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CONJUNTIVA

ANATOMÍA E HISTOLOGIA
La conjuntiva es una membrana mucosa
transparente, delgada que cubre la superficie
posterior de los parpados y la superficie
anterior de la esclerótica.
Se pueden diferenciar las siguientes partes:
Conjuntiva palpebral o tarsal: que recubre la
parte posterior del parpado, está íntimamente
adherida al tarso subyacente. Presenta un
epitelio estratificado escamoso, apoyado sobre
una sustancia propia de tejido conectivo
altamente vascularizado, contiene además
células calciformes, secretantes de mucina.
Conjuntiva bulbar: que recubre la esclerótica (el blanco del ojo). La conjuntiva bulbar se
detiene en la unión entre la esclerótica y la córnea; no cubre la córnea. A diferencia de la tarsal
esta se hay débilmente adherida a los planos profundos salvo en la vecindad del limbo
esclerocorneal donde se fusiona íntimamente con la capsula de tenon, esta adherencia se hace
cada vez más débil con el paso de los anos. La cantidad de células calciformes es menor a la
conjuntiva tarsal y los vasos también son menos.
Tanto en la conjuntiva tarsal como bulbar y fornices el tejido subepitelial presentan fibras
elásticas y tejido linfoide.
Fondo del saco conjuntival (fornix): tejido conjuntival redundante y movil en forma de
semilunar, tiene una mayor cantidad de tejido linfoide y glándulas secretoras de moco.

FUNCIONES DE LA CONJUNTIVA
 Produce mucina: constituye el film precorneal.
 Combate la infección: altamente vascular, células inmunocompetentes,
inmunoglobinas.
 Facilita por sus pliegues y fondos de saco los movimientos oculares.
 Reservorio de lágrimas.
 Aporta capa mucosa de la película lagrimal.
 Protege de agentes externos al globo ocular: protege contra polvo, desperdicios y
microorganismos que provocan infecciones.
 Mantiene húmeda y lubricada la superficie delantera del ojo.
 Mantiene húmeda y lubricada la superficie interior de los párpados para que se abran
y se cierren fácilmente sin fricción o sin provocar irritación en los ojos.
La conjuntiva tiene muchos pequeños vasos sanguíneos que proporcionan nutrientes al ojo y al
párpado. También contiene células especiales que secretan un componente de la película
lagrimal para ayudar a prevenir el síndrome del ojo seco.

