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VENTRO DE DOCUMENTACI@R *
ria de la Solidaridad
Documento ne.
ING FO80 errs
+ Jorge Hourton Poisson.
OBISPO AUXILIAR DE SANTIAGO
VICARIO ZONA CENTROTNA PASTORAL PARA EL CENTRO
Carta del Obispo
A todas las personas apostélicas
que trabajan en la pastoral catéiica
de Ia Zona Centro de Santiago.
QUERIDOS HERMANOS;
» Hemos celebrado dos Asambleas zonales para estu-
diar el modo de poner en practica las Orientaciones Pastora-
les de Episcopado, para los afios 1982 al 1985. La primera, dl
19 de Diciembre del afio pasado atendid especialmente a "Ver
la realidad"; la segunda, el 27 de Marzo de este afio, se es-
meré en sefialar algunas lineas concretas de. accién y organi-
zacién. Simultaneamente se. ha iniciado en Santiago este afio
la Misién Joven y acabamos de cumplir su primera etapa, él
"Tiempo de escuchar".
A partir de las conclusiones sintetizadas:y ordena_
das de las dos primeras Jornadas, es conveniente subrayar
los temas claves que pueden orientar y animar nuestro queha-
cer pastoral en la Zona. Este es el objetivo de la presente
Carta Pastoral, que dirijo con mucho afecto a todos los cris
tianos apostélicos que trabajan en la Zona Centro. No quiero
asumir un tono legislativo ni magisterial: sélo quisiera, a
partir de lo que Uds. mismos aportaron en esas Asambleas, de
tectar qué es lo que el Espfritu dice a su Iglesia. Y lejos
de cortar la busqueda y la reflexién, que siempre ha de ha-
cerse en clima de oracién, estas acentuaciones tratan mas
bien de canalizarlas, en gintonfa con la vida pastoral de to
da la Iglesia de Santiago.i ZONA CENTRO
Me gusta recordar -no por vanidad- la importancia
de la Zona Centro. Es el Centro de Santiago y, quieras que
no, el centro de Chile. la Iglesia es importante en eual—
quier lugar, hasta la més. perdida isla del Suro en cuai-
quier pueblecito del Norte. Pero es indudable que aqu{ donde
hay vida de gran ciudad y una multitud enorme que refleja to
das las vivencias, trabajos y funciones de la sociedad glo-
bal, la presencia de la Iglesia debe expresarse con mayor viv
da, lucidez y fidelidad. Y eso nos exige responsabilidad y
al mismo tiempo humildad.
Esta zona, relativamente chica y menos poblada que
las otras, de dia bulle con febril animacién y tal vez multi
plica por 10 su densidad. Ahora bien, jla pastoral.es algo
que atafie al dia o a la noche? La respuesta es obvia. Por
@so veo que para ser realistas, serfa bueno no fijarnos tan-
to en los criterios de residencia de la gente sine en los de
la actividad. Si el Centro de dia (jy en parte de noche!) es
un mundo de actividades, trabajos, vida-y movimiento de la
gente, es ésa la primera realidad que debiéramos observar y
conocer, para a partir de ella situar nuestro esfuerzo pasto
val. Demasiadas veces partimos de nuestras iglesias y nos
preguntamos zcémo atraer a la gente a ellas? Les propongo
que para desoubrir cudl es nuestro deber pastoral en la Zona
Centro, partamos de un analisis objetivo de la realidad huma.
na de la gran ciudad a la que somos enviados, para atinar me
Jor con el modo cémo podremos llevarles e} Evangelio Salva-
dor de Jesds. Tas
Podré parecernos dificil a primera vista. La varie
dad de personas, actividades, trabajos y funciones es inmen-
sa. gCémo podria la Iglesia abarcar todo?.
Pero a segunda vista nos encontramos con ‘factores
favorables. Fdciles y rapidas comunicaciones, gran variedad
- de organizaciones, grupos y fuerzas de apoyo que deben inte-
resarle a nuestras inquietudes pastorales. Enel Centro se
encuentran las sedes de tantas fuerzas vivas, tanto de la
Iglesia como de 1a sociedad profana. Pocas dependen de la ~
estructura organizativa de la Iglesia, pero podemos tener
con ellas ciertos contactos, conocimientos y servicios que’
2ofrecer. Llamarfa a este enfoque una "pastoral abierta” y
pienso que es la primera disposicién que debemos tener los
agentes pastorales catélicos. Ello supone una primera acti—
tud de acogida, de amor al hombre y de disponibilidad para
caminar juntos en la busqueda practica de una esencial carac-
ter{stica de la "civilizacién del amor", que nos proponemos.
