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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO
CAPITULO II

MARCO TEORICO

1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

Los antecedentes de la investigación, sirven de orientación al proceso

investigativo, pero en el caso del objeto de estudio de esta investigación, es

importante destacar, que siendo reformulada recientemente la Ley de

Transporte Terrestre, no se encuentran muchos antecedentes.

Ávila, Barrera, Briceño y González (2011) realizaron una investigación en

la Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín titulada “Análisis

comparativo doctrinal jurisprudencial del dolo eventual en Venezuela”, el

propósito de esta investigación consistió en el análisis comparativo doctrinal

jurisprudencial del dolo eventual en Venezuela, mediante un examen

exhaustivo y crítico de la estructura que conforma al dolo eventual y sus

corrientes teóricas que sustentan su esencia y existencia dentro de la

dogmatica penal. A su vez se pretendió establecer si es posible su aplicación

dentro del ordenamiento jurídico venezolano.

Dicha investigación se sustento en lo expuesto por la Constitución

Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela (1999). El Código Penal

(2005). Código Orgánico Procesal Penal (2009), de igual manera, el

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contenido a utilizar para el sustento del proyecto estuvo interpretada por

Arteaga (2006), Grisanti (2001), Jiménez de Asúa (2006), entre otros.

Metodológicamente, la presente investigación fue de tipo documental; y su

población estuvo conformada por documentos ya que se extrajo de doctrinas,

jurisprudencias y leyes; tales como la Constitución de la Republica

Bolivariana de Venezuela (1999). El Código Penal (2005). Código Orgánico

Procesal Penal (2009) libros en materia Penal, entre otros.

En referencia al instrumento utilizado, fue una guía de observación

documental, el cual estuvo validado por el Comité Académico, quienes

poseen amplios conocimientos en el ámbito del Derecho Penal. Las

conclusiones que obtuvieron reflejan que es posible la aplicación del dolo

eventual en Venezuela con base y fundamento a la sentencia vinculante 490

de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia año 2011. A su

vez que el dolo eventual es una Creación dogmatica en perjuicio del

imputado.

En base a lo establecido en la presente investigación sirvió de aporte para

el trabajo objeto de estudio, puesto que realiza un análisis doctrinal

jurisprudencial del dolo eventual, ayudando a sustentar las bases teóricas ya

que estudio la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela (1999),

el Código Penal (2005) y libros en materia penal.


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Chávez (2004), realizo una investigación la cual lleva por título, Validez de

la Teoría del Dolo Eventual en el Derecho Penal Venezolano; trabajo

especial de grado elaborado para la obtención del título de Abogado por la

Universidad Dr. Rafael Belloso Chacin, en la que dicho estudio estuvo

dirigido a determinar la validez de la aplicación de la teoría del dolo eventual

en el derecho penal venezolano vigente, donde además se ilustran

consideraciones de interés, referidos al dolo eventual en la legislación penal

venezolana.

Los fundamentos teóricos se apoyaron en las doctrinas de Arteaga

(2006), Cabanellas (1998), Ossorio (2000), entre otros. El tipo de

investigación es de tipo documental, por cuanto se basa en el análisis e

interpretación critica de un cumulo sistemático de información, mediante una

técnica de recolección de datos, procedentes de documentos impresos,

audiovisuales y electrónicos que son obras de otros investigadores.

Se evidencia de los resultados que el propósito fundamental de tal

proyecto es dar a conocer y determinar si se encuentra adecuada la

aplicación de la teoría del dolo eventual como presupuesto objetivo de

punibilidad en el derecho penal venezolano, y de esta manera brindar las

herramientas necesarias que permitan determinar si la misma puede generar

una pena o tipificarse un delito bajo esta figura, y además, como ya se

menciono, verificar si esta teoría puede justificar su aplicación dentro del

derecho penal interno.


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De lo anteriormente expuesto, cabe considerar que este análisis

efectuado en esencia, sustenta el objeto de la presente investigación y

proporciona un mayor desarrollo categórico con respecto a la temática

abordada sobre el dolo eventual en la legislación penal venezolana. En

consecuencia, esta investigación arroja un aporte fundamental sobre la base

del objeto de estudio que en el presente trabajo se desarrolla, la cual ilustra

la institución del dolo eventual, analizándolo desde la perspectiva del

derecho penal venezolano y a su vez, determinando si tal figura jurídica

podría ser aplicada o no dentro del ordenamiento jurídico interno, en este

caso objeto de estudio en los accidentes de tránsito.

Amesty (2006), realizo una investigación en la Universidad Dr. Rafael

Belloso Chacin; titulada “Análisis de la Apreciación y Determinación de la

culpa en el ámbito penal venezolano”, donde el mismo presenta un estudio

de los elementos que deben de materializarse para que ésta figura se

configure; tales elementos son la imprudencia, negligencia, impericia o la

inobservancia de reglamentos, órdenes e instrucciones.

El tipo de investigación fue documental, considerándose como un proceso

basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de los

datos obtenidos de otros investigadores. Para el desarrollo del mismo se

llevo a cabo la recolección de datos seleccionando las ideas

informativamente relevantes de un documento persiguiendo un fin práctico

de desarrollo.
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De los resultados obtenidos se resalta que puede existir coparticipación

en la culpa cuando la comisión del hecho antijurídico se da por una cantidad

de sujetos activos ocasionando esto una reprochabilidad por ser el mismo

una conducta inadecuada con la moral y el derecho vigente. Además,

concluye que el origen de la culpa viene dado por la inobservancia de las

normas sancionadas donde se puede presentar la culpa con representación

estando el sujeto activo en conocimiento del peligro que puede ocasionar y

sin representación cuando el sujeto activo no está consciente del daño que

puede ocasionar.

A juicio de los investigadores, este antecedente es importante porque

toma como punto de partida el estudio de los elementos que deben de

materializarse para que pueda configurarse la culpa en el sistema penal

venezolano, la naturaleza jurídica de la misma, los modos en que puede

manifestarse, y la dificultad, que según su autor, acarrea su especifica y

detallada, sino por el contrario de manera muy breve, ya que el legislador al

momento de establecer un delito de culpa lo describe cuando el sujeto activo

obra con imprudencia, impericia, negligencia o por la inobservancia de

reglamentos, ordenes o instrucciones, sirviendo de base doctrinaria para la

investigación.
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2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA-LEGAL–JURISPRUDENCIAL

Las bases legales y doctrinales de la investigación se sustentan en todos

y cada uno de los elementos asociados a los libros y las leyes. Diversos

instrumentos legales rigen lo referente a la temática objeto de estudio como

es: Analizar la responsabilidad penal contenida en la Ley de Transporte

Terrestre en Venezuela, con el fin de dar respuestas a todos y cada uno de

los objetivos planteados en la presente investigación.

2.1. RESPONSABILIDAD PENAL CONTENIDA EN LA LEY DE

TRANSPORTE TERRESTRE EN VENEZUELA.

En la presente investigación se van a desarrollar todas y cada una de las

Responsabilidades penales contenidas en la Ley de Transporte Terrestre,

para determinar y estudiar el grado de responsabilidad que tienen los

ciudadanos en cuanto a los hechos cometidos por medio del tránsito

terrestre, asimismo las sanciones o delitos imputados dependiendo el caso.

Para Parra (11/05/2014), La responsabilidad penal es la consecuencia

jurídica de la violación de la ley, realizada por quien siendo imputable o

inimputable lleva a término actos ilícitos, lesionando o poniendo en peligro la

integridad física de las personas. La responsabilidad penal es, en Derecho, la

sujeción de una persona que vulnera un deber de conducta impuesto por el

Derecho penal al deber de afrontar las consecuencias que impone la ley.

Tales consecuencias se imponen a la persona cuando se le encuentra


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culpable de haber cometido un delito o cómplice de éste, la responsabilidad

penal la impone el Estado, mediante una pena que busca castigar al

delincuente e intentar evitar que vuelva a delinquir.

La responsabilidad penal contenida en la Ley de Transporte Terrestre

establece que todo procedimiento penal que se derive de accidentes de

tránsito se desarrollara conforme a lo establecido en el Código Orgánico

Procesal Penal, asimismo establece que el cuerpo técnico de vigilancia del

transporte terrestre puede cooperar con carácter de policía de investigación

penal bajo la dirección del Ministerio Publico con ocasión de los accidentes

de tránsito terrestre donde resulten personas lesionadas y fallecidas.

A criterio de los investigadores, estas responsabilidades penales que se

estudian en este trabajo especial de grado, permiten conocer de forma

satisfactoria los delitos imputables a personas que cometan un hecho punible

en el transporte terrestre, resaltando cada uno de ellos dependiendo del acto

realizado por dicho ciudadano para cometerlo.

2.1.1. RESPONSABILIDAD POR ACCIDENTES DE TRANSITO EN LA

LEGISLACIÓN VENEZOLANA.

Para Núñez (10/05/14) la ocurrencia de un accidente de tránsito cuando

ha tenido consecuencias dañosas hace que surjan en forma inmediata

diversas clases de responsabilidades a saber, como lo son la

responsabilidad administrativa, la responsabilidad civil y la responsabilidad


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penal, cada una dependiendo del hecho resultante de la acción cometida por

el sujeto.

De igual manera, Núñez (10/05/14) considera que la responsabilidad

administrativa es aquella que se origina por la transgresión de las normas

sustantivas sobre el desplazamiento de peatones y vehículos, o en la

condición de propietario, conductor o garante de estos, se diferencia de la

civil por cuanto no se requiere para su concreción que se haya causado un

daño. Quien maneja en sentido contrario al flechado o para la intersección

estando la luz del semáforo en rojo queda sujeto a una responsabilidad

administrativa, por cuanto violo la reglamentación sobre esta materia.

También admitió el mismo autor, en lo que respecta a la responsabilidad

civil, incursionaríamos en el ámbito de la jurisdicción civil y haríamos uso del

Código civil y Código de Procedimiento Civil vigente. A diferencia de los

accidentes con personas lesionadas o muertas, se origina además de la

administrativa y civil una responsabilidad Penal.

La Ley de Transporte Terrestre del año (2012), establece en su artículo 1

que la misma regulara el transporte terrestre garantizando el derecho al libre

tránsito de personas y de bienes por todo el territorio nacional, la realización

de actividad económica del transporte, así como lo relacionado a la

planificación, ejecución, gestión, control y coordinación de la conservación,


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aprovechamiento y administración de la infraestructura, todo lo cual conforma

el Sistema Nacional de Transporte Terrestre.

Como complemento, la responsabilidad por accidentes de tránsito de la

expresada Ley, es la capacidad que tiene cada ciudadano para vivir en

sociedad respetando las señales, bajo el cumplimiento de normas, leyes y

reglamentos básicos, armonizando los intereses individuales con los

colectivos en la interacción social y de estos con la ciudad.

En opinión de los investigadores, la responsabilidad por accidentes, es

una de las garantías más importantes para el resguardo de la seguridad

social de todos los ciudadanos, porque garantiza los derechos y el libre

desenvolvimiento del colectivo, bajo el cumplimiento de normas básicas

como el respeto a las señales y leyes de tránsito.

2.1.1.1. RESPONSABILIDAD CIVIL

Por responsabilidad civil se conoce a la obligación generada por el hecho

ilícito, la cual se traduce en la necesidad de reparar los daños y perjuicios

causados a otros; el hecho ilícito puede surgir a propósito de cualquier hecho

humano, siempre que se reúnan sus elementos característicos,

constituyendo hecho ilícito cualquier violación culpable de una norma jurídica

que cause daño a otro, como fuente de obligaciones, una especie de hecho

ilícito lo constituye la responsabilidad civil.


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El objetivo principal de la responsabilidad civil es procurar la reparación,

que consiste en restablecer el equilibrio que existía entre el patrimonio del

autor del daño y el patrimonio de la víctima antes de sufrir el perjuicio. La

responsabilidad civil posee un aspecto preventivo, que lleva a los ciudadanos

a actuar con prudencia para evitar comprometer su responsabilidad; y un

aspecto punitivo, de pena pecuniaria.

Según Savatier (1951, p. 275) La responsabilidad civil es la obligación

que incumbe a una persona de reparar el daño causado a otra por su hecho

o por el hecho de las personas o de las cosas que dependen de ella, esta

tiene la obligación de reparar el daño causado por un hecho ilícito (bien sea

de naturaleza criminal, delito penal o bien sea de naturaleza civil, delito civil).

El autor Pittier (2007, p. 303), hace una clasificación de la responsabilidad

civil y señala: La doctrina distingue dos grandes categorías de

responsabilidad civil: la contractual, que comprende el régimen de la

indemnización de los daños y perjuicios causados por el incumplimiento de

una obligación derivada de un contrato; y la extracontractual, que comprende

el régimen de la indemnización de los daños y perjuicios causados por el

incumplimiento de una obligación sin que exista ningún vínculo previo,

ningún contrato, entre la víctima y el agente del daño.

Por su parte Osorio (1986; p. 850), el termino responsabilidad significa

deuda, obligación de reparar y satisfacer por sí o por otro a consecuencia del


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delito, de una culpa o de otra causa legal, en este sentido, responsabilidad

tiene que ver con las acciones que generan una obligación a reparar

producto de un daño causado a una víctima.

La responsabilidad civil extracontractual también es denominada por la

doctrina responsabilidad civil delictual, que comprende lo que durante mucho

tiempo se denominó responsabilidad cuasidelictual, término que

prácticamente ha desaparecido al comprender el hecho ilícito tanto el daño

causado intencionalmente como el derivado de la simple culpa, eliminándose

la distinción entre delitos y cuasidelito”

El artículo 1.185 del Código civil Venezolano Vigente establece que quien

con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a

otro, está obligado a repararlo.

Asimismo, el Código Penal Venezolano Vigente en su artículo 113

establece que toda persona responsable criminalmente de algún delito o

falta, lo es también civilmente.

A criterio de los investigadores, la responsabilidad civil es aquella en la

cual una persona incurre al ocasionar un accidente de tránsito, el cual puede

traer como consecuencia daños materiales o morales ocasionados a la

víctima. De estos daños y perjuicios ocasionados surge lo que conocemos

como daño emergente y lucro cesante.


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Al mismo tiempo, la responsabilidad civil intenta asegurar a las víctimas la

reparación de los daños privados que le han sido causados, y trata de poner

las cosas en el estado en que se encontraban antes del daño y restablecer el

equilibrio que ha desaparecido entre los miembros del grupo. Por estas

razones, la sanción de la responsabilidad civil es, en principio, indemnizatoria

y no represiva.

(A) CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

El caso fortuito, es el suceso inopinado, ó la fuerza mayor que no se

puede prever ni resistir, tales como inundaciones, torrentes, naufragios,

incendios, rayos, violencias, sediciones populares, ruinas de edificios

causadas por alguna desgracia imprevista y otros acontecimientos

semejantes. Asimismo, nadie está obligado por la naturaleza de un contrato

a prestar el caso fortuito; es decir, que no hay contrato en el que uno de los

contrayentes tenga que responder al otro las pérdidas y daños causados por

caso fortuito; pues la pérdida de la cosa que perece o experimenta algún

menoscabo de este modo, recae sobre el contrayente propietario de ella.

Por otra parte, la fuerza mayor es el acontecimiento que no hemos podido

precaver ni resistir; como por ejemplo la caída de un rayo, el granizo, la

inundación, el huracán, la irrupción de enemigos, el acontecimiento de

ladrones. En cualquier caso, la cláusula de fuerza mayor es habitual en los

contratos, y sirve para cubrir posibilidades fuera del control de las partes
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tales como desastres naturales, guerras, etc. Su interpretación tiene mucha

importancia, porque hay muchos casos que están en el límite entre fuerza

mayor y caso fortuito.

Para Planiol, Ruggiero y otros, el caso fortuito y la fuerza mayor son

conceptos que deben definirse en forma negativa, habrá caso fortuito o de

fuerza mayor cuando no exista culpa, sin que pueda señalarse como casos

fortuitos o de fuerza mayor determinados objetivos (como rayos, tormentas,

etc.). Porque su calificación como tales depende de la circunstancia que

rodee el caso en concreto.

Por otra parte para Josserand (1950, p. 375), entre otros, piensa que

“caso fortuito” es un suceso intrínseco al círculo de actividad de una persona

(vgr., un choque con el carro para un chofer), mientras que “fuerza mayor” es

un hecho externo, extraño al círculo de actividad del sujeto, vgr., un

terremoto, una inundación. En otras palabras, caso fortuito es un

acontecimiento acostumbrado intrínseco al círculo de actividad del deudor y

la fuerza mayor es un acontecimiento extrínseco inusual que ocurra al círculo

de actividad del deudor.

Según Olaso y Casal (1997, p. 376), se llama caso fortuito a “todo suceso

no culposo, imposible de prever, o que, previsto, fuera inevitable”. No solo

son casos fortuitos los acontecimientos naturales (vgr., un terremoto).

También pueden tener esta consideración los actos humanos respecto del
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agente o de un tercero cuando ni sobre este ni sobre aquel pesa culpa

alguna. Asimismo, por regla general el caso fortuito exime de responsabilidad

a no ser que la ley la imponga en determinadas relaciones contractuales o

que el deudor asuma contractualmente esta obligación.

Expresa el artículo 1.272 del Código Civil venezolano Vigente lo siguiente:

El deudor no está obligado a pagar


daños y perjuicios, cuando, a
consecuencia de un caso fortuito o de
fuerza mayor, ha dejado de dar o de
hacer aquello a que estaba obligado o
ha ejecutado lo que estaba prohibido.
En opinión de los investigadores, caso fortuito o fuerza mayor cuando

hablamos de manera separada el caso fortuito se refiere a la presentación de

un suceso inesperado, sorpresivo, que se produce casual o inopinadamente,

o que hubiera sido muy difícil prever. Por su parte, el caso de fuerza mayor

se refiere a la llegada de un suceso inevitable, aunque previsible o

relativamente previsible, como un huracán o terremoto de carácter

extraordinario.

