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COMPARACION DE LA ANTIGUA CONSTITUCION Y NUEVA CONSTITUCION POLITICA DEL

ESTADO PLURICAIONAL DE BOLIVIA

1. CONCEPCIÓN DEL TRABAJO

Al reconocerse que “toda persona tiene derecho” al trabajo, no se considera ninguna exclusión
de edad, por lo cual el principio general que rige en la materia, aparte de los derechos civiles y
políticos, es el de la vigencia de los derechos fundamentales (art. 15) relativos a la integridad
física, psicológica y sexual, precaviendo la cualquier violencia de género y generacional
degradante. La CPE abrogada establecía el carácter del trabajo como deber, agregando
paradójicamente que era “la base del orden social y económico” (art. 156), que no era otro
sino el sistema capitalista dependiente. Resulta novedosa la adopción constitucional del
trabajo digno, y la incorporación del derecho a la seguridad industrial, higiene y salud
ocupacional, sin discriminación. Esta concepción es concordante con la del “vivir bien”
reconocida en el texto constitucional (art. 8, I y II), distante de la visión del trabajo “decente”,
muy polémica por sus connotaciones negativas hacia la L@s trabajador@s y sus derechos en la
nueva Constitución • pp. 153 - 172 umbrales 157 actividad laboral de niñas, niños y
adolescentes. Si éstos son sujetos sociales, no puede restringirse su participación en el
quehacer del mundo del trabajo, el marco de la protección estatal (art. 46,II), y por el contrario
debe entenderse que al ser personas actuantes en la vida económica y social mientras
prevalezca el sistema de dominación, por lacerante que parezca, erradicar el trabajo infantil no
pasa de ser una buena intención de escasa aplicabilidad. En este sentido, el MTEPS
considerando la equidad laboral, de ingresos y medio ambiental y la igualdad de oportunidad
está encargado de “proteger y garantizar el trabajo digno en todas sus formas (comunitario,
estatal, privado y social cooperativo” (DS No. 29894, art. 86,)

2. REMUNERACIÓN

La incorporación en la norma fundamental del principio del derecho al salario justo, equitativo
y satisfactorio, el cual “asegure para sí y su familia una existencia digna” (art. 46,I), obedece a
la continuada lucha de los trabajadores, en especial la clase obrera sindicalizada, por el
mejoramiento de la calidad de vida y las condiciones de trabajo. Aunque la anterior Carta
Magna hablaba de remuneración justa (art. 157,II), lo limitaba a la creación de condiciones por
parte del Estado neoliberal, hecho que signifi caba a todas luces una contradicción insalvable.
La formulación de políticas salariales y de productividad corresponde al MTEPS, de acuerdo a
ley (DS No. 29894, art. 86,k).

3. ESTABILIDAD LABORAL

A diferencia a la precariedad implantada en veinte años de hegemonía del neoliberalismo en


Bolivia, la CPE propende al establecimiento de una fuente de empleo en condiciones
equitativas y satisfactorias (art. 46,2), en tanto que la abrogada mencionaba L@s trabajador@s
y sus derechos en la nueva Constitución • pp. 153 - 172 158 umbrales la estabilidad en el
trabajo (art. 157,II), como responsabilidad estatal, cuando en la práctica el poder político fuera
coadyuvante principal de la precariedad ocupacional al servicio de intereses empresariales y
transnacionales. Ante esta situación, hoy el Estado pretende garantizar la inserción laboral,
teniendo presente “la equidad de género, así como las personas con discapacidad,
prohibiendo el despido injustificado” (DS No. 29894, art. 86,c).
4. PROTECCIÓN ESTATAL

El ejercicio del trabajo “en todas sus formas” (art. 46,II) es objeto de la protección, obligación
de la mayor responsabilidad al ser de incumbencia de Estado. Si bien desde la undécima CPE
boliviana se adoptó la corriente del constitucionalismo social, y por ende el proteccionismo al
capital y el trabajo bajo la tesis de ser “factores de la producción” equiparables, hoy las
diversas modalidades laborales con los cambios tecnológicos no pueden dejar de tener
especial preocupación de gobernantes y gobernados. La anterior Carta Magna mantuvo la
doble protección al capital y al trabajo (art. 157,I) si bien la historia demuestra que el
predominio del logro de excedentes de los inversores por regla general, como en regímenes
dictatoriales, prevaleció ante las legítimas demandas laborales, por la naturaleza de clase del
mismo Estado. La protección laboral debe ser operacionalizada por el MTEPS, en el marco de
sus competencias (DS No. 29894, art. 86,a).

