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-¡Quiero hacer una cena diferente!

La sorprenderé con una exclusiva preparación, una


preparación como para morirse.-

Se repetía esa tarde mientras pensaba en tener una atención con su esposa, con quien vivía
hacía diez años y a quien amaba a pesar de su mal carácter y su poca entrega pasional, así que
buscó en google una receta diferente a todas las que consumían regularmente en casa, o en
los restaurantes corrientes a los cuales solía llevarla siempre que había día de pago.

Dentro de las opciones que encontró había desde una crema de patatas con huevo escalfado y
jamón, hasta un delicioso salmón rosado con almendras. Sin pensarlo dos veces, se decidió por
el salmón aunque sabía que el pescado era el alimento más odiado por su cónyuge, pero se
motivó al ver la introducción dentro de la preparación del plato: “Una manera diferente de
preparar un rico salmón rosado con almendras. Sí lo sé, es una receta cara pero bien ¡vale la
pena darse este gustazo!”, de manera que se dirigió a una pequeña pescadería de barrio cuyo
olor trascendía desde dos cuadras atrás, pero que solía tener los precios más económicos del
sector. Siempre que cruzaban por allí, ella no dejaba de quejarse de cuanto detestaba el
pescado y lo podrido que debía estar el que vendían en aquel negocio.

Los demás ingredientes los fue buscando alrededor de su casa, reemplazando el Pat Choy por
algunos espárragos y los puerros por cebolla larga, él sabía disfrutar de la cocina, aunque en
ocasiones odiaba que no se le reconociera su sazón, la cual consideraba desde su ego una
sazón digna de participar en Master Chef, razones por las cuales se deleitaba viendo canales de
cocina, conformándose con imaginar degustando cada plato en reuniones de coctel, mientras
debatía temas de intereses artísticos , ya que en ocasiones le aburrían quienes lo rodeaban
que solo hablaban de cosas que él consideraba banales.

Para adornar compró unas hermosas y decorativas astromelias, aunque su esposa prefería las
rosas, para él estos lirios de campo solían despertar esa urgente búsqueda de su felicidad y el
afán de abrir sus pétalos a ideas fuera de casa, con estas flores hizo un hermoso arreglo que
dejó en el centro de la mesa para impedir ver el rostro de su amada.

Y comenzó la preparación alistando uno a uno los ingredientes según el algoritmo, tuvo
especial cuidado con el salmón partiendo cada trozo evitando desperdiciar los centavos que le
había costado, mientras cortaba cada trozo imaginaba aquel cuello que había besado con
tanta pasión algunas noches desenfrenadas, y las veces que se había sentido inferior en su
humanidad cuando predominaban los gritos, la noche anterior había visto caer cosas valiosas y
destruirse a sus pies, y había sentido un crujir en sus dientes debilitando su función cardiaca, o
por lo menos esa función que muchos atribuyen al corazóny que no está documentada por la
medicina.

Fue así como empezó a llorar mientras picaba la cebolla, lo cual lo hizo dudar y culpó a la
herbácea bienal de su estado, el cual paró comiendo un puñado de nueces antes de triturarlas
como en ocasiones habían triturado sus sueños. lo siguiente

1 Porción de salmón rosado por persona (la que puedas comprar)

Para el salteado:
pat choy

2 zanahorias

1 cebolla

arvejas

2 puerros

Para la salsa:

6 dientes ajo asados

2 cucharadas dulce de ciruelas

100 grs almendras

Pasos

Lavar, cortar y saltear las verduras, que te queden al dente!

En una sartén dorar el salmón vuelta y vuelta no más de 4 minutitos de cada lado.

Por último cocinar en horno los dientes de ajo, armar un puré y mezclar con el dulce de
ciruelas.

Emplatamos? primero una buena porción del salteado de vegetales, ahora el salmón y por
último la salsa más las almendras picadas.

Buen provecho, esta receta te sirve todo el año!!!!!!!!!!

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