En tal sentido, el caso fortuito o fuerza mayor ambos deben ser

inimputables, vale decir, que provenga de una causa enteramente ajena a la

voluntad de las partes; imprevisible, esto es, que no se haya podido prever

dentro de los cálculos corrientes; de igual manera que no se haya podido

evitar. En todo caso los factores importantes son la inevitabilidad del hecho y
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la consecuente falta de culpa cuando el hecho es ajeno al presunto

responsable, o exterior al vicio o riesgo de la cosa.

(B) DAÑOS MATERIALES

Daño material es el que recae sobre un objeto, ya sea en forma directa

sobre el propio objeto o indirecta como consecuencia o reflejo de un daño

causado a la persona titular del mismo y siempre que sea susceptible de

comercio entre los hombres. El concepto es extensivo y así, es daño material

o patrimonial directo el que sufren bienes económicos destruidos o

deteriorados y, también, se considerara el daño patrimonial indirecto, por

ejemplo, los gastos realizados (daño emergente) para la curación de las

lesiones corporales, o las ganancias que se frustran (lucro cesante) por la

incapacidad para trabajar sobrevenida a la víctima.

Rodríguez (10/05/2014) el daño material es la pérdida o deterioro de las

cosas o de los animales, causada por la acción de un tercero. El daño puede

ser provocado por obra de la naturaleza (lo que en la mayoría de los casos

no es indemnizable), del propio dueño de la cosa o de la persona a sí misma,

o ser ocasionado por obra de un tercero, en forma intencional o dolosa, o de

modo culposo o negligente, o meramente accidental.

Continuando con el autor Rodríguez, en los 2 primeros casos (daño

ocasionado por dolo o culpa) el damnificado puede exigir la reparación del

daño sufrido, mediante la acción de daños y perjuicios, por responsabilidad


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civil, que es una acción civil o exigir la condena penal del autor del daño si su

accionar pueda encuadrar en una figura delictiva, como por ejemplo, el delito

de lesiones.

Establece el artículo 200 de la Ley de Transporte Terrestre Vigente lo

siguiente:

Cuando un accidente de tránsito terrestre produzca daños


materiales, la autoridad que conozca del mismo debe: 1.
Verificar si los vehículos reúnen las condiciones de seguridad
exigidas en esta Ley y cualesquiera otras normas que
regulen la materia. 2. Levantar el croquis del accidente,
hacer una relación de los daños sufridos por los vehículos o
por cualquiera otra propiedad, y formar el expediente
administrativo del caso. 3. Ordenar el avalúo de los daños
causados, que se hará por un solo perito designado por la
autoridad administrativa competente del transporte terrestre.
4. Realizar las experticias necesarias para determinar si los
conductores implicados o las conductoras implicadas en el
accidente de tránsito se encuentran bajo los efectos del
alcohol o de sustancias estupefacientes o psicotrópicas.

Aducen los investigadores, el daño material tiene naturaleza puramente

patrimonial o material, es decir, es el daño que afecta a los bienes o

derechos materiales de las personas. Asimismo, no es la lesión de los bienes

visibles sino la afectación en el patrimonio del dañado, además dentro de

este daño material incluye el daño a las personas, pero no como especie en

sí misma, sino como la repercusión que este tiene de forma negativa sobre el

patrimonio de la víctima.
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C) DAÑOS PERSONALES

Esta locución se entiende en el sentido de que nadie puede reclamar más

que la reparación de un perjuicio que le es propio; y originando en la lesión

de sus bienes morales o económicos, tanto si el agravio lo afecta

directamente como si afecta indirectamente. Por tanto los daños personales

son aquellos que padecen las personas implicadas en un accidente de

circulación, sean conductores, pasajeros o peatones.

Este daño personal consiste en una lesión de la integridad física y

psíquica de la persona, si bien puede tener también connotaciones ligadas a

las otras clases de daños. Serán objeto de indemnización tanto el daño

emergente (por ejemplo, gastos médicos, farmacéuticos o secuelas) como

lucro cesante (entre los que se encuentran las pérdidas de rentas o los días

de baja laboral y de incapacidad).

Según Téllez (2002, p. 409), Cuando un sujeto, denominado “agresor”,

causa un daño en el cuerpo o en la salud de una persona, denominada

“lesionada”, se configuran las lesiones personales, en las cuales se producen

modificaciones o alteraciones orgánicas que menoscaban la integridad física

o mental de una persona. En estos casos, el resultado no podrá ser la

muerte, porque se tipificaría el delito de homicidio.

El mismo autor indica, sobre las lesiones la valoración física permite

determinar la naturaleza de las lesiones, el elemento o arma causal y los


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criterios de incapacidad médico legal definitiva o provisional y las secuelas.

En muchos casos, se requiere un dictamen que debe tener una discusión

amplia en la cual se hace un recuento de los hallazgos de historia, de

expediente, incluidas las declaraciones y de examen físico, y luego se

plantean las relaciones de causalidad entre el trauma y el resultado final.

Por su parte Rodríguez (10/05/14). Se entiende como daños corporales o

personales aquellos que producen cualquier alteración corporal o psíquica,

que de alguna forma afecte la salud de quien los sufre, o reduzca la

integridad personal de quien se ve afectado, bien a nivel orgánico o

funcional. Es suficiente cualquier menoscabo en la integridad del individuo

con independencia de si tiene consecuencias prácticas en su actividad.

El mismo autor Rodríguez, indica que los organismos jurisdiccionales que

correspondan establecerán las condiciones para la reparación de los daños

corporales, necesitándose para ello, probar con datos objetivos la existencia

de los mismos. La intervención médica mostrará, con la mayor precisión

posible, las repercusiones que el suceso ha ocasionado en la salud física y

psicológica de la persona y en el caso de los informes médicos sobre los

daños corporales repercutirán en los distintos estamentos judiciales. En el

orden penal, su calificación jurídica dependerá que el perjudicado haya

necesitado, además de una primera asistencia, un posterior tratamiento

médico o quirúrgico.

Establece el artículo 1.196 del Código Civil de Venezuela Vigente lo


siguiente:
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La obligación de reparación se extiende a todo daño material


o moral causado por el acto ilícito. El Juez puede,
especialmente, acordar una indemnización a la víctima en
caso de lesión corporal, de atentado a su honor, a su
reputación, o a los de su familia, a su libertad personal, como
también en el caso de violación de su domicilio o de un
secreto concerniente a la parte lesionada. El Juez puede
igualmente conceder una indemnización a los parientes,
afines, o cónyuge, como reparación del dolor sufrido en caso
de muerte de la víctima.

Sostienen los investigadores, los daños personales son los que sufre la

persona que se ha visto afectada por él mismo, en nuestro caso de estudio

como se menciono con anterioridad pueden ser los conductores, pasajeros o

peatones dependiendo el caso. De cualquier manera el hecho es el mismo,

esto se trata del daño que sufre la víctima en este caso personal, es decir, a

su persona que afecta su capacidad física y que de igual forma necesita de

la indemnización correspondiente por parte del agente causante del daño.

(D) INCAPACIDAD TEMPORAL

La Organización Mundial de la Salud (13/05/14), define la incapacidad

temporal como “aquella restricción o ausencia, debida a una deficiencia, de

la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que

se considera normal”. Es aplicable al entorno laboral. Así, podemos definir la

discapacidad laboral como una restricción temporal o permanente, debida a

una deficiencia, de la facultad para realizar una actividad en relación con el

trabajo, dentro de los límites considerados normales.


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Al mismo tiempo, la definición legal se justifica porque, una vez se ha

producido el daño, se ha de proteger al trabajar. De ahí que la prestación

asociada a la incapacidad temporal consista, por un lado, en restablecer la

salud para recuperar las capacidades y aptitudes mediante la pertinente

asistencia sanitaria y, por otro lado, disponer de un subsidio sustitutorio del

salario mientras dura la situación incapacitante.

A juicio de los investigadores, es un situación temporal en la que se

encuentra la persona que ha sufrido un daño que la ha causado otra

persona, por tal razón la víctima se encuentra impedido para realizar sus

labores cotidianas, especialmente la de trabajar, por tal motivo la persona

que le causo el daño debe cubrir dichos gastos temporalmente mientras la

víctima se encuentre incapacitada.

(E) INCAPACIDAD ABSOLUTA

La incapacidad absoluta es una consecuencia de pérdidas anatómicas o

funcionales que inhabilitan al incapacitado para la realización de cualquier

ocupación o actividad, viéndose perjudicado por cuanto necesita la asistencia

de otra persona para realizar los actos más esenciales de la vida, como

vestirse, desplazarse, alimentarse, etc.

Andrio (14/05/14) La incapacidad absoluta es aquel grado de invalidez

que se da cuando la persona ha sufrido, a causa de un accidente o

enfermedad (física o mental), una reducción en su capacidad de trabajo de


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tal magnitud que no le permite dedicarse a ningún tipo de actividad

remunerada, por no poder someterse a las exigencias propias de la

realización de las mismas.

Para los investigadores, este tipo de incapacidad se define como la

inhabilitación total de una determinada persona, para el desarrollo de

cualquier tipo de actividad laboral o personal. De igual forma, en base a lo

mencionado anteriormente efectivamente esta incapacidad recae

mayormente sobre las personas que se desenvuelven en el ámbito laboral lo

cual es doblemente complicado por cuanto no pueden valerse por sí mismos

lo que trae consigo los gastos y la responsabilidad que debe asumir el

agente del daño.

(F) GRAN INVALIDEZ

La gran invalidez es aquella situación en la que una determinada persona

sufre una discapacidad de tipo permanente, debido a una enfermedad o

accidente, que le haya causado serias disminuciones en sus capacidades

físicas, como la pérdida de extremidades o una parálisis por mencionar

algunas y que esto le impida desarrollar actividades cotidianas de la vida

como comer, movilizarse, trabajar o alimentarse. Se debe destacar que este

tipo de prestación está centrada en la asistencia y la necesidad de una

tercera persona por parte del discapacitado, para desenvolverse en sus

actividades fundamentales.
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Igualmente es la situación de la persona afecto de incapacidad

permanente y que, por consecuencia de pérdidas anatómicas o funcionales,

necesite la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la

vida, tales como vestirse, desplazarse, comer o análogos.

En Wikipedia (02/05/2014), la gran invalidez constituye un grado de

incapacidad que no requiere necesariamente que la persona sea un

incapacitado permanente absoluto para toda profesión u oficio. La gran

invalidez es una condición personal del inválido que puede darse en

cualquier grado de incapacidad, puesto que lo definitorio de la situación de

gran invalidez es la necesidad de ayuda de una tercera persona para realizar

los actos más esenciales de la vida, no “la incapacidad permanente absoluta

para toda clase de trabajo”. Esa necesidad de una tercera persona es lo que

caracteriza este grado máximo de incapacidad permanente.

Por lo antes expuesto los investigadores concluyen, que la gran invalidez

es la que inhabilita para la realización de toda profesión u oficio. Se trata de

la situación del incapacitado permanente que ha ido perdiendo facultades

funcionales, hasta el punto de necesitar la ayuda de otra persona para

realizar actividades básicas de la vida diaria.

(G) INVALIDEZ TOTAL

Según Ojeda (2005, p. 13) se entenderá por incapacidad permanente total

para la profesión habitual la que inhabilite al trabajador para la realización de


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todas o de las fundamentales tareas de dicha profesión, siempre que pueda

dedicarse a otra distinta, es decir, lo inhabilita para realizar todas o las

principales tareas de la profesión habitual, siempre que el perjudicado pueda

realizar otra distinta.

Asimismo, aducen los investigadores que esta invalidez no es más que

una incapacidad para la persona que sufre algún accidente de tránsito,

laboral o habitual, del cual queda incapacitado totalmente para el ejercicio de

gran parte de las actividades que realizaba diariamente, no obstante dicha

invalidez no le impide la realización de dichas tareas por cuanto puede

dedicarse a otras ocupaciones u actividad habitual.

(H) INVALIDEZ PARCIAL

Para Ojeda (2005, p. 11), la invalidez parcial, cualquiera que sea su

etiología, bien de accidente de trabajo, bien de enfermedad común, es la que

sin alcanzar el grado de total, ocasiona a la persona una disminución no

inferior al 33% de su rendimiento normal para dicha profesión, sin impedirle

la realización de tareas fundamentales de la misma.

En el mismo orden de ideas, los investigadores aducen que dicha

invalidez no refiere a un 100% de incapacidad de la persona, se estima un

33% de su rendimiento en base a las lesiones o fracturas que presentare

dicha persona resultante del accidente bien sea laboral, de transito o

habitual. El mencionado porcentaje se realiza por cuanto su parcialidad


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indica una parte de su desenvolvimiento el cual aun cuando posee invalidez

parcial esta no le impide realizar su profesión habitual.

(I) INDEMNIZACION POR MUERTE

Muñoz (13/05/14). Comprende tanto el daño moral como las pérdidas

económicas que se derivan del fallecimiento (dependiendo de la edad y de

las circunstancias personales, sociales y familiares de la víctima). Todos los

perjudicados por la muerte de una persona tendrán derecho a percibir esta

indemnización, así que serán beneficiarios no sólo los herederos sino

también su cónyuge si lo tuviere y las personas que dependan

económicamente del fallecido.

De igual manera, la muerte de la persona víctima del accidente de tránsito

dará derecho a una indemnización igual al salario de dos años y no excederá

de la cantidad equivalente a veinticinco salarios mínimos, teniendo derecho a

esta indemnización los parientes del difunto establecidos en el Código Civil

de Venezuela.

Los investigadores aducen, la muerte es la cesación del funcionamiento

de los órganos vitales de una persona, por tanto la indemnización en caso de

muerte del causante la adquieren los herederos, así como todos los

derechos que el difunto hubiera podido ejercer en vida y a esta categoría

pertenecen los derechos a recibir una indemnización tanto por los daños
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patrimoniales como por daños no patrimoniales sufridos por el difundo desde

el momento de su lesión hasta el momento de su muerte.

(J) INDEMNIZACION POR SECUELAS

Muñoz (13/05/14). La indemnización por las secuelas se calcula

multiplicando en número de puntos en que se valoren las lesiones, en

función de la edad y circunstancias del perjudicado. Por su parte, el tiempo

debaja se acredita de forma sencilla con la indicación del médico; sin

embargo, no es tan fácil determinar el importe de las secuelas porque en

múltiples ocasiones es también complicado determinar el alcance de las

mismas.

Atendiendo a esta consideraciones, es aconsejable que en el informe

médico se detallen las mismas haciendo constar si éstas son leves o graves.

Respecto a las lesiones, es también posible reclamar todos los gastos

originados por el tratamiento médico que ha sido necesario seguir hasta la

completa recuperación (honorarios de médicos privados, gastos de

rehabilitación, medicamentos, prótesis, etc.)

Por su parte alude Muñoz (13/05/14). Por lo general el equipo médico que

trata las lesiones se limitara a señalar la existencia de secuelas sin

determinar su concreta puntuación, por lo que la aseguradora te remitirá a

sus propios médicos que harán un informe puntuando a la baja. Por este

motivo es conveniente obtener, mediante denuncia, un informe realizado por


37

médico forense, o informes realizados por médicos independientes

especializados en valoración de daños personales ajenos a las compañías

de seguros.

A criterio de los investigadores, las secuelas son las lesiones

permanentes que le quedan al perjudicado en un accidente, una vez se le ha

concedido el alta médica, en base a esto la victima será indemnizada por la

suma de todas las secuelas, cada secuela tendrá un arco de puntuación de

ahí que no se recomienda dejar que sea la asegurara quien decida el valor

de la indemnización, ya que siempre intentara pagar la menor indemnización

posible, por ello se recomienda que el médico que atendió a la victima realice

un informe detallado de las secuelas.

2.1.1.2. CUMPLIMIENTO DEL SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL

Acedo (13/05/14). La póliza de seguro de responsabilidad civil está

diseñada para indemnizar los perjuicios patrimoniales atribuibles al tomador

y/o al asegurado por daños causados sobre la vida de personas (lesiones o

muerte) o por daños ocasionados a la propiedad de terceros en todo lo

referente a los accidentes causados por parte de su asegurado.

No obstante, la responsabilidad civil es un mecanismo previsto por el

derecho para la indemnización de daños; y esto la diferencia de la

responsabilidad penal, pero la acerca a otras instituciones: al igual que los


38

seguros privados o que el sistema de seguridad social del Estado, la

responsabilidad civil busca la reparación de determinados perjuicios. Estas

tres instituciones (responsabilidad civil, seguros privados y seguridad social)

tienen en común que una persona distinta de la víctima de un accidente,

tiene a su cargo el pago de los montos necesarios para subsanar o atenuar

las consecuencias negativas de dicho accidente.

A grandes rasgos, la responsabilidad civil es la obligación de una persona

de indemnizar a otra por lo que su actividad le causo; la virtud de un hecho

generado de responsabilidad objetiva. Asimismo, el seguro es un contrato en

virtud del cual una persona paga a una compañía de seguros una cantidad

de dinero (prima) para que dicha compañía cubra el riesgo de que ocurra un

siniestro. Uno de los posibles riesgos que se puede cubrir, es el de una

reclamación de daños y perjuicios; el seguro de responsabilidad civil busca

cubrir ese riesgo. El seguro de responsabilidad civil actúa de manera

parecida a las convenciones de exoneración de responsabilidad, por lo

siguiente:

El responsable debe soportar, en principio, el daño. Ahora bien, el

responsable potencial puede acordar con una persona natural o jurídica la

transferencia a esta del riesgo de soportar eventuales daños. Tales acuerdos

pueden ser celebrados entre el responsable y una compañía de seguros, o


39

entre el responsable y la victima potencial. Su objeto es que, en caso de

perjuicio, el responsable del mismo preserve su patrimonio.

