,

BEBES
Experiencias desde
un vértice psicoanalítico
Donald Meltzer y Catharine Mack Smith
Aurora Angulo Miriam Botbol Rosa Castel/a
Perla Ducach Silvia Grünwaldt
lucy Jachevasky Carmen largo
,-,...._
" JORDI: UN BEBÉ APENADO
DONALD MELTZER, CATHARINE MACK SMITH
Y PERLA DUCACH
He escogido para esta presentación, las observaciones
de un bebé que asiste a una guardería desde que tenía tres
meses aproximadamente. Comencé a observarlo cuando
Jordi tenía siete meses y tres semanas. Las visitas se rea-
lizaron una vez por semana, el mismo día y a la misma
hora ( 10,30 hs ).
La educadora nos informó que los padres tienen entre
treinta y treinta y cinco años, ambos trabajan durante todo
el día y están fuera de la casa. Jordi tiene una hermana de
once años que sufre de asma, la tuvieron que llevar varias
veces a urgencias cuando era muy pequeñita. La madre
dice que el bebé es para ellos como un juguete. La edu-
cadora, al inicio, lo describía como un niño simpático,
que sólo llora cuando le ocurre algo, cuando lo cambian
no protesta y por lo general está contento. No se mueve
demasiado pero reclama todo el tiempo su atención, duer-
me mucho tanto en la guardería como en su casa.
La educadora -lo quiere, de vez en cuando lo mima, lo
besa y le habla, aunque siempre parece estar apremiada
por el tiempo. Ella está pronta a dar "servicios" pero no
parece tener mayor disponibilidad para calmar y contener
al bebé. Al comienzo el bebé asistía a la guardería, cuatro
horas por la mañana, por la tarde estaba con sus abuelos,
cuando cumplió ocho meses y hasta la fecha permanece
todo el día en la guardería.
Jordi me impresiona la primera vez como un bebé
suave, delicado, sus ojos son expresivos pero transmiten
cierta tristeza.
105
t
Donald Meltzer: Esta educadora a la que. te refieres, ¿es
alguna de las que vimos e_n la otra observación?
Observadora: Sí, es Manbel. Hay otra cosa que me gus-
tarla explicar antes de pasar a las observaciones. En el
cuarto donde yo observaba, en la época en que empecé
con él, había otra niña de su misma edad; se podría decir
que fueron creciendo juntos.
D.M.: ¿Cómo se llama esta niña?
0bs.: Lorena, mi impresión es que Maribel estaba mara-
villada con Lorena porque ésta es una niña muy activa, se
movía mucho ... , además creo que Maribel tiene un mejor
contacto con niñas que con niños, aunque siempre decía
que él es muy cariñoso y que la demandaba mucho.
Psicólogo: ¿Por qué escogiste a este niño para observarlo?
0bs.: En la guardería había sólo dos bebés en aquel
momento, al otro lo cogió mi compañera y yo me quedé
con éste. He traído la segunda observación, que la hice
cuando el bebé tenía ocho meses y una semana.
Segunda observación (ocho meses y una semana)
Obs.: Cuando entramos al cuarto, Jordi está llorando en la
cuna, la educadora se dirige hacia él, lo alza y él sonríe;
me mira, la educadora lo pone en el parque, él continúa
mirándome un largo rato (me mira fijamente tratando de
reconocerme, los ojos son expresivos pero la mirada es
algo apagada).
Mira los juguetes que están esparcidos en el parque,
coge con una mano un sonajero y con la otra se coge de la
red del parque; suelta la red y coge otro sonajero, me mira,
st
e a vez me parece que es para comprobar si lo observo.
Acer~a el sonajero a la red y lo tira dentro, coge otro
sonaJero Y con la otra mano se vuelve a coger de la red,
106
me mira, baja la cabeza, sigue en la misma posición y
vuelve a mirarme, suelta el sonajero y sigue cogido a la
red.
D.M.: ¿Maribel está aún en la habitación?
Obs.: Creo que sí.
D.M.: Da la impresión como si expresara esta experiencia
de tirar a Maribel y cogerte a ti. Prosigue, por favor.
Obs. : Sí, había tres adultos en la habitación y con la edu-
cadora, cuatro en total. Descubre la presencia de Teresa,
la mira, me mira a mí, parece controlar algo; mira nueva-
mente a Teresa, parece buscar contacto para que lo mire.
Se coge con cada mano de la red y queda en actitud de
observar a todos, la educadora sienta a Lorena en el suelo,
ambos niños quedan mirándose uno al otro, Maribel
sacude un sonajero, él la mira y sonríe. La niña busca
cierto contacto con Jordi y él simplemente la observa. Los
dos niños me miran, Jordi continúa sentado sin inmutarse,
toca los juguetes y lloriquea un poco, se calma, vuelven a
mirarse mutuamente y él protesta; la educadora lo pone de
pie apoyándolo en la baranda del parque. El no se en-
tusiasma, se queda quieto, cogido con ambas manos de la
baranda, la educadora lo coge en brazos y le dice: "parece
que estás enfadado", lo lleva junto a otra cuna en la que
hay otro bebé, pero él continúa mirando hacia donde se
encuentra la niña. Aquí había otro bebé en otra cuna que
era mucho más pequeñito.
D.M.: Ya. Prosigue, por favor.
Obs.: Lo vuelven a colocar en el parque, está de pie y
lloriquea, cae sentado, parece que va a llorar, pero la
educadora va hacia él y le limpia los mocos; continúa
sentado, se coge de la red, me mira insistentemente, como
pidiendo algo, mira a Teresa y también a la niña. Empieza
a llorar, la nena se golpea y también llora, acaban llorando
ambos a viva voz. La educadora lo llama y él comienza a
107
 e un J·uguete la educadora lo levanta en
calmarse, cog ' tá , d 1 d "
menta· "él estuvo enfermo, es mas e ga o .
brazos y co . M 'b 1 11 1 . .
Él pone su mejilla junto a la de an e , e a o acanc1a, él
feliz va recobrando el buen humor, se ha tran-
se ve , . .ñ á
quilizado, y sonriendo mucho mira a 1a m a que est en el
suelo. La educadora intenta sentarlo nuevamente en el
parque, él se niega y queda de pie, ':1elve a caer ~entado,
protesta y la educadora le trae un Juguete musical que
tiene un cordel, él va manipulando una pelotita de plástico,
mira el juguete que le trajeron, se va tranquilizando; tose
bastante y parece molesto por no poder respirar bien.
Comienza a protestar nuevamente, la educadora lo llama,
se calma, vuelve a protestar, me mira y sigue protestan-
do, continúa observando a la gente, se tranquiliza, coge un
cubo, lo deja y comienza a mirar su zapato, lo toca, juega
con el cordel, mira a su alrededor. Coge un gusano largo
de plástico, lo mira, lo toca con el dedo índice, suspira
varias veces, mira de un lado a otro por el cuarto, se lleva
el gusano a la boca y me mira fijamente; bosteza y luego
me sonríe. De pronto la educadora se acerca, lo coge y lo
lleva a la cuna para cambiarlo, él queda muy quieto en la
cuna, colabora con ella y al mismo tiempo me mira. Lo
vuelven a colocar en el parque y esta vez ponen también a
la nifta dentro; ambos se cogen de un cordel de sonajeros.
La niña intenta quitarle un juguete que él tiene en la mano,
él intenta recuperarlo suavemente la niña se muestra más
ágil, consigue quitárselo, él pare~e querer llorar y queda
t~ste. Coge otros juguetes y de pronto descubre que la
mña abandonó el juguete perdido y entonces él se apresura
ª recuperarlo. Se va estirando hacia atrás hasta quedar
aco stado sobre el parque, da la impresión de querer llorar,
pero se pone el dedo en la boca y se calma. La educadora
se acerca lo pon d · • . .
•. e e pie y comienza a decirle que la mña
es muy maJa. Le sugiere a la niña que juegue con él. Jordi
108
protesta seriamente, ella lo sienta en la baranda del parque
y le dice: "papa, papa", lo va hamacando, le dice: "hare-
mos gimnasia", pero él está mirando a la niBa. Maribel lo
sienta en el suelo fuera del parque, él se queda muy quieto
y observa a su alrededor. La educadora le pone unos
juguetes y él elige una tortuga, la mueve como haciéndola
andar y la aleja de él, es como si quisiera alcanzarla,
recuperarla, pero no puede ya que prácticamente no se
desplaza del lugar que lo dejaron. Al final de la obser-
vación apunté algunas notas. ¿Las leo, o quizás no sea
importante?