5. PROHIBICIÓN DEL TRABAJO FORZADO

En la CPE abrogada se proclamaba el no reconocimiento a “ningún género de servidumbre y


nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin su pleno consentimiento y justa
retribución (art. 5). Congruente con la Declaración Universal de L@s trabajador@s y sus
derechos en la nueva Constitución • pp. 153 - 172 umbrales 159 los Derechos Humanos, la Ley
Fundamental alude a modos de explotación que obligan a una persona “a realizar labores sin
su consentimiento y justa retribución” (art. 46.III). En el mismo sentido, la misma Ley
Fundamental prohíbe expresamente el trabajo forzado y la explotación infantil (art. 61, II),
reivindicando la función formativa laboral. Así como la persistencia de resabios de formas pre
capitalistas de producción condicionan aún la persistencia de estas situaciones al margen de la
ley, es sabido cómo las bolivianas y los bolivianos migrantes en el exterior, sobre todo sin
documentación regular, son constantes víctimas de los mecanismos explotativos y de chantaje.
El MTEPS se propone incluso una meta ambiciosa que constituye la erradicación de ésta y otras
“formas análogas de explotación y servidumbre” (DS No. 29894, art. 86,f).

6. ACTIVIDADES ECONÓMICAS LÍCITAS

La CPE ratifi ca este reconocimiento al derecho a dedicarse dichas labores “en condiciones que
no perjudiquen al bien colectivo” (art. 47, I). El mismo ya fue consignado en constituciones
anteriores como la abrogada (art. 7, d), como garantía en especial para el desenvolvimiento
del comercio y la industria nacionales, bajo la inspiración de favorecer el desarrollo
económico-social del país y general fuentes de empleo.

7. CUENTAPROPISTAS

Se consigna por primera vez un régimen de protección especial para quienes prestan servicios
en pequeñas unidades productivas y rurales y en general los denominados gremialistas (art.
47,ll). El artículo detalla dos aspectos de política pública: por una parte, intercambio comercial
equitativo y precios justos para sus productos; por otra, incentivo productivo mediante una
asignación económico-fi nanciera preferencial. L@s trabajador@s y sus derechos en la nueva
Constitución • pp. 153 - 172 160 umbrales Esta ha sido una demanda largamente sostenida por
las y los trabajadores independientes que conforman el sector terciario, hipertrofi ado desde
los tiempos del neoliberalismo en Bolivia. Hay que tener presente que este contingente laboral
se halla conformado tanto por artesanos como por comerciantes e integrantes de la llamada
informalidad laboral. Hoy concierne al MTEPS la protección de aquellas “pequeñas unidades
productivas urbanas y rurales, por cuenta propia y gremialistas”, tratando de dar respuesta a
esta compleja realidad (DS No. 29894, art. 86,e).

8. FORMAS COMUNITARIAS DE PRODUCCIÓN

La protección, fomento y fortalecimiento estatal de estas modalidades (art. 47,III) es


coherente con la puesta en marcha de una nueva área de la economía plural, la comunitaria
(arts.306,II y 307). En efecto, la Cuarta Parte de la CPE, ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN
ECONOMICA DEL ESTADO, señala que aquella alcanza incluso a la reproducción de la vida
social, de acuerdo al vivir bien colectivo. Además, en la actual conformación estatal boliviana fi
gura el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, cuya atribución consiste en”
diseñar y ejecutar políticas de gobiernos corporativos dentro de las formas de organización
económica comunitaria, estatal, privada y social cooperativa” (DS 29894, art. 64, s).

9. NORMATIVA LABORAL

Reiterar aspectos referentes al cumplimiento de las disposiciones legales en el ámbito social y


laboral al parecer resulta redundante y saldría sobrando en cuanto a los siete numerales de
este artículo (art. 48). No obstante, en un examen pormenorizado de cada uno de ellos, se
advierten importantes aspectos de avance a favor de quienes se hallan al amparo de la
normativa laboral. La L@s trabajador@s y sus derechos en la nueva Constitución • pp. 153 -
172 umbrales 161 vieja Carta Magna determina el carácter de orden público de las
disposiciones sociales, estableciendo su retroactividad, “cuando la ley expresamente lo
determine” (art. 162,I)

9.1 OBLIGATORIEDAD

La declaratoria taxativa del carácter obligatorio de las disposiciones sociales y laborales,


precautela adecuadamente los derechos de la parte más débil en la relación obrero-patronal y
compromete supervisar su cumplimiento por parte de las autoridades y diversas instancias del
Estado. Además, cabe considerar que constituye una suerte de prevención ante la renuencia a
su aplicación en particular por sectores empresariales conservadores, dado que el articulado
constitucional no podría tener ejecutoria práctica sólo y únicamente a través de la
voluntariedad de las y los ciudadanos.