Establece el artículo 58 de la Ley de Transporte Terrestre Vigente lo

siguiente:

Todo vehículo a motor debe estar amparado por una póliza


de seguro de responsabilidad civil, para responder
suficientemente por los daños que ocasione al Estado o a los
y las particulares. Igualmente resultará obligatorio el seguro
de responsabilidad civil para las motocicletas, en las mismas
condiciones que rige para los automotores. En el caso de
vehículos destinados al servicio de transporte terrestre
público y privado de personas, sus propietarios o propietarias
deben contratar adicionalmente una póliza de seguro de
accidentes personales que cubra a las personas que
transporta y su equipaje.

Por lo antes expuesto, los investigadores concluyen que el seguro de

responsabilidad civil es, entonces, un contrato de seguros, por el cual el

suscriptor paga un monto llamado prima al asegurador, quien se compromete

a mantener indemne a dicho suscriptor, asesorándolo e indemnizándolo en

caso de gastos y pagos de daños y perjuicios, con ocasión de reclamaciones

de terceros que se dicen victimas de daños, de los que supuesta o realmente

responde el mencionado suscriptor. Por eso, el asegurador que paga a la

víctima no puede pretender luego que el responsable le reembolse, salvo en

casos excepcionales.
40

2.1.1.3. DENUNCIAS POR INCUMPLIMIENTO DEL SEGURO DE

RESPONSABILIDAD CIVIL

Tienen por objeto dar a conocer a la Superintendencia de la Actividad

Aseguradora, la ocurrencia de un hecho que podría constituir una infracción

administrativa por parte de una empresa de seguros, reaseguros o

intermediario de seguros. Generalmente versa sobre el incumplimiento por

parte de una empresa de seguros de las obligaciones asumidas de acuerdo

con las condiciones del contrato suscrito con el asegurado (rechazo o pago

de un siniestro).

Es importante destacar, tal como se indicó, que la competencia de este

Organismo es de naturaleza administrativa, vale decir, busca determinar si la

empresa aseguradora, con su conducta, ha incurrido en violación de las

disposiciones legales que rigen su actividad, y de ser así aplicar las

sanciones correspondientes, de manera que se carece de atribuciones para

compeler al pago de cantidades de dinero; de allí que cualquier pretensión

de tal naturaleza corresponde ser dilucidada por ante los órganos

jurisdiccionales competentes, para lo cual se deben considerar los lapsos de

prescripción y caducidad, según correspondan, previstos en la póliza de

seguros. sudeseg.gob.ve (10/05/14)

Establece el artículo 195 de la Ley de Transporte Terrestre Vigente lo

siguiente:
41

El Instituto Nacional de Transporte Terrestre informará a la


Superintendencia de Seguros las denuncias contra aquellas
empresas de seguro que incumplieren las obligaciones
contraídas en las pólizas de responsabilidad civil de
vehículos o condicionen la contratación de las pólizas, con el
objeto de que se les apliquen las sanciones o medidas
administrativas contempladas en la ley, sin menoscabo de la
acción que pueda tener quien contrata contra la empresa
directamente.

Según los investigadores, el seguro de responsabilidad civil tiene una

importancia creciente por cuando se caracteriza porque el asegurador se

compromete a mantener indemne al asegurado dentro de los límites del

contrato de seguro, es por ello que cuando la empresa aseguradora no

cumple con lo establecido en el contrato incurre inmediatamente en el delito,

puesto que el asegurado de encontrarse al día con el pago de la prima del

Seguro la empresa aseguradora está en la obligación de responder a este en

caso de un siniestro. De esta manera, por medio de la denuncia se garantiza

al asegurado el perfecto cumplimiento de lo contenido en el contrato de

seguro por la empresa aseguradora.

2.1.1.4. RESPONSABILIDAD PENAL

Es la consecuencia jurídica derivada de la comisión de un hecho tipificado

en una ley penal por un sujeto imputable, y siempre que dicho hecho sea

contrario al orden jurídico, es decir, sea antijurídico; además de punible.

Generan responsabilidad penal todas aquellas acciones humanas

(entendidas como voluntarias) que lesionen o generen un riesgo de lesión a

un bien jurídicamente protegido por el ordenamiento jurídico (por ejemplo:


42

vida, integridad física, libertad, honor, orden público, etc.) La comisión de

un delito o falta generará responsabilidad penal.

La responsabilidad penal se concreta en la imposición de una pena, que

bien puede ser de privativa de libertad (como la pena de prisión o la

localización permanente), privativa de otros derechos (como el derecho a

portar armas, el derecho a conducir vehículos a motor, el derecho a residir en

un lugar determinado, etc.), pudiendo también consistir dicha pena en una

multa pecuniaria.

Según Sierraalta (2011, p. 251), Se encuentran fundamentos para creer

que en la antigüedad la Responsabilidad Penal del autor de un delito se

limitaba a la simple relación causal del hecho con el resultado, sin atender al

intelecto del individuo. Se consideraba que si un hecho había producido un

resultado dañoso, la sola relación causal de la acción del sujeto con el

resultado antijurídico autorizaba la aplicación de una pena y se dejaba de

lado cualquier consideración en relación a la actitud del autor de hecho.

Por su parte Arteaga (2006, p. 155) afirma que la Responsabilidad Penal,

como la responsabilidad humana en general, tiene como presupuesto

inconmovible la libertad del ser humano, y la imputabilidad penal,

precisamente, la capacidad de entender y de querer, se reduce en última

instancia a la capacidad de elección que tiene el hombre en cuanto ser

personal dotado de inteligencia y voluntad libre.


43

Por último Cabanellas (1998, p. 352) Es aquella que se concreta en la

aplicación de una pena, por la acción u omisión dolosa o culposa del autor de

una u otra. Es estrictamente personal, de interpretación restringida, de

irretroactividad vedada, de voluntariedad presunta y de orden público. La que

se concreta en la aplicación de una pena, por acción u omisión, dolosa o

culposa del autor de una u otra.

Establece el artículo 61 del Código Penal Venezolano vigente lo siguiente:

Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo


tenido la intención de realizar el hecho que lo constituye,
excepto cuando la ley se lo atribuye como consecuencia de
su acción u omisión. El que incurra en faltas, responde de su
propia acción u omisión aunque no se demuestre que haya
querido cometer una infracción de la ley. La acción u omisión
penada por la Ley se presumirá voluntaria, a no ser que
conste lo contrario.
Es por ello que aducen los investigadores, hoy en día se puede decir que

la responsabilidad penal es la consecuencia jurídica cuando existe una

violación de la ley, realizada por un sujeto imputable o inimputable que se

lleva a término actos previstos como ilícitos, lesionando o poniendo en

peligro un bien material o la integridad física de las personas. Este sujeto que

vulnera un deber de conducta impuesto por el Derecho penal debe afrontar la

consecuencia que impone la ley.

Por otra parte, esta consecuencia jurídica es derivada de la comisión de

un hecho tipificado en la ley penal por un sujeto, y siempre que dicho hecho

sea contrario al orden jurídico, es decir, sea antijurídico; además de punible.


44

Generan responsabilidad penal todas aquellas acciones humanas

(entendidas como voluntarias) que lesionen o generen un riesgo de lesión a

un bien jurídicamente protegido por el ordenamiento jurídico. La comisión de

un delito o falta generará responsabilidad penal.

A este respecto la responsabilidad penal se concreta en la imposición de

una pena, que bien puede ser de privativa de libertad o privativa de otros

derechos (como el derecho a portar armas, el derecho a conducir vehículos a

motor, el derecho a residir en un lugar determinado, etc.), pudiendo también

consistir dicha pena en una multa pecuniaria.

(A) LA CULPA

La culpa es toda omisión o acción imprudente o negligente, que ocasiona

un daño a otra persona, y que puede merecer sanción legal. La culpa en

sede civil, obliga a reparar el daño económico ocasionado por el obrar

imprudente; y en sede penal puede ser causa de atribución de una pena si el

hecho está considerado delito. Es una omisión de la conducta debida,

destinada a prever y evitar un daño. Se manifiesta por la imprudencia,

negligencia, impericia o inobservancia de reglamentos o deberes.

Para Sierralta (2011, p. 160), la culpa se define como la que la ley le

atribuye al individuo como consecuencia de su acción u omisión. Pero

doctrinalmente se ha sostenido un concepto más restringido. Se habla de

una acción negligente e imprudente, imperita o inobservante de reglamentos,


45

órdenes o instrucciones, tomando las descripciones que hacen algunos tipos

específicos de delitos culposos del Código Penal Vigente como guía.

Indico asimismo Arteaga (2006, p. 253), que la culpa consiste en la

violación de la obligación de diligencia y prudencia que nos imponen

determinadas normas. Concebida de esta manera la culpa, ella implica un

reproche que se dirige al sujeto por el comportamiento psicológico contrario a

determinadas normas de prudencia y diligencia, contrario a las exigencias

impuestas al sujeto por el ordenamiento jurídico.

De este modo, Bello (1997, p. 151) establece que la culpa es la

producción de un resultado típicamente antijurídico o la omisión de una

acción esperada, por falta del deber de atención y previsión, no solo cuando

ha faltado el autor la representación del resultado que sobrevendría o de la

conciencia del no hacer, sino cuando la esperanza de que no sobrevenga ha

sido fundamento decisivo de las actividades del autor o de sus omisiones

que se producen sin querer el resultado antijurídico o lo injusto de la inacción

y sin ratificación.

El artículo 1.185 del Código civil Venezolano Vigente establece que quien

con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a

otro, está obligado a repararlo.

Consideran los investigadores, de los conceptos anteriores puede

destacarse que la culpa, es la mayor o menos reprochabilidad que se le


46

puede hacer a una persona natural por una acción típica delictuosa,

antijurídica e imputable. Asimismo, se puede definir la culpa como aquel acto

realizado por un particular, que sin tener el animus comete un hecho punible,

producto de una imprudencia, negligencia, impericia en la profesión, arte o

industria o por inobservancia de los reglamentos ordenes o instrucción,

ocasionando un daño y atribuible a una sanción penal.

(B) NEGLIGENCIA

Este es uno de los factores de mayor importancia entre los que pueden

dar nacimiento a la culpa, principalmente en lo concerniente a la circulación

vial; para comprender mejor dicho concepto ubiquemos lo contrario o

antónimo, vale decir la diligencia, a la cual tiene que someterse todos los

usuarios de las vías públicas. El problema del tránsito o tráfico vehicular, que

ya es de carácter nacional impone en la actualidad que las personas adopten

un comportamiento en extremo diligente que no entrañe peligro ni mucho

menos daño para sí mismo ni para los demás, debiendo actuar con cautela y

mayor atención para sortear con éxito todos los inconvenientes propios de la

circulación.

La atención de los usuarios de las vías públicas constituye un requisito

indispensable para participar con fortuna en los movimientos del trafico en

cualquier de sus fases y con cualquier medio de locomoción, su falta es la

causa concurrente de grandes accidentes de tránsito. Por tanto, la


47

negligencia corresponde a una omisión, o a la inobservancia de los deberes

que le incumben a cada uno frente a una situación determinada.

Por su parte Cabanellas (1998, p. 266) considera negligencia, omisión de

la diligencia, o cuidado que debe ponerse en los negocios, en las relaciones

con las personas, en el manejo o custodia de las cosas y en el cumplimiento

de los deberes y misiones. Dejadez, abandono, desidia, falta de aplicación,

defecto de atención, olvido de órdenes o precauciones. Ejecución imperfecta

contra la posibilidad de obrar mejor.

Expreso por otra parte Jiménez de Asúa (1992, p. 203) en su estricto

significado estriba la negligencia en no tomar las debidas precauciones, sea

en actos excepcionales o en los de la vida ordinaria. Por otra parte sostiene

que la negligencia es el elemento psicológico de la culpa, fueren cuales

fueren las variedades de ésta, y que, por lo tanto, se halla ínsito en la

imprudencia, la impericia y la inobservancia de reglamentos o deberes.

Por último Fontán (2002, p. 366), expresándose con claridad palmaria,

anota que “la negligencia es la falta de precaución o indiferencia por el acto

que se realiza”. En esta hipótesis añade tanto mayor será la negligencia

cuanto más precaución requiere la naturaleza de dicho acto; no es lógico

exigir las mismas precauciones a quien transporta fardos de pasto, que al

que debe efectuar el traslado de una materia explosiva.


48

El artículo 1.185 del Código civil Venezolano Vigente establece que quien

con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a

otro, está obligado a repararlo.

Para los investigadores, la negligencia significa el hecho de no utilizar el

cuidado razonable que se transforma en una herida involuntaria a otra

persona. Esto significa hacer algo que no se realiza normalmente por una

persona razonable, o el hecho de no hacer algo que una persona razonable

normalmente haría en función de las circunstancias.

En tal sentido, la negligencia de los conductores desaparecerá entonces,

cuando estos realicen chequeos permanentes de los vehículos y tengan

suma atención en las vías por las cuales circulan, lo que les obliga a ser

verdaderos profesionales del volante, y no como ahora que tienen esta

denominación solo de membrete, las estadísticas de accidentes de tránsito

respaldan esta verdad.

(C) IMPRUDENCIA

El imprudente arrostra riesgos innecesarios o prescinde de adoptar las

medidas de seguridad para impedirlos o aminorarlos, sin querer, pero sin

rechazar la contingencia del mal o del daño, que puede alcanzarle o alcanzar

a otro, perjudicar sus intereses o los ajenos, o inferir ofensa a derechos del

prójimo o de uno mismo. En lo civil, encuadra en una u otra de las

modalidades de la culpa toda imprudencia que lesiona la persona, los


49

derechos y los bienes que no son propios, con la consiguiente

responsabilidad civil.

Penalmente, además de arrostrar las consecuencias de los resarcimientos

por los daños y perjuicios señalados en el epígrafe anterior, la conducta

imprudente encuentra tipificación punible. En la imprudencia no hay ni la

intención plena ni el propósito definido de delinquir; pero se originan

consecuencias tipificadas en la ley penal en determinados casos, por no

haber procedido con la diligencia adecuada para la evitación de lesiones,

perjuicios o daños.

Indico asimismo Cabanellas (1998, p. 196) Considera imprudencia

genéricamente, la falta de prudencia, de precaución. Omisión de la diligencia

debida. Defecto de advertencia o previsión de alguna cosa. Manifestación

que descubre o revela algo que convenía reservar o que provoca algún mal

ante la reacción ajena. En la imprudencia no hay ni la intención plena ni el

propósito definido de delinquir, pero se originan consecuencias tipificadas en

la ley penal en determinadas cosas, por no haber precedido con la diligencia

adecuada para evitar lesiones, perjuicio o daños.

Arteaga (2006, p. 257), define la imprudencia como aquella que se

configura cuando el sujeto actúa sin cautela, con ligereza, en sentido

contrario a la norma de prudencia, en tanto que habría debido abstenerse de

la acción o realizarla en forma cuidadosa y atenta. Asimismo, implica el

actuar desconsiderado y excesivo que, apartándose del buen juicio común


50

que impone la experiencia, se materializa en actos precipitados contrarios a

las precauciones ordinarias que deben tomarse para evitar daños a los

intereses propios y ajenos. Quizás podríamos decir que se trata de actuar en

forma temeraria.

Por su parte Olano (2003, p. 154) respecto a la imprudencia dice, es

aquella actitud síquica de quien prevé el peligro o previniéndolo no hace todo

lo posible para evitarlo. Existe entonces la obligación de los conductores

especialmente, de prever las posibles causas de accidentes, ya que en la

imprudencia se anida frecuentemente el riesgo por el hecho de que, fallando

la intuición de las circunstancias objetivas, empuja la conducta humana más

allá de los límites de la normalidad y de lo previsto.

El artículo 1.185 del Código civil Venezolano Vigente establece que quien

con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a

otro, está obligado a repararlo.

Aunado lo anterior los investigadores, observan la imprudencia como la

infracción de las normas de cuidado o de la diligencia debida (en otras

formulaciones, el incumplimiento del deber de cuidado derivado de aquellas

normas) que produce un resultado típico objetivamente imputable. Toda

conducta humana que aparece como desafío de la adversidad en la

realización de una actividad cotidiana se enmarca dentro de la imprudencia,

por cuanto esta conducta arrastra riesgos innecesarios o prescinde de


51

adoptar las medidas de seguridad necesarias para impedirlos o minorarlos; el

imprudente siempre está expuesto al peligro.

(D) IMPERICIA

Es evidente que una persona experta en el manejo de un vehículo sigue

todas las reglas necesarias para afrontar con éxito las diversas situaciones

que pueden presentarse, ejecutando maniobras adecuadas que la técnica y

la experiencia aconsejan, lo que se conoce comúnmente como manejo a la

defensiva que tiene que ponerse en práctica cuando el caso lo amerite, a fin

de que el uso del vehículo no resulte peligroso para la seguridad de la

circulación; solo si el conductor demuestra que posee la preparación

requerida para conducir y que tiene habilidad técnica o profesional.

La impericia por lo tanto encarna el concepto opuesto a la pericia, por

cuanto el sujeto adolece de aquella técnica que no le permite afrontar con

éxito las circunstancias de dificultad que se le presentar en las vías. Por

tanto, la impericia juega un papel muy importante en las infracciones de

tránsito y las estadísticas demuestran que un treinta por ciento de los delitos

y de las contravenciones ocurren por esta circunstancia, para efectos de

juzgamiento se presume la impericia del conductor, cuando no haya obtenido

su licencia de conducir.

Según Cabanellas, (1998, p. 195). Impericia, es la falta de conocimiento o

de la práctica que cabe exigir a uno en una profesión arte u oficio. Torpeza.
52

Inexperiencia. La impericia integra una de las formas de la culpa, junto con la

imprudencia y negligencia. La impericia es culpable cuando el sujeto podía

evitarla tomando ciertas precauciones.

Para Arteaga (2006, p. 258), impericia o culpa profesional, constituye una

forma de imprudencia calificada como se ha observado en la doctrina. La

impericia consiste en el ejercicio de una actividad técnica sin poseer los

conocimientos y sin el uso de las precauciones necesarias para evitar el

resultado, con conciencia de la incapacidad profesional.

