su amiga Berta, que
parte al día subsiguiente a Madrid, por tres días, en el cohete-bus de las 9:15 que llega a la capital
hispana alas 12:18 del mismo día.
Después de beberse una Bilz, temperada a gusto en el refrigerador atómico, llamó a la
empleada:
-Gladys Verónica Grushenka (en ese tiempo se usarán tres nombres en vez de los dos de
ahora).
-Señora… estoy pelando unas cebollas para el charquicán.
En ese momento recuerda al menos de sus hijos, Samy José Vasily, de siete años y medio
de edad, contados desde que al sexto mes de <<embarazo condicionado>> fue extraído con la
cesárea de rutina y puesto en la incubadora perfeccionada marca <<La Madre Alerta>>, que
alimentaba, extraía orina y excrementos al vacío, mantenía la temperatura sin necesidad de
pañales, duchaba y FRICCIONABA, radiodifundía música especial para esa edad y televisaba
voces y arrumacos que el padre y la madre habían grabado oportunamente a fin de que el
<<incubado>> no sufriera traumas emocionales por precoz ausencia de sus progenitores.
-¿Dónde anda Samycito?
No sé, señora. Salió en su monopatín-autogiro como a las nueve.
-¡Chiquillo del diablo! –dijo doña Verónica Yamine Manzud Azaad, nuestra heroína. De
ascendencia árabe, hacía veintidós años que había cedido a subir al altar con un tal Larraín que
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tenía pretensiones de volver a figurar en la renovada aristocracia santiaguina-. ¡Chiquillo del diablo!
–repitió-, a lo mejor volvió a ir a Mendoza, cuando le tengo prohibido que se aleje más allá de
Valparaíso o Curicó. ¡A los ocho años! Es imposible descuidarse sin que haga una de las suyas.
Voy a ver dónde anda.
Marcó el teléfono con los números interfamiliares y apretó el botoncillo televisor. Tras unos
segundos de impaciente espera pudo decir:
-¿Samy José Vasily?
-Yes, Mother.
-¿Dónde estás?
-Mirando el Aconcagua con Sergio Felipe Jerónimo Fuad y Pedro Jesús del Carmen
Blondinski.
-¿No te he dicho, estúpido, que no quiero que vayas tan lejos? ¡Al Aconcagua! El día
menos pensado te vas a resfriar. ¿Llevaste el chaleco preventivo?
-Yes, Mamy.
Vuelve inmediatamente, porque si no, te mando a buscar con el carabinero que está de
punto en la zona del Cristo Redentor.
-<<Chúar>>, mamy. Pero no se enoje. Cabros volvamos… En un rato más estamos allá…
-Apúrese y no se me quede entretenido en Curimón o Los Andes. Acuérdate de que el
almuerzo es a la una.
Cortó la comunicación.
-Tenga hijos una. En mis tiempos nos mandaban al psiquiatra si íbamos en auto más allá
de Curacaví o Rancagua… Es para volverse loca.
En ese momento hizo su aparición un muchacho de más o menos dieciocho años. Alto, de
ojos negros, pelo ensortijado, nariz prominente, espolonante <<manzana de Adán>>, movimientos
rápidos y voz gruesa. Color algo aceitunado y bigotillo. Un delgado traje azul CEÑIDO al cuerpo,
con dos discretas alforjas laterales, una para el teléfono personal y radio miniatura en un solo
aparato, modelo más avanzado que el materno. Abrazó a su madre.
-traigo un hambre loca y eso que en el camino tomé vitamina reconfortante y bajé en Viña
a servirme un churrasco con tomate y una Coca-Cola.
-¿De dónde vienes?
-De Iquique. Me mandó el papy a una cobranza. Mi cohetito anduvo como un reloj, pero a
la altura de Ovalle se me descompuso el radio-imán y casi choque con unos vivos que llevaban
contrabando a Arica… ¿Qué hay de almorzar?
-Papas con mayonesa y jamón, charquicán, fruta. Y un huevo para cada uno.
-¿Y por qué ese banquetazo a la antigua?
-¿Olvidas que es el cumpleaños de Charles Iván Rudecindo, tu distinguido hermanito que
estudia Arqueología? Por eso hoy suspendimos los comprimidos y gotas alimenticias y le tengo
como sorpresa un menú archiarqueológico. Lo que no sé es si resistirán nuestros estómagos.
-Veremos. ¡Qué cómico: charquicán, jamón, papas! Como los antiguos araucanos…
¿Dónde está el dady?
Posiblemente en la oficina. Voy a ver.
Conectó el fonotelevisor o <<fotevi>>, como se les decía habitualmente, y marcó el número
de la oficina de su marido. Apareció este en el televisor, pero ella amplió el campo para abarcar
toda la oficina y pasear una mirada inspectora. Don Patricio Gonzalo Larraín estaba solo, dictando
en la Taqui-Underwood, que de inmediato transformaba la palabra en flamante escritura. No estaba
la secretaria. La señora Yamine respiró tranquila.
-¿Me necesitas hija?
-Deseaba saber si vas a venir a almorzar.
-A las 12:45 estoy allá.
-Sé puntual. A las dos nos reunimos en Valparaíso los de la directiva del nuevo movimiento
femenino. No te atrases. Suprime hoy el aperitivo en el club.
-bien, hija; hasta luego –respondió con la desesperadamente tranquila y opaca voz del
marido estabilizado.
Madame Manzud cortó. Marcó de nuevo el número del hijo menor, pero como vio que
venía en viaje de vuelta ala altura de la cuesta de Chacabuco, volvió a cortar sin hablarle.