9.2 Interpretación y aplicación Corresponde destacar en este punto un aporte constitucional


de gran importancia, al establecerse el principio de protección de las y los trabajadores, al ser
la “principal fuerza productiva de la sociedad” (art. 48,II). Las actuaciones de interpretación y
aplicación legales se ciñen a los principios de continuidad y estabilidad laboral, no
discriminación, inversión de la prueba a favor de la o el trabajador, como sustentan las
corrientes avanzadas del Derecho del Trabajo contemporáneo.

9.3 IRRENUNCIABILIDAD DE DERECHOS Y BENEFICIOS

Este criterio superior, así como la nulidad de convenios que tiendan a burlar los efectos (art.
48,III) , proviene del constitucionalismo social y figuraba en la Constitución abrogada (art.
162,II). También se estableció en la Ley General del Trabajo de 1939, al determinar que “los
derechos que esta Ley reconoce a los trabajadores son irrenunciables, y será nula cualquier
convención en contrario” (LGT, art. 4). L@s trabajador@s y sus derechos en la nueva
Constitución • pp. 153 - 172 162 umbrales Sin embargo, no pocos empleadores se dan modos
para desconocer disposiciones explícitas en materia laboral y en particular durante el
neoliberalismo fueron reiteradamente vulneradas normas acerca del salario mínimo, la
jornada máxima, la estabilidad y en general la mayor parte de los beneficios sociales.
resultando distorsionados tanto en Bolivia y como otros países del continente.

9.4 PRIVILEGIO Y PREFERENCIA SOBRE ACREENCIAS

Aparte de ser inembargables e imprescriptibles, los salarios o sueldos devengados, derechos


laborales, beneficios sociales y aportes a la seguridad social no pagados cuentan con esta
cobertura de excepcionalidad (art. 48,IV). La justificación se deriva de que, frente a casos de un
cúmulo de deudas empresariales contraídas sin honrar, siendo lo prioritario y equitativo dar
curso en primer lugar al cumplimiento de las obligaciones obrero-patronales, preservando los
intereses de las y los trabajadores.

9.5 ACCESO LABORAL DE MUJERES

Como parte de la equidad de género y asumiendo la concepción ya reconocida por diversos


convenios internacionales, el texto constitucional establece la promoción estatal del trabajo
femenino, con la misma remuneración por desempeño de trabajo igual (art. 48,V). El MTEPS
debe garantizar el acceso laboral de las mujeres como atribución específica de su despacho (DS
No. 29894, art. 86,d).

9.6 NO DISCRIMINACIÓN E INAMOVILIDAD PARA TRABAJADORAS

Como parte de los derechos laborales de las mujeres, la CPE prescribe la prohibición del la
discriminación y el despido debido a estado civil, embarazo, edad, rasgos físicos, o números de
hijas o hijos. Se garantiza además la “inmovilidad laboral de las mujeres en estado de
embarazo y del progenitor, hasta que la hija o el hijo cumpla un año de edad” (art. 48,IV). L@s
trabajador@s y sus derechos en la nueva Constitución • pp. 153 - 172 umbrales 163 El MTEPS
explicita su competencia en esta materia por mandato constitucional (DS No. 29894, art. 86,d).

9.7 INCORPORACIÓN JUVENIL AL SISTEMA PRODUCTIVO

Al constitucionalizarse esta responsabilidad estatal (art. 48,IV), también se consagra la garantía


para que las y los jóvenes cuenten con la debida capacitación y formación. Esta es una
definición fundamental en un país como Bolivia, donde el mayor contingente de la población
económicamente activa es menor de 25 años. Por su parte el MTEPS, a través de la promoción
de políticas de empleo, resalta que ellas deben ser “especialmente de jóvenes, con la finalidad
de generando y manteniendo condiciones que favorezcan “a las trabajadoras y los
trabajadores una ocupación laboral con dignidad” (DS No. 29894, art. 86,m).