El tratadista Alvarado (2005, p. 379), respecto a la impericia considera: Es

el desconocimiento total de la conducción de un vehículo a motor, de tracción

humana o tracción animal, no reconocido por institución alguna como

elemento profesional. La impericia en definitiva es la falta de habilidad o

capacidad técnica para el ejercicio de una actividad, en el tema de estudio,

de la conducción de un vehículo a motor

El artículo 1.185 del Código civil Venezolano Vigente establece que quien

con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a

otro, está obligado a repararlo.

Consideran los investigadores, la impericia implica una falta de

conocimientos técnicos, preparación o habilidades que muestra una persona

en determinado arte, actividad o profesión y que puede deberse, quizá en

casi todos los casos, por falta de experiencia. Por lo tanto encarna el
53

concepto opuesto a la pericia, por cuanto el sujeto adolece de aquella técnica

que no le permite afrontar con éxito las circunstancias de dificultad que se le

presentar en las vías.

(E) INOBSERVANCIA DE LA LEY

El derecho es un conjunto de normas, que regula el comportamiento de

un ciudadano con la finalidad de vivir en la sociedad; y como parte de este

ordenamiento jurídico, en materia de transito se han creado varias

disposiciones, reglamentos, cuyo objetivo es la organización, la planificación

y control de tránsito, el uso de vehículos a motor, de tracción humana,

mecánica o animal, de la circulación peatonal, la contaminación ambiental, y

obviamente el irrespeto a estas normas está tipificado como infracción de

tránsito.

La inobservancia es un aspecto de la culpa que se presenta cuando una

persona viola especificas reglas de conducta impuestas por el Estado (leyes

o reglamentos) o por funcionarios competentes; en nuestro medio los

agentes de control de tránsito; cabe recordar que en la actualidad la ley

concede amplia facultad para que los agentes de policía citen a aquellos

conductores que no obedezcan sus órdenes.

La inobservancia es la falta de obediencia en las leyes de a sus

reglamentos, es incumplimiento, omisión de proceder conforme a lo

preceptuado. Es por ello que en toda infracción de tránsito es necesario


54

comprobar si efectivamente ha habido inobservancia del mandato impuesto

por la autoridad, y si existe relación causal entre la inobservancia y el evento.

Arteaga (2006, p. 148) hace mención que la forma de culpabilidad que

consiste en la inobservancia de las normas expresas (leyes, reglamentos,

ordenes, entre otros) que prescriben determinadas precauciones que deben

observarse en actividades de las cuales pueden derivarse hechos dañosos,

por ello se pueden establecer factores que de una u otra forma influyen en la

comisión del homicidio culposo, si bien es cierto los factores influyentes en la

perpetración de este delito no serán los mismos en todos los casos.

Por su parte Jiménez de Asúa (1998, p. 842) que, influido por su

formación científica de sello predominantemente germánico, sostuviera

anteriormente que “la mera infracción de un reglamento o de un mandato de

la autoridad no puede originar incriminaciones culposas”, por estimar que “la

culpa requiere negligencia, imprudencia o impericia, incluso cuando se trata

de la inobservancia de una instrucción”, cree hoy en las dos posturas

extremas, hay error.

La correcta solución del problema, se encuentra, tan sólo, adoptándose

una tesis sincrética. El maestro español la concibe así: En la mayoría de los

casos, aun cuando el sujeto que infrinja el reglamento tome toda clase de

precauciones, es imprudente el hecho de faltar a las ordenanzas, porque con

ello puede provocarse la falta de precaución de otras personas.


55

El artículo 1.185 del Código civil Venezolano Vigente establece que quien

con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a

otro, está obligado a repararlo.

En opinión de los investigadores, la inobservancia es la falta de

obediencia en las leyes de a sus reglamentos, es incumplimiento, omisión de

proceder conforme a lo preceptuado. Es por ello que en toda infracción de

tránsito es necesario comprobar si efectivamente ha habido inobservancia

del mandato impuesto por la autoridad, y si existe relación causal entre la

inobservancia y el evento.

2.1.1.5. EL DOLO

El dolo es la expresión típica, completa y acabada de las formas en que

puede presentarse el nexo psicológico entre el autor y su hecho. Asimismo,

según la legislación venezolana, el dolo se considera como la regla general y

la forma normal en la realización del hecho al establecer el Código Penal

venezolano en el Artículo. 61 que “nadie puede ser castigado como reo de

delito no habiendo tenido la intención de realizar el hecho que lo constituye,

excepto cuando la ley se lo atribuye como consecuencia de su acción u

omisión”.

Por lo tanto, se deduce a través de esta disposición que, de acuerdo al

sistema, además de la condición de la imputabilidad, para la formulación del

juicio de culpabilidad y subsiguiente responsabilidad, se requiere que el


56

sujeto haya cometido el hecho con dolo, salvo que la propia Ley le ponga

cargo del agente, aunque este no haya tenido la intención de realizarlo lo

cual se verifica en aquellos casos en los cuales el hecho a pesar de no ser

intencional, se atribuye al agente, bien a titulo de culpa de preterintencional o

de otra manera como consecuencia de su acción u omisión.

Para Mendoza (1986, p. 219), dice que el dolo es una forma de

culpabilidad y, en consecuencia, su investigación presupone concluido el

juicio previo acerca de la ilicitud del hecho. Hágase consistir el dolo en la

representación del resultado, o en la voluntad de producirlo, debe tenerse

bien presente que dolo es una expresión técnico-jurídica, que no se identifica

ni con voluntad ni con representación, ni con intención, en el valor natural o

psicológico de estos términos.

Por su parte Jiménez de Asúa (citado por Arteaga, 1998, p. 365) dice que

el dolo es la producción del resultado típicamente antijurídico con la

conciencia de que se está quebrantando el deber, con conocimiento de las

circunstancias de hecho y del curso esencial de la relación de causalidad

existente entre las manifestaciones humanas y el cambio en el mundo

exterior, con la voluntad de realizar la acción u con representación del

resultado que se requiere.

Por último Arteaga (2006, p. 222) expresa que se ha sostenido, aceptada

por supuesto la necesidad de la voluntariedad de la acción u omisión, que el


57

resultado para ser capaz de configurar dolo debe ser simplemente previsto y

no querido, como se ha señalado. Lo que se requiere, pues, para la

existencia del dolo, según esta concepción, es la representación del

resultado y no la voluntad de este, ya que la voluntad se agotaría en el mero

impulso generador de la conducta y no puede tener por objeto las

consecuencias de la actividad de un sujeto que solo podrían ser previstas.

Establece el artículo 61 del Código Penal venezolano vigente lo siguiente:

Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo


tenido la intención de realizar el hecho que lo constituye,
excepto cuando la ley se lo atribuye como consecuencia de
su acción u omisión. El que incurra en faltas, responde de su
propia acción u omisión, aunque no se demuestre que haya
querido cometer una infracción de la ley. La acción u omisión
penada por la ley se presumirá voluntaria, a no ser que
conste lo contrario.

En opinión de los investigadores y la base de las ideas expuestas por los

autores anteriormente mencionados, podemos observar que el dolo consiste

en la intención de realizar un hecho antijurídico, y que su esencia radica en

intención, a pesar de que el sujeto no está seguro de las consecuencias

antijurídicas que su intención podría traerle, este actúa menospreciando las

mismas.
58

2.1.1.6. CLASIFICACION DEL DOLO

(A) DOLO DIRECTO

En el dolo directo lo que se toma en cuenta como objetivo, no es siempre

el objetivo natural o último perseguido por la acción del sujeto activo. Sino

que lo relevante es determinar el objeto comprendido o aludido por el tipo

legal, para así poder determinar la existencia del dolo directo en esa acción,

por ello cuando proviene el engaño de alguna de las partes que intervienen

en el acto jurídico, se trata de dolo directo.

Para Sierralta (2011, p. 292), el dolo directo o de primer grado, se pone el

acento en el elemento intencional, incluso llegando a descartar, casi por

completo, el elemento cognoscitivo. Este tipo de dolo se produce en relación

a las consecuencias que se propuso obtener el sujeto y es también conocido

como intención.

Por su parte, Grisanti (2005, p. 198) establece que el dolo directo es el

dolo por antonomasia, por excelencia, el más característico y el más

frecuente. En el dolo directo, según este autor, el agente se representa como

cierto, como seguro, un resultado típicamente antijurídico, y quiere

directamente realizar, actualizar ese resultado antijurídico ya previsto como

seguro, como cierto.

En un plano inicial, plantea Arteaga (2006, p. 235) que se entenderá por

dolo directo como “aquel que se configura cuando el sujeto ha dirigido su


59

voluntad hacia un hecho o un resultado antijurídico que ha previsto como

cierto con la intención de determinarlo, es decir, el hecho estrictamente

intencional y que corresponde a la intención del autor”.

Por lo antes expuesto los investigadores concluyen que el dolo directo se

presenta cuando el autor ha previsto, o querido los resultados de su acción u

omisión de conformidad con su intención, por cuanto se da cuando se

produce un resultado no querido directamente pero que es consecuencia

necesaria y está inevitablemente unido al resultado que se pretende

conseguir, de tal forma que si esto último se produce se producirá siempre,

también, aquel.

(B) DOLO INDIRECTO

En el dolo indirecto (a diferencia del dolo directo) el sujeto activo aunque

prevé la posibilidad de la producción de consecuencias socialmente

peligrosas derivadas de sus acciones no desea que estas se lleven a cabo.

Lo anterior indica que la persona, actuante con dolo indirecto, no se halla

interesada en que se produzcan las consecuencias socialmente peligrosas y

su actitud hacia ellas es indiferente, aunque acepta la posibilidad de su

ocurrencia.

Sierralta (2011, p. 293), indica que el dolo de segundo grado abarca las

consecuencias o circunstancias cuya realización no es intencionada, pero de

cuya producción o concurrencia con seguridad se percata el sujeto. De esta


60

manera, le son imputables dolosamente al agente aquellas consecuencias

que se represento como de producción segura, aun cuando no fueron objeto

de intención, es decir, los homicidios colaterales no son intencionales.

Por su parte, Zaffaroni (2005, p. 523) señala que el dolo indirecto o dolo

de consecuencias necesarias es el resultado típico de una consecuencia

necesaria de los medios elegidos, que deben ser abarcados por la voluntad

tanto como por el fin del mismo. De allí parte que también se le haya llamado

al dolo indirecto, dolo de consecuencias necesarias, ya que en este tipo el

sujeto quiere directamente la producción del resultado aunque no lo desee o

le resulte desagradable.

En el mismo orden de ideas, Mir Puig (2001, p. 244) establece que en el

dolo indirecto o dolo de consecuencias necesarias, el autor del delito no

busca la realización del tipo, pero sabe y advierte como seguro o casi seguro

que su actuación dará lugar al delito. Aquí el agente no llega a perseguir la

comisión del delito, sino que esta se le representa como consecuencia del

sujeto; ni tampoco un saber olvidado o del que no fuera consciente el sujeto

al actuar.

Advierten los investigadores, en relación al dolo de consecuencias

necesarias, se pone el acento en el elemento cognoscitivo, y se descarta, por

completo, el elemento volitivo; no obstante, ambos se consideran hechos

dolosos. Asimismo, la diferencia entre el dolo indirecto y el dolo directo reside


61

en el elemento volitivo, en la distinta actitud del agente del delito en

referencia a las consecuencias socialmente peligrosas.

(C) DOLO EVENTUAL

Para formarse concepto de dolo eventual es necesario tomar en

consideración el elemento representación en la culpabilidad. La

representación tiene cabida para la construcción del dolo y por ende, del dolo

eventual. En efecto, cuando la intención va dirigida a un fin cierto, la

estimación del dolo no ofrece duda. El individuo quiere matar a una persona,

por ejemplo, y lo hace cumpliendo su determinada intención dirigida hacia el

resultado deseable, es decir, hay dolo directo. Cuando entre la intención y el

resultado interviene la duda, una incertidumbre, entonces existe dolo

eventual.

Arteaga (2006, p. 237), indica que la previsión de un evento como

consecuencia meramente posible de la acción no implica necesariamente la

voluntad del evento mismo, pero ello no excluye, que la actitud de la voluntad

frente al resultado previsto, de indiferencia o de ratificación del mismo, sean

equivalentes a la voluntad del resultado, entonces si el sujeto prevé la

posibilidad de que el resultado se verifique y a pesar de ello actúa,

aceptando el riesgo de que se produzca tal resultado o actuando en la

segura convicción de que no se producirá, nos encontramos ante la figura del

denominado Dolo Eventual.


62

También señala el autor que el dolo eventual cabe perfectamente en el

dolo entendido como intención, tal como lo concibe nuestra legislación, el

dolo es esencialmente intensión. El Código Penal Venezolano vigente no

contiene una disposición expresa con relación a la culpa o al delito culposo,

deduciéndose tal concepto y sus elementos de las disposiciones generales

contenidas en el artículo 61 del mismo código, y de las diversas

disposiciones en que se prevén expresamente hechos punibles culposos.

Jiménez de Asúa (citado por Arteaga, 1998, p. 367), indica que hay dolo

eventual cuando el sujeto se representa la posibilidad de un resultado que no

desea pero cuya producción ratifica en última instancia. Cuando la intención

va dirigida a un fin cierto, la estimación del dolo no ofrece duda, cuando entre

la intención y el resultado interviene una duda, una incertidumbre, entonces

existe dolo eventual.

Describe Zaffaroni (2005, p. 524) que el dolo eventual se presenta cuando

según el plan concreto del agente, la realización de un tipo es reconocida

como posible, sin que esa conclusión sea tomada como referencia para la

renuncia al proyecto de acción, dejándose claro, que esa posibilidad se

corresponde con los datos de la realidad. Se trata de una resolución en la

que se acepta seriamente la posibilidad de producción del resultado. Esta

posibilidad considerada por el agente como parte del plan, distingue el dolo

eventual de la culpa consciente, sin importar si acepta de buena o mala gana

del resultado. Siendo suficiente que se conforme con él.


63

Al respecto la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en

sentencia n° 554 de fecha 29 de Octubre de 2009 señalo:

El dolo eventual es el resultado de una de las modalidades


del dolo, que ha venido siendo reconocido a través de los
años en la doctrina y la jurisprudencia tanto nacional como
internacional, al igual que otras modalidades del dolo, como
sería el dolo de consecuencia necesarias, utilizado sobre
todo en casos de terrorismo; situación ésta que abona aun
mas las afirmaciones de la institución hoy recurrente, en el
sentido que no solo existe el dolo directo. Desconocer lo
anterior significaría, a modo de ejemplo, que se sancionen
actos terroristas a titulo de culpa, lo cual no encuentra
asidero desde el punto de vista de la dogmática penal
contemporánea.

Por lo antes expuesto los investigadores concluyen que el dolo eventual

es un dolo indeterminado donde hay certeza de la realización de un resultado

de daño, y cuando dicho resultado se prevé como posible, pero se espera

que no se realice, o le es indiferente ese resultado al sujeto. Dado esto se

puede observar que hay un conocimiento previo de lo que podría pasar si se

inobservan las Leyes de Tránsito, sin embargo muchos conductores siguen

inobservando dicha ley y su Reglamento. Por tanto, se configura la hipótesis

del dolo eventual cuando el agente realiza una conducta que abre la

posibilidad de que se produzca un resultado antijurídico por su actuación, y a

pesar de ello continua ejecutando la acción, ignorando el posible daño.

2.1.1.7. HOMICIDIO

El homicidio es el acto en que se causa la muerte de otra persona.

Etimológicamente se descompone en homo (hombre) y cidium, derivado


64

de caedere, matar. Es una conducta reprochable, es decir típica, antijurídica

y por regla general culpable (excepto en casos de inimputabilidad, donde no

se es culpable pero si responsable penalmente) que consiste en atentar

contra el bien jurídico de la vida de una persona física.

Ahora bien, según los investigadores el homicidio se encuentra

establecido a partir del artículo 405 del Código Penal Venezolano vigente, en

el cual se encuentra expresado en sus diferentes manifestaciones las cuales

son los llamados: homicidio intencional, homicidio calificado, homicidio

agravado, homicidio con causal, homicidio preterintencional y homicidio

preterintencional con causal.

El homicidio es la muerte de un hombre de un individuo de la especie

humana, dolosamente causada por otra persona física e imputable, siempre

que la muerte del sujeto pasivo sea exclusivamente el resultado de la acción

u omisión realizada por el agente. También se considera necesario tal como

lo expone Grisanti (2009, p. 193) incluir en el concepto una nota de

antijuricidad y definiéndolo como la muerte antijurídica de un hombre

ocasionada por otro.

En otro planteamiento se define como la muerte de una persona, causada

dolosa o culposamente por otra persona humana, física e imputable, siempre

que la muerte de aquella sea el resultado de la conducta realizada por esta.

Cabe destacar que este delito contra la vida de las personas es uno de los
65

hechos punibles más antiguos, porque aparece precisamente con la

existencia de los primeros hombres.

El artículo 450 del Código Penal venezolano vigente establece que quien

intencionalmente haya dado muerte a alguna persona será penado con

presidio de doce a dieciocho años.

Aducen los investigadores, que el homicidio tiene varias acepciones por

cuanto tiene varias calificaciones esto dependiendo la manera que se realice

el delito para lo cual es evidente que se tiene una conducta antijurídica

puesto que produce como efecto la muerte de una persona indistintamente

de sus características (edad, sexo, profesión, cultura, raza, condiciones

económicas, sociales, entre otras), pero siempre tiene el mismo resultado y

es que esta muerte es causada por un hombre (sujeto activo) y que en la

mayoría de las veces hace uso de la violencia.

2.1.1.8. LESIONES PERSONALES

Las lesiones personales es un término legal que se utiliza para describir

cualquier forma de lesión que se produce a una persona, incluido el daño

físico, así como cualquier daño causado a una escala emocional o mental.

Sin embargo, el uso del término ha sido utilizado para referirse a las

demandas de responsabilidad civil en que el demandante acusa al acusado

de ser responsable de una lesión debido a la negligencia.