SEMIOLOGÍA DE LA CONJUNTIVA
La conjuntiva bulbar: mirar al frente al paciente y pedirle que mire a la derecha a la izquierda,
hacia arriba y hacia abajo. Cuando mire hacia abajo sujetamos el parpado superior con nuestro
dedo pulgar y las demás apoyadas sobre las estructuras óseas, de esta forma vamos a poder
explorar tanto la parte superior e inferior, nasal y temporal de la conjuntiva bulbar (su límite es
el limbo esclerocorneal).
Conjuntiva tarsal: Como ya hemos dicho antes, la conjuntiva tarsal se encuentra por la parte
interna de los párpados, por lo que examinarla es complicado. Para poder observar este tejido
oculto a simple vista se utiliza la técnica de eversión del párpado.
La eversión del párpado consiste en darle la vuelta al párpado y observar la parte interior , es
decir, la parte que está en contacto con el ojo. Se puede evertir tanto el párpado inferior como
el superior. Para observar el párpado superior es algo más complicado.
En el caso del párpado inferior: es más fácil, ya que este párpado
es más corto que el superior y es más fácil poder ver su interior.
Para observar la conjuntiva tarsal inferior, simplemente con colocar
nuestro dedo índice por un par de milímetros por debajo de la línea
de las pestañas y una vez ahí presionar ligeramente. Simplemente
con este movimiento, el párpado se evierte solo dejando la
conjuntiva tarsal al descubierto.
En el caso del párpado superior: al ser más largo necesitaremos un
bastoncillo de algodón.
 Colocaremos al paciente en la lámpara de hendidura y le pediremos que mire hacia
abajo.
 Cogeremos el borde del párpado superior con los dedos pulgar e índice, tirando del
párpado hacia abajo y hacia fuera del globo ocular.
 Con la otra mano, colocaremos el bastoncillo en el borde
posterior, en el centro del párpado.
 Presionaremos cuidadosamente con el bastoncillo hacia
abajo mientras se empuja el párpado hacia arriba.
Entonces sostendremos firmemente el borde del párpado
contra el bode de la órbita superior.
 Quitaremos el bastoncillo y observaremos con la lámpara
la conjuntiva palpebral superior.
 El ángulo de iluminación debe estar a unos 30º y
deberemos ajustar el haz a un paralelepípedo ancho,
buscando cuerpos extraños, hiperemia, elevaciones, etc.
CONJUNTIVITIS
La conjuntivitis es la enfermedad ocular más frecuente, suele ser autolimitada y, por lo
general, no origina secuelas. Se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, es decir, de la
membrana mucosa que recubre la superficie interna de los párpados (conjuntiva palpebral o
tarsal) y la esclera anterior hasta el limbo esclerocorneal (conjuntiva bulbar), sin afectación
corneal1. El patrón de distribución de la hiperemia conjuntival proporciona la clave del
diagnóstico diferencial:
 La hiperemia conjuntival difusa de la conjuntiva tarsal y bulbar es típica de la
conjuntivitis. – La hiperemia de la conjuntiva que circunda a la córnea (inyección ciliar)
se observa en la iritis y en el glaucoma agudo.
 La hiperemia profunda que afecta entre el 20 y el 100% de la conjuntiva bulbar, sin
hiperemia tarsal, es característica de la epiescleritis y la escleritis. Los síntomas
referidos por el paciente y los signos apreciados en la exploración clínica permiten
efectuar, en la mayoría de los casos, una adecuada orientación diagnóstica en las
consultas de atención primaria (AP).
Clasificación Según su duración se clasifican en:
 Agudas. Los síntomas duran menos de 3 o 4 semanas. Son las más frecuentes.
 Hiperagudas. Tienen un comienzo abrupto (máxima intensidad de los síntomas en
menos de 24 h), secreción amarilla-verdosa e inyección ocular mixta. Están producida
por Neisseria gonorrhoeae (en neonatos o en adultos sexualmente activos) y por N.
meningitidis.
 Crónicas. Los signos y síntomas duran más de 4 semanas. Suelen estar producidas por
estafilococos o por clamidias (tracoma). Hay que buscar una causa subyacente:
blefaritis, acné rosáceo, dacriocistitis, ectropión, ojo seco.
Según su etiología se clasifican en:
– Infecciosas:
o Bacterianas: Staphylococcus aureus (es el agente más frecuente, sobre todo en
neonatos, adultos y ancianos), S. epidermidis, Haemophilus influenzae
(predomina en niños, a menudo asociado a otitis media de repetición, seguido
de Streptococcus pneumoniae y Moraxella catarralis), Proteus, meningococo,
gonococo, neumococo, coliformes, Chlamydia, Mycobacterium.
– No infecciosas
o Virales: adenovirus, herpes, enterovirus. – No infecciosas:
o Alérgicas.
o Químicas: medicamentos, tetracloruro de carbono, naftaleno, cloroformo,
agentes químicos (ácidos y álcalis).
o Enfermedades sistémicas: artritis reactivas, espondiloartropatías, lupus,
síndrome de Stevens-Johnson, síndrome de Sjögren, penfigoide cicatricial.
o Otros: cuerpos extraños, lentes de contacto, microtraumas, radiaciones
solares.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Independientemente de la causa de una conjuntivitis, el modo de reacción conjuntival en
cuanto a síntomas y signos3 constituye el síndrome inflamatorio conjuntival:
SÍNTOMAS
– La presentación habitual es la de un ojo rojo.
– Sensación de cuerpo extraño o arenilla, escozor,
picor, lagrimeo y, en ocasiones, fotofobia. – No hay
dolor.
– No hay disminución objetiva de la visión (el paciente
puede notar visión borrosa que mejora con el
parpadeo como consecuencia de las secreciones).

SIGNOS
– Hiperemia conjuntival, la córnea está transparente.
– Quemosis (edema conjuntival).
– Secreción.
– A veces hay inflamación palpebral.
– El tamaño pupilar y la reacción a la luz son normales.

