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TERAPÉUTICA

DERMATOLÓGICA

Estrategias terapéuticas
en el prurigo nodular
José Manuel Carrascosa y Carlos Ferrándiz
Servicio de Dermatología. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol.
Badalona. Barcelona.
Figura 1. Lesiones de prurigo nodular.

El prúrigo nodular (PN) es una dermatosis de curso


crónico que se presenta en forma de pápulas y nódulos
indurados e hiperqueratósicos, de 1 a 3 cm de diámetro,
que pueden distribuirse en número variable por distin-
tas áreas del tegumento cutáneo, siendo la característi-
ca más significativa y constante su naturaleza extraordi-
nariamente pruriginosa (figs 1 y 2).
Desde un punto de vista terapéutico, el PN se recono-
ce como una enfermedad de difícil tratamiento, con fre-
cuencia resistente frente a las distintas alternativas dis-
ponibles. En el presente artículo se revisan aquellas
360 propuestas terapéuticas aparecidas en la bibliografía re- Figura 2. La excoriación de las lesiones, como signo indirecto de
prurito, es frecuente en el prurigo nodular.
ciente (tabla I), no sin antes repasar de forma breve, por
su importancia en el tratamiento, la etiología y patoge-
nia de este proceso. se ha interpretado como una manifestación clínica pe-
culiar de una dermatitis de contacto alérgica frente a
ETIOPATOGENIA metales o perfumes, lo que vendría apoyado no sólo por
A pesar de que suele clasificarse como una enferme- la positividad de las pruebas epicutáneas correspon-
dad de etiología desconocida, la mayor parte de los au-
tores reconocen signos de dermatitis atópica en un por-
TABLA I. Propuestas terapéuticas en el prurigo nodular
centaje considerable de los pacientes. Así, Payne et al
destacan este antecedente en alrededor de la mitad de Tratamiento tópico
los casos en una serie de 67 enfermos1. Incluso se ha su- Antipruriginosos tópicos (mentol, alcanfor, pramoxina, fenol,
ácido salicílico)
gerido que los individuos con PN desarrollado en el con- Corticoides por vía tópica o intralesional
texto de una dermatitis atópica representarían un sub- Capsaicina
grupo diferenciado, en el que la enfermedad ocurriría a Derivados de la vitamina D
una edad más temprana como un patrón de hipersensi- Tratamiento sistémico
Antihistamínicos anti-H1 sedantes
bilidad frente a antígenos ambientales o picaduras2. En- Talidomida
tre otros factores que predisponen al desarrollo de PN Ciclosporina A
se citan diversos trastornos metabólicos o neoplásicos Azatioprina
–malabsorción, deficiencia alimentaria, anemia ferropé- Psicofármacos
nica, hepatopatías, insuficiencia renal crónica o enfer- Retinoides orales (etretinato, ácido arotenoide)
Tratamiento físico
medad de Hodgkin– o psicológicos –depresión, ansie- Crioterapia
dad, trastornos ansioso-depresivos–3-5. En algunos casos Fototerapia
Tratamientos combinados
Fototerapia y talidomida
Crioterapia y corticoides intralesionales
Correspondencia: Dr. J.M. Carrascosa. Otros tratamientos
Servicio de Dermatología. Benoxaprofeno
Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. Láser de colorante pulsado
Crta. de Canyet, s/n. 08916 Badalona. Barcelona. Interferón
Piel 2001; 16: 360-364.
Balneoterapia
J.M. Carrascosa y C. Ferrándiz.– Estrategias terapéuticas en el prurigo nodular

dientes, sino también por la mejoría observada al evitar tópico, capsaicina– o del proceso inflamatorio –corticoi-
el contacto con los alergenos implicados6. En la última des–. En algunos casos, el mecanismo que justifica la
década, el PN se ha señalado como una manifestación mejoría observada no está bien establecido –derivados
cutánea frecuente en individuos infectados por el VIH, de la vitamina D–.