10. NEGOCIACIÓN COLECTIVA

Este derecho, instituido por convenios internacionales, se erige a rango constitucional,


propiciando el mejor entendimiento obrero-patronal.(art. 49,I), estando el MTEPS encargado
de “impulsar, reconocer y garantizar” la negociación laboral, “en el marco del diálogo social y
tripartismo en materia de trabajo” (DS No. 29894, arts. 86,j y 87, e).

10.1 RELACIONES LABORALES

La Carta Magna abrogada planteaba (art. 157) el alcance de los aspectos relativos a este punto
por parte de una ley regulatoria, que no se dictó desde la LGT elevada a ese rango en 1942. La
nueva CPE incorpora nuevos aspectos antes no contemplados, a saber: los convenios
colectivos, los salarios mínimos sectoriales y su incremento, la reincorporación laboral, el
cómputo de antigüedad, las horas extra, el recargo nocturno y dominicales, los bonos y la
maternidad laboral (art. 49,II). Es de advertir que la es- L@s trabajador@s y sus derechos en la
nueva Constitución • pp. 153 - 172 164 umbrales de esta enunciación se hace necesaria a
causa de las sistemáticas violaciones a la LGT tanto en las dictaduras cuanto en los regímenes
neoliberales. En este sentido, el encargo constitucional de contar con una Ley del Trabajo
compatibilizada con el texto de la Norma Fundamental vigente, tendría que tener alcance de la
mayor participación ciudadana y sindical y será realizado luego de la deliberación normativa,
en el siguiente período gubernamental 2010-2014, por parte del órgano estatal
correspondiente, la Asamblea Legislativa Plurinacional.

10.2 ESTABILIDAD LABORAL

A diferencia de la política de libre contratación y relocalización de la época neoliberal, el


Estado Plurinacional debe proteger la permanencia en el empleo de las y los trabajadores ante
el riesgo de retiros intempestivos por la patronal. La norma señala la prohibición del “despido
injustifi cado y toda forma de acoso laboral” (art. 49,II), entendido éste como el uso de varias
modalidades de presión psicológica, económica e inclusive física en los centros de trabajo, en
particular contra dirigentes sindicales u opositores políticos. El MTEPS tiene bajo su
responsabilidad la aplicación de esta política pública, teniendo presente la equidad de género
y de las personas con discapacidad (DS No. 29894, art. 86,c).

11. RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Corresponde a las instancias jurisdiccionales o tribunales y los organismos administrativos


respectivos, encarar la emergencia de pugnas entre empleadores y trabajadores “incluidos los
de la seguridad industrial y los de la seguridad social” (art. 50). En este orden, como
emergencia del relacionamiento obrero-patronal, el MTEPS es la instancia a cargo de “prevenir
y resolver los conflictos individuales y colectivos” (DS No. 29894, art. 86,g). L@s trabajador@s
y sus derechos en la nueva Constitución • pp. 153 - 172 umbrales 165

12. ORGANIZACIÓN SINDICAL

Al referirse a “todas” las trabajadoras y trabajadores y su derecho a la sindicalización, la nueva


CPE realiza un paso adelante sustancial respecto de la abrogada. Si bien ésta reconocía este
derecho (art. 159), lo relevante constituye ahora la generalidad, a menos que por excepción la
ley disponga lo contrario, como ocurre con los empleados públicos y municipales. La
experiencia boliviana es que, sin existir relaciones salariales, muchos sectores de trabajadores
independientes como campesinos parcelarios, gremialistas o choferes llaman a su forma
asociativa sindicato, o se conoce tradicionalmente de ese modo, y esa realidad está vigente
incluso en la organización matriz laboral, la Central Obrera Boliviana (COB). Asimismo, el
MTEPS garantiza ese derecho “para la defensa de sus intereses, representación, y preservación
de su patrimonio tangible e intangible (DS No. 29894, art. 86,d).

12.1 PRINCIPIOS SINDICALES

Conviene detalla que este punto hace referencia al respeto estatal a seis pilares de la
organización sindical que son: la unidad, la democracia sindical, el pluralismo político, el auto
sostenimiento, la solidaridad y el internacionalismo (art. 51,II). Los mismos nunca antes fi -
guraron en textos constitucionales de Bolivia, y más aún, la constitucionalización del
internacionalismo, que supera una estrecha visión localista, es hasta sorpresivo para algunos
tratadistas que la mencionan como una reivindicación propia del movimiento obrero
organizado y en las constituciones de países socialistas, un deber ciudadano de amistad y
colaboración con los pueblos de otros países.

