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308 Restos Sintomaticog Silvia Salman, Los restos sintomaticos aislados por Freud en “Anilisis term. nable e interminable”, han despertado el interés de J.-A. Miller en lo que se refiere al final del andlisis y a una doctrina que podria deg. prenderse de ellos. Freud se interroga por la terminacién de los andlisis que condu. ce, y encuentra su mayor obstadculo en la intensidad pulsional que se muestra rebelde a su reducci6n. El masoquismo, la reaccién tera: péutica negativa y la conciencia de culpa, son algunos de los fené- menos que le advierten de manera inequivoca, en el final de la experiencia analitica, la presencia de la pulsién de muerte en la vida animica de los neuréticos.' Asi pone de relieve la importancia del factor cuantitativo y encuentra alli el obstaculo fundamental que impide la conclusi6n del andlisis. Confrontados con estos restos, los andlisis lacanianos no encuen tran ahi un punto de detencién. Mas bien muestran la presencia lo que Lacan Ilamé en su Ultima ensefianza, lo real del sintoma. este modo, los anélisis prosiguen con el fin de cerear ese real, atra parlo, y si es posible nombrarlo, El peso de lo real A partir de las histéri w= ti inconsci ee lentes que de un uso de ciertas palabras , Freud se topa con las representacion modo eficaz producian los sintomas. Con @ sos sintomas podfan resolverse. 1 Freud, 8,, “Andie ay q orrortu, 1986, p. odgrminable © interminable”, Obras completas, t. xxitt, Buenos Ai Escaneado con CamScanner Restos sintomaticos Para Lacan, la idea de representaci totalmente vacia ya que “no se puede s1 cin mas que quitando alo real todo ciente lacaniano se constituye de un decir, con el peso de lo real. Ello i palabras y el cuerpo que va mucho més all de lo que las palabras quieren decir, y el uso de las palabras se queda corto cuando lo real se encuentra en el fundamento de los sintomas, La nocién de real que Lacan destaca al fin; s al de su ensefianza, es Ja de un real que excluye el sentido, “o mas exactamente, que se decanta por estar excluido de é1”.* Al final de la experiencia analiti- ca, se decanta un real que quedar cernido en las vueltas dichas del trabajo realizado. én inconsciente es una idea ugerir la idea de Trepresenta- 8U peso concreto”.? El incons- modo diferente al de Freud, es implica un anudamiento de las Lo que se decanta en un andlisis El proceso de decantacién nos interesa para aproximarnos a los restos sintomdticos. Es un método de separacién de mezclas hete- rogéneas y es necesario dejar reposar la mezcla para que el ele- mento sdlido sedimente y sea posible su extraccién. Al final de este proceso se obtendré entonces un elemento nuevo pero que estaba desde siempre impregnado y recubierto por otras sustancias. En el anilisis, lo real y el sentido habran de mezclarse de dife- rentes maneras, tanto bajo la forma del sintoma como del fantasma. Y sabemos por nuestra propia experiencia que hace falta tiempo para que un real decante. Una vez esclarecida la gramatica pulsional y con ello el porqué de la repeticién, la operacién analitica permite desarticular el fan- tasma y de este modo desinvestir el sintoma que se encontraba ani- mado por él. Cuando el sintoma se libera de la significacién fantas- matica aplastante del Otro, se libera justamente del sentido y del Pathos que ese sentido siempre acarrea. Pero no se libera del goce, lo que no impide que éste varie su intensidad. Podriamos decir en este sentido, continuando lo dicho por J.-A. Miller, que el sujeto se ibera de la crcel del fantasma pero permanece encerrado en la pri- Sién de su goce.* eects gn tei i Lacan, J,, “Palabras sobre la histeria’, inédito. : 3.Lacan, J”, £1 Seminario, Libro 28, El sinthome, Buenos Aires, Paidés, 2006, p63. 4. Miller, J”-A., Sutilezas Gnaliticas, Buenos Aires, Paidés, 2012, p. 162. & Conferencias Portefias, t. 1, Buenos Aires, Paidés, 2009, p. 231. Escaneado con CamScanner 310 Un real para el siglo xx! Entonces, {se trata de algo que no fue analizado? de real, una vez aleanzado por el andlisis, perm Ese trozo ia de un ntcleo de real imposible de Pe nc! constatar la present intométic mar. En esta perspectiva, los restos s: ‘08 NO quedan pop fuera del andlisis, intocados —como lo sugiere Freud- sino todo Io contrario. Ellos son el producto del andlisis. Es lo que queda ung vez que se han podido deshacer los nudos entre el goce y el sentido que le permitieron al analizante contarse una vida a través de ung hystoria. Obtener ese real decantado del sentido no implica aspirar a nin- guna pureza, ya que se trata de lo impuro mismo que surge de la experiencia analitica en tanto resto del trabajo realizado. El analista y los restos sintomdticos En la Conferencia sobre “Un real para el siglo xx”, J.-A. Miller se refiere a la redefinicién del deseo del analista que apunta a “un deseo de llegar a lo real, de reducir al Otro a su real y liberarlo del sentido”.® Para ello se necesita de un analista que esté dispuesto a “for- marse para distinguir lo tocante al Uno y para aproximarse a ese real”.* Su propia experiencia de anilisis y los restos que pueda ais- lar al final, orientan su practica. faa ae atnomiten los Ar’cuando dan cuenta de un modo o de de su andlisis Elle: ea surgié el deseo del analista como producto sible de negati eae piernine de ese resto de goce que es impo- obstéculo en sy aa ‘© como se cuidan de que ese resto no haga Practica, pero también de cémo ese resto forma Parte del analista ia que ca seam ws Para la posicién de aaa uno es. Un resto ineliminable, también 19, ... 8 ef-nota 9p" ioPer: Buenos Aires Escaneado con CamScanner

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