D.M.: Si, léelas
Notas: Su conducta y su desarrollo me impresiona como los de un
bebé de seis meses, más bien pasivo y un poco apagado. Se conecta y
se siente mejor si está cogido a alguien, cuando queda solo parece que
se atemorizara y quedara más desganado, con un territorio más
restringido. Puede hacer cosas correspondientes a su edad, pero sin
mucho entusiasmo. Cuando la educadora está con él, se siente más
interesado, cuando ella lo deja, parece que no pudiera ser continente
de él mismo, su voz no es muy expresiva. La educadora se queja de
que el niño demanda su presencia y le gusta que estén todo el tiempo
por él.
D.M.: Parece resaltar esta búsqueda de figuras adultas que
le presten atención. Se muestra bastante preocupado por
estas idas y venidas de los adultos y cualquier rabia que
pudiera sentir acerca de esto está oculta, silenciada. El
deseo de controlar a las figuras adultas se expresa muy
pocas veces, quizás sólo un par de veces, cuando se lleva
algo a la boca. Cualquier tipo de atención que recibe es
placentera para él, le gusta mucho y aunque no lo expresa
demasiado se nota que disfruta. Su relación con los otros
niños parece ser de rivalidad, los otros son rivales para él.
En realidad la niña se comporta como una rival ya que le
quita el juguete. La forma en que Jordi mira a Lorena no
109
 videz sino más bien para mantenerla en su
es tanto de a , , . d S
er controlar lo que este hac1en o. u madurez
radar y pod ·1 · d
ro su expresión está muy s1 enc1a a y tiene
es correeta Pe .
lgo de pesimismo y tristeza.
ª Sospecho que es un niño inteligente, que sabe lo que
está ocurriendo alrededor suyo y que está operando dentro
d él la fom1ación de símbolos. Cuando el bebé en un
p~ncipio no puede recuperar el juguete que Lorena le
quitó, espera y cuando ella lo deja caer, va rápidamente a
buscarlo. No descarta el objeto cuando se siente desilusio-
nado o frustrado sino que espera hasta poder retomarlo.
Impresiona como un niño con un temperamento bastante
dulce, quizás un poco silenciado por estos sentimientos de
tristeza. No sabemos exactamente por qué estos abuelos
no quisieron seguir cuidándolo ...
0bs.: Sí, creo que es porque el abuelo enfermó, lo tuvieron
que ingresar y ya no disponían de tiempo para estar con el
niño. Al principio lo llevaron a la guardería porque no
tenían alguien que lo cuidara en casa y luego lo fueron
dejando en la guardería. El niño tuvo una reacción im-
portante.
Ps: Cuando recupera el juguete, que le había quitado la
niña se tira hacia atrás, ¿con el juguete en la mano?
0 bs.: Sí.
Ps: Me parece interesante porque parece que cuando
recupera el juguete le da mucha tristeza, parece que quiere
llorar, etc. El juguete no le sirve para calmarse y dices que
se pone el dedo en la boca para tranquilizarse. Algo ha
pasado con este juguete quizás ...
D.M.: Sí, pone su dedo en la boca.
Obs.: Cuando él descubre que se ha quedado acostado y
no puede sentarse con facilidad, allí es cuando empieza a
protestar.
110
l
Ps: ¿Quieres decir que no te da la impresión que tenga
algo que ver con el juguete?
Obs.: Eso creo. Me parece que lo que sucede es que no
puede incorporarse.
Ps: Quiere tanto el juguete, lo quiere tanto para él que se
va un poco demasiado hacia atrás y luego no puede sen-
tarse.
Obs.: Sí, creo que es esto.
D.M.: Yo interpreté esto de otra forma . Creo que aquí
pasa alguna cosa que le recuerda algo de su madre. Está
esperando en la guardería el reencuentro con su madre al
final del día.
Ps: Como si entrara en una ensm'\ación .. .
D.M.: Sí, algo así. Es un niño que no parece comportarse
de manera diferente dentro y fuera del parque. Hay mu-
chos niños que presentan grandes diferencias, pero Jordi
se comporta igual dentro que fuera. Su vínculo con la niña
se relaciona también con el hecho de que ella esté dentro
o fuera, es básicamente de distancia. ¿Cuanto tiempo lleva
en la guardería?
Obs.: Unos cuatro meses.
D.M.: Está acostumbrado a la guardería. Está acostum-
brado a Maribel y por lo tanto también a su forma de
hacer, a esa relación solamente parcial de ella con él. No
parece tener entonces muchas expectativas de ella y es
quizás por esto que mira tanto hacia los otros adultos,
intenta que le presten atención , etc., pensando que quizás
otros adultos pueden ser mejores que ella. Él no ha
abandonado esta esperanza de un contacto mejor, pero
tampoco se siente muy optimista y no sabe si le será po-
sible conseguirlo en este clima. Bien, podemos pasar a la
siguiente observación.
111
Tercera observación (ocho meses y dos semanas)
Al entrar al cuarto lo encuentro a Jordi solo, apa-
rentemente tranquilo sentado en la cuna. Cuando entramos
nos mira y sonríe pero comienza a percatarse que somos
extrañas, comienza a protestar y acaba llorando a viva voz,
yo creo que nos desconoce y se asusta. Se calma sólo
cuando la educadora entra y lo coge en brazos; comienza a
cambiarlo y le dice: "te sacaremos la caca".
D.M. : Esto es importante. El está sucio. En la observación
anterior cuando ella le cambiaba no estaba sucio de caca,
sino solamente mojado. Su reacción inicial, cuando entras,
es primeramente de reconocerte, de saludarte (te sonríe),
pero después no te reconoce y está sucio en tu presencia.
Mi impresión es que ser limpiado en las manos de Maribel
debe ser duro, áspero.
Obs.: Sí, todo es muy rápido y mecánico.
D.M.: De la misma forma en que le limpiaba la nariz ...
Obs.: Sí.
D.M.: Ya. Prosigue, por favor.
Obs.: Mientras lo cambian se mantiene muy quieto, se va
tranquilizando y la educadora lo coloca dentro del parque,
le da un juguete, se lo pone en la boca, me mira y sonríe.
D.M.: Ya está un poco más amigable.
Obs.: Sí. Tiene en la mano un mordedor y se vale de él
para acercarse un osito de peluche, deja el mordedor Y
coge el osito con las dos manos lo mira con una mano
vuelve a coger el mordedor, mir~ el osit~ y le habla (la-
leo )'. vuelve a cogerlo con las dos manos, y coloca el
hocico en la boca y lo lame mientras mira alrededor del
cuarto; me mira a mí fiJ.amente mira al osito mira a
L . . . ' ' . siempre le pone este juguete.
orena, mira al ostto, y vomita un poco encima de él. DeJa
e_I oso Y coge un perrito de lana, lo acaricia bastante
tiempo Y lo deja. Parece que los juguetes que él prefiere,
112
exceptuando el mordedor, son los juguetes más grandes: el
oso el perrito de lana ...
D.M.: No está tratando a estos juguetes solamente como
objetos, sino que se relaciona con ellos mediante la fan-
tasía. No los mete en su boca para que estos tengan una
vida allí, sino que también tienen una vida fuera y está
relacionándose con ellos allí fuera. Ya se ve incluso más
maduro que la semana anterior. Prosigue, por favor.
Obs.: Coge un cubo, lo mira como si pensara qué hacer
con él, lo pasa de una mano a la otra, coge un sonajero,
hace lo mismo y también lo sacude. Se percata de que la
educadora coge a la niña en brazos, él la mira y exclama
algo en un tono muy suave, continúa jugando con el cubo
y también con una ruedita de plástico pasándola de una
mano a la otra; mientras hace esto emite un sonido como
de admiración: "¡ah, ah!."
D.M.: Esto de pasar un objeto de una mano a otra requiere
habilidad. Prosigue, por favor.
Obs.: Todo lo que ocurre parece que fuera en cámara len-
ta. La niña que anda gateando por el piso se acerca al par-
que, él la mira, le sonríe, se dirige a la educadora y le
habla diciéndole algo así como: " ba, ba"; la niña se coge al
parque y quedan mirándose frente a frente, él le dice algo,
muy suavemente. Con la ayuda del mordedor se acerca un
osito de plástico que es un juguete musical y comienza a
pegarle con el mordedor mientras le habla más enérgi-
camente y mira a la niña fijamente.
D.M.: Aquí vemos el empuje hacia la vocalización. Él
golpea este osito probablemente para hacerlo sonar .. . ¿él
sabe que emite música?
Obs. : Podría ser porque cuando él se va a dorm.ir Maribel
D.M.: lo golpea y sería una forma de decirle: "·vamos '
¡habla!, ¡habla!" . Esto también va dirigido a la nida ya qu~
113
él quiere conversación con ella pero ella no le responde, al
menos vocalizando.
0bs. : la nifla está concentrada en su cuerpo y en moverse,
más que en hablar.
D.M.: No tiene mucho interés en él entonces ...
0bs. : No, nada.