12.2 SINDICALIZACIÓN

A diferencia de la vieja Constitución que reconocía este forma orgánica laboral (art. 159,I), en
la nueva el ámbito se extiende al campo y a la ciudad (art. 51,III), lo cual supone reconocer L@s
trabajador@s y sus derechos en la nueva Constitución • pp. 153 - 172 166 umbrales que la
estructura históricamente llevada de las minas al nivel rural, es persistente a nivel nacional
como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), de
federaciones, centrales, subcentrales y centralillas y aun comunidades.

12.3 INDEPENDENCIA IDEOLÓGICA Y ORGÁNICA

Este aspecto se halla inscrito en los documentos fundamentales de la entidad matriz de las y
los trabajadores bolivianos, la Central Obrera Boliviana, así como en los estatutos de la
Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), la Confederación General de
Trabajadores Fabriles (CGTFB) y otras grandes agrupaciones sindicales del movimiento obrero
y laboral. También es fundamental que se consigne en el texto de la CPE el respeto del Estado
a la no subalternización del sindicalismo, y que contarán con personalidad jurídica “por el solo
hecho de organizarse y ser reconocidos por sus entidades matrices” (art. 51,IV). De este modo
se contribuye a evitar los interminables trámites y condicionamientos que distintos gobiernos
ejercitaron contra la representación genuina de las bases sindicales, transgrediendo su
autonomía de gestión, ante la falta de resguardo constitucional sobre el punto en anteriores
constituciones del país.

12.4 PATRIMONIO SINDICAL Por vez primera se preceptúa en la CPE la inviolabilidad,


inembargabilidad e indelegabilidad de los bienes materiales y no materiales de los sindicatos
(art. 51,V), norma que precautela el buen uso y proyección de los mismos, así como previene
sobre excesos y actos discrecionales cometidos por propios y extraños como casos de
corrupción en perjuicio de las y los afiliados, o los atropellos y demoliciones ocurridos en
épocas dictatoriales. L@s trabajador@s y sus derechos en la nueva Constitución • pp. 153 -
172 umbrales 167

12.5 FUERO SINDICAL

Aunque a partir del constitucionalismo social y la abrogada (art. 159,I) se contempló este
privilegio de inmunidad a favor de los dirigentes sindicales para no ser perseguidos ni presos,
en este texto se incorporan dos resguardos más de importancia: el no despido hasta un año
luego de su gestión y la no disminución de sus derechos sociales (art. 51,VI). La explicación
radica en que abusos patronales hicieron escarnio de la declaratoria en comisión de los
sindicalistas, al impedírseles volver a su fuente laboral por represalias, y en caso de
reincorporación, la manipulación de roles y cargos en perjuicio de la o el trabajador. En las
dictaduras se implantaron coordinadores o relacionadores suplantando la legítima
representación sindical y bajo el neoliberalismo el desconocimiento y amedrentamiento
empresarial contra la actividad sindical se convirtió en regla ante el coauspicio vulneratorio
institucionalizado de autoridades del Ministerio del Trabajo.

12.6 CUENTAPROPISTAS

En este caso se establece en la CPE la capacidad organizativa y la defensa de los intereses


corporativos de este vasto segmento de la población económicamente activa (art. 51,VII), cuya
función social y política es de innegable trascendencia dado el crecimiento del sector informal
urbano, fruto de la desocupación y la migración campo-ciudad. Como ya se mencionó. El
MTEPS es la entidad estatal responsable de proteger esas relaciones laborales derivada del
trabajo independiente y gremial, por mandato de la ley (DS No. 29894, art. 86,e).

13. ASOCIACIONES EMPRESARIALES

La anterior Constitución boliviana garantizaba la libre asociación patronal (art. 159,I). En la


vigente, al cambiar el concepto de L@s trabajador@s y sus derechos en la nueva Constitución
• pp. 153 - 172 168 umbrales patronal por el de empresarial, se evitan confusiones sobre los
terratenientes o gamonales que mantienen relaciones servidumbrales y se hacen llamar
“patrones”. Asimismo se agregan tres aspectos favorables al sector: personalidad jurídica,
capacitación y derechos patrimoniales (art. 52, I-IV). El Estado es responsable, mediante el
MTEPS, de promover y garantizar el asociacionismo empresarial y de “agentes productivos”
(DS No. 29894, art. 86,d), tomando en cuenta el papel de entidades como la Confederación de
Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), las Cámaras de Industria y Comercio y de Servicios, la
Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, así como diversas agrupaciones de
productores.