66

González de la Vega (1996, p. 147), bajo el nombre de lesiones, se

comprende no solamente las heridas excoriaciones, contusiones, fracturas,

dislocaciones, quemaduras, sino toda la alteración en la salud y cualquier

otro daño que deje huella material en el cuerpo humano, si esos efectos son

producidos por una causa externa.

Para Carrara (1991, p. 184), Naturaleza jurídica del delito de lesiones,

consiste en un acto material que produce el efecto de disminuir a un

individuo el goce de la personalidad sin destruírsela, pero si estos efectos no

se obtuvieron se entenderá como tentativa. Además, la naturaleza de la

lesión, es útil para fundamentar el elemento causal, la incapacidad médico-

legal y las secuelas.

Según Téllez (2002, p. 409), cuando un sujeto, denominado “agresor”,

causa un daño en el cuerpo o en la salud de una persona, denominada

“lesionada”, se configuran las lesiones personales, en las cuales se producen

modificaciones o alteraciones orgánicas que menoscaban la integridad física

o mental de una persona. En estos casos, el resultado no podrá ser la

muerte, porque se tipificaría el delito de homicidio.

Establece el artículo 413 del Código Penal venezolano vigente lo siguiente:

El que sin intención de matar, pero sí de


causarle daño, haya causado a alguna
persona un sufrimiento físico, un
perjuicio a la salud o una perturbación
en las facultades intelectuales, será
67

castigado con prisión de tres a doce


meses.

De acuerdo a estos razonamientos, indican los investigadores que el

delito de lesiones es aquel donde la persona sin intención de matar ocasiona

un daño físico o psíquico con perjuicio a la salud de otro. El sujeto pasivo

referido en el artículo (delito tipo) es cualquier persona que reciba la lesión,

mientras que el sujeto activo, será cualquier persona que infrinja el daño

físico o psíquico al sujeto pasivo.

2.1.1.9. ACCIDENTES DE TRANSITO BAJO LOS EFECTOS DEL

ALCOHOL Y OTRAS SUSTANCIAS

El alcohol como factor determinante en la comisión de un delito no es un

tema de análisis nuevo para la jurista. En 1964, el prestigioso profesor y

camarista Jorge Frías Caballero ya abordaba los diferentes aspectos de la

cuestión durante su voto en el plenario Segura. Y en la actualidad

especialistas como el ministro de la Corte Suprema Eugenio

Zaffaroni aportan su mirada en tratados y sentencias.

Sabella (05/05/14). El derecho penal reprime acciones típicas,

antijurídicas y culpables. Una de las mayores dificultades que tienen los

jueces es determinar si la persona acusada de cometer un delito actuó

con culpa, dolo o dolo eventual. Ante un mismo caso puede haber

respuestas encontradas de acuerdo al enfoque de quien realice el análisis.

En definitiva, lo que se hace es tratar de interpretar qué fue lo que pensó el


68

imputado al momento de actuar, misterio técnicamente imposible de

desentrañar para cualquier profesional.

El accidente de tránsito es un hecho, no un delito. Los delitos son

acciones tipificadas en el Código Penal que resguardan un bien jurídico

determinado. En el caso de que una persona matara a otra hay un

homicidio y el bien jurídico protegido es la vida humana. Las muertes en

accidentes de tránsito suelen ser calificadas como homicidios culposos

porque se entiende que el autor obró con “imprudencia, negligencia,

impericia o inobservancia de los deberes a su cargo” y no con la intención

concreta de matar a otro.

Son tan disímiles las consecuencias de tomar una u otra postura que

muchas veces se instala una sensación de impunidad muy grande cuando un

juez califica un homicidio como culposo, ya que conlleva penas muy bajas e

incluso excarcelables. Por el contrario, se habla de una “sobrerreacción

penal” cuando se opta por el dolo eventual, figura que deriva en condenas

más altas.

Establece el artículo 194 de la Ley de Transporte Terrestre vigente lo

siguiente:

Se presume, salvo prueba en contrario, que el conductor o la


conductora es responsable de un accidente de tránsito
cuando al ocurrir éste, se encuentre bajo los efectos de
bebidas alcohólicas, de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas, o conduzca a exceso de velocidad. Al
conductor o conductora se le practicará el examen
toxicológico correspondiente, el cual podrá realizarse a
través de pruebas e instrumentos científicos por parte de las
69

autoridades competentes del transporte terrestre al momento


de levantar el accidente. Los mecanismos e instrumentos
para la práctica del examen, serán desarrollados en el
Reglamento de esta Ley.
Advierten los investigadores, la relación entre el alcohol y los accidentes

es bien conocida, indistintamente del tipo de accidentes (laborales, de tráfico,

etc.). Concretamente con relación a los accidentes de tráfico y de manera

general se estima que el conducir bajo los efectos del alcohol es responsable

del 30-50% de los accidentes con víctimas mortales, del 15 al 35% de los

que causan lesiones graves, y del 10% de los que no causan lesiones.

2.1.1.10. OBJECIONES DE RESPONSABILIDAD PENAL EN LOS

MENORES DE EDAD EN LA LEY DE TRANSPORTE TERRESTRE

Resulta con claridad que la culpa es un requisito necesario para exigir la

responsabilidad del autor del daño en el campo del derecho privado. Ahora

ocurre que en este caso se responde por hecho ajeno, en el sentido de

responder por un daño que no se ha causado personalmente. En el caso de

los padres y tutores, que responden por los hechos de los hijos y los pupilos.

Por lo que se puede concluir que la excepción es por lo tanto considerable.

Ripert y Boulanger (1964, p. 157). En el caso de los padres, parece estar

claro en Venezuela después de la reforma del Código Civil en el año 1982, la

responsabilidad de los padres es solidaria. Así, durante el matrimonio, la

patria potestad sobre los hijos comunes corresponde de derecho al padre y

la madre, quienes le ejercerán conjuntamente, en interés y beneficio de los


70

menores. Por lo tanto, debe afirmarse que únicamente comprometen la

responsabilidad de los padres los actos culposos del hijo.

Balza (1994, p. 57) considera que en el Código Civil Venezolano, algunos

autores han indicado que el mismo exige que el hecho del menor sea ilícito,

lo cual implicaría entonces que la victima tiene necesariamente que probar la

culpa del menor. Al respecto hay que considerar si el fundamento de la

responsabilidad del padre es la culpa, porque no vigilo o no educo, y esto es

fundamento de la presunción en su contra de culpa, que admite en

consecuencia la prueba liberatoria, no parece tener sentido exigir la prueba

de la culpa del menor en relación a esta responsabilidad de los padres. En

caso que el menor ha obrado con discernimiento e incurre en culpa, estamos

entonces frente a un caso de responsabilidad por hecho propio.

Este tipo de responsabilidades (las del hecho ajeno) son de carácter

excepcional, propiedad esta que se desprende de que nadie debe cargar con

una culpa que no es propia. Es necesaria una interpretación restrictiva de las

normas que establecen presunciones de culpa, exceptio strictissimae

interpretatione est. Es indudable que el juez debe apreciar de una manera

particular las reglas que establecen esta clase de responsabilidad, sin hacer

decir a las normas lo que no expresan en su literalidad, ni tampoco llegar al

extremo de una interpretación puramente gramatical de los textos, pues no

somos partidarios del método gramatical ni aun del exegético.


71

El trato especial, que le concede el ordenamiento jurídico no puede llevar

a entender que se está en realidad respondiendo por el hecho de otro. Hay

una culpa propia, lo que incurre es que existe un auto material que

directamente, por su negligencia o su dolo genera un daño a intereses de

terceros. Ante esta especial situación es que se permite accionar contra el

responsable indirecto, con el objeto de resguardar mejor los intereses de la

víctima.

El artículo 67 de la Ley de Transporte Terrestre establece lo siguiente:

Las licencias de conducir se otorgaran


por grado, de acuerdo con los tipos de
vehículos y la capacidad que exija su
conducción “… Tipo “A”, a las personas
mayores de dieciséis (16) años de edad
y menores de dieciocho (18) años de
edad, sujetas al régimen especial
restrictivo previsto en el Reglamento de
esta Ley.
En base a lo antes expuesto, el Instituto Nacional de Transporte Terrestre

(INTT), establece que para la obtención de licencia de conducir para

personas mayores de 16 años y menores de 18 se debe cumplir con una

serie de requisitos, entre ellos la autorización formulada por el representante

legal notariado donde asuma la responsabilidad solidaria por cualquier daño

a persona, vehículo, objeto particular o de la nación que causare el menor en

la conducción del vehículo y mencionar las características del automóvil que

le será asignado especificando: clase, modelo, marca, placa, color, año,

capacidad, uso, tipo y serial de motor.


72

Es importante destacar, de acuerdo a los investigadores; si bien es cierto

que la Ley de Transporte Terrestre establece la otorgación de licencia para

conducir a personas mayores de 16 años y menores de 18 años, para que

dicho permiso no sea restringido se debe cumplir con el requisito

indispensable establecido por el Instituto Nacional de Transporte Terrestre de

cumplir con la autorización por parte del representante legal, estos

representantes legales solo tienen responsabilidad civil por los hechos

cometidos por los menores de edad, en el caso de estos incurrir en un hecho

punible de responsabilidad penal, esta será personal y solo atribuida al

menor que ocasiono el daño, es decir, responde por el hecho propio.

2.1.2. NORMAS PARA EL MANEJO DE VEHICULOS EN LA

LEGISLACION VENEZOLANA.

El artículo 1 de la Ley de transporte terrestre establece que las normas

tipificadas en Venezuela tienen por objeto la regulación del transporte

terrestre, a los fines de garantizar el derecho al libre tránsito de personas y

de bienes por todo el territorio nacional, la realización de la actividad

económica del transporte y de sus servicios conexos, por vías públicas y

privadas de uso público, así como lo relacionado con la planificación,

ejecución, gestión, control y coordinación de la conservación,

aprovechamiento y administración de la infraestructura, todo lo cual conforma

el Sistema Nacional de Transporte Terrestre.


73

A criterio de los investigadores en Venezuela debe llevarse a cabo con

eficacia el cumplimiento de las normas tipificadas en la Ley debido a que en

caso de infracciones o de vicios de las personas se pueden ocasionar daños

a terceros y los mismos deben ser sancionados con el fin de aportar paz y

justicia en la sociedad.

2.1.2.1. MARCO LEGAL PARA LA OBTENCION DE LICENCIAS DE

CONDUCIR

Para conducir un vehículo de motor, la persona debe obtener y portar la

Licencia de Conducir vigente, del grado o categoría que corresponda al tipo

de vehículo respectivo. La Licencia de Conducir sólo podrá ser expedida,

renovada o revocada por el Instituto Nacional de Transporte Terrestre,

siempre y cuando se cumpla con los requisitos que señale el Reglamento de

este Decreto Ley. Intt.gob.ve (26/05/14)

2.1.2.2. LICENCIA PARA CONDUCIR

La licencia de conducir, es el documento que contiene la autorización

administrativa para la conducción de vehículos en la vía pública, es frecuente

que, para poder tramitar la licencia de conducir, haya que tener una edad

mínima y rendir un examen de manejo. Cuando el conductor viola las leyes

de tránsito, es posible que le quiten la licencia y que pierda la autorización

para conducir.
74

El Artículo 63 de la Ley de Transporte Terrestre establece lo siguiente:

Para conducir un vehículo, la persona debe obtener y portar


la licencia o título profesional de conducir, vigente, del grado
o categoría que corresponda al tipo de vehículo a motor
respectivo, expedida por el Instituto Nacional de Transporte
Terrestre y el Certificado Médico de Salud Integral vigente,
además el conductor o conductora de vehículos destinados a
la prestación del servicio de transporte terrestre público y
privado de pasajeros y pasajeras, deberá obtener y portar el
certificado de conducir expedido por la Escuela del
Transporte avalado por el Instituto Nacional del Transporte
Terrestre.
Por otra parte, el autor Tomás Cano Campos el permiso de conducir es el

acto administrativo (exteriorizado en el documento público de tal nombre) de

carácter reglado y favorable, por el que la Administración declara que una

persona cumple los requisitos subjetivos (aptitudes psicofísicas y condiciones

técnicas) necesarias para ejercer lícitamente el ejercicio de la libertad de

circulación en el vehículo de motor de que se trate.

El Artículo 67 de la Ley de Transporte Terrestre establece que las

licencias para conducir se otorgarán por grado, de acuerdo con los tipos de

vehículos y la capacidad que exija su conducción. El grado indica la

capacidad del sujeto para conducir vehículos de determinado tipo. Asimismo

las licencias serán de cinco 5 grados, lo cual también toma en consideración

la edad de las personas.


75

2.1.2.3. SUSPENSION, ANULACION Y RENOVACION DE LICENCIAS DE

CONDUCIR

Las licencias podrán ser anuladas, revocadas o suspendidas, a todo

evento serán anuladas cuando hayan sido otorgadas mediante un acto

viciado de nulidad en razón de los efectos contemplados en la Ley Orgánica

de Procedimientos Administrativos; serán revocadas cuando sobrevenga un

impedimento que incapacite física, mental o legalmente a su titular para

conducir vehículos y serán suspendidas en los casos determinados por la

Ley.

La suspensión de la licencia de conducir, incapacita al conductor para

conducir durante el lapso de la sanción. En estos casos, se incorporará en el

Registro Nacional de Conductores la nota correspondiente. La anulación y

revocatoria producirán la extinción de la licencia y el conductor no podrá

seguir conduciendo vehículos de la clase para la cual le había sido otorgada.

La licencia solo podrá ser retenida en caso de decisión definitiva que

acuerde la revocatoria. La decisión se notificará al Registro Nacional de

Vehículos y Conductores. En caso de suspensión, la decisión se incorporará

al Registro Nacional de Vehículos y Conductores y se dejará constancia

mediante nota que se estampará en la propia licencia o por otros medios.


76

2.1.2.4. CONDICIONES DE SEGURIDAD DE LOS VEHICULOS.

Todos los vehículos que posean libre circulación por el territorio nacional

deben estar bajo un control de seguridad tanto interna como externa, esta

debe estar bajo chequeo de su conductor o dueño, quien debe garantizar

que este en el cumplimiento de las siguientes características:

 Los cinturones de seguridad son imprescindibles para cualquier

viajero, básicos en la seguridad vial. En caso de impacto, cuentan

con un dispositivo que bloquea el mecanismo en caso de sufrir una

fuerte desaceleración. Evitan que la persona salga despedida.

 Los Airbags son unas bolsas que, mediante un sistema pirotécnico,

se inflan en fracciones de segundo cuando el coche choca con un

objeto sólido a una velocidad considerable. Su objetivo es impedir

que los ocupantes se golpeen directamente con alguna parte del

vehículo. Actualmente existen las bolsas frontales, laterales, tipo

cortina (para la cabeza) e incluso para las rodillas.

Para los investigadores los conductores al igual que su acompañante

deben hacer conciencia y utilizar con carácter de obligatoriedad en el caso

de los automóviles el cinturón de seguridad y los dispositivos diseñados para

los niños, ya que reducen considerablemente las lesiones y muertes en las

colisiones del tránsito.

Asimismo, en el caso de los motorizados y ciclistas el uso del casco es

sumamente importante considerando que este es uno de los actores más


77

vulnerable, después del peatón, en el sistema vial, ya que el parachoques de

este vehículo es el conductor y/o su acompañante, el uso de los teléfonos

celulares cuando se conduce un vehículo distrae la atención del conductor de

la vía, disminuye los reflejos y equivale a conducir bajo los efectos del

alcohol.

2.1.2.5. DISPOSITIVO DE CONTROL Y REGISTRO DE VELOCIDAD

El Artículo 47 de la Ley de Transporte terrestre establece lo siguiente:

Todo vehículo automotor deberá tener


instalado y en perfecto estado de
funcionamiento, dispositivos que
permitan obtener un registro gráfico de
la velocidad y distancia recorrida, en
función del tiempo y características de la
vía Los dispositivos de control a que se
refiere este artículo deberán demostrar
anualmente la idoneidad de sus
sistemas.
Aducen los investigadores que esto garantiza al conductor que siempre

tendrá el conocimiento de la velocidad en que conduce y en caso de

cualquier accidente de tránsito poder determinar la razón por la cual ocurrió

el mismo, está a su vez controla los límites en los cuales puede conducir la

persona y ayuda a evitar accidentes.

2.1.2.6. ASIGANCION DE PLACAS IDENTIFICADORAS.

El Artículo 49 de la Ley de transporte terrestre establece que el Instituto

Nacional de Transporte Terrestre autorizará y asignará a los fabricantes,


78

ensambladoras, carroceras e importadoras de vehículos las placas

identificadoras de los vehículos a comercializar, cualquiera sea su tipología,

previo el cumplimiento de los siguientes requisitos:

1. Estar legalmente constituidos en el país.

2. Estar inscritos en el registro de empresas fabricantes, ensambladoras,

distribuidoras e importadoras llevados por el Instituto Nacional de Transporte

Terrestre y el ministerio del poder popular con competencia en materia de

industrias ligeras y comercio.

3. Identificar los vehículos a comercializar mediante la marca, modelo, tipo,

capacidad, peso, tara, número de identificación de vehículo (VIN), serial de

motor, serial de carrocería, tipología y características técnicas, de

conformidad con las disposiciones reglamentarias y las Normas del Sistema

Nacional de Calidad.

4. En caso de vehículos importados deberá consignarse la documentación de

nacionalización emitida por la autoridad competente.

5. Los demás requisitos y procedimientos que determine el Reglamento de la

Ley.

A criterio de los investigadores, todo vehículo que circule por el territorio

nacional, debe portar, de manera visible, sus correspondientes placas


79

identificadoras, una colocada en la parte delantera del vehículo y la otra en la

parte posterior, en los sitios especialmente destinados a tal fin, de lo

contrario será sancionado por las autoridades competentes con la sanción

establecida en la Ley de Transporte Terrestre.

