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Que todos podamos comenzar esta época de Adviento recordando que el amor a Dios se
demuestra, amando a nuestros semejantes. Como dice la escritura: “Nosotros tenemos este
mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.”
(1 Juan 4:21).
Al encender esta vela recordamos a las huestes de ángeles que alababan a Dios desde el cielo
diciendo: “Gloria a Dios en las altura y en la tierra PAZ y buena voluntad para con los
hombres.”
Recordamos también las palabras de Cristo que dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy. No como
el mundo la da, yo os la doy.” (Juan 14:27), que este segundo domingo de Adviento podamos
recordar que la verdadera paz solo se encuentra en Cristo.
Él dijo: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Estas cosas os
he hablado para que en mí tengáis paz.” Nuestra oración es que la época de Adviento esté
llena de paz para nuestra ciudad, nuestra familia y todos nosotros, y que con Palabra y
testimonios todos podamos comunicar esta paz a otras personas.
Con esta vela recordamos el anuncio del ángel que habló a los pastores diciendo: “He aquí hoy
doy nuevas de gran GOZO, que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es
Cristo el Señor.” (Luc. 2:10). Recordamos también la promesa de Cristo que dijo: “Aunque
vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.” (Jn. 16:20).
Oremos por que al igual que de amor y de paz, la época de Adviento también esté llena de
mucho gozo al recordar la llegada de nuestro Salvador al mundo.
Con esta vela estamos simbolizando la declaración bíblica más importante para nosotros, el
perdón de todos nuestros pecados. Con el nacimiento de Jesús, Dios nos ha traído el gran
regalo del perdón total y perfecto de todos nuestros pecados; pasados, presentes y futuros. La
paga del pecado es muerte, y Cristo Jesús ha pagado con su muerte en la Cruz por todos los
pecados de cada creyente. Por lo tanto, ya no hay condenación para los que están en Cristo
(Rom. 8:1).
Piensa en esto, Dios te ha perdonado de todos tus pecados, por eso, no existe nada ni nadie en
el presente ni en el futuro que te pueda separar de El. Así también debemos perdonar a quien
nos ha ofendido. La navidad es un regalo de amor y perdón.
Quinto, Navidad
“La vela del nacimiento de JESÚS”
Lectura: Lucas 2:15-18
Ahora se enciende la vela blanca. En este día en que como Iglesia Festejamos la Navidad
encendemos todas las velas de nuestra corona de Adviento, La del Amor, la de la Paz, la del
Gozo la del perdón, finalizando con la única vela de color blanco. Cristo es la Luz del Mundo.
Cristo es la luz verdadera que alumbra a toda persona y que viene a este mundo. (Jn. 1:9);
Recordamos también que como la luz de Dios llegó a nuestros corazones trayéndonos
salvación, nosotros debemos también ser obedientes al mandato de Jesús que dijo: “Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, de modo que vean vuestras buenas obras y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mat. 5:16) Que podamos usar nuestro
testimonio para recordar al mundo que Cristo es la razón y el motivo para celebrar la Navidad.