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María Gabriela Monsalve Lecumberre

C.I: 29.923.519
Trabajo de Grado I, Sección 309Q1
Fecha: 09/03/2023

LA HABILIDAD DE HABLAR EN PÚBLICO

Hoy en día, tener una buena habilidad para transmitir opiniones o información en
público forma parte del desarrollo de un buen profesional; la manera en cómo te expresas,
modulas tu voz y tu lenguaje corporal puede causar un gran impacto en los oyentes y eso
determinará el interés que tendrán en el tema expuesto. Hablar enfrente a un grupo de personas
trae consigo una preparación previa en las cuales actúan diferentes técnicas, tales como; la
oratoria, la elocuencia, la dialéctica, la semántica y la retórica. La conjunción de dichas
terminologías como técnicas al momento de la práctica, serán las herramientas que nos ayudarán
a demostrar conocimiento, crear conexiones sociales y construir de manera paulatina un perfil de
liderazgo.
En relación con lo expuesto anteriormente, según la Real Academia de la Lengua
Española (R.A.E), la oratoria es el arte de hablar con elocuencia. Con esta definición salta a la
vista la relación directa con el término “elocuencia”; en base a esto, ésta definición se puede
explicar como la destreza que tenemos para expresar de manera eficaz, fluida y con un buen
vocabulario algún mensaje para lograr la dialéctica entre los oyentes y el ponente.
Debemos saber que cuando hablamos tenemos una influencia hacia los demás; las
palabras tienen poder, nos permiten conectar con las personas, designar y darle forma a todo lo
que nos rodea. Por esa razón es tan importante pensar antes de hablar, planificar un discurso y
darles el uso correcto a las palabras a través de la semántica, usando también estrategias aplicadas
al lenguaje para producir cierto efecto expresivo.
Nosotros como futuros arquitectos nos enfrentamos ante la necesidad de comunicar
antes, durante y después a la hora de realizar un proyecto arquitectónico, porque exige una
constante explicación del trabajo a través de criterios que justifiquen el por qué de cada cosa. Por
esa razón, el discurso como oratoria es una gran herramienta usada para expresar las ideas del
proyecto.
Norberto Malatesta en su artículo llamado “El arquitecto y el orador” expresa que los
buenos arquitectos, como los buenos oradores, trabajan con ideas para que los demás disfruten de
su obra; eso solo es posible cuando se planifica y se deja de lado la improvisación. Me parece una
frase relevante en el tema que deja como reflexión las diferentes maneras de crear puentes de
comunicación, generar relaciones y vínculos a través de un proceso planificado, dejando a un
lado las inseguridades y la improvisación.
En síntesis, practicar la oratoria con las distintas técnicas y herramientas que tenemos
conlleva a una mejora continua de las habilidades para comunicarnos; construyendo la confianza
en uno mismo y fortaleciendo la herramienta más importante que tenemos como seres humanos,
“la comunicación”.

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