citándose la prevalencia en este colectivo en alrededor
del 6%7. Antipruriginosos de uso tópico. Con vistas a con-
La cuestión principal en la etiopatogenia del PN, toda- seguir una mejoría sintomática del prurito asociado al
vía por resolver, radica en si esta enfermedad debe con- PN, pueden emplearse antipruriginosos tópicos como
siderarse como un cuadro reactivo secundario al rasca- alcanfor –una cetona con efectos refrescantes y antipru-
miento o si representa una enfermedad primaria en la riginosos–, mentol –un alcohol cíclico que transmite una
que el prurito es sólo un síntoma asociado. Apoyan el sensación refrescante que compite con el prurito–, fenol
primer supuesto el frecuente desarrollo del PN en el con- –antipruriginoso a través de sus propiedades anestési-
texto de procesos en los que el prurito es un síntoma cas–, ácido salicílico –antipruriginoso a concentraciones
predominante como la dermatitis atópica o diversos tras- del 1-2%– o pramoxina –sustancia con efecto antiprurigi-
tornos metabólicos o psicológicos. En defensa del con- noso derivado de su acción anestésica tópica–10,11. Los
cepto del PN entendido como una dermatosis primaria anestésicos tópicos tales como benzocaína, alcohol ben-
se han esgrimido la presencia en las lesiones de una hi- cílico, dibucaína o tetracaína pueden mejorar momenta-
perplasia neuronal en las papilas dérmicas asociada a un neamente el prurito. Sin embargo, estas últimas sustan-
incremento de neuropéptidos como la sustancia P y la cias tienen un gran poder sensibilizante y no es raro que
proteína asociada al gen de la calcitonina, de un número su empleo desencadene un eccema de contacto alérgico
aumentado de mastocitos, basófilos, eosinófilos o inter- que agravará la sintomatología, por lo que no deben con-
leucinas como la IL-6. Sigue sin poder establecerse si es- templarse como una opción terapéutica de primera
tas alteraciones deben considerarse primarias o secun- línea.
darias al proceso inflamatorio8,9.
Corticoides. Los corticoides, en particular los de alta
TRATAMIENTO DEL PRURIGO NODULAR potencia, se consideran en general como primera op-
En el tratamiento del prurigo se emplean, habitual- ción en el tratamiento tópico de las lesiones12. Con vis-
mente de forma combinada, tratamientos tópicos, sisté- tas a dificultar el rascamiento de las lesiones y a facilitar
micos y físicos (tabla I). la absorción del corticoide, se ha propuesto el empleo
concomitante de vendajes o apósitos oclusivos. De igual 361
Medidas generales modo, puede conseguirse una mejoría transitoria me-
Teniendo en cuenta que el ciclo de prurito-excoria- diante la administración de triamcinolona acetónido o
ción-prurito es un conocido agravante de la enfermedad, dexametasona por vía intralesional, medida de utilidad
parte de los esfuerzos de la prescripción facultativa irán limitada en aquellos casos en los que las lesiones son
dirigidos a disminuir la intensidad de este síntoma. De muy numerosas13. Desde una perspectiva crítica, llama
este modo, en todo individuo con PN, las uñas deben ser la atención la ausencia de estudios controlados en los
cortas y de bordes romos para evitar excoriaciones por que se analice la auténtica eficacia de los corticoides tó-
el rascamiento. Debe invitarse al paciente a que comba- picos en el PN.
ta la sensación pruriginosa mediante el frotamiento de
las lesiones con la palma de la mano, evitando usar las Capsaicina. La capsaicina es un principio activo ob-
uñas. Las ropas deben ser cómodas y holgadas, ya que el tenido a partir del pimiento picante que, al aplicarse de
calor y la sudación incrementan el prurito. La irritación forma reiterada sobre la piel, provoca la depleción de la
cutánea subyacente o la existencia de xerosis, circuns- sustancia P contenida en las fibras C, lo que interfiere
tancia frecuente teniendo en cuenta la naturaleza atópi- la transmisión de algunos estímulos dolorosos y prurigi-
ca que subyace en buena parte de los pacientes, empeo- nosos hacia el sistema nervioso central14,15. Su indica-
ran la sintomatología, por lo que deben aconsejarse ción en el PN vendría justificada por aquellos trabajos
limpiadores cutáneos suaves y la aplicación diaria de según los cuales los axones inmunorreactivos a la SP y
emolientes. En algunos casos puede considerarse indi- proteína asociada al gen de la calcitonina representan el
cado el ingreso hospitalario durante algunos días a fin sustrato principal del antes citado incremento de fibras
de asegurar el cumplimiento terapéutico. Teniendo en neurales en los nódulos cutáneos16. Tupker observó la
cuenta la existencia de alteraciones nutricionales o desaparición de más de la mitad de las lesiones en dos
metabólicas en algunos pacientes, debe indagarse acer- de 3 pacientes con PN de larga evolución, con mejoría
ca de esta posibilidad llevando a cabo los estudios ana- notable del prurito, tras prescribir una preparación tópi-
líticos o exploraciones complementarias consideradas ca con capsaicina al 0,025%17. Sin embargo, la posología
oportunas. es incómoda –requiere una aplicación cada 4 o 6 h–, lo
que dificulta su empleo en áreas extensas, y los efectos
Tratamiento tópico secundarios, en forma de quemazón o hiperestesia en la
El tratamiento tópico del PN puede tener como objeti- zona de aplicación, convierten a la capsaicina en una
vo el control de los síntomas –antipruriginosos de uso opción poco resolutiva.