D.M.: ¡Va a su aire!... Es lo que suele pasar, ¡así es la
vida!. .. (el grupo ríe)
D.M.: Bien, vamos a ver qué hace él.
0bs.: Trata de coger juguetes que están alejados de él (no
se mueve mucho, se ayuda con distintos elementos) hasta
que no consigue acercarse al juguete que quiere no renun-
cia. Mira a la educadora y le dice da, da, da. Continúa
acercándose juguetes.
D.M.: Es sorprendente la forma que utiliza para alcanzar
estos juguetes, no utiliza mucho su cuerpo sino que se vale
de distintos instrumentos. Cuando habla diciendo: "da, da,
da" también es una forma de instrumento. No solamente
mira a la chica sino que, como se hace usualmente al
"ligar"-, intenta hablar con ella, intenta utilizar su "labia";
lo mismo hace con los juguetes, no simplemente los coge
sino que también liga con ellos, les habla, etc. Hay que
estimular el interés, no solamente es cuestión de ma-
nifestar la necesidad sino que hay que intentarlo: despertar
el interés. Prosigue por favor.
Obs.: Va cogiendo un juguete en cada mano, va juntando
las manos y golpeando los juguetes, uno contra otro,
bastante tiempo. Mientras hace esto me va mirando como
si fuera a seguir mis movimientos. Se coge a la red c~n
ambas manos haciendo movimientos de balanceo hacia
adelante, muerde la red vuelve a mirarme con la boca
bien abierta y vuelve a 'querer morder la red, va estirán-
coquetear, seducir.
114
dose hacia atrás hasta quedar recostado; quiere volver a
incorporarse pero no puede hacerlo, comienza a protestar
hasta que la educadora lo sienta y entonces se tranquiliza.
D.M.: Es decir, que no puede incorporarse ...
Obs.: Exacto, igual que antes que tampoco podía incor-
porarse. Al final de la observación añadí unas notas.
Notas: Pensamos que está más vivaz y conectado, ya parece haber
simbolización, habla más y comunica a través del juego. Se angustia
cuando ve desconocidos. Hay un intento de controlar y dirigir al
objeto, se muestra celoso y posesivo con la educadora a quién quiere
sólo para él. Esta vez se lo ve más entusiasta en sus actividades,
consigue lo que se propone, por ejemplo: alejar y acercar los juguetes;
sin embargo seguimos con la idea de que hay un cierto retraso en el
desarrollo.
D.M.: Es un niño inteligente, con un temperamento suave
y dulce. Le interesa la comunicación más que la acción, lo
que quiere conseguir es que el objeto le responda verbal-
mente. Cuando él golpea el osito o los juguetes en general,
daría la impresión que lo que quiere es que éstos hablen.
Me parece un niño muy inteligente realmente. Y o no creo
que esté retrasado en su desarrollo, creo que si estuviera
en casa con su madre veríamos un patrón interpersonal
más rico. El hecho es que tiene muy poco tiempo para
interactuar con su madre. Si pensamos en términos de
equipamiento mental no hay duda de que lo tiene. Lo que
ocurre es que lo utiliza de una forma particular o incluso
no utiliza este equipamiento mental. Un bebé que estu-
viera con su madre haría un uso diferente, más elaborado
de este equipamiento ya que tendría un intercambio 1ico
con la madre. En este lugar tampoco recibe mucha retro-
alimentación a sus vocalizaciones. Sus vocalizaciones de
momento son tan sólo vocalizaciones; todavía no han lle-
gado a adquirir la entonación de un discurso gramatical. A
115
la edad de ocho meses y medio el bebé ya puede producir
un discurso con varias entonaciones, ya es capaz de
rransmitir una protesta; por ejemplo: "¡Aquí estoy desde
hace dos meses y tú no vienes!" y notarse en la mu-
sicalidad de su voz lo que quiere comunicar. Bien, pa-
semos a la siguiente observación.
Obs.: Sí, la cuarta observación no se pudo hacer ya que el
niño no asistió a la guardería por encontrarse enfermo.
D.M.: Ha tenido la suerte de poder ponerse enfermo y
quedarse en casa. Quizás en la siguiente observación le
sentiremos infeliz por haber tenido que volver a la
guardería. Cuando un niño que asiste a una guardería se
pone enfermo y se ha de quedar en casa, para él eso es es-
tar de vacaciones. Las madres que trabajan también están
muy contentas ante este hecho ya que les permite no ir a
trabajar durante unos días y quedarse en casa.
Ps: Los elementos de danza en este camino hacia el ba-
bia ... ¿cómo se interpretarían?
D.M.: Este niño no parece tener esta calidad rítmica en su
cuerpo. impresiona como un niño que se mueve muy len-
tamente, no es como algunos niños que cogen un sonajero,
lo hacen sonar, lo escuchan y empiezan a moverse ellos
mi smos al ritmo del sonajero. No es un niño muy bi-
dimensional, no se identifica de forma pegajosa. En los
niños que sí que lo son se ve como rápidamente recogen
los patrones de motilidad con sus posturas, etc. Bien,
vamos a ver la quinta observación.
Quinta observación (nueve meses)
Han transcurrido dos semanas desde la vi sita anterior,
el bebé ha cumplido nueve meses, la dinámica de la
conducta de Jordi es similar a la de las observaciones an-
116
teriores, no he registrado cambios significativos en su
conducta. En esta oportunidad se encuentra la mayor parte
del tiempo fuera del parque, sentado en el suelo, obser-
vando a Lorena gatear. Ya no llora como las veces ante-
riores cuando entramos al cuarto, parece reconocemos un
poco más pero aún no acepta quedarse solo con nosotras
demasiado tiempo, necesita la presencia de la educadora
casi todo el tiempo, de lo contrario se intranquiliza y pro-
testa.
La niña gatea por el cuarto casi todo el tiempo, él está
estirado en el piso, pretende ponerse en posición de gateo
pero no lo consigue, se arrastra como un reptil, se mueve
hacia atrás queriendo coger juguetes que están delante
suyo o sea que realiza el movimiento contrario y esto ha-
ce que se aleje del juguete. De este modo consigue colocar
medio cuerpo debajo de una de las cunas, de pronto
descubre una medita de un pie de la cuna que gira, se que-
da manipulando mucho tiempo esta medita y parece muy
interesado por el movimiento que él mismo es capaz de
producir.
D.M.: Es interesante esta secuencia. Se ve que tiene poco
talento para imitar algo o hacer un movimiento, pero que
cuando ve algo que es de su interés lo observa muy aten-
tamente. Es un niño muy observador de lo que le interesa.
"Mira y habla", ésta sería su conducta. Cuando él quiere
gatear no es por el placer de moverse (como la niña) sino
que es para conseguir algo, él quiere acercarse al juguete y
alcanzarlo. El moverse hacia atrás no es tan bueno como
moverse hacia delante pero a él ya le va bien porque es su
modo de conseguir algo. De esta forma no encontró el
juguete pero sí que encontró las ruedas. ¿Cuántos días
faltó a la guardería cuando estuvo enfermo?
117
 Obs.: No lo sé exactamente. El día que yo fui no estaba y
por eso esperé hasta la próxima semana para la obser-
vación.
D.M.: Quizás es que sólo faltó aquel día.
Obs.: Me da la impresión que no, que faltó varios días.
D.M.: Podemos pasar a la sexta observación.
Sexta observación (nueve meses y una semana)
Cuando llegamos el bebé dormía, decido marchar y
vuelvo al cabo de una hora y media.
D.M. : ¿Por qué no te quedaste?
Obs. : No sé, no recuerdo el motivo.
D.M.: Observar a un bebé mientras duerme también puede
ser muy instructivo. Es interesante ver como se despierta
el niño. Bien, prosigue, por favor.
Obs. : Lo encuentro en el parque sentado, aparentemente
tranquilo. Al vernos estalla en llanto, la educadora sienta a
la niña dentro del parque, el continúa llorando, lo sacan, lo
cambian y lo preparan para cuando la madre lo venga a
buscar.
D.M .: ¿Se pone ropa diferente cuando va a casa?
Obs.: Sí.
D.M .: ¿,Al mediodía?
Obs.: Sí, como yo be vuelto una hora y media después, ya
es casi la hora que lo van a venir a buscar.
D.M .: Entonces, ¿solamente va por la mañana?
Obs.: Sí. Por las tardes está con los abuelos. En esta época
el abuelo aún no estaba enfermo .
D.M .: Ya. Prosigue, por favor.
Obs._· Una vez listo lo dej an sentado en la cuna y él
empieza a protestar, lo vuelven a sentar en el parque Y
118
11
comienzan los dos niños a quitarse uno al otro los ju-
guetes, esta vez se lo ve activo, pelea con la niña por
recuperar lo que ella le quita, ella es más ágil y él acaba
vencido y recostado en el parque; llora mucho como sin-
tiéndose muy fastidiado, la educadora vuelve a sentarlo. El
resto del tiempo juega a pegar fuertemente un juguete
contra el otro, se pone el mordedor en la boca y muerde
mucho. Se le ve enfadado.