2.1.2.7. REVISION TECNICA, MECANICA Y FISICA DE LOS VEHICULOS.

El Artículo 52 de la Ley de Transporte Terrestre establece lo siguiente:

El Instituto Nacional de Transporte


Terrestre, practicará la revisión técnica,
mecánica y física de los vehículos, a los
fines de verificar el buen estado de
funcionamiento y las características de
las unidades del parque automotor
existente. Los resultados de la revisión
serán insertados al Registro Nacional de
vehículos y de Conductores y
Conductoras. Los vehículos que no
aprueben la revisión no podrán circular
por las vías públicas o privadas
destinadas al uso público.

Por lo antes expuesto, aducen los investigadores que la revisión técnica

mecánica y física de los vehículos debe ser de carácter obligatorio ya que al

verificar el perfecto funcionamiento de los mismos se está garantizando que

el conductor tiene conocimientos de las características y a su vez defectos

que posee el vehículo al igual que se garantiza el bien de las terceras

personas.
80

2.1.2.8. DE LA COMPETENCIA DE LOS FUNCIONARIOS Y

FUNCIONARIAS PARA VELAR POR EL CUMPLIMIENTO DEL

CONTENIDO DE LA LEY DE TRANSPORTE TERRESTRE.

Es de la competencia del Poder Público Nacional en materia de tránsito y

transporte terrestre lo relacionado con licencias de conducir; registro

vehicular; tipología de unidades de transporte; condiciones de carácter

nacional para la prestación de los servicios de transporte de uso público y de

uso privado de personas; el transporte público de pasajeros en rutas

suburbanas, interurbanas, metropolitanas y periféricas, sin menoscabo de las

competencias que la ley y los reglamentos atribuyan a los Municipios; el

transporte de carga; la circulación en el ámbito nacional; el régimen

sancionatorio; el control y fiscalización del tránsito en la vialidad, sin perjuicio

de las competencias de los estados y municipios.

2.1.2.9. GOBERNACIONES

Es de la competencia del Poder Público Estadal, en materia de tránsito y

transporte terrestre, la conservación, administración y aprovechamiento de

las carreteras y autopistas nacionales en coordinación con el Ejecutivo

Nacional, en los términos previstos y la ejecución, conservación,

administración y aprovechamiento de las vías terrestres estadales, así como

la circulación en el ámbito estadal.


81

2.1.2.10. ALCALDÍAS MUNICIPALES

El Artículo 96 establece que las autoridades de los municipios son

competentes para autorizar, regular, supervisar y controlar el transporte

terrestre público de pasajeros y pasajeras urbano, suburbano e interurbano

dentro de sus respectivas jurisdicciones, aun cuando los municipios se

encuentren integrados a distritos metropolitanos, salvo que las rutas

suburbanas sean declaradas por la autoridad competente con carácter

metropolitano o que la ley de la materia disponga situación diferente.

A criterio de los investigadores el poder municipal también debe velar por

las condiciones de operación de los servicios de transporte terrestre público y

privado en el ámbito de su jurisdicción; la ingeniería de tránsito para la

ordenación de la circulación de vehículos y personas de acuerdo con las

normas de carácter nacional; las autorizaciones o permisos de vehículos a

tracción de sangre; la construcción y mantenimiento de la vialidad urbana; los

servicios conexos; el destino de las multas impuestas de conformidad con lo

previsto en la Ley; el control y fiscalización de tránsito, según la normativa de

carácter nacional y las demás que por su naturaleza le sean atribuidas.

2.1.2.11. LOS CUERPOS DE POLICÍAS

Los cuerpos de policías nacionales, municipales y estadales debidamente

homologados que estén dentro de sus funciones el control de la operación

del transporte terrestre estarán en todo el deber de velar por el cumplimiento


82

de lo establecido en la Ley de Transporte Terrestre en su competencia y de

seguir con cabalidad el cumplimiento de sus funciones.

2.1.2.12. LA FUERZA ARMADA NACIONAL

La fuerza armada nacional podrá actuar como órgano ejecutor de la Ley

de Transporte Terrestre, sin perjuicio de las funciones que deban realizar los

organismos policiales y de ejecución de la misma, tienen autoridad para velar

por el cumplimento de las normas con carácter de autoridad.

2.1.2.13. ÓRGANO DEL PODER PUBLICO NACIONAL, ESTADAL Y

MUNICIPAL EN EL ÁMBITO DE SU COMPETENCIA.

(A) INSTITUTO NACIONAL DE TRÁNSITO Y TRANSPORTE

TERRESTRE

El Artículo 94 de la Ley de Transporte Terrestre establece lo siguiente:

El Instituto Nacional de Transporte


Terrestre es el ente competente para
autorizar, regular, supervisar y controlar
el servicio de transporte terrestre público
de pasajeros y pasajeras, en rutas
urbanas intermunicipales que no estén
sujetas a autoridades metropolitanas o
mancomunidades, en materia de
transporte terrestre público de pasajeros
y pasajeras y en todos los casos de
rutas suburbanas e interurbanas, no
municipales o estadales.
Advierten los investigadores que el Instituto Nacional de Tránsito y

Transporte Terrestre se creó con personalidad jurídica y patrimonio propio e

independiente de la República, con autonomía financiera, administrativa,


83

organizativa y técnica y gozará de los privilegios y prerrogativas que se le

acuerdan a la República de conformidad Con la ley.

2.1.3. PROCEDIMIENTO APLICABLE EN EL CÓDIGO ORGANICO

PROCESAL PENAL EN CASOS DE ACCIDENTES DE TRANSPORTE

TERRESTRE.

La materia de transporte terrestre en la legislación venezolana posee una

cualidad especialísima, por cuanto en si misma abarca los dos tipos de

procedimientos más importante en el ámbito jurídico, tales como lo son el

procedimiento administrativo, el procedimiento penal, todos ellos con una

serie de elementos especiales característicos del derecho de transito.

El Decreto Ley de Transporte Terrestre desarrolla lo referente

procedimientos administrativos. Los procedimientos administrativos

derivados por efecto de actuación en los accidentes de tránsito. Este tipo de

procedimiento varía dependiendo la modalidad en que se manifiesta el

accidente y la consecuencia inmediata que genera, con lo cual se determina

el tipo y combinada con la modalidad. Es así como la autoridad

administrativa le da la denominación adecuada a cada accidente de tránsito.

De esta denominación las autoridades administrativas de transito deducen la

forma como debe tratarse el procedimiento, tomando para ella en

consideración los efectos mediatos que los mismos generan.

Estos accidentes podemos clasificarlo en accidentes de tránsito con

daños materiales y accidente de tránsito con personas lesionadas o


84

fallecidas. Para los accidentes de tránsito con daños materiales, el primer

punto a tratar al respecto es que la autoridad que vaya a actuar sea una

autoridad competente en la materia y antes de realizar cualquier tipo de

acusación se debe verificar la existencia o no de personas lesionadas o

fallecidas y proceder a efectuar el auxilio correspondiente, seguidamente la

autoridad de transito deben verificar si los vehículos reúnen las condiciones

de seguridad exigidas por la ley.

Posteriormente se debe levantar el croquis del accidente y hacer una

relación de los daños ocasionados a los vehículos o a cualquier otra

propiedad y proceder a formar el expediente administrativo del caso, una vez

esto se debe ordenar el evaluó de los daños causados que quedara en

manos de un perito o funcionario experto designado por la autoridad

administrativa de transito.

Los accidentes de tránsito con personas lesionadas o fallecidas, se

maneja además del procedimiento utilizado en los accidentes de tránsito con

daños materiales, se utilizan otras diligencias referentes al estudio de la

identificación y diagnostico previo de las heridas ocasionadas de la o las

personas lesionadas o fallecida en el accidente de tránsito, así como también

las respectiva remisión de las actas que conforman la actuación de los

funcionarios del tránsito al Fiscal del Ministerio Publico.

El procedimiento penal en materia de Accidentes de Transporte Terrestre,

está desarrollado en la ley, específicamente en el artículo 114 de la Ley de

Transporte Terrestre, establece que todo procedimiento penal que se derive


85

de accidentes de tránsito terrestre, se desarrollara conforme con lo

establecido el Código Orgánico Procesal Penal.

Asimismo, el Código Orgánico Procesal Penal, establece en su artículo

114, las reglas de actuación policial que consiste en la detención de los

imputados en los casos que el código ordena seguidamente las autoridades

administrativas de transito pondrán al detenido, dentro de las doce horas

siguientes, a disposición del Ministerio Publico, quien lo presentara ante el

juez de control a quien expondrá como se produjo la aprehensión y solicitara

según el caso la aplicación del procedimiento ordinario abreviado.

Según los investigadores el procedimiento aplicable en el código orgánico

procesal penal en cuanto a casos de accidentes de transporte terrestre es

derivados por efecto de actuación en los accidentes de tránsito. Este tipo de

procedimiento varía dependiendo la modalidad en que se manifiesta el

accidente y la consecuencia inmediata que genera, con lo cual se determina

el tipo y es combinada con la modalidad de la situación presentada.

2.1.3.1. COOPERACION DEL CUERPO TECNICO DE VIGILANCIA DE

TRANSPORTE TERRESTRE.

El Cuerpo Técnico de Vigilancia del Transporte Terrestre (CTVTT) y todos

los órganos ejecutores (policías de tránsito, circulación, guardia nacional)

tiene la responsabilidad del control de la circulación del tránsito, del

transporte de personas y de carga, en las carreteras y autopistas o vías

expresas nacionales. Los policías que tienen a su cargo el control y vigilancia


86

de tránsito, en su respectiva vialidad, distinta a la normal, pueden asumir la

fiscalización de las vías de su competencia.

Dentro de este contexto, la Ley de Transporte Terrestre en el artículos 19

establece:

El Cuerpo Técnico de Vigilancia del Transporte Terrestre, al


igual que todos los órganos ejecutores, tienen la rectoría
para el control de la circulación del tránsito, del transporte de
personas y de carga, en las carreteras y autopistas o vías
expresas nacionales, aún cuando atraviesen zonas urbanas,
incluyendo dentro de éstas los distribuidores y sus ramales
principales de interconexión de alta velocidad y ocupación
vehicular que se encuentren conexos con el Sistema de
Vialidad Nacional. Igualmente, podrá inspeccionar los
estacionamientos autorizados para guarda y custodia de
vehículos, y demás atribuciones, de conformidad con esta
Ley y su Reglamento.

Seguidamente, el Artículo 20 ejusdem enuncia acerca de la Homologación

Policial lo siguiente:

Las policías que tengan a su cargo el control y vigilancia de


tránsito, en su respectiva vialidad, distinta a la nacional,
podrán asumir la fiscalización de las vías de su competencia,
aplicando la legislación nacional. Las policías podrán actuar
en el levantamiento de accidentes de tránsito con daños
materiales, siempre que los funcionarios hayan sido
homologados por el Instituto Nacional de Transporte
Terrestre, conforme con lo establecido en el Reglamento de
esta Ley.

Para García (2012, p. 212), El CTVTT, al igual que todos los cuerpos

policiales del país se encuentran en proceso de adecuación al nuevo modelo

policial, respondiendo a lo establecido en la Ley Orgánica del Servicio de

Policía y el Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (LOSPCPNB-2008) y la


87

Ley del Estatuto de la Función Policial (LEFPOL-2009) para mejorar el

despliegue del servicio de vigilancia y patrullaje, estrategia vital para verificar

y exigir el cumplimiento de las regulaciones para el transporte terrestre, y

asegurar la aplicación de las normas básicas del servicio de policía para ese

importante sector de la vida nacional.

El déficit de vigilantes viales y policías de circulación es un factor de

riesgo de mucha importancia que contribuye al incremento de los accidentes.

Menos de 10 mil funcionarios viales atienden un país donde circulan más de

5 millones de vehículos automotores por 92.140 kilómetros de calles,

carreteras y autopistas. Se estima faltan más de 35 mil vigilantes y policías

de circulación si se toman en cuenta los parámetros fijados por el Ministerio

del Poder Popular de Interior y Justicia en la Guía de Recomendaciones,

divulgada en agosto de 2009. En este documento se indica que por cada 100

mil personas debe existir un mínimo de 150 vigilantes viales.

Desde las diversas perspectivas de los investigadores El Cuerpo Técnico

de Vigilancia del Transporte Terrestre (CTVTT) y todos los órganos

ejecutores tienen la responsabilidad del control de la circulación del tránsito,

del transporte de personas y de carga, en las carreteras y autopistas o vías

expresas nacionales. Es por ello que el Cuerpo de Vigilancia de transporte

terrestre en la actualidad a ayudado a disminuir los accidente de tránsito,

partiendo conciencia a los conductores de los peligros que pueden ocasionar

por la falta de participación en el cumplimiento de las normas y leyes

existentes.
88

2.1.3.2. LEVANTAMIENTO DEL CADAVER

Según el Código Orgánico Procesal Penal en el artículo 214 establece

que en caso de muerte violenta o cuando existan fundadas sospechas que la

muerte es consecuencia de la perpetración de un hecho punible, antes de

procederse a la inhumación del occiso, la policía de investigaciones penales,

auxiliada por el médico forense, debe, además de las diligencias que le

ordene el Ministerio Publico, realizar la inspección corporal preliminar del

cadáver; en consecuencia, debe describir la posición y ubicación del cuerpo,

evaluar el carácter de las heridas, si las hubiese y el reconocimiento que

sean pertinentes.

En esta ilación de ideas, Alcántara (2009, p.304), define el levantamiento

de cadáver como no es otra cosa que una inspección ocular especialísima

que tiene por objeto, averiguar la realidad de la muerte de la persona, la

circunstancia en que tuvo lugar y quien es el autor o autores del hecho si

resulta criminoso. Asimismo es importante señalar que cuando el médico

forense no va al sitio del suceso a realizar el levantamiento de cadáver y

ordena su traslado a la morgue, lo que se está practicando es una remoción

del cadáver.

Si el médico forense no está disponible o no existe uno en la localidad

donde ocurrió el hecho, la policía de investigaciones penales debe proceder

a levantar el cadáver, y disponer su traslado a la morgue correspondiente, o

a un lugar donde pueda practicar la autopsia, para su identificación final, que


89

se procurara a través de cualquier medio posible y luego la entrega a sus

familiares.

De igual manera, dicho procedimiento debe llevarse en el caso de muerte

causada en accidentes de tránsito, con la particularidad de que si los

órganos encargados de la persecución penal no pudieren hacerse presentes

en el lugar suceso, el levantamiento de cadáver y demás actuaciones

pueden ser realizadas por un oficial de cuerpo de control y vigilancia de

tránsito terrestre, auxiliado por el médico forense.

Según Popoli (2006, p. 138) establece que la palabra inspección proviene

del verbo inspicere, por lo cual se define como observación judicial

inmediata. Es necesario acotar que el lugar objeto de inspección no solo es

aquel en el cual se ha cometido el delito sino también todos aquellos lugares

en el cual puede aparecer evidencias de su perpetración tales como el sitio

de liberación de un cadáver o el lugar donde se retenía a un secuestrado.

De esta manera, se realiza el Levantamiento del Cadáver, el cual tiene

por objeto en primer término, la evaluación externa del cadáver, dejando

constancia de las características de las lesiones observadas, posible

etiología de las mismas, identificación, ubicación y posición del cuerpo,

vestimenta, estado de conservación (cadáver de data reciente o en período

de descomposición), así como la descripción del entorno en que se

encuentra el cadáver (sumergido, al aire libre, enterrado, en lugar caluroso,

expuesto a la acción de animales, materiales adheridos, entre otros) que


90

pueda influir en las apreciaciones Médico-Legales tales como la

Determinación de Data y Causa de Muerte.

Según los investigadores, después de estudiar lo establecido en el Código

Orgánico Procesal Penal, en el artículo 214 se puede determinar que todo

levantamiento, debe constar en un “Acta de Levantamiento de Cadáver” la

cual debe contener todos los datos obtenidos por el Médico Forense durante

la práctica de la diligencia, a los fines de servir como elemento fundamental

para el desarrollo de la investigación que pueda influir en las apreciaciones

Médico-Legales tales como la Determinación de Data y Causa de Muerte.

2.1.3.3. INVESTIGACION TECNICA

Según Uviedo (2005, p. 206) Una Investigación Técnica Policial, no es

sino el conjunto de actuaciones que la autoridad policial debe practicar en el

lugar o área de terreno donde se ha cometido un posible delito. El objeto de

la investigación técnica policial es, el reconocimiento personal, por la

autoridad policial, del lugar o área de terreno donde se ha cometido un

posible delito, la determinación de la modalidad o modus operandi empleado

por el presunto delincuente y la preservación de los indicios hallados en la

escena del delito.

La investigación técnica policial según Fierro-Méndez (2009, p.166), tiene

la finalidad de permitirle al juez llegar a conocer el estado de las personas,

lugares, rastros, documentos y otros elementos que son de utilidad para

llegar a la esencia investigada. Es el curso de la investigación criminal el

factor que determinará el objeto sobre el cual versará la inspección judicial.


91

Por su parte, Devis (2.010, p.134), apunta que este medio de prueba es

una diligencia procesal, practicada por un funcionario judicial, con el objeto

de obtener argumentos de prueba para la formación de su convicción.", sin

embargo, esta concepción no se corresponde con las normas que rigen la

materia contenidas en el Código Orgánico Procesal Penal, en vista de lo cual

sería más correcto hablar de registro, y no de inspección, de conformidad

con lo establecido en el artículo 208 el Código Orgánico Procesal Penal

"Cuando sea necesario inspeccionar lugares, cosas o persona, se procederá

a su registro, previa autorización del juez de control.

Este medio de prueba ha sido denominado indistintamente por la doctrina

también inspección ocular, rubro que le ha valido el hecho de que en su

realización predomine el empleo de la vista como canal de percepción. En el

Código Orgánico Procesal Penal, el legislador emplea, para referirse a esta

diligencia de los órganos de policía de investigaciones penales, con los

términos de registro e inspección, distinguiéndose aquellos que se habrán de

practicar sobre personas, lugares o cosas.