Piel. Vol. 16, Núm. 7, Agosto-Septiembre 2001

Derivados de la vitamina D. Los derivados de la vi- rioridad resulta superponible a la descrita en este artícu-
tamina D se han empleado con éxito en algunos casos lo, en particular en lo referente a la rápida recidiva que
de PN18. Wong, en un trabajo prospectivo y doble ciego, cabe esperar tras la suspensión del fármaco22-24. En al-
observó una reducción media superior al 50% en el nú- gún caso el desarrollo de efectos secundarios graves
mero y tamaño de las lesiones de PN tras 8 semanas de condicionó la suspensión de la ciclosporina A25. Aunque
tratamiento tópico con calcipotriol. Teniendo en cuenta a menudo los artículos citados concluyen con la pro-
la irritación de la piel perilesional en un número consi- puesta de un estudio controlado que permita evaluar la
derable de casos, el autor recomendó la aplicación alter- auténtica valía de la ciclosporina A en el manejo del PN,
nante de este fármaco con valerato de betametasona19. éste no ha hecho su aparición en la bibliografía médica,
El mecanismo que justificaría el efecto terapéutico de lo que podría atribuirse tanto a la limitada prevalencia
los derivados de la vitamina D en esta enfermedad no de la enfermedad como a la discutible utilidad de un fár-
está bien establecido, si bien podría guardar relación maco potencialmente lesivo como la ciclosporina A en
con su capacidad para regular la diferenciación y proli- un proceso que evolucionará durante décadas. En defi-
feración epidérmica, o con su acción inmunomodulado- nitiva, la ciclosporina A se perfila como una opción que
ra sobre los linfocitos. permite conseguir una mejoría relativamente rápida,
pero transitoria en el PN. A falta de una pauta específica
Tratamiento sistémico para uso de la ciclosporina A en el PN, parece razonable
En este apartado se han empleado, con éxito variable, aplicar los protocolos de seguimiento sugeridos para
antihistamínicos, ciclosporina A, talidomida, distintos otras dermatosis inflamatorias crónicas26.
psicofármacos, azatioprina y retinoides orales.
Azatioprina. Lear et al aportan su experiencia con
Antihistamínicos. Los antihistamínicos anti-H1 son azatioprina en 2 casos. Las dosis administradas fueron
empleados de forma habitual en esta y otras dermatosis de 100 mg/día, y se observó mejoría en el prurito y en el
pruriginosas20. De entre las opciones existentes, los úni- número y tamaño de las lesiones a los 2-3 meses. De
cos que pueden resultar útiles son los pertenecientes al nuevo, tanto uno como otras recurrieron al suspender el
grupo de antihistamínicos clásicos, como la hidroxicina, tratamiento, si bien los autores destacan que la remisión
10-50 mg/6-12 h, la clorfeniramina, 4 mg/4-6 h, la declor- se prolongó durante casi 3 años en uno de los casos. Los
feniramina, 2 a 6 mg/4-12 h, y la difenhidramina, 25-50 efectos secundarios más frecuentes de la azatioprina
mg/4-6 h. Estas sustancias, además de bloquear los son gastrointestinales y consisten en náuseas, diarreas y
362 receptores antihistamínicos periféricos, atraviesan la dolor epigástrico. La posibilidad de depresión de la mé-
barrera hematoencefálica, actuando como sedantes, an- dula ósea obliga a la monitorización del hemograma.
ticolinérgicos, anestésicos, antieméticos y antivertigino- Además, habría que tener en cuenta el potencial oncogé-
sos. Sus efectos son rápidos tras la administración oral nico de este fármaco27.