CONJUNTIVITIS BACTERIANA
Representa el 1% de todas las consultas de AP. Habitualmente es un proceso benigno y
autolimitado (curación espontánea, en el 60% de casos, en 3 o 4 semanas). Puede haber riesgo
de queratitis en situaciones predisponentes (existencia de alteraciones del epitelio corneal, ojo
seco, uso de lentes de contacto y de tonómetro). La oftalmía neonatal (conjuntivitis neonatal)
se debe a una infección gonocócica o por clamidia de la madre. La conjuntivitis neonatal
aparece en el 20 al 40% de los recién nacidos cuyo parto se produce a través de un canal del
parto infectado.
ETIOLOGIA:
La conjuntivitis bacteriana puede contraerse directamente de individuos infectados o puede
resultar de la proliferación anormal de la flora conjuntival nativa. Los dedos contaminados, la
diseminación oculogenital y los fómites contaminados son vías de transmisión comunes.
Además, “ciertas afecciones, como la producción de lágrimas comprometida, la alteración de
la barrera epitelial natural, la anomalía de las estructuras anexiales, el trauma y el estado
inmunodeprimido predisponen a la conjuntivitis bacteriana” (Epling, 2010). Los patógenos más
comunes para la conjuntivitis bacteriana en adultos son las especies de estafilococos, seguidas
de Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae. “En los niños, la enfermedad suele
ser causada por H. influenzae, S. pneumonia y Moraxella catarrhalis.

TRATAMIENTO
– Higiene extrema. Siempre se indicarán medidas para no propagar la infección (lavado
de manos antes y después de aplicar tratamiento, no compartir toallas). – Fomentos
frescos y lavados oculares con suero fisiológico frío.
– No se debe ocluir el ojo.
– La solución oftálmica al 1,25% de povidona yodada es segura y efectiva.
– No se deben utilizar corticoides ni anestésicos locales.
– Los antibióticos tópicos acortan el tiempo de evolución del segundo al quinto día
(remisión temprana), aunque en esos días la mayoría de casos remiten
espontáneamente. Por ello, algunos autores4 consideran que la mejor opción sería no
prescribir antibióticos inmediatamente, y sólo hacerlo si el paciente no mejora en los
primeros 2 días (prescripción retardada).

Siempre se debe prescribir antibióticos en las siguientes situaciones:


 Existencia de una gran secreción purulenta o mucopurulenta y signos graves.
 Pacientes y trabajadores de guarderías, unidades de neonatos o de cuidados
intensivos.
 Usuarios de lentes de contacto: ante la sospecha de la existencia de Pseudomonas, son
de elección los aminoglucósidos (sobre todo gentamicina o tobramicina) o las
quinolonas (ciprofloxacino, norfloxacino, ofloxacino, levofloxacino). Se debe
abandonar el uso de lentillas durante al menos 2 semanas tras la desaparición de la
hiperemia conjuntival.
 Niños en jardín de infancia.
 Pacientes con ojo seco, enfermedad corneal o cirugía ocular reciente.
 Recién nacidos.
 Pacientes con un solo ojo.

Antibióticos utilizados para tratar la conjuntivitis bacteriana


– El tratamiento debe iniciarse con un antibiótico de amplio espectro por vía tópica. Se debe
mantener el tratamiento hasta 48 h después de cesar los síntomas, y nunca durante menos de
5 días.
– En caso de infección por Chlamydia, se indicará eritromicina oral y tópica o azitromicina oral.
– En las gestantes y los lactantes se puede aconsejar rifampicina tópica. – En los lactantes, si
aparecen conjuntivitis de repetición o de evolución tórpida, hay que descartar una
imperforación de la vía lacrimal.
1. Bacteriostáticos.
Inhiben el crecimiento bacteriano y están indicados en las infecciones oculares menos
graves:
– Sulfacetamida sódica. Es de uso limitado por producir resistencias. Posología: 1 gota
cada 6 h.
– Sulfato de trimetoprim y polimixina B. Está indicado en las conjuntivitis bacterianas
leves. Posología: 1 gota cada 6 h.
– Eritromicina. Es útil en casos leves. Aplicar en pomada 1-4 veces al día.
– Cloramfenicol. Es de amplio espectro. Consigue gran penetración ocular. Posología: 1
gota cada 4-6 h y pomada por la noche.
– Tetraciclinas: oxitetraciclina y clortetraciclina. Son de amplio espectro. Posología: 1
gota cada 4-6 h y pomada por la noche.
2. Bactericidas.
Destruyen los microorganismos y son de elección en las infecciones oculares graves:
– Gentamicina. Es muy útil frente a estafilococos. Posología: 1-2 gotas cada 4 h y
pomada por la noche.
– Tobramicina. Tiene un espectro similar a gentamicina, es bien tolerada, pero algo más
cara. Posología: 2 gotas cada 4 h y pomada nocturna.
– Norfloxacino. Es más caro que los anteriores. Está indicado si se sospechan
resistencias. Posología: 1-2 gotas cada 6 h.
– Ciprofloxacino. Es muy útil en las queratitis. Posología: 1-2 gotas cada 2 h durante 2
días, y cada 4 h durante 5 días más.
– Ofloxacino. Tiene las mismas indicaciones que las anteriores quinolonas. Posología: 1-2
gotas cada 2-4 h durante 2 días, y cada 6 h durante 5 días más. – Levofloxacino. No
está comercializado aún en España.