D.M. : Sí. Ahora esta esperando a la mamá, se ha puesto la
armadura y se siente más fuerte y más vigoroso cuando
está armado. Se ve que tiene más vigor. Prosigue, por
favor.
Obs. : La educadora comenta que él está molesto a causa
de que le salen nuevos dientes. Acaba alejando y acer-
cando los juguetes con mucha fuerza .
D.M.: ¿Es cierto que le salen dientes nuevos?
Obs.: Creo que sí.
D.M. : Y esto le da más energía también. ¿Tomaste notas
al final?
Obs. : Sí.
Notas: La educadora comenta que aquel día no había dormido por la
maftana temprano como diariamente lo hace. Ella se queja de que
Jordi demanda mucho su atención. Yo lo encuentro algo más enérgico
y menos dispuesto a renunciar.
Ps : Me parecía que la educadora estaba mucho por él,
demanda mucho su atención.
D.M.: Las quejas de Maribel en cuanto a que Jordi de-
manda mucho su atención parecen sinceras, ¿es verdad
que esto la irrita?
Obs.: Sí, a veces dice que no sólo es ella la que se queja
sino que la madre también, ella dice de que Jordi pide
mucha atención.
119
 D.M.: ¡Hace bien! ¡Bien por él! Podemos pasar a la
siguiente observación.
Séptima observación: (nueve meses y dos semanas)
0bs.: A partir de esta observación y en las sucesivas
comienzan a registrarse cambios en la conducta general
del bebé. Los ritmos del sueño se han alterado, mi impre-
sión es que el niño duerme más que antes, se lo va no-
tando más abatido, triste y llora mucho.
D.M. : Esto podría tener algo que ver con los dientes.
0bs.: A mi me da la impresión que esto está vinculado
con la entrada a la guardería de nuevos bebés. Por esta
época llegan tres nuevos bebés que son colocados en el
mismo cuarto, a la educadora se la ve repartida entre cinco
bebés que va atendiendo al mismo tiempo. Se la nota
nerviosa, se queja de tener mucho trabajo y denota poca
tolerancia. Hay uno de estos nuevos bebés que realmente
demanda muchísimo.
D.M .: Maribel es la directora y también trabaja como
educadora, ¿verdad?
0bs.: Así es.
D.M .: ¿Es ella la que controla los niños que entran a la
guardería?
Obs: Sí, ella había dicho en un principio que iba a coger
men?s ~ebés pero al final hubo una mayor demanda y re-
cibio mas. Ella se encarga más de estos bebés que el resto
del personal.
D.M.:_Se ha sometido a una cierta presión de alguna ma-
nera tiene má5 b b • d '
0bs. : Sí. e es e los que realmente querría ...
120
1111
D.M .: Pero a la vez también los guarda para ella. La
educadora que canta (que veíamos ayer), ¿aún no ha lle-
gado a la guardería?
Obs.: No. Hay otra, aquella que decíamos que era como un
viento. Yo creo que Jordi está más conectado con Maribel.
D.M.: Ya. Prosigue. Por favor.
Obs.: Jordi continúa protestando y exigiendo lo suyo, la
educadora comienza a decirle que él ya es mayor y que
debe esperar su tumo. Él lo intenta sin mayor éxito, apro-
vecha los momentos de las comidas para retener a la
educadora a su lado. Come lentamente, se niega a tragar,
mantiene el alimento mucho tiempo en la boca. La edu-
cadora protesta pero acaba esperando.
D.M.: Es como una huelga en cierta fonna, va comiendo
muy lentamente. Es una conducta muy inteligente, son
técnicas indirectas.
Obs.: Ella protesta pero acaba esperando a que trague.
Siempre dice que tiene dificultades para darle la comida y
que la madre también ha tenido problemas con esto. Yo
creo que va despacito porque tiene mucho placer en esta
situación. Lo colocan a dormir aunque no tenga sueño, él
se queda muy quieto en la cuna, permanece mucho tiempo
despierto e inmóvil, suspira mucho. Se lo ve poco conec-
tado con los juguetes y con el resto de la gente, está
pasivo, llora y suspira. Llegan las vacaciones de Pascua y
por una semana no lo traen a la guardería. Lo veo después
de las vacaciones y parece algo recuperado, se nota más
activo y protesta más. A la semana siguiente, la educadora
me informa que le pedirá a los padres que consulten con el
pediatra porque ella lo ve mal al niño, lo ve muy triste,
apagado, siempre a punto de llorar. Prefiere estar en la
cama, se queda mucho tiempo jugando con el chupete, etc.
Yo lo veo pasivo y parece que se entusiasmara sólo a la
hora de comer, come lentamente tratando de retener a la
121
 educadora, la cual le dedica un .poco más de datención.
, M A. la
a siguiente el niño no asiste a 1a guar ena, anbel
seman 'd º
infonna que lo llevaron a1 me 1co y que 1e encontraron
:ietono muscular muy bajo, el pe~ia~a recome?dó una
mayor estimulación. A la semana s1gu1e_nte me dicen que
ha tenido una otitis sin fiebre, le han sahdo manchas en el
cuerpo y no saben a qué se debe. La educa?o_ra atribuye a
ta otitis todo lo referente a su estado de animo, el estar
apagado y su conducta pasiva (estar estirado en la cuna
sin hacer nada, etc.). Por esta época es también cuando
ingresan al abuelo y por lo tanto es cuando se da el cambio
de horarios del niño. Cuando vuelve a la guardería Jordi es
trasladado al cuarto de los niños mayores, donde ya habían
cambiado anteriormente a Lorena. Cuando pasan a este
aula, es porque ya empiezan a caminar. En ese cuarto lo
ponen dentro de un andador y él responde sin mayor
entusiasmo. Lo veo en la habitación dando vueltas con el
andador, parece desconcertado y como perdido, todo el
tiempo llora y protesta.
D.M.: Es muy típico de los niños en esta época. Cuando
quieren andar y no pueden se ponen de muy mal humor, se
sienten irritados, etc., pero una vez que empiezan a andar
se vuelven muy arrogantes y muy dominantes.
Obs. : Sí. Esto fue en parte lo que sucedió con Jordi. La
educadora se mostraba preocupada aunque decía que lo
encontraba mejor. En las siguientes observaciones se lo
veía mucho más alegre, participaba más de las actividades
con los otros niños. Ahora ya gatea por todas partes y al
cumplir un año y un mes lo vi caminando solo por pri-
~er~ vez. Se lo veía muy feliz y sonriente como si el pro-
pio impulso al desarrollo le hubiera hecho dar un salto
importan.te. Continué observándolo después, sólo cada
~uince dias. Tengo más observaciones que muestran cómo
el ha cambiado. No habla demasiado todavía. Ahora anda
122
como un adulto y se acerca a los niños más pequeñitos
como si él fuera un educador.
D.M.: Un poco arrogante ...
Obs.: Sí, con la que tiene una actitud cariñosa y no se
pelea mucho es con Lorena. Se les ve a veces abrazados.
D.M. : Las observaciones en una guardería siempre son un
poco tristes. Son incluso más tristes cuando los niños reac-
cionan de una forma maníaca, por ejemplo, Lorena podria
generar más tristeza que este niño. Bien, vamos a dejarlo
aquí.
Observaciones realizadas cinco meses más tarde
Obs: Continuaré describiendo las observaciones de Jordi
y retomaré en esta ocasión a partir del momento en que el
niño comienza a andar. Esta serie de observaciones se
hicieron quincenalmente por lo general a la misma hora y
el mismo día de la semana. Antes de comenzar a exponer,
me gustaría comentar al grupo que le escribimos una carta
a Catharine y le pedimos que intervenga aportando su
opinión, teniendo en cuenta su experiencia en la observa-
ción de bebés en Oxford.
Primera observación (un año y un mes)
Obs. : En esta oportunidad encuentro a Jordi en el patio
exterior, está dentro del andador, con muy buen sem-
blante, parece integrado en el grupo con los demás niños.
Me mira, me sonríe y veo que tiene un cubo en la mano.
Un niño lo está mirando, Jordi a su vez lo mira, me mira a
mí y me sonríe. Se desplaza por el patio con el andador,
avanza en sentido contrario al lugar donde yo estoy, se
123
 gira para miranne y se ríe mucho, parece muy contento.
(Comprueba si yo lo estoy observando). Corre, busca
• guetes se va agachando y los coge, se lo ve muy activo.
JU
De pronto .