y pueden observarse ya a los 30 min, aunque alcanzan el
máximo pasada una hora. Debido a su vida media corta Talidomida. La talidomida ha sido empleada en el
deben ingerirse varias veces al día en intervalos de 4-6 h. tratamiento del PN desde mediados de la década de los
La acción sedante asociada a estos fármacos, y que en setenta, fecha en la que Sheskin propuso este fármaco a
otras indicaciones puede resultar un efecto indeseable, dosis de 300-400 mg/día en 3 casos28. En trabajos poste-
se convierte, en el PN, en un recurso terapéutico ade- riores, Van den Broek y Winkelman aportaron buenos
cuado frente a la ansiedad que genera el proceso. De he- resultados clínicos y sintomáticos en un total de 5 pa-
cho, los antihistamínicos orales que carecen de efectos cientes, considerando como dosis óptima 200 mg/día,
sedantes no resultan de utilidad en el PN. sin describirse efectos secundarios significativos duran-
Doxepina, un antidepresivo tricíclico con efectos an- te el tratamiento29,30. A pesar de ello, si se tiene en cuen-
tihistamínicos, puede ser útil a dosis de 25-50 mg/8-12 h, ta la experiencia acumulada en los años siguientes, ha
en particular en aquellos pacientes con un trastorno de- sido precisamente el desarrollo de efectos secundarios
presivo subyacente. el principal condicionante de su empleo. Así, Clemmen-
se et al, tras administrar talidomida a dosis de 50 a
Ciclosporina A. En 1995, Berth-Jones et al, funda- 300 mg/día en 4 pacientes con PN, observaron síntomas
mentados en la citada relación entre PN y dermatitis neurológicos, fundamentalmente parestesias, en 2 de
atópica, emplearon por primera vez la ciclosporina A ellos a los 11 y 18 meses, mientras que los estudios elec-
por vía oral en dos pacientes con PN. Tras la administra- trofisiológicos pusieron de manifiesto alteraciones en
ción de dosis de entre 3 y 4,5 mg/kg/día, los autores todos los casos. Estos resultados motivaron la recomen-
comprobaron una marcada disminución del prurito que dación, por parte de estos autores, de practicar evalua-
fue evidente hacia las 2 semanas, mientras que la reduc- ciones neurológicas clínicas periódicas durante el trata-
ción en el número y tamaño de las lesiones comenzó a miento, que deberían complementarse con estudios de
objetivarse a las 8 semanas. Aunque la mejoría se man- la conducción nerviosa y electromiografía ante la evi-
tuvo durante el resto del tratamiento, 24 y 36 semanas, dencia de cualquier síntoma31. La elevada incidencia de
la recidiva ocurrió pasado un mes desde la suspensión21. neuropatía en pacientes con PN tratados con talidomida
La evolución de los pocos casos publicados con poste- parece confirmarse en otros trabajos, y contrasta con la
J.M. Carrascosa y C. Ferrándiz.– Estrategias terapéuticas en el prurigo nodular

observada en pacientes que recibían este fármaco por ción de alrededor de un mes en el que los pacientes reci-
enfermedades como el lupus eritematoso cutáneo o la bían sesiones de forma diaria, se propuso una pauta de
lepra, lo que sugiere que los individuos con PN repre- mantenimiento, de 2-5 sesiones administradas cada 3-4
sentan una población especialmente susceptible a su ac- semanas, de 5 meses de media39.
ción nociva32. Según lo expuesto, cabe esperar que alre- Hann et al emplearon fototerapia UVB de amplio es-
dedor del 50% de los pacientes con PN tratados con pectro en 2 pacientes, observando la mejoría de buena
talidomida desarrollen signos o síntomas de neuropatía parte de las lesiones tras administrar de 24 a 30 sesio-
después de 4 a 12 meses de tratamiento. Por supuesto, nes. En este momento decidieron complementar el tra-
al estar sobradamente probados los efectos teratogéni- tamiento con PUVA-terapia tópica durante 2 meses más.
cos de la talidomida, resulta obligatorio asegurar la con- En su artículo, los autores atribuyeron el efecto benefi-
tracepción en cualquier mujer en edad fértil que siga di- cioso de la fototerapia a la disminución del prurito, lo
cho tratamiento. En nuestro medio, los estrictos que modularía la acción del rascamiento en la perpetua-
requerimientos legales necesarios para conseguir su im- ción de las lesiones. La ausencia de seguimiento impide
portación dificultan de forma considerable la disponibi- evaluar la duración de la remisión40.
lidad de la talidomida en la práctica clínica. En una revisión acerca de su experiencia en UVB-tera-
Los beneficios de la talidomida en el PN podrían estar pia de banda estrecha, Alora y Taylor afirmaron haber
relacionados tanto con su acción sedante en el sistema obtenido mejoría en 1 de 2 pacientes con PN tras 12 se-
nervioso central, lo que disminuiría la percepción de es- siones, sin concretarse la magnitud ni la duración de la
tímulos periféricos, como el prurito, como con la neuro- misma41.