CONJUNTIVAL CATARRAL AGUDA

De comienzo brusco, siempre bilateral,


esta conjuntivitis presente un periodo
de incubación de pocas horas y sus
síntomas son los comunes a todas las
conjuntivitis señaladas más arriba.
La secreción mucopurulenta y en la
conjuntiva tarsal aparecen papilas que
son elevaciones constituidas por ovillos
vasculares provenientes del corion
conjuntival que levantan el epitelio. Son
generalmente de tamaño pequeño,
aunque en ocasiones este puede ser considerable (1-2mm de diámetro), como en las
conjuntivas atópicas (Conj. estacional o primaveral).
Pueden cursar o no con adenopatía preauricular y en ocaciones se acompañan de
hemorragias subconjuntivales y seudomembranaas que corresponden a exudados
coagulado que se desprenden con facilidad de un epitelio inflamado, pero no erocionado
ni hemorrágico.
La cornea no se afecta generalmente en este tipo de conjuntivitis. Cuando esto sucede la
complicación corneana se manifiesta en infiltrados epiteliales o subepitelies, límbico,
pequeños, redondos, denominado ulceras catarrales en especial, en la que el agente
etiológico es el s. aureus, atribuyéndose un componente inmunológico como responsable
de su atribución.

EL TRACOMA
Es una conjuntivitis crónica causada por clamidia trachomatis caracterizada por exacerbaciones
progresivas y remisiones.

• Es la principal causa de ceguera evitable en el mundo, que afecta a millones de seres


humanos en especial en África y Asia. Debe ser considerada una enfermedad social ya
que está íntimamente relacionada a la miseria, promiscuidad y a la falta de desarrollo
de una política sanitaria.
• Los síntomas iniciales: son hiperemia conjuntival, edema palpebral, fotofobia y
lagrimeo.

En la evolución de la enfermedad se distinguen los siguientes estadios:


 Tipo I (Inicial): Aparición de folículos inmaduros principalmente en la conjuntiva
tarsal superior. Los folículos aparecen como elevaciones rosadas o grisáceas
subepiteliales con pequeños vasos sobre su superficie. La secreción en este estado
es seromucosa.
 Tipo II (Periodo de estado): Aparecen papilas (conjuntivitis folículo- Papilar),
folículo en la conjuntiva bulbar y pannus. Este constituye un tejido fibrovascular
que avanza sobre la córnea en su posición superior llegando en profundidad hasta
la membrana de Bowman.
 Tipo III (Cicatrízal): Se produce atrofia de las papila y reemplazo por tejido fibroso
que invade al tarso provocando cicatrices que en ocasiones toman forma
estrellada. Esto sucede frecuentemente en la conjuntiva tarsal superior.
 Tipo IV (de secuelas): Corresponde a opacidades corneales, entropión, triquiasis y
xerosis.
 El tratamiento es fundamental profiláctico, evitando el contagio y las condiciones
sociales que favorecen su aparición.
 El tratamiento médico consiste en la administración de colirios de sulfacetamida
sódica, cloranfenicol, tetraciclinas, kanamicina o eritromicina.

CONJUNTIVITIS DE INCLUSIÓN

Se manifiesta en el recién nacido y en el adulto su agente causal es también la clamidia


trachomatis. Es las conjuntivitis más frecuentes en el recién nacido. Aparecen en la
primera semana de vida, es de comienzo agudo y siempre es bilateral.
Los síntomas incluyen enrojecimiento del ojo, inflamación de los parpados y secreciones
con pus.
La eritromicina es altamente eficaz en forma tópica administrada cada 2 horas.
En la forma adulta presenta secreciones menos abundantes que en la forma infantil. Es de
comienzo agudo, generalmente unilateral, aparecen folículos y papilas y puede
acompañarse con infección uretral.
Su curso es crónico, la mayor parte de las veces esto es debido a diagnostico erróneos y
tratamientos inadecuados.
El diagnostico debe ser siempre confirmado por el laboratorio ya sea mediante la
observación de los cuerpos de inclusión en células epiteliales de la conjuntiva y de la
córnea o bien por cultivo de la clamidia.

EL TRATAMIENTO:
Consiste en administración de antibióticos, como azitromicina, doxiciclina o eritromicina
vía oral.