2. IGLESIA, COMUNIDAD ORGANICA
En nuestra primera Jornada, comprobamos la doble
dimensién que tiene la estructura pastoral de la — Igle-
sia. Por una parte tiene una dimensién territorial: e] radio
urbano del Centro est4 dividido en parroquias, y estas agru-
padas en Decanatos. Se les asigna vinites y la gente queda
asi incluida en cierto primer grado de pertenencia a la Igle
sia. La parroquiaes la primera fuerza de socializacién ecle-
sial basica. Se esta de partida, por el domicilio, en una
parroquia.
Por otra parte, la estructura eclesial tiene otra
dimensién pastoral que llamamos especifica o ambiental. Con-
siste en los diferentes rubros pastorales gracias a los cua-
les se llevan a cabo actividades, contactos, servicios. que
responden a necesidades o demandas especificas. Allf situa-
mos. por ej., la pastoral familiar, la pastoral catequisti-
ca, la pastoral educacional, la pastoral laboral, la pasto—
ral juvenil, la solidaridad, etc.
Salta a la vista que ambas dimensiones se. interpe-
netran en la realidad. las parroquias cuentan con ° cateque-
sis, juventud, comunidades de matrimonios, grupos de accidn
social, de solidaridad, etc.
3De/alif deriva una segunda disposicién necesaria
en los agentes pastorales, para lograr la mayor coordinacién
posible entre’ ambas dimensiones: los agentes pastorales te-
rritoriales (parroquiales) deben:abrirse lo més posible a lo
ambiental. Vice-versa, los que trabajan en pastorales ambien
tales 0 especfficas, deben tratar de “aterrizar" lo mis posi
ble (en las parroquias y comunidades de base) sus aportes.
Como la Iglesia es un Cuerpo, un cuerpo vivo, el
Cuerpo de Cristo, creo que hay que aplicar a la pastoral de
conjunto ya la coordinacién entre todos los érganos del
cuerpo, lo que dice San Pablo a los Efesios; 4,15... Evie
viendo seqiin la verdad y en el amor, creceremos de todas ma-
neras hacia Aquel que. es la Cabeza, Cristo. £1 da organiza-
cién y cohesion al cuerpo entero, por medio de.una red de ar.
ticulaciones, que son los miembros, cada uno’ Gon-su activi-
dad propia, para que el cuerpo crezca y se construya a sf
mismo en el amor".
No escatimemos esfuerzos para perfeccionar nues-
tra coordinacién: Parroquial, Decanal, Zonal, entre las pas-
torales y Jas personas. jFs obra de amor! .
8. FORMACION
Un fuerte reclamo de las comisiones en ambas jorna.
das giré en torno a la Formacién de las personas. Se pide
mas oportunidades de formacién y a todo nivel.
Yo dirfa, sin embargo, que no hay pocas. Desde las
catequesis de Primera Comunién (Catequesis familiar obligato.
ria en Santiago), la preparacién a la Confirmacién ( parecen
ir disitimuyendo los que llegan al sacremento), la cateque-
sis pre-bautismal (no contentarse con charlitas por cumplir)
la pre-matrimonial (sector importante de la pastoral fami-
liar): Homilfas dominicales, boletines y folletos, grupos de
‘soracién y asociaciones piadosas y apostdlicas, etc., etc. Se
hacen muchas cosas y sin embargo piden mas (sucede también a
veces que no*llega gente a las reuniones a las que se invi-
ta). Tal vez sera que debemos tratar de hacer mejor lo que
ya hacemos, con més fuerza formativa.
4Para que un mensaje llegue, hay que hacerlo inte-
sante. El evangelio es siempre interesante, pero. a veces
nuestra manera de presentarlo es débil y no parece tener que
ver con la vida concreta de las personas. Jestis tenfa una pe
dagogfa muy concreta y directa, empleaba im4genes vivas e
importantes, se ponia.en el lugar de la gente para darle lo
que podfan necesitar o captar mejor. ee
También dice e1 Evangelio que hablaba "como quien
tiene autoridad": en buenas cuentas eso jluere decir que esta
ba convencido de lo que decia, que no sélo decfa sino que ta
efa (a la inversa del P, Gatica), que lo que ensefiaba no
eran teorfas generales y abstractas, sino bien aterrizadas. 0
sea, crefa a fondo en lo que ensefiaba.