La criada anunció.
-La señora Bárbara Minoshka Gertrudis Rodríguez.
-Que pase.
Entró doña Bárbara.
-Cómo te va, m’hija. Perdona el atraso. Hoy amanecí con deseos de hacer locuras: me vine
a pie. Vieras tú que divertido es andar un poco de vez en cuando. Uno se siente rara y exited.
¿Para qué me citaste tan apurada?
-Deja tus cosas sobre esa silla. Te he llamado para invitarte a nuestro movimiento. está
tomando mayores proporciones cada día.
-Cuéntame de qué se trata. En detalle. No he tenido tiempo de oír los folletos que me
mandaste. Con la casa, los niños, el marido, la oficina, el club, el partido y mis clases de
perfeccionamiento, no tengo tiempo para nada.
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-Pues es precisamente de eso de lo que se trata. De que volvamos atener tiempo para
todo. Las mujeres, al fin, nos hemos dado cuenta de lo que nuestras abuelas llamaron su liberación
es la peor forma de esclavitud que hemos logrado, que hemos <<conquistado>>, como se decía
antes. Una esclavitud OPROBIOSA y además estúpida. Por eso hemos lanzado el movimiento de
verdadera liberación de la mujer.
-Explícate más claro.
-No te apures, vamos por parte. ¿Qué es lo que se ha llamado liberación de la mujer? O.
más precisamente, ¿qué es lo que la mujer ha llamado su liberación?
-Este…
-Ir adquiriendo, uno tras otro, los deberes y tareas tradicionales del hombre, sin poder
renunciar a las tareas y deberes tradicionales de la mujer. O sea, la liberación de la mujer ha
consistido en tener que seguir siendo mujer en la casa, la cocina, el mercado, la cama, la
maternidad, los hijos, el remiendo, las veladas ante el lecho del enfermo, la modista, el peluquero,
el marido, el amante y el dentista. Y al mismo tiempo, óyeme bien, al mismo tiempo AFRONTAR el
colegio, la universidad, la oficina, la tienda, el taller, la máquina, la cátedra o el consultorio; los
cheques , letras y compromisos bancarios; la estrechez y el atropello en la locomoción; las carreras
a horario frenético; los almuerzos galopados;; el lenguaje de los choferes; la lucha por el escalafón
y el agobio de las postergaciones inútiles; los desfiles sindicales y políticos y las menudas tareas
de asamblea, entre otras escribir nombres en las murallas, conducir tractores; minarse en las
fábricas y fabricitarse en las minas; etc. Y este agobio de doble tarea, ¿nos ha traído las
satisfacciones compensatorias que hemos soñado? Éxito total, a una que a otra mujer; cierta
relativísima libertad económica y cultural a algunos grupos. Y a la inmensa mayoría apenas
SOSLAYAR la tradicional esclavitud representada por la cocina, los niños y la Iglesia (Kuchen,
Kinde y Kirche, de los alemanes), para admitir otras esclavitudes más pesadas y oprobiosas. Antes
éramos esclavas de los padres y hermanos, del marido y los hijos y del vecindario y el cura, que
nos exigían conducta correcta y dedicación constante, a cambio de compensaciones en afecto,
respeto, sustento y consideración social. Ahora esas <<esclavitudes>> y también sus
compensaciones sentimentales, con más o menos estable seguridad material, son evidentemente
menores. Les han cedido el paso a otras esclavitudes no siempre acompañadas de afecto, respeto,
consideración y seguridad de mantención. Son numerosas las mujeres que se han liberado de ser
sustentadas por los familiares inmediatos o parientes, pero para pasar a mantenerlos a ellos. Es
cierto que la mujer ya no pide permiso para salir a la calle y hasta tiene llave de casa para volver a
la hora que le plazca, pero sale para ir a una oficina, un taller o una tienda, donde ¡ay de ella si sale
sin permiso!
4. Cuando doña Verónica Yamine preguntó por el paradero de su hijo Samy José y no supieron
dónde estaba, la madre pensó que había ido a:
a) Curicó
b) Mendoza
c) Valparaíso
d) Madrid
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5. Berta era:
7. Según el texto, se puede inferir que los viajes en el futuro, dentro de la ciudad:
a) de carácter fuerte
b) insegura de sus acciones
c) materialista y descuidada con sus hijos
d) conforme con su condición
14. Cuando un personaje dice: “…y casi choqué con unos vivos que llevaban contrabando a
Arica…”, se puede interpretar como que:
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15. Cuando un hijo de Verónica pregunta por el “dady”, se refiere:
a) a su perro
b) a su padre
c) al hermano mayor
d) a un amigo
I. la oficina
II. la tienda
III. el marido
IV. el taller
a) solo II y III
b) solo i Y II
c) solo I, II y IV
d) solo III y IV
19. LUCUBRAR
a) buscar
b) pensar
c) encontrar
d) conocer
20. FRICCIONABA
a) lavaba
b) secaba
c) cuidaba
d) frotaba
21. CEÑIDO
a) ajustado
b) tejido
c) lateral
d) adornado
22. OPROBIOSA
a) odiada
b) humillante
c) grandiosa
d) delicada
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23. AFRONTAR
a) pagar
b) buscar
c) enfrentar
d) pedir
24. SOSLAYAR
a) trasladar
b) evitar
c) conversar
d) reconocer
Entregue una visión personal de cómo es considerada la mujer en nuestra sociedad, en 7 líneas,
aproximadamente. Cuide su ortografía y redacción.
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