' aparece l~ cocmera, lo ll ama par_a darle de
comer, dejarnos el patio para pasar a 1~ sala de Juegos; ella
lo pone de pié junto a _la m~sa y le dice. que espere hasta
que ella traiga la comida, el queda cogido de la mesa y
cuando ella vuelve, él se sienta en el suelo, ella le dice:
"ven, ven ... ", él se incorpora y da algunos pasitos muy
suaves. Rosa se acerca, lo coge y le ayuda a sentarse, ella
me comenta que Jordi está mejor, llora menos, está más
activo y más tranquilo. Le da de comer y él parece muy
satisfecho, una niña se acerca a Rosa y ella le da un beso.
Jordi acaba de comer, Rosa lo besa y lo sienta en el suelo.
El comienza a desplazarse gateando y nuevamente co-
mienza a mirarme sonriente, parece buscar contacto. Se va
gateando en dirección a la pared, allí se incorpora y se
pone de pié, se lo nota feliz, quizá de los nuevos logros. Se
acerca al cochecito de otro niño, se habla a si mismo y
camina cogiéndose al cochecito. Las educadoras que están
en el cuarto comentan entre ellas que Jordi está mejor y
me preguntan mi opinión al respecto.
Catherine Mack Smith.: ¿Qué le ocurría antes al niño?
0bs: Estaba triste y muy pasivo. Cuando comencé a
observarlo era uno de los pocos bebés en la guardería con
el que era posible iniciar una serie de observaciones.
D.~.: ¿Cuanto tiempo hace que empezaron las obser-
vaciones?
0bs.: Un año y un mes.
D.M. : ¿Cuantos meses tenía el nifio al llegar a la guar-
dería?
0bs.: Tres meses.
124
lfllL.______
D.M.: Sabemos lo que le ocurría antes de esta obser-
vación, llevaba unas cuantas semanas luchando para
aprender a andar.
Obs.: Exactamente.
C.M.S.: ¿Hay otros bebés en la guardería?
Obs.: Sí.
D.M.: ¿Cuantos en total?
Obs.: En un comienzo, antes de que el niño empezara a
andar, habían dos niños en el cuarto donde él estaba.
Después fueron tres y más tarde fueron llegando más
bebés.
D.M.: ¿Eran más pequeños que él?
Obs. : Sí y también había una niña que era prácticamente
de la misma edad con la cual casi se fueron criando jun-
tos. Paso a leer un pequeño resumen.
Notas: Se nota un cambio notorio en el humor del niilo en relación a
las semanas anteriores. El traslado de Jordi al cuarto de los niilos
mayores lo sorprendió, quizá lo desconcertó y confundió bastante,
lloraba mucho, se desplazaba como si se sintiera perdido en el cuarto
y protestaba todo el tiempo. Cuando lo ponían en la cuna para dormir,
dejaba de protestar y quedaba inmóvil, esto preocupaba mucho a
Maribel. Actualmente se nota un alivio general, tanto de parte del nii\o
como de las educadoras. Jord.i parece encontrar más apoyo en el
grupo de pares y también consigue que se le preste más atención.
D.M.: Quizás la reacción del equipo de trabajo era despro-
porcionada respecto a cómo se sentía el niño. Quizás
pensaban que estaba peor de lo que realmente estaba.
Obs.: Sí, porque el niño lloraba mucho. Se había puesto
enfermo, lo habían llevado al médico y éste dijo que nece-
sitaba una mayor estimulación. En comparación con a-
quella niña, Lorena, él tenía un desarrollo motor más len-
to y esto preocupaba a la directora. Era un niño poco acti-
vo, un poco deprimido.
125
D.M.: Probablemente las educadoras estaban reaccio-
nando a su depresión.
c.M.S.: Él sonríe y llora pero en cuanto a hablar sólo se
habla a sí mismo y no te responde con balbuceos. Parece
mucho más contento cuando está dentro de algo, por
ejemplo, el andador o cuando está apoyado en la mesa, y
cuando está en esta gran habitación se siente mucho más
perdido. Se siente pues, mucho más contenido cuando está
dentro de algo o cuando hay algo a su lado. El hecho de
poder andar es un gran logro y el nifto debe estar mucho
más contento precisamente por haberlo conseguido.
D.M .: Es cierto. Bien, veamos la segunda observación.
Segunda observación (un año y un mes y medio)
Obs. : Cuando llego a la guardería, encuentro a Jordi en el
patio rodeado de muchos niños, está agachado mirando
hacia el suelo pero parece percatarse de que alguien entró,
se incorpora y da algunos pasitos, sonríe mucho y se
muestra feliz aunque inseguro ( me alegro de verlo andar).
Yo me siento y él se desplaza y se aleja sentándose en el
otro extremo del patio, tiene en cada mano un objeto que
los va manipulando, un objeto muy pequeño de plástico y
una pala. Los niños van jugando y pasando a su lado, él
los mira mientras va jugando con estos dos objetos. De
pronto recibe un pelotazo en la cabeza y comienza a llorar.
D.M.: ¿Es una pelota pequeña o grande?
Obs.: Grande.
D.M.: ¿Le hizo realmente daño?
Obs. : Quizás fue más el susto se va calmando solo Y
comienza a desplazarse gateand~. Intenta incorporarse pe-
ro no puede, gatea en dirección a una pared y sostenién-
dose en ella consigue ponerse de pie, continúa cogido con
126
una mano a la pared, mira alrededor y vuelve a sentarse.
Gatea hacia el centro del patio, se va desplazando len-
tamente mientras va mirando al resto de los niños y va
recogiendo los juguetes que ellos abandonan por el ca-
mino. Se dirige varias veces hacia las paredes intentando
incorporarse. En un extremo del patio hay una serie de
niños sentados en el orinal, los mira insistentemente y se
va hacia ellos. Se levanta y baja el delantal que viste y
murmura algo (quizá se refiera al orinal). Se sienta a cierta
distancia de estos niños, parece pensativo y concentrado
en sí mismo.
Notas: Se muestra interesado en ejercitar el gateo, en incorporarse, los
movimientos son suaves y cautelosos. Practica habilidades pero aún
no se atreve a caminar solo.
D.M.: Él está rodeado de niños más avanzados, que andan
y se sientan solos. ¿También comen solos?
C.M.S.: Parece muy vulnerable.
D.M.: Sí.
Obs. : En lo referente a comer, en esta guardería, hasta no
hace mucho tiempo incluso a los niños que ya podían co-
mer solos se les daba de comer. Ahora les llevan a un
cuarto-comedor donde ya comen solos.
C.M.S. : ¿La observación dura una hora?
Obs.: No, entre cuarenta y cinco y cincuenta minutos.
C.M.S. : Nadie le hace ningún caso en esta observación,
ningún adulto, él está sólo aquí.
D.M .: Da la impresión de que sus manos quieren coger los
objetos, están quizás compitiendo con sus piernas que
quieren andar. No puede ponerse de pie sin la ayuda de sus
manos cuando se acerca a la pared.
Obs.: Creo que sí. Quiero recordar que en las obser-
vaciones de la vez pasada habíamos visto corno él se
127
comunicaba a través de su habilidad con las manos y los
j uguetes más que con las_piemas ..
C.M.S .: Parece bastante mdepend1ente pero un poco triste .
D.M .: Le gusta que le mires y es muy consciente de que se
le está mirando .
Obs. : Entonces hace sus juegos de alejarse, me parece a mí
como una manera de ver si yo le estoy mirando aún.
D.M. : Tengo la sensación que el equipo de trabajo más
que interactuar con el niño, le presta servicios. Cuando se
preocupaban por él, probablemente lo estaban sobre todo
acerca de su salud fisica, pero de hecho podrían estar reac-
cionando a su depresión. Su impulso por querer andar no
está muy relacionado con su interés por las cosas, porque
esto último él lo puede desarrollar muy bien mediante el
gateo. Tampoco creo que sea un reflejo de la admiración
por los adultos, ya que para él los adultos no son "los
mayores que andan", simplemente son "los mayores". Está
impulsado por la envidia que siente hacia estos niños que
no son mucho mayores que él, pero que ya pueden andar.
Precisamente por esto, a menudo ocurre que una vez que
ya ha aprendido a andar, el niño pasa por un periodo de
arrogancia, independencia y agresión hacia los otros niños.
Obs.: Sí, ahora él está muy malo, va pegando a los otros.
Esto no le favorece porque está ganándose una fama de
" niño malo".
C.M.S.: ¿Hay alguna educadora con la que tenga un apego
especial, o que le preste mayor atención?
Obs: En general, creo que se le presta mayor atención que
a los demás, porque ha llegado a preocupar a las educa-
doras. Yo veo que ellas tratan de hacerlo participar en l~s
actividades que se organizan, pero no sé si es debido al dia
en que yo visito la guardería o si ocurre diariamente.
C.M.S.: Parece ser un niño que desde los tres meses ha
ten.i do que hacer re laciones múltiples. No ha tenido una
128
relación muy estrecha o una re lac ió n de apego con
ninguna de las cuidadoras.