Para contribuir a formar personas, por tanto, hay
que creer, tener fe. Formar es encender otra llama a partir
de la propia llama. Cuidemos nuestra llama de la fe: es con-
dicién fundamental.
*
En la Zona Centro somos privilegiados, ya lo dije,
Porque tenemos allf todas las sedes de importantes Centros d&
Formacion. £1 Departamento de Catequesis (parroquia de San
Isidro) esta aqui. jCudntos cursos! La Vicarfa de Pastoral
Obrera (parroquia del Sagrado Corazén) jCudntas publicacio.
nes! El Instituto de Difusién de la Doctrina Social (INDISO
en Victor Hendrich) ‘con sus cursos ofrecidos .a parroquias de
Doctrina Social. los Cursillos de Cristiandad - (sede en ca—
lle Nataniel). £1 Centro Nacional de la Familia (cerquita en
Bellavista 67). £1 Movimiento Cristiano de Empleados (Igle-
sia de las Agustinas en calle Moneda). E1 Instituto de Misio
nes (parroquia del Perpetuo Socorro) y tantos otros que se
me escapan.
Aqui tenemos un desaf{o directamente dirigido a
nuestra Zona, el de aprovechar mds todos estos centros, pe-~
dirles servicios y colaborar en sus programaciones. Es una
oportunidad de vincular mis lo territorial a lo ambiental.
*Un capitulo especial merece en este tema el deseo
expresado en nuestras dos jornadas de una mejor articulacién
entre escuelas y parroquias, entre educaciéh catdélica y pas-
toral ordinaria.
Es indiscutible que una escuela 0 colegio catélico
son unidades pastorales de gran importancia formativa. Y
que el trabajo interno de ellas es muy intenso y absorben—
te. Pero también es cierto que la formacién cristiana de los
alumnos y de los padres no puede quedar encerrada entre los
‘muros del. colegio y girando sélo en torno a las cuestiones
escolares. Ganan en realismo al asomarse a la gran ciudad y
en abrise al ambiente circundante. Reconozco que no es fa~
cil, pero comprueblo que muchos lo intentan con frutos my
valiosos.
A este-respecto sefialo el ejemplo del Proyecto e-
ducativo que presento la Vicarfa de Educacién en un excelen-
te folleto titulado "Colegio-Centro Juvenil" y que los Sa—
lesianos estén realizando en la Gratitud Nacional. Se trata
que el colegio abra sus puertas a la juventud circundante
con la misma acogida que hacen a sus propios alumnos. Es una
excelente oportunidad en que parroquia y colegio unan sus
esfuerzos para servir mejor a mis jévenes.
La Misién Joven es otra experiencia en curso que
confirma esta saludable coordinacién. Jévenes de colegios y
jovenes de parroquias tras los mismos ideales, atentos a es-
cuchar al mundo y a escucharse entre si, descubren nuevas y
ricas oportunidades formativas.‘al
4. “RENOVADO ESPIRITU MISIONERO’
la alusién a 1a Misién Joven nos introduce a. una
Unea fundamental que 1a Iglesia quiere acentuar; el espfri-
tu misionero. No quiere decir "conquistar" o “juntar gente".
Quiere decir "Ir a lo desconocido". Somos llamados a ja fey
al amor.cristiano para vivirlos-en comunidad. Bien Pero no
debemos quedarnos encerrados en nuestros grupos, porque so-
mos ENVIADOS. Eso quiere decir Misién. Jestis recorria conti-
nuamente tierras nuevas y conocfa gente nueva. San Pablo no
terminaba de evangelizar a una ciudad cuando ya iba a
otra. Contactos, encuentros, didlogos, invitaciones, todo
eso forma parte de la bisqueda misionera, para llevar donde
Se pueda y como se pueda e} testimonio del cristiano.
Las Orientaciones Pastorales del Episcopado subra-
yan una caracter{stica de mucha urgencia actual de este "re-
novado espfritu misionero". Es la opeién preferencial por bs
pobres. Ello significa - dicen - tres cosas:
if El Servicio a los pobres, es decir, acentuar las activida
des ‘solidarias que puedan llevar alguna ayuda a los necesita,
dos. No nos cansemos de colectar y repartir. De sostener o-
bras sociales para que se supla lo que no hace la justi-
ela. No debiera ser as{, pero cuando vemos a diario tantog
problemas, derivados especialmente de la creciente cesantia,
a la que se agrega ahora la baja de salarios, tenemos que in
geniarnos para paliar este desastre, en la medidad& nuestras
fuerzas. Caritas estd dando forma a una laudable iniciativa
de laicos en una campafia que se llama "Trabajo para un herma_
no". También podemos ayudar a incrementar la recaudacién del
1% de CALE para potenciar la labor caritativa de la Iglesia.