14. DERECHO DE HUELGA

Siendo parte inseparable de las conquistas del movimiento sindical internacional, no podía
faltar la referencia a este derecho, que junto al fuero es atribuible al constitucionalismo social
boliviano. Mientras la abrogada establecía el mismo, la actual CPE garantiza el ejercicio de esta
facultad de suspensión de actividades laborales como herramienta de defensa de derechos
(art. 53). La LGT dedica un capítulo a la huelga, cuya viabilidad legal se opera una vez
“fracasadas las gestiones de conciliación y arbitraje” (art. 114), comprendiendo únicamente “la
suspensión pacífi - ca del trabajo” y en ningún caso en servicios públicos (arts. 118 y 119).
Actualmente, el MTEPS tiene a su cargo la prevención y resolución de los confl ictos laborales
(DS No. 29894, art. 86,g), entre los cuales se hallan los de tipo huelguístico.

15. POLÍTICAS DE EMPLEO

Con el propósito de evitar la desocupación y la subocupación con vistas al trabajo digno y la


justa remuneración, la CPE dispo- L@s trabajador@s y sus derechos en la nueva Constitución •
pp. 153 - 172 umbrales 169 ne su obligación de poner en práctica políticas públicas
concernientes (art. 54). Asimismo, incumbe al MTEPS la generación y mantenimiento de
condiciones que propicien la ocupación laboral con dignidad (DS No. 29894, art. 86,.d).

15.1 APARATO INDUSTRIAL Y SERVICIOS ESTATALES

Explícitamente se responsabiliza tanto al Estado como a la sociedad l protección y defensa de


estas instalaciones (art. 54,II). Esta situación es más resaltante hoy, ante la inminencia de actos
de terrorismo y sabotaje por parte de sectores recalcitrantes de la oposición neofascista, cursa
en el desmantelamiento de un banda paramilitar separatista de origen extranjero en Santa
Cruz,

15.2 EMPRESAS COMUNITARIAS O SOCIALES

En este numeral se incorpora una temática de gran interés aun en el plano internacional. Se
trata de la recuperación de empresas quebradas, cerradas o abandonadas injustifi cadamente
por sus dueños, por parte de sus propios trabajadoras y trabajadores. Con apoyo estatal, como
prescribe la norma, por iniciativa de éstas y éstos podrán reactivar y reorganizar sus fuentes de
trabajo “en resguardo del interés social” (art. 54, III). De este modo, como en experiencias de
otros países latinoamericanos, en especial Argentina, la fuerza laboral de forma
autogestionaria se hace cargo del rescate de su centro ocupacional en el área productiva o de
servicios. En Bolivia estamos en los albores de este desempeño posneoliberal, pero los
hermanos argentinos como “trabajadores sin patrón”, nos demostraron que “somos capaces
de autogestionar nuestras cooperativas y organizaciones... podemos articularnos con otros
compañeros y organizarnos de manera democrática para lograr representatividad (ANTA,
2008). L@s trabajador@s y sus derechos en la nueva Constitución • pp. 153 - 172 170
umbrales

16. SISTEMA COOPERATIVO

La vieja Carta Magna aludía al fomento de las cooperativas (art. 160) sin abundar en otras
consideraciones. En cambio, la CPE en vigencia consigna los principios sustentatorios del
movimiento cooperativista: solidaridad, igualdad, reciprocidad, equidad en la distribución,
finalidad social, y no lucro de sus asociados (art. 55). Por otra parte, según la organización
económica el ámbito social cooperativo es un sector dinámico a potenciar. Pese a que aún rige
la Ley General de Sociedades Cooperativas (Decreto Ley No. 5035 diciembre de 1958), la
realidad económico-social según la actual orientación integradora y comunitaria, ha trastocado
en muchos casos la concepción clásica de “cada socio, un voto (art. 1, 2) y por tanto una
acción, generándose el afán de lucro. De hecho, en el sector minero de Bolivia muchas
empresas se han camuflado como cooperativas de producción, en las cuales se practica incluso
la explotación de la mano de obra infantil. Aunque no deberían prevalecer relaciones sociales
de esta índole en este ámbito, lo cierto es que la subcontratación ha generado una suerte de
subproletariado al margen de la protección de la legislación laboral. A nivel institucional,
corresponde al MTEPS “promover y fomentar el desarrollo social, económico y productivo del
sector cooperativo”, para ello existe la Dirección General de Cooperativas con atribuciones
específi cas (DS No. 29894, art. 86,o).

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