D.M.: Sí, es verdad . Bien, pasemos a la sigu iente obse r-
vación .
Obs.: Entre la segunda y la tercera observación fueron las
vacaciones de verano .
Tercera observación (un año y siete meses)
Obs.: Jordi estuvo ausente de la guarderí a du rante dos
semanas porque lo operaron de fimosis . M a ribel no cono-
cía los detalles del problema, sólo sabía qu e apareci eron
dificultades para orinar y el médico aconsej ó la ope ración
(ahora ya controla la orina). Este día , cuando ll ego a la
guardería, encuentro a Jordi junto a E li senda pin tando con
los dedos en una mes ita .
Obs.: Elisenda es la educadora que cantaba, no sé s i e l D r
Meltzer la recuerda de la observaci ón ante rio r.
D.M.: Sí, ya recuerdo .
Obs.: Cuando nos ve se retira de la mesa , se tras lada a otro
sitio del cuarto, se queda apoyado en una pa red , se m ira
una de sus manos pintadas de azul , po ne cara de preoc u-
pación, parece estar a pun to de llorar y di ce muy c lara-
mente : mamá.
D.M ._: ¿Entre la segunda y la tercera o bse rvac ió n tú no le
has vi sto?
Obs.: No .
D.M.: Cuando te ve se retrae, se va .
Obs. : Sí,m: mira y entonces se va tranquil iza nd o , ha bl a
~on una n111 a qu_e está sentada a su lado y se a leja d el
ugar. Yo no entiendo lo q ue hab la con e lla C .
gu ·
e te y se sienta en e l sucio, se q ueda o·bse rva
• ndo
oge un .JU-
n
que está ll orando y luego se acerca hac ia unos m o~:1: ~c~
129
 de goma espuma que están en el centro del cuarto y
.
oom~~a lamerlos durante un rato largo.
. Se levanta,
. nos
. e un elefante de goma, lo deJa. Comienza a dar
rmra, cog h bl . .
ta por la habitación, parece a ar consigo mismo,
vue I s .ñ 1 , d ..
e un J·uguete y se lo da a una m . a; e sonne, se mge
cog
hacia otro niño y le acancia· · 1a cab eza, contmua
· ' dando
vueltas por el cuarto, aplaude, mira a los niños y les son-
ríe parece bailar, o ejercitar algo que sabe. (Creo que
jrojta a las educadoras). Se escuchan timbres de fuera, ya
estamos sobre el medio día, Jordi coge un coche, sigue
dando vueltas por el cuarto mientras dice claramente:
"papá, papá". Observa atentamente a las educadoras que
comienzan a llamar a los niños cuyos padres los han
venido a buscar, él continúa con el coche en la mano,
dando vueltas por el cuarto, sonriendo a los niños y
diciéndoles algo. Acaricia y consuela a los niños que
lloran (como lo baria un adulto). Un niño descubre que yo
estoy observando a Jordi, corre hacia él y le quita el coche,
Jordi protesta pero tampoco lucha por recuperarlo, se
queda atento a los movimientos del niño y sólo cuando él
abandona el coche, Jordi lo recupera. Se lo ve satisfecho,
sigue girando por todo el cuarto, va haciendo todo tipo de
muecas, se acerca a mí, me mira fijamente, yo lo saludo,
se va hacia los modulares, se recuesta, vuelve a incor-
porarse y continúa caminando.
Notas: Parece preocupado porque lo consideran sucio, es como si
quisiera que los otros sean los sucios y los que lloran mientras que él
es el adulto que va y viene ocupándose de los desvalidos.
D.M.: ¿Tuviste la sensación de que te reconocía o no?,
¿cómo era de fuerte esa sensación?
Obs.: Sí, seguro que me reconocía.
D.M.: Da la impresión que es así.
130
Obs.: Generalmente me reconoce.
c.M.S: Es interesante ver como interrumpe totalmente lo
que está haciendo, en este caso pintar con los dedos.
•Todo esto que hacía (dar vueltas por el cuarto, consolar a
fos otros niños, etc.), está en relación con que tú lo estás
mirando?
Obs.: A mí me da la impresión de que en parte sí, y de que
en parte corresponde a su propia actitud ya que es algo que
se repite.
C.M.S.: También con esta actitud se calma a sí mismo,
está siendo como su propio adulto.
D.M.: Y en contraste lame los modulares. El último con-
tacto que habías tenido con él era cuando los niños estaban
sentados en el orinal y ahora, cuando vuelves, está preo-
cupado por esta pintura que está en sus manos. Quizás hay
alguna conexión en el sentido de sentir que quizás fue
abandonado porque era un niño sucio. Algo parece que le
impulse a actuar como si fuera un pequeño adulto, imi-
tando a las educadoras y consolando a los otros niños.
Esto contrasta completamente con los momentos en que
dice "papá", "mamá" o en que lame.
Obs.: Cuando dice "papá" él se da cuenta de que hay
padres que vienen a buscar a los nifios.
D.M. : ¿Su padre viene?
Obs.: No sé quien le viene a buscar.
D.M.: ¿Al mediodía se va a casa?
Obs.: Sí.
D.M.: ~emos. una inhibición de la agresión porque cuando
se le quita el Juguete no hace nada para intentar tenerlo de
nuevo, simplemente espera a que el otro niño lo deje y
entonces lo recupera. Parece haber hecho progresos e n
cuanto a _su limpieza, en aprender a sentarse en el orinal.
La fimosis también habrá tenido algo que ver con su deseo
de no ser un niño sucio.
131
Obs.: En relación a otros nii'los, rara vez se le ve a él . como si se dijera: "Ya me doy cuenta, esto no se puede
.
A mt. me d a 1a 1mpres1 .6 d sucio
n e que no le gusta ensuciarse.. · hacer, tengo que ser mayor".
D.M.: Me pregunto acerca del apego que este nifto t' D.M.: Es verdad. ¿Cuanto tiempo pasa hasta la siguiente
h acta
. tt. y 1a pena que ha po d I"d o sentir durante estos metene
. T d ses observación?
en que no te h a visto. o o esto además, debe conectars Obs.: Dos semanas.
la fimosis, que también ha sucedido en este tiempo~: D.M. : Bien, veámosla.
separación. Probablemente, también en este período le
habrán perseguido bastante para que estuviera limpio
sentándolo en el orinal, etc. En la primera observació~ Cuarta observación (un año y siete meses)
parecía estar muy contento y ahora esto ya ha desapa-
recido . Obs.: Encuentro a Jordi en la sala grande de juegos re-
Obs.: Sí, antes pasó por un periodo bastante maníaco. costado sobre un modular en el piso, nos mira y sonríe.
C.M.S.: Bueno, es como si no hubiera otra esperanza que D.M .: Jordi ha perdonado. Es casi como si hubi era estado
la de ser un adulto. esperando la continuación del otro día . ¿Tú crees que él ba
D.M. : Sí, pero con pena también. , . . , podido captar la periodicidad?
C.M.S.: ¿Todo lo que hacía era muy mecan1co? o ¿qutzas Obs. : Yo creo que sí. Algo debe de sentir acerca del inter-
valo de tiempo que transcurre entre las observaciones
había interrelación con los otros niños; . . .
desde que él empezó a andar. Antes le veía cada semana y
Ob . No no era completamente mecan1co. Cuando_ imita-
s. · d, dora yo lo veía como si estuviera identificado ahora cada quince días . Él me recibe con una sonrisa muy
ba a 1a e uca franca, yo creo que sí, que percibe algo de la periodi cidad.
D.M.: ¿Qué día de la semana acudes?
con ella. . , de•ia llevar por su im1tac1on
· · · · de las edu-
J
D . M . ·. Q mzas se omento · · • 1 Obs.: Los miércoles.
en el que él viene hacia t1, tu e
cadoras. Hay un m z hacia los modulares, pero D.M.: Prosigue, por favor .
dices algo y él se va otra ve Obs.: Se acerca a mí , sonriendo con una llave de plástico
esta vez no los lame. en la mano, se aleja se pasea por el cuarto, se acerca al
lugar donde se encuentran los bebes pequeños, imitando a
Obs.: No, esta vez se recu,es~~- módulo estaba con su cara
un adulto, les hace todo tipo de muecas y luego corre en
D.M.: Antes cuando lamia , ecostado con su cara
. b . digamos ahora esta r dirección a una de las parejas, habla, sigue sonriente y pa-
hacia a aJo, ' rece muy sarisfecbo. Yo creo que está excitado.
hacia arriba. . D.M .: ¿Qué tipo de muecas hace?
b . S, así es. ue se relaciona Obs .: Muecas feas.