£1 equipo de solidaridad de la Vicarfa est4 abler-
ta a todas las cooperaciones que quieran darle todas ias pa-
rroquias y colegios, para poder as{ prestar los servicios
que las necesidades diagnosticadas en nuestra zona le réquie
ran.(vivienda, nifiez abandonada, drogadictos; prostitucién,
etc. : hay harto en el Centro) También estan aumentando bs
clubes de ancianos en la zona, forma hermosa de solidaridad
y respeto a los mayores.22 “Mirar la vida desde la perspectiva de los pobres por ser
la'mis universal y la menos excluyente". Aprendamos a juzgar
de las cosas economicas, sociales y polfticas, desde el modo
como tienen cabida en la sociedad los pobres, los que viven
estrechamente de un salario reducido, los que tienen poca co
mida, mala salud y viven en pésimos conventillos del centro.
Una sociedad que les niega oportunidades y en cambio les
tienta sdlo con TV, Polla Gol y Loterfa, parece burlarse .de
ellos.
32 "Un estilo de vida como el de las bienaventuranzas, des-
prendido, generoso, sin afan de acumular, contento con io ne.
cesario para vivir, mis ansioso de goces espirituales -que
».sen baratos- que de goces sensibles tan pasajeros.
El tema de los pobres se relaciona con el de los
trabajadores. Al Centro vienen tantos de todas partes a ga-
narse los pesos necesarios para el puchero. Abundan los em-
pleados de oficina y dé comercio: necesitarfamos vigorizar
nuestro "Movimiento cristiano de empleado (sede en ias A-
gustinas), Anecap (Asociacién de empleadas de casa particu-
Jar, sede en Tocornal).
Pido para ellos una mayor acogida y colabora—
cién. Hay también los obreros de todo tipo: carecemos de gru
pos de Pastoral Obrera que, en las bases, promovidos por las
Parroquias o acegidos en. cursos vespertinos por los cole
gios, obtengan el apoyo conveniente para su formacién y pro-
mocién humana.
Hay tambien los vendedores ambulantes, los diare-
ros, los lustrabotas, los cuidadores de autos, etc. ;Qué in-
menso sub-munde de pobres, sin esperanza y sin destino, mar-
ginados en la gran ciudad, a quienes a veces se les niega la
propinita que los hace vivir! Quien los invitarfa algtin dfa
a algo en lo cual se descubran personas, hijos de Dios y her
manes de los cristianos?.5. CONCLUSIONES
Debemos concluir mirando hacia la meta ideal y uté
pica a la que apiramos y quisiéramos legar: la liberacién
integral y la civilizacién del amor.
Liberacién integral es la superacién de las injus-
ticias, opresiones y sufrimientos causados por el pecado so-
cial. Uno de los pecados sociales en Chile es el régimen li-
beral capitalista que estd haciendo tantos estragos y que
muestra sus desastrosos efectos. Es también la pérdida de la
democracia y su indefinida postergacién. Los catélicos debe-
mos tener ideas y aspiraciones claras al respecto, por mas
que también debamos hacer gala de una infinita paciencia. Pe
ro paciencia llena de confianza, pues el futuro lo : estamos
preparando y mereciendo ahora.
Sofiando con una civilizacién del amor e iniciando-
la desde ya a nuestro alrededor, estamos ayudando a cons-
truir el Reino que Dios quiere para su pueblo. Si nunca vié-
ramos nada que vaya en ese sentido, podrfamos acomplejarnos
ante la prepotencia del poderoso o la burla dei incrédulo. fe
ro hemos visto y ofdo cémo pasé entre nosotros un hombre co-
mo Monsefior Enrique Alvear. E1 mostré claramente cual es la
labor pastoral actual de la Iglesia en Chile para cumplir la
mision que Cristo le entrega. Recojamos su ejemplo, su espi.
ritu, sus escritos porque Dios estaba con él. Por nuestra en
trega generosa, hagamos que el Sefior esté también con noso-
tros.
ptelen len
+ JORGE HPURTON POISSON
OBISPO AUXILIAR DE SANTIAGO.
VICARIO ZONA CENTRO
SANTIAGO, Junio 13 de 1982.
Festividad de Corpus Christi.