toxicidad directa del fármaco sobre las terminaciones
nerviosas periféricas. Tratamientos combinados
Con vistas a minimizar los efectos secundarios asocia-
Retinoides. Se ha publicado el caso de un único pa- dos al empleo prolongado de talidomida, Ferrándiz et al
ciente de PN que respondió de forma satisfactoria frente diseñaron una alternativa terapéutica en la que combi-
a etretinato, a dosis de 50-75 mg/día, con rápida recurren- naron la administración de esta sustancia con fototera-
cia al suspender el tratamiento33. También se ha descrito pia42. En su trabajo, los autores prescribieron a 4 pacien-
respuesta, igualmente transitoria, mediante ácido aroti- tes con PN talidomida a dosis de 100 mg/día hasta
noide, acompañada de notables efectos secundarios cutá- conseguir la disminución del prurito, lo cual ocurrió tras
neos propios de los retinoides orales, en 2 pacientes34,35. una media de 12 semanas. En este punto se inició una
pauta de UVB-terapia de banda estrecha que se mantuvo 363
Psicofármacos. Los psicofármacos están indicados hasta conseguir la remisión completa. En esta propuesta
cuando el PN se desarrolle o se agrave por un trastorno terapéutica, la temida neuropatía se registró en un solo
psicológico o psiquiátrico de base36. De este modo, el caso, mientras que el período de remisión fue de al me-
PN asociado a depresión puede mejorar mediante trata- nos 6 meses en la mayoría.
miento con doxepina, fluoxetina o sertralina. Fundamentados en trabajos en los que se defendía su
La clomipramina estará indicada en los trastornos utilidad en queloides y cicatrices hipertróficas, Stoll et
obsesivo-compulsivos, mientras que benzodiazepinas, al combinaron crioterapia con la administración intrale-
como alprazolam, serán de utilidad en aquellos casos sional de triamcinolona acetócido, 40 mg/ml diluida con
que cursen con ansiedad subyacente. una solución de lidocaína al 1% en una proporción 1:3,
en 2 pacientes. Tras varias sesiones, de 4 a 8, realizadas
Tratamientos físicos con periodicidad mensual, se refiere una mejoría muy
Además del empleo de fármacos por vía oral o tópica, significativa de las lesiones. Sin embargo, no se ofrecen
se han intentado aplicar en el PN los efectos terapéuti- datos referentes al seguimiento. Por otro lado, los auto-
cos de la crioterapia o de las radiaciones ultravioletas. res reconocen en su trabajo las limitaciones intrínsecas
de la propuesta: posibilidad de atrofia local y de absor-
Criocirugía. La crioterapia se ha empleado en pocos ción sistémica en caso de lesiones muy numerosas, así
pacientes37. Teniendo en cuenta que puede ser necesario como la ausencia de repercusión sobre el curso de la en-
provocar una ampolla en la zona de aplicación que tar- fermedad, pudiendo aparecer nuevas lesiones43.
dará de 2 a 4 semanas en curar, resulta prudente no tra-
tar muchas lesiones de forma simultánea. Esta opción Otros tratamientos
terapéutica, en la que la respuesta podría estar relacio- Se ha descrito el caso de un único paciente tratado
nada con la lesión de las terminaciones nerviosas sensi- mediante láser de colorante pulsado. Tras seis sesiones,
tivas, parece poco factible en casos de PN muy extenso, los autores observaron la desaparición de las lesiones en
debiendo considerarse siempre la elevada probabilidad tronco y extremidades superiores y su aplanamiento
de hipopigmentación postinflamatoria38. en las extremidades inferiores, mejoría que persistía
18 meses después44.
Fototerapia. La PUVA-terapia tópica con metoxaleno Existe una única publicación acerca del beneficio te-
se propuso como una buena alternativa terapéutica en rapéutico observado en un paciente con PN tras recibir
13 de 15 pacientes con PN. Tras un período de induc- benoxaprofeno como tratamiento de su artropatía. Sin
Piel. Vol. 16, Núm. 7, Agosto-Septiembre 2001

embargo, además de no existir confirmación posterior, 17. Tupker RA, Coenraads PJ, Van der Meer JB. Treatment of prurigo nodularis,
chronic prurigo and neurodermatitis circumscripta with topical capsaicin.
debe destacarse que esta sustancia ha sido retirada del Acta Derm Venereol (Stockh) 1992; 72: 463-465.
mercado45. 18. Katayama I, Miyazaki Y, Nishioka K. Topical vitamin D3 (tacalcitol) for ste-
roid-resistant prurigo. Br J Dermatol 1996; 135: 237-240.