O s.. '.' Ha dos momentos en los \ebé. El primer D.M .: ¿Como burlas?
c.M.S.. y rta más como un . era vez y
contigo y se co~ p~ . cuando te ve por prtrn recues- Obs .: Sí. Típicas muecas de niño peque110. No sé si es de
enfado o quizás sea de payaso.
momento es al prm~1pto, ndo es al final cuando :entos es
empieza a llorar y e segu Entre estos dos mo 133
los modulares.
ta cerca de

132
D.M .: Ya. Prosigue, por favor.
Obs.: Coge juguetes del suelo, los mira, les habla, busca la
mirada de los niños, también de los adultos, y va mos-
trando los juguetes con una mano y en la otra tiene todo el
tiempo una llave y un triángulo .
D.M .: Ahora está pavoneándose. ¿Qué sigue haciendo?
Obs.: Se acerca a mí , me mira y sonríe, me muestra la
llave y el triángulo juntos, se aleja y se va hacia la mesa en
la cual están algunos niños comiendo, se queda observán-
dolos todo el tiempo, sonríe. Continua dando vueltas, tira
la llave y el triángulo y corre a jugar sobre uno de los
módulos, parece cabalgar. Descubre que una niña está
jugando a su lado y trata de imitarla introduciendo la
cabeza en un hueco del modular, acaba acariciando a la
niña. Se incorpora, pasea hablando, se ríe y me mira disi-
muladamente. Encuentra en el piso una torre de cubos
ensamblada, se le caen dos y luego coge este ensamble y
se lo lleva fuertemente hacia el pecho, (lo abraza como si
fuera un bebé).
D.M.: Parece como si la operación de fimosis le hubiera
despertado la sexualidad, prosigue, por favor.
Obs. : Un niño pasa a su lado y le quita parte de los cubos,
él protesta suavemente pero no trata de recuperarlos,
cuando está seguro de que el otro niño los abandonó, los
vuelve a coger y trata de ensamblarlos de nuevo. Cuando
consigue montarlo, el otro niño vuelve muy sonriente, lo
empuja y se los quita; Jordi estalla en llanto casi furioso,
corre detrás del rival tratando de recuperar los cubos Y el
otro ríe muy divertido. Jordi llora, continúa persiguiéndole
pero sin éxito. El niño acaba tirando la torre y Jordi se
apresura a recuperarla.
D.M.: ¿E l otro niño es mucho mayor que él?
Obs.: Debe tener unos ocho meses más que él.
134
D.M.: ¡Es un niño mayor! En todo caso, aquí vemos una
victoria para Jordi . El mayor ha capitulado. Prosigue , por
favor.
Notas: Cuando se pasea parece sentirse corno una mamá que atiende y
divierte a los bebés, plantea una disputa con el niílo mayor por el
juguete y por mí, esta vez se nota un intento de luchar y recuperar lo
que le quitan.
D.M .: Tiene una actitud más bien masculina que materna
hacia los otros niños . La masculinidad agresiva ha hecho
su aparición, y tu feminidad también es un factor impor-
tante en e l interés que él siente hac ia ti en estos momentos .
Él intenta que tú tengas celos de la niña pequeña, se ríe y
te mira con disimulo. En cualquier caso, tiene más vida.
C.M.S .: Hay muchísimos juguetes en la guarde ría y es
interesante observar cómo el juguete que tiene valor es el
juguete con el que está ocupado e l otro.
D.M .: Claro , siempre se quiere lo que el otro tiene . El
valor de un objeto depende del impacto emocional que
tenga sobre una persona en concreto. En cambio, el precio
tiene que ver con la valorac ión de muchas personas (el
precio del mercado , etc.). Las personas que pagan millo-
nes de libras por una obra de arte , como por ejemplo, una
pintura, no son realmente amantes de la pintura . .. lo ú11ico
que desean es apartarla de los demá s para que nadi e sa lvo
ellos pueda admirarla. Haciendo un pequeño paré ntesis,
hablando de obras de arte, todas va n a acabar en Ja pón y
deberemos ir allí a admirarlas. Bien , pase mos a la quinta
observación.
Quinta observación (un año y ocho meses)
Hoy no asistió a la guardería, las ed ucadoras desconocen
el motivo de la ausencia. Maribel dice que últimamente: no
135
lo traen diariamente y lo dejan al cuidado de una
. · ch'1ca en
su casa. La e d ucad ora me mforma que Jordi en los -1•
· · l . u timos
tiempos esta ma o, pega mucho y tira de los pelos 1
niños, la madre comenta que a ella también \e pega Na os
. á d . . otan
que h a progresad o , esta m s esp1erto, pero no le gusta
jugar con los otros niños , ahora sólo pega.
D.M.: Esto tiene relación con la tendencia que vimos en el
material anterior.
Obs.: Sí , ella se queja de que es malo y que solo le gusta la
juerga.
D.M. : De que es un "play-boy"... pero está más vivo,
parece estar más alerta, incluso ser más inteligente. Quizás
también está más atractivo para su madre.
c.M.S.: Ella probablemente piensa que es un chulito.
D.M. : y esto al padre es posible que no le haga mucha
gracia .. . Bien, veamos otra observación.
Sexta observación (un año y diez meses)
Cuando llego encuentro a Jordi paseando por el cuarto
como lo _h ace últimamente, Ferran llora mucho exigiendo
todo el tiempo la atención de Elisenda, ella se encuentra
en el centro del cuarto con una bolsa grande pidiendo a
todos los niños que recojan los juguetes, y los metan den-
tro ; casi todos colaboran, Jordi continúa dando vueltas Y
no responde al pedido. Elisenda reúne a todos los niños
alrededor de una mesa redonda y les propone cantar Y
golpear ritmicamente sobre la mesa, todos acuden men~ 5 poni endo mala cara (corno enfadado por mi intromi sión).
Jordi que se queda cerca de mi mifando adonde c iao
todos. E!isenda lo invita, él .se acerca
U pero
.- no se incolPºdra
quizá nn1tan o
010
al círculo que forman los niños . na IO de la
ª' ., d
° 137
a la educadora,. lo acaricia,
. 1 1lo. abraZª molesta, ,parta
1 élYsecogien
mano trata de introducir o a c1rcu o,
a la niña, la empuja y queda a una di ~tancia de unos pasos
del resto. Se coloca al lado de Eltsenda, ella propon~
mover la mesa, pide colaboración, todos responden, Jord1
se aleja y queda observando. Se sienta ~poyado ~n la pared
y se acaricia las piernas, en espec~al debaJO de los
calcetines. La educadora propone un Juego; hacer volte-
retas sobre una manta en el piso, los niños se acercan y se
pelean, cada uno por s_er el_primero, Jordi_no se mueve del
sitio, mira, y parece d1vert1rse mucho. Eltsenda lo llama y
lo invita a participar, él responde, se desplaza sonriendo y
después de dar la voltereta no se incorpora, lo hace sólo
después que Eli senda le hace cosquillas. Se levanta y coge
distancia. Ella propone otro juego, esta vez, imitar el
sonido de ciertos anima les, gato, perro, etc . . .
D.M .: Elisenda es buena como educadora.
Obs.: Sí, es la mejor.
C.M.S .: Pero no se incorpora al gnipo, no es uno más del
grupo de niños.
D.M.: ¿Él? ¡Ah, no! ¡Él, no! El tiene su lugar y su relación
especial. Prosigue, por favor.
Obs.: Jordi se encuentra cogido a una mesa, los mira, me
mira a mi y sonríe; de pronto cae y se golpea, llora, se va a
un rincón y continúa llorando; Eli senda se acerca , lo
consuela y le propone imitar a un pájaro. Parece empezar a
calmarse aunque continúa protestando si lenciosamente.
Rosa entra al cuarto y le pregunta por qué llora, le pregun-
ta si alguien le hizo daño, comienza a preguntar al resto de
los niños quién ha sido, pregunta insistentemente, también
a mí , y yo respondo que Jordi se ha go lpeado solo. Jordi se
dirige hacia mí , me mira muy serio y se queda muy quieto
Elisenda trae una jarra con agua y ofrece a los niños , le
ofrece a Jordi pero él no responde , continúa frente a mí
quieto y serio. De pronto pasa un niño y le da un golpe:
Jordi irrumpe en llanto, se ve muy dolido y triste; su llanto
es silencioso, no quiere que lo escuchen, continúa quieto
llorando y apretándose las manos, parece hacerse daño a él
mismo, le hablo pero no reacciona, se queda así hasta que
aparece Rosa que lo ve y viene a consolarlo. Lo limpia y
lo sienta en el suelo, él queda un rato largo en la misma
posición, se va tranquilizando, gime y se muestra ensi-
mismado.
Notas: Pensamos que su estilo no participante podría vincularse al
miedo a poner en marcha su agresión, quizá no participe porque se
sienta malo. Se nota el intento de silenciar la rabia contenida.