De igual manera específicamente para el caso de los lugares dispone que

si el hecho no dejó rastros, no produjo efectos materiales, si desaparecieron

o fueron alterados, se describirá el estado actual, procurando consignar el

anterior, el modo, tiempo y causa de su desaparición y alteración, y la fuente

de la cual se obtuvo ese conocimiento.

Para la Inspección de personas se dispone en el artículo 205 del citado

Código Orgánico Procesal Penal, que ello sólo podrá hacerse si existen
92

suficientes motivos que hagan "presumir que oculta entre sus ropas o

pertenencias o adheridos a su cuerpo, objetos relacionados con un hecho

punible" debiendo advertirse previamente a la persona respecto, tanto de la

sospecha como del objeto buscado, solicitándole que lo exhiba.

La inspección de vehículos procede cuando la autoridad policial tenga

razones suficientes para presumir que en el mismo se encuentran ocultos

objetos relacionados con un delito; para su práctica deben cumplirse los

mismos requisitos que rigen para la inspección de personas, todo ello

conforme a los lineamientos fijados en el artículo 202 del código antes citado.

Cabe destacar que si la inspección debe practicarse en un lugar público

en el cual existen rastros del delito investigado o de alguna persona fugada o

sospechosa, siempre y cuando no sea necesaria la orden de allanamiento,

será la policía quien practique el registro del lugar, debiendo requerir la

presencia de un testigo, prefiriéndose a quien habite el lugar y en su defecto

a cualquier persona mayor de edad.

Por otra parte, en las denominadas pruebas directas, el Juez, como su

destinatario, aplicando sus propios sentidos percibe sin mediación alguna, el

objeto de prueba y por ello puede hacer constar el estado de cosas, lugares

o personas, y hasta hechos ocurridos en el momento en que ésta se practica

o aquellos que subsisten como podría ser el caso de los rastros, huellas o

hechos pasados.

Para los investigadores la investigación técnica policial, tiene la finalidad

de permitirle al juez llegar a conocer el estado de las personas, lugares,


93

rastros, documentos y otros elementos que son de utilidad para llegar a la

esencia investigada. De esta manera estudiar los hechos pasados y verificar

por medio de la investigación técnica los hechos ocurridos y buscar posibles

culpables del delito.

2.1.3.4. PROCEDIMIENTO PENAL DERIVADO DE ACCIDENTES DE

TRANSITO.

El procedimiento penal de accidente de transporte terrestre, establece

que todo procedimiento penal que se derive de accidentes de tránsito

terrestre, se desarrollara conforme con lo establecido el Código Orgánico

Procesal Penal.

Asimismo, el Código Orgánico Procesal Penal, establece en su artículo

114, las reglas de actuación policial que consiste en la detención de los

imputados en los casos que el código ordena seguidamente las autoridades

administrativas de transito pondrán al detenido, dentro de las doce horas

siguientes, a disposición del Ministerio Publico, quien lo presentara ante el

juez de control a quien expondrá como se produjo la aprehensión y solicitara

según el caso la aplicación del procedimiento ordinario abreviado.

Aunados a estos procedimientos, el Código Orgánico Procesal Penal,

presenta diversas alternativas para la terminación del procedimiento penal de

transito y que extingue la acción correspondiente, por lo que el artículo 41 de

la citada norma contempla los acuerdos reparatorios entre el imputado y la

víctima.
94

De igual manera el artículo 38 de la misma ley establece los supuestos en

los cuales el Fiscal del Ministerio Publico podrá solicitar que se prescinda

total o parcialmente el ejercicio de la acción penal y así mismo como otro

medio de extinción del procedimiento penal se encuentra la admisión de los

hechos, en virtud de lo establecido en el artículo 375 del Código Orgánico

Procesal Penal, que ofrece al imputado que admita los hechos el derecho a

obtener una importante reducción de la pena, tomando en cuenta el bien

jurídico afectado y el daño social causado.

En base a lo expuesto, los investigadores concluyen que el procedimiento

penal de accidente de transporte terrestre, establece que todo procedimiento

penal que se derive de accidentes de tránsito terrestre, se desarrollara

conforme con lo establecido el Código Orgánico Procesal Penal. Es por ello

que el articulo 114 presenta diversas alternativas para la terminación del

procedimiento penal de transito y que extingue la acción correspondiente.

2.1.4. SANCIONES APLICADAS EN CASO DE INFRACCION EN LA LEY

DE TRANSPORTE TERRESTRE

2.1.4.1. MULTAS

La multa es una sanción impuesta por haber cometido alguna falta o delito

establecidos en la ley y consiste en pagar una cantidad de dinero. El término

multa es el que se utiliza regularmente para hacer referencia a aquellas

sanciones que se pueden aplicar en diferentes tipos de situaciones pero que

normalmente se vinculan a errores cometidos en la vía pública, más


95

específicamente a través del tránsito. También puede ser entendida como un

castigo que se aplica para generar conciencia sobre las personas y así evitar

que los actos erróneos se vuelvan a cometer. definicionabc.com

(01/05/2014).

Normalmente, en el tránsito o en la vía pública, los errores que se

cometen pueden generar consecuencias muy graves no sólo en los que los

cometen, sino también en terceros que se ven directamente afectados por la

situación particular. Hoy en día, acciones como cruzar un semáforo en rojo, ir

a mayor velocidad de la permitida, conducir alcoholizado, no respetar los

cruces apropiados, no conducir con cinturón de seguridad o hacerlo

hablando por celular son algunas de las faltas viales más comunes y que

más se castigan, especialmente porque todas ellas pueden generar

trastornos severos.

Las sanciones aplicables a conductores y conductoras de vehículos

pertenecientes a entes de la administración pública se encuentra establecido

en el artículo 176 de la Ley de Transporte Terrestre:

Cuando alguna de las multas recaiga sobre el conductor o


conductora de un vehículo adscrito o perteneciente a
cualquier ente de la Administración Pública, la autoridad
administrativa competente, además de velar por el inicio de
proceso jurisdiccional del caso, informará a las autoridades
respectivas la presunta infracción del conductor o conductora
del vehículo propiedad de la Administración Pública.

Asimismo, el artículo 188 de la citada ley en cuanto al lapso para pagar las

multas establece:
96

Las multas a que se refiere esta Ley deberán ser pagadas en


la respectiva oficina receptora de fondos, dentro de los treinta
(30) días hábiles siguientes contados a partir de la
notificación. Vencido dicho plazo se causarán intereses de
mora, sin necesidad de requerimiento previo de las
autoridades administrativas del transporte terrestre, desde la
fecha de su exigibilidad hasta la extinción total de la deuda.

Sostienen los investigadores que, la multa aparece como el medio para

disuadir a los conductores de cometer tales faltas. Usualmente es un tipo de

sanción que sólo las personas apropiadas pueden expedir, principalmente

policías y guardias de tránsito especialmente preparados. Estas multas son

entregadas mediante un comprobante que luego debe abonarse en los

espacios designados para el caso como comisarías, centros de gestión

urbanos, centros de atención, etc. Tal como se dijo, los valores monetarios

de las multas pueden variar en gran modo, pero las mismas suelen ser de

sumas importantes de modo tal que se disuada lo más posible a los

conductores de caer en las típicas faltas de tránsito.

2.1.4.2. SANCIONES

Una infracción de tránsito es un incumplimiento de la normativa de

circulación de vehículos que acarrea una sanción administrativa. En el caso

de las infracciones de tránsito más graves, la sanción puede ser de orden

penal, hasta el punto de acarrear penas privativas de libertad. Dentro del

concepto de infracción de tránsito se incluyen todos los posibles vehículos:

de motor, de tracción animal, bicicletas o incluso producidas por los meros

peatones.
97

Las infracciones de tránsito pueden ser de muy diversa índole, si bien las

más graves suelen ser aquéllas que ponen en peligro la vida del infractor o

de terceros. Entre éstas cabe citar el exceso de velocidad, la conducción

temeraria o la conducción bajo los efectos del alcohol o de sustancias

estupefacientes.

Sin embargo, infracciones de tránsito puede ser también todo tipo de

transgresión de la normativa, aunque el resultado de dicho incumplimiento

sea simplemente la incomodidad para terceras personas, el entorpecimiento

del tránsito de vehículos o de personas, o incluso el incumplimiento de

obligaciones formales.

Son también, por tanto, infracciones de tránsito, el mal aparcamiento o el

incumplimiento de la obligación de llevar consigo la documentación del

vehículo, por ejemplo. Normalmente cuando una sanción es de tal gravedad

como para que se sancione en el orden penal, el orden administrativo suele

inhibirse en favor de la pena más grave. Se evita con ello sancionar dos

veces la misma infracción. wikipedia.org (09/05/14.)

La ley de transporte terrestre establece una serie de sanciones las cuales

son aplicables dependiendo el grado o el caso en el que se incurra, en base

a esto se aplican las sanciones establecidas en los siguientes artículos:

El artículo 169 ejusdem establece las sanciones graves:

Serán sancionados o sancionadas con multas de diez


unidades tributarias (10 U.T.), quienes incurran en las
siguientes infracciones: 1. Conducir vehículos sin haber
98

obtenido la licencia o título profesional correspondiente. 2.


Desatender las indicaciones de los semáforos. 3. Conducir
vehículos sin haber aprobado la revisión técnica, mecánica y
física de los mismos en la oportunidad debida. 4. Conducir
vehículos sobrepasando el límite permitido de velocidad. 5.
Conducir vehículos habiendo sobrepasado el tiempo máximo
permitido de conducción para transporte terrestre público de
personas y de carga. 6. Circular con vehículos de transporte
terrestre público o privado de personas y de carga.

Para los investigadores, la sanción es una pena establecida por la ley

para quien infrinja una norma. Además de lo ya mencionado en el anterior

artículo también se considera como sanciones graves, Conducir vehículos

bajo influencia de bebidas alcohólicas, sustancias estupefacientes o

psicotrópicas, Conducir vehículos poniendo en peligro la circulación de otros

vehículos debidamente señalizados para ser usados por personas con

discapacidad o en labores de enseñanza de conducción, Suministrar datos

falsos al Registro Nacional de Vehículos y de Conductores y Conductoras, y

a las autoridades competentes que intervengan en los casos de infracciones

a la presente Ley y en accidentes de tránsito.

No hacer uso del cinturón de seguridad, ni velar porque los demás

ocupantes del vehículo lo utilicen debidamente, Los que se den a la fuga en

caso de estar involucrados en accidentes de tránsito. Las multas previstas en

el presente artículo serán aplicadas sin perjuicio de las demás sanciones o

medidas administrativas previstas en la Ley.

Por otra parte, el artículo 170 de la citada ley establece las sanciones menos

graves:
99

Serán sancionadas con multas de cinco Unidades Tributarias


(5 U.T.), sin perjuicio de las sanciones establecidas en esta y
otras leyes, quienes incurran en las siguientes infracciones:
1. Circular sin placas identificadoras o con las placas que no
correspondan al vehículo, o con diseños distintos a los
establecidos por la autoridad competente. 2. Los conductores
y conductoras de motocicletas que: a) Circulen entre canales
o paralelamente a otro vehículo en movimiento, a más de
sesenta kilómetros por hora (60 kph). b) Conduzcan en
contra vía.

Según los investigadores, las sanciones menos graves establecidas en el

anterior articulo también establecen que excederse en el cobro de tarifas por

concepto de remolque según tipología de vehículos o por el servicio de

estacionamientos para la guarda y custodia de vehículos a la orden o

procesados por las autoridades administrativas y Transportar niños o niñas

menores de diez (10) años de edad, en el asiento delantero del vehículo

también serán sancionados.

Hasta tanto la autoridad competente en la materia no establezca en las

autopistas y vías de circulación rápida un canal exclusivo para la circulación

de motociclistas, estos deberán circular por el canal de hombrillo, quien

contravenga esta disposición será sancionado con cinco Unidades

Tributarias (5 U.T.),

En cuanto a las sanciones leves el artículo 171 ejusdem establece:

Serán sancionadas con multas de tres Unidades Tributarias ,


sin perjuicio de las sanciones establecidas en esta y otras
leyes, quienes incurran en las siguientes infracciones: 1.
Conducir vehículos con licencia y el Certificado Médico de
Salud Integral vencidos, o no portarlo al serle requerido por la
autoridad competente..Las infracciones a las normas
previstas en esta Ley, su Reglamento o en las resoluciones
100

que dicte el ministerio del poder popular con competencia en


materia de transporte terrestre.

Por otra parte, a las sanciones muy graves la misma ley establece en su

artículo 173 lo siguiente:

Los conductores y las conductoras de


vehículos que efectúen competiciones
de velocidad o “piques” en las vías
públicas, serán sancionados o
sancionadas con multa de cien
Unidades Tributarias, sin perjuicio de las
demás sanciones penales o civiles
correspondientes.

En base a las sanciones por exceso de carga la indicada ley establece en su

artículo 175 lo siguiente:

Las personas naturales y jurídicas que en sus vehículos


transporten exceso de carga, así como las empresas
generadoras, de transferencia e intermodal de carga, según
se compruebe la responsabilidad en cada caso, serán
sancionadas de la siguiente manera: 1. Exceso hasta diez
toneladas (10Tn.), multa de diez Unidades Tributarias (10
U.T.) por cada tonelada o fracción excedida. 2. Exceso
superior a diez toneladas (10Tn.), hasta veinte toneladas
(20Tn.), multa de veinte Unidades Tributarias (20 U.T.) por
cada tonelada o fracción excedida.

Por último, continuando con la citada ley, esta establece en su artículo 184 la

sanción por avisos publicitarios en vehículos de transporte:

En el caso de instalación de avisos publicitarios en vehículos


destinados al servicio de transporte terrestre público o
privado de personas y de carga, que no cumplan con las
normas, establecidas en esta Ley y su Reglamento, las
empresas publicitarias responsables serán sancionadas con
multa de quinientas Unidades Tributarias, a mil Unidades
Tributarias, de acuerdo a lo siguiente: 1. Por colocar la
publicidad cubriendo la totalidad de la unidad, para el caso
101

de transportes de personas, público, modalidad colectivo o


privado, mil Unidades Tributarias.”.

2.1.4.3. INFRACCIONES:

En referencia al concepto de infracciones de tránsito, en primer término

conozcamos que debemos entender por infracción de manera general; al

respecto el tratadista Guillermo Cabanellas (1998, p. 205) considera:

“Infracción es trasgresión, quebrantamiento, violación, incumplimiento de una

Ley, pacto o tratado. Denominación genérica de todo lo punible, sea delito o

falta”. Esta definición del tratadista nos habla en definitiva que la infracción es

una violación a la norma jurídica, por parte del agente que actúa fuera de la

Ley que rige para todos los ciudadanos.

Una infracción de tránsito es un incumplimiento de la normativa de

circulación de vehículos que acarrea una sanción administrativa. En el caso

de las infracciones de tránsito más graves, la sanción puede ser de orden

penal, hasta el punto de acarrear penas privativas de libertad. Dentro del

concepto de infracción de tránsito se incluyen todos los posibles vehículos:

de motor, de tracción animal, bicicletas o incluso producidas por los meros

peatones.

Las infracciones de tránsito pueden ser de muy diversa índole, si bien las

más graves suelen ser aquéllas que ponen en peligro la vida del infractor o

de terceros. Entre éstas cabe citar el exceso de velocidad, la conducción

temeraria o la conducción bajo los efectos del alcohol o de sustancias

estupefacientes.
102

La infracción de tráfico o de tránsito implica el incumplimiento de la

normativa vigente en cuanto a circulación de los automóviles y que tiene

como resultado una sanción administrativa, aunque, en aquellos casos en los

que se haya incurrido en una falta grave, la sanción que se aplicará puede

corresponder al orden penal, incluso determinando la detención y prisión del

automovilista que haya protagonizado el incidente de

tráfico. definicionabc.com (01/05/2014).

La Ley de Transporte Terrestre establece una serie de infracciones las

cuales se indicaran a continuación:

El artículo 174 de la citada Ley establece las infracciones y sanciones a las

personas jurídicas, en la forma siguiente:

Serán sancionadas con multas, las personas jurídicas


prestatarias del servicio de transporte terrestre de personas y
de carga, que incurran o permitan a los conductores que
operan bajo su responsabilidad, directamente o mediante la
afiliación u otra forma jurídica de vinculación, la comisión de
las siguientes infracciones: 1. El exceso de velocidad,
debidamente comprobado por medios técnicos, aprobados
por el Instituto Nacional de Transporte Terrestre y adoptados
por el Cuerpo Técnico de Vigilancia del Transporte Terrestre
y las policías homologadas.

Continuando con las infracciones, el artículo 183 ejusdem establece la

sanción por infracción en la instalación de vallas publicitarias:

En el caso de instalación de vallas, carteles o anuncios


publicitarios fijos, en movimiento y sobre vehículos, que no
cumplan con las autorizaciones respectivas establecidas en
esta Ley y con la normativa técnica en cuanto a dimensiones
y características previstas en el Reglamento de esta Ley, las
personas naturales o jurídicas serán sancionadas con multa
de quinientas Unidades Tributarias (500 U.T.) a mil Unidades
103

Tributarias (1.000 U.T.). La autoridad administrativa


competente removerá y trasladará el medio publicitario que
contravenga las disposiciones de la ley y rescindirá el
permiso respectivo.

El artículo 185 ejusdem establece la prescripción de las infracciones:

Las multas establecidas por infracciones


a las normas de transporte terrestre
prescribirán a los cinco (5) años
contados a partir de la notificación del
sancionado, de la decisión que pone fin
al proceso. Igual lapso de prescripción
tendrá la acción del Estado para exigir
responsabilidad por las infracciones
indicadas a partir de la fecha de su
comisión.

Por otra parte, el artículo 186 ejusdem, establece las sanciones e

infracciones en materia de infraestructura vial:

Sin perjuicio de las sanciones establecidas en los contratos


de concesión, los concesionarios o los administradores, que
participan en la explotación y aprovechamiento de las vías,
serán objeto de sanciones hasta el cinco por ciento (5%) de
sus ingresos brutos, en los doce (12) meses anteriores al
mes de la infracción, por la comisión de cualesquiera de los
hechos siguientes: 1. El incumplimiento de suministrar al
ministerio del poder popular con competencia en materia de
transporte terrestre o a la autoridad regional o local que
corresponda, la información que se le solicite.