JUNTIVITIS VIRAL

La conjuntivitis viral es una infección conjuntival aguda extremadamente contagiosa que


suele deberse a un adenovirus.

ETIOLOGIA DE LA CONJUNTIVITIS VIRAL

La conjuntivitis puede asociarse con resfriado común y


otro tipo de infecciones virales sistémicas (sobre todo
el sarampión, pero también la varicela, la rubéola y
la parotiditis). La conjuntivitis viral localizada sin
manifestaciones sistémicas suele ser el resultado
de adenovirus (hasta el 90% de las conjuntivitis virales) y
a veces enterovirus o virus herpes simple (1,3 a 4,8% de
las conjuntivitis virales).

Se manifiestan como enfermedad ocular única o bien acompañando a varios sistémicas


(sarampión-rubeola, parotiditis, mononucleosis infecciosa, fiebre faringo-conjuntival)

La que más se destacan son:

 Queratoconjuntivitis epidérmica:

Provocada por los adenovirus 8,10 o 19


presenta características epidérmicas en
muchos países.

De inicio súbito, se manifiesta inicialmente


como una conjuntivitis aguda con lagrimeo,
ojo rojo, malestar y fotofobia, bilateral en el
60%. A la exploración se objetiva edema
palpebral con secreción acuosa, quemosis y
reacción folicular conjuntival, en casos
graves también hemorragias
subconjuntivales, pseudomembranosa o
linfadenopatía dolorosa. El tratamiento es
sintomático ya que la enfermedad cura espontáneamente en dos semanas.
 Fiebre Faringo-conjuntival

Los agentes causales son los


adenovirus 1-3-4-7. El
contagio es a través del tracto
respiratorio o en las piscinas
no tratadas con cloro. Se
acompaña de fiebre, faringitis
y adenopatía cervicales. Dura
aproximadamente 2 semanas
y no deja secuelas. El
tratamiento es sintomático.

 Conjuntivitis Hemorrágica aguda

El entero virus70 es el responsable de esta


conjuntivitis. Tienen un periodo de incubación
de 1 día y presenta como característica la
aparición de hemorragia subconjuntivales
ubicada preferentemente en la porción
superior de la conjuntiva bulbar. Su
tratamiento debe ser sintomático.

CONJUNTIVITIS ALERGICA

La conjuntivitis alérgica es una inflamación conjuntival aguda, intermitente o crónica,


causada normalmente por alérgenos aéreos. Sus síntomas incluyen prurito, lagrimeo,
secreción e hiperemia conjuntival. El diagnóstico es clínico. El tratamiento consiste en
antihistamínicos tópicos y estabilizadores del mastocito.

La conjuntivitis alérgica se clasifica en:

 LA CONJUNTIVITIS ALÉRGICA ESTACIONAL (conjuntivitis de la fiebre del heno) se debe


a esporas de hongos o pólenes de árboles, hierbas o arbustos transmitidos por el aire.
Tiende a alcanzar su pico en primavera, a final del verano o principio del otoño y
desaparece durante los meses invernales, según el ciclo vital de la planta responsable.
 LA CONJUNTIVI TIS ALÉRGICA
PERENNE (conj untivitis atópica,
queratoconjuntivitis
atópica) se debe a ácaros del
polvo, caspa de animales u otros
alérgenos no estacionales. Estos
alérgenos, sobre todo en
ambientes domésticos, tienden
a causar síntomas durante todo el año.

 LA QUERATOCONJUNTIVITIS VERNAL es un tipo más grave de conjuntivitis, de origen


más posiblemente alérgico. Es más común en varones de entre 5 y 20 años con
antecedentes de eccema, asma o alergias estacionales. La queratoconjuntivitis vernal
reaparace típicamente cada primavera y se
atenúa en el otoño y en invierno. Muchos
niños superan la enfermedad a principios
de la vida adulta.

CONJUNTIVITIS MICROBIOALERGENICAS

CONJUNTIVITIS FLICTENULAR Se caracteriza


por la aparición de uno o varios pequeños
nódulos en la conjuntiva bulbar cercana a
limbo rodeado de hiperemia localizada. Se caracteriza por la aparición de uno o varios
pequeños nódulos en la conjuntiva bulbar cercana a limbo rodeado de hiperemia
localizada.

Su etiología radica en un fenómeno de hipersensibilidad a toxinas bacterianas, en especial


al bacilo tuberculoso, coexistiendo con la primoinfección en actividad o ya curada.

El tratamiento mediante colirios con corticoides remites el cuadro en 24-48hrs.

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