D.M .: En niños de esta edad, este tipo de resentimiento
contenido se ve muchas veces en su propia auto-agresi-
vidad. También se puede notar en el acto de morder, y no
tanto por ejemplo en lo de pegar o arañar a los otros niños,
a la madre, etc. El morder parece ser lo que más les sa-
tisface.
C.M.S.: Llama la atención que cuando él se cae y se hace
daño no se dirige a ningún adulto. Lo que hace es irse al
rincón y quedarse allí.
D.M.: Es como si estuviese resentido con todo el mundo.
0bs.: Él, en general , da la impresión de que no pide ayuda.
Siempre hay que dirigirse a él, por lo menos cuando yo
estoy.
C.M.S.: Permite ser calmado parcialmente, ya que luego
continúa con lo suyo.
0bs.: Sí, así es.
D.~. : La operación de fimosis sí que ha tenido un impacto
en el , como un sentimiento de traición .
O_bs.: Yo le pregunté a la educadora si había notado algo
diferente
o M . 8 -en él y me contestó·· "No , no , e' l es ta, muy b.1en" .
•1 .. ien, pasemos a la séptima observación.
138
Séptima observación (un año y once meses)
Obs.: Lo encuentro sentado en el centro del cuarto jugando
con un camioncito, nos mira y nos recibe con una sonrisa.
Elisenda entra al cuarto con una jarra de agua y se di spone
a servir a los niños, todos piden, a Jordi hay que darle y
entonces, bebe. Se mantiene alejado del lugar donde yo
estoy, aunque me mira y sonríe, está de pie apoyado contra
la pizarra, se frota los ojos y se succiona el pulgar; juega
con el dedo pasándolo por las mejillas y se lo lleva nueva-
mente a la boca (parece concentrado en sí mismo),
permanece bastante tiempo en esta actitud. Mira en direc-
ción a Elisenda y se acerca para ver como ella cambia a
Pere; mira con interés y curiosidad, continúa succionando
el pulgar. Pere ya está limpio, Jordi se acerca y le pega,
también comprueba si yo lo estoy observando. Coge un
juguete, comienza a dar vueltas por el cuarto, tira el
juguete, vuelve a la postura anterior y se succiona el pul-
gar. Maribel organiza a los niños y todos comienzan a
cantar, Jordi se mantiene al margen aunque sonríe y parece
divertido; ha cogido una ruedita de plástico y la chupa,
continúa mirando a los demás que han montado un tren y
juegan juntos.
Notas: Parece estar en actitud autoerótica y replegado en sí mismo.
Participa sonriendo y responde sólo cuando se lo invita perso-
nalmente.
D.M .: Cuando él pega a este niño que le han cambiado los
pañales, es el momento, desde que lo llevamos viendo,
cuando inicia la agresión. ¿Pere es un niño menor que él?
Obs.: Sí, y además está muy unido a la educadora la cu.al
le quiere y le mima mucho. Este niño se lo merece, ya que
es encantador.
139
D.M.: ¿Sabes si este niño también está operado de fi-
mosis?
Obs.: No, no está operado.
D.M.: En cuanto al habla, Jordi parece estar basta t
atrasado, no hemos oído nada en cuanto a su lenguaje. n e
Obs.: Sí, aunque en este momento está hablando má
Ta~bién han empezado~ ~entarle en el orinal, aunque co:
ct11dado. Por razones medicas, no le dejan sentado mucho
tiempo.
D.M.: ¿Qué tipo de razones médicas?
Obs.: El médico ha dicho que tiene tendencia a retener la
orina, pero como ha tenido problemas, es mejor no insistir
mucho en la educación de esfinteres. Piensa que ya la irá
reteniendo adecuadamente, poco a poco.
C.M.S.: ¿Qué se podría decir acerca de su carácter?
D.M. : Creo que se puede avanzar una visión de cómo será
en su adolescencia ... "Al Este del Edén" ... traicionado
por la madre puta. Parece ser serio, porque lleva ya siete
meses con este tipo de comportamiento.
Obs.: A mí me da la impresión de que tuviera una actitud
arrogante, como si se hiciera demasiado el adulto, no sé si
es así delante de mí o lo es siempre.
D.M.: Por otra parte, se queda al margen de los otros niños
y cuando interactúa adopta una actitud muy paternalista
hacia ellos. Además de todo esto, no es capaz de defen-
derse de las agresiones. ¿Tiene hermanos?
Obs. : Tiene una hermana de diez años que dicen que ha
sido completamente diferente a él.
D.M.: ¿Conoces a los padres? Tengo la impresión de que
la madre no le debe tener demasiado afecto.
Obs.: Es lo que dicen las educadoras, ellas afirman que la
madre es incapaz de ver las dificultades del niño, qu_e s_olo
piensa que es un niflo malo o que lo que hace no esta bien.
No se da cuenta de lo que ocurre.
140
para realizar estas
D. •
M ··. 1.,·Tú estás autorizada por la madre '?
observaciones o sólo tienes el permiso de Ia guardena.
Obs.: De la guardería. .
D M . y en la guardería tampoco parecen estar espec1al-
m~nt~ preocupados por la~ c?nductas del niño cuando
dicen tan a menudo que esta bien, y que no causa proble-
m~- .
Obs. : Dicen que está bien pero ta~poco ~o ven satis~
factoriamente como al resto de los mños. Dicen que esta
mejor en relación a perio?os . anteriores. Yo creo . que
perciben que hay algo en el diferente a los otros mños.
Ven que no participa ni juega con los demás.
D.M .: Si empieza a hablar y a desarrollar su lenguaje, ya
nadie se va a preocupar por él.
C.M.S .: Pero sí se preocuparían si se convierte en el
"pegón" el que siempre pega a todos.
D.M.: Parece que no tiene este tipo de agresividad nece-
saria para convertirse en el " pegón" de la guardería. Más
bien es como una rabia impotente lo que tiene. Es por ello
que se manifiesta con un tipo de agresión muy primitiva
como es el morder. Podría también manifestarse cogiendo
excrementos y pintando las paredes con ellos. Entonces,
en este caso, tanto los padres como los educadores
realmente empezarían a preocuparse. No es un niño frío ,
ti_ene cierta calidez, pero también tiene pena, tiene un
cierto resentimiento.
Ps: La cocinera parece que intenta sacarlo un poco de todo
esto con su intervención; dice: "los ojos le hacen daño",
Parece que reaccione, que note que neces ita ayuda.
Obs.: Sí, en general ella es así con todos los niños.
D.M .: No par~ce que haya una persona en conc reto preo-
cupada espec1ficamente por este niño y que rea lme nte
piense en él.
14 1
C.M.S .: El niño se ha adaptado bastante bien, su com-
portamiento entra dentro de lo normal.
D.M .: Sí, es cierto, pero parece que su carácter se haya
formado alre~edor de esta. pena, del resentimiento y del
pesimismo. S1 esto se mamfestase de una forma muy P ._
mitiva, como por eJemp. 1o, mor d'1endo muy a menudn
entonces sí que movilizaría a los demás a sentirse pre~~
cupados. Lo que ocurre es que él no da la sensación de
estar tan enfermo como para que los demás se preocupen
por él.
Barcelona, Enero y Junio de J990
142
ACOMODARSE, RESISTIR, LUCHAR: ,
LA VIDA DE FERRAN EN LA GUARDERIA
OONALD MELTZER, CATHARINE MACK SMITH
Y LUCY JACHEVASKY
Obs.: Tenemos pocos datos de los bebés fuera de la guar-
dería y casi no tenemos datos de I as familias. Sólo tene-
mos las observaciones en la guarderia. No sé si es mejor
que dé a lguna información sobre e l bebé antes de ver la
observación .. . ¿o podemos ir directamente a la observa-
ción?
D.M.: Podemos ir directamente a la observación .
Obs.: Las observaciones han sido hechas cada quince días
aproximadamente. La directora de la guardería estaba
preocupada porque el bebé no se movía . La habitación
donde están los bebés es muy pequeña, está justo a la
entrada de la guardería y de a lguna manera sepa rada del
resto. Hay lugar para cuatro o cinco cunas y una ventana
que da a la calle.
g.M.: ¿Qué edades tienen los niños en esta g uardería?
bs.: Hasta cuatro años. ·
Primera observación (ocho meses y veinticuatro días)
Obs. : Ferran está acostado, dormido, en la cuna; boca
abajo, la cabeza girada a l costado derecho . Una de las ma-
nos toca los barrotes de la cuna (está m ás bien e n
contacto), la otra está girada, con l_a pal m a hacia a rriba .
Apenas se mueve, a l principio parece que estuviera rela-
jado, pero es tanta la inmovilidad que parece de plomo e
incluso me pregunto si está vivo .
D.M. : Da una sensac ión de pesadez ...
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