Basados en la posible implicación de los linfocitos 19. Wong SS. Double-bind, right/left comparison of calcipotriol ointment and be-
Th2 en la patogenia de las lesiones de PN, Tokura et al tamethasone ointment in the treatment of prurigo nodularis. Arch Dermatol
administraron interferón alfa por vía intravenosa de for- 2000; 136: 807-808.
20. Herman LEU. Antihistamines. En: Bernhard JD, editor. Itch, mechanisms and
ma diaria a 5 pacientes con PN durante 10-14 días, ob- management of pruritus. Nueva York: Mc Graw-Hill, Inc., 1994; 413-435.
servando mejoría en 4 de ellos46. 21. Berth-Jones J, Smith SG, Graham-Brown RAC. Nodular prurigo responds to
Khamidov presenta un estudio con 42 pacientes en el cyclosporin. Br J Dermatol 1995; 132: 795-799.
22. Hershko K, Ingber A. Succesful treatment of prurigo nodularis with cyclospo-
que se obtiene la remisión clínica del 25% y una mejoría rin A. J Dermatol Treatment 1999; 10: 63-65.
notable del 42% mediante balneoterapia47. 23. Fernández JC, Vélez A, García MD. Tratamiento del prurigo nodular intenso
con ciclosporina. Actas Dermosifiliogr 1996; 87: 409-411.
El PN puede ser una de las enfermedades beneficia- 24. Romero N, Díez E, Rodríguez I, Harto A. Prurigo nodular y ciclosporina: des-
rias de fármacos, actualmente en estudio, dirigidos a cripción de un caso y revisión de la literatura. Actas Dermosifiliogr 2000; 91:
bloquear los centros de prurito localizados en el sistema 234-237.
25. Braun RP, Arechalde A, French LE. Reversible ascending motor neuropathy
nervioso central.48 as a side effect of systemic treatment with ciclosporine for nodular prurigo.
Dermatology 1999; 199: 372-373.
La revisión de la bibliografía en referencia al trata- 26. Ferrándiz C, Hernanz JM, Puig L, Vanaclocha F. Documento de consenso es-
pañol para el uso de ciclosporina para microemulsión (Sandimmun Neoral)
miento del PN permite comprobar cómo a pesar del con- en dermatología. Actas Dermosifiliogr 2000; 91: 357-364.
siderable número de propuestas disponibles, sigue sin 27. Lear TJ, English JSC, Smith AG. Nodular prurigo responsive to azathioprine.
Br J Dermatol 1996; 134: 1151-1165.
existir un tratamiento estandarizado o una opción consi- 28. Sheskin J. Zur therapie der prurigo nodularis hyde mit thalidomid. Hautarz
derada como eficaz para la mayoría de pacientes. De he- 1975; 26: 215-217.
cho, buena parte de las publicaciones hace referencia a 29. Winkelmann RK, Connolly SM, Doyle JA, Padilha-Goncalves A. Thalidomida
treatment of prurigo nodularis. Acta Derm Venereol (Stockh) 1984; 64: 412-
casos aislados o pequeñas series, en los que la respuesta 417.
terapéutica podría considerarse no pocas veces anecdó- 30. Van den Broek H. Treatment of prurigo nodularis with thalidomide. Arch Der-
tica. Queda, como en el caso de otras dermatosis cróni- matol 1980; 116: 571-572.
31. Clemmensen OJ, Olsen PZ, Andersen KE. Thalidomide neurotoxicity. Arch
cas, mucho por hacer por los pacientes de PN. Dermatol 1984; 120: 338-341.
32. Wulff CH, Hoyer H, Asboe-Hansen G, Brodthagen H. Development of polyneu-
ropathy during thalidomide therapy. Br J Dermatol 1985; 112: 475-480.
AGRADECIMIENTOS 33. Gip L. Prurigo nodularis (Hyde) treated with Tigason. Dermatologica 1984;
Agradecemos la colaboración del servicio de búsqueda bibliográfi- 169: 260.
364 ca de Roche Farma. 34. Hirschel-Scholz S, Salomon D, Merot Y, Saurat JH. Anetodermic prurigo nodu-
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