En cuanto a las sanciones e infracciones en materia de terminales la citada

ley establece en su artículo 187 lo siguiente:

Sin perjuicio de las sanciones establecidas en esta Ley, las


personas jurídicas responsables de la operación,
administración y mantenimiento de los terminales públicos y
privados, serán objeto de sanciones de cien Unidades
Tributarias (100 U.T.) a quinientas Unidades Tributarias (500
U.T.), y el Reglamento de esta Ley, establecerá la sanción
104

según el flujo de transporte terrestre público autorizado para


la clasificación de los terminales de pasajeros y pasajeras,
por la comisión de cualesquiera de los hechos siguientes: 1.
La puesta en servicio del terminal sin la licencia de
operación. 2. El incumplimiento reiterado del deber de
suministrar a la autoridad competente la información que ésta
solicite, en la oportunidad y en la forma en que hubiere sido
solicitada.

Aducen los investigadores que, una infracción es el incumplimiento de

una norma y puede derivar una multa de transito, una falta o un delito.

Normalmente cuando una sanción es de tal gravedad como para que se

sancione en el orden penal, el orden administrativo suele inhibirse en favor

de la pena más grave. Se evita con ello sancionar dos veces la misma

infracción.

Sin embargo, infracciones de tránsito puede ser también todo tipo de

transgresión de la normativa, aunque el resultado de dicho incumplimiento

sea simplemente la incomodidad para terceras personas, el entorpecimiento

del tránsito de vehículos o de personas, o incluso el incumplimiento de

obligaciones formales. Son también, por tanto, infracciones de tránsito, el mal

aparcamiento o el incumplimiento de la obligación de llevar consigo la

documentación del vehículo, por ejemplo.

2.1.4.4. REINCIDENCIA

Los conductores de todo tipo de vehículo que por obligación deben portar

la Licencia de Conducir y demás documentos están sujetos a ser

sancionados por las faltas que comentan y si continúan cometiendo dicha

situación serán sancionados de acuerdo a la ley de transporte terrestre


105

gaceta oficial no. 40.106 31 de mayo de 2013. En consecuencia se considera

la repetición de un delito por el cual ya fue sancionado anteriormente.

El artículo 177 de la Ley de Transporte Terrestre establece que “En caso de

reincidencia, se duplicara el monto de la sanción”.

Por lo antes expuesto, los investigadores aducen que es importante

resaltar que no importa el tipo de servicio que tenga su vehículo, siendo así

pueden ser motos o en su efecto vehículos de servicio particular o público,

de pasajeros o de carga, los mismos que cuando sus conductores cometan

una infracción, sus multas serán duplicadas.

2.1.4.5. PRIVATIVA DE LIBERTAD

Es una pena impuesta por un juez o un tribunal que consiste en quitarle la

libertad al imputado como consecuencia de un proceso penal. Se denomina

privativa de libertad a un tipo de pena impuesta por un juez o tribunal como

consecuencia de un proceso penal y que consiste en quitarle al reo su

efectiva libertad personal ambulatoria (es decir, su libertad para desplazarse

por donde desee), fijando que para el cumplimiento de esta pena el

sentenciado quede recluido dentro de un establecimiento especial para tal

fin.

Es la sanción penal más común y drástica en los ordenamientos

occidentales (a excepción de la pena de muerte, de escasa extensión).

Supone la privación de la libertad del sujeto, y dependiendo del grado de tal

privación, pueden distinguirse las siguientes:


106

 Prisión.

 Arresto domiciliario.

 Destierro.

Cuando la pena privativa de libertad no tiene un plazo de finalización se la

conoce como cadena perpetua. La pena privativa de libertad, tal como su

nombre lo indica, consiste en privar de libertad de tránsito al individuo

sentenciado. Se diferencia de la "prisión preventiva" porque la pena privativa

es resultado de una sentencia firme y no de una medida transitoria (medida

cautelar) como sucede con aquélla.

Asimismo se diferencia de las denominadas "penas limitativas de

derechos" en que la pena privativa no permite al reo conservar su libertad

ambulatoria mientras la "pena limitativa de derechos" por cuanto ésta no

afecta en modo alguno la libertad del reo para desplazarse y solamente

impone la obligación de realizar ciertos actos (por ejemplo, prestar servicios a

la comunidad) o el impedimento de ejecutar otros (ejercicio de una profesión,

por ejemplo). Pese a que viene a ser una concreción de la pena privativa de

derechos, la doctrina la sitúa en un campo aparte debido a su importancia.

wikipedia.org. (02/05/14)

El artículo 240 del Código Orgánico Procesal Penal establece lo siguiente:

La privación judicial preventiva de libertad sólo podrá


decretarse por decisión debidamente fundada que deberá
contener: 1. Los datos personales del imputado o imputada,
o los que sirvan para identificarlo o identificarla.2. Una
sucinta enunciación del hecho o hechos que se le
107

atribuyen.3. La indicación de las razones por las cuales el


tribunal estima que concurren en el caso los presupuestos a
que se refieren los artículos 237 ó 238 de este Código.4. La
cita de las disposiciones legales aplicables.5. El sitio de
reclusión. La apelación no suspende la ejecución de la
medida.

Por lo antes expuesto los investigadores concluyen, que la pena privativa

de libertad tiene como fin castigar (penar) al condenado por el delito que ha

cometido así como la reinserción social del individuo que trasgrede la norma,

mientras que la prisión preventiva tiene la finalidad de evitar una posible fuga

del acusado o la posible destrucción de pruebas.

2.1.4.6. IMPEDIMENTO DE CIRCULACION DEL VEHICULO

Para los investigadores, es un evento que cause daño a personas o

cosas, que se produce como consecuencia directa de la circulación de

vehículos. Entre las causales están las siguientes:

-Subirse a parte de la vía, destinada al uso de peatones.

-Maniobra mediante la cual un vehículo se sitúa delante de otro que lo

antecede, utilizando el carril de la izquierda a su posición, salvo excepciones.

-Examen o prueba para detectar presencia de alcohol en la sangre de una

persona (Dopaje etílico).

-Transitar por una parte de una carretera o camino contiguo a la calzada, no

habilitada para la circulación de vehículos y destinada eventualmente a la

detención de vehículos en emergencia y circulación de peatones entre otros.

-Excedente de pasajeros y pasajeras, y carga transportada.


108

El artículo 178 de la Ley de Transporte Terrestre establece que la

autoridad competente, impedirá la circulación del vehículo cuando se

determine el exceso de personas o de carga, hasta tanto sean transferidas

las personas o liberada la carga excedente, sin perjuicio de la aplicación de

la sanción correspondiente.

2.1.4.7. SUSPENSIÓN DE LICENCIA O TITULO PROFESIONAL DE

CONDUCIR.

La suspensión de la licencia de conducir, de conformidad con lo

establecido en este Decreto Ley, incapacita al conductor para conducir

durante el lapso de la sanción. En estos casos, se incorporará en el Registro

Nacional de Conductores la nota correspondiente. Ninguna persona podrá

conducir un vehículo por las vías públicas sin haber sido debidamente

autorizado para ello por el INTT. Las personas que posean licencias para

conducir vehículos de motor sólo podrán conducir la clase de vehículos que

permita el tipo de licencia correspondiente. intt.gob.ve (12/05/14)

El artículo 179 de la Ley de Transporte Terrestre establece lo siguiente:

Serán sancionados o sancionadas con suspensión de la


licencia o título profesional: 1. Por el término de tres (3)
meses, quien conduzca vehículos de un tipo distinto al
autorizado por su licencia. 2. Por el término de seis (6)
meses: a. Los conductores y las conductoras con licencia de
primer, segundo o tercer grado, que conduzcan vehículos
correspondientes a dichas licencias, en condiciones que
pongan en peligro la seguridad del tránsito. b. Los
conductores y las conductoras que hayan acumulado cinco
(5) infracciones en un período de doce (12) meses.
109

A criterio de los investigadores también se encuentran tipificadas en el

articulo anteriormente citado que los conductos que en caso de accidente

hayan producido lesiones culposas graves de las establecidas en el Código

Penal y hayan sido declarados responsables por dicho accidente; en caso de

accidentes donde tenga lugar el fallecimiento de personas, hayan sido

declarados responsables por dicho accidente su licencia será suspendida

por un termino de (5) años. No obstante, cuando el hecho se haya producido

bajo influencia de bebidas alcohólicas, sustancias estupefacientes y

psicotrópicas o por exceso de velocidad, le será revocada la licencia y

quedará inhabilitado por diez (10) años para obtener nueva licencia.

2.1.4.8. RETENCION DE LICENCIA, TITULO PROFESIONAL O DE

VEHICULO.

La licencia solo podrá ser retenida en caso de decisión definitiva que

acuerde la revocatoria. La decisión se notificará al Registro Nacional de

Vehículos y Conductores. En caso de suspensión, la decisión se incorporará

al Registro Nacional de Vehículos y Conductores y se dejará constancia

mediante nota que se estampará en la propia licencia o por otros medios que

determine el Reglamento de este Decreto Ley. intt.gob.ve (12/05/14)

El artículo 180 de la Ley de Transporte Terrestre establece lo siguiente:

La licencia o el título profesional de conducir, sólo podrán ser


retenidos en caso de decisión definitiva que acuerde la
revocatoria. La decisión se notificará al Registro Nacional de
Vehículos y de Conductores y Conductoras. En caso de
suspensión, la decisión se incorporará al Registro Nacional
de Vehículos y de Conductores y Conductoras, y se dejará
110

constancia mediante nota que se estampará en la propia


licencia o título profesional o por otros medios que determine
el Reglamento de esta Ley.

Asimismo, el artículo 181 ejusdem establece lo siguiente en el caso de

retención de los vehículos:

Se procederá a la retención de los vehículos por parte de las


autoridades competentes del transporte terrestre, cuando se
verifiquen los siguientes supuestos: 1.Cuando el vehículo
circule en condiciones evidentes de inseguridad y mal
funcionamiento. 2. Cuando el conductor no porte documento
alguno que permita demostrar la propiedad del vehículo. 3.
Cuando el vehículo circule sin sus correspondientes placas
identificadoras, salvo que su conductor porte el permiso
provisional de circulación previsto en el Reglamento,
expedido por el Instituto Nacional de Transporte Terrestre.

En el mismo orden de ideas, conducir un vehículo de motor por las vías

públicas sin estar debidamente autorizado para ello o con una licencia de

conducir distinta a la requerida para manejar tal tipo de vehículo o Cuando el

vehículo se encuentre actualmente involucrado en accidentes de tránsito

terrestre con personas lesionadas o fallecidas estos son motivo para retener

su licencia o titulo.

2.1.4.9. PROCEDIMIENTO SANCIONATORIO.

Las sanciones impuestas en ocasión a las infracciones que cometiesen

los transportistas, están atadas a las normas establecidas para los procesos

sancionatorios administrativos, y poseen una gran relevancia en el desarrollo

de la relaciones entre administración y ciudadanos, puesto que el cobro de

altas sumas de dinero como forma de subsanar la infracción cometida, causa


111

gran malestar en la comunidad que desarrolla diariamente actividades de

movilización en vehículos tanto particulares, como aquellos que derivan su

sustento en desarrollo de la actividad pública del trasporte.

El artículo 191 de la Ley de Transporte Terrestre establece lo siguiente:

El procedimiento administrativo para la


aplicación de las multas impuestas por
las infracciones establecidas en este
título, será el previsto en esta Ley para
la aplicación de multas por infracciones
de tránsito.

Por lo antes expuesto los investigadores concluyen, que el procedimiento

sancionatorio establecido en la mencionada ley de transporte terrestre, el

cual hace referencia a los procedimientos administrativos aplicables en los

casos de infracciones el conductor que hay cometido dicha infracción deberá

subsanarla mediante una suma alta de dinero.

3. SISTEMA DE CATEGORIAS

3.1. DEFINICION NOMINAL

Responsabilidad penal contenida en la Ley de Transporte Terrestre en

Venezuela.

3.2. DEFINICION CONCEPTUAL

Para Parra (11/05/2014), La responsabilidad penal es la consecuencia

jurídica de la violación de la ley, realizada por quien siendo imputable o

inimputable lleva a término actos ilícitos, lesionando o poniendo en peligro la


112

integridad física de las personas. La responsabilidad penal es, en Derecho, la

sujeción de una persona que vulnera un deber de conducta impuesto por el

Derecho penal al deber de afrontar las consecuencias que impone la ley.

Tales consecuencias se imponen a la persona cuando se le encuentra

culpable de haber cometido un delito o cómplice de éste, la responsabilidad

penal la impone el Estado, mediante una pena que busca castigar al

delincuente e intentar evitar que vuelva a delinquir.

La responsabilidad penal contenida en la Ley de Transporte Terrestre

establece que todo procedimiento penal que se derive de accidentes de

tránsito se desarrollara conforme a lo establecido en el Código Orgánico

Procesal Penal, asimismo establece que el cuerpo técnico de vigilancia del

transporte terrestre puede cooperar con carácter de policía de investigación

penal bajo la dirección del Ministerio Publico con ocasión de los accidentes

de tránsito terrestre donde resulten personas lesionadas y fallecidas.

3.3. DEFINICION OPERACIONAL

Para los investigadores, la Responsabilidad Penal contenida en la Ley de

transporte Terrestre en Venezuela, consiste en darle a los órganos

nacionales la capacidad para velar por el cumplimiento de las normas que

dicha ley y su reglamento establecen. Asegurando de esta manera la

tolerancia, el orden público y el libre tránsito de los ciudadanos por todo el

territorio venezolano.
113

CUADRO 1

OPERACIONALIZACIÓN DE LA CATEGORÍA

OBJETIVO GENERAL: Analizar la responsabilidad penal contenida en la ley de


transporte terrestre en Venezuela.

Objetivo
Específico Categoría Subcategoría Unidad de Análisis

- Responsabilidad civil
 Caso fortuito o
fuerza mayor.
 Daños materiales
 Daños personales
 Incapacidad
temporal
 Incapacidad
absoluta
 Gran invalidez
 Invalidez total
 Invalidez parcial
Analizar la Responsabilidad Responsabilidad
 Indemnización por
responsabilidad penal contenida por accidentes de
muerte
por accidentes en la ley de tránsito en la
 Indemnización por
de tránsito en la transporte legislación
legislación terrestre en venezolana secuelas.
venezolana Venezuela. - Cumplimiento del
seguro de
responsabilidad civil
- Denuncias por
incumplimiento del
seguro de
responsabilidad civil
- Responsabilidad penal
 Culpa
 Negligencia
 Imprudencia
 Impericia
 Inobservancia de
la ley
- El dolo
- Clasificación del dolo
114

CUADRO 1

(CONT…)

OBJETIVO GENERAL: Analizar la responsabilidad penal contenida en la ley de


transporte terrestre en Venezuela.

Objetivo
Específico Categoría Subcategoría Unidad de Análisis

Analizar la Responsabilidad Responsabilidad  Dolo directo


responsabilidad penal contenida por accidentes de  Dolo indirecto
por accidentes de en la ley de tránsito en la  Dolo eventual
tránsito en la transporte legislación - Homicidio
legislación terrestre en venezolana - Lesiones personales
venezolana Venezuela.
- Accidentes de tránsito
bajo los efectos del
alcohol y otras sustancias
- Objeciones de
responsabilidad penal en
los menores de edad en
la Ley de Transporte
Terrestre.

Fuente: Deane, Franco, Hernández, Millano.


115

CUADRO 1

(CONT…)

OBJETIVO GENERAL: Analizar la responsabilidad penal contenida en la ley de


transporte terrestre en Venezuela.

Objetivo
Específico Categoría Subcategoría Unidad de Análisis

- Marco legal para el


otorgamiento de licencias
para conducir.
- Licencia para conducir
- Suspensión, anulación y
renovación de las licencias.
- Condiciones de seguridad
de los vehículos
- Dispositivos de control y
registro de velocidad
- Asignación de placas
identificadoras.
Analizar las Responsabilidad Normas para el - Revisión técnica,
normas para el penal contenida manejo de mecánica y física de
manejo de en la ley de vehículos. vehículos.
vehículos en la transporte - Competencias de los
legislación terrestre en funcionarios y funcionarias
venezolana Venezuela. para velar por el
cumplimiento del contenido
en la ley de transporte
terrestre
- Gobernaciones
- Alcaldías municipales
- Los cuerpos de policías
- La fuerza armada nacional
- Órgano del poder público
nacional, estadal y
municipal en el ámbito de
su competencia
- Instituto nacional de
transporte terrestre

Fuente: Deane, Franco, Hernández, Millano.


116

CUADRO 1

(CONT…)

OBJETIVO GENERAL: Analizar la responsabilidad penal contenida en la ley de


transporte terrestre en Venezuela.

Objetivo
Específico Categoría Subcategoría Unidad de Análisis

- Cooperación del
Analizar el Procedimiento cuerpo técnico de
procedimiento aplicable en el vigilancia de transporte
aplicable en el código orgánico terrestre
código orgánico procesal penal - Levantamiento del
procesal penal en en casos de cadáver
casos de accidentes de - Investigación técnica
accidentes de transporte - Procedimiento penal
transporte terrestre. derivado de accidentes
terrestre de tránsito.

- Multas
Analizar las Responsabilidad - Sanciones
sanciones penal contenida - Infracciones
aplicables en caso en la ley de - Reincidencia
de infracción en la transporte - Privativa de libertad
Ley de Tránsito terrestre en Sanciones - Impedimento de
Terrestre Venezuela. aplicadas en circulación del vehículo
caso de - Suspensión de
infracción en la licencia o título
Ley de Tránsito profesional de conducir
Terrestre - Retención de licencia,
título profesional o de
vehículo
- Procedimiento
sancionatorio.

Fuente: Deane, Franco, Hernández, Millano.

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